Un Domingo Mas
1 Corintios 15:19-26
“Un Domingo Mas”
El mes pasado mi abuela, la mujer que me crio desde los dos meses de nacido, la mujer que prácticamente era mi madre, murió. No sé porque, pero por primera vez en mi vida note que no importa cuánto una persona asiste a la iglesia, no importa si la persona ha entrado alguna vez en su vida a un templo, al momento de la muerte queremos escuchar acerca de la vida eterna y la resurrección. No importa si la persona fue un buen cristiano of un pecador famoso; queremos oír acerca del Jesús que fue a preparar lugar para todo nosotros. Queremos que el líder religioso que preside en el servicio fúnebre nos diga de cómo podremos volver a ver al fallecido en el futuro. En ese momento queremos creer en la resurrección y aun en una salvación universal. Aunque después del entierro volvamos a vivir como si la muerte fuera final y la vida sin significado.
El pasado domingo, 4 de marzo, unos tres días antes de la muerte de mi abuela, el canal “Discovery” presento un documental titulado: “La Tumba Perdida de Jesús.” Los directores Simcha Jacobovici, un Judío Canadiense y ganador de múltiples premios por sus excelentes documentales; y James Cameron, quien produjo y dirigió películas como: “Titanic” que permanece como la película más taquillera de la historia, vendiendo 1.8 billones de dólares en boletos, y recibió 14 nominaciones de la academia y gano 11 Oscars; estos dos colaboraron en este importantísimo documental. Ellos presentaron el descubrimiento de una entrada a una tumba localizada debajo de un complejo de apartamentos en un suburbio de Jerusalén. En esa tumba descubrieron diez cajas de piedra del primer siglo, en las cuales los judíos de aquel tiempo colocaban los huesos de sus muertos. De acuerdo a los expertos solo el 20 por ciento de esos féretros tienen inscripción alguna, sin embargo seis de las diez cajas tienen escritos en ellas. En esta tumba en particular descubrieron cajas con las inscripciones: María, José, Santiago, Yeshua Bar Joseph, o Jesús hijo de José, Marianne e Mara, O María La Maestra, Y Judas hijo de Jesús. La implicación es que esta María es María Magdalena y Judas es el hijo de ella y de Jesús. Fue un documental de dos horas, desde las 9 hasta las 11 PM, seguido por una discusión entre expertos moderada por Ted Koppel de las 11 hasta las 12 de la media noche.
La importancia de la resurrección como parte de la fe cristiana fue presentada en el documental por John Dominic Crossan, profesor “emeritus” del departamento de estudios religiosos at la Universidad DePaul, y escritor de sobre veinte libros; el, refiriéndose a la posibilidad de que estos sean realmente los restos de Cristo y su familia declaro: “¿Destruiría eso la fe cristiana? Ciertamente no destruiría mi fe cristiana. Yo dejo lo que pasa al cuerpo a Dios.” De acuerdo al periódico “The press of Atlantic City” del 14 de marzo, este documental fue visto por 4 millones de personas y el libro que narra el descubrimiento ha subido a la sexta posición en la lista de los libros mejor vendidos del periódico New York Times.
La publicación de este descubrimiento llega poco después de la película: “The Da Vinci code” y el libro del mismo nombre el cual ha vendido más de 40 millones de copias. Parece ser que hay un hambre en este país por encontrar pruebas de que las declaraciones bíblicas son falsas. Es como si la gente quisiera dejar la fe pero antes quieren estar seguros de que no están cometiendo un grave error. Y su vacilación es comprensible; en última instancia esta es una pregunta que es mayor que vida o muerte, es una pregunta de consecuencias eternas. ¿Podemos creer en la resurrección de los muertos en el siglo veintiuno? Más aun, ¿podemos continuar siendo cristianos si se puede probar que Jesús esta tan muerto como mi abuela?
La pura verdad es que si Mr. Jacobovici y Mr. Cameron están correctos y ellos han descubierto los restos de Jesús, entonces no tenemos mucho que decir el día de hoy. Podemos continuar celebrando el viernes santo y la crucifixión, pero el domingo de resurrección tendrá que ser un domingo mas. Hoy no sería diferente al domingo pasado o al próximo domingo. Pero esta no es la primera vez han surgido preguntas acerca de la resurrección de Jesús. De acuerdo al evangelio de Mateo, la historia oficial después de la crucifixión era que los discípulos llegaron de noche y mientras los soldados dormían, se llevaron el cuerpo. Años más tarde la iglesia de Corintios tenía grandes dudas acerca del asunto de la resurrección. Ellos podían dejar pasar, que quizás Jesús había sido levantado de entre los muertos, pero eso de que todo el mundo seria levantado les sonaba no solo improbable sino ridículo.
El apóstol Pablo les dice que ellos no pueden creer que Jesús fue resucitado sin creer en la resurrección de los muertos. El escribe: “Pero si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?, porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también vuestra fe. Con todo el respeto que merecen los conocimientos del profesor Crossan, el apóstol Pablo difiere de él. Para Pablo la resurrección no es opcional, es esencial al cristianismo. La fe cristiana es básicamente una creencia en la resurrección. Para Pablo si no hay resurrección estamos perdiendo el tiempo hoy día, nuestra predicación tanto como nuestra fe es vana.
