No basta sólo con orar, hay que obedecer

Edificandonos en la obediencia   •  Sermon  •  Submitted
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Se espera que nosotros los discipulos de Jesús nos relacionemos correctamente con él.

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Introducción:

Jesucristo es la Vid, la Vid verdadera. La unión de la naturaleza divina con la humana, y la plenitud del Espíritu que hay en Él, recuerdan la raíz de la vida que fructifica por la humedad de la buena tierra. Los creyentes son los pámpanos de esta Vid. La raíz no se ve y nuestra vida está escondida con Cristo; la raíz sustenta al árbol, le difunde la savia, y en Cristo están todos los sustentos y provisiones. Los pámpanos de la vid son muchos, pero al unificarse en la raíz no son sino una sola vid; de este modo, todos los cristianos verdaderos, aunque disten entre sí en cuanto a lugar y opinión, se unen en Cristo. Los creyentes, como los pámpanos de la vid, son débiles e incapaces de permanecer, sino como nacieron. —El Padre es el Dueño de la vid. Nunca hubo un dueño tan sabio, tan cuidadoso con su viña como Dios por su Iglesia que, por eso, debe prosperar. Debemos ser fructíferos. Esperamos uvas de una vid, y del cristiano esperamos un temperamento, una disposición y una vida cristiana. Debemos honrar a Dios y hacer el bien, esto es, llevar fruto

Juan nos presenta a Jesús esta noche, diciéndonos que Él es la Vid, la Vid verdadera.
La unión de la naturaleza divina con la humana, y la plenitud del Espíritu que hay en Él, se comparan con la raíz de la vida que fructifica por la humedad de la buena tierra.
Los creyentes somos los pámpanos de esta Vid.
La raíz no se ve y nuestra vida está escondida en esta raíz que es Cristo!!!
Hermanos la raíz sustenta al árbol, le difunde la savia, y en Cristo están todos los sustentos y provisiones.
Aunque los pámpanos de la vid somos muchos, pero al unificarse en la raíz no somos sino una sola vid; de este modo,
¨Todos los cristianos verdaderos, aunque distantes entre sí en cuanto a lugar y opinión, estamos en Cristo, estamos en la única vid verdadera¨
Los creyentes, como los pámpanos de la vid, somos débiles e incapaces de permanecer, sino como nacimos. —El Padre es el Dueño de la vid.
Nunca hubo un dueño tan sabio, tan cuidadoso con su viña como nuestro Dios por su Iglesia que, por eso, la iglesia está llamada a ser fructífera.
Así como se espera uvas de una vid, del cristiano se espera carácter, convicciones, disposición y una vida cristiana de entrega y compromiso a Dios.
Debemos honrar a Dios y hacer lo bueno que él nos manda, debemos ser obedientes a su palabra, hermanos, esto es llevar frutos.
Jesús con este trasfondo en mente, presenta una sencilla alegoría a sus discípulos por medio de la cual enseña cuáles son las demandas del discipulado y lo que es necesario que cada discípulo hagamos para satisfacer sus demandas.
Jesús con este trasfondo en mente, presenta una sencilla alegoría a sus discípulos por medio de la cual enseña cuáles son las demandas del discipulado y lo que es necesario que cada discípulo hagamos para satisfacer sus demandas.

Jesús primero describe quién es él y qué es lo que él desea.

