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La voluntad de Dios, no siempre te va a Gustar.
NÍNIVE. Capital del imperio de Asiria. Los heb. daban el nombre de «Nínive, aquella gran ciudad» a la aglomeración que rodeaba la capital y ocupaba el distrito situado en la confluencia del Tigris y del Gran Zab (Gn. 10:11, 12; Jon. 1:2; 3:3; Jdt. 1:1).
Asiria, nación guerrera, embelleció su capital merced a los botines de sus conquistas. Nínive era asimismo un centro literario. Hacia el 650 a.C., Assurbanipal creó una gran biblioteca de tabletas de arcilla cubiertas de inscripciones cuneiformes relativas a la historia, liturgia, encantamientos, astronomía, astrología, matemáticas.
Nínive se merecía el calificativo de «ciudad sanguinaria» que le dio el profeta Nahum (Nah. 3:1). A través de la historia guerreó contra las naciones vecinas, y usó la más feroz crueldad contra los vencidos. Después de sus victorias, Assurbanipal se dedicaba a cortar las manos, pies, nariz y oídos de sus prisioneros; les sacaba los ojos y levantaba montes de cabezas humanas.