Estudio del Apocalipsis
:2'>ESTUDIO DEL APOCALIPSIS10. Prólogo (1:1-3)
(Ap. 1:1) La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, {2} que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. {3} Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
v. 1 - La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan - La revelación de Jesucristo. Revelación=Apocalupsis (griego), es decir que el velo es quitado por Jesucristo. Apocalipsis es también conocido como un tipo de literatura del tipo de Daniel. Proviene de Jesucristo y quita el velo al plan de Dios para el mundo y especialmente para sus siervos, la Iglesia. Muestra lo que ocurre detrás de la escena, en el cielo. También puede ser leída como la revelación de la persona de Jesucristo, pero en el contexto descrito aquí Dios le dio la revelación a Jesús para que le mostrara a sus siervos lo que pronto tendría lugar. Es la primera interpretación la más probable (ver 22:16). Por cierto nos revela a Jesús como el Rey y Señor de señores, el Alfa y el Omega, el Cordero que fue inmolado, y hay muchas más descripciones de Jesús en el libro. Nos da una descripción completa del Cristo glorificado en su gloria celestial, en tanto que los evangelios nos describen a Jesús en su humildad. Sin Apocalipsis tendríamos una comprensión más pobre del Cristo glorificado. La palabra Apocalupsis (quitar el velo) es también usada para la segunda venida, lo que apunta a quitar aquello que obstruye ahora nuestra visión de Cristo (1 Cor. 1:7, 2 Tes. 1:7, 1 Pedro 1:7, 13, 4:13). Pablo recibió su revelación del evangelio de Jesucristo (Gal. 1:12). Apocalipsis nos muestra a Cristo ahora, como Él es en su gloria celestial y cuando Él venga todo ojo verá su gloria y poder celestial.
v.1 - que Dios le dio, para manifestar a sus siervos - Este libro tiene la afirmación más plena y explícita de autoría divina que cualquier libro de la Biblia. Por lo tanto si fue Juan el apóstol que lo escribió o no es irrelevante. El autor es Dios; Dios se lo dio a Jesús, de la misma forma en que le da a Jesús el libro más adelante (5:7). Está escrito a sus siervos, es decir a los cristianos. La palabra griega para siervos significa esclavos. Siervo es una expresión común para los cristianos en Apocalipsis (ver 1:6, 2:20, 6:11, 7:3 y 7:15). Siervo, o servir, es usado 19 veces en total. El libro está escrito para los siervos de Dios, es decir para sus santos, para mostrarnos lo que sucedería pronto y para que no seamos sorprendidos por los eventos mundiales y la persecución en la que el enemigo parece triunfar. 22:16 dice, "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias...". Daros es plural. Finalmente el último versículo dice, "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén." Otras expresiones usadas para el pueblo de Dios son hermanos y santos. Aquellos que sirven a Dios en la tierra también lo servirán en el cielo (1:6, 5:10, 7:15, 22:3).
v.1 - las cosas que deben suceder pronto - es decir "una crisis inminente" (Caird) o "las cosas que están a punto de suceder" (Mounce y Walvoord). Lenski, al comentar sobre la palabra griega para "pronto", al igual que en 22:7, 12, 20, destaca que esto no significa "rápidamente" sino "en poco tiempo", "pronto" - "el tiempo está cerca" (v.3). "Pronto" en el sentido bíblico puede significar un tiempo largo. Por ejemplo, "Vengo pronto", pero note que el v.3 dice que hay una bendición para aquellos que guardan el mensaje de Apocalipsis "porque el tiempo está cerca". Los eventos que describe están a punto de suceder. La frase "vengo pronto" abarca toda la era del evangelio, y el libro de Apocalipsis hace lo mismo. La frase "las cosas que deben suceder pronto" es repetida en 22:6, y hay una versión parecida en 1:19 (ver también 4:1). Ap. 4:1 indica que lo pronto sucederá es observado desde el cielo. Los eventos terrenales son observados con una perspectiva celestial; esto da una visión importante de lo que trata el libro. En 22:10 a Juan se le dice que no selle las palabras de la profecía porque el tiempo está cerca. A Daniel se le dice que selle las palabras en el libro hasta el tiempo del fin (Dn. 12:4). Yo interpretaría por lo tanto al Apocalipsis como relevante para todas las generaciones, desde el tiempo de las siete iglesias hasta que venga Jesús de nuevo.
Johnson destaca que en la literatura escatológica y apocalíptica, el futuro siempre es visto como inminente sin la necesidad de un tiempo interviniente (cf. Lucas 18:8). "Pronto" no descarta, en otras palabras, demoras o eventos intermedios, como sugiere el Apocalipsis mismo. En el cap. 6 oímos el clamor de los santos martirizados: "¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre...?" Se les dice que "descansen todavía un poco de tiempo" (vs. 10-11). Por lo tanto, la "prontitud" significa inminencia en términos escatológicos. La iglesia en cada era ha vivido siempre con la expectativa de la consumación de todas las cosas en su tiempo. La inminencia describe un evento posible cualquier día, pero imposible en ningún día.
v.1 - Y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan - Este es el método por medio del cual lo hizo conocer a Juan; ángel significa mensajero. Las palabras "la declaró" quieren decir "lo hizo significar" (semaino) en griego, así que le vino a Juan en forma de señales (por ejemplo, 12:1, 12:3, 15:1). Esta referencia al ángel es repetida en 22:6, 22:16. Juan es un profeta (22:9-10) y Dios está revelando su plan y conocimiento de lo que ocurrirá pronto a Juan (Amós 3:7) y Juan no debe guardárselo para él (22:10). El cap. 10 en el que el ángel poderoso le da a Juan el librito para que coma puede ser interpretado como un ejemplo de un ángel dándole a Juan esta profecía, porque a Juan se le dice que debe profetizar nuevamente sobre muchas personas, naciones, lenguas y reyes (10:11). También puede notarse aquí que el ángel tiene la apariencia de Cristo porque es el ángel de Cristo. Compare su apariencia en 10:1 con la descripción de Cristo en 1:13-16. En 17:1 un ángel le muestra a Juan el castigo de la gran prostituta y en 21:9 un ángel le muestra a Juan la novia, la esposa del Cordero.
V.2 - que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo - Juan ahora da su testimonio verificando la veracidad del libro. Lo que vio era la palabra de Dios y el testimonio dado por Jesús (ver el versículo anterior y 22:16) o el testimonio de quién es Jesús, es decir el Rey de reyes y Señor de señores. Esta es también la razón por la que Juan estaba en la isla de Patmos (v. 9), por la palabra de dios y el testimonio de Jesús. Siguiendo del v. 1 en que se nos dice que el Apocalipsis proviene de dios, se nos dice que es la palabra de Dios así como el testimonio de Jesucristo. No es el producto de la mente de ningún hombre; tiene el reclamo de ser la palabra de Dios más alto de todos los libros en la Biblia. No deberíamos, por tanto, poner el libro a un lado porque es difícil de entender, ya que tiene un mensaje que es muy importante para los santos. Nos insta a ser fieles aun hasta la muerte (2:10, 12:11) y por lo tanto reclama la más alta autoridad para su autoría. Los mártires de 6:9 y 20:4 fueron muertos por (su obediencia a) la palabra de Dios y el testimonio de Jesús que habían mantenido. Él vio la palabra de Dios y esto nos da una de las claves para entender el libro; es decir, el vio la palabra de Dios, lo que debe ser entendido a la luz del resto de la palabra de Dios. Apocalipsis es el último libro de la Biblia, tanto en su ubicación como que es el último en ser escrito. Requiere de todas las secciones anteriores de la Biblia y ciertamente del Apocalipsis para su interpretación. En Juan 21:24, el discípulo que escribió el evangelio de Juan testifica que su testimonio es verdadero (ver también 19:35, 3 Juan 1:12 cf. Ap. 22:8). En 22:16, Jesús personalmente declara que le ha dado a Juan este testimonio y en 22:20 Jesús testifica de estas cosas, es decir testifica de su veracidad. En 19:9 el ángel le dice a Juan "Estas son palabras verdaderas de Dios" y en 22:6 el ángel le dice a Juan "Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto." El punto de esto es confirmar vez tras vez con la autoridad más alta que estas cosas son ciertas porque los siervos de Dios necesitan estar preparados para morir por su fe; la verdad de estas palabras es de suprema importancia. Si no hay ningún cielo nuevo ni tierra nueva y no hay lago de fuego, ¿para qué molestarse en morir por la fe que uno tiene?
v. 3 - Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca - Esta es la primera de 7 bendiciones en el libro. Al decir "lee" quiere decir leer en voz alta. Las cartas a las iglesias eran para ser leídas en voz alta; ésta era una práctica común en la iglesia primitiva (Col. 4:16, 1 Tes 5:27). Walvoord señala que el que lee es singular, en tanto que los que oyen y guardan es plural, significando el resto de la iglesia. Al decir esta profecía significa todo el libro, y no sólo una parte de él (ver también 22:7, 22:18). Esto nos previene contra la idea de que la iglesia no estará aquí desde el capitulo cuatro hasta el capítulo veinte y que no necesita guardar esa parte del libro. La bendición implica, porque el "tiempo está cerca", que lo que está escrito es útil para todas las generaciones de la iglesia, no sólo para aquellos para quienes fue escrito. Esto significa que no puede aplicarse sólo a la generación de Juan o a la generación que esté cuando vuelva Jesús, sino que se aplica al pueblo de Dios a través de todas las generaciones. Esto está confirmado por la historia de la iglesia, en la que creyentes de todas las generaciones han sido perseguidos. Bienaventurados... los que oyen las palabras, guardan las cosas en ella escritas - en 22:7 hay una bendición para quienes guardan las palabras de la profecía en este libro. Lo purificará y sostendrá durante la persecución; lo guardará de enmarañarse o transigir con el mundo. Le dará coraje a través de la gran tribulación. Será un vencedor para que pueda unirse al pueblo de Dios en la adoración del Cordero en la cena de las bodas del Cordero (19:9).
v. 3 - las palabras de esta profecía - Este libro es una profecía. Esto se repite en otra bendición en 22:7 donde Jesús dice "Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." La profecía nos está diciendo lo que va a ocurrir en el futuro, pero es también un mensaje moral, como lo pone en claro la bendición anterior. Hay consecuencias funestas para cualquiera que altere las palabras de esta profecía (22:18-19). En 19:10 se nos dice que "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" y en 22:6 se nos dice que "El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto." En 22:10 el ángel le dice a Juan "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca."
Los profetas y profetizar son también un rasgo del libro de Juan. En 10:11, después de comer el librito, a Juan se le dice "Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes." Los dos testigos son profetas y profetizan por 1260 días. Tienen el poder de cerrar el cielo para que no llueva durante el tiempo que están profetizando. Los habitantes de la tierra se regocijarán y celebrarán porque estos dos profetas los habían atormentado (11:3, 6, 11). Juan se considera claramente un profeta (22:9). Los profetas se distinguen de los santos en 11:18, 16:6, 18:20, 18:24. Es probablemente el oficio de profetas (Ef. 4:11) al que se refiere, porque los apóstoles son incluidos en 18:20. La iglesia está edificada sobre los cimientos de los apóstoles y los profetas, con Jesucristo mismo como la piedra principal (Ef. 2:20).
v. 3 - porque el tiempo está cerca - Esto nos ofrece otra pista para la interpretación de Apocalipsis. En las Escrituras la venida del Señor siempre está cerca. Por ejemplo, en Santiago 5:8 "Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca." Para cada generación la venida del Señor siempre está cerca, así que está hablándole a todas las generaciones. Los últimos días son desde los días de Pentecostés hasta la Segunda Venida. No está hablando sólo acerca de aquellas cosas que le ocurren a la última generación en el futuro distante. Habla de las últimas cosas, pero éstas ocurren desde el tiempo de la ascensión de Cristo hasta su segunda venida. Ver también 1:1 (para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder), 1:19 (Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas), 22:6 (ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto). Esta es la última carta de Dios a la iglesia y será de ayuda a la iglesia perseguida a través de las generaciones venideras, en el tiempo de Juan, cuando Él venga de nuevo y las generaciones intermedias. Juan está puntualizando que debemos guardar el mensaje del libro ahora y no esperar el futuro. De la misma forma que nosotros debemos estar preparados para la segunda venida del Señor ahora porque Él podría venir cualquier día, las Escrituras son bastantes claras en que Él vendrá a la hora que no lo esperamos (Mt. 24:44)
11. Saludo (1:4-8)
(Ap 1:4) Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono. {5} y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, {6} y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amen.
{7} He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
{8} Yo soy el Alfa y el Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
v. 4 - Juan, a las siete iglesias que están en Asia - Esta es la presentación de Juan. Él es conocido por las siete iglesias y, por lo tanto, se llama a sí mismo simplemente Juan. Había más de siete iglesias en Asia. Las siete iglesias de Asia, es decir la Turquía de hoy día, son representativas de la iglesia toda. El número siete aparece 52 veces en el libro e indica plenitud divina, porque Dios terminó la obra de la creación y descansó el día séptimo (ver Gen. 2:2 - también Wilcock pág. 62, 156). Esta carta probablemente habría circulado por las iglesias como circularon las cartas de Pablo (Col. 4:16).
V. 4 - Gracia y paz a vosotros - Estos es un saludo adecuado para los santos que han sido salvados por gracia y que consecuentemente están en paz con Dios. Está incluida como un saludo en 17 libros del NT, todas las cartas de Pablo (Rom. 1:7), de Pedro (1 Pedro 1:2, 2 Pedro 1:2) y 2 Juan. "Paz" resume las bendiciones del reino; "gracia" describe su origen (Ramsey). Todas las bendiciones que descienden del cielo para el hombre desvalido que trabaja bajo el terrible peso del pecado sin perdón y el temor de la ira inminente y la desdicha de las pasiones encontradas, los deseos insatisfechos y las penurias terrenales, están incluidas forzosa y conmovedoramente en una palabra: "paz". La paz que proviene de Dios y que nos reconcilia con Dios. Las mismas palabras que le llegan cargadas con las misericordias más ricas del cielo, para alegrar su alma, implican que Dios considera que está por naturaleza enemistado con Él, y bajo el castigo de Su santa ley; y que la liberación de este estado de pecado no puede conseguirse por ninguna obra o mérito suyo o de ninguna criatura, sino que debe ser Su regalo perfectamente gratuito (Ramsey).
v. 4 - del que es y que era y que ha de venir - Sigue ahora una fórmula de tres partes para la Trinidad. Del Dios eterno quien es ahora, que ha sido desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura (ver también 1:8, 4:8, 11:17). Este saludo es de Dios el Padre, el Espíritu Santo y el Hijo (ver v. 4, 5 más abajo). Esto es similar al nombre de Dios declarado a Moisés, "Yo Soy El Que Soy" y "Yo Soy" (Ex. 3:14). Él habita la eternidad (Is. 57:15). Esta designación sólo se aplica a Dios.
v. 4 - y de los siete espíritus que están delante del trono - Siete se refiere a estar completo; otra lectura es espíritu de siete partes. Isaías da siete modos (en realidad, seis modos) de operación del Espíritu para la vida de Cristo (Is. 11:2-4). Ver también Juan 14:16-27: el Espíritu consuela (16), es el Espíritu de Verdad (17), vive en nosotros (17), manifiesta a Jesús (21), manifiesta a Jesús y al Padre (23), nos enseña (26), nos da paz (27) {POSB}. Los siete espíritus son mencionados de nuevo en la carta a Sardis (3:1), y como siete lámparas de fuego delante del trono de Dios (4:5) y como los siete ojos del Cordero, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra (5:6). Juan no está yendo en contra de la doctrina tradicional de que hay un Espíritu. Para una explicación detallada, ver comentarios sobre 4:5.
v. 5 - y de Jesucristo el testigo fiel - Jesús es el último miembro en ser mencionado de la Trinidad, con una referencia de tres partes de su identidad y función: "el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra" (Johnson). Jesús nos dice y nos muestra cómo es Dios en realidad en su ministerio en la tierra. Él es el testigo fiel (Juan 8:13); Antipas era un testigo fiel (2:13) y fue fiel hasta la muerte así como Jesús fue fiel hasta la muerte en la cruz. Para la iglesia de Laodicea Él es el testigo fiel y verdadero. Ver también el jinete del caballo blanco (19:11) cuyo nombre es Fiel y Verdadero. La palabra para testigo en griego es martus, y la misma palabra es usada del mártir Antipas (2:13), de Jesús el testigo verdadero (3:14), de los dos testigos (11:3) y de la sangre de los mártires (17:6), siendo el tema común que todos sellan su testimonio con su sangre.
v. 5 - el primogénito de los muertos - El "primogénito de los muertos" es uno de los muchos títulos de Jesucristo. Él es el primero que resucitó de los muertos (ver Col. 1:18). En el censo de Israel en Ap. 7:5 encontramos la primera tribu, que es generalmente la del primogénito, listada como Judá porque Jesús descendió de Judá. Esta mención de Jesús como el primogénito también nos asegura que cuando Él vuelva nosotros también resucitaremos de los muertos porque Él es el primogénito de muchos hermanos (Rom. 8:29, 1 Cor. 15:20-23). Este es un punto importante porque Apocalipsis declara claramente que muchos cristianos necesitan ser fieles hasta la muerte (2:10, 6:9, 11:7, 13:7-10, 13:15, 17:6, 20:4).
v. 5 - el soberano de los reyes de la tierra - Uno de los propósitos de Apocalipsis es mostrar que, a pesar de las apariencias al contrario, Jesús es el soberano de los reyes de la tierra. Es también un título divino (cf. 1 Tim. 6:15). Hay muchas referencias a los reyes de la tierra en Apocalipsis. Es también una expresión común en la Biblia (Mt. 17:25). Los reyes de la tierra se esconden del Cordero (6:15), guerrean contra el Cordero (19:19) y pierden (19:21). Apocalipsis muestra que Jesús es soberano del hombre más exaltado así como del humilde (6:15). Los reyes de la tierra traen su esplendor a la ciudad de Dios (21:24). Jesús es Rey de reyes y Señor de señores (17:4, 19:16) y en este libro demuestra su autoridad al vencer a aquellos que lucha contra Él. Ladd destaca que Juan era consciente de la tendencia de su tiempo de deificar y adorar al emperador romano. El Senado romano había declarado oficialmente a los emperadores Julio César, Augusto, Claudio, Vespasiano y Tito divinos después de su muerte, y los últimos tres habían usado el término DIVUS (divino) en sus monedas. Domiciano, el emperador en el tiempo en que Juan escribió, pidió que se lo llamara Dominus et Deus (Señor y Dios). Uno de los propósitos de Apocalipsis es mostrar que, a pesar de las apariencias, Jesucristo es el verdadero soberano de los reyes de la tierra. Él es Rey de reyes y Señor de señores. Para los cristianos que vivían entre la primera venida y la segunda venida, el hecho que Cristo es el soberano de los reyes de la tierra tiene que ser aceptado por fe, porque la evidencia de la historia frecuentemente será opuesta a esto. Apocalipsis, sin embargo, nos muestra la realidad espiritual detrás de lo que vemos con nuestros ojos. Por ejemplo, la bestia que representa el poder político deriva su poder de Satanás, pero en la segunda venida de Jesús será declarado con poder Señor de señores y derrotará tanto a la bestia como a Satanás.
v. 5 - Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre - Sigue una descripción de tres partes de su obra salvadora. Adoración a nuestro redentor, al que nos ama y lo probó por Su muerte en la cruz que canceló nuestros pecados. Esta es una definición de un cristiano, uno que es amado por Cristo y liberado de sus pecados. Este libro está escrito para aquellos que son salvados de la ira de Dios por medio de la sangre de Cristo, que es su muerte en la cruz. Sólo esto es suficiente para limpiarnos y liberarnos de nuestros pecados y hacernos aceptos a Dios. En todas las circunstancias los santos son más que vencedores mediante Jesús quien nos ama. Sólo aquellos que reconocen la palabra de Dios y el testimonio de Jesús se beneficiarán realmente o entenderán el libro. Jesús es el único que nos puede salvar de la ira de Dios como se indica en las copas en este libro, y finalmente del lago de fuego (1 Tes. 1:10). Aquí, en un libro que contiene mucho juicio, se nos recuerda al principio del evangelio de que por medio de la cruz y la resurrección de Cristo "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados... (2 Cor. 5:19). La sangre de Jesús que nos purifica del pecado es el tema de la carta de Juan (1 Juan 1:7); también lo es el amor de Dios (1 Juan 4:7-11).
v. 6 - y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén - Aparte de amarnos y morir por nosotros, Él nos ha hecho reyes y sacerdotes. Esto es similar a 5:10, "y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra" (ver también 20:6, 22:5). Es Jesús el que nos ha hecho reyes y sacerdotes. Ladd señala que la iglesia es llamada un reino no sólo porque es un pueblo bajo un rey sino porque participa del reinado mesiánico de Cristo (ver 5:10 y también Mt. 5:2-5, 19:28, Lucas 22:30). La principal referencia al reino y a los sacerdotes viene de Ex. 19:5-6, en el AT y en 1 Pedro 2:9 en el NT. En Ex. 19:5-6 a los israelitas se les prometió que si obedecían a Dios entonces serían la posesión preciada de Dios entre todas las naciones de la tierra y serían para Dios un reino de sacerdotes y una nación santa. La tribu de los levitas se conviritieron en los sacerdotes y con la muerte de Jesús el velo del templo fue partido en dos, porque de ahí en más todos los santos, no sólo los levitas, son sacerdotes. 1 Pedro 2:9 enfatiza que los santos son un pueblo elegido, un pueblo que le pertenece a Dios, un sacerdocio real y una nación santa que declarará las alabanzas de Dios que los llamó de las tinieblas (el reino de Satanás, Hechos 26:18) a su luz admirable. En el AT un sacerdote era un mediador entre Dios y el pueblo y ofrecía sacrificios e incienso por ellos y por sus pecados. En el NT el sacerdocio de los creyentes significa declarar al mundo las buenas noticias del evangelio, que Jesús murió por sus pecados, y ofrecer oraciones por ellos.
Otras referencias a "servir a Dios" son Ap. 7:15 y 22:3. Los santos son un reino cuyo rey es Cristo. Anteriormente éramos parte del reino de Satanás (Col. 1:13). Servir a su Dios y Padre nos recuerda las palabras de Jesús a sus discípulos después de la resurrección, de que Su Padre era ahora su Padre y Su Dios era ahora su Dios (Juan 20:17). Estos dos versículos (5, 6) se refieren a aquellos que conocen a Jesús. El versículo siguiente se refiere a aquellos que no lo conocen a Jesús. Para aquellos que lo conocen a Jesús su retorno a la tierra traerá un nuevo cuerpo y vida eterna en el paraíso de Dios.
v. 7 - He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén - Contrastando con los dos versículos anteriores que se refieren a nuestras riquezas en Cristo, este versículo trae la lamentación de la gente de la tierra que no conocen el amor de Dios y que no han sido limpiados de sus pecados. La Segunda Venida será pública; todo ojo lo verá (2 Tes.1:7-9, Ap. 6:15-17, 11:18, 14:17-20, 19:15) pero será admirada por los santos (2 Tes. 1:10, Ap. 19:6-9). Esta visión de la Segunda Venida de Cristo es una combinación de Dn. 7:13 y Zac. 12:10. El anuncio de la Segunda Venida de Cristo es un tema principal en el libro y está basado en Zac. 12:10 (ver también Mt. 24:30). Para la iglesia, esto traerá solaz, pero para el mundo traerá juicio. Juan 19:37, "Mirarán al que traspasaron" también está basado en Zac. 12:10 y usa la misma palabra griega ekkenteo que en Apocalipsis, las únicas dos veces que es usada en el NT.
La segunda venida y el juicio sobre la humanidad es uno de los grandes temas de este libro. Su primera mención es en el v. 7; su última, en el anteúltimo versículo de Apocalipsis. Particularmente, el libro trata los eventos que conducen a la Segunda Venida (ver Mt. 24). Hay al menos doce referencias a la Segunda Venida de Jesucristo en el libro. Las otras referencias son:
La Iglesia de Sardis (3:3)
La Iglesia en Filadelfia (3:11)
El sexto sello (6:12)
Los dos testigos capturados (11:12)
La cosecha de la tierra (14:14)
La sexta copa, "He aquí yo vengo como ladrón" (16:15)
La destrucción de Babilonia (17:14)
El jinete sobre el caballo blanco (19:11)
Conclusión de Apocalipsis (22:7, 12, 20)
v. 8 - Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor - Alfa y Omega son la primera y la última letras del alfabeto griego; esto debe considerarse como el principio y el fin de la historia. Él es el autor de la historia. Los siete sellos (Ap. 5) tratan del desarrollo del plan de Dios en la historia. Apocalipsis nos muestra que Dios es soberano sobre la historia humana. Que Dios sea a la vez el principio y el fin es particularmente apropiado para este libro. La designación de Alfa y Omega es repetida en 21:6, 22:13. Él vino a la tierra y murió en la cruz (que era), está ahora exaltado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros (que es) y viene de nuevo en poder y gloria para reclamar a los suyos (que ha de venir). En Col. 1:15-20 encontramos que todas las cosas fueron creadas por Él y para Él. Él es el principio de la creación y el primogénito de los muertos, siendo el primero en resucitar de los muertos. Cuando Él vuelva llevará a su consumación esta era presente y los justos resucitarán de los muertos y habrá una nueva era con un cielo nuevo y una tierra nueva.
Escena 1: La Iglesia en el mundo
Uno semejante al Hijo del Hombre (1:9)
Las cartas a las siete iglesias (2:1)
Éfeso (2:1)
Esmirna (2:8)
Pérgamo (2:12)
Tiatira (2:18)
Sardis (3:1)
Filadelfia (3:7)
Laodicea (3:14)
12. Uno Semejante al Hijo del Hombre (1:9-20)
(Ap. 1:9-20) Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. {10} Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, {11} que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. {12} Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, {13} y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. {14} Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; {15} y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. {16} Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. {17} Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; {18} y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. {19} Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. {20} El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
Juan ve al Cristo resucitado en Su gloria y recibe la comisión de escribir a las siete iglesias. Pablo, Isaías, Jeremías y Ezequiel todos tuvieron visiones significativas al comienzo de su ministerio. Se le dice que escriba lo que ha visto, lo que es ahora y lo que tendrá lugar más tarde. También se le da la interpretación de las siete estrellas y los siete candeleros.
v. 9 - Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo - Paciencia es una de las palabras claves en este libro (13:10, 14:12). Implica paciencia bajo la persecución. Juan era un hermano y un copartícipe en la tribulación con los lectores de su carta en la isla de Patmos que pertenecen al reino de Dios. No está escribiendo desde la comodidad del hogar sino como un compañero que sufre; por lo tanto, lo que escribe es práctico y tiene significado. Él sufría en la isla de Patmos porque proclamaba la palabra de Dios y testificaba que Jesús era el Cristo; esto es una repetición de Ap. 1:2. La tribulación en el mundo es parte de la vida del cristiano, como lo enfatizan Jesús (Juan 16:33) y Pablo (Hechos 14:22). Ladd señala que nuestros sufrimientos son "en Jesús" así como Pablo usa la expresión "en Cristo". El uso del simple nombre de Jesús pone la atención a esta vida en la carne. Así como Él venció, nosotros también debemos vencer. La paciencia está en contraste con la represalia (cf. 1 Pedro 2:23).
v. 10 - Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta - Esto está traducido incorrectamente en la mayoría de las versiones como "el día del Señor", una frase que no se usó hasta bien después de la era apostólica. La mayoría de los eruditos creen que Dios estaba escribiendo en el año 95 d.C., hacia el final del reino de Domiciano (81-96). Este emperador romano en particular condujo una persecución terrible de todos los cristianos que se rehusaban a reconocer su "divinidad". En un cierto día de cada año todos los ciudadanos romanos debían ir al santuario local de su ciudad, arrojar un poco de incienso en el altar oficial y declarar, "¡César es Señor!" Este día se conocía como el "día del señor" (Hill). Él estaba también "en el Espíritu" en 4:2, 17:3 y 21:10, lo que podría marcar cuatro grandes divisiones en el libro. Aquí, al principio de la visión, él ve al Cristo resucitado; en 4:2 ve a Dios en su trono; en 17:3 ve una mujer sentada sobre una bestia escarlata; en 21:10 ve la Ciudad Santa, Jerusalén, descendiendo del cielo de Dios.
