SOLO GENTE CUALIFICADA
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SOLO GENTE CUALIFICADA
SOLO GENTE CUALIFICADA
De lo necio y menospreciado escogió Dios
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Este mundo considera a los Cristianos como una gente inferior por haber aceptado una fe en los escritos mas antiguos de un pueblo que dice ser de DIos.
7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
Eso es históricamente asombroso, pero no deja de ser conflictivo para una sociedad que se cree autosuficiente e independiente , material y espiritualmente.
Este pudiera hacernos pensar que después de que DIos nos llama, solo tenemos que seguir la vida normal y común que todos siguen, con la diferencia de ir a la iglesia.
Pero esto no es así, al ser llamados, tenemos que pasar una lista de requisito que cumplir y luego después de esto permanecer.
JESÚS QUIERE
SEGUIDORES CUALIFICADOS
JESUS LLAMA A LA GENTE Y A SUS DISCIPULOS...
«Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame»
34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
JESUS A LA GENTE
.
1. Jesús llamó a la gente, o sea, a los espectadores interesados
1 Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar.
Hay mucha gente de espectadores, aun en las iglesias, aunque usted no lo crea, eso Jesucristo lo sabe, y así como Jesucristo llamo a la gente de los espectadores para que dieran el paso a seguirle, dejar el lugar de espectador y pasar a ser un seguidor, que esta dispuesto a caminar bajo la dirección de Dios, y contra la influencia de este mundo.
Ya que después del llamado viene la capacitación y las pruebas...
10 Y luego entrando en la barca con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta.
11 Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle. 12 Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.
; ) y a sus discípulos, y se dirigió a ambos grupos. Sus palabras: Si alguno (no sólo los doce) quiere venir en pos de mí (cf. 1:17), indican que Jesús estaba hablando de que lo siguieran como discípulos (cf. 1:16–20). Luego presentó dos requisitos que, como el arrepentimiento y la fe (cf. 1:15), van unidos de la mano.
14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.
Marcos ) y a sus discípulos, y se dirigió a ambos grupos. Sus palabras: Si alguno (no sólo los doce) quiere venir en pos de mí (cf. 1:17), indican que Jesús estaba hablando de que lo siguieran como discípulos (cf. 1:16–20). Luego presentó dos requisitos que, como el arrepentimiento y la fe (cf. 1:15), van unidos de la mano.
JESUS Y LOS DISCIPULOS
JESUS Y LOS DISCIPULOS
y a sus discípulos, y se dirigió a ambos grupos.
Sus palabras:
Si alguno (no sólo los doce)
quiere venir en pos de mí
quiere venir en pos de mí
17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
), indican que Jesús estaba hablando de que lo siguieran como discípulos (cf. 1:16–20). Luego presentó dos requisitos que, como el arrepentimiento y la fe (cf. 1:15), van unidos de la mano.
indican que Jesús estaba hablando de que lo siguieran como discípulos
16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. 20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
). Luego presentó dos requisitos que, como el arrepentimiento y la fe (cf. 1:15), van unidos de la mano.
Luego presentó dos requisitos que, como el arrepentimiento y la fe
15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Marcos 1:15), van unidos de la mano.
van unidos de la mano.
LA MANERA EQUIVOCADA DE NEGARSE A SI MISMO
La manera negativa o equivocada, uno debe negarse a sí mismo de forma decisiva (niéguese es un imper. aoristo), diciendo “no” a los intereses egoístas y a la seguridad terrenal.
La autonegación no significa negar la personalidad o morir como mártir, o negar “cosas” (como en el ascetismo).
La autonegación no significa negar la personalidad o morir como mártir, o negar “cosas” (como en el ascetismo). Más bien, es la negación del “yo”, es volverse de la práctica idolátrica de centrarse en sí mismo y de todo intento de orientar la vida por los dictados del propio interés (cf. tdnt, bajo “arneomai”, 1:469–71). Sin embargo, la autonegación es sólo el lado negativo del cuadro y no se hace sólo para provecho personal.
Más bien, es la negación del “yo”, es volverse de la práctica idolátrica de centrarse en sí mismo y de todo intento de orientar la vida por los dictados del propio interés (cf. tdnt, bajo “arneomai”, 1:469–71).
Sin embargo, la autonegación es sólo el lado negativo del cuadro y no se hace sólo para provecho personal.
LA MANERA POSITIVA O CORRECTA DE NEGARSE ASI MISMO
De manera positiva, uno debe tomar su cruz, decir “sí” de una forma decisiva (tome también es un imper. aoristo) a la voluntad y camino de Dios.
El llevar la cruz no era una metáfora judía conocida.
Pero la figura era apropiada en la Palestina ocupada por los romanos.
Traía a la mente la escena de un hombre condenado que era forzado a mostrar su sumisión a Roma, llevando parte de su cruz a través de la ciudad hasta el lugar de la ejecución.
De este modo, “tomar la propia cruz” era una demostración pública de la propia sumisión/obediencia a la autoridad contra la cual se había actuado con rebelión.
LA SUMISION DE JESUS A LA VOLUNTAD DEL PADRE
La sumisión de Jesús a la voluntad de Dios es la respuesta adecuada a los derechos que el Omnipotente tiene por encima de los derechos del yo.
Para Jesús significaba la muerte en la cruz.
Quienes lo siguen deben tomar su propia cruz (no la de Jesús), sin importar lo que les venga al hacer la voluntad de Dios como seguidores de Jesús.
Esto no significa sufrir como él lo hizo o ser crucificado como él.
Tampoco se refiere a sobrellevar estoicamente los problemas de la vida.
Más bien, es la obediencia a la voluntad de Dios tal como ésta se revela en su palabra, y aceptar sin reservas las consecuencias por causa de Jesús y del evangelio (cf.
35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Para algunos esto incluye el sufrimiento físico y aun la muerte, como ha demostrado la historia (cf.
38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;
Marcos 10:38–39).
Puesto en palabras de Jesús, sígame, es un imper. pres. que significa: “Que se mantenga siguiéndome” (
17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.
Marcos 1:17–18; 2:14; 10:21, 52b; cf. “cada día” en ). Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús (cf. ; ).
14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Marcos 2:14; 10:21, 52b; cf. “cada día” en ). Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús (cf. ; ).
21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Marcos 10:21, 52b; cf. “cada día” en ). Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús (cf. ; ).
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Marcos 52b; cf. “cada día” en ). Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús (cf. ; ).
“cada día” en
23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
). Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús (cf. ; ).
Decir no al yo y sí a Dios es continuar hasta el final el seguimiento que se hace a Jesús
14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
; ).
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
).
CONCLUCCIÓN:
CONCLUCCIÓN:
antes de entregarse a cualquier empresa, los hombres reflexionamos ante las condiciones que se nos presentan.
Nuestro Señor Jesucristo tiene sus condiciones absolutas para quienes deseen medir su capacidad en el discipulado. Consideremos las siguientes:
1. Precedencia absoluta:
a) Antes que los familiares.
b) Antes que los amigos.
c) Antes que los asociados.
2. Negación de sí mismo por completo:
a) De los beneficios propios.
b) De los deseos contrarios a la voluntad de Cristo.
c) De todos los egoísmos.
3. Acción inmediata: «¡Sígueme!»
a) Por medio de la obediencia.
b) Por medio de la sumisión.
c) Por medio de la disciplina.