JUSTICIA DE CRISTO (Romanos 10:1-11)

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La autojustificación nos aleja de DIos, no podemos llegar a Él por la justicia propia, ni justicia del hombre, sólo por la Justicia de Cristo podemos ser justificados. Ya la ley, nos habla de esto, la justificación es por la fe en Cristo, y esta nace de dentro hacia fuera. Una fe que no averguenza, sino que salva y guarda, una fe que es don de Dios.

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Transcript
1 LA AUTOJUSTIFICACIÓN NOS ALEJA DE DIOS (1-3)
2 LA JUSTICIA DE DIOS ES CRISTO (4)
3 LA LEY NOS HABLA DE ESTA JUSTICIA (5-7)
4 JUSTICIA POR LA SOLA FE EN CRISTO (8-11)
INTRODUCCIÓN
Comenzamos nuevo capítulo de esta maravillosa carta, Pablo continúa como en el capítulo 9, hablando de su amado pueblo, el pueblo judío, mostrando que realmente, si seguían en el viejo pacto, sino reconocían ha Cristo como Señor y salvador, estaban en un serio problema.
Este arrepentimiento, debe nacer de la regeneración, del nuevo nacimiento sobrenatural, que sólo puede venir de la obra de Dios, y esto sólo se aplica para aquellos que Dios escogió y predestinó antes de la fundación del mundo.
Pablo haciéndose eco, de los versículos:
Romanos 1.16–17 LBLA
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivira.
Expone ahora sobre la justicia que salva, esa justicia que viene de Dios, y se aplica sólo a los que el Padre quiere salvar, los que escogió, por los que Cristo pagó y justificó y para los que el Espíritu Santo, regeneró, otrogandonos la fe, concediéndonos el arrepentimiento sobrenatural, arrastrándonos a Dios.
Para saber lo que es la Justicia de Dios y como opera en nosotros, primero, hablaremos de los que no es justicia de Dios, y por ende, nos aleja de Él. Y de esto sabían mucho los judíos no regenerado, por los que Pablo sentía tristeza...

1. LA AUTOJUSTIFICACIÓN NOS ALEJA DE DIOS (1-3)

Vemos como terminó el capítulo 9, hablando de esa piedra de tropiezo para los judíos no regenerados.
a) La actitud de Pablo ante los judíos (1)
Pablo, como buen cristiano y mensajero del Evangelio, después de haber explicado la obra soberana de Dios, y lo que ello conlleva.
Tiene en su deseo de corazón y en su oración, la salvación de este pueblo perdido, de sus paisanos, que estaban ciego, creyendose que no necesitaban un salvador.
Pablo, en estos versículos, habla desde el corazón y desde su experiencia, pues recordemos, que Pablo había sido un judío devoto de un Dios que no conocía. Creyéndose capaz de cumplir la ley, de que la justicia propia era suficiente.
Pero la autojustificación que antes tenía Pablo, que tienen los judíos, y todo aquellos que se creen que no necesitan un salvador, tiene un gran peligro, pues:
b) Genera un falso celo sin pleno conocimiento (2)
Como bien dice Pablo en estos versiculos, los Israelitas nacionales, tenían un celo, también conocido como fanatismo hacia Dios, pero no conocían realmente a Dios.
Pues, esto es muy común, si una persona tiene un celo, pero ese celo, esa pasión, no está sustentada en un Verdadero conocimiento de Dios, esto es en vano, es puro fanatismo carnal, y no es obra de Dios, Dios concede el conocimiento a los que son suyo, y nace una verdadera pasión por Dios.
Pero en el caso de los judios, tipo, fariseos, ellos pensaba que persiguiendo a la iglesia, por ejemplo, estaban rindiendo culto a Dios.
A lo largo de la historia vemos este celo falso, lo vimos en los judios persiguiendo a la iglesia, lo vemos en los ciudadanos romanos creyendo que su dios es el Cesar, lo vimos en la Iglesia Católica con su inquisición, persiguiendo a los verdaderos cristianos… Como dijo Cristo.
Juan 16.2 LBLA
2 Os expulsarán de la sinagoga; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios.
Tan parecido con otros acontecimiento de la Historia.
Todo aquel que no recibe la salvación del Señor, y se cree que sigue a Dios por sus obras, está en una misma posición que de estos judíos que Pablo habla.
Y esto:
c) LLeva a un profundo desconocimiento de Dios. (3)
Versículo 3

3 Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley

El creerse justo, sin recibir la justificación de Dios, esto hace negar a Dios realmente, niegan la forma que Dios tiene para obrar su justicia, y se aferran a la justicia propia, esto pasa hoy con los judíos, católicos, arminianos, etc etc.
En el fondo esto no te acerca a Dios, sino que te aleja, y aumenta tu desconocimiento de Dios.
Esta es una posición muy peligrosa, porque te hace creer que eres justo, por tu propia justicia, sin haberla recibido de Dios.
Recordemos como empezamos el sermón de la semana pasada, colocándonos en nuestra posición, y a Dios en la suya.
El negar la justicia de Dios, para aferrarte a tu justicia, es no haber entendido el Evangelio, es no haber entendido nada.
Esto nos muestra que sólo por la gracia y misericordia de DIos, que podemos ser participes y conocedores de su justicia.
Juan 3.27 LBLA
27 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.
¿Y qué es la justicia o cual es está justicia de Dios?

