La Salvación

1  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,417 views
Notes
Transcript

SALVACIÓN

SALVACIÓN
Heb. 3444 yeshúa, יְשׁוּעָה = «salvación, liberación, prosperidad, triunfo»; fem. part. pas. del vb. 3467 yashá, יֹשע, raíz prim. «estar abierto, ser ancho, libre, seguro». Expresa la idea de «amplitud, ensanchamiento espiritual, dilatación del corazón», de donde la de «liberación» o «socorro»;

I. SALVACIÓN COMO LIBERACIÓN EL AT.

Lacueva, F. (2013). SALVACIÓN. En A. Ropero Berzosa (Ed.), Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (2a Edición, p. 2224). Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE.
El sustantivo yeshúa aparece 78 veces en el texto hebreo del AT y denota el «auxilio, ayuda, socorro, felicidad, prosperidad, liberación, victoria», que Dios otorga o los hombres experimentan.
Predomina en los Salmos (45 veces) y en Isaías (19 veces). El vb. yashá se encuentra más de 200 veces. En esencia sig. quitar o liberar a alguien de una carga, opresión o peligro. Aparece por primera vez en .
A menudo denota la idea de liberar a alguien de una derrota (; cf. ). En el plano civil representa la obligación de prestar ayuda cuando se escucha el clamor de una persona en apuros (; cf. 28:29). Se puede recurrir al rey en busca de yashá (; cf. ).
Lacueva, F. (2013). SALVACIÓN. En A. Ropero Berzosa (Ed.), Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (2a Edición, p. 2224). Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE.
gr. 4991 sotería, σωτηρία = «liberación, preservación, salvación, salud». Este término griego, como los latinos salus, salvatio, expresa la idea de ser puesto al abrigo de un peligro grave para recobrar la seguridad y una situación feliz; lat. salus = «salud, salvación, conservación, saludo».

II. SALVACIÓN Y PERDÓN EN EL NT.

Frente a la concepción hebrea de la salvación, tan profundamente enraizada en la historia y en la vida presente, en el NT predomina la idea de la salvación espiritual entendida principalmente en términos individuales.
El sust. sotería, σωτηρία, aparece 45 veces, y el adjetivo soterios, σωτήριος, 5, siempre con el sentido de «salvación» del pecado, «salud» espiritual, «rescate» de las tinieblas del mal.
El vb. 4982 sozo, σώζω = salvar, ocurre 106 veces, y también significa sanar o preservar la vida.
Lacueva, F. (2013). SALVACIÓN. En A. Ropero Berzosa (Ed.), Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (2a Edición, p. 2225). Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE.
En ocasiones sotería se usa en el NT para hablar de liberación material y temporal de peligros sociales o naturales (cf. ; ; ), pero primordialmente significa salvación espiritual, ya sea en la regeneración, ya en la santificación (cf. ; ; ; ; ; ; ; ; ; ;

I. Definición

I. Definición
La palabra «salvación», con el verbo correspondiente, expresa la idea de la liberación de un peligro personal.
Tenemos un claro ejemplo, en la esfera natural, cuando Pedro empezó a hundirse al procurar andar sobre las aguas, y exclamó: «Señor, ¡sálvame!».
La mano del Señor se extendió y le puso a salvo, de modo que el incidente destaca tanto la idea fundamental de la salvación como a la persona del SALVADOR ().
La pérdida de la salud es un peligro de carácter especial, de modo que el verbo se emplea con frecuencia en relación con los milagros de sanidad del Señor Jesús. Así dijo el Señor a la mujer sanada de su «plaga»: «Hija, tu fe te ha hecho salva» ().
La palabra se emplea mucho en el Antiguo Testamento, especialmente en los Salmos e Isaías, para señalar la obra de Jehová al librar a Su pueblo de las gentes, y anticipa su salvación final en la Segunda Venida de Cristo.
En el Nuevo Testamento la palabra «salvación» es el término más amplio que aparece para representar toda la obra de Dios a favor de los suyos hasta tenerlos a todos en Su presencia, libres para siempre aun de la presencia del pecado y fuera del alcance de la malignidad del diablo y de los hombres perversos.

II. La base de la salvación

Es la obra de Cristo en la Cruz: En primer término, para que fuese posible que una salvación se manifestara, las exigencias de la justicia de Dios tuvieron que quedar satisfechas; en segundo lugar, fue necesario arrancar de la mano del Enemigo sus dos grandes armas: el pecado y la muerte.
El Señor anunció el propósito de Su ministerio en términos de salvación: «El Hijo del Hombre vino para buscar y salvar lo que se había perdido» ( con ).

