una responsabilidad hacia ti mismo
I. Así que debemos edificarnos sobre nuestra santísima fe.
2 Timoteo 3:16–17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. ¿Por qué el autor, Pablo, nos insiste en esto? Nos lo dice: “a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. ¿Por qué es la Biblia de tanto valor para nosotros? Porque por medio de ella podemos estar “enteramente preparados —completamente equipados— para toda buena obra”.
Cuéntase que recorriendo los caminos del país de Gales iba un ateo, el señor Hone; iba a pie y al caer la tarde sintióse cansado y sediento. Se detuvo a la puerta de una choza donde una niña estaba sentada leyendo un libro. Le pidió el viajero agua; la niña le contestó que si gustaba pasar su madre le daría también un vaso de leche. Entró el señor Hone en aquel humilde hogar donde descansó un rato y satisfizo su sed. Al salir vio que la niña había reasumido la lectura, y le preguntó:
—¿Estas preparando tu tarea, pequeña?
—No señor —contestó la niña—, estoy leyendo la Biblia.
—Bueno, ¿te impusieron de tarea que leyeras unos capítulos?
—Señor, para mí no es tarea leer la Biblia, es un placer.
Esta breve plática tuvo tal efecto en el ánimo del Señor Hone, que se propuso leer él también la Biblia, convirtiéndose en uno de los más ardientes defensores de las sublimes verdades que ella enseña.
Oí hablar en cierta ocasión de un matrimonio que llegó a tener una Biblia. Ninguno de los dos esposos la había conocido antes. El marido empezó a leerla en su hogar.
Unos días después se dirigió a su esposa y le dijo: “Amada, si este libro es verdad, estamos equivocados”. Continuó la lectura de la Biblia y al cabo de unos días más habló nuevamente a su esposa en estos términos: “Si este libro es la verdad, estamos perdidos.” Con más avidez que nunca prosiguió estudiando el libro hasta que, una noche, exclamó: “Amada esposa, si este libro es la verdad, ¡podemos ser salvos!”
El mismo libro que le había revelado que estaban condenados le reveló el medio de ser salvos por Jesucristo. Esta es la gloria de la Biblia.
Confíe usted en Cristo ahora mismo, sólo y plenamente en él para siempre, y será salvo.
No hay situación de la vida humana en que la Biblia no traiga fuerza y consolación.
nuestra segunda responsabilidad
¿Qué es del hogar sin una Santa Biblia?
Es un lugar donde el hermoso día,
tiene tristezas cual la noche umbría;
es noche sin estrellas, flor sin vida,
la morada del alma entristecida.
¿Qué es del hogar sin una Santa Biblia?
Es un lugar donde el pan de cada día
los cuerpos alimenta y fortalece:
mientras tanto que el alma, entre tinieblas,
sin alimento espiritual perece.
¿Qué es del hogar sin una Santa Biblia?
Escucha atentamente y reflexiona:
es un hogar donde las almas gimen
alejadas de Cristo que perdona.
Hogar sin Biblia: hogar perdido
en las tinieblas y en el dolor;
si tú quisieras hallar la vida:
la Biblia es astro, luz, y amor.
II. orar en el Espíritu Santo
nuestra tercera responsabilidad con nosotros mismos es:
III. debemos conservarnos en el amor de Dios
nuestra cuarta responsabilidad que tenemos con nosotros es;
IV. esperar en la misericordia de Jesus
En cuarto lugar somos llamados a esperar. Tenemos que edificar, orar y conservarnos “esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna” (v. 21). Tenemos que conservarnos esperando la Segunda Venida, manteniendo nuestros ojos fijos en Cristo, esperando en Él.