2. LA JUSTICIA DE DIOS ES CRISTO (4)

BTX versiulo 4

4 Porque el propósito de la Ley es Cristo, para justicia a todo el que cree.

a) Cristo es el propósito de la ley
Gálatas 3.24 LBLA
24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por fe.
La ley, nos hace ver nuestra incapacidad para cumplirla, como dijimos, un Dios que demanda justicia y santidad, no nos hubiera podido salvar por nuestras obras, por nuestra injusticia. Por eso, tuvo que mandar a Cristo, para que con su justicia cumpliera la ley, y ahora podamos ser reconciliados con Dios por medio de Cristo, la justicia de DIos.
La ley, nos muestra a Cristo, como único y suficiente salvador, es la sombra de Cristo.
La ley nos muestra el camino a Cristo, y Cristo nos muestra el camino al Padre. ¡Gloria a Dios por esto!
Mateo 5.17 LBLA
17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.
b) Cristo es la justicia de Dios
1 Pedro 3.18 LBLA
18 Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu;
El Justo, muriendo por los injustos.
Dios en su obra monergista, soberana, nos hace ver nuestro pecado, nuestra incapacidad, nos hace ver injusto por naturaleza ante Dios, de ahí el arrepentimiento, y nos pone la necesidad de un salvador, nos dirige los ojos ante el justo, eh ahí Cristo. Nuestro salvador.
c) Por Cristo somos justificados los que creemos.
¿Cristo justicia para todos? ¡De ningún modo!, como dice el texto, para todo el que cree, o mejor explicado, para todos los que Dios escogió para creer y para salvación.
Somos justos, porque Dios ha querido que fuéramos justos por medio de Cristo.
Esto, no es nuevo, La ley nos habla de esto.

3. LA LEY NOS HABLA DE ESTA JUSTICIA (5-7)

a) Nos muestra la incapacidad del hombre
Como hemos dicho, nuestra capacidad para salvarnos es nula, no podríamos imitar la obra del Justo, del salvador, de Cristo.
- Por más que te esfuerces, no puedes.
- Pablo lo expone refieriendose a los escritos e la ley.
Levítico 18.5 LBLA
5 “Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple; yo soy el Señor.
Levítico 18
La ley ya nos habla que por esa justicia viviremos, pero no se refiere a la justicia de nuestras obras, o nuestras fuerzas, sino a la justicia que viene de Dios, y por esa, es la única justicia ante Dios, por la única por la cual podemos vivir.
b) Nos muestra la sola justicia en Cristo
Además de que la ley, nos muestres la incapacidad del hombre, también con ello nos muestra la sóla justicia de Cristo.
Aquí Pablo vuelve a mencionar el texto del pentateuco.
Deuteronomio 30.11–14 LBLA
11 Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni fuera de tu alcance. 12 No está en el cielo, para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?” 13 Ni está más allá del mar, para que digas: “¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?” 14 Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.
Deuteronomio
- La verdad que aquí también se ha de enfatizar es que la tarea verdaderamente difícil no debe ser emprendida por nosotros. Ha sido cumplida a favor nuestro por Cristo. Es él quien descendió de los cielos, habitó entre nosotros como en una tienda (), sufrió las agonías del infierno por nosotros, murió, fue sepultado, resucitó, ascendió el cielo. ¡La tarea difícil fue cumplida por él!
- Por consiguiente, todo esfuerzo de parte nuestra por subir al cielo para bajar a Cristo sería equivalente a la más desagradecida negación de la realidad y del valor de la encarnación de Cristo. Del mismo modo, todo intento por descender al reino de los muertos para traer a Cristo de entre los muertos sería un repudio del carácter genuino y del significado de la gloriosa resurrección de Cristo de entre los muertos y de su triunfo sobre la tumba
Solo es por Cristo, fuera de Cristo, no hay justificación, ni salvación.
Por lo tanto:
c) Es por fe, no por obras
Romanos 1.16–17 LBLA
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivira.
Efesios 2.8–9 LBLA
8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Vamos al último punto a explicar en que consiste esta fe salvadora por medio de Cristo.

