Politeísmo Cristiano
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Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 6
25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Normalmente cuando leemos este pasaje lo leemos desde la perspectiva de nuestras necesidades y como estas llegan a ser cubiertas solamente.
Sabemos que Dios bendice y maldice según la obediencia del hombre al pacto, pero no debemos de ninguna manera entender esto como que Dios está condicionado según mi obediencia, si me “porto” bien me bendice, y si me “porto” mal me trae juicio. El es soberano y actua según Su voluntad.
Ell enfoque principal del pasaje no es el que Dios está esperando a que tu le pidas algo o como el lo va a cubrir, sino que debemos priorizar correctamente las cosas.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 6
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Esto tiene que ver todo con la ética, por ejemplo el ladrón; la prioridad del ladrón definitivamente no es cumplir con la ley de Dios al no robar, sino trabajar para ayudar a los que están en necesidad, no, su prioridad es ya sea saciar su hambre o su necesidad en ese momento.
Esto lo podemos aplicar en cualquier aspecto de nuestras vidas, aunque el pasaje nos habla de necesidades tan básicas como el alimento o la ropa, el principio es aplicable a toda la vida, la salud, la familia, la justicia. Toda decisión es ética y según cuál tomemos evidenciará nuestras prioridades.
Caso Naty.
El título de la enseñanza es por asi decirlo un tipo de oximoron, y le titulé “politeísmo cristiano”
Sabemos que el politeísmo es el culto a varios dioses, y esto se ha dado siempre, aunque pensamos que es una práctica que se daba en la antigüedad por ejemplo con los aztecas, los santeros, los griegos y romanos, es una practica vigente en nuestros días.
El título es un oximóron porque entendemos el cristianismo como la religión que adora a un solo Dios, y que este Dios es celoso y demanda adoración exclusiva. Y al decir “politeísmo cristiano” hace ruido en los oídos.
Pero me refiero no al cristianismo en si sino a los cristianos que ponen en juego su fe al no reconocer el señorío de Cristo sobre toda esfera de sus vidas.
En la antiguedad el culto a varios dioses consistía en que el hombre podía entrar un día al templo de x dios y pedir por la necesidad del dia, por ejemplo pedir por trabajo,despues salir de ese templo, cruzar la calle y entrar al templo del dios de la fertilidad y pedir por hijos, y si alguno de ellos fallaba en cumplir con las demandas simplemente cambiaban de templo. Algo parecido sucede en México con San Antonio, el cual lo ponen de cabeza para que les cumpla sus demandas amorosas.
El cristianismo politeísta no es diferente, tiene un dios que se ocupa de los asuntos de la politica, la economía, asuntos internacionales, trabajo, educación; el Estado, y por otro lado al dios que se ocupa de los asuntos no tan relevantes, asuntos privados, del corazón solamente; Jehová. Algo que el Estado no pudo resolver, vamos con Jehová, o viceversa, algo a lo que no le vemos solución por parte de Dios vamos entonces con el Estado.
tema acerca de impuestos
El gran problema parte de las presupocisiones más básicas, si nuestra cosmovisión no está fundada sobre las correctas presuposiciones entonces caeremos en el politeísmo. Si no asumimos que Dios es dueño de todo y que su gobierno es total, asumimos que el propietario es otro y que la autoridad la tiene alguien más.
En Roma había muchos dioses y la gente era libre de rendir culto a los dioses que quisiera, pero aunque hubiera muchos dioses, la autoridad máxima era el Emperador. Podías pasar el dia entero rindiendo culto a tu dios, pero cuando el Emperador pedía tu impuesto tenías que hacer a un lado a tu dios y pagar tributo.
Un ejemplo de esto lo vemos en el libro de Daniel, cuando Nabucodonosor levanta una estatua y manda a todos a adorarla, Babilonia era una nación pagana, que rendia culto a muchos dioses, pero la ley del rey era ultima autoridad, incluso el reconoce esto en versículo 15 cuando dice “y que dios será aquel que os libre de mis manos?”
Sadrac, Mesac y Abed-Negó sabían perfectamente que al adorar la estatua de Nabucodonosor, reconocerían la autoridad del rey sobre todos los dioses incluso sobre Jehová. Ellos tenían sus prioridades claras y estaban dispuestos a dar sus vidas antes de negar a Su Dios.
Volviendo a Mateo 6 ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Y esto está ligado fuertemente al entendimiento acerca del Reino de Dios.
El Reino de Dios lo debemos entender como el gobierno de Dios sobre toda la creación; muchas iglesias entienden el Reino de Dios como algún tipo de gobierno en el futuro o simplemente un gobierno recluido al corazón.
El afirmar que el gobierno de Dios es ahora y es sobre todo y todos es ponernos en la posición de tener que vivir consistentemente en lo privado como en lo público.
El limitar el Reino de Dios ya sea a la iglesia o al corazón es caer en el politeísmo, porque si Dios no gobierna sobre toda esfera de la vida y solo reina sobre algunas cuantas, alguien mas reina sobre las demás.
El rechazar a Dios en cualquier area de la vida es rechazarlo en todas, Sadrac, Mesac y Abed-Negó sabían esto.
Si negamos el señorío de Cristo sobre toda esfera de la vida, pensando que El solo gobierna en los asuntos privados, del corazón o solo los domingos, lo reducimos a un dios más, no habría diferencia entre san Antonio, san martín caballero, o Cristo, cada uno tiene su pequeño trono en cada área de la vida del hombre.
El cristiano que niega el señorio de Cristo sobre todo, es un “cristiano” politeísta.
Nuestro texto en Mateo 6 nos deja claro que no solo Cristo salva sino que es Señor, el pide que apliquemos Su justicia que vivamos según Su Ley y que El tiene la autoridad como gobernante supremo para cubrir nuestras necesidades.
El Estado tiene su versión de este pasaje tambien, el te promete cubrir tus necesidades siempre y cuando busques primeramente su reino y su justicia, el dice: no se afanen hombres de poca fe, yo les daré salud, educación, alimento, etc.
Cristo debe ser predicado no solamente como salvador, sino como Señor y Salvador. Cuando reducimos a Cristo como salvador solamente volvemos al politeísmo, porque lo que buscamos en El es un boleto de escape del infierno, estaríamos negando nuestro pasaje, no estaríamos buscando primeramente Su Reino y Su justicia.
No hay neutralidad.
Este pasaje no es acerca de mis necesidades principalmente, sino en buscar primeramente el reino de Dios y Su justicia, es acerca de tener nuestras prioridades bien definidas.
Buscar el Reino de Dios y su justicia implica deshechar todas las demás fuentes de justicia, y deshechar todo gobierno que no se somete a Cristo. Si reducimos el Reino de Dios deshechamos cualquier tipo de justicia; si promovemos el politeísmo no habrá lugar para la ética ni la justicia. perritos justicia
En si el politeísmo cristiano es la practica del paganismo.
Este pasaje lo tiene todo, ética, justicia, el gobierno de Dios, Su providencia y esperanza en el futuro; nos invita a descansar en la soberanía de Dios, el tiene el control de todo, nos anima a vivir consistentemente nuestra fe, descansando en Su provisión y en la justicia de Su Reino.