Fue tomado por el Espíritu a un estado en el que perdió contacto con el tiempo y los sentidos y fue transportado al mundo invisible de realidades espirituales (Wilson). Compare esto con la experiencia de Ezequiel en Ez. 2:2 en el que el Espíritu vino a él y le habló o la experiencia de Pablo en 2 Cor. 12:1 en donde fue arrebatado al cielo. Aquí la trompeta significa escuchar. Las siete trompetas que aparecen más tarde pueden ser consideradas como la voz de Dios al mundo.
v. 11 - que decía: ... Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea - A Juan se le ordenó que escribiera lo que vio. Era una visión lo que vio Juan y él estaba en el espíritu. El mensaje debía ser enviado a las siete iglesias de Asia inicialmente. Siete es el número de la plenitud divina, porque Dios descansó el séptimo día de la creación (Gn. 2:2). Las siete iglesias representan a la iglesia toda de Cristo, así que es para nosotros también, así como las cartas de Pablo a los Efesios, Romanos, Corintios, etc. son también para toda iglesia. El orden de las siete iglesias es geográfico, según una ruta circular.
v. 12 - Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro - Los siete candeleros, se nos dice más adelante, son las siete iglesias (v. 20). Cada candelero tendría una lámpara. La iglesia completa consistiría por lo tanto de los siete candeleros con siete lámparas (ver v. 20). En 4:5 las siete lámparas se vinculan con el Espíritu de Dios. El templo de Salomón tenía diez candeleros de oro puro (1 Reyes 7:49), y en Ap. 11:4 encontramos que "los dos candeleros están de pie delante del Dios de la tierra", donde el número dos representa el testimonio de la iglesia.
v. 13 - y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro - Uno "semejante al Hijo del Hombre" es claramente una referencia a Cristo, y es usado para Cristo de nuevo en 14:14. La expresión "semejante al Hijo del Hombre" es usada por primera vez en Dn. 7:13. Es también la designación de Cristo usada en los evangelios. "Hijo del Hombre" es usado 30 veces en Mateo, 14 en Marcos, 25 en Lucas y 13 en Juan. Note que "Hijo de Dios" es utilizado sólo 8 veces en Mateo, 3 en Marcos, 6 en Lucas y 6 en Juan. Cristo está entre los candeleros, es decir, está "entre" la iglesia. Esto ilustra la intimidad de Cristo con Su iglesia, como lo prometió en la Gran Comisión (Mt. 28:20), "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." El cinto de oro alrededor de su cintura indica fidelidad (Is. 11:5). El sacerdocio también usaba cintos (Ex. 28:4, 39:29) y un profeta podía estar vestido así (Zac. 3:4). En 19:13 Él está vestido con una ropa teñida de sangre, y en 19:16 sobre su ropa tiene escrito el nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores. En Dn. 10:5, Daniel vio un hombre vestido de lino, con un cinto del oro más puro alrededor de su cintura.
v. 14 - Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve - Esto habla de edad, sagacidad y sabiduría, como la del juez que usa una peluca para indicar estas características. Ver la descripción de Daniel del Anciano de días cuyo cabello era blanco como lana (Dn. 7:9). En esta descripción de Cristo, el cabello blanco usado por Daniel para Dios enfatiza su divinidad (xxxx).
v. 14 - sus ojos como llama de fuego - Es decir que ve todo con una claridad penetrante y juzga lo que ve de acuerdo con su santidad. Alaba lo bueno y corrige lo que está mal. Aparece nuevamente con ojos como llama de fuego en la carta a Tiatira, en la que está identificado claramente como el Hijo de Dios (2:18). Esta descripción se repite en 19:12 cuando aparece como el jinete sobre el caballo blanco, y en Daniel 10:6 encontramos que tiene ojos como antorchas de fuego. En 5:6 tiene siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra (ver 2 Crónicas 16:9, "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él" y Zac. 4:10, "Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra"). Nuestro Señor ve todo lo referente a las siete iglesia. Él es plenamente consciente de su condición como se indica en la frase "Yo conozco tus obras" que se usa en la mayoría de las siete cartas.
v. 15 - y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas - Sus pies son de bronce, lo cual indica fortaleza y estabilidad (ver Dn 10:6 donde sus brazos y piernas son del color del bronce bruñido. Su voz es como el estruendo de muchas aguas (ver también Ez. 1:24, 43:2 en donde su voz es como el sonido de muchas aguas. Parte de la auto introducción que usa aquí es usada también en la introducción a la iglesia en Tiatira (2:18).
v. 16 - Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza - Las siete estrellas que tenía en su mano derecha son los ángeles de las siete iglesias (v. 20) a quienes están dirigidas las siete cartas (2:1, etc.). Las siete estrellas que Cristo tiene también son mencionadas en la carta a la iglesia en Éfeso (2:1) y en la carta a Sardis (3:1). "Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza" nos recuerda al Cristo transfigurado (Mt. 17:2). Pablo también experimentó al Cristo resucitado como una luz brillante (Hechos 22:6). No puede haber dudas de que esto se refiere al Cristo resucitado en toda su gloria. Compare con la descripción de Dios en 1 Tim. 6:16 "que habita en luz inaccesible".
v. 16 - de su boca salía una espada aguda de dos filos - Isaías dice "puso mi boca como espada aguda". Una espada de dos filos (rhomphia) es una referencia a la palabra de Dios (ver Heb. 4:12). Compare la descripción dada aquí con la del jinete sobre el caballo blanco en Ap. 19:15, 21: de su boca salía una espada aguda (rhomphia) para juzgar al mundo. En 2:12 es descrito como aquél que tiene la espada aguda de dos filos (rhomphia) y en 2:16 luchará contra aquellos en la iglesia de Pérgamo que no se arrepienten con la espada de dos filos (rhomphia). Compare con Is. 11:4 "Herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío". Esta espada tiene que ver con el juicio, de la iglesia y del mundo.
v. 17 - Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último - Cuando Juan lo vio, vio la gloria de Cristo y cayó a sus pies por la indignidad de su humanidad. Esto le ocurrió tres veces a Daniel cuando vio un ángel poderoso; tuvo que ser fortalecido porque estaba tan sobrecogido por lo que había visto (Dn. 8:18, 10:9, 10:18). Jesús coloca su mano derecha sobre Juan para consolarlo y fortalecerlo. Jesús usa la frase "no temas" después de su resurrección (Mt. 28:10). La frase "yo soy el primero y le último" es un título divino citado de Is. 44:6, 48:12. El Cristo es el primero y el último. Esta descripción es usada en la introducción a la carta a la iglesia en Esmirna. En 21:6 es descrito como el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Esto se repite en 22:13; de nuevo, enfatiza su divinidad.
v. 18 - y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades - Esta es una clara referencia a su vida, muerte y resurrección y enfatiza que Cristo está vivo por siempre y siempre. Habiendo muerto y resucitado de la muerte, y habiendo visitado el Hades, la morada de los muertos (1 Pedro 3:18), tiene autoridad sobre ambos (xxxx). Tiene autoridad sobre el libro de la vida que determina el destino de cada hombre (3:5). La designación de "el primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió" es usado por Cristo para introducir su carta a la iglesia de Esmirna. Su relevancia particular para ellos era que estaban a punto de pasar por un período de persecución y aun martirio (2:8). Enfatiza que así como Cristo vivió, murió y resucitó de nuevo, así nosotros si morimos resucitaremos de nuevo cuando Él venga; porque Él vive, nosotros viviremos (Juan 14:19) y Él nos levantará en el día final (Juan 6:40).
v. 19 - Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas - Jesús es el Principio y el Fin y por lo tanto está calificado en forma suprema para decirle a Juan lo que ocurrirá más adelante ya que sabe cómo será el final (xxxx). Juan fue ordenado por lo tanto por Cristo para que escriba. El autor de este libro es Cristo; Juan es el escriba. Se le dice que escriba lo que ha visto, lo que es ahora y lo que tendrá lugar más adelante. Esto nos ofrece otra pista para la interpretación de Apocalipsis: el Apocalipsis le muestra la visión anterior de Cristo (lo que has visto), el presente, es decir las cartas a las siete iglesias (las que son) y el futuro (las que han de ser después de estas). No es específicamente el futuro distante aunque incluye los eventos de los últimos tiempos. Ap. 4:1 presenta el futuro y marca una división importante en el libro. Las cartas individuales a las siete iglesias son "lo que es".
v. 20 - El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias - Cristo ahora desvela el misterio de las siete estrellas y siete candeleros como lo prometió en el primer versículo de Apocalipsis. Dios es un revelador de misterios a sus siervos (Dn. 2:29, 2:47) y no hace nada sin revelar su plan a sus siervos los profetas (Amós 3:7). Esta es la primera ilustración de auto interpretación en Apocalipsis; es decir, los siete candeleros son simbólicos de las siete iglesias. Cristo nos muestra que el Apocalipsis es un libro simbólico y por lo tanto debemos interpretar los símbolos a fin de entender su mensaje. Jesús nos da las llaves para interpretar el libro al interpretar estos símbolos aquí. Jesús es la única luz (lámpara) en la oscuridad del mundo y la iglesia lleva esta luz ante el mundo y es por lo tanto un candelero (comparar con Mt. 5:15 en donde una lámpara es colocada en un candelero). Debemos notar que la iglesia es un candelero (gr. luchnia) y no la lámpara (gr. luchnos). La lámpara es el Espíritu Santo (ver 4-5) y Jesús (21:33). La iglesia es un recipiente para la lámpara y el Espíritu Santo mora en ella. La misma idea se expresa en los dos testigos en los que el Espíritu Santo es el aceite (11:4). También encontramos que el Cordero es la Lámpara de la Nueva Jerusalén (ver 21:23 y 22:5, ver nota sobre 21:23). Somos vasijas de barro; la gloria incomparable que tenemos es Cristo (2 Cor. 4:6-7). En Mateo 5:14 Jesús dice "vosotros sois la luz (gr. phos) del mundo" a sus discípulos, queriendo decir que estaban testificando de Jesús. La iglesia es el cuerpo de Cristo sobre la tierra, sus manos, su voz, etc. Los candeleros están hechos de oro, lo que indica la preciosidad de la iglesia a los ojos de Dios; la nueva Jerusalén también está hecha de oro. Al verlo a Cristo en su gloria de resucitado así debemos reflejarla y mostrarla al mundo. Su gloria ya está descrita en 1:16 (ver 2 Cor. 3:18). En 4:5 encontramos siete lámparas de fuego ante el trono de Dios, que son los siete espíritus de Dios. Por lo tanto, el símbolo de la iglesia como candelero es también la de una iglesia habitada por el Espíritu Santo (las siete lámparas de los candeleros). Juan tal vez tenía en mente un candelero con siete lámparas que se usaba para la iluminación del Lugar Santo (Ex. 25:31-40, Núm. 8:2), indicando la iglesia toda. Compare también los dos candeleros en 11:4 que son también los dos olivos que indican a la iglesia en su testimonio al mundo, en el poder del Espíritu Santo (cf. Zac. 4:1 ff.). El símbolo de la iglesia como un candelero es adecuada porque su deber es llevar la luz al mundo, para mostrar a Jesús. Vemos en esto la descripción de los dos testigos que reciben poder del Espíritu Santo para testificar con poder al mundo (11:4). El testimonio de la iglesia en la vida y la muerte de sus miembros es un tema que corre a lo largo del libro (2:13, 6:9, 12:11, 12:17, 19:10, 20:4).
Cristo interpreta las siete estrella en su mano derecha como los ángeles de las siete iglesias, lo cual es tan enigmático como las siete estrellas. La quinta trompeta nos muestra una estrella que ha caído del cielo a la tierra y es casi con seguridad Satanás (9:1). En 12:4 la cola del dragón barrió un tercio de las estrellas del cielo y los arrojó a la tierra. Esta es probablemente una referencia a los ángeles que cayeron con Satanás. Las cartas a las siete iglesias están dirigidas, cada una de ellas, al ángel de esa iglesia. Note que ángel (gr. angelos) significa mensajero. Ex. 23:20-23 se refiere a un ángel que iba a guardar a los israelitas cuando atravesaban el desierto, para guiarlos a la tierra a la que Dios los estaba llevando. Daniel se refiere al príncipe del reino de Persia, sin duda un ángel malo, que resistió al ángel que vino a traerle a Daniel un mensaje. Fue ayudado por Miguel quien es el gran príncipe que protege al pueblo de Daniel (Dn. 10:13, 21, 12:1). Miguel probablemente sea el arcángel Miguel al que se refiere Judas 1:9 y Ap. 1:7. Se nos dice que los niños creyentes tienen ángeles en el cielo que siempre contemplan el rostro de Dios (Mt. 18:10). En Apocalipsis encontramos el ángel del abismo (9:11), el ángel encargado del fuego (14:18) y el ángel encargado de las aguas (16:5). Por lo tanto, es bastante posible que cada iglesia tiene su propio ángel.
Una solución alternativa se da en Mal. 2:7 en donde un sacerdote que da instrucciones es un mensajero del Señor Todopoderoso; un ángel es un mensajero. Ver también Dn. 12:3 en donde aquellos que conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas por siempre y en Judas 1:13 los falsos maestros son llamados "estrellas errantes". El hecho que las cartas son escritas al ángel de la iglesia implica que el ángel es la autoridad sobre la iglesia, así que el líder de la iglesia es la interpretación más significativo. Ramsey arguye que los ángeles representan la autoridad delegada de Cristo sobre las iglesias. Él tiene las siete estrellas en su mano derecha, representando el asiento del poder. Son parte de la descripción de Cristo mismo. Thomas postula el punto de vista más plausible, que los ángeles son mensajeros humanos que son representativos de la iglesia y no poseen ninguna función de liderazgo única, citando como evidencia a Epafrodito y Epafras, que representaban a las iglesias de Filipos y Colosas y fueron a Roma para ofrecer ayuda al prisionero Pablo cuando estaba bajo arresto domiciliario (Fil. 2:25, 4:18, Col. 4:12). La palabra griega angelos es usada bastante frecuentemente para referirse a mensajeros humanos (por ejemplo, Mt 1:10, Lucas 7:24, 9:52, Santiago 2:25). Thomas dice que la explicación de Cristo de las estrellas le informó a Juan que representaban siete visitantes a Patmos, ya sea presentes o a punto de llegar, hombres que vienen para ayudar a Juan pero que volverán a su casa con una misión específica a las iglesias que los enviaron. Serán los portadores de un mensaje a su propia ciudad como parte de un paquete más grande con todos los contenidos de Apocalipsis.
10. Prólogo (1:1-3)
(Ap. 1:1) La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, {2} que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. {3} Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
v. 1 - La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan - La revelación de Jesucristo. Revelación=Apocalupsis (griego), es decir que el velo es quitado por Jesucristo. Apocalipsis es también conocido como un tipo de literatura del tipo de Daniel. Proviene de Jesucristo y quita el velo al plan de Dios para el mundo y especialmente para sus siervos, la Iglesia. Muestra lo que ocurre detrás de la escena, en el cielo. También puede ser leída como la revelación de la persona de Jesucristo, pero en el contexto descrito aquí Dios le dio la revelación a Jesús para que le mostrara a sus siervos lo que pronto tendría lugar. Es la primera interpretación la más probable (ver 22:16). Por cierto nos revela a Jesús como el Rey y Señor de señores, el Alfa y el Omega, el Cordero que fue inmolado, y hay muchas más descripciones de Jesús en el libro. Nos da una descripción completa del Cristo glorificado en su gloria celestial, en tanto que los evangelios nos describen a Jesús en su humildad. Sin Apocalipsis tendríamos una comprensión más pobre del Cristo glorificado. La palabra Apocalupsis (quitar el velo) es también usada para la segunda venida, lo que apunta a quitar aquello que obstruye ahora nuestra visión de Cristo (1 Cor. 1:7, 2 Tes. 1:7, 1 Pedro 1:7, 13, 4:13). Pablo recibió su revelación del evangelio de Jesucristo (Gal. 1:12). Apocalipsis nos muestra a Cristo ahora, como Él es en su gloria celestial y cuando Él venga todo ojo verá su gloria y poder celestial.
v.1 - que Dios le dio, para manifestar a sus siervos - Este libro tiene la afirmación más plena y explícita de autoría divina que cualquier libro de la Biblia. Por lo tanto si fue Juan el apóstol que lo escribió o no es irrelevante. El autor es Dios; Dios se lo dio a Jesús, de la misma forma en que le da a Jesús el libro más adelante (5:7). Está escrito a sus siervos, es decir a los cristianos. La palabra griega para siervos significa esclavos. Siervo es una expresión común para los cristianos en Apocalipsis (ver 1:6, 2:20, 6:11, 7:3 y 7:15). Siervo, o servir, es usado 19 veces en total. El libro está escrito para los siervos de Dios, es decir para sus santos, para mostrarnos lo que sucedería pronto y para que no seamos sorprendidos por los eventos mundiales y la persecución en la que el enemigo parece triunfar. 22:16 dice, "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias...". Daros es plural. Finalmente el último versículo dice, "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén." Otras expresiones usadas para el pueblo de Dios son hermanos y santos. Aquellos que sirven a Dios en la tierra también lo servirán en el cielo (1:6, 5:10, 7:15, 22:3).
v.1 - las cosas que deben suceder pronto - es decir "una crisis inminente" (Caird) o "las cosas que están a punto de suceder" (Mounce y Walvoord). Lenski, al comentar sobre la palabra griega para "pronto", al igual que en 22:7, 12, 20, destaca que esto no significa "rápidamente" sino "en poco tiempo", "pronto" - "el tiempo está cerca" (v.3). "Pronto" en el sentido bíblico puede significar un tiempo largo. Por ejemplo, "Vengo pronto", pero note que el v.3 dice que hay una bendición para aquellos que guardan el mensaje de Apocalipsis "porque el tiempo está cerca". Los eventos que describe están a punto de suceder. La frase "vengo pronto" abarca toda la era del evangelio, y el libro de Apocalipsis hace lo mismo. La frase "las cosas que deben suceder pronto" es repetida en 22:6, y hay una versión parecida en 1:19 (ver también 4:1). Ap. 4:1 indica que lo pronto sucederá es observado desde el cielo. Los eventos terrenales son observados con una perspectiva celestial; esto da una visión importante de lo que trata el libro. En 22:10 a Juan se le dice que no selle las palabras de la profecía porque el tiempo está cerca. A Daniel se le dice que selle las palabras en el libro hasta el tiempo del fin (Dn. 12:4). Yo interpretaría por lo tanto al Apocalipsis como relevante para todas las generaciones, desde el tiempo de las siete iglesias hasta que venga Jesús de nuevo.
Johnson destaca que en la literatura escatológica y apocalíptica, el futuro siempre es visto como inminente sin la necesidad de un tiempo interviniente (cf. Lucas 18:8). "Pronto" no descarta, en otras palabras, demoras o eventos intermedios, como sugiere el Apocalipsis mismo. En el cap. 6 oímos el clamor de los santos martirizados: "¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre...?" Se les dice que "descansen todavía un poco de tiempo" (vs. 10-11). Por lo tanto, la "prontitud" significa inminencia en términos escatológicos. La iglesia en cada era ha vivido siempre con la expectativa de la consumación de todas las cosas en su tiempo. La inminencia describe un evento posible cualquier día, pero imposible en ningún día.
v.1 - Y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan - Este es el método por medio del cual lo hizo conocer a Juan; ángel significa mensajero. Las palabras "la declaró" quieren decir "lo hizo significar" (semaino) en griego, así que le vino a Juan en forma de señales (por ejemplo, 12:1, 12:3, 15:1). Esta referencia al ángel es repetida en 22:6, 22:16. Juan es un profeta (22:9-10) y Dios está revelando su plan y conocimiento de lo que ocurrirá pronto a Juan (Amós 3:7) y Juan no debe guardárselo para él (22:10). El cap. 10 en el que el ángel poderoso le da a Juan el librito para que coma puede ser interpretado como un ejemplo de un ángel dándole a Juan esta profecía, porque a Juan se le dice que debe profetizar nuevamente sobre muchas personas, naciones, lenguas y reyes (10:11). También puede notarse aquí que el ángel tiene la apariencia de Cristo porque es el ángel de Cristo. Compare su apariencia en 10:1 con la descripción de Cristo en 1:13-16. En 17:1 un ángel le muestra a Juan el castigo de la gran prostituta y en 21:9 un ángel le muestra a Juan la novia, la esposa del Cordero.
V.2 - que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo - Juan ahora da su testimonio verificando la veracidad del libro. Lo que vio era la palabra de Dios y el testimonio dado por Jesús (ver el versículo anterior y 22:16) o el testimonio de quién es Jesús, es decir el Rey de reyes y Señor de señores. Esta es también la razón por la que Juan estaba en la isla de Patmos (v. 9), por la palabra de dios y el testimonio de Jesús. Siguiendo del v. 1 en que se nos dice que el Apocalipsis proviene de dios, se nos dice que es la palabra de Dios así como el testimonio de Jesucristo. No es el producto de la mente de ningún hombre; tiene el reclamo de ser la palabra de Dios más alto de todos los libros en la Biblia. No deberíamos, por tanto, poner el libro a un lado porque es difícil de entender, ya que tiene un mensaje que es muy importante para los santos. Nos insta a ser fieles aun hasta la muerte (2:10, 12:11) y por lo tanto reclama la más alta autoridad para su autoría. Los mártires de 6:9 y 20:4 fueron muertos por (su obediencia a) la palabra de Dios y el testimonio de Jesús que habían mantenido. Él vio la palabra de Dios y esto nos da una de las claves para entender el libro; es decir, el vio la palabra de Dios, lo que debe ser entendido a la luz del resto de la palabra de Dios. Apocalipsis es el último libro de la Biblia, tanto en su ubicación como que es el último en ser escrito. Requiere de todas las secciones anteriores de la Biblia y ciertamente del Apocalipsis para su interpretación. En Juan 21:24, el discípulo que escribió el evangelio de Juan testifica que su testimonio es verdadero (ver también 19:35, 3 Juan 1:12 cf. Ap. 22:8). En 22:16, Jesús personalmente declara que le ha dado a Juan este testimonio y en 22:20 Jesús testifica de estas cosas, es decir testifica de su veracidad. En 19:9 el ángel le dice a Juan "Estas son palabras verdaderas de Dios" y en 22:6 el ángel le dice a Juan "Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto." El punto de esto es confirmar vez tras vez con la autoridad más alta que estas cosas son ciertas porque los siervos de Dios necesitan estar preparados para morir por su fe; la verdad de estas palabras es de suprema importancia. Si no hay ningún cielo nuevo ni tierra nueva y no hay lago de fuego, ¿para qué molestarse en morir por la fe que uno tiene?
v. 3 - Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca - Esta es la primera de 7 bendiciones en el libro. Al decir "lee" quiere decir leer en voz alta. Las cartas a las iglesias eran para ser leídas en voz alta; ésta era una práctica común en la iglesia primitiva (Col. 4:16, 1 Tes 5:27). Walvoord señala que el que lee es singular, en tanto que los que oyen y guardan es plural, significando el resto de la iglesia. Al decir esta profecía significa todo el libro, y no sólo una parte de él (ver también 22:7, 22:18). Esto nos previene contra la idea de que la iglesia no estará aquí desde el capitulo cuatro hasta el capítulo veinte y que no necesita guardar esa parte del libro. La bendición implica, porque el "tiempo está cerca", que lo que está escrito es útil para todas las generaciones de la iglesia, no sólo para aquellos para quienes fue escrito. Esto significa que no puede aplicarse sólo a la generación de Juan o a la generación que esté cuando vuelva Jesús, sino que se aplica al pueblo de Dios a través de todas las generaciones. Esto está confirmado por la historia de la iglesia, en la que creyentes de todas las generaciones han sido perseguidos. Bienaventurados... los que oyen las palabras, guardan las cosas en ella escritas - en 22:7 hay una bendición para quienes guardan las palabras de la profecía en este libro. Lo purificará y sostendrá durante la persecución; lo guardará de enmarañarse o transigir con el mundo. Le dará coraje a través de la gran tribulación. Será un vencedor para que pueda unirse al pueblo de Dios en la adoración del Cordero en la cena de las bodas del Cordero (19:9).
v. 3 - las palabras de esta profecía - Este libro es una profecía. Esto se repite en otra bendición en 22:7 donde Jesús dice "Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." La profecía nos está diciendo lo que va a ocurrir en el futuro, pero es también un mensaje moral, como lo pone en claro la bendición anterior. Hay consecuencias funestas para cualquiera que altere las palabras de esta profecía (22:18-19). En 19:10 se nos dice que "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" y en 22:6 se nos dice que "El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto." En 22:10 el ángel le dice a Juan "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca."
Los profetas y profetizar son también un rasgo del libro de Juan. En 10:11, después de comer el librito, a Juan se le dice "Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes." Los dos testigos son profetas y profetizan por 1260 días. Tienen el poder de cerrar el cielo para que no llueva durante el tiempo que están profetizando. Los habitantes de la tierra se regocijarán y celebrarán porque estos dos profetas los habían atormentado (11:3, 6, 11). Juan se considera claramente un profeta (22:9). Los profetas se distinguen de los santos en 11:18, 16:6, 18:20, 18:24. Es probablemente el oficio de profetas (Ef. 4:11) al que se refiere, porque los apóstoles son incluidos en 18:20. La iglesia está edificada sobre los cimientos de los apóstoles y los profetas, con Jesucristo mismo como la piedra principal (Ef. 2:20).
v. 3 - porque el tiempo está cerca - Esto nos ofrece otra pista para la interpretación de Apocalipsis. En las Escrituras la venida del Señor siempre está cerca. Por ejemplo, en Santiago 5:8 "Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca." Para cada generación la venida del Señor siempre está cerca, así que está hablándole a todas las generaciones. Los últimos días son desde los días de Pentecostés hasta la Segunda Venida. No está hablando sólo acerca de aquellas cosas que le ocurren a la última generación en el futuro distante. Habla de las últimas cosas, pero éstas ocurren desde el tiempo de la ascensión de Cristo hasta su segunda venida. Ver también 1:1 (para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder), 1:19 (Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas), 22:6 (ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto). Esta es la última carta de Dios a la iglesia y será de ayuda a la iglesia perseguida a través de las generaciones venideras, en el tiempo de Juan, cuando Él venga de nuevo y las generaciones intermedias. Juan está puntualizando que debemos guardar el mensaje del libro ahora y no esperar el futuro. De la misma forma que nosotros debemos estar preparados para la segunda venida del Señor ahora porque Él podría venir cualquier día, las Escrituras son bastantes claras en que Él vendrá a la hora que no lo esperamos (Mt. 24:44)
11. Saludo (1:4-8)
(Ap 1:4) Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono. {5} y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, {6} y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amen.
{7} He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
{8} Yo soy el Alfa y el Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
v. 4 - Juan, a las siete iglesias que están en Asia - Esta es la presentación de Juan. Él es conocido por las siete iglesias y, por lo tanto, se llama a sí mismo simplemente Juan. Había más de siete iglesias en Asia. Las siete iglesias de Asia, es decir la Turquía de hoy día, son representativas de la iglesia toda. El número siete aparece 52 veces en el libro e indica plenitud divina, porque Dios terminó la obra de la creación y descansó el día séptimo (ver Gen. 2:2 - también Wilcock pág. 62, 156). Esta carta probablemente habría circulado por las iglesias como circularon las cartas de Pablo (Col. 4:16).
V. 4 - Gracia y paz a vosotros - Estos es un saludo adecuado para los santos que han sido salvados por gracia y que consecuentemente están en paz con Dios. Está incluida como un saludo en 17 libros del NT, todas las cartas de Pablo (Rom. 1:7), de Pedro (1 Pedro 1:2, 2 Pedro 1:2) y 2 Juan. "Paz" resume las bendiciones del reino; "gracia" describe su origen (Ramsey). Todas las bendiciones que descienden del cielo para el hombre desvalido que trabaja bajo el terrible peso del pecado sin perdón y el temor de la ira inminente y la desdicha de las pasiones encontradas, los deseos insatisfechos y las penurias terrenales, están incluidas forzosa y conmovedoramente en una palabra: "paz". La paz que proviene de Dios y que nos reconcilia con Dios. Las mismas palabras que le llegan cargadas con las misericordias más ricas del cielo, para alegrar su alma, implican que Dios considera que está por naturaleza enemistado con Él, y bajo el castigo de Su santa ley; y que la liberación de este estado de pecado no puede conseguirse por ninguna obra o mérito suyo o de ninguna criatura, sino que debe ser Su regalo perfectamente gratuito (Ramsey).
v. 4 - del que es y que era y que ha de venir - Sigue ahora una fórmula de tres partes para la Trinidad. Del Dios eterno quien es ahora, que ha sido desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura (ver también 1:8, 4:8, 11:17). Este saludo es de Dios el Padre, el Espíritu Santo y el Hijo (ver v. 4, 5 más abajo). Esto es similar al nombre de Dios declarado a Moisés, "Yo Soy El Que Soy" y "Yo Soy" (Ex. 3:14). Él habita la eternidad (Is. 57:15). Esta designación sólo se aplica a Dios.
v. 4 - y de los siete espíritus que están delante del trono - Siete se refiere a estar completo; otra lectura es espíritu de siete partes. Isaías da siete modos (en realidad, seis modos) de operación del Espíritu para la vida de Cristo (Is. 11:2-4). Ver también Juan 14:16-27: el Espíritu consuela (16), es el Espíritu de Verdad (17), vive en nosotros (17), manifiesta a Jesús (21), manifiesta a Jesús y al Padre (23), nos enseña (26), nos da paz (27) {POSB}. Los siete espíritus son mencionados de nuevo en la carta a Sardis (3:1), y como siete lámparas de fuego delante del trono de Dios (4:5) y como los siete ojos del Cordero, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra (5:6). Juan no está yendo en contra de la doctrina tradicional de que hay un Espíritu. Para una explicación detallada, ver comentarios sobre 4:5.
v. 5 - y de Jesucristo el testigo fiel - Jesús es el último miembro en ser mencionado de la Trinidad, con una referencia de tres partes de su identidad y función: "el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra" (Johnson). Jesús nos dice y nos muestra cómo es Dios en realidad en su ministerio en la tierra. Él es el testigo fiel (Juan 8:13); Antipas era un testigo fiel (2:13) y fue fiel hasta la muerte así como Jesús fue fiel hasta la muerte en la cruz. Para la iglesia de Laodicea Él es el testigo fiel y verdadero. Ver también el jinete del caballo blanco (19:11) cuyo nombre es Fiel y Verdadero. La palabra para testigo en griego es martus, y la misma palabra es usada del mártir Antipas (2:13), de Jesús el testigo verdadero (3:14), de los dos testigos (11:3) y de la sangre de los mártires (17:6), siendo el tema común que todos sellan su testimonio con su sangre.
v. 5 - el primogénito de los muertos - El "primogénito de los muertos" es uno de los muchos títulos de Jesucristo. Él es el primero que resucitó de los muertos (ver Col. 1:18). En el censo de Israel en Ap. 7:5 encontramos la primera tribu, que es generalmente la del primogénito, listada como Judá porque Jesús descendió de Judá. Esta mención de Jesús como el primogénito también nos asegura que cuando Él vuelva nosotros también resucitaremos de los muertos porque Él es el primogénito de muchos hermanos (Rom. 8:29, 1 Cor. 15:20-23). Este es un punto importante porque Apocalipsis declara claramente que muchos cristianos necesitan ser fieles hasta la muerte (2:10, 6:9, 11:7, 13:7-10, 13:15, 17:6, 20:4).
v. 5 - el soberano de los reyes de la tierra - Uno de los propósitos de Apocalipsis es mostrar que, a pesar de las apariencias al contrario, Jesús es el soberano de los reyes de la tierra. Es también un título divino (cf. 1 Tim. 6:15). Hay muchas referencias a los reyes de la tierra en Apocalipsis. Es también una expresión común en la Biblia (Mt. 17:25). Los reyes de la tierra se esconden del Cordero (6:15), guerrean contra el Cordero (19:19) y pierden (19:21). Apocalipsis muestra que Jesús es soberano del hombre más exaltado así como del humilde (6:15). Los reyes de la tierra traen su esplendor a la ciudad de Dios (21:24). Jesús es Rey de reyes y Señor de señores (17:4, 19:16) y en este libro demuestra su autoridad al vencer a aquellos que lucha contra Él. Ladd destaca que Juan era consciente de la tendencia de su tiempo de deificar y adorar al emperador romano. El Senado romano había declarado oficialmente a los emperadores Julio César, Augusto, Claudio, Vespasiano y Tito divinos después de su muerte, y los últimos tres habían usado el término DIVUS (divino) en sus monedas. Domiciano, el emperador en el tiempo en que Juan escribió, pidió que se lo llamara Dominus et Deus (Señor y Dios). Uno de los propósitos de Apocalipsis es mostrar que, a pesar de las apariencias, Jesucristo es el verdadero soberano de los reyes de la tierra. Él es Rey de reyes y Señor de señores. Para los cristianos que vivían entre la primera venida y la segunda venida, el hecho que Cristo es el soberano de los reyes de la tierra tiene que ser aceptado por fe, porque la evidencia de la historia frecuentemente será opuesta a esto. Apocalipsis, sin embargo, nos muestra la realidad espiritual detrás de lo que vemos con nuestros ojos. Por ejemplo, la bestia que representa el poder político deriva su poder de Satanás, pero en la segunda venida de Jesús será declarado con poder Señor de señores y derrotará tanto a la bestia como a Satanás.
v. 5 - Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre - Sigue una descripción de tres partes de su obra salvadora. Adoración a nuestro redentor, al que nos ama y lo probó por Su muerte en la cruz que canceló nuestros pecados. Esta es una definición de un cristiano, uno que es amado por Cristo y liberado de sus pecados. Este libro está escrito para aquellos que son salvados de la ira de Dios por medio de la sangre de Cristo, que es su muerte en la cruz. Sólo esto es suficiente para limpiarnos y liberarnos de nuestros pecados y hacernos aceptos a Dios. En todas las circunstancias los santos son más que vencedores mediante Jesús quien nos ama. Sólo aquellos que reconocen la palabra de Dios y el testimonio de Jesús se beneficiarán realmente o entenderán el libro. Jesús es el único que nos puede salvar de la ira de Dios como se indica en las copas en este libro, y finalmente del lago de fuego (1 Tes. 1:10). Aquí, en un libro que contiene mucho juicio, se nos recuerda al principio del evangelio de que por medio de la cruz y la resurrección de Cristo "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados... (2 Cor. 5:19). La sangre de Jesús que nos purifica del pecado es el tema de la carta de Juan (1 Juan 1:7); también lo es el amor de Dios (1 Juan 4:7-11).
v. 6 - y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén - Aparte de amarnos y morir por nosotros, Él nos ha hecho reyes y sacerdotes. Esto es similar a 5:10, "y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra" (ver también 20:6, 22:5). Es Jesús el que nos ha hecho reyes y sacerdotes. Ladd señala que la iglesia es llamada un reino no sólo porque es un pueblo bajo un rey sino porque participa del reinado mesiánico de Cristo (ver 5:10 y también Mt. 5:2-5, 19:28, Lucas 22:30). La principal referencia al reino y a los sacerdotes viene de Ex. 19:5-6, en el AT y en 1 Pedro 2:9 en el NT. En Ex. 19:5-6 a los israelitas se les prometió que si obedecían a Dios entonces serían la posesión preciada de Dios entre todas las naciones de la tierra y serían para Dios un reino de sacerdotes y una nación santa. La tribu de los levitas se conviritieron en los sacerdotes y con la muerte de Jesús el velo del templo fue partido en dos, porque de ahí en más todos los santos, no sólo los levitas, son sacerdotes. 1 Pedro 2:9 enfatiza que los santos son un pueblo elegido, un pueblo que le pertenece a Dios, un sacerdocio real y una nación santa que declarará las alabanzas de Dios que los llamó de las tinieblas (el reino de Satanás, Hechos 26:18) a su luz admirable. En el AT un sacerdote era un mediador entre Dios y el pueblo y ofrecía sacrificios e incienso por ellos y por sus pecados. En el NT el sacerdocio de los creyentes significa declarar al mundo las buenas noticias del evangelio, que Jesús murió por sus pecados, y ofrecer oraciones por ellos.
Otras referencias a "servir a Dios" son Ap. 7:15 y 22:3. Los santos son un reino cuyo rey es Cristo. Anteriormente éramos parte del reino de Satanás (Col. 1:13). Servir a su Dios y Padre nos recuerda las palabras de Jesús a sus discípulos después de la resurrección, de que Su Padre era ahora su Padre y Su Dios era ahora su Dios (Juan 20:17). Estos dos versículos (5, 6) se refieren a aquellos que conocen a Jesús. El versículo siguiente se refiere a aquellos que no lo conocen a Jesús. Para aquellos que lo conocen a Jesús su retorno a la tierra traerá un nuevo cuerpo y vida eterna en el paraíso de Dios.
v. 7 - He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén - Contrastando con los dos versículos anteriores que se refieren a nuestras riquezas en Cristo, este versículo trae la lamentación de la gente de la tierra que no conocen el amor de Dios y que no han sido limpiados de sus pecados. La Segunda Venida será pública; todo ojo lo verá (2 Tes.1:7-9, Ap. 6:15-17, 11:18, 14:17-20, 19:15) pero será admirada por los santos (2 Tes. 1:10, Ap. 19:6-9). Esta visión de la Segunda Venida de Cristo es una combinación de Dn. 7:13 y Zac. 12:10. El anuncio de la Segunda Venida de Cristo es un tema principal en el libro y está basado en Zac. 12:10 (ver también Mt. 24:30). Para la iglesia, esto traerá solaz, pero para el mundo traerá juicio. Juan 19:37, "Mirarán al que traspasaron" también está basado en Zac. 12:10 y usa la misma palabra griega ekkenteo que en Apocalipsis, las únicas dos veces que es usada en el NT.
