Decisiones en la vida
Año Nuevo • Sermon • Submitted
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· 24 viewsEl Nuevo Año estará repleto de decisiones que debemos tomar, no decidir también es una decisión, lo que logremos el proximo Año dependerá que tan alineadas esten esas decisiones con la voluntad de Dios.
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Ilustración: Choque de dos barcos
El rumbo de nuestras vidas esta determinado por las decisiones que vayamos tomando mientras transcurre.
Podemos vivir con la satisfacción que hemos hecho lo correcto con nuestra vida o vivir con la vergüenza que pudimos haberlo hecho mejor.
¿Cómo tomar decisiones que me conduzcan al propósito que Dios planeo para mí?
¿Cómo tomar decisiones que me conduzcan al propósito que Dios planeo para mí?
Hay una palabra clave: LA VOLUNTAD DE DIOS.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Como conocer la voluntad de Dios en mis decisiones
Como conocer la voluntad de Dios en mis decisiones
La voluntad de Dios no se da en automático. Se tiene que buscar intencionalmente en oración.
1. Debe ser nuestra oración diaria.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
2. Estar dispuestos a ser guiados por el Espíritu de Dios.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
3. La voluntad de Dios esta en su palabra.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.
Obstáculos para conocer la voluntad de Dios
Obstáculos para conocer la voluntad de Dios
Amoldarse a las tendencias del mundo actual.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Nuestro corazón o sea nuestras emociones.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Tenemos que someter nuestras emociones a la voluntad de Dios.
Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
La voluntad de Dios va mas allá del dolor o la alegría, de la pobreza o la riqueza, enfermedad o la salud.
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Cierre con Ilustración del cristiano que se aprendió de memoria el sermón del monte.