4. JUSTICIA POR LA SOLA FE EN CRISTO (8-11)

Hemos visto que la autojustificación es alarmantemente peligrosa. Y que sólo es por la justicia de Cristo, no es por obra, sino por la fe, que es un don de Dios, ¿Pero, en qué consiste esta fe?¿Cuales son sus características?
a) Es una fe racional

racionalidad n. f. Actitud del que actúa de acuerdo con la razón y no se deja llevar por sus impulsos:

No es una fe sin comprensión, Dios nos dota de esta fe, y nos hace ver realmente donde está su justicia, Cristo.
Romanos 12.1 LBLA
1 Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.
Pablo en este versículo 8, nos muestra volviendo a la Escrituras:
Deuteronomio 30.14 LBLA
14 Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.
Por lo tanto, aunque no podemos alcanzarla por nosotros mismos, es una fe:
b) Es una fe dada por Dios
Efesios 2.8 LBLA
8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios;
Por lo tanto, el hecho que podamos acudir a la justicia de Cristo, es un don de Dios.
c) Es una fe que nace de dentro para fuera
Romanos 10.8–9 LBLA
8 Mas, ¿qué dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu boca y en tu corazon, es decir, la palabra de fe que predicamos: 9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo;
Este es el Evangelio que predicamos. Lo predicamos, y sólo el escogido será llamado eficazmente por Dios, y podrá con su boca confesar que Jesús es el Señor porque Dios ha cambiado, a regenerado su corazón
Aquí llegamos a la diferencia, del que se autojustifica, que lo hace en su carne, y el que confiesa para salvación, que lo hace por la obra de Dios en su corazón y esto nace de dentro hacia fuera.
1 Juan 4.15 LBLA
15 Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
1 Juan
No sólo basta con tener un celo, que un simple celo, no es verdadero de Dios, sino que Cristo es el Hijo de Dios, que lo levantó de los muertos, que resucitó, que abre camino que lleva al Padre, que es nuestra justicia, que hoy está sentado a la derecha del Padre, donde hoy Reina, y que volverá con poder y gloria.
Esta fe, Dios, la da y nace de dentro hacia fuera.
d) Es una fe que salva y guarda.
Romanos 10.9–10 LBLA
9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; 10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
Dios nos regenera, transforma nuestro corazón de piedra en uno carne, y nos hace creer para justicia, y con la boca no hace confesar para salvación, es una fe que no nos la revela ni carne ni sangre. Como a Pedro, sino que viene de Dios.
Y las Escrituras, Pablo vuelve a acudir a ellas, nos dice que todo el que cree en Él, no será avergonzado.
Romanos 9.33 LBLA
33 tal como está escrito: He aqui, pongo en Sion una piedra de tropiezo y roca de escandalo; y el que crea en El no sera avergonzado.
Isaías 28.16 LBLA
16 Por tanto, así dice el Señor Dios: He aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no será perturbado.
Esa misma piedra que sirve de tropiezo para los que su autojustifican, sirve para salvación para los que buscan la justicia en Él, en Cristo.
¿Qué quiere decir esto?
Filipenses 1.6 LBLA
6 estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
Que esta justicia salva y guarda para siempre, es nuestra certeza y confianza, que como Pablo podamos decir con confianza, gracias a la justicia imputada de Cristo:
2 Timoteo 4.7–8 LBLA
7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. 8 En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
CONCLUSIÓN
No te autojustifique, la justicia no está en ti, si así lo crees, te espera la ira de Dios, porque eres un pecador, porque estás alejado de Dios, porque no eres crsitiano, porque Dios está airado contra el pecador, y si esto es así, y tu eres así, te espera la muerte eterna.
Cristo, es la justicia de Dios, Cristo es el único que puede reconociliarnos con Dios. Por Él somos salvos, sin el seriamos condenados.
Así es, la ley nos incapacita totalmente para la salvación, y que buena noticia si ella te ha servido para mirar al salvador, arrepentirte y ser salvo.
Que maravilla, si has entendido el Evangelio, porque Dios ha obrado en ti su justicia.
Porque al final, se trata de pagar, o pagas con tu justicia, tus obras, que te condenaría, o paga Cristo por ti. O pagas con tu vida, o pagó Cristo con la suya.
Gloria a Dios, si hoy puedes confesar que Cristo es tu justicia. Confia en esa justicia porque ella es tu galardón, tu dádiva, tu entrada a casa del Padre para la eternidad. Que puedas decir como Pablo.
Y como dice el profeta:
Jeremías 17.7 LBLA
7 Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor.
Cristo es la Justicia de Dios, Él que nos hace justicia delante del Padre.
¡En todo, sólo a Dios la gloria!
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