Contracultura

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 274 views

La cultura actual necesita inspiradores contraculturales que refuten y trastoquen los antivalores convertidos en valores, esos son los hijos de Dios.

Notes
Transcript

¡Ay! La cultura de los valores invertidos

Isaías 5.20–23 NVI
¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los que se consideran sabios, de los que se creen inteligentes! ¡Ay de los valientes para beber vino, de los valentones que mezclan bebidas embriagantes, de los que por soborno absuelven al culpable, y le niegan sus derechos al indefenso!
Isaías 5.20-23
Quiero usar como una metáfora de lo que vivimos como sociedad: los valores están invertidos.
Según la profecía de Isaías, Dios convocaría a una nación para hacer que su pueblo se volviera a él.

Convocatoria: Nuestra causa: la contracultura

Al conocer que esa es la realidad de la cultura en la que vivimos no puedo dejar de pensar que somos un pueblo convocado por Dios para desafiar los antivalores de la sociedad.
Isaías 5.26-
Isaías 5.26–29 NVI
Con una bandera le hará señas a una nación lejana, con un silbido la llamará desde el extremo de la tierra, y esta nación llegará presta y veloz. Ninguno de ellos se cansa ni tropieza, ni dormita ni se duerme; a ninguno se le afloja el cinturón ni se le rompe la correa de las sandalias. Sus flechas son puntiagudas, tensos todos sus arcos; parecen pedernal los cascos de sus caballos, y torbellino las ruedas de sus carros. Su rugido es el de una leona, como el de los leoncillos: gruñe y atrapa la presa, y se la lleva sin que nadie se la arrebate.
Hoy levanto una bandera para convocar a una contracultura. Un ejército dispuesto y listo para enfrentar los antivalores de la sociedad. Cristianos que no tengan miedo y que, al ver la bandera, aceptan el llamado.

General en acción

Hay una magnífica historia de Jesús haciendo contracultura y que es un ejemplo de lo que debemos hacer.
Si los valores de la sociedad son antivalores, la contracultura se trata de poner de moda los valores.
El llamado a la contracultura no es el aislamiento, la oposición a las personas pecadoras o la crítica hacia el mundo, es una vida que vence el mal con el bien.
¿Qué significa aceptar la convocatoria?
Juan 4.3–15 NVI
Por eso se fue de Judea y volvió otra vez a Galilea. Como tenía que pasar por Samaria, llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía. Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo: —Dame un poco de agua. Pero como los judíos no usan nada en común con los samaritanos, la mujer le respondió: —¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana? —Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua—contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida. —Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado? —Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed—respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. —Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.
Juan 4.3-15

1. Siempre estás al servicio de la causa.

Siempre estás al servicio de la causa.
La sed de Jesús estuvo al servicio de la contracultura. Su necesidad fue un motivo para romper estructuras culturales.
Descarta la idea de que el ministerio es solo lo que haces en el contexto de la Iglesia.
El trabajo que aceptaste/elegiste, las habilidades que posees, el barrio donde vives, todo lo que haces día a día; todo debe hacerse al servicio de la contracultura.
¿Tienes una diferencia con alguna persona? ¿Empezaste un negocio? ¿Cambiaste de trabajo? ¿Un compañero cumplió años? ¿A alguien que conoces le detectaron una enfermedad? ¿Se le ponchó el neumático al vecino? Cada situación es una oportunidad para la contracultura.
Tu misión es vivir todos los días con mentalidad de contracultura.

2. Rompe los prejuicios estúpidos.

No importa si no conocías a un samaritano, de todas maneras todos te caen mal. Eso era lo que se promulgaba entre los judíos. Era una regla histórica.
Jesús rompió ese prejuicio y llevó su causa al pueblo despreciado, se “rebajó” a pedir que una samaritana le ayudara.
Si aceptas defender esta causa tienes que romper los prejuicios de lo que históricamente no se debe hacer y en vez de hacer lo que todos hacen, estar dispuesto a hacer la voluntad de Dios.
Para un cristiano que acepta la causa de la contracultura cada persona es importante, valiosa y merece la oportunidad de ser conocida.
Viviendo en un país multicultural no podemos discriminar, desechar o rechazar a las personas por su nacionalidad, religión o estatus migratorio.
Da todo por alguien, Jesús lo hizo.

3. Devuelve bien por mal.

Un cristiano que acepta la causa de la contracultura no devuelve lo que recibe sino que da lo que tiene en abundancia: el amor de Dios.
La mujer de samaria trató a Jesús como se suponía que debía hacerlo, Jesús la trató según lo que había en él, no según lo que ella le dio.
Tenemos que poner de moda el pagar bien a cambio de mal. Solo un corazón seguro, valiente y lleno de amor (donde no hay espacio para el rencor) puede hacerlo.
En un corazón lleno de amor no cabe el resentimiento.

4. Está seguro de quién es y a quién representa.

Jesús le contesta a la mujer con una afirmación de su naturaleza y de su dependencia. Su naturaleza: el hijo de Dios. Dependencia: Dios.
Jesús sabía que tenía algo que podía cambiar la vida de la mujer de samaria, por eso no dudó en ofrecérselo.
Es muy difícil aceptar el llamado de la contracultura si no estamos seguros de quiénes somos y a quién representamos; no podremos ofrecer nada al necesitado.
Lo que le ofrecemos al mundo es el amor de Dios, su firmeza, su poder, su grandeza. Si Dios nunca ha impactado tu vida (la ha cambiado) no podrás tener seguridad de lo que puede hacer en la vida de otros.
La mujer debatió con Jesús y lo comparó con Abraham, Jesús no se ofendió sino que la reenfocó en su misión y en el poder de Dios para cambiar su vida.
La gente buscará compararte con motivadores, religiosos de cualquier tipo; van a comparar tu oración con el yoga y tu fe con la ciencia, pero nuestra misión es publicar lo que Dios puede hacer que va más allá de la razón o los métodos humanos, Dios puede cambiar el corazón.
El éxito se resume en dos aspectos: quién eres y a quién representas.

5. Siempre piensa en dar.

Jesús le pidió agua para saciar su sed pero le ofreció agua para la vida eterna. La mujer pensó que Jesús le quitaría agua y terminó recibiendo una fuente de agua interna e inagotable.
El plan de Jesús nunca fue quitarle sino darle. Nunca quiso cobrarle sino darle gratuitamente la vida eterna.
El llamado de la contracultura no se trata de obtener sino de dar. Cada oportunidad es una excusa para dar.
En una sociedad embriagada por el dinero, el materialismo y el consumismo tenemos que cambiar nuestra mentalidad acerca de las finanzas para poder mostrar una vida libre para dar.
Es lamentable que como cristianos vendamos una imagen de “pedigueños” y no de dadores.
Siempre tendremos algo para dar. Desde recursos hasta nuestros talentos. Asegúrate de que, de todo lo que has recibido, siempre tienes algo para dar.
Dar multiplica, retener esclaviza.
Related Media
See more
Related Sermons
See more