EL NO CAER Y SU RECOMPENSA
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EL NO CAER Y SU RECOMPENSA
EL NO CAER Y SU RECOMPENSA
Cuando ya no tenemos fuerzas para mantenernos en el camino del Senor...
Cuando los ataque son tantos que decidimos apartarnos del camino santo...
Cuando la tentación nos vence, de pronto recibimos un mensaje engañoso de que no sucederá nada ni habrá consecuencias de nuestros actos.
La inteligencia humana nos dice despues pido perdon y asunto arreglado....
DEBEMOS CONOCER LAS CONSECUENCIAS DE LA CAIDA
3. Las consecuencias de la Caída.
La consecuencia inmediata del pecado de Adán y Eva fue la de un sentimiento de vergüenza.
Se escondieron de Dios porque repentinamente fueron conscientes de su desnudez.
La vergüenza los llevó al temor y a la alienación.
Ellos querían el conocimiento experimental del bien y el mal, pero el tentador les hizo creer que al comer del fruto ellos serían como Dios.
Adán y Eva obtuvieron sólo el conocimiento del mal, con el bien fuera de alcance.
Si ellos hubieran obedecido, ellos hubieran tenido la experiencia del conocimiento del bien con un conocimiento del mal de la misma manera en que Dios lo conoce y lo aborrece. (Ver .)
p 158
LAS CONSECUENCIAS...
La consecuencia más desastrosa de la caída fue la muerte. Dios había prevenido, “porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” ().
Había dos árboles en el huerto: el árbol de la ciencia del bien y del mal, y el árbol de la vida. Adán y Eva voluntariamente comieron del árbol de la “ciencia”, que los llevó al conocimiento de la maldad y al conocimiento de la muerte.
Como Dios había advertido, ellos fueron echados del huerto, del árbol de la vida, y de la presencia de Dios.
Adán no murió físicamente de inmediato; de hecho, él vivió novecientos treinta años, pero el proceso de enfermedad y mortalidad comenzó en el momento en que él pecó: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio …” ().
Quizás el Salmista describe mejor la mortalidad del Hombre:
Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro. Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos, ochenta años, con todo, su fuerza en molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos … Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría ().
La Biblia identifica tres categorías de muerte, que son la consecuencia de nuestros malos acto, actos pecaminosos, ellas son:
• Muerte física:
La muerte física ocurre cuando el espíritu es separado del cuerpo y el cuerpo vuelve al polvo
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
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EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
En la dispensación antigua, sólo Enoc y Elías escaparon de la muerte física
24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
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11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
).
EN EL NUEVO TESTAMENTO
En la nueva dispensación, sólo aquellos que son tomados en el arrebatamiento escapan la muerte física
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
-).
Jesús resucitó a varias personas de los muertos, y varios otros fueron resucitados bajo el ministerio de los apóstoles; no obstante, debemos asumir que más tarde estas personas que fueron resucitadas murieron de muerte natural
43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
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40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.
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• Muerte espiritual:
La muerte espiritual es la separación de Dios.
Todos los no regenerados están alienados de Dios por el pecado
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
);
ellos pueden pasar de la muerte a la vida espiritual ejercitando fe salvadora en el Señor Jesucristo
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
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11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
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13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Colosenses 1:18–23; ).
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54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
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“Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (, ) (También .)
-) (También .)
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
.)
• Muerte eterna:
La muerte eterna es la condición de aquellos que están espiritualmente muertos, que parten de esta vida terrenal sin arrepentimiento de pecado y sin fe en el Señor Jesucristo.
La muerte eterna es el castigo de aquellos que son terminalmente incrédulos, impenitentes p 159 y desobedientes ().
El juicio a la muerte (también llamada segunda muerte) tendrá lugar al final del Milenio ante el Gran Trono Blanco de Dios.
Será un juicio para pecadores solamente, el juicio de las obras de los creyentes será en el arrebatamiento
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
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).
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista); 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
mateo
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mateo 24:
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.
Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará.
Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará.
Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.