La segunda venida y el juicio sobre la humanidad es uno de los grandes temas de este libro. Su primera mención es en el v. 7; su última, en el anteúltimo versículo de Apocalipsis. Particularmente, el libro trata los eventos que conducen a la Segunda Venida (ver Mt. 24). Hay al menos doce referencias a la Segunda Venida de Jesucristo en el libro. Las otras referencias son:
La Iglesia de Sardis (3:3)
La Iglesia en Filadelfia (3:11)
El sexto sello (6:12)
Los dos testigos capturados (11:12)
La cosecha de la tierra (14:14)
La sexta copa, "He aquí yo vengo como ladrón" (16:15)
La destrucción de Babilonia (17:14)
El jinete sobre el caballo blanco (19:11)
Conclusión de Apocalipsis (22:7, 12, 20)
v. 8 - Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor - Alfa y Omega son la primera y la última letras del alfabeto griego; esto debe considerarse como el principio y el fin de la historia. Él es el autor de la historia. Los siete sellos (Ap. 5) tratan del desarrollo del plan de Dios en la historia. Apocalipsis nos muestra que Dios es soberano sobre la historia humana. Que Dios sea a la vez el principio y el fin es particularmente apropiado para este libro. La designación de Alfa y Omega es repetida en 21:6, 22:13. Él vino a la tierra y murió en la cruz (que era), está ahora exaltado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros (que es) y viene de nuevo en poder y gloria para reclamar a los suyos (que ha de venir). En Col. 1:15-20 encontramos que todas las cosas fueron creadas por Él y para Él. Él es el principio de la creación y el primogénito de los muertos, siendo el primero en resucitar de los muertos. Cuando Él vuelva llevará a su consumación esta era presente y los justos resucitarán de los muertos y habrá una nueva era con un cielo nuevo y una tierra nueva.
Escena 1: La Iglesia en el mundo
Uno semejante al Hijo del Hombre (1:9)
Las cartas a las siete iglesias (2:1)
Éfeso (2:1)
Esmirna (2:8)
Pérgamo (2:12)
Tiatira (2:18)
Sardis (3:1)
Filadelfia (3:7)
Laodicea (3:14)
12. Uno Semejante al Hijo del Hombre (1:9-20)
(Ap. 1:9-20) Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. {10} Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, {11} que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. {12} Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, {13} y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. {14} Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; {15} y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. {16} Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. {17} Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; {18} y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. {19} Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. {20} El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
Juan ve al Cristo resucitado en Su gloria y recibe la comisión de escribir a las siete iglesias. Pablo, Isaías, Jeremías y Ezequiel todos tuvieron visiones significativas al comienzo de su ministerio. Se le dice que escriba lo que ha visto, lo que es ahora y lo que tendrá lugar más tarde. También se le da la interpretación de las siete estrellas y los siete candeleros.
v. 9 - Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo - Paciencia es una de las palabras claves en este libro (13:10, 14:12). Implica paciencia bajo la persecución. Juan era un hermano y un copartícipe en la tribulación con los lectores de su carta en la isla de Patmos que pertenecen al reino de Dios. No está escribiendo desde la comodidad del hogar sino como un compañero que sufre; por lo tanto, lo que escribe es práctico y tiene significado. Él sufría en la isla de Patmos porque proclamaba la palabra de Dios y testificaba que Jesús era el Cristo; esto es una repetición de Ap. 1:2. La tribulación en el mundo es parte de la vida del cristiano, como lo enfatizan Jesús (Juan 16:33) y Pablo (Hechos 14:22). Ladd señala que nuestros sufrimientos son "en Jesús" así como Pablo usa la expresión "en Cristo". El uso del simple nombre de Jesús pone la atención a esta vida en la carne. Así como Él venció, nosotros también debemos vencer. La paciencia está en contraste con la represalia (cf. 1 Pedro 2:23).
v. 10 - Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta - Esto está traducido incorrectamente en la mayoría de las versiones como "el día del Señor", una frase que no se usó hasta bien después de la era apostólica. La mayoría de los eruditos creen que Dios estaba escribiendo en el año 95 d.C., hacia el final del reino de Domiciano (81-96). Este emperador romano en particular condujo una persecución terrible de todos los cristianos que se rehusaban a reconocer su "divinidad". En un cierto día de cada año todos los ciudadanos romanos debían ir al santuario local de su ciudad, arrojar un poco de incienso en el altar oficial y declarar, "¡César es Señor!" Este día se conocía como el "día del señor" (Hill). Él estaba también "en el Espíritu" en 4:2, 17:3 y 21:10, lo que podría marcar cuatro grandes divisiones en el libro. Aquí, al principio de la visión, él ve al Cristo resucitado; en 4:2 ve a Dios en su trono; en 17:3 ve una mujer sentada sobre una bestia escarlata; en 21:10 ve la Ciudad Santa, Jerusalén, descendiendo del cielo de Dios.
Fue tomado por el Espíritu a un estado en el que perdió contacto con el tiempo y los sentidos y fue transportado al mundo invisible de realidades espirituales (Wilson). Compare esto con la experiencia de Ezequiel en Ez. 2:2 en el que el Espíritu vino a él y le habló o la experiencia de Pablo en 2 Cor. 12:1 en donde fue arrebatado al cielo. Aquí la trompeta significa escuchar. Las siete trompetas que aparecen más tarde pueden ser consideradas como la voz de Dios al mundo.
v. 11 - que decía: ... Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea - A Juan se le ordenó que escribiera lo que vio. Era una visión lo que vio Juan y él estaba en el espíritu. El mensaje debía ser enviado a las siete iglesias de Asia inicialmente. Siete es el número de la plenitud divina, porque Dios descansó el séptimo día de la creación (Gn. 2:2). Las siete iglesias representan a la iglesia toda de Cristo, así que es para nosotros también, así como las cartas de Pablo a los Efesios, Romanos, Corintios, etc. son también para toda iglesia. El orden de las siete iglesias es geográfico, según una ruta circular.
v. 12 - Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro - Los siete candeleros, se nos dice más adelante, son las siete iglesias (v. 20). Cada candelero tendría una lámpara. La iglesia completa consistiría por lo tanto de los siete candeleros con siete lámparas (ver v. 20). En 4:5 las siete lámparas se vinculan con el Espíritu de Dios. El templo de Salomón tenía diez candeleros de oro puro (1 Reyes 7:49), y en Ap. 11:4 encontramos que "los dos candeleros están de pie delante del Dios de la tierra", donde el número dos representa el testimonio de la iglesia.
v. 13 - y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro - Uno "semejante al Hijo del Hombre" es claramente una referencia a Cristo, y es usado para Cristo de nuevo en 14:14. La expresión "semejante al Hijo del Hombre" es usada por primera vez en Dn. 7:13. Es también la designación de Cristo usada en los evangelios. "Hijo del Hombre" es usado 30 veces en Mateo, 14 en Marcos, 25 en Lucas y 13 en Juan. Note que "Hijo de Dios" es utilizado sólo 8 veces en Mateo, 3 en Marcos, 6 en Lucas y 6 en Juan. Cristo está entre los candeleros, es decir, está "entre" la iglesia. Esto ilustra la intimidad de Cristo con Su iglesia, como lo prometió en la Gran Comisión (Mt. 28:20), "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." El cinto de oro alrededor de su cintura indica fidelidad (Is. 11:5). El sacerdocio también usaba cintos (Ex. 28:4, 39:29) y un profeta podía estar vestido así (Zac. 3:4). En 19:13 Él está vestido con una ropa teñida de sangre, y en 19:16 sobre su ropa tiene escrito el nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores. En Dn. 10:5, Daniel vio un hombre vestido de lino, con un cinto del oro más puro alrededor de su cintura.
v. 14 - Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve - Esto habla de edad, sagacidad y sabiduría, como la del juez que usa una peluca para indicar estas características. Ver la descripción de Daniel del Anciano de días cuyo cabello era blanco como lana (Dn. 7:9). En esta descripción de Cristo, el cabello blanco usado por Daniel para Dios enfatiza su divinidad (xxxx).
v. 14 - sus ojos como llama de fuego - Es decir que ve todo con una claridad penetrante y juzga lo que ve de acuerdo con su santidad. Alaba lo bueno y corrige lo que está mal. Aparece nuevamente con ojos como llama de fuego en la carta a Tiatira, en la que está identificado claramente como el Hijo de Dios (2:18). Esta descripción se repite en 19:12 cuando aparece como el jinete sobre el caballo blanco, y en Daniel 10:6 encontramos que tiene ojos como antorchas de fuego. En 5:6 tiene siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra (ver 2 Crónicas 16:9, "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él" y Zac. 4:10, "Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra"). Nuestro Señor ve todo lo referente a las siete iglesia. Él es plenamente consciente de su condición como se indica en la frase "Yo conozco tus obras" que se usa en la mayoría de las siete cartas.
v. 15 - y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas - Sus pies son de bronce, lo cual indica fortaleza y estabilidad (ver Dn 10:6 donde sus brazos y piernas son del color del bronce bruñido. Su voz es como el estruendo de muchas aguas (ver también Ez. 1:24, 43:2 en donde su voz es como el sonido de muchas aguas. Parte de la auto introducción que usa aquí es usada también en la introducción a la iglesia en Tiatira (2:18).
v. 16 - Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza - Las siete estrellas que tenía en su mano derecha son los ángeles de las siete iglesias (v. 20) a quienes están dirigidas las siete cartas (2:1, etc.). Las siete estrellas que Cristo tiene también son mencionadas en la carta a la iglesia en Éfeso (2:1) y en la carta a Sardis (3:1). "Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza" nos recuerda al Cristo transfigurado (Mt. 17:2). Pablo también experimentó al Cristo resucitado como una luz brillante (Hechos 22:6). No puede haber dudas de que esto se refiere al Cristo resucitado en toda su gloria. Compare con la descripción de Dios en 1 Tim. 6:16 "que habita en luz inaccesible".
v. 16 - de su boca salía una espada aguda de dos filos - Isaías dice "puso mi boca como espada aguda". Una espada de dos filos (rhomphia) es una referencia a la palabra de Dios (ver Heb. 4:12). Compare la descripción dada aquí con la del jinete sobre el caballo blanco en Ap. 19:15, 21: de su boca salía una espada aguda (rhomphia) para juzgar al mundo. En 2:12 es descrito como aquél que tiene la espada aguda de dos filos (rhomphia) y en 2:16 luchará contra aquellos en la iglesia de Pérgamo que no se arrepienten con la espada de dos filos (rhomphia). Compare con Is. 11:4 "Herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío". Esta espada tiene que ver con el juicio, de la iglesia y del mundo.
v. 17 - Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último - Cuando Juan lo vio, vio la gloria de Cristo y cayó a sus pies por la indignidad de su humanidad. Esto le ocurrió tres veces a Daniel cuando vio un ángel poderoso; tuvo que ser fortalecido porque estaba tan sobrecogido por lo que había visto (Dn. 8:18, 10:9, 10:18). Jesús coloca su mano derecha sobre Juan para consolarlo y fortalecerlo. Jesús usa la frase "no temas" después de su resurrección (Mt. 28:10). La frase "yo soy el primero y le último" es un título divino citado de Is. 44:6, 48:12. El Cristo es el primero y el último. Esta descripción es usada en la introducción a la carta a la iglesia en Esmirna. En 21:6 es descrito como el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Esto se repite en 22:13; de nuevo, enfatiza su divinidad.
v. 18 - y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades - Esta es una clara referencia a su vida, muerte y resurrección y enfatiza que Cristo está vivo por siempre y siempre. Habiendo muerto y resucitado de la muerte, y habiendo visitado el Hades, la morada de los muertos (1 Pedro 3:18), tiene autoridad sobre ambos (xxxx). Tiene autoridad sobre el libro de la vida que determina el destino de cada hombre (3:5). La designación de "el primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió" es usado por Cristo para introducir su carta a la iglesia de Esmirna. Su relevancia particular para ellos era que estaban a punto de pasar por un período de persecución y aun martirio (2:8). Enfatiza que así como Cristo vivió, murió y resucitó de nuevo, así nosotros si morimos resucitaremos de nuevo cuando Él venga; porque Él vive, nosotros viviremos (Juan 14:19) y Él nos levantará en el día final (Juan 6:40).
v. 19 - Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas - Jesús es el Principio y el Fin y por lo tanto está calificado en forma suprema para decirle a Juan lo que ocurrirá más adelante ya que sabe cómo será el final (xxxx). Juan fue ordenado por lo tanto por Cristo para que escriba. El autor de este libro es Cristo; Juan es el escriba. Se le dice que escriba lo que ha visto, lo que es ahora y lo que tendrá lugar más adelante. Esto nos ofrece otra pista para la interpretación de Apocalipsis: el Apocalipsis le muestra la visión anterior de Cristo (lo que has visto), el presente, es decir las cartas a las siete iglesias (las que son) y el futuro (las que han de ser después de estas). No es específicamente el futuro distante aunque incluye los eventos de los últimos tiempos. Ap. 4:1 presenta el futuro y marca una división importante en el libro. Las cartas individuales a las siete iglesias son "lo que es".
v. 20 - El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias - Cristo ahora desvela el misterio de las siete estrellas y siete candeleros como lo prometió en el primer versículo de Apocalipsis. Dios es un revelador de misterios a sus siervos (Dn. 2:29, 2:47) y no hace nada sin revelar su plan a sus siervos los profetas (Amós 3:7). Esta es la primera ilustración de auto interpretación en Apocalipsis; es decir, los siete candeleros son simbólicos de las siete iglesias. Cristo nos muestra que el Apocalipsis es un libro simbólico y por lo tanto debemos interpretar los símbolos a fin de entender su mensaje. Jesús nos da las llaves para interpretar el libro al interpretar estos símbolos aquí. Jesús es la única luz (lámpara) en la oscuridad del mundo y la iglesia lleva esta luz ante el mundo y es por lo tanto un candelero (comparar con Mt. 5:15 en donde una lámpara es colocada en un candelero). Debemos notar que la iglesia es un candelero (gr. luchnia) y no la lámpara (gr. luchnos). La lámpara es el Espíritu Santo (ver 4-5) y Jesús (21:33). La iglesia es un recipiente para la lámpara y el Espíritu Santo mora en ella. La misma idea se expresa en los dos testigos en los que el Espíritu Santo es el aceite (11:4). También encontramos que el Cordero es la Lámpara de la Nueva Jerusalén (ver 21:23 y 22:5, ver nota sobre 21:23). Somos vasijas de barro; la gloria incomparable que tenemos es Cristo (2 Cor. 4:6-7). En Mateo 5:14 Jesús dice "vosotros sois la luz (gr. phos) del mundo" a sus discípulos, queriendo decir que estaban testificando de Jesús. La iglesia es el cuerpo de Cristo sobre la tierra, sus manos, su voz, etc. Los candeleros están hechos de oro, lo que indica la preciosidad de la iglesia a los ojos de Dios; la nueva Jerusalén también está hecha de oro. Al verlo a Cristo en su gloria de resucitado así debemos reflejarla y mostrarla al mundo. Su gloria ya está descrita en 1:16 (ver 2 Cor. 3:18). En 4:5 encontramos siete lámparas de fuego ante el trono de Dios, que son los siete espíritus de Dios. Por lo tanto, el símbolo de la iglesia como candelero es también la de una iglesia habitada por el Espíritu Santo (las siete lámparas de los candeleros). Juan tal vez tenía en mente un candelero con siete lámparas que se usaba para la iluminación del Lugar Santo (Ex. 25:31-40, Núm. 8:2), indicando la iglesia toda. Compare también los dos candeleros en 11:4 que son también los dos olivos que indican a la iglesia en su testimonio al mundo, en el poder del Espíritu Santo (cf. Zac. 4:1 ff.). El símbolo de la iglesia como un candelero es adecuada porque su deber es llevar la luz al mundo, para mostrar a Jesús. Vemos en esto la descripción de los dos testigos que reciben poder del Espíritu Santo para testificar con poder al mundo (11:4). El testimonio de la iglesia en la vida y la muerte de sus miembros es un tema que corre a lo largo del libro (2:13, 6:9, 12:11, 12:17, 19:10, 20:4).
Cristo interpreta las siete estrella en su mano derecha como los ángeles de las siete iglesias, lo cual es tan enigmático como las siete estrellas. La quinta trompeta nos muestra una estrella que ha caído del cielo a la tierra y es casi con seguridad Satanás (9:1). En 12:4 la cola del dragón barrió un tercio de las estrellas del cielo y los arrojó a la tierra. Esta es probablemente una referencia a los ángeles que cayeron con Satanás. Las cartas a las siete iglesias están dirigidas, cada una de ellas, al ángel de esa iglesia. Note que ángel (gr. angelos) significa mensajero. Ex. 23:20-23 se refiere a un ángel que iba a guardar a los israelitas cuando atravesaban el desierto, para guiarlos a la tierra a la que Dios los estaba llevando. Daniel se refiere al príncipe del reino de Persia, sin duda un ángel malo, que resistió al ángel que vino a traerle a Daniel un mensaje. Fue ayudado por Miguel quien es el gran príncipe que protege al pueblo de Daniel (Dn. 10:13, 21, 12:1). Miguel probablemente sea el arcángel Miguel al que se refiere Judas 1:9 y Ap. 1:7. Se nos dice que los niños creyentes tienen ángeles en el cielo que siempre contemplan el rostro de Dios (Mt. 18:10). En Apocalipsis encontramos el ángel del abismo (9:11), el ángel encargado del fuego (14:18) y el ángel encargado de las aguas (16:5). Por lo tanto, es bastante posible que cada iglesia tiene su propio ángel.
Una solución alternativa se da en Mal. 2:7 en donde un sacerdote que da instrucciones es un mensajero del Señor Todopoderoso; un ángel es un mensajero. Ver también Dn. 12:3 en donde aquellos que conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas por siempre y en Judas 1:13 los falsos maestros son llamados "estrellas errantes". El hecho que las cartas son escritas al ángel de la iglesia implica que el ángel es la autoridad sobre la iglesia, así que el líder de la iglesia es la interpretación más significativo. Ramsey arguye que los ángeles representan la autoridad delegada de Cristo sobre las iglesias. Él tiene las siete estrellas en su mano derecha, representando el asiento del poder. Son parte de la descripción de Cristo mismo. Thomas postula el punto de vista más plausible, que los ángeles son mensajeros humanos que son representativos de la iglesia y no poseen ninguna función de liderazgo única, citando como evidencia a Epafrodito y Epafras, que representaban a las iglesias de Filipos y Colosas y fueron a Roma para ofrecer ayuda al prisionero Pablo cuando estaba bajo arresto domiciliario (Fil. 2:25, 4:18, Col. 4:12). La palabra griega angelos es usada bastante frecuentemente para referirse a mensajeros humanos (por ejemplo, Mt 1:10, Lucas 7:24, 9:52, Santiago 2:25). Thomas dice que la explicación de Cristo de las estrellas le informó a Juan que representaban siete visitantes a Patmos, ya sea presentes o a punto de llegar, hombres que vienen para ayudar a Juan pero que volverán a su casa con una misión específica a las iglesias que los enviaron. Serán los portadores de un mensaje a su propia ciudad como parte de un paquete más grande con todos los contenidos de Apocalipsis.
Introducción a las cartas a las siete iglesias:
Las cartas a las siete iglesias son una unidad distinta de siete dentro del libro de Apocalipsis. Otras unidades de siete son los siete sellos, las siete trompetas y las siete copas de la ira de Dios. Debido a que el número siete denota plenitud divina, como un todo las siete cartas forman una unidad que tienen un mensaje a la iglesia universal. Hay más de siete iglesias en Asia. Por ejemplo, Colosas ha sido omitida. En 1:11 a Juan se le ordena: "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea." En v. 13 vemos a Cristo entre los candeleros, es decir las siete iglesias, y en las cartas averiguamos lo que Él observó mientras caminaba en medio de las siete iglesias (2:1). Nuestro Señor es uno que camina en medio de las iglesias y ve sus obras, tanto buenas como malas. Las siete iglesias representan las diferentes imperfecciones que es posible encontrar en iglesias individuales en diferentes localidades y en diferentes tiempos. Las iglesias nos dan un modelo contra el cual podemos medir nuestra iglesia a fin de ver sus debilidades y fortalezas. Nos da también su remedio para nuestras deficiencias.
En esta sección preliminar Dios está juzgando a Su iglesia a fin de purificarla del pecado que tiene adentro para que pueda soportar la persecución venidera y también para que no sea condenada junto con el mundo (1 Cor. 11:32). Ver la advertencia en Ap. 18:4 para que salga de Babilonia para no compartir sus pecados y su juicio. Este juicio está descrita más tarde en las secciones de las siete trompetas, las siete copas, el juicio de la prostituta y el día del juicio. A Pérgamo se le advierte sobre la enseñanza de Balaam referente a la idolatría y la inmoralidad, y a Tiatira se le advierte sobre el falso profeta Jezabel que engaña a la iglesia hacia la idolatría y la inmoralidad. Laodicea cree que es rica pero es en realidad pobre, pero encontramos que aquellos a quienes el Señor ama, los reprende y disciplina. Aquí Dios advierte a la iglesia porque el mundo está infiltrando a la iglesia, pero más tarde las siete trompetas son advertencias al mundo para que se arrepienta de su idolatría y sus resultados, lo que incluye la inmoralidad sexual. La prostituta Babilonia que seduce a la gente del mundo es destruida ella misma por el fuego.
Esmirna y Filadelfia están ambas afligidas por falsos judíos que las calumnian. Más tarde encontramos los 144.000 que son sellados por Dios para protegerlos de las siete trompetas. Estos son los verdaderos judíos, el Israel de Dios, los que vemos más adelante como una gran multitud. A Esmirna se le advierte que se aproxima un período de prueba satánica y que deben ser fieles hasta la muerte, y en 12:17 encontramos a Satanás haciendo guerra contra los santos. En cap. 13 encontramos que la bestia del mar hace guerra contra los santos y los vence. Encontramos que aquellos que no quisieron adorar a la bestia son muertos, y sin embargo en 15:2 están aquellos que han sido victoriosos sobre la bestia, su imagen y su nombre.
Éfeso era sana en doctrina y perseveró bajo la adversidad. Ni el mundo ni la persecución eran el problema. Sin embargo, habían perdido su primer amor por Cristo y entre sí, y por lo tanto se habían convertido casi sub-cristianos. Juan, como lo pone en claro su primera carta, considera al amor como la respuesta esencial al amor de Dios: "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero" (1 Juan 4:19); "El que ama a Dios, ame también a su hermano" (1 Juan 4:21). Uno de los rasgos del testimonio de la iglesia era que sus miembros se aman unos a otros (Juan 13:34-35). No es una opción; es un mandamiento. La contrapartida de Dios al odio del mundo debe ser el amor de los cristianos entre sí. La iglesia de Sardis estaba al borde de la muerte y difícilmente estaba en una posición de soportar el ataque del mundo y sus valores. En forma similar la iglesia de Laodicea estaba en peligro de recibir los valores del mundo.
En v. 1:19 le ordena a Juan: "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas". Las cartas a las siete iglesias forman una unidad referida a "las que son" y el resto de Apocalipsis trata con "las que han de ser después de estas."
Las cartas siguen un patrón de siete partes
- Un saludo al ángel de la iglesia
- Una referencia a la auto-designación de Cristo de Ap. 1:12-19. Esto tiene alguna aplicación a la carta a la iglesia
- Un elogio: "yo conozco tus obras..." (excepto en el caso de Laodicea y Pérgamo)
- Una reprimenda, si corresponde (excepto en el caso de Esmirna y Filadelfia)
- Una invitación a arrepentirse o una advertencia
- Un llamado a oír. La frase "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias"
- Una promesa. La frase "Al que venciere" seguido por una referencia a una recompensa mencionada más adelante en Apocalipsis
El Dr. A. T. Pierson (citado por Lang) señaló que estas promesas al final de cada carta siguen un orden histórico. El árbol de la vida se refiere atrás hacia el Edén; la segunda muerte, a la caída; el maná escondido al maná del desierto; la piedra blanca, las piedras grabadas sobre el hombro y la pechera del Sumo Sacerdote; la vara de hierro, a Moisés sosteniendo la vara de Dios para derrotar a Amalec (Ex. 17:8); la vestidura blanca, a la vestidura de los sacerdotes; el pilar en el templo, a los del templo de Salomón; y sentarse en el trono, al reino de Salomón en gloria y paz.
Lang destaca que hay tres aspectos bajo los cuales estas cartas pueden ser consideradas:
- Como una descripción del Señor del estado de las siete iglesias de creyentes que existían entonces (preterista)
- Como un adelanto profético de la era cristiana que comenzó entonces y concluirá con la venida del Señor (historicista)
- Una revelación de las características morales de la iglesias que se encuentran siempre a lo largo de la era (idealista)
El primero (i) es obvio pero éstas fueron escogidas de todas las iglesias que existían entonces porque revelan los estados de cada iglesia en todas las edades. El número siete, el número de la plenitud, lo sugiere.
La segunda (ii) es una creencia sostenida ampliamente, que estas siete iglesias, en el orden usado, prefiguran un desarrollo progresivo de la iglesia a lo largo de la historia de la iglesia.
a. la primera carta revela el comienzo de la declinación al decrecer el primer amor, y la última (Laodicea) muestra el resultado final de esto en el rechazo de parte del Señor.
b. El significado del nombre de cada iglesia se corresponde con el rasgo histórico de la etapa asignada a cada una
c. La historia de la era cristiana de hecho ha seguido las etapas así delineadas oscuramente por adelantado
Trench ha dado un resumen de la historia de esta interpretación y da estas razones en contra:
- Las cartas mismas no contienen ningún indicio de un sentido de período profético
- La era apostólica, post-apostólica y aún la era sub-apostólica siguiente no conocen este esquema
- Los que apoyan esta interpretación difieren mucho entre sí en su distribución de los períodos, y da ejemplos de esta divergencia
- No hay una correspondencia verdaderamente precisa de las cartas con los períodos
Uno de los temas que corre a lo largo de las cartas son las promesas de recompensas para aquellos que vencieren. Claramente Jesús es el modelo de uno que venció (3:21). En la primera carta de Juan leemos de aquellos jóvenes dentro de los cuales vive la palabra de Dios y que han vencido al maligno (1 Juan 2:14); aquellos que vencieron al anticristo porque Jesús dentro de ellos es mayor que Satanás (1 Juan 4:4); aquellos que vencieron al mundo por fe (1 Juan 5:4). ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios (1 Juan 5:5). En Juan 16:33 Jesús les dice a sus discípulos que en el mundo ellos tendrían aflicción pero que no temieran porque él ha vencido al mundo.
Las recompensas para aquellos que venzan involucran una parte de Cristo mismo:
- Comerán del libro de la vida regado por el río de la vida cuya fuente es Cristo (2:7)
- Recibirán el maná oculto, que es Cristo, el verdadero pan que desciende del cielo (2:17)
- Compartirán la autoridad de Cristo sobre las naciones (2:26)
- Caminarán con Cristo vestidos de blanco (3:4)
- Escribiré en él mi nuevo nombre (3:12)
- Se sentará con Cristo sobre su trono (3:21)
Las cartas a las siete iglesias son parte integral del libro porque se refieren a la visión de Cristo y la Nueva Jerusalén al final del libro. En las cartas Él prepara y purifica la iglesia para que pueda soportar los ataques próximos sobre ella por parte de sus enemigos: Satanás, la bestia, el falso profeta, el mundo y su seducción que están descritas en el resto del libro.
Resumen de la condición de las iglesias:
i. Elogiadas con nada en contra:
Esmirna: Pobre materialmente pero rica espiritualmente, soportando aflicción, calumniada y perseguida.
Filadelfia: Puerta abierta, poca fuerza, mantuvo su palabra, no había negado su nombre, soportó con paciencia.
ii. Elogiadas pero con cosa en contra:
Éfeso: Trabajo duro, perseverancia, no se cansó, no puede tolerar hombres malvados, pero había perdido su amor
Pérgamo: Vive donde Satanás tiene su trono, Antipas fue martirizado, se mantiene fiel a su nombre pero, no renunció a su fe, pero algunos siguen la enseñanza de Balaam
Tiatira: Tiene amor y fe que crecen, pero tolera la falsa enseñanza de Jezabel
iii. Sin nada para elogiar:
Sardis: Reputación de estar viva, pero espiritualmente muerta. ¡A despertarse!.
Laodicea: Tibia, materialmente rica pero espiritualmente pobre, ciega y desnuda. A punto de ser vomitada
Ramsey destaca que las descripciones de las iglesias con todas sus imperfecciones sirven para definir los límites dentro de los cuales la iglesia puede existir, pero sin embargo todas son parte de la iglesia de Cristo a pesar de sus imperfecciones.
13.1 Éfeso (2:1-7)
(Ap. 2:1) Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: {2} Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; {3} y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. {4} Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. {5} Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. {6} Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. {7} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Frase clave: Has dejado tu primer amor
Hay mucha información en la Biblia sobre la iglesia en Éfeso. La iglesia en Éfeso fue fundada por Pablo donde razonó con los judíos. Él dejó a Priscila y Aquila aquí (Hechos 18:19). Pablo volvió a Éfeso y encontró a algunos discípulos que no habían recibido el Espíritu Santo; sólo habían sido bautizados en el bautismo de Juan. Cuando fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús el Espíritu Santo vino sobre ellos (Hechos 19:1-7). Pablo habló en la sinagoga por tres meses (Hechos 19:8) y luego en la escuela de Tirano durante 2 años (Hechos 19:9-10). Luego hubo un alboroto sobre la diosa de fertilidad Artemisa que les traía a los efesios riqueza a través de la fabricación de imágenes de plata de ella (Hechos 19:23). Tenían miedo de que, como resultado de la predicación de Pablo, ellos pudieran perder el negocio. Pablo dejó a Timoteo en Éfeso (1 Tim. 1:3). Le dijo adiós a los ancianos de Éfeso en Mileto antes de ir a Jerusalén (Hechos 20:17-38) donde les advirtió acerca de los lobos rapaces que entrarían en medio de ellos (Hechos 20:29).
También les escribió a los efesios una larga carta de donde surge que era una iglesia madura. Se piensa también que el apóstol Juan y María, la madre de Jesús, se establecieron en Éfeso. Unos dos siglos y medio después que Pablo hubiera predicado en Éfeso, el ayuntamiento fue convertido en una iglesia y utilizado más adelante para el Concilio de Éfeso que en 431 d.C. aceptó formalmente la enseñanza de que Jesús era a la vez plenamente humano y plenamente divino (Hill).