III. La persona del Salvador

Los grandes actos de Dios a favor de Israel en el Antiguo Testamento se llevaban a cabo por medio de instrumentos humanos, que se llamaban «salvadores», como por ejemplo, José, Moisés, Gedeón, Jefté, David, etcétera, que eran figura de Aquel que había de venir ().
Conocidísimo es que el nombre de «Jesús» quiere decir «Jehová el Salvador», y que se le dio por indicación angélica, porque: «El salvará a su pueblo de sus pecados.»
El título más sublime y completo, que une Su divinidad con Su obra salvadora, se halla en : «Nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.»
Lucas se deleita en presentarnos a Jesús como el que se acerca a los necesitados en Su carácter de Salvador universal.

IV. El medio de recibir la salvación

La salvación tiene su origen en la gracia de Dios y se recibe por la fe del pecador arrepentido: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe» ().
Un buen ejemplo es el carcelero de Filipos ( y 31), pero se ilustra en los muchos casos de los necesitados que acudieron al Señor durante Su ministerio terrenal.
Volveremos a este tema en un estudio sucesivo sobre «la la gracia, la fe y las obras» (capítulo 13).

V. El alcance de la salvación

Ya hemos notado que es el aspecto más amplio de la obra de Dios a favor de los hombres.
Potencialmente, la gracia de Dios trae salvación a todos los hombres (), pero la incredulidad levanta una barrera entre Dios y el hombre e impide que la corriente salvadora de la gracia llegue efectivamente al hombre rebelde y falto de fe.
En relación con el creyente, notemos las tres etapas de la salvación.
A. Pasada. La salvación del alma, en cuanto a su liberación de la condenación es completa y eternamente segura desde el momento en que confiamos en el Salvador: «El que cree en mí tiene vida eterna», dice el Señor ().
Considerénse las citas siguientes: ; Timoteo 1:9; y 5. En versículos como 1.a Pedro 1:9 y 10; y , la palabra abarca toda la obra de Dios a favor del creyente.
B. Presente y continua. Es voluntad de Dios que Su obra salvadora se manifieste plenamente en las vidas de los creyentes.
Este tema roza con el de la santificación que se tratará en el capítulo 17, pero podemos notar aquí los textos que lo relacionan con la salvación. «Ocupaos en [llevad a cabo] vuestra propia salvación con temor y temblor» (); es decir, todos los efectos de la salvación, que ya es nuestra, han de cumplirse y manifestarse en un sentido análogo. «Anhelad, como niñitos recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación» (); o sea, para una vida espiritual plenamente desarrollada. (Véase también ; ; ; ; .) Es una salvación presente y progresiva, por la cual el poder divino que fluye de la cruz y de la resurrección, aplicado al creyente por el Espíritu Santo, hace efectiva su liberación del dominio del pecado y le prepara para el destino eterno propuesto por Dios.
«Anhelad, como niñitos recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación» (); o sea, para una vida espiritual plenamente desarrollada. (Véase también ; ; ; ; .)
Es una salvación presente y progresiva, por la cual el poder divino que fluye de la cruz y de la resurrección, aplicado al creyente por el Espíritu Santo, hace efectiva su liberación del dominio del pecado y le prepara para el destino eterno propuesto por Dios.
C. Futura. Aún gemimos en este cuerpo, sintiendo tanto los impulsos de la carne por dentro como la presión del mundo por fuera, pero somos «guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero» ().
En este sentido, «ahora está más cerca nuestra salvación que cuando creímos» ().
La salvación completa se relaciona con la Venida del Señor ( y 10; 5:8 y 9) y abarca toda la obra de Dios en cuanto a la totalidad del hombre, ya que recibirá, en la primera resurrección, un cuerpo glorificado por medio del cual se cumplirá todo el propósito de Dios en orden al hombre ().
Todas las posibilidades de la personalidad del hombre han de desarrollarse en el estado eterno sin estorbo y dentro de la voluntad de Dios, y se manifestará todo el sentido del decreto original: «Hagamos al hombre a nuestra imagen …»

VI. La seguridad eterna del creyente

La vida triunfal del Señor y Su obra a la diestra de Dios son la garantía de nuestra salvación eterna: «Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida»; «Éste [Cristo] …
Trenchard, E. (1972). Bosquejos de docrina fundamental (pp. 60–65). Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz.
tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede salvar también perpetuamente a los que por él se acercan a Dios» ( y 10; y 25). (Veáse también ; ; ; ; , etc.)
Related Media
See more
Related Sermons
See more