LA SALVACIÓN DE LOS GENTILES (Romanos 11:11-24)
Dios, salva a los gentiles con la promesa hecha a la raíz judia. Por lo tanto, ya los judíos, excepto un remanente, rechazó a Cristo, no tenemos que ser arrogante con los impíos, porque nuestra salvación viene de los judíos, y no somo salvos por cualidades propias, sino por la obra de Dios, la justicia de Cristo y la regeneración del Espíritu Santo.
1. LOS GENTILES ESCOGIDOS (11-15)
2. INJERTADOS AL PUEBLO DE DIOS (16-21)
17 Algunas ramas del árbol de Abraham —algunos del pueblo de Israel— han sido arrancadas; y ustedes, los gentiles, que eran ramas de un olivo silvestre, fueron injertados. Así que ahora ustedes también reciben la bendición que Dios prometió a Abraham y a sus hijos, con lo cual comparten con ellos el alimento nutritivo que proviene de la raíz del olivo especial de Dios
18 Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y si te jactas de ello, ten en cuenta que no eres tú quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti.
20 De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te mantienes firme. Así que no seas arrogante sino temeroso;
3. ES LA OBRA DE DIOS (22-24)
24 Después de todo, si tú fuiste cortado de un olivo silvestre, al que por naturaleza pertenecías, y contra tu condición natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¡con cuánta mayor facilidad las ramas naturales de ese olivo serán injertadas de nuevo en él!