Éfeso era la ciudad más importante de la Asia proconsular. Situada en la boca del río Cayster en un golfo del Mar Egeo, floreció como un importante centro comercial y de exportación para Asia. Para el tiempo del Nuevo Testamento había crecido hasta tener al menos 250.000 personas (Mounce)
v. 1 - Escribe al ángel de la iglesia en Efeso - Probablemente el ángel de la iglesia significa al espíritu de la iglesia, es decir simbolizando a las iglesias. También podría significar un ángel guardián o un anciano. Debemos notar aquí que es Jesús mismo el que está dictando las cartas a las siete iglesias; Juan es el amanuense. Así como con el Apocalipsis mismo (ver 1:1) las cartas reclaman una autoría divina directa más que la inspiración divina de un escritor humano. Es apropiado que la última carta a la iglesia que la sostendría a través de las pruebas y la tribulación a lo largo de los siglos venideros venga con la autoridad más alta. Es la propia evaluación de Cristo y su descripción de la condición de las iglesias, junto con Su remedio para cualquier defecto.
v. 1 - El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: - Esta es una repetición de su auto-designación de 1:13 y 1:16. Una referencia a su auto-designación es repetida para cada una de las siete iglesias. Él sostiene las siete estrellas en su diestra. Las siete estrellas son los siete ángeles de la iglesia y esto probablemente signifique que Él determina el destino de las iglesias. Él anda en medio de las siete iglesias y por lo tanto las conoce íntimamente.
v. 2 - Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y perseverancia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos - "Yo conozco tus obras" va con un elogio, común a todas las iglesias excepto Esmirna (Conozco tu tribulación y tu pobreza) y Pérgamo (Conozco dónde moras, donde está el trono de Satanás). Jesús es quien conoce nuestra condición porque Él camina entre los siete candeleros. Ellos tenían arduo trabajo (kopos) y perseverancia. Pablo felicitó a los tesalonicenses por la obra de su fe, el trabajo (kopos) de su amor (agapao) y su constancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo (1 Tes. 1:3). La iglesia en Tiatira es felicitada por su amor, su fe, su servicio y su paciencia (2:19). Habían hecho caso de la advertencia de Pablo cuando dejó a los ancianos que falsos profetas surgirían en medio de ellos (Hechos 20:28, 2 Cor. 11:12). Estos hombres serían como lobos rapaces en una manada de ovejas; distorsionarían la verdad para atraer hacia sí a los discípulos. Pablo les advirtió que estuvieran en guardia contra tales falsos profetas. Los efesios habían probado la doctrina y las vidas de estos hombres y habían encontrado que eran falsas. Jesús nos dice que reconoceríamos a los profetas por su fruto, es decir sus vidas y los resultados de su doctrina. En 1 Tes. 5:21 dice que debemos probar todo y retener lo bueno; en 1 Cor. 14:29 cuando dos o tres profetas hablan los otros deben pesar cuidadosamente lo que se dice. 1 Juan 4:1 nos advierte que probemos los espíritus para ver si son de Dios. 2 Pedro 2 y Judas dan descripciones de estas personas: introducen herejías destructivas, explotan a la gente con historias que han fabricado, tienen modos vergonzosos, siguen sus propios caminos pecaminosos y desprecian la autoridad, son osados y arrogantes. Cambian la gracia de Dios por un licencia para la inmoralidad. Estos hombres son quejosos y buscadores de faltas; siguen sus propios malos deseos; hacen alarde de sí mismos y adulan a otros para su propio beneficio. Particularmente son ambiciosos del dinero.
v. 3 - y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre - Un elogio, y repite nuevamente el versículo anterior; han soportado por su nombre aunque no por amor sino por deber. Compare "sufrido" (kopiao) con "arduo trabajo" (kopos) en v. 2. En griego, kopiao es un derivado de kopos.
v. 4 - Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor - Reprimenda: tenían obras pero no el amor entre ellos y por Jesús como al principio. La palabra usada para amor es agape, una forma más fuerte que phileo, que es amor fraternal. Agape caracteriza más que nada el amor que Cristo tiene por nosotros, un amor profundamente comprometido y que depende más de la naturaleza del dador que del atractivo del que es amado (cf. eros, el amor entre amantes). Debemos amarnos unos a otros como Cristo nos amó a nosotros (Juan 13:34); amor agape y no sólo amor fraternal. Es probable que hubieran perdido su amor inicial por Cristo, lo cual daba como resultado la falta de amor entre sí. Esta es la gran prueba para los santos, si se aman entre sí (1 Cor. 13:3, Juan 13:35). El probar a cada uno para ver si eran falsos apóstoles o hermanos había creado una atmósfera de falta de confianza en la que el amor no podía crecer (Mounce).
v. 5 - Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras - Jesús da ahora tres pasos para la recuperación:
- Recuerda tu condición primera (deténte y recuerda tu amor en el pasado, date cuenta de tu posición actual y compárala con cómo solías ser)
- Arrepiéntete (cambia tu dirección, deja de hacer lo negativo)
- Haz las cosas que hacías al principio (haz lo positivo; el arrepentimiento no es sólo alejarse del mal sino también hacer el bien)
El arrepentimiento no involucra sólo dejar de hacer cosas malas sino aprender a hacer las cosas buenas (Is. 1:16-17). Debemos producir fruto de acuerdo con el arrepentimiento (Mt. 3:8). "Haz las primeras obras" - su amor debía ser práctico (1 Juan 3:16-18), Stg. 2:14-17). La cosa positiva es amarse cada uno como Cristo nos amó (Juan 13:34-35, Rom. 13:8, 1 Pedro 1:22, 1 Juan 3:11 ff.). Una inspección del término "unos a otros" en el NT indica que en la práctica esto significa: estar de acuerdo unos con otros, perdonarse unos a otros como Dios nos perdonó a nosotros; ser pacientes unos con otros; alentarse unos a otros; alentarse unos a otros hacia el amor y las buenas obras; no juzgarse ni calumniarse unos a otros; ofrecerse hospitalidad unos a otros.
v. 5 - si no [te arrepientes] vendré pronto a ti, y te quitaré tu candelero de su lugar - Advertencia que la iglesia morirá si no se arrepiente. No hay iglesia en Éfeso hoy.
v. 6 - Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco - Un elogio. Nicolaítas: seguidores de Nicolás de Antioquía. No se conoce mucho de él fuera del libro mismo (ver también Ap. 2:15). Los nicolaítas y "los que retienen la doctrina de Balaam" (2:14) y los seguidores de la mujer Jezabel (2:20) representan el mismo grupo de herejes. Hay un juego de palabras acá porque el nombre Nicolaus puede derivarse de dos palabras griegas, nikan (conquistar) y laos (pueblo). Balaam puede derivarse de dos palabras hebreas, bela (conquistar) y ha'am (pueblo). Los dos nombres, entonces, son los mismos y ambos pueden describir un maestro malvado que ha ganado una victoria sobre la gente y la ha subyugado a la herejía venenosa (Barclay). Así como Satanás usa la bestia para conquistar (nikao) a los santos desde afuera (11:7, 13:7) así él usa a los falsos profetas para conquistar a la iglesia desde adentro (ver también la referencia a los nicolaítas en la carta a Pérgamo, 2:15). Es probable que tomaban una visión más relajada de la sociedad pagana que Jesucristo, permitiendo que se comiera la comida ofrecida a los ídolos y la inmoralidad sexual (2:14 y 2:20); transigían con el mundo.
v. 7 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia - Un desafío personal para los miembros de las iglesias y una invitación general a los individuos que oyen las palabras de este libro, para que guarden el mensaje (Ap. 1:3, Mt. 13:15-16). Una frase similar es usada por Jesús en los evangelios (Mt. 11:15, Mr. 4:9, Lc. 8:8). La frase "el que tiene oído" es repetida en Ap. 13:9. Note que es lo que el Espíritu le dice a las iglesias; este mensaje es para nosotros hoy. Este libro tiene varios autores: Dios, Jesucristo, Juan y aquí, el Espíritu (ver 1:1-2,11). El libro debe ser interpretado espiritualmente. Debemos discernir lo que el Espíritu le está diciendo a las iglesias. Para la participación del Espíritu en el libro, ver también 1:4, 3:1, 4:2, 4:5, 5:6, 14:13, 17:3, 21:10, 22:17
v. 7 - Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios - Una vez más este es un desafío personal más que corporativo. En la carta a cada iglesia hay una promesa para el que vence, significando el que conquista (Rom. 8:37). De los contenidos de esta carta, la persona que vence es la que se arrepiente de su falta de amor y encuentra de nuevo su primer amor. Las cartas a las siete iglesias armonizan mucho con el resto del libro. Las promesas a los que vencen siempre se refieren en las siete cartas a algo que se menciona más adelante en el libro. Por ejemplo, el árbol de la vida (22:2). En 22:14 los que lavan sus ropas tienen derecho al libro de la vida y a entrar en la ciudad. Y en 22:19 si alguno quita palabras del Apocalipsis Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa. El paraíso de Dios también se menciona en Lc. 23:43, 2 Cor. 12:2. En 22:2 el árbol de la vida está a cada lado del río de vida que fluye del trono de Dios y el Cordero, por el medio de la gran calle de la ciudad que es la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén es, por tanto, el paraíso de Dios. El árbol de vida toma su agua del río de vida cuya fuente es Cristo. El fruto del árbol de vida confiere vida eterna a aquellos que la comen (Gn. 3:22).
Las recompensas son parte de los propósitos de Dios para motivar a su pueblo, y en Apocalipsis vemos las recompensas para los vencedores y las recompensas para los cobardes: una, conduce a la vida eterna; la otra, a la muerte segunda. Lang comenta que Éfeso había trabajo y había tenido paciencia y, en cuanto al cuerpo de sus labores, sus esfuerzos externos, no se habían cansado. Pero la vida interior había sentido la presión; en el afecto del corazón para con Cristo habían flaqueado y caído. La vida interior necesitaba renovación. Aquél que se arrepentía y encontraba nuevamente este amor interno vigorizante para con Cristo venciendo personalmente la derrota general, debía ser bendecido consecuentemente en el día de la recompensa - debería hallar una fuerza y una satisfacción permanente en el fruto del árbol de la vida (Lang).
13. 2 Esmirna (2:8-11)
(Ap. 2:8) Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: {9} Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. {10} No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. {11} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Frase clave: Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Esmirna es hoy la ciudad de Izmir. Queda a unos 55 km. al norte de Éfeso sobre la costa egea de Turquía y tiene un puerto excelente. Tenía una fuerte alianza con Roma y en 195 a.C. se convirtió en la primera ciudad del mundo antiguo en edificar un templo en honor a Dea Roma. Más tarde, en 23 a.C., Esmirna consiguió permiso para construir un templo al emperador Tiberio. La fuerte alianza con Roma más una población judía grande, que era activamente hostil a los cristianos, hicieron que fuera excepcionalmente difícil vivir como cristiano en Esmirna. El martirio más famoso de los primeros padres de la iglesia fue el del anciano Policarpo, el "decimosegundo mártir de Esmirna" quien, al rehusarse a reconocer a César como Señor, fue colocado sobre una pira para ser quemado (Mounce). Hay todavía una iglesia activa en la ciudad hoy.
v. 8 - Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice - Esta es una repetición de su auto-designación (Ap. 1:17-18). Él es la primera y la última palabra en la historia y por lo tanto es soberano sobre lo que está en el medio (xxxx). Por Él el mundo fue creado y la historia humana terminará cuando Él venga de nuevo. Él murió y resucitó y, por lo tanto, ha conquistado a la muerte. Es el primogénito de muchos hermanos. Esto debería ser un consuelo para aquellos que están en Esmirna que están a punto de ser perseguidos y algunos que van a morir.
v. 9 - Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico) - A las otras iglesias (excepto Pérgamo) Cristo dice, "Yo conozco tus obras" pero aquí dice "Conozco tu tribulación y pobreza - aunque eres rico" (Biblia de Jerusalén) o "Yo conozco tus sufrimientos y tu pobreza, aunque en realidad eres rico (Versión Popular). Eran físicamente pobres pero espiritualmente ricos. Contraste esto con los de Laodicea que pensaban que eran ricos pero eran pobres (3:17, Stg. 2:5). Físicamente, la iglesia de Esmirna sufría de la persecución de los judíos y eran pobres. Tenían pocos lujos y posesiones, pero espiritualmente eran ricos a los ojos de Jesús. Jesús ve su aflicción, la conoce. Esto debe ser un consuelo para esta iglesia perseguida.
v. 9 - [Conozco] la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás - De nuevo dice, "Conozco la blasfemia..." ("Sé lo mal que hablan de ti", VP, "Conozco... las calumnias", BJ). Él ve su situación, es consciente de ella. De nuevo, esto debería traer consuelo a esta iglesia. Estos judíos siguen a Satanás al calumniar al pueblo de Dios. La palabra "satán" significa acusador (12:10), pero Diablo significa calumniador. Detrás de estos judíos está Satanás. Es él, no Abraham, su padre espiritual (Jn. 8:44, Wilcock). Calumniar, es decir mentir para ennegrecer el carácter de las personas, es una de las armas de Satanás contra la iglesia. Ver el río de mentiras (12:15). Nuevamente, en la carta a Filadelfia hay una referencia a aquellos que dicen ser judíos pero son mentirosos; son en realidad una sinagoga de Satanás (3:9). Ver también otros ejemplos de antagonismo judío en Hechos 13:45, 14:2, 17:5, 18:6, 25:7. Pablo define al verdadero judío no como uno circuncidado físicamente sino uno circuncidado en el corazón por el Espíritu (Rom. 2:29) y que cree en Dios así como Abraham creó en Dios (Gal. 3:6-7).
v. 10 - No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida - Aquí encontramos la primera advertencia de Juan referente a la persecución de la Iglesia; la segunda aparece en la carta a la iglesia de Pérgamo. Primero Cristo los aconseja para que no tengan temor de lo que están por sufrir. Cristo, al decirles de antemano, está indicando que, como Dios omnisciente, es parte de Su plan y está bajo Su control. En Juan 16:33 Jesús les dice a sus discípulos que en el mundo tendrán tribulación pero que tomen coraje porque Él ha vencido al mundo (cf. 3:21, 5:5). En Lucas 12:4 Jesús nos advierte que no temamos al hombre que puede matar al cuerpo pero nada más, sino que deberíamos temer a Dios quien, cuando el cuerpo está muerto, puede echarnos al infierno. 1 Pedro 3:13-18 nos dice que no temamos si sufrimos por hacer el bien; tenemos el ejemplo de Jesús quien murió por hacer el bien pero fue resucitado de nuevo (cf. 1 Pedro 2:19-25, Is. 51:7-8). Diez días es un período limitado pero completo conocido por Dios. Note que Daniel pidió ser probado por diez días para ver si todavía tendría buena apariencia con una dieta de vegetales (Dn. 1:12). El diablo pondrá a algunos en la cárcel para probarlos; no el diablo mismo, sino utilizando a sus súbditos humanos así como usa la bestia para hacer guerra contra los siervos de Dios más adelante (11:7, 13:7). El Señor los alienta para que sean fieles al poner énfasis en la recompensa que traerá, como hizo en Mt. 5:10-12 en donde aquellos que son perseguidos por causa de Él tendrán una gran recompensa en el cielo. Hubo, de hecho, diez períodos de persecución en el tiempo del Imperio Romano hasta la "conversión" de Constantino en 316 d.C. (Hill). Cristo es consciente de lo que está a punto de sucederles, pero Él no interviene porque es para su beneficio último que sean probados aun hasta la muerte, para que puedan recibir la gran recompensa de la corona de vida que menciona Santiago. Así como Jesús venció al morir, los santos vencen siendo fieles hasta el punto de morir. La iglesia de Pérgamo no renunció a su fe frente al martirio (2:13). El hecho que Cristo murió y resucitó de nuevo (v. 8) también asegura que aunque mueran volverán a vivir.
v. 10 - Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida - Al morir ganará su vida (eterna) (Jn. 12:25). Aquél que se mantenga firme hasta el fin será salvo. El martirio es un tema común en este libro, pero está también la promesa de que recibirá la corona de vida (eterna). Jesús ya había conquistado la muerte y volvió a la vida nuevamente (v. 8). Ellos serían probados, en armonía con el resto de las Escrituras, luego de lo cual recibirán la corona de vida (Stg. 1:12). Deben permanecer fieles hasta la muerte para recibir la corona de vida, una paradoja cristiana asombrosa (Jn. 12:25). La palabra usada acá para corona es la corona del vencedor (stephanos), más que la corona real (diadema), lo cual es apropiado para aquellos que han vencido, es decir que han ganado la victoria. La corona de vida es la vida eterna, que es simbolizada por el agua de vida y el árbol de vida más adelante en Ap. 22:1. Aquí, en una oración, está el mensaje del libro de Apocalipsis: Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El mensaje es expandido más en la muerte de los dos testigos (11:7) y más tarde cuando la bestia guerrea contra los santos y los vence (13:7), pero en ambos casos Dios reivindica a sus siervos, porque los dos testigos vuelven a la vida (11:11) y encontramos que vencen a la bestia alabando a Dios en el cielo (15:2).
v. 11 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño en la segunda muerte - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias"; necesitamos hacer caso de lo que se está diciendo aquí. Este versículo enfatiza nuevamente la recompensa por ser fiel, aun hasta la muerte: la muerte segunda, mucho peor, no los lastimará (21:7-8). La segunda muerte es contrastada con la corona de vida de v. 10. La segunda muerte es el lago de fuego (20:14). Lleva sólo un poco de tiempo soportar el dolor de la primera muerte, aun como mártir; el dolor de la segunda muerte dura por la eternidad. Aquellos que soportan hasta el fin (Mt. 10:22, 2 Tim. 2:12) y son fieles hasta la muerte serán salvados del lago de fuego. Note cómo los santos en 12:11 vencen a Satanás que es mencionado aquí como el diablo (v. 10), "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte."
13.3 Pérgamo (2:12-17)
(Ap. 2:12) Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: {13} Yo conozco tus obras, y dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. {14} Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. {15} Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. {16} Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. {17} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Frase clave: [Conozco] dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre.
La ciudad está donde Satanás tiene su trono. La serpiente, el símbolo de sanidad del dios pagano Asclepio estaba por todas partes en la ciudad. Era también un centro de adoración de César. Tenía un templo dedicado a Roma y también tenía muchos templos paganos.
v. 12 - Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: el que tiene la espada aguda de dos filos dice esto - La espada de dos filos es una referencia a la Palabra de Dios (Heb. 4:16, ver también Ap.1:16, 19:15). Él usará la espada para luchar contra los balaamitas y los nicolaítas en v. 16.
v. 13 - ...y dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás - En el caso de las otras iglesias (excepto Esmirna) Jesús dice "Conozco tus obras". Acá Él dice: "Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás, Biblia de Jerusalén, o "Yo sé que vives donde Satanás tiene su trono", Versión Popular. Él sabe que están viviendo donde parece que reina Satanás; esto tiene que traer consuelo a la iglesia. Pérgamo era el centro tanto de la religión pagana como de la adoración del César. Asclepio, el dios-serpiente era adorado ahí así que la ciudad podía ser descrita verdaderamente como una donde reinaba Satanás, es decir donde tiene su trono. Sin embargo, este es precisamente el lugar donde los cristianos deben testificar (cf. "... Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado", 11:8). La palabra griega utilizada acá para testigo es martus; así, por el testimonio de su vida y muerte Antipas testificó de Jesús, convirtiéndose en un ejemplo para gran parte del libro más adelante. Jesús conoce nuestras circunstancias; Él conoce la iglesia en Pérgamo donde Satanás tiene su trono; sabe del martirio de Antipas. Esto debería traer consuelo a los santos. Jesús es el testigo fiel (1:5). Antipas fue uno que siguió el ejemplo de Jesús y permaneció fiel hasta la muerte (2:10, 14:12), así como Cristo permaneció fiel hasta la muerte y es llamado aquí el testigo fiel. Ser fieles bajo la persecución es uno de los mensajes claves del Apocalipsis. Pero después de morir Jesús volvió a la vida nuevamente, así como los dos testigos resucitaron (11:11). En Apocalipsis encontramos aquellos que murieron por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesús, pero están vivos en el cielo y vivirán por la eternidad al tomar de las aguas de la vida. Así como la muerte de Cristo trae muchos hijos a la gloria, así la muerte de los mártires es una parte necesaria del plan de Dios para el mundo. Los mártires son el semillero de la iglesia y la muerte de los mártires actúa como un testimonio a los hombres y resultará en algunas personas que vendrán al arrepentimiento. El testimonio del pueblo de Dios a lo largo de su vida y su muerte es parte del plan de Dios, así como la vida y la muerte de Jesús lo fueron.
v. 14 - Pero tengo unas cosas contra ti; que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación - Mientras que la iglesia enfrentaba la amenaza externa de la persecución, no trataba con la amenaza desde dentro de la iglesia. Habían sido infiltrados por los siervos de Satanás que se introducen herejías destructivas. El libro de Apocalipsis es en gran parte sobre los enemigos externos de la iglesia, y sin embargo no debemos olvidarnos de los falsos profetas dentro de la iglesia. La palabra de Dios nos advierte acerca de los falso profetas (Mt. 7:15, 24:24, 2 Pedro 2:1, 1 Juan 4:1). En las cartas a las siete iglesias Jesús está purificando a su iglesia para que pueda enfrentar la persecución venidera. Para Balaam, el falso profeta, vea Números 22:25:3, 31:16, 2 Pedro 2:15. El indujo al pueblo de Dios a que cometiera inmoralidad sexual y se inclinara y transigiera físicamente con el mundo. La iglesia de Dios es sin culpa y santa (11:2, 14:4-5, 20:6, 21:2). Se mencionan los ídolos porque Dios quiere purificar a su iglesia de cualquier cosa que se parezca a la idolatría (2 Cor. 6:12-7:1 cf. Ap. 18:4) que es el pecado fundamental de aquellos que adoran a la bestia y a su imagen (cf. 13:14-15, 14:7, 9-12).
v. 14 - ... comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación - Estas son las mismas cosas que se mencionan en la carta a Tiatira. Ahí toleraban a una mujer Jezabel, que se llamaba a sí misma una profetisa, pero que por su enseñanza engaña a los siervos de Dios a cometer inmoralidad sexual y comer alimento sacrificado a los ídolos (2:20). Pablo cubre estos temas en 1 Cor., y también son mencionados en Hechos 15:28. Estos son claramente asuntos que preocupaban a los cristianos de ese tiempo (ver Hechos 15:28-29, 1 Cor. 6:18, 8:1). Involucran transigir con el mundo. La iglesia debe ser santa y separada del mundo, en el mundo pero no de él. Juan estaba claramente preocupado por la idolatría (1 Juan 5:21).
v. 15 - Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco - Para ver la relación entre los nicolaítas y Balaam, ver Ap. 2:6 en la carta a los Efesios. Ellos permitían transigir con el mundo. Esta herejía es una con la que el pueblo de Dios es tentado a lo largo de la historia de la iglesia; no es nada nuevo. Otra figura del Antiguo Testamento, Jezabel, es usada al describir los mismos pecados en 2:20. De nuevo, ella transige con el mundo. Los santos deben ser puros, porque ellos son la novia de Cristo (14:4). La enseñanza falsa es una de las principales armas de Satanás contra la iglesia (ver su río de mentiras, 12:15). Si no puede destruir a la iglesia desde afuera tratará de destruirla desde adentro. En 2 Cor. 11:13-15 Pablo habla de los siervos de Satanás simulando ser apóstoles de Cristo.
v. 16 - Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca - Cristo primero les ordena que se arrepientan, es decir toda la iglesia por permitir el pecado dentro y en particular aquellos que han cometido específicamente el pecado. Pero si no lo hacen entonces Él luchará contra ellos, es decir contra los que sostienen la enseñanza de los nicolaítas, no contra toda la iglesia. Luchará contra ellos con la palabra de Dios. Compare esto con la descripción de Cristo en su segunda venida en 19:15, en donde herirá a las naciones con la palabra que sale de su boca. Esto podría entonces ser una referencia a su segunda venida que es también mencionada en la carta a la iglesia de Sardis (3:3), o podría referirse a algún otro juicio.
v. 17 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Necesitamos tomar en cuenta lo se dice acá. El maná era el alimento diario para los israelitas en el desierto (Ex. 16:31, Salmos 78:24). Alude al verdadero alimento espiritual que es Cristo (Juan 6:57-58) en contraste con el alimento ofrecido a los ídolos. Podría haber una conexión al fruto del árbol de la vida, "Si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre" (Juan 6:51). En las cortes antiguas se usaban piedras blancas y negras para registrar los veredictos de los jueces: negro, para la condenación y blanco, para la absolución. Esto significaría que el cristiano es absuelto a los ojos de Dios por la obra de Jesucristo (Barclay). En el mundo antiguo había una costumbre popular de llevar un fetiche o un amuleto. Podría ser sólo una piedrita sobre la que había un nombre sagrado. Conocer el nombre de un dios era tener un cierto poder sobre él y poder llamarlo en tiempos de dificultad. Se consideraba que sería doblemente efectivo si nadie más conociera el nombre que estaba sobre la piedrita (Barclay). Lang comenta que Pérgamo tenía la tentación de comer alimento contaminado, pero el que vencía esta tentación debía comer del alimento sagrado del cielo, Cristo, ahora oculto de los hombres. Cada uno que mantenía la profesión de Su nombre cuando significaba la muerte hacerlo, recibiría Su derecho a usar Su nuevo nombre en el reino. Isaías dijo que Dios le daría a su pueblo un nuevo nombre (Is. 62:2). Además de un nuevo nombre, en Apocalipsis hay referencias a la Nueva Jerusalén (3:12, 21:2), una nueva canción (5:9, 14:3), un nuevo cielo y nueva tierra (21:1) y en 21:5 Dios dice "estoy haciendo todo nuevo". El nuevo nombre sería apropiado para una nueva vida y estado en la nueva creación y sociedad de Dios. El viejo orden de cosas ha pasado, los santos vivirán en un nuevo cuerpo y el nombre nuevo significa la muerte de una vieja vida vivida en un cuerpo que se corrompe en medio de un mundo corrupto, y el comienzo de una nueva vida incorruptible. La nueva canción sólo podría ser aprendida por los redimidos de la tierra y en nuevo nombre es parte de la recompensa de uno por permanecer fiel a Jesús mientras estuvimos sobre la vieja tierra. Es interesante notar que Sarai, Abram e Israel todos recibieron un nuevo nombre de parte de Dios para denotar un cambio de su antigua vida a una vida posterior a una nueva revelación de Dios (Gn. 17:5, 15, 32:28).
13. 4 Tiatira (2:18- 29)
(Ap. 2:18) Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: {19} Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. {20} Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. {21} Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. {22} He aquí, yo la arrojo en la cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. {23} Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. {24} Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; {25} pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. {26} Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, {27} y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; {28} y le daré la estrella de la mañana. {29} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Frase clave: Retenedlo hasta que yo venga
v. 18 - Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido - Aquí se identifica claramente como "uno semejante al hijo del hombre" de 1:13, el Hijo de Dios. Sus ojos de fuego ven todo. Esto repite la descripción que se encuentra en 1:14-15. La iglesia en Tiatira estaba en una ciudad que era el centro de la adoración de Apolo, conocido como el "hijo de Dios" porque se suponía que era el hijo de Zeus. El mensaje, por lo tanto, es enviado por el verdadero "Hijo de Dios". Tiatira era un centro de fabricación de la imagen de un ojo que lo veía todo, pequeñas imágenes de vidrio, que todavía se venden hoy a los turistas (Hill). Tiatira era famoso por la fabricación de una tintura púrpura y se encuentran numerosas referencias en la literatura secular a un período de los gremios de comerciantes que fabricaban tela (Swete, citado por Walvoord). Lidia era una vendedora en tela púrpura de la ciudad de Tiatira (Hechos 16:14). La tela púrpura sólo era usada por los ricos (Lucas 16:19, Ap. 17:4).
v. 19 - Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras - Compare esta iglesia con la de Éfeso que había perdido su primer amor y la casi muerta Sardis. Note que su amor producía servicio y su fe producía perseverancia. Estaban haciendo más de lo que hacían al principio; la suya no era una fe muerta sino que era una fe creciente (cf. 1 Tes. 1:3).
v. 20 - Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos - A pesar de su amor y fe crecientes ellos toleraban el mal en la forma de Jezabel en medio de ellos. Se llama profetisa pero de hecho es una falsa profetisa (Jezabel es una trasliteración de 'Izevel que significa, irónicamente, casta [Zodhiates]). Compare esta iglesia con la de los efesios que no toleraban a los hombres malos (2:2). Éfeso tenía verdad pero había perdido su amor, pero estos tenían amor pero habían perdido su amor por la verdad y había permitido que una doctrina sea enseñada en la iglesia referida a actos impuros. No habían guardado la verdad confiada a ellos. Los líderes de la iglesia no había guardado a su grey como lo habían hecho los de Éfeso. "El amor no se goza en la injusticia, mas se goza de la verdad" (1 Cor. 13:6). El error doctrinal conduce a la inmoralidad, pero la verdad lleva a la piedad (Tito 1:1). La inmoralidad sexual y comer alimento ofrecido a los ídolos son los mismos pecados mencionados en Pérgamo. Jezabel trajo idolatría a la vida de Acab; lo empujó hacia el mal (1 Reyes 21:25-26), especialmente a la idolatría, y persiguió a los profetas (2 Reyes 9:7). Note que al igual que con Balaam en la carta a Pérgamo (2:14) se usa una figura famosa del Antiguo Testamento para resaltar la imagen. También usa la palabra Jezabel porque es así como Dios ve a la profetisa. Jezabel mató a los verdaderos profetas de Dios (1 Reyes 18:4), y por su enseñanza aquí está trayendo muerte espiritual a aquellos que la siguen.
Como la inmoralidad sexual y comer alimentos ofrecidos a los ídolos son mencionados en Hechos 15:20 y en 1 Corintios 6:18, 8:1, debemos tomarlos en forma literal. Comer alimento ofrecido a los ídolos sería una tentación para los gremios de comerciantes, quienes tendrían fiestas que involucraban alimento ofrecido a los ídolos y tal vez inmoralidad sexual. De nuevo, se advierte contra la transigencia espiritual. Stg. 4:4 advierte que la amistad con el mundo es odio contra Dios; es una forma de adulterio espiritual. En 18:4, se advierte a los santos que salgan de Babilonia para que no compartan sus pecados o su castigo. La razón por esta intolerancia del mal es que Él quiere que su novia sea pura (cf. 14:4-5, Ef. 5:27). Ver también los comentarios sobre 2:14.
v. 21 - Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación - Aquí vemos la paciencia de Dios y la respuesta del hombre. El castigo demorado no significa que el castigo no venga al final (xxxx).
v. 22 - He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella - Ellos no cometen adulterio físico con ella, es decir Jezabel, sino que siguen su ejemplo. Ella es pagada de acuerdo con sus obras (v. 23) así como los que la siguen; esto es condicional, ya que pueden arrepentirse. Contraste la cama de sufrimiento con la cama de adulterio (Ladd). Tiatira era famosa por la tela púrpura que la mujer prostituta Babilonia también viste en 17:4, y en 18:4 Dios le ordena a su pueblo que salga de ella "para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas"
v. 23 - Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras - Este castigo hará que todas las iglesias estén conscientes de que Jesús ve todo y está preocupado íntimamente con lo que hacen. "Yo soy el que escudriña la mente y el corazón" (ver v. 18 "el que tiene ojos como llama de fuego"). El paga a cada persona de acuerdo con lo que ha hecho (Salmos 62:12, Is. 62:11, Jer. 17:10, también Mt. 16:27, 1 Cor. 4:5, Ap. 20:12, 22:12). En este versículo el juicio de sus obras es en esta vida. Las referencias similares más adelante en Apocalipsis se refieren al juicio de las obras terrenales que ocurre después de la muerte (20:12) en donde después de la muerte cada persona es juzgada según lo que ha hecho, y 22:12 en donde las recompensas son de acuerdo con lo que la gente ha hecho, indicando la importancia de las obras hechas en esta vida, uno de los mensajes importantes de Apocalipsis. Ver también 14:13 en donde "sus obras con ellos siguen". Llevamos nuestras obras con nosotros a la próxima vida para que sean juzgadas y para que seamos recompensados o castigados.
v. 24 - Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga - Para aquellos que se resisten a la inmoralidad sexual y a comer alimento ofrecido a los ídolos, y no transigen con el mundo, no les impone ninguna otra carga (ver Hechos 15:28). Para aprender los así llamado secretos profundos de Satanás uno tiene que sondear las profundidades de la maldad a fin de apreciar la gracia de Dios.
v. 25 - pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga - sólo les ordena que retengan lo que tienen (sus obras, su amor y fe, su servicio y perseverancia) hasta que Él venga, la segunda venida o la muerte, la que ocurra primero (Heb. 3:14). Él también le dijo a la iglesia de Filadelfia que retuvieran lo que tenían para que nadie les quite la corona (3:11). Compare esto con el mandato de Juan en 2 Juan 1:8 "Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo".
v. 26 - Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones - Esta es la única instancia en donde vencer es definido en términos específicos como hacer Su voluntad. Los santos deben seguir el ejemplo de Jesús quien hizo la voluntad de Su Padre hasta el fin, aun hasta la cruz (Juan 4:34, 6:38, Mt. 26:39). Vemos a los santos teniendo autoridad sobre las naciones en 20:4 cuando los mártires reinan con Cristo por mil años. En Mt. 10:22 se nos advierte que nos mantengamos firmes hasta el fin durante la persecución y seremos salvos. Vemos indicios de la autoridad de los santos sobre las naciones en 1 Cor. 6:3 (juzgan ángeles); en Ap. 5:10 (reinan sobre la tierra); en Mt. 19:28 (juzgan a las doce tribus de Israel). Hay un eco de Salmos 2:8 aquí: "Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra", del cual el v. 9 es citado en el próximo versículo.
v. 27 - y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre - Esto está citado del salmo mesiánico 2, v. 9. Es usado también en Ap. 12:5 de Jesús en su nacimiento y en Ap. 19:15 cuando Cristo venga de nuevo. Gobernar con una vara de hierro significa destruir más que gobernar severamente. Lang comenta que Tiatira estaba dominada por una profetisa falsa y seductora. Aquél que resiste esta tirana usurpadora y mantiene los derechos de corona de Cristo como Cabeza de Su Iglesia será él mismo un gobernante en el día de Cristo. Tenemos a Jesús como nuestro ejemplo de un vencedor. Ver también la carta a Laodicea en donde aquellos que vencen se sentarán con él sobre Su trono, así como Él venció y se sentó con Su Padre sobre Su trono (3:21).
v. 28 - y le daré la estrella de la mañana - la estrella de la mañana se refiere a Jesús mismo (ver 22:16, en donde es descrito como la estrella resplandeciente de la mañana y 2 Pedro 1:19 que se refiere a la segunda venida, cuando "el lucero de la mañana salga en vuestros corazones". Is. 14:12 habla de la estrella de la mañana como "hijo de la mañana" pero refiriéndose a Lucifer. La estrella de la mañana es metafórico del acercamiento del día cuando Él aparecerá como el "sol de justicia" (Vine). Hay otras escrituras que describen a los justos brillando como estrellas (Dn. 12:3, Fil. 2:15). Por lo tanto, recibirán un interés especial en Cristo mismo.
v. 29 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias - Note la fórmula: El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Todos necesitamos prestar atención a lo que se dice acá.