Una de las cosas que aprendemos temprano en la vida es que la vida no es justa, ninguno de nosotros recibimos lo que merecemos. Niños y jóvenes continuamente se quejan de lo injusto de la vida. Pablo confirma este sentimiento al decir: “Si solamente para esta vida esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.” Para él si los corintios están correctos, entonces todas las prisiones, los golpes, los muertos comidos por leones o aquellos crucificados, las hambres y todo el sufrimiento fueron todos en vano. Si después de la muerte no hay nada, entonces verdaderamente los cristianos son los más dignos de lastima en todo el planeta. Pablo les pregunta que si no hay resurrección: “¿por qué nosotros nos exponemos a peligros a toda hora? Si por razones humanas batallé en Éfeso contra fieras, ¿de qué me sirve? Si los muertos no resucitan, «Comamos y bebamos, porque mañana moriremos». En otras palabras, si no hay resurrección, tome su dinero que usted planea ofrendar a un dios muerto, cómprese una buena cena, con un buen vaso de vino, coma y beba, porque realmente la vida es vacía y sin significado.
Pero para Pablo las buenas nuevas es que realmente: “Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que murieron es hecho.” En la iglesia Metodista Unida hablamos del cuadrilátero: Biblia, Tradición, Razón, y Experiencia. Las escrituras del nuevo testamento testifican de la resurrección de Cristo. El nuevo testamento completo asume la resurrección, sin ella lo que está escrito allí pierde significado. La tradición siempre ha celebrado la resurrección, el libro de hebreos nos dice acerca de la gran nube de testigos, de esos hombres y mujeres que dieron su vida por testificar de ese hombre que nació, murió y fue resucitado por Dios. El haber nacido y muerto no hace a Jesús diferente, lo hace la resurrección. La lógica, la razón, entonces nos dice que si el Nuevo Testamento esta incorrecto en cuanto a la resurrección, ninguna persona razonable creería nada de lo que allí está escrito.
Pero es la experiencia la que planta nuestra fe en la roca. El apóstol Pablo podía arriesgar su vida creyendo en la resurrección de Cristo porque cuando el perseguía la iglesia, en el camino de Damascos, listo a llevar a los creyentes a prisión o la muerte, el fue confrontado por Jesús. Entonces y solo entonces pudo el decir: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.” El discípulo Tomas podía creer porque cuando el cuestiono la resurrección de Cristo, Jesús apareció delante de él y le pidió: “—Pon aquí tu dedo y mira mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”
El mismo día en que Jesús fue condenado otros dos hombres fueron sentenciados a ser crucificado. Uno de ellos reto a Jesús de que si él era quien él decía ser, Jesús podía salvase él y a ellos. El otro prisionero, creyendo que Jesús si era quien él decía ser, le pide al crucificado del centro: “Jesús, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino.” Jesús le respondió: “de cierto te digo hoy que estarás conmigo en el paraíso.” Si no hay resurrección; de los tres crucificados ese viernes, el que más merece lastima es Jesús. ¿Cómo puede el prometer lo que no podía dar?
Esta es la pregunta más importante de nuestra fe: ¿fue Cristo resucitado, si o no? Si a usted le gustan las enseñanzas de Jesús, si usted encuentra inspiración y sabiduría en ellas, si usted cree que él fue un gran maestro, entonces usted puede ser un buen judío. Por otra parte, si usted le gusta el ministerio profético de Jesús, si usted recibe energías del llamado de él por justicia y honradez, entonces usted puede ser un buen musulmán. Pero si usted quiere ser cristiano, entonces tiene que creer en la resurrección de Jesús el Cristo. Con todo respeto al Dr. Crossan, si se puede probar que los restos de Jesús están en algún lugar en Jerusalén, entonces comamos y bebamos, goce la vida a capacidad porque lo que usted ve es lo que hay. El apóstol Pablo les aconseja a la iglesia de Corintios: “no os engañéis las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” Para creer en la resurrección usted tiene que decir como el escritor de 2 de Timoteo: “ yo sé a quién he creído y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” ¿Puede usted decir esas palabras hoy? Puede usted decir junto al escritor del himno: “El conmigo esta, puedo oír su voz, y que suyo, dice seré; y el encanto que hallo en El allí, con nadie tener podre.” ¿Has oído la voz de Jesús últimamente?
Jesús prometió estar con nosotros hasta el fin de los tiempos, pero usted no puede creerlo a menos que no haya estado con Jesús, a menos que no haya oído su voz, a menos que usted en intimidad haya llegado a ser su amigo. Hoy usted puede decidir por sí mismo si hoy es un domingo más o es domingo de resurrección, la celebración del triunfo de Cristo sobre la muerte. Hoy usted decide si usted cree que Jesús fue a preparar lugar para que donde el esta, estemos nosotros también, o puede decidir tomar su dinero y salir corriendo de aquí. En las palabras de Josué. “Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si se convertirán en judíos, o musulmanes, o quizás ateos sin religión o dios alguno; pero yo y mi casa serviremos al Señor, A Jesús el Cristo resucitado.” Amén.