Juan 15.1–4 RVR60
1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Primero Jesús dice ¨ Yo soy la vid verdadera¨. Esta es la última de las siete declaraciones del tipo “yo soy” que aparecen en Juan, el ¨Yo soy¨ es el nombre de Dios, en el Antiguo Testamento.
Ahora hermanos, si lo pensamos bien, Israel era la vid especial de Dios, a la que prodigó atención y cuidado. Él deseaba recibir fruto, pero la vid (Israel) se degeneró y produjo fruto podrido.
Por tanto, Jesús, como “vid verdadera”, cumple lo que Dios había deseado para Israel. Pero También Jesús declara que ¨Él Padre es el labrador que cultiva y protege la vid¨
Ahora notemos bien que en estos versículos hay tres palabras claves que por su repetición y asociación entre sí, requieren una atención especial: “en”, “permanecer” y “fruto”.
Cuando Jesús usa la preposición ¨en¨, la utiliza para enfatizar una relación estrecha entre el pámpano(rama) y él, que es la vid¨, Jesús no dice que el pámpano esté al lado, , ni adelante, ni arriba, sino en él.
Ahora esa unión vital es esencial para poder llevar fruto. Toda rama que en mí no está llevando fruto
Entonces cuando Jesús estaba hablando esto era respecto a los 11 discipulos que estaban con él, y de los que ahora somos sus discipulos.
¿Qué espera de nosotros los pámpanos?
Verso 2.... Frutos........Más frutos.
Juan 15.2 RVR60
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
En los versos 5 y 8 dice que Dios espera de nosotros ¨Muchos frutos¨
,
Juan 15.5 RVR60
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15.8 RVR60
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
¨La sentencia es terrible para aquel que no lleve frutos¨
Verso 2: ¨Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará…¨
¿Cuál es la razón?, sencillo, los pámpanos o ramas que están en él, dan fruto, porque él es la vid verdadera¨, si no hay frutos, no es él el problema, el problema, es que las ramas, creen y piensan que están en él, pero no es así.
Ahí es cuando vemos vidas cristianas, inútiles, sin ninguna cambio, sin ningún resultado visible en sus vidas, viviendo en desobediencia a su palabra, haciendo todo cuanto quieren sin obedecer a Dios, viviendo si realmente son salvos, sin propósito, sin compromisos, sin entusiasmos, ahí, vidas tristes...
Esto nos lleva a la otra palabra clave, y es permanecer.
Juan 15.4 RVR60
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Hermanos la capacidad de dar fruto es resultado de la vida del Hijo, que está siendo reproducida en cada discípulo, la parte que le toca hacer al discípulo es permanecer.
La palabra permanecer, clave en la teología de Juan, es menō, que aparece 11 veces en este capítulo, 40 veces en todo el evangelio y 27 veces en sus Cartas.
La parte que le toca hacer al discípulo es permanecer. La palabra permanecer, clave en la teología de Juan, es menō, que aparece 11 veces en este capítulo, 40 veces en todo el evangelio y 27 veces en sus epístolas
¿Qué significa permanecer?
1. Significa aceptar a Jesús como Salvador.
2. Perseverar o continuar creyendo (8:31; , ).
3. Referido a la obediencia que se caracteriza por la fe y el amor ().
Hermanos, sin fe, la vida de Dios no puede llegar a nadie. Sin la vida de Dios, no puede producirse ningún fruto verdadero. Cristo dijo: Así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Ahora permanecer trae consecuencias y no permanecer trae consecuencia:
Juan 15.5 RVR60
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15.5–6 RVR60
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

La permanencia continua de un discípulo con Jesús (el que permanece en mí) y la morada de Jesús en el creyente (y yo en él) da como resultado un fruto abundante (cf. v. 8). Pero aquellos que no creen enfrentan el desastre. Los pámpanos muertos no llevan fruto, son cortados (v. 2). Debido a que son inútiles, los echan en el fuego, y arden. ¿

La permanencia continua de un discípulo con Jesús (el que permanece en mí) y la morada de Jesús en el creyente (y yo en él) da como resultado un fruto abundante (cf. v. 8).
El que no permanece no puede hacer nada.
Pero aquellos que no creen enfrentan el desastre. Los pámpanos muertos no llevan fruto, son cortados (v. 2). Debido a que son inútiles, los echan en el fuego, y arden.
¿Qué quiso decir Jesús con estas palabras simbólicas acerca de las ramas que se echan en el fuego?
Las ramas que son “quemadas” representan a los cristianos que en el tribunal de Cristo () perderán recompensas, pero no la salvación. (Sin embargo, Cristo hablaba aquí de ramas muertas; un pámpano así, será echado fuera … y se secará.)
(2) Las ramas que son “quemadas” se refiere a cristianos profesantes, quienes, como Judas, no han sido salvos y por tanto, vienen a juicio.
Las ramas que son “quemadas” representan a los cristianos que en el tribunal de Cristo () perderán recompensas, pero no la salvación. (Sin embargo, Cristo hablaba aquí de ramas muertas; un pámpano así, será echado fuera … y se secará.) (3) Las ramas que son “quemadas” se refiere a cristianos profesantes, quienes, como Judas, no han sido salvos y por tanto, vienen a juicio. Así como una rama seca, una persona sin Cristo está espiritualmente muerta y por consiguiente, será castigada en el fuego eterno (cf. ). Judas estaba con Jesús; parecía ser “pámpano”, pero no tenía la vida de Dios en él; por tanto, desertó y su destino fue el mismo que el de una rama seca.
Así como una rama seca, una persona sin Cristo está espiritualmente muerta y por consiguiente, será castigada en el fuego eterno ( ).
Judas estaba con Jesús; parecía ser “pámpano”, pero no tenía la vida de Dios en él; por tanto, desertó y su destino fue el mismo que el de una rama seca.

Conclusión:

Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (1996). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 2: San Juan, Hechos, Romanos (p. 93). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
Juan 15.7 RVR60
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Si cumplimos estas tres claves respecto a nuestra vida Cristiana, hermanos, entonces, podemos pedir y Jesús promete que vamos a obtener las peticiones de nuestro corazón.
Permanecer + permanecer(obedecer) + pedir = Obtener respuesta de Dios
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