13. Las cartas a las siete iglesias (2:1-3:22)
13. 5 Sardis (3:1-6)
(Ap. 3:1) Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. {2} Sé vigilante, y afirma las cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. {3} Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. {4} Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. {5} El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. {6} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Frase clave: Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir.
Sardis estaba a unos 80 km. al este de Esmirna y unos 50 km. sudeste de Tiatira. Era una ciudad rica y la mayoría de la ciudad practicaba la adoración pagana con sus sectas misteriosas y sociedades religiosas secretas. Tenía un templo magnífico de Artemisa. Su gente era idólatra y adoraban a la diosa madre Cibeles, que incluía orgías durante los festivales hechos en su honor (Walvoord). Sardis se consideraba segura pero en dos ocasiones en la historia de Sardis había caído el acrópolis al enemigo por falta de vigilancia de sus defensores (Mounce).
v. 1 - Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto - No hay ningún elogio porque no hay nada para elogiar. En 1:16 vemos que Él sostiene las siete estrellas en su mano derecha, que son los siete ángeles de las siete iglesias. En 5:6 es descrito como teniendo siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados al mundo, el siete indicando plenitud. Él es el que conoce el estado de su iglesia; Él conoce a sus ovejas (Juan 10:14). El que tiene los siete espíritus de Dios conoce su corazón y los ve como muertos mientras que el mundo los ve como vivos (ver comentarios sobre 1:4). El contraste de la palabra vivo y muerto es un reproche fuerte con la intención de despertarlos. Tenían la forma exterior de la religión pero habían perdido la realidad interna de Cristo en ellos. El versículo siguiente muestra que no están completamente muertos sino dormidos.
v. 2 - Sé vigilante, y afirma las cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios - Espiritualmente estaban dormidos. Cristo los ve como muertos y les ordena que se despierten. Una traducción mejor es "muéstrense alertas" (Mounce). Eran como las cinco vírgenes que llevaron sus lámparas con ellas para encontrarse con el novio pero no llevaron nada de aceite (que representa al Espíritu Santo); cuando llegó el novio, no estaban listas (Mt. 25:1-13). Debemos estar listos para el retorno de Cristo, al que se refiere el próximo versículo (ver también Mt. 24:42 ff.) Sus obras no estaban completas, es decir perfectas a los ojos de Dios. No llegaban a cumplir con la norma de Dios. La implicación en el versículo 4 de las vestiduras manchadas es que hay pecado involucrado; podría ser simplemente el de omisión.
v. 3 - Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete - Debían recordar la palabra del evangelio que les dio la salvación, obedecerla y arrepentirse (1 Cor. 15:2). Claramente se habían olvidado de lo que significaba el evangelio y habían dejado de crecer y de dar fruto (Col. 1:4-6). Necesitaban oír una vez más el evangelio de su salvación y responder de nuevo a su mensaje. La interpretación historicista apuntaría a Lutero como un ejemplo de uno que escuchó de nuevo el evangelio y se formó una nueva y vibrante iglesia. La clave de su estado es que necesitan oír la palabra de Dios de nuevo (cf. 2 Pedro 1:9). También necesitan obedecer la palabra, necesitan ser hacedores de la palabra y no sólo oidores (Stg. 1:22). También necesitan arrepentirse de su actitud anterior; deben cambiar de actitud, despertarse y fortalecer lo que queda.
v. 3 - Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti - "Vendré como ladrón" es una referencia a su segunda venida inesperada (cf. 16:15, 1 Tes. 5:2-4, 2 Pedro 3:10). Le advierte a la iglesia que esté velando (ver su advertencia en Mt. 24:42 para que velen "porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor". Este es un recordatorio de la falta de vigilancia de los de Sardis que fueron en dos ocasiones vencidos inesperadamente por el enemigo. También puede ser tomado como una referencia a Su llegada inesperada sobre ellos en juicio (Mounce), pero es más probable que tenga la segunda venida en mente (ver las advertencias en Mt. 24:36-25:46). Deberíamos ver esto como una advertencia a la iglesia para que esté despierta cuando Él venga. Esto está en línea con el mensaje de Apocalipsis que es para asegurarse que la iglesia esté lista para su retorno (1:3, 16:15, 18:4, 19:7, 22:7, 12-14).
v. 4 - Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas - Estas pocas personas en Sardis no habían transigido con el mundo. Las vestiduras blancas indican santidad. Las vestiduras blancas son usadas por la gran multitud en el cielo (7:9); vestiduras blancas son usadas por los ejércitos que acompañan a Cristo en su retorno. Los laodicenses son aconsejados para que compren vestiduras blancas para vestir, para cubrir su desnudez vergonzosa (3:18). En 19:8 el lino fino, brillante y limpio, representa los actos justos de los santos. Por lo tanto, la ropa sucia se refiere al pecado. En conexión con su Segunda Venida, Jesús dice: "He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza" (16:15).
v. 5 - El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles - Será vestido de blanco (ver Salmos 69:3, Fil. 4:3, Mt. 10:32, Lucas 12:8-9, Ap. 13:8, 17:8, 20:12, 21:27). Tan temprano como Ex. 32:32 Moisés pide ser borrado del libro de Dios si Dios no perdona el pecado de Israel. Apocalipsis trata de dos grupos de personas: aquellas cuyo nombres están escritos en el libro de la vida y aquellas que no. Lang comenta que Sardis estaba impura y muriéndose. Cada uno que se mantenía puro podría caminar ahora en vestimenta puras y blancas en el día de gloria. Aquél que triunfaba sobre la muerte espiritual nunca perdería la vida espiritual; su nombre se mantendría en el libro de la vida. La amenaza aquí es que si no se despiertan sus nombres serían borrados del libro de la vida.
v. 6 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Todos necesitamos hacer caso a lo que se dice acá.
13. 6 Filadelfia (3:7-13)
(Ap. 3:7) Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. {8} Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. {9} He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a sus pies, y reconozcan que yo te he amado. {10} Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré a la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. {11} He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. {12} Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldré de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. {13} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Frase clave: aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre
v. 1 - Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre - Los mártires en 6:10 también lo llaman al Señor con el título de "Señor, santo y verdadero". Jesús tiene la llave de David, citado de Is. 22:22, es decir el poder absoluto y la autoridad sobre quién entra en su reino (ver Ap. 1:18). Eliaquim, el administrador del palacio, debía ser vestido con autoridad y se le debía dar la llave de la casa de David (Is. 22:20-22, 36:3); él es el que decide quién ve al rey. La fortaleza de Cristo contrasta con la poca fortaleza de los de Filadelfia. El nombre de la ciudad significa "amor fraternal".
v. 8 - Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre - Un elogio; no hay ninguna reprimenda. Jesús es quien anda entre las iglesias y ve. Filadelfia, entretanto, estaba en la ruta principal entre el este y el oeste, una situación que les presentaba a los creyentes con una puerta abierta para el evangelio hacia las regiones más allá. Si bien eran un pequeño grupo con poca fuerza, la suya era una puerta que Dios había provisto y, por lo tanto, nadie podría cerrarla (Hill). Habían guardado su palabra y no lo habían negado a Jesús. Por lo tanto, Él los reconocería ante sus enemigos.
v. 9 - He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a sus pies, y reconozcan que yo te he amado - Una sinagoga de Satanás es mencionada también en la carta a Esmirna (2:9). Los judíos lo siguen a Satanás, cuyo nombre significa calumniador, al calumniar al pueblo de Dios. Claramente los judíos particularmente estaban afligiendo a estas iglesias primitivas, como lo demuestra Hechos (Hch. 13:45, 14:2, 17:5, 18:6, 25:7).
v. 9 - y reconozcan que yo te he amado - Este hecho asombroso, el amor de Cristo por nosotros, es fundamental para nuestra fe (1:5, 3:19, Ef. 5:2). Estos judíos se consideraban que ellos solos eran el pueblo de Dios y, por lo tanto, sólo ellos eran amados por Dios. Ellos despreciaban a los de Filadelfia a quienes consideraban como gentiles y por lo tanto fuera del pacto de Dios. Jesús está diciendo que Él reivindicará a sus elegidos y les demostrará a estos calumniadores quién es realmente su pueblo elegido. Note que Filadelfia en griego significa amor fraternal; Jesús mostrará quiénes son realmente sus hermanos. La palabra para el amor de Jesús aquí es agapao, que se refiere al amor que se entrega. Es el amor que Jesús demostró al morir por ellos. Hay una cantidad de referencias del Antiguo Testamento de Dios reivindicando a su pueblo frente a sus enemigos (Is. 43:4, 45:14, 49:23, 60:14).
v. 10 - Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré a la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra - La hora de prueba se menciona en Dn. 12:1, Mr. 13:19 y es probable que esté descrita por las siete trompetas y en los capítulos 7-19, más adelante en Apocalipsis. La hora de prueba es para el mundo, no para la Iglesia, la que será protegida espiritualmente y no físicamente de ella. La protección espiritual de la iglesia está indicada al sellar a los 144.000 (7:3). Ver también el cuidado de Dios de la mujer en el desierto (12:6, 14). El mejor ejemplo de esto es la quinta trompeta, cuando a las langostas se les dice específicamente que dañen sólo a aquellas personas que no tienen el sello de Dios en sus frentes (9:4, cf. Is. 18:3). El término "los que moran la tierra" que es similar a "los moradores de la tierra" (ver 11:10, 14:6) siempre se refiere al mundo, no a la iglesia (6:10, 8:13, 11:10, 13:8, 17:8). Esta promesa no es sólo para la iglesia de Filadelfia sino para todos los que cumplen los requerimientos de la promesa, que es tener paciencia (ver 1:9, 13:10, 14:12). Así como Satanás prueba a la iglesia en Esmirna a través de la persecución (2:10), Dios prueba al mundo a través de la prueba o la adversidad. El significado de guardar (gr. tereo) es cuidar, así que la idea de este versículo es la preservación a través de la hora de la prueba.
v. 11 - He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona - "Vengo pronto" es una referencia a Su Segunda Venida (ver también 3:3). Al igual que con Tiatira, Él no les impone ninguna carga más que retener lo que tienen (2:24-25, cf. 2 Juan 1:8). La palabra para corona usada aquí es la corona del vencedor (stephanos), más que la corona real (diadema), así que ellos debían retener lo que tenían para que nadie les quitara la victoria.
v. 12 - Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldré de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo - Aquí tenemos una abundancia de promesas para aquellos que vencen. Cuatro veces Jesús se refiere a algo que le pertenece o que viene "de Dios", una expresión rara en las Escrituras (cf. Juan 20:17, Ap. 3:2). La iglesia es columna de la verdad, templo de mi Dios es la iglesia. Los 144.000 en Ap. 4:1 tienen el nombre de Cristo y de Dios en sus frentes. La Nueva Jerusalén es la iglesia, que desciende del cielo (ver 21:2). En la visión de Ezequiel el nombre de la ciudad es "Jehová-sama" (Jehová allí, cf. 21:3, 22:3). El templo de Dios será la Nueva Jerusalén porque ahí es donde Dios morará. Lo que se está diciendo aquí es que el que vence formará parte en forma permanente (es decir, será una columna) de la Nueva Jerusalén; pertenecerá a Dios y a Cristo, y será conocido en forma íntima. Lang comenta que una sinagoga de Satanás se oponía a Filadelfia, pero cada uno que se mantenía aparte debería dársele un lugar permanente en el templo de Dios. Aquél que no niega el nombre de Cristo en la tierra llevará Su nuevo nombre para siempre.
v. 12 - y escribiré sobre él... mi nombre nuevo - Mi nombre nuevo. Esto es lo mismo que en nuevo nombre escrito sobre la piedra blanca (2:17). Indica una intimidad especial (22:4). Así como hay una nueva Jerusalén y un nuevo cielo y una nueva tierra, así también tienen un nuevo nombre. Después de la destrucción de la ciudad de Filadelfia por un terremoto en d.C. 17, recibió ayuda del emperador Tiberio. En agradecimiento, cambió su nombre a Neocesarea (la nueva ciudad de César). Así, la iglesia sabía lo que era recibir un nombre nuevo. Sólo que su nuevo nombre sería según su rey, y no César.
v. 13 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Todos necesitamos hacer caso a lo que se dice acá.
13. 7 Laodicea (3:14-22)
(Ap. 3:14) Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: {15} Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! {16} Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. {17} Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. {18} Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. {19} Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. {20} He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. {21} Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. {22} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Frase clave: Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
La iglesia en Laodicea debía leer la carta de Pablo a los Colosenses (Col. 4:16) y no se habían encontrado personalmente con Pablo (Col. 2:1). La ciudad tenía un negocio redituable en la producción de lana y cuando fue destruida por un terremoto en d.C. 60 pudo ser reconstruida sin ayuda exterior (Walvoord). Tenía una escuela médica ampliamente conocida y producía un colirio (Mounce). Conseguía el agua de unos manantiales calientes distantes unos 10 km., que para cuando llegaba a Laodicea estaría tibia. Era también un centro bancario. La iglesia vivía en esta sociedad pudiente y las actitudes de sus ciudadanos pasaban a la iglesia.
v. 14 - Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios - Jesucristo es el Amén, porque en Él esta la certeza del cumplimiento de las promesas de Dios (2 Cor. 1:20). Es utilizado frecuentemente como un refrán de acuerdo del pueblo de Dios a una doxología, "así sea" (Ap. 1:6-7, 7:12, 19:4). Para testigo fiel y verdadero, ver 1:5 y también 19:11 (el jinete del caballo blanco es Cristo, cuyo nombre es Fiel y Verdadero. Apocalipsis nos muestra que Cristo es el soberano de la creación de Dios. En 1:5 Él es el soberano de los reyes de la tierra y esto se demuestra más adelante en el libro (6:15, 19:19-21). La Biblia de Jerusalén dice "el Principio de las criaturas de Dios" y la Versión Popular, "el origen de todo lo que Dios creó" (ver Col. 1:16, Ap. 13:8, 21:6, 22:13).
v. 15 - Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! - El que anda entre las iglesias ve sus obras. La provisión de agua de la ciudad de Laodicea provenía de manantiales calientes a cierta distancia, así que llegaba tibia. Hay más esperanza de un anti-cristiano frío, como Pablo, que de estos cristianos tibios que habían perdido su hambre por Dios.
v. 16 - Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca - Él está a punto de vomitarlos, literalmente, de Su boca. Esto muestra Su aversión hacia estos cristianos tibios. El remedio se muestra en v. 18 donde se los aconseja a que compren oro, ropas blancas y colirio.
v. 17 - Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo - Su riqueza material los había enceguecido respecto de su verdadera bancarrota espiritual. El mundo había invadido esta iglesia. Compare la similitud de su actitud con la de la prostituta que dijo: "Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto" (18:7). Se destaca frecuentemente que Laodicea se enorgullecía de tres cosas: riqueza financiera, una industria textil exclusiva y un colirio popular que se exportaba a todo el mundo (Mounce). La iglesia pensaba que era rica a sus propios ojos, pero a los ojos de Cristo era pobre. En Oseas 12:8 Efraín alardea: "Ciertamente he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará iniquidad en mí, ni pecado en todos mis trabajos." Compare a la iglesia de Laodicea con la iglesia de Esmirna que estaba atribulada y pobre pero a los ojos del Señor era rica.
Su actitud era similar a la de los fariseos que pensaban que estaban sanos pero estaban realmente enfermos (Mt. 9:10-13); pensaban que podían ver pero estaban ciegos (Juan 9:40-41, Mt. 15:4). Si bien no eran fariseos, su condición era similar, que es la razón por la que el Señor los reprende. Su condición es peligrosa porque no se dan cuenta.
v. 18 - Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas - El consejo de Cristo para ellos está en tres partes: comprar oro para que se vuelvan ricos en vez de ser desventurados, miserables y pobres, ropas blancas para cubrir su desnudez, y colirio para sus ojos ciegos para que puedan ver.
v. 18 - yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego - Esto es comprar el evangelio sin precio (Is. 55:1, Ap. 21:6), verdadera riqueza sin precio, es decir la salvación que es libre. En 21:6 Dios ofrece tomar libremente a los sedientos de la fuente de vida; en 22:17 la invitación a los sedientos se da de parte de la iglesia para tomar libremente el agua de la vida. Los laodicenses estaban confiando en sus propias riquezas sin fe en Cristo. El oro representa la fe en Cristo (ver 1 Pedro 1:7), más que confiar en su propia riqueza que perece. Sólo pueden conseguir este oro de Cristo. No pueden llevarse su riqueza con ellos después de la muerte, pero su obra de fe los sigue (14:13).
v. 18 - y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez - Originalmente Adán y Eva estaban desnudos pero no tenían vergüenza (Gn. 2:25), pero después que pecaron tenían vergüenza de su desnudez y cosieron hojas de higuera para cubrir su desnudez (Gn. 3:7). En 16:15 en la Segunda Venida, Cristo llama bienaventurado "el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza". En 3:4-5, los de Sardis que no habían manchado sus vestiduras caminarán con Cristo vestidos de blanco porque son dignos. Los de Laodicea ni siquiera tenían ropa; estaban desnudos. Y tienen que acudir a Cristo para conseguir ropa para cubrir sus pecados. Josué, el Sumo Sacerdote, estaba vestido de vestiduras viles y le fueron dadas ropas de gala después que su pecado fuera quitado. Esta ropa es la vestidura blanca de justicia (Is. 61:10). A lo largo de Apocalipsis las vestiduras blancas representan la justicia (6:11, 7:9, 7:14, 19:8, 19:14). En 7:14 dice que "han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero."
v. 18 - y unge tus ojos con colirio, para que veas - Ni siquiera se daban cuenta de su desnudez y necesitaban que sus ojos espirituales fueran abiertos para que pudieran ver su condición. Laodicea era famosa por su colirio. Una vez más debían comprarlo de Cristo.
v. 19 - Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete - Una de las frases más tiernas de Apocalipsis. "... a todos los que amo". El Señor disciplina a los que ama, los que son sus hijos (Prov. 3:12, Heb. 12:5-8). Note que a pesar de su condición lamentable no habían dejado de ser parte de la iglesia de Cristo. Lo mismo se aplica a las demás iglesias. La palabra griega para amor aquí es fileo; en todas las demás referencias se usa agapao (1:5, 2:4, 2:19, 3:9, 12:11, 20:9), siendo la única excepción 22:15.
v. 20 - He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo - El tiempo usado indica un golpear continuo. "Alguno" indica un llamado universal pero individual. Un individuo necesita oír a Cristo golpeando, es decir Su voz, y luego abrir la puerta de su corazón para dejarlo entrar a Cristo. La comida indica comunión con Cristo (Juan 14:23) y anticipa el banquete celestial más adelante, la cena de las bodas del Cordero (19:9). Jesús dice que cualquiera que oye su voz y cree en Dios tiene vida eterna y no será condenado, ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24). El que pertenece a Dios oye lo que Dios dice (Juan 8:47).
v. 21 - Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono - Este versículo enfatiza uno de los puntos clave de Apocalipsis: Jesús venció como Cordero siendo obediente hasta la muerte de cruz y se dio como ejemplo de los que vencen. Consiguió la victoria siendo obediente hasta la muerte de cruz (Fil. 2:8-9) y por lo tanto es exaltado como León de la tribu de Judá. Apocalipsis demuestra que la misma obediencia a la muerte es requerida para los santos, quienes son conquistados por la bestia (13:7) y martirizados porque se rehusan a adorar a la imagen de la bestia (13:15), pero a quienes vemos más adelante en 15:2 como victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre. Pedro señala a Cristo como nuestro ejemplo de uno que sufrió injustamente hasta morir en la cruz (1 Pedro 2:13-25, 3:9 ff.) pero que ahora ha subido al cielo y "está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades" (1 Pedro 3:22). Aquellos que sufren con Él reinarán con Él (5:10, 20:4-6, 22:5). Lang comenta que Laodicea era un pobre lunático, sentado en la inmundicia, pero alardeando de riquezas fantasiosas. Aquél que, humillándose, venciere este orgullo lastimoso, se sentará a la mesa ahora con el Señor y más adelante se sentará con Él en gloria y sobre Su trono.
v. 22 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Todos necesitamos hacer caso a lo que se dice acá.
Escena 2: Una visión del cielo y los siete sellos
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La visión del cielo (4:1)
Venticuatro ancianos (4:4)
El rollo y el Cordero (5:1)
Los siete sellos (6:1)
Los 144.000 sellados (7:1)
La gran multitud vestida de ropas blancas (7:9)
14. La visión del cielo (4:1)
(Ap. 4:1) Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. {2} Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. {3} Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Juan ve una puerta abierta en el cielo y es invitado a subir al cielo para ver lo que ocurriría después de las cartas a las siete iglesias. Esto introduce una nueva sección que muestra el futuro desde la perspectiva del cielo. La sección anterior trataba de la situación corriente de las iglesias. La historia humana es vista ahora desde el punto de vista de Él, quien es el principio y el final de la historia. Muestra la historia según cómo afecta a la iglesia, que es el pueblo de Dios, y al mundo. Encontramos a Dios sobre Su trono en el mismo centro del cielo, rodeado de seres vivientes y ancianos que le dan su adoración merecida como creador. Es apropiado para nuestra visión del futuro que comience con una visión de Dios en control. El propósito de esta visión es mostrar que Dios está en control de la historia humana y en particular de la historia de la iglesia. Como el prólogo de Job, Apocalipsis nos permite mirar en el reino invisible del cielo y vemos a Dios sentado sobre su trono. Más tarde encontramos al Cordero conquistador sentado en el mismo trono recibiendo la adulación del universo. Más adelante vemos a Satanás echado fuera del cielo hacia la tierra y guerreando contra los santos a través de sus secuaces, las dos bestias. Apocalipsis contesta la pregunta que más se hace en períodos de persecución: "¿Dónde está Dios en todo esto?" cuando Sus enemigos parecen estar triunfando sobre la iglesia. Así, al principio de estas visiones celestiales vemos a Dios firmemente en control del universo. Algunos autores postulan que desde ahora hasta el capítulo 21 la iglesia no está a la vista (Walvoord).
Para un trasfondo, ver: Ex. 19, 25-27. Para el tabernáculo y su moblaje y artículos, ver también Heb. 9:1-8.
Comparación del templo terrenal con el santuario celestial:
Antiguo Testamento | Apocalipsis |
Lugar Santísimo (Ex. 26:30-35) | El trono de Dios (4:2) |
Candelero de siete brazos (Ex. 25:31-40) | Siete lámparas de fuego ante el trono (4:5) |
Fuente de bronce (Ex. 30:18) | Mar de cristal (4:6) |
Querubines sobre el propiciatorio (Ex. 25:17-21) | Cuatro criaturas vivientes (4:6) |
Sacerdotes | Ancianos (reyes y sacerdotes) (4:4) |
Altar del holocausto (Ex. 31:9) | Altar (6:9-11) |
Altar de incienso (Ex. 31:8) | Altar de incienso (8:3-5) |
Arca del pacto | Arca del pacto (11:19) |
v. 1 - Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas - Esta sección comienza en una forma similar a las visiones de Ezequiel: "... los cielos se abrieron y vi visiones de Dios" (Ez. 1:1). Él también estaba exiliado. De la misma forma en 19:11 Juan vio los cielos abiertos. "Después de esto" se refiere a la visión del Cristo resucitado y las cartas a las siete iglesias. La primera voz que escuchó, como de trompeta (1:10) era la de Cristo o de un ángel, pero claramente es invitado por Cristo para subir al cielo para ver, desde la perspectiva del cielo, lo que pronto ocurriría.
Las palabras "sube acá" han sido vinculadas con el rapto de la iglesia y se ha señalado que la palabra para iglesia (gr. ekklesia) no aparece más en Apocalipsis hasta 22:16. Sin embargo, sólo a Juan se le dice que "suba acá" y los elegidos de Dios y sus santos son ciertamente mencionados más adelante en Apocalipsis (7:3, 13:7, 10, 14:12) aun cuando la palabra iglesia no sea usada. Por ejemplo, los dos testigos son descritos como candeleros (11:4) y ya hemos visto que un candelero es un símbolo de una iglesia. También a ellos se les dice que "suban acá" (11:12) y es mucho más probable que se refiera al rapto. Si bien la palabra iglesia no aparece hasta 22:16, la palabra santos aparece doce veces entre 5:8 y 19:8. Strauss destaca que Juan escuchó la voz del Señor hablando como una trompeta, y lo compara con la última trompeta de 1 Cor. 15:52. Sin embargo, la invitación a Juan es para recibir revelación, pero la de la iglesia es para lograr la salvación final (Thomas). Johnson comenta que la palabra "iglesia" o "iglesias" siempre representan, en Apocalipsis, las siete iglesias históricas en Asia y no el cuerpo universal de Cristo. Dado que 4:1-22:15 trata con la comunidad creyente como un todo, no sería apropiado encontrar el término más estrecho "iglesia" en esta sección (cf. 3 Juan 6, 9-10).
v. 1 - Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas - Juan ahora ve el futuro desde la perspectiva del cielo, que es como se ve el resto del libro. Debemos notar que Jesús (Yo te mostraré) le mostrará a Juan el futuro. Es apropiado que Jesús, quien es el Primero y el Último (1:17), el Principio y el Fin (22:13) le muestre a Juan el futuro porque sólo Él lo puede conocer con certeza. También se nos recuerda que este libro viene de Jesús para mostrarle a Sus siervos lo que pronto sucederá como lo dice el primer versículo (1:1). La sección anterior, las cartas a las siete iglesias, fue escrita a la iglesia del tiempo de Juan, "las [cosas] que son". Esta sección introduce "las que han de ser después de estas" (Ap. 1:19). Este tipo de introducción es usado en otra parte para presentar la apertura de los sellos (6:1), presenta el castigo de la gran prostituta (17:1) y la esposa del Cordero (21:9). Amós dice que el Señor Soberano no hace nada sin revelar sus planes a sus siervos los profetas (Amós 3:7). El libro de Apocalipsis es parcialmente una profecía acerca del futuro (22:6).
v. 2 - Al instante yo estaba en el Espíritu - Él sólo podría estar en el cielo en el Espíritu porque el cielo no es un lugar material, así que no podría estar en el cuerpo. Él estaba también en el espíritu en el día del Señor, el día que comenzó la visión (1:10). Pablo también fue al tercer cielo, sin saber si estaba en el cuerpo o fuera del cuerpo. (2 Cor. 12:2).
v. 2 - y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado - La persona sobre el trono no se nombra pero en v. 11 es llamado "Señor" ("Señor y Dios", Biblia de Jerusalén, "Señor y Dios nuestro", Versión Popular). Dios está sobre su trono en el cielo y está por lo tanto en control del futuro. Esta visión del futuro comienza con Dios en control. El resto del libro muestra cómo los enemigos de Dios son castigados finalmente y Su pueblo es reivindicado. No se lo describe a Dios porque esto es imposible, porque Él habita en la luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver (1 Tim. 6:16). La imagen de Dios sobre su trono viene de Is. 6:1 y Ez. 1:26. Hay muchos salmos que hablan de Dios sobre Su trono. No es ninguna coincidencia que tanto los Salmos como Apocalipsis están llenos de adoración a Dios, porque ambos ven a Dios entronizado en esplendor (Sal. 9:7, 11:4, 45:6, 47:8, etc.)
v. 3 - Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina - No hay ninguna descripción del que está sobre el trono. Pablo nos recuerda que Dios "habita en la luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver" (1 Tim. 6:16), así que la descripción en términos de joyas preciosas y arco iris es adecuada. La semejanza al jaspe, que es la gloria de Dios, es como la Nueva Jerusalén cuyo fulgor era "como piedra de jaspe" (21:11).
v. 3 - había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda - El arco iris es un recordatorio del pacto de Dios con Noé y con el hombre (Gn. 9:11). Esto muestra su misericordia. En Ez. 1:28 el arco iris muestra la gloria de Dios. Ladd comenta que "El trono con su brillo estaba rodeado de un arco iris que, en vez de contener los colores del prisma, era verde esmeralda."
14. 1 Veinticuatro ancianos y cuatro seres vivientes (4:4-11)
(Ap. 4:4) Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. {5} Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. {6} Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. {7} El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. {8} Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. {9} Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, {10} los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: {11} Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
v. 4 - Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas - Parte del trasfondo se encuentra en Dn. 7:9-14 en donde hay una corte celestial y tronos puestos en su lugar y el Anciano de días tomó su asiento. Este versículo presenta a los veinticuatro ancianos. Estaban vestidos de blanco, indicando su pureza, y tenían coronas en sus cabezas, indicando su papel de reyes, que es apropiado para sus tronos. Ellos reinan con Cristo como lo hace la iglesia (2 Tim. 2:12). Estos ancianos podrían representar a la iglesia del Antiguo y Nuevo Testamento, como lo indica el número veinticuatro, es decir doce tribus + doce apóstoles. Se dan las siguientes razones:
- Anciano es un cargo de la iglesia
- Están vestidos de blanco, como en la Iglesia (3:5, 7:14)
- Se los describe como teniendo arpas (5:8) como la iglesia (15:2)
- Y teniendo una nueva canción (5:9) como la iglesia (14:3)
- Están sentados, como la iglesia (Ef. 2:6), "Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús".
- El número veinticuatro viene de la iglesia del AT y del NT juntos (ver Nueva Jerusalén, 21:12-14)
- Los doce apóstoles se sentarán sobre doce tronos, juzgando las doce tribus de Israel (Mt. 19:28)
- Ver también los veinticuatro que ministraban en el templo del Señor (1 Cr. 24:1-19)
- Tienen coronas en sus cabezas indicando su función real. Los santos también recibirán una corona (2:10, 3:11, 1 Pedro 5:4). La palabra para corona usada aquí es la corona del vencedor (stephanos), más que la corona real (diadema). Esta se usa para los santos en 2:10, 3:11 (cf. 12:1 y 1 Cor. 9:25). Ellos son adoradores como lo es la iglesia (11:1)
Sin embargo, la cosa principal que va en contra de este argumento es que en Ap. 19:1-7 los ancianos y los santos se encuentran juntos, aunque después de esto no escuchamos nada más acerca de los ancianos. Es por lo tanto más probable que sean un concejo celestial. Lang da algunas de las siguientes razones de por qué los ancianos no representan la iglesia:
- Uno de los ancianos habla individualmente a Juan. Si los ancianos simbolizan a la iglesia esto no tendría sentido
- La novia estaría entronizada antes de su matrimonio
- La novia se ve entronizada antes que el Cordero haya tomado su trono
- Los ancianos aparecen en visiones con, y por lo tanto, distintos de: Juan (5:5, 7:13), las criaturas vivientes (4:9, 10, etc.), los ángeles (5:11, 7:11), los santos (5:8, ver también 19:1-7)
- Los ancianos se distinguen claramente entre ellos y los redimidos y por lo tanto no pueden ser hombres redimidos ellos mismos. Ap. 5:10 en donde los ancianos cantan una nueva canción usa el término ellos ("has hecho de ellos... un Reino de Sacerdotes", BJ, "De ellos hiciste un reino", VP) para describir a los redimidos en vez de nosotros. Note que la versión Reina-Valera traduce incorrectamente nos (has hecho... reyes y sacerdotes).
