Una salvación visible.

Luminares en el mundo.

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 2

12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 17Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. 18Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.

Hemos aprendido acerca de dos tipos de ética, una, la del mundo la cual fluye del corazón y los deseos del hombre, y la otra la celestial, la cual fluye de la Palabra de Dios, ambas tienen repercusiones en el mundo. Y la Biblia nos hace la distinción entre las tinieblas y la luz, el mundo y los que practican las cosas del mundo, refiriendome a las cosas que van en contra de lo que Dios ordena, son representados como las tinieblas, y Cristo y Su Iglesia son representados como la luz.

Juan 8:12

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 8

12Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Aquí Jesús llamándose a si mismo “la luz del mundo”, y ve esto, no un iluminado quien refleja la luz, sino la luz misma, la luz fluye de Jesús, y vemos también las consecuencias de aquellos que le siguen, ya no andarán en tinieblas sino que tendrán la luz de la vida.

Es muy interesante leer acerca del gozo de Pablo hacia los Filipenses en todo el libro, y la razón de este gozo es porque habían entendido el propósito de su salvación, y este era manifestado por medio de la obediencia.

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia”

Cuantas veces somos obedientes cuando nos están viendo, y cuantas veces somos desobedientes cuando estamos a solas.

Esta declaración nos habla mucho de la fidelidad de los Filipenses hacia Dios y no hacia el hombre, que no necesitaba estar Pablo presente para demostrar una supuesta obediencia, sino como dice “mucho más en su ausencia”. Muchas veces en lo privado es en donde debemos mostrar “mucho más” nuestra fidelidad a Dios, a solas es donde podemos medir si realmente creemos que estamos delante del Señor en todo momento.

“ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”

Es bien importante comprender el propósito de nuestra salvación, ya que esto determina nuestra manera de vivir en el mundo. Aquí Pablo les anima a los Filipenses a ocuparse de su salvación con temor y temblor; esto no significa de ninguna manera que ellos debían ocuparse en salvarse a si mismos o de alcanzar su salvación por medio de obras, sino que ellos debían hacer manifiesta su salvación por medio de la obediencia en el día a día a Dios.

Si pensamos que la salvación es un pasaje para escapar del infierno solamente, estamos equivocados, este entendimiento nos llevará a actuar de esta manera, “que caso tiene obedecer, si ya tengo mi pase al cielo.”

En cambio la salvación no solo nos garantiza la vida eterna, sino también restaura nuestra imagen y nuestro propósito como vicegobernadores de la creación, nos pone en el camino correcto para practicar buenas obras, y reflejar la luz de Cristo.

El versículo 3 nos pone en contexto de lo que Pablo se refiere a ocuparse de su salvación, y el beneficio que trae no solo en lo personal sino en lo colectivo también..

v.3

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 2

3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Aunque Pablo elogia a los Filipenses, no debemos pensar que esto significaba que no había problemas dentro de la Iglesia, este llamado a permanecer unánimes sintiendo lo mismo y no buscando lo suyo propio, nos habla de este deseo de permanecer unánimes y de dejar atrás la desunión y el orgullo de algunos.

¿De que manera podemos atacar los problemas de desunión?

Con amor, según lo que dice Romanos 13, cumpliendo la ley hacia mi prójimo, obedeciendo los mandamientos de Dios hacia los demás.

Esto es ocuparse de la salvación con temor y temblor, ocuparse de hacerla manifiesta no para nuestra propia gloria sino para la gloria de Dios.

Mateo 5:14-16

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 5

14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

“13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”

Entonces como vimos, hemos sido restaurados para hacer lo que a Dios le agrada, ya que El mismo produce en nosotros el querer como el hacer. Este es el propósito de nuestra salvación, las buenas obras que glorifiquen a nuestro Padre.

Lo que Dios produce en nosotros no es solamente para la vida publica nada más, sino que también en lo privado se debe manifestar nuestra salvación. El querer como el hacer es evidente también cuando estamos solos no siendo observados.

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 2

14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

Como leímos en Mateo 5 nuestra salvación debe ser evidente y el propósito no se queda en la vida personal, como muchas veces en el evangelismo moderno se hace ver, se predica un evangelio privado en el que sus efectos son personales y nunca trascienden a lo público, como vemos con los Filipenses, la manifestación de su salvación traería repercusiones positivas hacia la comunidad, sanaría los temas de la desunión, el egoísmo, etc.

Aunque nuestra perspectiva del futuro es de victoria y Cristo va poniendo a sus enemigos bajo Sus pies, no debemos dejar de lado el que vivimos en un mundo donde hay pecado y los hombres rechazan a Dios, y Cristo va poniendo a Sus enemigos como estrado de Sus pies por medio de la obediencia de Su Iglesia, cuando la Iglesia reconoce que su salvación es una salvación con el propósito en aras del Reino de Dios, es cuando los enemigos de Cristo van cayendo uno a uno.

La iglesia del primer siglo y los héroes de la fe del antiguo testamento que comprendían esto, dice:

“33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”

Hebreos 11:33-34

Una fe práctica con propósito.

Nuestras vidas deben iluminar por medio de la obediencia a la Palabra de Dios a una generación que ama a las tinieblas, el propósito de nuestras vidas en Cristo debe ir más allá de las murmuraciones y las contiendas.

Que tristeza nos dará cuando demos cuentas acerca de lo que hicimos con nuestra salvación, y digamos al Señor que no pudimos ni siquiera iluminar nuestra propia casa, no pudimos sanar a nuestra propia comunidad, porque no teníamos suficiente luz.

El propósito de este mensaje es el de darnos aliento para hacer manifiesta nuestra salvación, y para enfocarnos en ser luz primeramente en nuestras casas y también al mundo, y dejar atrás las contiendas, las envidias, las murmuraciones, y a actuar conforme a nuestra ciudadanía celestial.