El cimiento de todo gobierno.

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Cualquier gobierno necesita empezar con Dios, si es que quiere ejercer su deber con la bendicion de Dios.

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3Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. 4E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. 5Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. 6Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. 7Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

15Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

El tema de hoy tiene que ver con el cimiento solido de todo buen gobierno. Muchas veces nos preguntamos ¿como debería ser un gobierno 100% bíblico?, y no me refiero por gobierno al gobierno cívil solamente, sino a toda clase de gobierno, en casa, iglesia, e incluso el autogobierno.
Cuando hablamos de Salomón lo primero que cruza nuestra mente es el hecho de que fue el hombre más sabio que piso la Tierra, incluso esto por encima de la manera en la que se desvió de los caminos de David su padre.
Al inicio del pasaje que leímos que Salomón amó a Jehová andando en los estatutos de David. Y reconocemos primeramente que este es el verdadero amor que demostramos a Dios, el andar en sus mandamientos, esto hace eco a lo que Jesús dijo, “si me amáis, guardad mis mandamientos”
Versículo 5 dice que Jehová se le apareció en sueños a Salomón y le dijo que le pidiera lo que el quisiera, y aunque de entrada podrías pensar que Dios de alguna manera estaba pagando a Salomón por su fidelidad, o que como una especie de genio de la lampara Dios está dispuesto a cumplir los deseos de su amo, esto es absurdo. Recordemos que Dios es soberano y no nos debe nada, aunque algo que debemos siempre tener en mente es que El siempre es fiel, y bendice a los que le obedecen; de hecho en este caso Salomón ya estaba siendo bendecido por Dios desde tiempo atrás:

1Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.

Incluso tenemos que entender que si Dios le dice que pida lo que quiera, no es “lo que quiera”, obviamente tenía que pedir conforme a la voluntad de Dios.
¿Imagina estar en esta misma situación? ¿Qué pedirías?
Lo primero que sale de la boca de Salomón es esto:

Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.

Para que cualquier tipo de gobierno empiece “con el pie derecho” por asi decirlo necesita empezar con Dios, necesita partir de Dios, el no hacer esto es ejercer un gobierno ilegitimo y pagano.
Salomón reconoce que solo Dios pone y quita reyes, y reconoce que el gobierno está para Sus propósitos y el avance de Su Reino; el que Salomón este en ese momento sentado en el trono, es por misericordia no solo a David y a el sino a Su pueblo también.
Todo gobierno ordenado por Dios o por llamarlo de otra manera, todo gobierno legítimo es un medio de gracia y misericordia de Dios para Su pueblo. Por ejemplo Romanos 13 nos habla de un gobierno que está para servir y ser de bendición hacía al pueblo administrando justicia según la Ley de Dios, no solo castigando al malhechor sino dando alabanza al bueno, todo esto dentro de los límites que Dios ha impuesto.
El empezar fuera de Dios, solo traerá tiranía.
Pilato en Juan, dicendole a Jesús que el tenía la autoridad para matarle como para perdonarle la vida, reconocía que la fuente de su autoridad provenía de Cesar y no de Dios.
Salomón incluso antes de pedir a Dios, ya tenía su mirada en la dirección correcta.

7Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.

Otro aspecto importante es reconocer que el hombre en autoridad es siervo de Dios y sirve al pueblo de Dios. El reconocer esto es vital no solo al que ejerce autoridad sino también para el que está bajo autoridad.
Un gobierno que no se reconozca como siervo impondrá sus propios modos de mando y no de servicio, no sentirá la necesidad de rendir cuentas a nadie; imagina un directivo de BMW queriendo poner a los trabajadores a vender tacos de canasta en lugar de trabajar según lo planeado, sería absurdo, este directivo por el contrario reconoce que su trabajo le fue delegado y lo tiene que cumplir según las normas de la empresa.
Lo mismo con el que está bajo autoridad, si no reconoce que el que está en autoridad es un siervo de Dios que debe cumplir sus funciones según la Ley de Dios, permitirá la tiranía
Ejemplo de esto, el cristiano moderno que no puede distinguir que el Estado pretende gobernar de una manera autónoma y fuera de los límites que Dios ha impuesto; he ahí el porque incluso se somete a sus leyes y las venera, aunque éstas impliquen desobedecer a Dios. Para el cristiano moderno el Estado gobierna legítimamente.

8Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.

3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Una diferencia grande hace el reconocer que de Dios es la tierra y su plenitud y los que en ella habitan, en función de esto es que se ejercerá legítima autoridad, si el gobierno familiar reconoce que la familia y los hijos le pertenecen a Dios y que el como padres no ha delegado el ser representantes de Su autoridad, y el cómo sirvamos a los que están a nuestro cargo tendrá repercusiones en la sociedad y a futuro.
Teniendo esto entendido es que podemos contemplar la verdadera perspectiva de un gobierno según la voluntad de Dios.
Salomón tenía la perspectiva correcta acerca de a quién rendía cuentas. El problema no es solo con el hombre en general sino principalmente con el cristiano que tiene una perspectiva distorsionada, pequeña y limitada acerca del gobierno en general.
Ya que Salomón tenía la perspectiva correcta es la razón por la cual no debería sorprendernos la petición a Dios.

9Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

Teniendo claro lo pasado, la petición se vuelve incluso natural. Salomón se sabía inmaduro e inexperto par un cargo tal, pero sobre todo reconocía que la única manera de llevarlo a cabo era teniendo claridad en discernir entre lo bueno y lo malo. Cuando leemos “¿quién juzgará a tu pueblo y quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?” nos damos cuenta del tamaño de responsabilidad que Salomón tenía enfrente; y ya que todos inevitablemente ejerceremos autoridad en algún punto de nuestras vidas y ya que ejercer autoridad es ejercer dominio bajo Dios, debiéramos hacernos la misma pregunta.
El libro de Proverbios dice “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová”, entonces la falta del temor de Jehová es el principio de la idiotez, si pretendemos gobiernos piadosos empezamos con el temor de Jehová, el empezar de otro modo es el primer paso al desastre.
Incluso el auto-gobierno, si no comienza con el temor de Jehová será un desastre, porque justo de ahí, del auto-gobierno fluyen los demás gobiernos. (cualquier área)

10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

15Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

Volviendo a la pregunta del inicio, ¿que pedirías? . Muchas veces no recibimos porque pedimos mal, Santiago 4 dice:
Santiago 4.3 RVR60
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
El qué pediríamos revela nuestras prioridades, la prioridad de Salomón era poder juzgar y gobernar correctamente al pueblo de Dios, su mirada estaba puesta en los intereses de Dios y no en los de el mismo.
Vemos incluso el cumplimiento de Mateo 6:33 “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia y todas estas cosas os serán añadidas”
¿Cuáles serían entonces nuestras prioridades?
En casa, o a nivel personal, ¿estamos comenzando con Dios?
¿Estamos conscientes que Dios nos ha delegado autoridad para ejercerla según su Palabra? Y aun más importante ¿estamos enseñando a nuestros hijos a ejercer legitima autoridad?
Se que tenemos muchas necesidades y Dios las conoce muy bien, pero ¿estamos siéndole fieles, buscando primeramente discernimiento entre lo bueno y malo?
En cuanto al gobierno civil, ¿reconocemos como gobernantes legítimos a aquellos que no comienzan con Dios reconociendole como aquel que les delego su autoridad, y sobretodo si se reconocen como siervos de Dios y al servicio de Su pueblo?.
Como mencione a partir del auto-gobierno es que fluyen los demás.
Gobiernos familiares se vuelven tiranías cuando no se toma en cuenta la sabiduría de Dios como la única forma de gobernar. Así mismo en la Iglesia y el gobierno civil.
Entonces:
Reconozcamos la gran responsibilidad de autogobernarnos según el estándar de Dios, de gobernar nuestras familias según este estándar, y confiemos en que Dios es fiel para bendecirnos por buscar primeramente sus intereses antes de los nuestros.
Y pidamos primeramente un corazón entendido para poder discernir entre lo bueno y lo malo.

5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

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