- Los ancianos se mencionan por separado de las primicias (14:1-5)
- Los ancianos son aquellos que salen de la gran tribulación porque un anciano describe a estos y son entronizados antes de la gran tribulación (7:13)
- No son parte de la compañía que toma parte de la primera resurrección porque hablan a Dios refiriéndose a éstos (11:16-18)
- En 19:1-10 los ancianos son distintos de la esposa del Cordero porque ellos adoran a Dios antes de que haya sido anunciada la boda del Cordero
Por lo tanto, es más probable que los ancianos sean un concejo del cielo (Jer. 23:18-22, Sal. 89:6-7, 107:32), siendo el concejo un cuerpo de asesores al que el rey consultaría (Hch. 25:12) y al que Dios usaría en su gobierno celestial. En la Biblia hay claramente gobernadores, poderes y autoridades satánicas en los lugares celestiales (Ef. 6:12, 1 Pedro 3:22, Col. 2:15) y por lo tanto es probable que haya autoridades gobernantes similares en el cielo que lleven a cabo el gobierno de Dios (Ef. 3:10). Col. 1:16 se refiere a los tronos en el cielo y sobre la tierra, visibles e invisibles, que fueron creados por y para Cristo.
v. 5 - Y del trono salían relámpagos y truenos y voces - Estos relámpagos y truenos están asociados con la presencia de Dios. Ver por ejemplo cuando el Señor descendió sobre el Monte Sinaí (Ex. 19:11-20) y 2 Sam. 22:13. También se ven en Ap. 11:19 cuando se abre el templo de Dios. Cuando el ángel arrojó el incensario lleno de fuego del altar hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto (8:5). Con la séptima copa hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor (16:18).
v. 5 - y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios - En el AT un candelero con siete lámparas era usado para iluminar la mesa en el Lugar Santo con el pan de la Presencia sobre ella (Ex. 26:33-35, 25:37, 40:22-25, Num. 4:7, 8:2, 2 Cr. 13:11, Heb. 9:2). Las lámparas usan aceite que es un símbolo del Espíritu Santo (Num. 4:9, 1 Sam. 16:13). Hay una figura similar en Zac. 4:2 ff., donde hay un candelero con siete lámparas sobre él y hay siete tubos que alimentan a las lámparas; a cada lado hay dos olivos que proveen el aceite para las lámparas. En respuesta a la pregunta de ¿qué es esto?, el Señor contesta "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu". En v. 10 se dice que las siete lámparas son "los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra". Los siete espíritus también se mencionan en Ap. 1:4, 3:1, 5:6. Siete es el término para plenitud. Hay una descripción en siete partes del Espíritu de Cristo en Is. 11:1-4. Prov. 20:27 dice que "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón". El Espíritu Santo ilumina las cosas de Dios (indicadas por las cosas sobre la mesa, Ex. 31:8) y las hace reales para nosotros, "[el Espíritu] tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16:15) y en forma especial nos revela a Jesús quien es el pan verdadero que viene del cielo (Juan 6:41, 58).
v. 6 - Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal - Este mar separa a Dios del resto de la creación. Ver también Ex. 24:10 cuando Moisés y los líderes vieron a Dios: "y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno". Ezequiel vio también una expansión brillante como hielo sobre las cabezas de las criaturas, sobre las que estaba el trono (Ez. 1:22). Aparece un mar de vidrio en 15:2 pero esta vez mezclado con fuego. El equivalente terrenal en el templo era la fuente de bronce para lavar las manos y los pies (Ex. 30:18). Es también el mar de bronce en el templo de Salomón, usado por el sacerdote para el lavado (2 Cr. 4:6). Esto indica que nada impuro puede acercarse a Dios, sino que primero debe ser lavado. La pureza de este lavado se indica por su claridad como de cristal, lo que significa que no se permiten manchas cerca del trono. El cuadro realza la santidad de Dios, su pureza y su carácter de separado de su creación y sus criaturas.
v. 6 - Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás - Estas criaturas protegen las cosas de Dios (Gn. 3:24). Son serafines (Is. 6:1-3), una orden muy alta de ángeles que están cerca de Dios y de su trono; ven su santidad y por lo tanto lo glorifican (ver Ex. 25:18, Ez. 1:5, 13, 18). Algunos argumentan que estos representan a la creación en forma general. Esto es posible por su nombre "seres vivientes" y por su descripción. También, hay cuatro de ellas, indicando las cuatro direcciones de la brújula; las primeras cuatro trompetas y copas afectan todas a la tierra, el mar, los ríos y el universo.
v. 7 - } El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando - Ez. 1:10 y 10:14 dan una descripción similar de cuatro seres vivientes. La descripción se refiere probablemente a sus cualidades características. En fuerza son como el león, en servicio como el buey, en inteligencia como un hombre y en rapidez como un águila (Hendriksen). La palabra griega usada es zoon, en tanto la que se usa para la bestia en cap. 13 es therion, que se parecía a un leopardo, un oso y un león pero que blasfemaba a Dios, a diferencia de los seres vivientes que adoran a Dios.
v. 8 - Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir - Las seis alas se refieren a la rápida obediencia, y los ojos se refieren a la vigilancia. Están cerca del trono, así que ven su santidad. También declaran su existencia eternal, "el que era, el que es, y el que ha de venir", lo cual es único de Dios sólo. Todas las criaturas en el cielo y en la tierra deben su existencia al hecho de que Dios los creó en algún punto del tiempo, pero Dios siempre ha existido desde la eternidad pasada. Los serafines declaran continuamente la santidad de Dios, tres veces santo, el mayor atributo de Dios (ver Is. 6:2-3). Su santidad es su carácter de ser separado de sus criaturas, su pureza y la perfección de todos sus atributos. Este es el primero de muchos himnos en Apocalipsis. Los seres vivientes aparecen en otras partes en Apocalipsis.
Los seres vivientes presentan los primeros cuatro sellos (6:1):
Uno le da a los siete ángeles las siete copas (15:7)
Los seres vivientes y los ancianos actúan en conjunto para adorar a Dios (4:9, 5:14, 19:4)
v. 9 - Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, {10} los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: {11} Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas - Los ancianos siempre se unen en la adoración con los cuatro seres vivientes (5:8). Lo adoran a Dios quien está sentado sobre el trono y que vive por siempre y siempre; echan sus coronas ante Él reconociéndolo como el soberano supremo. Reconocen que es digno de recibir gloria, honor, y poder porque es el Creador. Los ancianos, como representantes de la adoración de la iglesia, justo la cosa que los habitantes del mundo se rehusan a hacer (ellos prefieren en cambio la idolatría, ver Ap. 9:20-21, 14:7, 16:9). A quién adoramos es uno de los temas claves de Apocalipsis (ver 5:14, 9:20, 14:7, 14:9, 19:10, 22:9). Aquí vemos que en el cielo es Dios quien es adorado por los que están a la tierra también (14:6-7). Aquél que hizo el mundo está en control del mundo; está sobre el trono. Jesús es descrito como el soberano de la creación de Dios (3:14). Dios es referido como creador nuevamente en 10:6 y en 14:7 cuando el ángel anuncia que el tiempo del juicio ha llegado y ordena a los hombres que teman y adoren a Dios porque Él es el Creador. Este es el evangelio en su forma más sencilla (Hch. 14:15, 17:24). Is. 57:15 habla de uno alto y sublime que habita la eternidad, y en su plan eterno Dios escogió crear los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos. Cada ser creado le debe su existencia a la libre voluntad y placer de Dios. Col. 1:16 también enfatiza el hecho que fuimos creados por Él y para Él.
14. 2 El rollo y el Cordero (5:1)
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(Ap. 5:1) Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. {2} Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? {3} Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. {4} Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. {5} Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. {6} Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. {7} Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. {8} Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; {9} y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; {10} y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. {11} Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, {12} que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. {13} Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. {14} Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Esta sección debería ser leída con Fil. 2:5-11 en mente.
(Fil. 2:5-11) Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, {6} el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, {7} sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; {8} y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. {9} Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, {10} para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; {11} y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Algunos autores han señalado que hay paralelos entre los capítulos 4 y 5.
Dios sobre el trono (4:2) | El Cordero sobre el trono (5:6) |
Siete espíritus de Dios (4:5) | Siete espíritus de Dios (5:6) |
Seres vivientes rodeando el trono (4:6) | Seres vivientes rodeando el trono (5:6) |
Debe notarse que la adoración, tanto de Dios en el capítulo anterior como del Cordero en este capítulo, son pruebas de la divinidad del Cordero. La adoración es uno de los temas del capítulo anterior y este capítulo se incluye para demostrar que sólo Dios y el Cordero deben ser adorados. Dios, porque Él es el creador, y el Cordero, porque es el redentor. Ni la bestia ni los ángeles han de ser adorados; sólo Dios (ver 14:7, 9, 19:10, 22:9).
v. 1 - Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos - El rollo revela la voluntad de Dios para el mundo. En el mundo romano un testamento era atestiguado por siete personas, y cada persona ponía su sello al documento. Los sellos muestran lo secreto del documento. El rollo con siete sellos estaba escrito en ambos lados (5:1), es decir que contiene una gran cantidad de escritura. El rollo revela el plan redentor completo de Dios a lo largo de la historia humana, desde la cruz hasta el fin del tiempo hacia la eternidad. El plan redentor de Dios se cumple literalmente en 21:6, cuando Dios anuncia "Hecho está". Habiendo creado un nuevo cielo y una nueva tierra, vemos a la Nueva Jerusalén, la novia, y Dios anuncia que Él morará con los hombres. El viejo orden de cosas ha pasado y entonces Él dice finalmente que está hecho. Los siete sellos se refieren a la plenitud completa de Su plan. En Ez. 2:9-10 también encontramos que cuando Ezequiel fue comisionado por Dios se le dio un rollo con endechas, lamentaciones y ayes. En 10:2 ff., un ángel fuerte sostiene un librito y a Juan se le dice que lo coma y que vuelva a profetizar (10:8-11). El librito se refiere a la profecía de este libro. Para los profetas, el plan de salvación de Dios permanecía sellado, pero una vez que Jesús murió y resucitó, el plan de Dios está revelado completamente a sus siervos, especialmente a Pablo y luego a todas las personas, especialmente los santos (Rom. 16:25-26, Ef. 1:9-10, Ef. 3:6-10, Col. 1:25-27). Pero aquí encontramos que el rollo está sellado con siete sellos. Los sellos deben ser quitados a fin de que los contenidos sean revelados y cumplidos. El resto de Apocalipsis está referido con la apertura de los sellos y con revelar los contenidos del rollo. Esta sección trata con las credenciales y la dignidad del único que puede abrir los sellos y revelar su contenido.
Una de las preguntas claves que deben ser contestadas es si los contenidos del rollo siguen en orden cronológico cuando los sellos han sido abiertos o si los contenidos dan más detalles de lo que se describe cuando se abren los sellos.
v. 2 - Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? - ¿Quién es digno de romper el sello y revelar el destino del hombre en el plan de Dios? No cualquier hombre puede hacer esto. Esta es una presentación del Único que es digno. Sin embargo, no es Dios el que abre los sellos. El destino del hombre debe ser logrado por el hombre, pero ¿qué hombre es digno de este honor? Hay un hombre en la historia humana que es digno. Aquél que venció, como nuestro hombre representativo, las fuerzas del mal; quien agrado a Dios en cada aspecto de su vida, aun en la muerte en la cruz. En 22:10, a Juan se le dice que no selle las palabras de la profecía del libro porque el tiempo estaba cerca (para su cumplimiento). De la misma forma, alguien debe romper los sellos y abrir el rollo para que sus contenidos sean cumplidos en la realidad.
v. 3 - Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo - No se encontró a nadie en toda la creación (en el cielo, o en la tierra o debajo de la tierra, comparar con Fil. 2:10) que fuera digno de abrir el rollo. Más adelante "todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y todas las cosas que en ellos hay" alaban al que puede abrir el rollo (5:13). No puede ser leído hasta que los sellos sean rotos (ver Is. 29:11).
v. 4 - Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo - Lloraba porque el plan de Dios permanecería sin cumplirse, a menos que se encontrara a alguien que pudiera abrir el rollo y revelar sus contenidos para que se convirtieran en realidad y se cumplieran.
v. 5 - Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos - El anciano presenta al que puede abrir el rollo, es decir el ejecutor de los propósitos de Dios y el heredero de la herencia del mundo (ver 11:15, Johnson). El León de la tribu de Judá se refiere a Gn. 49:9 y es un título de Jesús que descendió, según la carne, de la tribu de Judá. Jesús es la raíz de David así como descendiente de David (Is. 11:1, 11:10, Jer. 23:5, Zac. 3:8, 6:12, Mt. 22:41, Ap. 22:16) y esto tal vez enfatice Su ascendencia humana y real. Jesús ha triunfado como un hombre, es decir ha vencido (ver 3:21). (Nota: triunfar es la misma palabra en griego que vencer). Por lo tanto, es digno de abrir el rollo (v. 9). El triunfó como hombre (Fil. 2:8), especialmente en la cruz donde desarmó a los poderes y autoridades (Col. 2:15), fue muerto (v. 9) y está ahora sentado con Dios "sobre todo principado y autoridad y poder y señorío" (Ef. 1:20-21) y por lo tanto es capaz de abrir el rollo del destino del hombre. Vemos más adelante, en v. 13, el resultado de este triunfo cuando "todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y todas las cosas que en ellos hay" cantan la alabanza de Dios y del Cordero. Él es el segundo Adán, después que hubiera fallado el primer Adán. Es apropiado que el Cordero sea presentado como el que puede abrir el rollo y sus siete sellos porque en 1:1 encontramos que Dios le da esta revelación a Su Hijo (ver v. 7: "Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono"). Este libro es un corrimiento del velo, y así el Cordero puede abrir el rollo y sus siete sellos y revelar su contenido para el beneficio de la iglesia.
v. 6 - Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra - Juan mira, esperando ver un león y en cambio dice: "vi en medio del trono... un Cordero como inmolado". Esta es la primera mención del Cordero, que aparece 30 veces en el libro. Esta es una clara referencia a Jesús. Tanto Juan como Pedro se refieren a Jesús como el Cordero de Dios (Juan 1:29, 36, 1 Pedro 1:19). "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). Pablo lo llama a Jesús nuestro cordero de pascua que ha sido sacrificado (1 Cor 5:7 - Reina-Valera: "nuestra pascua, que es Cristo", Biblia de Jerusalén: "nuestro cordero pascual, Cristo", Versión Popular: "Cristo, que es el Cordero de nuestra pascua"). El Cordero parecía como si hubiera sido inmolado. Esta es una referencia a la crucifixión, pero está parado porque resucitó. En un trazo brillante Juan retrata su tema central de la revelación del Nuevo Testamento: la victoria a través del sacrificio (Mounce). El Cordero de Dios es aludido en Gn. 22:7 cuando Abraham está a punto de sacrificar a Isaac. Isaac pregunta dónde está el cordero para el holocausto y Abraham responde: "Dios se proveerá de cordero para el holocausto". El es el cordero de la Pascua (Ex. 12:3-21); cuando el ángel destructor vio la sangre del Cordero sobre los dinteles de la puertas es pasó sobre los israelitas y mató los primogénitos de los egipcios en cambio. Is. 53:3 ff. es uno de los muchas menciones mesiánicas de un cordero en el AT, pero es probablemente el mayor. Describe al Mesías: "como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca". Jesús está parado en el centro del trono, el centro del cielo; esto también se menciona en 7:17. Esteban, el primer mártir vio a Jesús parado a la diestra de Dios (Hch. 7:55). Ap. 3:21 hace referencia a Jesús sentado sobre el trono de Su Padre, después de haber vencido. El Cordero aquí es simbólico de Jesús. Ningún autor cuestiona que el Cordero es Jesús. Johnson nota que inmolado es literalmente "degollado" y vincula al Mesías al Cordero pascual de AT. Aquí Juan une al Mesías davídico real del AT con el Siervo Sufriente de Isaías (Is. 42-53).
La imagen del Cordero se refiere a la vida y la muerte de Cristo durante su primera venida, cuando vino como un bebé indefenso al mundo y murió una muerte tortuosa en la cruz. Murió una muerte temprana y por lo tanto es Cordero más que oveja. Cordero habla también de Su inocencia. Habla de Su humildad (Fil. 2:5-8); más adelante en los versículos que siguen muestra su exaltación (Fil. 2:9-11) y cuando Él venga de nuevo a la tierra será como el león, el Señor de señores y Rey de reyes. Goldsworthy destaca que si queremos ver al León como nuestro Salvador en vez de nuestro juez, primero debemos encontrarlo como el Cordero, es decir como nuestro sustituto por nuestro pecado en la cruz. Entonces, cuando Él venga de nuevo en Su gloria que tiene ahora y que es descrito en Apocalipsis, seremos como Él porque lo veremos tal como Él es (1 Juan 3:2). En Apocalipsis aquí y en otras partes (1:13-18) se revela el Cristo exaltado. Esto tiene que ser aceptado ahora por fe, pero Él será revelado abiertamente al mundo cuando venga de nuevo (1:7, 6:12-17, 19:11-21).
En el versículo anterior el anciano dice que el león de la tribu de Judá ha triunfado y, sin embargo, vemos un cordero que lleva las marcas de la muerte. Esto ilustra una de las lecciones que Dios quiere enseñar a su pueblo a través de este libro, que la victoria se logra por medio del sacrificio y la muerte. Así, encontramos que a la bestia se le permite que haga guerra contra los santos y que los venza (13:7). Jesús fue crucificado por hombres malvados y parecía indicar una derrota aparente, pero resucitó y la muerte no lo pudo contener. Encontramos que los santos "han vencido [al diablo] por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (12:11). Los de Esmirna que son fieles hasta la muerte recibirán la corona de vida (2:10). Así como Cristo fue obediente hasta la muerte en la cruz y Dios lo exaltó, los que son obedientes hasta la muerte reinarán hasta con Él (Mt. 10:22, 2 Tim. 2:12, Ap. 2:26, 20:6). Como lo indica Rom. 8:36, los cristianos siguen a su Señor al ser ovejas que son muertas, pero esto no nos separa del amor de Cristo. El Apocalipsis es un comentario sobre este tema.
v. 6 - tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra - Este no es ningún Cordero común. Los siete cuernos son un símbolo de fuerza completa y plena (Dt. 33:17). Siete significa completo y el cuerno significa fortaleza o poder (1 Sam. 2:10, Sal. 18:2, Zac. 1:18-21). Compare con el dragón (12:3) y la bestia con diez cuernos (13:1). Ver también la bestia de Daniel con diez cuernos (Dn. 7:7 ff.). También la bestia de la tierra tiene dos cuernos como un cordero (13:11). Los siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra que significan el Espíritu Santo que escudriña el espíritu del hombre (Prov. 20:27). Compare con los "los siete espíritus que están delante del trono" (1:4) y las siete lámparas de fuego que son los siete espíritus de Dios (4:5). Esta imagen viene de Zac. 4:2, 10. El mismo pasaje es usado para los dos testigo en 11:4 para demostrar que operan en el poder del espíritu. El candelero de oro con siete lámparas representa al Espíritu Santo. Las siete lámparas son los siete ojos del Señor que recorren toda la tierra (Zac. 4:10). El candelero con las siete lámparas estaba ubicado en frente de la mesa con el pan de la Presencia sobre ella, fuera del Lugar Santísimo y en el Lugar Santo (Ex. 26:35) y representa el Espíritu de Dios. En 1:14 y 19:12 los ojos de Cristo son descritos como llama de fuego. Jesús recibió el Espíritu sin límite (Juan 3:34). Johnson ve "los siete espíritus de Dios enviados a la tierra" probablemente como una referencia al Espíritu Santo que es enviado por Cristo al mundo (1:4, 4:5, cf. una visión similar del Espíritu en Juan (14:26, 15:26, 16:7-15).
v. 7 - Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono - El Cordero es el único que puede tener un acceso tan íntimo a Dios. Él es digno de tomar el rollo (v. 9). Como el hombre perfecto sin pecado y como Dios es capaz de acercarse a Dios por nosotros (1 Tim. 2:5). Él puede tomar el rollo de la mano derecha de Dios porque Él estará a la diestra de Dios - con los ángeles, autoridades y potestades sujetos a Él (1 Pedro 3:22). Esteban, cuando fue martirizado, vio a Jesús parado a la diestra de Dios (Hch. 7:55-56; ver también Ef. 1:20-22, Col. 3:1, Heb. 1:3). Heb. 1:13 dice "Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies". Encontramos en Apocalipsis primero una visión de Cristo a la diestra de Dios, luego una descripción de sus enemigos y luego la destrucción de sus enemigos. Este evento aquí refleja el origen mismo de Apocalipsis "que Dios le dio [a Jesús] para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1). Ver también Juan 3:35, "El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano", y Juan 5:20-23, 17:2, Mt. 11:27. Dios le ha dado a Cristo la tarea de ejecutar Su plan de salvación. La obra de redención en la cruz está completa, pero sus enemigos no han sido derrotados y Él debe reinar hasta que sean derrotados (1 Cor. 15:24-28, Heb. 10:13) y le entregue el reino a Su Padre. El resto de Apocalipsis muestra a sus enemigos trabajando para luchar contra la iglesia, y su derrota.
v. 8 - Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos - Ellos caen ante el Cordero que es digno de tomar el rollo de Dios y de abrirlo. Adoran al Cordero como adoraron al que está sentado en el trono en 4:9-11. Esto indica la divinidad del Cordero; adorar a Dios es uno de los mensajes de Apocalipsis. Como representantes de la iglesia los ancianos tienen arpas igual que los santos (Ap. 15:2). El arpa es un símbolo de adoración (Sal. 33:2). Como representantes de la iglesia ellos presentan las oraciones de la iglesia ante Dios.
v. 8 - todos tenían... copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos - Los ancianos que representan a la iglesia también tenían la copa llena de incienso (Lev. 2:1-2, 16:12-13) que son las oraciones de los santos (Sal. 141:2). En el tabernáculo el altar de incienso estaba en el Lugar Santísimo, junto con el Arca del Pacto cubierto de oro (Heb. 9:3-4). Las oraciones del pueblo de Dios están vinculadas con los propósitos de Dios en la tierra que se desarrollan con la apertura de los sellos. Ver también el séptimo sello con los incensarios de oro, en donde al ángel se le dio incienso para ofrecer, con las oraciones de los santos, sobre el altar de oro ante el trono (8:3). Ahí se establece un vínculo directo entre las oraciones de los santos y la respuesta de Dios, que son las siete trompetas, ya que el incensario de oro que tienen el incienso es también usado para arrojar fuego a la tierra (8:5). Las trompetas y las siete copas (15:7) son las respuestas de Dios a las oraciones de su pueblo. El reivindicará a sus elegidos (Lucas 8:6). Ver la tercera copa (16:5-6).
v. 9 - y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; {10} y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra - Los ancianos cantan una canción parecida que cantan los 144.000 (ver 14:3) adorando a aquél que se hizo hombre y compró a los hombres para Dios. Es una canción nueva porque Jesús recién había ascendido al cielo después de vivir en la tierra, ser crucificado y ascender al cielo. Este es un evento completamente nuevo en la historia del cielo. Antes de la encarnación esta canción no podría haberse cantado. Se menciona una nueva canción en Sal. 33:3, 96:1 y 144:9. Los ancianos se distinguen claramente entre ellos y los redimidos; por lo tanto, no pueden ser hombres redimidos ellos mismos. Los ancianos usan el término ellos para describir a los redimidos en vez de nosotros. Nota: la versión Reina-Valera traduce incorrectamente "nos has redimido" (comparar con la Biblia de Jerusalén: "compraste para Dios hombres..." o Versión Popular: "compraste para Dios gentes...").
v. 9 - Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado - Él es digno de abrir el rollo porque obedeció la voluntad de Dios hasta la muerte, aun muerte de cruz (Fil. 2:8). Los ancianos le contestan al clamor de los ángeles: "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?" Los ángeles contestan en v. 12 que Él es digno; todas la criaturas contestan en v. 13. Él fue "coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte" (Heb. 2:9).
v. 9 - con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación - Esto comienza con la frase "con tu sangre nos has redimido para Dios". Él mismo hizo esto. Él vertió Su sangre y al hacerlo ha redimido a los hombres para Dios y fuera del reino de Satanás (14:4). La iglesia ha sido comprada por la sangre de Cristo (1 Cor. 6:19, Hch. 20:28, 1 Pedro 1:18). Han sido comprados "de toda tribu, lengua, pueblo y nación". Esta es una de las grandes claves del evangelismo, esparcir el evangelio a cada uno de estos cuatro grupos (ver Dn. 7:13). Note la naturaleza inclusiva de los redimidos en esta descripción de cuatro partes de los redimidos de los cuatro rincones de la tierra. Esta frase se usa también para los habitantes de la tierra (11:9, 13:7, 14:6) y sin embargo vemos acá que algunos de estos se salvan eventualmente. Vemos aquí que, como Jesús compró (rescató) a los hombres para Dios con su propia sangre Él también tiene el derecho de revelar y cumplir el plan de Dios para la humanidad abriendo los sellos. Johnson nota que la muerte de Jesús aseguró una salvación de aplicación universal a todas las clases de personas en la tierra (cf. 7:9).
v. 10 - y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra - Esta es una repetición de 1:6; es Jesús que ha hecho de los santos un reino y sacerdotes para servir a Dios por Su muerte sobre la cruz. Han sido rescatados del reino de las tinieblas y han sido traídos al reino de Su Hijo (Col. 1:13). Su reinado sobre la tierra podría referirse también al reino del milenio de Jesús con Sus santos. Ellos servirán a Dios; Su pueblo será Sus siervos (ver 1:6, 7:15, 22:3). Para otras referencias a reinar con Cristo en Apocalipsis, ver también 1:6, 7:15, 11:15-17, 22:3, 22:5). En Rom. 5:17 los que reciben el don de la gracia y justicia de Dios reinarán en vida por Jesucristo; esto es reinar en vida ahora, no en el futuro.
v. 11 - Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones - Son ahora los ángeles que se ponen a adorar al Cordero. Ellos tienen menos importancia que los seres vivientes y los ancianos, que están más cerca del trono. Compare con la descripción en Dn. 7:10, "millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él".
v. 12 - decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza - En 4:11 los ancianos lo adoran a Dios como siendo digno; ahora los ángeles adoran al Cordero como siendo digno. Después de los ancianos y los seres vivientes, los ángeles se unen para adorar al Cordero con una doxología de siete partes. En v. 4 Él es digno porque ha triunfado como hombre, el representante del hombre en el cielo, el segundo Adán. Él cumplió la voluntad de Dios en la tierra y al hacerlo hizo posible que los hombres pudieran entrar en el cielo. Él ahora recibe Su recompensa; está coronado de gloria y honor (Heb. 2:9). Los ángeles adoran a Cristo como Dios. Note que a Juan se le dice que adore a Dios y no al ángel que le está dando la revelación.
v. 13 - Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir - Luego el resto de la creación sobre la tierra y debajo de la tierra (queriendo decir los muertos) se une en la adoración del Cordero. Toda criatura (no sólo los redimidos) finalmente reconocerá a Jesucristo como Señor. Así de cumple Rom. 14:11 (citado de Is. 45:22) y Fil. 2:10. Esto ayuda a demostrar la unidad de las Escrituras y particularmente del libro de Apocalipsis con el resto de las Escrituras. Apocalipsis tiene que ser leído con el AT y el NT en mente a la vez. Lo que se quiere decir es que el Cordero, a diferencia de la bestia, es digno de adoración y honor.
v. 13 - Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos - La adoración durará por siempre y siempre porque Dios y el Cordero vivirán por siempre y siempre. La adoración será de cuatro partes; la riqueza, la sabiduría y el poder no se incluyen en la doxología de los ángeles. Note que Dios y el Cordero se encuentran unidos en la alabanza y están unidos en otras partes en Apocalipsis:
La ira del que está sentado sobre el trono y el Cordero (6:16)
El Cordero será su pastor y Dios limpiará toda lágrima (7:17)
El reino de Dios y las bodas del Cordero (19:6)
Como el templo y como su luz (21:22)
Fuente del río de vida (22:1)
El trono de Dios y del Cordero (22:3)
v. 14 - Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos - Como en 5:8 los ancianos caen ante el Cordero en adoración, quien es digno en forma suprema de adoración, a diferencia de la bestia de 13:4. Cayeron en adoración al Cordero de la misma forma que habían adorado a Dios en 4:10, lo cual indica la divinidad de Cordero, porque sólo Dios debe ser adorado (14:7, 19:10, 22:9). La adoración de los ancianos representa la de la iglesia (ver 5:8) donde los ancianos sostienen las copas doradas llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Después de la alabanza y adoración el Cordero abre los sellos (6:1).
15. Los siete sellos (6:1)
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Después de tomar el rollo de Dios y de ser adorado por toda la creación, el Cordero ahora abre los siete sellos para revelar su contenido. Los sellos, como las trompetas, están en un grupo de cuatro, dos y uno. La apertura de los primeros cuatro sellos es presentada por cada uno de los cuatro seres vivientes por turno. Cada uno de los cuatro seres vivientes revela un jinete; el cuarto jinete resume los primeros tres, "se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra", BJ; "se les dio poder sobre la cuarta parte del mundo", VP (RV traduce "y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra"). El poder de estos jinetes está limitado a un cuarto. Con las trompetas, más adelante, está limitado a un tercio. El quinto sello revela a aquellos que han sido muertos por la palabra de Dios y su testimonio, que es la iglesia perseguida. El sexto sello revela el día del Señor que trae la ira del Cordero. La apertura del séptimo sello revela el silencio. Los siete sellos resumen la historia humana desde el punto de vista del cielo y de la iglesia. Hay guerra, hambre y pestilencia en general y sobre la iglesia en particular hay persecución. Luego vendrá el fin, trayendo terror al mundo. Esto tal vez explique el silencio del séptimo sello. Lo que describen los sellos es similar a las señales del fin de la era, como las describe Jesús en Mateo 24. Habrá guerras, hambres y terremotos (Mt. 24:6-8), persecución (Mt. 24:9-14), los cuerpos celestes son conmovidos (Mt. 24:29) y "entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra" (Mt. 24:30). Después de abrir los siete sellos el rollo puede leerse y encontramos más detalles; pero esto empieza en el capítulo 8. Los siete sellos describen la tribulación que es, en su mayor parte, hecha por el hombre (guerras, hambres y persecución), pero bajo el control de Dios. Las siete trompetas son desastres enviados por Dios con el objetivo de persuadir al hombre a que se arrepienta. Las siete copas son el derramamiento final de la ira de Dios sobre la humanidad impenitente. El hecho que Cristo abra los siete sellos indica Su soberanía sobre el futuro.
15.1 El primer sello (6:1)
(Ap. 6:1) Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. {2} Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer.
v. 1 - Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos - Jesús abre los sellos después de la adoración de la creación, pero especialmente la de la iglesia. Juan mira con anticipación cuando el Cordero abre el primer sello. Jesús abre los sellos pero no el libro; la apertura de los sellos es preliminar a la apertura del libro. Jesús abre los sellos para permitirnos ver el curso futuro de la historia, la que no está oculta de los santos (1:1, 22:6, 10). Dios le ha confiado a Jesús revelar el curso futuro de la historia de Su iglesia (cf. 1:1 y "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" 19:10). Debemos notar el hecho que el Cordero abre los siete sellos, lo cual significa que está en control general de los eventos representados en los siete sellos, lo que debería ser tremendamente consolador para la iglesia.
v. 1 - y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira - Cada uno de los cuatro seres vivientes presenta los primeros cuatro sellos. El trueno enfatiza la orden: ¡Ven!, que llama a escena al primer caballo. Note que la apertura de los sellos no es pasiva sino que trae a escena eventos de la historia humana.
v. 2 - Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer - El primero de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Esta imagen está tomada de Zacarías (Zac. 1:8, 6:1-8) en donde hay cuatro carros tirados por caballos de distintos colores; estos son los cuatro espíritus del cielo que salen de estar en la presencia de Dios a todo el mundo. Los cuatro caballos cubren cada dirección de la brújula. Es decir, afectan a toda la tierra. Algunos ven en el jinete del caballo blanco el mismo jinete que en Ap. 19:11, es decir Cristo (ver Hendriksen). Esto no es seguro; el jinete en 19:11 tiene una espada y éste tiene un arco. El arco es más probable que sea el de los partos, que eran los únicos arqueros montados del mundo antiguo. Se le dio una corona. ¿Es probable que se refiera a Cristo, quien tenía muchas coronas? (ver 19:12, pero ver comentario sobre 14:14). La corona aquí es la corona del vencedor (gr. stephanos), a diferencia de la corona real (diadema). La corona del vencedor es apropiada para alguien que sale para conquistar. La corona no el mismo tipo de corona que usa la bestia (13:1) o que usa Cristo en 19:12. Ambos usan la corona real (diadema), aunque el "Hijo del Hombre" en 14:14 usa la corona del vencedor.
El cuarto caballo resume a los primeros tres y es claramente malvado. El primer caballo significa el deseo de conquistar que es normalmente la razón de la guerra, el próximo sello y del hambre (tercer sello). El cuarto sello describe la muerte por espada, hambre, enfermedades y fieras de la tierra. También debe notarse que el sexto sello de la ira del Cordero cae sobre reyes, príncipes, generales y (hombres) poderosos, entre otros, que son responsables de la guerra. Ap. 19:18 también describe los reyes, generales, hombres poderosos, caballos y sus jinetes y el resto cuya carne comían las aves en medio del cielo. Los cuatro caballos cubren las cuatro direcciones de la brújula; son una unidad, así como las primeras trompetas y copas afectan a toda la tierra. Los primeros cuatro sellos son presentados por los seres vivientes; los restantes, no. El primer jinete que representa la conquista es la lectura más directa del texto, aunque el hecho que esté montado en un caballo blanco trae algunos problemas para esta interpretación. Pero Juan puede estar pensando simplemente en Zac. 1:8, 6:3 que tienen un caballo blanco. Otros argumentan que Cristo no puede ser comandado por criaturas celestiales, así que el jinete debe ser la conquista de la palabra de Dios, como fue profetizado por Cristo (Marcos 13:10). Sin embargo, ver 14:15 donde a uno semejante al Hijo del Hombre se le dice siegue. Hay al menos un versículo en donde la flecha es comparada a la palabra de Dios: "Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba" (Is. 49:2).
Grimsrud argumenta que el caballo blanco significa guerra triunfante porque los cuatro jinetes representan a la guerra y sus males consecuentes: guerra, lucha, hambre y enfermedad, y hace el siguiente comentario: "Conquista es usado 11 veces en el libro aludiendo a la conquista por el testigo fiel (una vez en cada una de las siete cartas, en 5:5 para el Cordero, y en 12:11 y 15:2 de los siervos fieles). Tres veces se refiere a la conquista por violencia (aquí, en 11:7 donde la bestia mata a los dos testigos, y en 13:7 donde la bestia guerrea contra y conquista a los santos). En todos los pasajes de "conquista", Cristo y sus seguidores conquistan muriendo; Satanás y los poderes malignos, matando."
Johnson identifica al jinete sobre el caballo blanco con el anticristo y sus fuerzas que buscan conquistar a los seguidores de Cristo. Cada uno de los cuatro sellos, entonces, representa el conflicto dirigido hacia los cristianos para probarlos y separarlos de los falsos discípulos (v. 10). Sigue diciendo que esta interpretación no elimina necesariamente el hecho de que los sellos también pueden referirse a los juicios sobre la humanidad en general. Pero, como el quinto sello enfatiza el clamor de los cristianos martirizados, tal vez el pensamiento de la persecución cristiana pertenece también a los primeros cuatro sellos. Cada uno de ellos desata eventos que separan a la fe falsa de la verdadera. La destrucción de Jerusalén es un punto en cuestión (Lc. 21:20 ff.). El caballo blanco sale para conquistar, y al hacerlo, el juicio cae sobre la incredulidad de Israel (Lc. 21:22-23), y a la vez está la prueba de los creyentes para separar la paja del trigo (cf. Lc. 21:12-19).
Hay quienes ven al primer jinete como la conquista en general y el anticristo en particular (Preacher's Outline & Sermon Bible) y que dicen lo siguiente:
- Es el engañador, y por lo tanto aparece de blanco (Mt. 24:5, 2 Tes. 2:11)
- La corona que usa es diferente de la corona usada por Cristo en Ap. 19. Es la corona del conquistador (stephanos) y no la corona real de un rey (diadema). Sin embargo, note que el que es "semejante al Hijo del Hombre" y que está sentado sobre una nube lleva la corona (stephanos) de oro sobre su cabeza (14:14)
- El arco simboliza la conquista. En el AT es siempre un símbolo de poder militar (Sal. 46:9, Jer. 51:51, Os. 1:5)
- Para ser consistente, un debería relacionar a este jinete con los otros tres, que aparecen como destructivos
- Note que este jinete ya tiene el arco, pero se le da la corona y sale para conquistar; por lo tanto es un falso Cristo
a. Este jinete tiene un arco pero Cristo no tienen un arco; un arma de guerra no es parte de su ser
b. A este jinete se le da una corona, pero a Cristo no se le da una corona. Él fue coronado, ya sea por toda la eternidad o en Su ascensión
c. El jinete sale para conquistar, pero Cristo siempre ha estado conquistando los corazones de los hombres. Este jinete que sale para conquistar es uno que ya tienen un arco y se le da una corona en algún punto del tiempo. Desde ese momento sale para conquistar (cf. el pequeño cuerno en Dn. 7; el hombre de pecado y la bestia y el gobernante del Imperio Romano restaurado de Ap. 13; la abominación de la desolación de Mt. 24:15)
Sin embargo, interpretar al primer jinete como Cristo conquistando a las naciones está más en armonía con todo el libro. Si el jinete es Cristo, entonces la conquista es el evangelio, los mártires que vemos en el quinto sello están ahí como resultado de la persecución que surge por la conquista del evangelio. El argumento de Hendriksen a favor de que Cristo es el jinete es como sigue:
- En 5:5 Cristo es retratado como el que ha triunfado
- El color del caballo es blanco. Este color está asociado con lo santo y lo celestial. Por ejemplo, vestiduras blancas, nube blanca, trono blanco, piedra blanco, etc. Por lo tanto el jinete no puede ser el diablo sino el anticristo
- El jinete lleva una corona, lo cual armoniza con 14:14 donde Cristo lleva una corona de oro
- La palabra conquista o vence (gr. nikao) se refiere, con dos excepciones (11:7, 13:7), a Cristo o a los creyentes (ver 3:21b). Compare Juan 16:33 con Ap. 3:21b. Ver también Ap. 5:5 y 6:2.
- Compare el jinete sobre el caballo blanco aquí con el jinete sobre el caballo blanco en 19:11 quien claramente es Cristo. En 5:5, Cristo conquistó en la cruz; en 6:2 está conquistando ahora por medio del evangelio; y en 19:11 va a conquistar en el gran día del juicio, que es la razón por la que lleva muchas coronas.
- La idea de un Cristo conquistador está en armonía con el propósito del libro (ver arriba v., y 1:13 ff., 2:26, 26, 3:21, 5:5, 6:16, 11:15, 12:11, 14:1 ff., 14:14 ff., 17:14, 19:11. Note especialmente 17:14, "Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles".
- El jinete sobre el caballo en 6:2 está en armonía con Mt. 10:34 en donde dice que no ha venido para traer paz sobre la tierra sino espada, refiriéndose a la persecución. El jinete sobre el caballo blanco es seguido por el jinete sobre el caballo bermejo que lleva una espada, y el quinto sello ve las almas de los mártires debajo del altar
- Compare con Sal. 45:3-5. Ver también Heb. 1:18 que cita este salmo, donde el jinete es el Hijo
- Compare con Zac. 1:8 ff. Ver también Hab. 3:8, 9, Is. 41:2
Para resumir el primer jinete y su relación con los otros sellos, hay cuatro puntos de vista:
a. El primer jinete representa el deseo de conquista y, como tal, forma parte integral de los cuatro jinetes quienes son todos malvados y están resumidos en el cuarto jinete. La conquista trae con ella la guerra, hambre y muerte. Sin embargo, el color blanco normalmente se asocia con el bien y no con el mal, pero puede indicar victoria (Lenski). El jinete lleva la corona del vencedor
b. Un paso más allá es decir que el jinete es el anticristo que trae el caos y la miseria sobre el mundo, como está indicado por los jinetes segundo, tercero y cuarto, y el quinto sello muestran la persecución resultante de los cristianos por el anticristo, seguido por el sexto sello que representa el final, cuando Cristo vuelva.
c. El primer jinete es Cristo que conquista por el poder del evangelio y los otros sellos, del 2 al 5, representan las diversas formas de persecución que resultan de la proclamación del evangelio del primer sello. Es tal vez apropiado que Jesús, que es el principio y el fin, aparezca sobre un caballo blanco tanto al principio como al final de las visiones sobre el futuro.
d. El primer jinete es la palabra de Dios (ver Lenski). Esto nuevamente armoniza con el jinete sobre el caballo blanco en el capítulo 19, cuyo nombre es la Palabra de Dios, y también con Mt. 24:14 y el modelo de Mateo 24 de interpretación de todas los sellos (ver comentarios después de 6:8). El evangelio es predicado, y al mismo tiempo hay guerra, hambre y muerte por diversas causas. Este punto de vista tiene el mejor sentido en términos del propósito de Apocalipsis, porque la persecución surge a causa de la palabra de Dios, como está indicado por los mártires del quinto sello que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios (6:9). Considere los dos testigos que son muertos porque profetizan (11:7) y los decapitados por la palabra de Dios (20:4). En Is. 49:2 el profeta Isaías se compara con una saeta bruñida oculta en la aljaba del Señor que, en el contexto del versículo que se refiere también a su boca como una espada aguda, debe ser la palabra de Dios. Considere que los ejércitos del Señor, que son los santos (ver 17:14), así como Cristo, también montan caballos blancos (19:14) y es mediante esto que es predicado el evangelio. Finalmente considere que el evangelio también va por toda la tierra en las cuatro direcciones cardinales al igual que la guerra, el hambre y la muerte.
15.2 El segundo sello (6:3)
(Ap. 6:3) Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. {4} Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
v. 4 - Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada - ¿Guerra o persecución? A la luz de Mt. 24:6-7, y a la luz del cuarto caballo que resume los otros tres, el equilibrio estaría hacia el lado de la guerra. Hacer que los hombres se maten unos a otros, más que hacer que maten a los santos. A la luz del resto del libro, el autor es bastante capaz de indicar la persecución en forma clara. Algunos comentaristas citan la siguiente escritura en apoyo de la persecución, "No he venido para traer paz, sino espada" (Mt. 10:34). Compare esto con la sexta trompeta (9:15) en donde un tercio de la humanidad es muerta por soldados a caballo. El color bermejo corresponde a su misión de derramar sangre. La espada es la espada corta romana (machaira). Note que a su jinete se le dio poder para que los hombres se maten. "Se le dio" indica la aprobación permisiva de Dios. Hendriksen, sin embargo, arguye persuasivamente que la matanza es de creyentes y no la guerra en general:
- En el contexto, la persecución sigue al primer jinete que es Cristo y el evangelio
- Cita a Mt. 10:34 "No he venido para traer paz, sino espada" (machaira)
- La palabra matanza, cuando es usada por Juan, se refiere a la matanza de incrédulos, excepto en 13:3 donde la cabeza muerta pertenece a la bestia (cf. 1 Juan 3:12, la muerte de Abel), Ap. 5:6, 5:9, 5:12 (el Cordero), 6:9 (los mártires debajo del altar), 13:8 (el Cordero), 18:24 (los santos).
- Cuando se abre el quinto sello, revela las almas de los santos muertos, lo cual encaja con la muerte de los santos en el segundo sello
- La machaira usada en la escritura se refiere a un cuchillo sacrificial, como en el sacrificio de Isaac
- El libro está escrito a creyentes que estaban siendo muertos, así que la persecución, y no la guerra, es el tema. Cada vez que el jinete sobre el caballo blanco aparece (Cristo y el evangelio), el jinete del caballo bermejo siempre sigue (ver Mt. 5:10,11, Lc. 21:2, Hch. 4:1, 5:17, etc.). Considere a Esteban y Pablo, Publio y Policarpo, etc.
15.3. El tercer sello (6:5)
(Ap. 6:5) Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. {6} Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
v. 5 - Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano - El negro podría indicar vegetación seca o aun quemada (ver Lam. 5:10). La balanza se usa para pesar el alimento (Ez. 4:16). La balanza también puede pensarse que representa la injusticia, ya que el jinete afecta sólo a los que son pobres.
v. 6 - Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino - Esto indica hambre y escasez. Una libra de trigo es suficiente buena comida para una persona, no para su familia. Hay comida pobre (cebada) disponible. Los productos de lujo como el aceite y el vino no son dañados. Los olivos y los las viñas están enraizadas más profundamente, así que pueden soportar la sequía. Walvoord comenta que el hambre es la secuela de la guerra. Esta es la situación con el mundo occidental y el tercer mundo hoy, ya que toma para sí la comida de lujo dejando apenas suficiente alimento para el tercer mundo (hambre e injusticia). Babilonia es condenada por su lujo excesivo (18:3). Los mercaderes comerciaban aceite, vino y trigo con Babilonia (18:13), pero la cebada no se menciona porque es comida del pobre y no es un lujo. El hambre es también una de las condiciones que conducen a los últimos tiempos (Mt. 24:7). El hambre puede conducir a la inestabilidad política que es también una causa de la guerra. Hendriksen argumenta que los pobres que apenas podían comprar cebada eran cristianos. De Apocalipsis aprendemos algo de las condiciones de los creyentes de ese tiempo:
- No podían permanecer como miembros de los gremios de comerciantes, lo cual involucraría comer alimento sacrificado a los ídolos e inmoralidad sexual (cf. Pérgamo y Tiatira) y, por lo tanto, sería difícil ganarse la vida.
- Los que no tenían la marca de la bestia no podrían comprar ni vender (13:17)
- Generalmente los pobres tendían a convertirse en cristianos (Stg. 2:5, cf. 1 Cor.1:26)
Los jinetes segundo y tercero van juntos en su misión de perseguir al pueblo de Dios y al extender la opresión, la injusticia y la penuria económica a lo largo de los siglos de la existencia de la iglesia.
15. 4 El cuarto sello (6:7)
(Ap. 6:7) Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. {8} Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
v. 8 - Miré, y he aquí un caballo amarillo - El caballo tiene un color verde-amarillento enfermizo (gr. chloros, de donde viene la palabra cloro), como una persona muerta. Este caballo resume el trabajo de los otros tres, es decir muerte por espada y plaga y por las fieras de la tierra. Este versículo es también parecido a 13:10 donde la indicación clara es para perseguir por la bestia en forma de cautividad, o ser muerto por espada.
v. 8 - y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía - El Hades es la morada de los espíritus después de la muerte y, por lo tanto, siempre está muy cerca de la muerte. La Muerte y el Hades, la morada de la muerte, están personificados aquí, como en 20:13. Pero Jesús tiene autoridad sobre ambos (ver 1:18).
v. 9 - y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra - Se les dio poder sobre un cuarto de la tierra, así que era un poder universal pero limitado. Compare con las trompetas, donde un tercio de la tierra es afectada, y las copas tienen un efecto total. Ver también los cuatro tipos de destructores de Jeremías (Jer. 15:2) y los cuatro juicios pavorosos de Ezequiel (Ez. 5:12, 17, 14:21, en LXX la misma palabra rhomphia es usada para espada). Note el hecho que se les dio poder, indicando la soberanía de Dios. La palabra "matar" usada aquí no la matanza (sacrificial) como en el segundo sello. La espada acá es rhomphia, no machaira; es una espada larga y pesada, y se refiere a la guerra en general (Hendriksen). Estos son generales en carácter y afectan a toda la humanidad, y son simbólicos de todas las aflicciones universales que afectan a los creyentes y al resto del mundo a lo largo de la dispensación actual. Para la iglesia estas aflicciones son usadas por Cristo para la santificación de la iglesia y la extensión del reino (Hendriksen). Compare con Rom. 8:35.
¿Cuál es la interpretación de los cuatro jinetes? No hay ninguna interpretación fácil de los cuatro caballos del apocalipsis. Sin embargo (según Billy Graham) se parecen muchísimo a Mt. 24, especialmente cuando se compara con el quinto sello que habla de la persecución de los santos y el sexto sello que es paralelo a Mt. 24:29. Los sellos de Apocalipsis pueden considerarse un comentario y una expansión de Mt. 24 que es una historia del mundo desde el punto de vista del cielo.
Esta sección, y de hecho el resto del Apocalipsis, es también un comentario sobre Rom. 8:28-39:
(Rom. 8:28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. {29} Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. {30} Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. {31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? {32} El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? {33} ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. {34} ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. {35} ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? {36} Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. {37} Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. {38} Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, {39} ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Dolores de parto (Mt. 24:8) - Este es un versículo clave. Con una mujer en trabajo de parto los dolores de parto se vuelven más rápidos y más intensos a medida que se acerca el nacimiento, es decir los terremotos, las guerras, hambres y falsos profetas (finalizando con el anticristo) seguidos por la venida de Cristo. Las visiones de Apocalipsis se vuelven más detalladas y más intensas a medida que avanzan. Los sellos, por lo tanto, son el desarrollo del plan de Dios en la iglesia y en la historia humana.
Los cuatro jinetes pueden usarse para mostrar que Cristo es soberano sobre los eventos contemporáneos con los que Juan estaría familiarizado (Caird):
60 d.C. | Terremotos |
62 | Derrota del ejército romano por los vologueses partos en la frontera este |
64 | Persecución de los cristianos después del incendio de Roma |
70 | Guerra de cuatro años entre judíos y romanos que finaliza con Jerusalén en ruinas |
68 | Suicidio de Nerón, seguido de caos político |
79 | Erupción del Vesubio que hizo desaparecer la ciudad de Nápoles y creó un manto de oscuridad tan extendido que los hombres pensaban que había llegado el fin del mundo. Cuando el polvo volcánico cubre el cielo la luna parece roja |
92 | Hambre de granos serio |
81-92 | Reinado de Domiciano, instituye la adoración del emperador, persecución |
95 | Escritura de Apocalipsis |
Como con las siete trompetas y las siete copas, las primeras cuatro afectan a la tierra, las últimas tres tienen un significado más espiritual: afectan al hombre directamente en su espíritu más que en el cuerpo.
15.5 El quinto sello (6:9)
(Ap. 6:9) Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. {10} Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? {11} Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
v. 9 - Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían - Hemos visto antes al Cordero como inmolado (5:6, 9, 12); ahora vemos a los que siguen al Cordero y que han sido muertos por su obediencia a la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido hasta la muerte (cf. Esmirna y Antipas; ver también 11:7, 12:11, 17:6). La misma palabra para muerto (sphazo) se usa tanto para Cristo como para estos mártires y significa literalmente "despedazados"; siguen los pasos de su amo. Más adelante vemos también las almas de aquellos que han sido decapitados por su testimonio de Jesús y por la palabra de Dios (20:4). La secuencia de los cuatro sellos es interrumpida por un cuadro de los mártires, porque por su martirio algunos podrían arrepentirse de sus caminos errados (Caird). Esta escena de los mártires aparece antes del sexto sello, cuando Cristo viene en juicio y es demasiado tarde para arrepentirse. Ver también los dos testigos que aparecen entre la sexta y la séptima trompeta. ¿Dónde está el altar? Está ante el trono de Dios en el cielo (8:3). En el AT la sangre era derramada debajo del altar del holocausto (Lev. 4:7). Esto indica que su muerte por martirio es vista como un sacrificio en el altar en el cielo (cf. machaira del segundo sello). Habían ofrecido sus cuerpos como un sacrificio vivo (Rom. 12:1). Él vio sus almas así que ellos estaban vivos, lo cual demuestra que aunque el hombre puede destruir el cuerpo no puede destruir el alma (Mt. 10:28).
v. 9 - habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían - Este es uno de los temas del libro, que cada vez que los hombres obedecen la palabra de Dios y testifican acerca de Cristo con sus palabras y obras, seguirá la persecución. El punto principal del libro es ser obediente hasta la muerte, y que al hacerlo serán victoriosos sobre los poderes del mal y ganarán su vida (eternal). La palabra griega para mártir, martus, significa "un testigo". Ver también 11:7 en donde los dos testigos han finalizado su testimonio y la bestia del abismo los ha atacado, los ha vencido y los ha matado. Encontramos que la bestia guerrea contra los santos y los mata (13:7), la bestia de la tierra ha erigido una imagen de la bestia del mar y ha matado a todos los que se han rehusado a adorar la imagen (13:15) y encontramos que la mujer (Babilonia) está ebria con la sangre de los santos (17:6). Aquellos que adoran a la bestia y su imagen y reciben su marca están destinados para el tormento eterno (14:9 ff.). En 20:4 también encontramos "las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos". Esta persecución y martirio está de acuerdo con las palabras de Jesús en Mateo, "os entregarán a tribulación, y os matarán" (Mt. 24:9), "y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mt. 24:14). Ver también Mt. 10:21, 5:11, Juan 15:20. El testimonio de los mártires por sus palabras, obras y muerte es parte del plan de Dios.
v. 10 - Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? - Este clamor aparece varias veces en las Escrituras (Sal. 79:10, 119:84). Es Dios quien vengará su sangre; la venganza no es de ellos (Dt. 32:43, Rom. 12:19). Su clamor es por justicia, no retribución, así como la sangre de Abel clama a Dios por justicia (Gn. 4:10). El clamor es contestado en Ap. 16:5-7 cuando es derramada la tercera copa como el castigo justo por matar a los santos y a los profetas, y en Ap. 19:2 cuando condenó a la gran prostituta, en ella se encontró la sangre de los mártires y todos los muertos en la tierra (18:24). En 19:2 la misma palabra griega para venganza es usada (ekdikeo, cf. Lucas 18:3, Rom. 12:19, 2 Cor. 10:6).
v. 11 - Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos - La vestidura blanca es la vestidura de justicia (Is. 6:10, ver también Ap. 7:13). La idea de esperar "hasta que se completara en número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos" es que la persecución está completamente bajo el control de Dios. Él sabe y ha establecido la cantidad que ha de ser muerto, así como sabe la cantidad de cabellos en nuestra cabeza. Hay un número que está fijado bajo la voluntad y presciencia de Dios (ver Ap. 7:4). En 14:13 se nos dice que "descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen." El martirio parece ser un retroceso para la iglesia pero en realidad hace que avance el evangelio. De ahí el famoso dicho de Tertuliano: "la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia" (Hughes).
15. 6 El sexto sello (6:12)
(Ap. 6:12) Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí que hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; {13} y las estrellas cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. {14} Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. {15} Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; {16} y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; {17} porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
v. 12 - Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto - Un gran terremoto acompañará la Segunda Venida (Is. 29:6, Ez. 38:19, Zac. 14:4).
Otras veces que aparecen terremotos en Apocalipsis:
- El séptimo sello (8:5)
- Los dos testigos suben al cielo (11:13)
- La séptima trompeta (11:19)
- La séptima copa (16:18)
v. 12 - el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre - Este pasaje es una clara referencia a la segunda venida de Cristo en juicio contra las naciones, como fue profetizado por Joel 2:30-31 y Mt. 24:29.
v. 13-14 - y las estrellas cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. {14} Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar - Citado de Is. 34:4 (ver también Hab. 3:6, Miq. 1:4). Estos signos anuncian el final de la era (Mt. 24:29, "el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias del cielo serán conmovidas"). No puede haber ninguna duda de que esto se refiere a la Segunda Venida de Cristo. Note la similitud con la séptima copa (16:20, "y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados") Hay también una similitud con el día del juicio cuando la tierra y el cielo huyen de Su presencia (20:11). De la misma forma, cuando Cristo vuelva "hará estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira" (Is. 13:13).
v. 15 - Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes - Hay un gran terror; el día del Señor afecta a todos los hombres, desde los más altos hasta los más bajos. Ver la descripción de los de Ap. 19:17 quienes se reúnen para la gran cena del Señor, lo que claramente describe la segunda venida. Ellos huyen a las cuevas para esconderse de Su ira (Is. 2:10, 29, 21, ver también Is. 13:6-8, 24:21, 34:12, Sof. 1:14). Esta descripción en siete partes cubre a todos los hombres, desde los más altos hasta los más bajos.
v. 16 - y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero - Todas las naciones lamentarán cuando vean aparecer al Hijo del Hombre (Mt. 24:30). Ser enterrados por una montaña es mejor que ver a Dios y experimentar la ira del Cordero, citado de Oseas 10:8 (ver también Is. 2:19-21). Tanto Dios como el Cordero están vinculados aquí por la ira (ver también Ap. 14:10). Esto es también parecido a un dicho de Jesús a la mujer de Jerusalén cuando estaba siendo conducido a la cruz (Lucas 23:28-31), cuando estaba aludiendo a Jerusalén en 70 d.C., pero esto también prefigura el último día (ver Mt. 24). Es claro del contexto que aquí, en Apocalipsis, se está refiriendo la último día.
v. 17 - porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? - Cuando Jesús venga de nuevo Él vendrá con ira para el mundo. Es "el gran día de su ira" (Sal. 110:5, Is. 13:9, Sof. 1:14 ff. Rom. 2:5). Es un día único (Zac. 14:7); ¿quién puede soportar el día de su ira? Malaquías y Joel plantearon la misma pregunta: Mal. 3:2 "¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?", Joel 2:11 "grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?" También Nahum 1:16. La respuesta a "¿quién podrá soportar?" está dado en la próxima sección de los 144.000 sellados (especialmente 7:9). Ver también 1 Tes. 1:10 donde es Jesús quien nos rescata de la ira venidera. La ira de Dios también aparece en la séptima trompeta (11:18), sobre los que adoran a la bestia (14:10), cuando las uvas son cosechadas en el lagar de la ira de Dios (14:19), con las siete copas (15:1), la destrucción de Babilonia (16:19), el jinete sobre el caballo blanco (19:15).
16. Los 144.000 sellados (7:1)
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(Ap. 7:1) Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. {2} Vi también a otro ángel que subía donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, {3} diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. {4} Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. {5} De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados. {6} De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados. {7} De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. {8} De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
La visión de los 144.000 y la visión de la gran multitud (7:9 ff.) forman un interludio entre los sellos sexto y séptimo. Así como en el interludio entre la sexta y séptima trompeta vemos una descripción de la iglesia que testifica, así también tenemos aquí una descripción de la iglesia. No hay tal interludio entre la sexta y la séptima copa. Antes que se hagan sonar las siete trompetas que sirven como advertencia a la humanidad, la iglesia es sellada primero para protegerla de los desastres que vendrán sobre la humanidad. El número 144.000 es simbólico (cf. 21:12 ff.) y la descripción de los 144.000 sellados describe simbólicamente la iglesia del Antiguo Testamento más la del Nuevo Testamento y no sólo las tribus de Israel del Antiguo Testamento. Tampoco es un grupo selecto de misioneros judíos que surge en los últimos días. Debe notarse que una lista de las doce tribus no es sólo una lista, sino un censo. La razón por la que los 144.000 representan a la iglesia se resumen a continuación:
- Son descritos como siervos de Dios en v. 3, un término que se refiere a la iglesia y que se usa más de 11 veces en Apocalipsis (ver 1:1, 1:6, 5:10, 6:11, 7:15, 19:2, 19:5, 19:10, 22:3, 22:6, 22:9). El libro de Apocalipsis fue escrito a los siervos de Dios (1:1, 22:6).
- La Iglesia del NT es llamada la Israel de Dios (Gal. 6:16). Tanto los judíos como los gentiles son miembros del cuerpo de Cristo y comparten las mismas promesas; la iglesia es la descendencia de Abraham (Ef. 3:6, Gal. 3:6-9, 28-29). Ver también Stg. 1:1.
- Judá es el primogénito en vez de Rubén. Jesús es el primogénito de los muertos (Col. 1:15) y desciende de Judá (Heb. 7:14). Note que mientras Jesús estuvo en la tierra pasó por los ritos de iniciación de los judíos (circuncisión) así como de los cristianos (bautismo). Judá se ofreció como sustituto por su hermano Benjamín (Gn. 44:33) y es, por lo tanto, un tipo de Cristo.
- Leví, la tribu de los sacerdotes, está incluida en el censo. Normalmente se los excluye de un censo (Num. 1:47). Los santos son descritos como sacerdotes en 1:6, 5:10 y 20:6.
- José, que es un tipo de Cristo, es incluido (en vez de Efraín). No se dice nada malo de él (ver v. 8 para más detalles).
- Dan y Efraín, que se fueron tras la idolatría, están excluidos y Leví y José los reemplazan. No hay idólatras en la iglesia (21:8, 22:15). Ireneo piensa que el anticristo vendrá de Dan y cita Jer. 8:16.
- Los que están en el censo del Antiguo Testamento es un pueblo redimido (cf. Ex. 30:12)
- El número 144 (12 x 12, es decir AT x NT) y 12.000 aparecen de nuevo en la descripción del Nuevo Testamento (Ap. 21:12-17) que es claramente tanto AT (doce tribus y doce puertas) y la iglesia del NT (doce apóstoles y doce cimientos). Esto podría ser también una descripción de la iglesia judía y gentil, pero el énfasis está en que es una iglesia completa.
- Los 144.000 se encuentran de nuevo en 14:1 donde tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes. En la descripción de la Nueva Jerusalén (22:3-4) también encontramos a los siervos de Dios con Su nombre sobres sus frentes. Los 144.000 en 14:1-5 son descritos como seguidores del Cordero, cantan una canción nueva, son puros y sin mancha y son los redimidos de toda la tierra.
- Milligan señala que si el sello es la antítesis de la marca de la bestia que está en todos sus seguidores, entonces el sello de Dios estará en todos Sus seguidores y no sólo una parte.
- Dios está sellando a todo su pueblo contra las trompetas venideras, no sólo una parte, así como todo el pueblo de Dios escapó de las plagas que cayeron sobre los egipcios. Todos aquellos que pusieron la sangre del cordero sobre los dinteles y los postes de las puertas escaparon del ángel destructor.
La teología de Juan claramente ve a iglesia como comprendiendo a los santos del AT y del NT. El Antiguo Testamento continúa en el Nuevo Testamento; tanto los judíos como los gentiles son salvados sobre la misma base de fe (Gal. 3:6-14). Esto se hace muy claro en su descripción de la Nueva Jerusalén, cuyas puertas tienen los nombres de las doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos. Aun donde describe a la iglesia del AT como "una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas" (12:1), después de dar a luz a Cristo se convierte en la iglesia del NT (12:13). Debe ser claro a partir de las Escrituras del NT que, en lo que se refiere a la iglesia, no hay ni judío ni gentil; todos somos un cuerpo (Ef. 3:6). Los creyentes gentiles, al seguir la fe de Abraham, son espiritualmente hijos de Abraham y herederos de las mismas promesas (Gal. 3:6-9, 28-29). La iglesia es un continuo desde el AT al NT, pero como aquí son sellados antes que se hagan sonar las trompetas, esto reduciría a este grupo a la iglesia del NT más que tanto el AT y el NT. Nuestro Señor tiene un solo cuerpo en la tierra. Juan sin duda tenía las palabras de nuestro Señor en mente, "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:20-21; ver también Juan 17:11).
Hay una modificación a este punto de vista en la que en vez de considerar a los 144.000 como los santos del AT y del NT, podrían ser la iglesia judía y gentil. La línea judía se extiende hacia el período del NT en tanto y en cuanto los judíos acepten a Jesús como el Mesías. Afortunadamente muchos lo están haciendo. Así como en el período del AT había conversos gentiles (por ejemplo, Rut), en el período del NT habrá conversos judíos. En cualquier forma, los 144.000 deben ser considerados la iglesia completa y no sólo una porción de ella. Hay varios comentaristas que consideran a los 144.000 como los conversos judíos al cristianismo, en cuyo caso el análisis anterior también le correspondería a estos judíos cristianos, ya que por definición serían parte de la iglesia y, por lo tanto, participarían de sus características. Sin embargo, el uso del término 144 parecería vincular a este grupo con la Nueva Jerusalén que claramente describe a toda la iglesia, con todos los santos tanto del AT como del NT, judíos o gentiles, y por lo tanto es más probable que se esté refiriendo a la iglesia completa.
(Rom. 11:25-32) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; {26} y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. {27} Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. {28} Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. {29} Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. {30} Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, {31} así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. {32} Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.
v. 1 - Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol - Esta sección es la respuesta a "¿quién podrá sostenerse en pie?", que viene de Ap. 6:17 y que ahora muestra a aquellos que podrán estar de pie en el día de la gran visitación de Dios. Sólo aquellos que han sido sellados podrán estar de pie en día de su ira (1 Tes. 1:10). "Después de esto vi" se refiere a la cronología de Juan y tiene que ver con una nueva visión que tuvo y no que los eventos que se describen ahora siguen a los de la sección anterior. Este versículo se refiere a los ángeles con las primeras cuatro trompetas que afectan a toda la tierra (los cuatro vientos de la tierra, las cuatro direcciones cardinales, es decir afectan a toda la tierra geográficamente, mostrando la universalidad del juicio), particularmente las primeras dos trompetas (8:7-8) que afectan a la tierra, los árboles, el pasto y el mar.
Primera trompeta:
(Ap. 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Segunda trompeta:
(Ap. 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
v. 2 - Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar - El ángel viene del este (donde sale el sol). La liberación de Dios era esperada de esa dirección (Ez. 43:1). A los ángeles se les había dado poder para dañar la tierra y el mar, indicando la soberanía de Dios. El sello (gr. sphragis, sust.) del Dios vivo tiene la forma verbal en griego, sphragizo. La misma palabra es usada de Jesús, sobre quien el Padre ha puesto su sello de aprobación (Juan 6:27 - "a éste es a quien el Padre Dios ha marcado con su sello", BJ; "Dios, el Padr, ha puesto su sello en él", VP);se usa para Abraham que recibió la señal de la circuncisión, un sello de justicia que tuvo por fe mientra todavía no había sido circuncidado (Rom. 4:11); es el sello de posesión (2 Cor. 1:22); somos marcado en Cristo con el sello del Espíritu Santo (Ef. 1:13, 4:30); el sello de posesión (2 Tim. 2:19). Se usa la misma palabra para los siete sellos, para el sellado del abismo (20:3); para el sellado de los siete truenos (10:4) y para no sellar las palabras del libro (22:10). Vine define sphragis como "sello" o "sello (usado en el anillo del rey)", como en Ap. 7:2 "el sello del Dios vivo", un emblema de posesión y de seguridad, combinado aquí con el destino (como en Ez. 9:4). Las personas a ser "selladas" son rescatadas de la destrucción y marcadas para la recompensa.
v. 3 - No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios - Las siete trompetas que se hacen sonar más adelante (8:70) son advertencias a los que no han sido salvos de la humanidad, no a los santos quienes por lo tanto deben primeramente ser sellados para marcarlos como distintos del resto de la humanidad. Son los siervos de Dios los que deben ser sellados; el libro de Apocalipsis está escrito para los siervos de Dios (1:1, 22:6). Los cristianos son referidos como siervos 10 veces en el libro y como santos 12 veces. Note que las plagas de Egipto que se parecen a las trompetas no dañaron al pueblo de Dios; estaban protegidos (Ex. 9:4, 9:26, 10:23, 11:7, 12:23). El Señor hizo una distinción entre los egipcios e Israel (Ex. 11:7). La liberación de Dios de su pueblo es también la experiencia de Noé, Lot y Ester. Antes de morir, Jesús oró para que sus discípulos fueran protegidos por el poder del nombre del Padre (Juan 17:11, cf. Ap. 14:1, donde son sellados en el nombre del Padre y del Cordero). En Juan 17:15 Él ora para que no sean quitados del mundo sino que sean protegidos del poder del maligno. La imagen del sello viene de Ez. 9:4 en donde se le coloca una marca en la frente a aquellos que gimen y claman por las abominaciones que se hacen en medio de Jerusalén; estaban protegidos de la matanza que venía. El sello es de posesión porque son los siervos de Dios, pero también es un sello de protección. En la quinta trompeta a las langostas se les dice que dañen solamente a los que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes (9:4). El sello marca a los que pertenecen a Dios. El sello es también el sello del Espíritu Santo (Ef. 1:13). Es el sello de posesión. Fue puesto sobre sus frentes, es decir sus mentes. Nos recuerda la lámina de oro que estaba grabado como con un sello con las palabras "SANTIDAD A JEHOVÁ" que llevaba el Sumo Sacerdote sobre su frente (Ex. 28:36-38). Esto lo marca como consagrado al Señor. Contraste esto con el título escrito en la frente de la prostituta, "BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA" (17:5). En 14:1 los 144.000 son descritos como teniendo el nombre del Cordero y del Padre sobre sus frentes, es decir tres veces sellados por Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En el bautismo somos bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mt. 28:19). Este sello está en contraste con la marca de la bestia, en la mano derecha o en la diestra, que marca a los que son de la bestia (13:16) y que están sujetos a la ira de Dios (14:9-11, 16:2).
v. 4 - Y oi el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel - El oyó el número, 144.000 que es claramente un número simbólico. Más adelante los ve como una gran multitud que nadie podía contar. En el NT la iglesia es descrita como el Israel de Dios (Gal. 6:16) y como linaje de Abraham (Gal. 3:29). En Rom. 4:16 Abraham es el padre de los que creen. El número 144 también aparece en 21:17 que es el espesor de los muros de la Nueva Jerusalén, una clara referencia a la iglesia completa del AT y del NT. El número 12.000 se encuentra en 21:16 como el largo de la Nueva Jerusalén. De nuevo, esta es una visión de la Nueva Jerusalén cuyas puertas tienen los nombres de las doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos, porque la ciudad está compuesta de los santos del Antiguo y Nuevo Testamentos. Varios comentaristas dispensacionalistas, particularmente de Norteamérica, sostienen que hay un lugar separado para Israel y la iglesia en su teología, pero esto no está de acuerdo con la teología del NT sobre la iglesia. Los 144.000 no son judíos conversos en los últimos días, sino la iglesia. La iglesia es el verdadero Israel de Dios. Dios obra en el mundo a través de Su iglesia; en el AT fue por medio de las doce tribus y en el NT, por medio de los doce apóstoles. El lugar para Israel o más bien del pueblo judío en los últimos días es como parte de la iglesia. El número mil significa completo, así que 144.000 representa todo el pueblo de Dios del Antiguo y el Nuevo Testamento. El número 144.000 no es un número literal; es la iglesia completa, no parte de ella (144=12 x 12, es decir la iglesia del AT x la iglesia del NT; 1000=10 x 10 x 10, lo cual significa algo completo). El simbolismo debería ser evidente a partir del fraccionamiento del número 144.000 en doce tribus de exactamente 12.000 para cada tribu. Israel fue un nombre dado a Jacob después que luchó con Dios y con los hombres y venció (Gn. 32:28). Una vez más una referencia al pueblo de Dios como vencedores.
v. 4 - ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de Israel - Lo que sigue es claramente un censo de todas las tribus de Israel. Sin embargo, cuando examinamos el censo tiene algunas diferencias significativas de los censos reales tomados en el AT. Cada tribu tiene exactamente 12.000, contado para que el censo pueda ser considerado como simbólico. Cuando fue tomado el primer censo de las tribus tuvieron que pagar un rescate (Ex. 30:12), así que los que estaban en el censo eran personas redimidas. Los 144.000 se encuentran nuevamente en 14:1 donde tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos en sus frentes. En la descripción de la Nueva Jerusalén (22:3-4) también encontramos a los siervos de Dios con Su nombre sobre sus frentes.
v. 5 - De la tribu de Judá, doce mil sellados - Los 144.000 sellados. El primogénito de las doce tribus del Israel del AT es Rubén, quien es mencionado normalmente primero. Normalmente está listado en segundo lugar, después de Judá, pero aquí es la primera tribu y por lo tanto el primogénito es de la tribu de Judá. Jesús es el primogénito de los muertos (1:5, Col. 1:15) y es de la tribu de Judá (Heb. 7:14, Ap. 5:5). Es el primogénito de muchos hermanos (Rom. 8:29). La cantidad de gente de cada tribu es 12.000, que es simbólico. Este número también aparece cuando se mide la Nueva Jerusalén. Su largo, ancho y alto es de 12.000 estadios. Tiene doce puertas y sobre cada puerta tiene escrito el nombre de una de las tribus de Israel; la ciudad tenía doce cimientos sobre los que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles.
v. 7 - De la tribu de Leví, doce mil sellados - Leví es la tribu de los sacerdotes. Se incluye ahora en el censo, aunque normalmente no son contados (Num. 1:47, 49) "no contarás la tribu de Leví, ni tomará en cuenta de ellos entre los hijos de Israel". Los santos del NT son un sacerdocio real (1 Pedro 2:9). No hay ahora ninguna necesidad de una tribu separada de sacerdotes.
v. 8 - De la tribu de José, doce mil sellados - José no se menciona normalmente como una tribu; sus hijos Manasés y Efraín son mencionados normalmente como dos tribus (Gn. 48:5). Sin embargo Efraín se involucró en la idolatría y no se menciona aquí, al igual que Dan que tampoco se menciona. Los idólatras están excluidos de la Nueva Jerusalén (22:15). José es un tipo de Cristo; no se dice nada malo de él en las Escrituras. Tanto José como Cristo fueron juzgados injustamente. José fue acusado injustamente de tratar de violar a la esposa de Potifar (Gn. 39:1-20). Ambos sufrieron: José en la cárcel y Jesús en la cruz. Ambos fueron coronados más tarde con gloria y honor (Gn. 41:39-45, Heb. 2:9).
El censo, por lo tanto, revela a Cristo como el primogénito. Incluye a los sacerdotes junto con José como un tipo de Cristo. Todos han sido rescatados, pero no hay idólatras en ella; es la iglesia de los redimidos.
17. La gran multitud vestida de ropas blancas (7:9)
(Ap. 7:9) Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; {10} y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. {11} Y todos los ángeles estaban en pie delante el trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios. {12} diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. {13} Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? {14} Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. {15} Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. {16} Ya no tendrán hambre y sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; {17} porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. {8:1} Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
v. 9 - Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos - Primero Juan oye el número, 144.000 (7:1) y son descritos simbólicamente. Ahora mira y ve una gran multitud que nadie podía contar. Esta gran multitud son los mismos 144.000 que a la vez son los mismos de la Nueva Jerusalén (ver Ap. 21:1-4 y 21:12-17, donde la Nueva Jerusalén tiene 12.000 estadios de largo, y es tan ancho y largo como es de alto. Los 144.000 aparecen también en Ap. 14:1-3 donde tienen el nombre del Cordero y de Dios en sus frentes, como los santos en la Nueva Jerusalén (22:4). La gran multitud aquí también se encuentra descrita en la Nueva Jerusalén: han sido lavadas sus vestiduras (22:14); están ante el trono de Dios y lo sirven a Dios (22:3); Dios enjugará toda lágrima (21:4). Juan también ve una gran multitud en el cielo en 19:1 ff. que adora a Dios porque ha vengado en la gran prostituta la sangre de sus siervos (19:2). Estos son descritos como siervos de Dios (19:5) y como la novia (19:7). Este gran número que nadie podía contar son el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas o los granos de arena del mar (Gn. 15:5, 22:17, Heb. 11:12).
v. 9 - de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero - Note la descripción de cuatro partes que indica que vienen de los cuatro rincones de la tierra. También apoya el argumento que representan la cantidad completa de los redimidos; no son sólo los gentiles. Estos santos vienen del mismo grupo sobre el que la bestia tiene autoridad (13:7) y para quien el ángel tiene un evangelio eterno (14:6). Esto ilustra la universalidad del evangelio; debemos predicar el evangelio a todas las criaturas, aún a aquellas que adoran a la bestia. Están parados frente al Cordero que contesta la pregunta planteada en 6:17 "¿quién podrá sostenerse en pie?". Claramente sólo la iglesia puede sostenerse en pie delante de Dios. Porque Dios los ve parados frente al trono y frente al Cordero, están en el cielo (4:2, 5:13, 22:3). Compare esto con la visión de "uno como un hijo de hombre" (Dn. 7:13) al que "todos los pueblos, naciones y lenguas" servirán (Dn. 7:14).
v. 9 - vestidos de ropas blancas - Las ropas blancas son ropas de justicia (v. 14) y se dice que "han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero". Ver también Is. 6:10. A los mártires se les dio también vestiduras blancas (6:11). Ver también 3:4-5, 3:18. Los ejércitos del cielo están vestidos de lino blanco y limpio (19:14). Las vestiduras blancas son justicia imputada, es decir la justicia de Cristo. Sus propias obras son como trapos de inmundicia (Is. 64:6, Zac. 3:3).
v. 9 - con palmas en las manos - Esto nos recuerda de la adoración que se le dio a Jesús antes de morir (Jn. 12:13); las palmas eran emblemas de triunfo. Es también un recordatorio de la fiesta de las enramadas celebrada en la cosecha (Lv. 23:39 ff.). Aquí celebran la cosecha eterna de los santos. Las palmeras están en la ciudad descrita por Ezequiel (Ez. 41:17-18).
v. 10 - y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero - Estos son los que reconocen que su salvación viene de Dios (Is. 25:9, Ap. 12:10, 19:1) y de Jesús como lo afirma el NT (Ef. 2:4, 2 Tes. 2:13, 1 Tim. 1:15, Tito 3:4). Dios y el Cordero se encuentran vinculados; su salvación fue el plan de Dios y fue implementado por el Cordero de Dios. Han sido salvados de la ira del Cordero porque han sido sellados. Es interesante considerar que en el cielo hablaremos todos un solo idioma como en los tiempos anteriores a Babel. No hay ahora ninguna necesidad de confusión de idiomas; el hombre está embarcado en una actividad correcta, es decir la adoración de Dios y del Cordero.
v. 11 - todos los ángeles estaban en pie delante el trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios - El resto del cielo ahora se une en un acuerdo para adorar a Dios quien es el único a quien le corresponde la adoración (cf. 4:10, 5:8, 5:14). Los ángeles adoran a Dios y es un ángel que dos veces le dice a Dios que no lo adore a sus pies sino que lo adore a Dios (19:10, 22:8-9). Contraste la adoración de Dios aquí con la adoración de la bestia y el dragón en 13:4.
v. 12 - Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén - Todos se unen en esta doxología de siete partes, como lo hicieron en 5:12.
v. 13 - Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? - Esta es una pregunta retórica y que el anciano pasa a contestar.
v. 14 - Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero - ¿Qué es la gran tribulación? La palabra "gran" es usada frecuentemente en el libro de Apocalipsis (ver Introducción). Ya hemos oído acerca de "la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero" (3:10). El quinto sello ha mostrado las almas de los mártires debajo del altar, muertos por la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido (6:9). Los que salen de la gran tribulación son los que han lavado sus ropas. Son los redimidos de la Iglesia de Dios. Compare esta descripción de los redimidos en Ap. 22:14 que han lavado sus ropas para que pudieran tener el derecho al árbol de la vida y entrar a la ciudad.
El libro de Apocalipsis habla de dos tribulaciones: una para la iglesia, que es la persecución, y otra para el mundo, que se muestra en las siete trompetas y las siete copas, y especialmente en la segunda venida. Así, tenemos que distinguir entre la tribulación para el creyente y la ira para los incrédulos. Los creyentes son sellados antes que se hagan sonar las trompetas. La gran tribulación es un tiempo de persecución a lo largo de la era de la iglesia pero que aumentará en un crescendo hasta un período de aflicción sin igual justo antes del retorno de Cristo (Mt. 24:29, Dn. 12:1). Está descrito desde el punto de vista de los redimidos en el cielo más que desde la historia humana; Él ve su cantidad final incontable. Es la tribulación que todos los creyentes deben atravesar (Hch. 14:22); no es sólo un evento futuro aislado de la historia. Esto debería resultar claro del resto de Apocalipsis que continúa describiendo más persecución que los santos deberán atravesar. Jesús dijo que en el mundo tendrán tribulación, una palabra que incluye la presión, el sufrimiento y la persecución (Juan 16:33, cf. Rom. 12:12, 2 Cor. 1:4, 7:4, 2 Tes. 1:4, Ap. 1:9, 2:9).
La gran multitud que vio que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua, es más probablemente el conjunto total de los creyentes que sólo los que pasan por la gran aflicción final. Que los 144.000 comprenden tanto los santos del AT como del NT debe poner en claro que la tribulación ocurre a lo largo de las eras de AT y del NT. La Nueva Jerusalén muestra a los santos del AT y del NT. La iglesia del AT sufrió la tribulación bajo Faraón en Egipto, que es un modelo para la persecución del NT en este libro.
Es fácil para la iglesia en occidente que no está bajo la persecución mirar hacia un cumplimiento futuro de la gran tribulación. Sin embargo, los reformadores y la iglesia en China y Rusia no estarán de acuerdo. Ellos han tenido y están teniendo su tribulación ahora. La idea de que el rapto ocurrirá antes de la gran tribulación también va en contra de las Escrituras (1 Tes. 4:13-17, Mt. 24:30-31) y está demostrado también en este versículo. El libro de Apocalipsis testifica que los santos saldrán de la gran tribulación en este versículo y en los siguientes versículos:
- El quinto sello revela a los mártires muertos por la palabra de Dios y el testimonio que habían mantenido (hasta el fin) (6:9)
- Cuando los dos testigos terminan sus testimonio son muertos por la bestia (11:7) y luego pasan por un rapto. La mayoría de los futuristas consideran a la bestia como el anticristo
- A la bestia se le dio poder para guerrear contra los santos y para conquistarlos (13:7)
- La segunda bestia hizo que todos los que se rehusaban a adorar la imagen de la primera bestia fueran muertos (13:15)
- La mujer sentada sobre la bestia está ebria con la sangre de los santos (17:6)
Finalmente, Jesús mismo testifica que los elegidos saldrán fuera de la gran tribulación (Mt. 24:20-31, Mr. 13:18-27).
v. 14 - y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero - Esta es una paradoja gloriosa: Él nos ha librado de nuestros pecados por Su sangre (1:5). El blanco indica pureza (1 Jn. 1:7, Is. 1:18). Is. 61:10 se refiere a las vestiduras de salvación y un manto de justicia. Está conectado también con los israelitas cuando lavaron sus ropas en preparación para que el Señor descendiera sobre el Monte Sinaí (Ex. 19:10). Aquí indica que deberían estar limpios ceremonialmente para ver al Señor.
v. 15 - Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos - El "por eso" es porque están limpios y han sufrido por Cristo. Las recompensas indicadas aquí están reiteradas en 21:3 ff. "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo" y son más evidencia de que este grupo es todo el conjunto de creyentes. Están ante Su trono, es decir en Su presencia y lo sirven a Dios, como lo habían hecho cuando vivían en la tierra. Compare a esos que sirven a Dios día y noche con el destino de los que adoran a la bestia y a su imagen, y el diablo que los acusa día y noche. Serán atormentados y no tienen descanso día y noche por siempre jamás (14:11, 20:10). La gran multitud de santos lo sirven día y noche en Su templo, es decir el santuario interior o el Lugar Santísimo, cumpliendo así con Ez. 37:26, en donde Dios pondrá Su santuario entre Su pueblo por siempre.
v. 16 - Ya no tendrán hambre y sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno - Este es un retrato del cielo como un conjunto de cosas negativas. Nunca tendrán sed porque tendrán fuentes de agua viva (v. 17). Nunca serán quemados por el sol porque no habrá sol (21:23, 22:5 cf. Is. 49:10). Esto está en contraste con la cuarta copa con gente quemada (ver Ap. 16:8). Está también en contraste con los del lago de fuego. Nunca tendrán hambre debido al fruto del árbol de la vida y porque Jesús dijo que era el pan de vida.
v. 17 - porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos - El Cordero será su pastor y nada les faltará (no tendrán sed ni hambre) y Él los guiará a fuentes de agua viva (Sal. 23:1). La fuente de agua viva se encuentra en Ap. 21:6 que surge del Cordero. Ya hemos visto al Cordero parado en el centro del trono (5:6). Dios enjugará toda lágrima de sus ojos; esto se repite en 21:4. Compare con su equivalente del AT en Is. 25:8 y contrástelo con el llanto de los impíos (Mt. 13:42). Esto elimina la maldición (Gn. 3:17); ya no habrá más maldición (22:3). Compare la similitud de los versículos 15-17 con la descripción dada en Ap. 21:3-6. Estamos viendo el mismo evento, un adelanto del cielo; es el paralelismo del libro. Esta sección puede verse como el cumplimiento de la oración de Jesús antes de ser crucificado, al orar que Sus discípulos estuvieran con Él y lo vieran en Su gloria (Juan 17:24).
8.1 - Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora - Después de estos dos retratos de la iglesia se abre el séptimo sello, seguido de silencio en el cielo. Éste podría ser un tiempo de reflexión sobre lo que ha ocurrido hasta ahora. Podría ser porque el primer cielo y tierra han desaparecido. Las visiones de los 144.000 y la gran multitud forman un interludio entre el sexto y el séptimo sello. Hay también un interludio entre la trompeta sexta y la séptima que muestra a los dos testigos, es decir la iglesia que testifica. Los siguientes versículos muestran otros pasajes bíblicos en donde hay silencio:
- En Sal. 76 la tierra temió y estuvo en silencio cuando el Señor pronunció juicio desde el cielo
- En Is. 18:4 antes de la cosecha de la tierra el Señor mira sobre la tierra desde el cielo en silencio
- En Is. 24:8 relata la quietud de los instrumentos musicales y los que hacen fiesta después que el Señor ha devastado la tierra
- En Is. 47:5 Babilonia estará en silencio
- En Is. 41:1 las islas deberán estar en silencio antes del juicio del Señor
- En Ez. 27:32 Tiro es silenciado
- En Hab. 2:18-20 el Señor está en su templo santo y la tierra debe estar en silencio ante Él
- En Sof. 1:7 la tierra debe estar en silencio ante el Señor porque el día del Señor está cerca cuando Él castigará a los malos.
- En Zac. 2:13 la humanidad debe estar en silencio ante el Señor porque se ha levantado de Su santa morada y viene a juzgar.
Escena 3: Las siete trompetas y los dos testigos
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El séptimo sello y las siete trompetas (8:1)
El ángel fuerte y el librito (10:1)
Los dos testigos (11:1)
La séptima trompeta, el tercer ay (11:15)
18. El séptimo sello y las siete trompetas (8:1)
(Ap. 8:1) Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
{2} Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. {3} Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. {4} Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. {5} Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
{6} Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
18.1 Introducción
Los siete sellos resumen la historia humana desde el punto de vista del cielo y la iglesia. Hay guerra, hambre y pestilencia en general, y sobre la iglesia en particular hay persecución. Luego vendrá el fin. Esto tal vez explique el silencio del séptimo sello. Lo que se describe es similar a las señales del fin de la era como las describe Jesús en Mateo 24. Las siete trompetas, sin embargo, siguen a continuación de la persecución de los sellados y son las advertencias de Dios a los incrédulos. No afectan la seguridad espiritual eterna del creyente, que es la razón por la que son sellados primero, aunque puedan afectarlo físicamente. Las siete trompetas son la respuesta de Dios a las oraciones de su pueblo, como lo muestra la primera sección (8:1-5). Varios autores señalan que en Lv. 26 a Israel se le advierte que sus calamidades serían multiplicadas siete veces si no escuchan la voz de Dios y continúan en su apostasía. Beasley-Murray señala que, al juntar esto con los siete sellos, trompetas y copas, todo se va intensificando hasta la llegada de Cristo en un clímax sobrecogedor. Debemos notar que la voz de Jesús sonaba como una trompeta (1:10).
Las trompetas siguen el patrón de las plagas de Egipto. La plaga de la sangre en el Nilo, sin embargo, está partida en dos; una parte afecta al mar y la otra las aguas que se beben (ríos y manantiales), y este es un buen ejemplo del "Renacimiento de Imágenes" de Farrar. Usando el Éxodo como nuestro modelo, cuando estos tres desastres aflijan al mundo será una señal para los santos de que pronto serán librados de sus perseguidores. Los efectos de las trompetas son mundiales porque la persecución del pueblo de Dios es mundial (Beasley-Murray). La palabra de Dios a Faraón a través de Moisés fue "Deja ir a mi pueblo, para que me sirva" (Ex. 8:1). Faraón se resistió y trajo como resultado las plagas. Las trompetas vienen al mundo por su resistencia a dejar que el pueblo de Dios lo adore a Él (persiguiéndolo) y por su resistencia a adorarlo a Dios ellos mismos; ellos prefieren la idolatría en cambio (9:20). Las trompetas, así como los sellos, forman un grupo de cuatro, de dos y de uno. Las últimas tres trompetas que afectan a la humanidad directamente también son llamadas los tres ayes; claramente se busca una intensificación en la severidad. Las cuatro primeras trompetas traen desastres sobre el mundo (se quema la vegetación, el mar, los ríos y los manantiales, es decir el medio ambiente del hombre) y el universo (el sol, la luna, las estrellas). La quinta y sexta trompeta afectan a la humanidad directamente; las langostas demoníacas atormentan a la humanidad y los doscientos millones de jinetes matan un tercio de la humanidad. La declaración después de la sexta trompeta de que la humanidad no se ha arrepentido indica que el propósito de estos juicios es traer a la humanidad al arrepentimiento. A pesar de estos desastres la humanidad se rehusa a arrepentirse y de ahí viene el testimonio de la iglesia que aparece en el interludio entre la sexta y la séptima trompeta. Cuando han finalizado su testimonio, la séptima trompeta anuncia el fin del mundo y el reino del mundo se convierte en el reino de Cristo, y viene el día del juicio. Las trompetas son advertencias porque sólo afectan a un tercio de la humanidad. Las siete copas que ocurren más adelante en Apocalipsis son similares y complementarias a las siete trompetas, excepto que son los derramamientos finales de ira y afectan a toda la humanidad que, una vez más, se rehusa a arrepentirse.
El tema principal es cómo interpretar las siete trompetas. Para el literalista deben ser algún evento futuro, porque claramente no han ocurrido aún. Mounce los considera como escatológicos. Beasley-Murray considera que los sellos, las trompetas y las copas son paralelas y que describen un solo período corto en la historia, es decir el tiempo del fin que precede la venida del reino de Cristo. Hendriksen los considera como desastres y aflicciones de los hombres a lo largo de las edades. Caird comenta que Juan asemeja los desastres de su propio tiempo a las plagas de Egipto. Wilcock argumenta que las trompetas son paralelas a los sellos, mostrando lo que ocurre a lo largo de la historia hasta la Segunda Venida, con referencia especial al sufrimiento de la iglesia. Las trompetas cubren el mismo período, pero son advertencias al mundo. Lenski considera que los sellos son hechos por el hombre, en tanto que las trompetas son milagrosas. Walvoord, al igual que Ladd, arguye que las trompetas no recapitulan los siete sellos sino que las siete trompetas son el séptimo sello, y que el resto del libro está contenido en el séptimo sello, y que las siete copas están contenidas en la séptima trompeta. Esto parece razonable, porque después del sexto sello encontramos a los 144.000 que son sellados en preparación para las siete trompetas. Luego viene la visión de la gran multitud y luego el séptimo sello, luego del cual siguen las siete trompetas. Sin embargo, esto pone todo después del sexto sello, lo que tiene toda la apariencia de la Segunda Venida de Cristo. Por cierto, la Segunda Venida aparece vez tras vez a lo largo del libro. También el ángel fuerte anuncia que "en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará" (10:7) y apenas hay tiempo para que ocurran los siete sellos dentro de la séptima trompeta. Dado que los dos testigos, que aparecen después de la sexta trompeta, profetizan a lo largo de la era de la iglesia, y la iglesia es cuidada durante el mismo tiempo, y la bestia tiene autoridad durante el mismo tiempo, las trompetas deben sonar a lo largo de la era del evangelio.
Dios siempre está llamando a los hombres al arrepentimiento a lo largo de la historia, y los desastres naturales son sólo un medio de hacer esto. Dios sacude a las naciones para despertar a los hombres de su auto-suficiencia y complacencia. Sin embargo, uno esperaría que los desastres se vuelvan más frecuentes e intensos a medida que se intensifican los dolores de parto de la venida de Cristo. Jesús claramente predice un tiempo de gran aflicción antes del fin, cuando Él venga. Anteriormente, en Mt. 24:8 y Mr. 13:8 Él usa la expresión "principio de dolores (de parto)" cuando habla de falsos profetas, guerras, hambres y terremotos. Esto indica que se volverán más intensos y más frecuentes a medida que Su venida se acerca más y más. En tanto que la opresión demoníaca ha estado con nosotros por miles de años, al final puede esperarse una acometida masiva de parte del enemigo, como lo indica la quinta trompeta, al darse cuenta Satanás que su tiempo está llegando al fin. Así como la bestia puede ser visto como el anticristo pero que también representa los regímenes tiránicos a lo largo de las edades, las siete trompetas pueden ser vistas en términos puramente escatológicos pero también pueden ser vistos como desastres enviados por Dios a lo largo de la historia llamando a los hombres al arrepentimiento. Sin embargo, la sexta trompeta no parece puramente escatológica y más probablemente se refiere a la última gran batalla justo antes de la Segunda Venida. Si uno compara el sexto sello, la sexta trompeta y la sexta copa, todos se refieren a la última batalla, la Segunda Venida o a ambos. Al interpretar las siete trompetas es importantes recordarnos que Juan está escribiendo en el estilo apocalíptico al cual no estamos acostumbrados.
Para aquellos que dicen que es absurdo que las aguas se conviertan en sangre, como en la segunda trompeta, tenemos que contestarles que ocurrió una vez cuando Moisés convirtió al Nilo en sangre. Las primeras cuatro trompetas afectan el medio ambiente del hombre y podrían referirse, por lo tanto, a desastres naturales, y la sangre simbolizaría la muerte. Recuerde que sólo un tercio del mar se volvió sangre, lo que sería extraño si se tomara en forma literal. El simbolismo de estos eventos se observa en la ocurrencia de la frase "la tercera parte" para la destrucción que involucra cada una de las primeras cuatro trompetas. En la cuarta trompeta el simbolismo es extremo en el sentido que un tercio del sol, la luna y las estrellas son afectados de tal forma que una tercera parte de ellos se oscurece. Si comparamos las siete trompetas con las siete copas, que también caen en grupos de cuatro, dos y uno, y que son el derramamiento completo de la ira de Dios, las primeras cuatro copas son complementarias de las primeras cuatro trompetas. Entonces, dado que se dice que las copas son señales (15:1) y por lo tanto simbólicas, las trompetas son también simbólicas de algo real. Las últimas tres trompetas son llamadas los tres ayes y son mucho peores que las primeras tres. La quinta trompeta es posible que se refiera a un desencadenamiento de ataques demoníacos sobre la humanidad que podrían indicar un período futuro de ataques demoníacos sin precedentes. Si uno compara el quinto sello, la quinta trompeta y la quinta copa, representan la persecución de la iglesia, la tribulación para los hombres que no están sellados, y tribulación para los que tienen la marca de la bestia. La sexta trompeta parece ser un evento escatológico específico en la historia, en el que una tercera parte de los hombres son muertos, lo cual parece estar en el futuro. La séptima trompeta se refiere al final de la era, cuando el reino del mundo sea entregado a Cristo.
El sexto sello claramente describe la Segunda Venida de Cristo en ira sobre el mundo. Esto está seguido por el sellado de los 144.000, luego de lo cual hay un atisbo de la gran multitud que ha salido de la gran tribulación y que termina con una descripción de su estado de bendición en términos muy similares a 21:3-7. Entonces es abierto el séptimo sello, seguido de un silencio de media hora. Una cuestión crucial aquí es la siguiente: habiendo abierto los siete sellos y por lo tanto habiendo permitido que sea revelado el contenido del libro, ¿ocurren los contenidos del libro cronológicamente después que se abrió el séptimo sello o revela en más detalle lo que los siete sellos ya nos han dicho? Yo sugeriría que permite que el plan de Dios para el mundo y para Su pueblo sea revelado con más detalle. El resto del libro nos muestra a los enemigos de la iglesia y los juicios de Dios sobre la humanidad con mayor detalle. Más específicamente, las siete trompetas son el juicio de Dios sobre la humanidad en respuesta a las oraciones de su pueblo sufriente. Mientras que los primeros cinco sellos revelan el sufrimiento del hombre en general, los primeros cuatro sellos no son los juicios de Dios sobre la humanidad porque la mayoría tienen su origen en el hombre mismo.
Las primeras seis de las siete trompetas están seguidas por la visión del ángel fuerte y los dos testigos. Que los dos testigos aparezcan entre la trompeta sexta y la séptima es significativo, porque las advertencias de las primeras seis trompetas necesitan ser complementadas y completadas por el testimonio de la iglesia antes que la séptima trompeta anuncie el fin de la era, cuando el arrepentimiento ya no es posible. El propósito de las primeras seis trompetas es traer a los hombres al arrepentimiento; sin embargo, por su cuenta ellos fallan en esta tarea. Si las primeras cuatro trompetas son tomadas como desastres naturales, entonces es la iglesia la que debe explicarlas, predicar el evangelio e instar a la gente a arrepentirse y volver a Dios. Luego sigue la séptima trompeta cuando el reino es entregado a Cristo, su ira ha venido y el tiempo para el juicio ocurre. Parece que el sexto sello y la séptima trompeta anuncian en conjunto la Segunda Venida. Por lo tanto, mientras que las siete trompetas siguen a los siete sellos en la visión de Juan, no los siguen necesariamente en el tiempo histórico. Michael Wilcock trata con este tema con más detalle (p.85-89). Los primeros cuatro sellos tratan con la historia de la humanidad en general, el quinto sello se refiere a la historia de la iglesia, el sexto sello trata con el fin de la historia del hombre. Las trompetas tratan con el mismo marco temporal pero proveen la reacción de Dios a la persecución de Su pueblo que el quinto sello ha revelado. La historia de la humanidad finaliza con la séptima trompeta. Debe ser evidente que hay una recapitulación de la historia en el libro, a partir de las siguientes menciones de la segunda venida:
El rapto de los dos testigos (11:12)
La cosecha de la tierra (14:14)
La sexta copa, "He aquí, yo vengo como ladrón" (16:15)
El jinete sobre el caballo blanco (19:11)
Conclusión de Apocalipsis (22:7, 22:12, 22:20)
Las siete trompetas están modeladas en la caída de Jericó (Jos. 6). En Jos. 6:8 hay siete sacerdotes con siete trompetas rodeando a Jericó con el arca del pacto detrás. Marcharon alrededor de la ciudad durante seis días y en el séptimo día marcharon alrededor siete veces con los sacerdotes tocando las trompetas. Llevaban el arca del pacto detrás de las trompetas, lo cual significa la presencia de Dios. En la séptima vuelta los sacerdotes tocaron la trompeta más largo, la gente gritó y las paredes cayeron y todos fueron muertos excepto Rahab, la prostituta. El patrón era marchar alrededor de la ciudad y tocar las trompetas durante seis días y al séptimo día marchar alrededor seis veces y la séptima vez un toque largo de la trompeta indica la destrucción de la ciudad. La marcha siete veces alrededor de la ciudad con las trompetas sonando advierte de la destrucción a aquellos dentro de la ciudad, que es destruida cuando suena la trompeta larga. Compare con 11:13 cuando las ciudades de las naciones se desplomaron. La séptima trompeta de Apocalipsis anuncia el reino de Dios y el juicio (11:15). Esto debería ser comparado con las paredes de la Nueva Jerusalén que no se caen (21:12 ff.). Estemos agradecidos de estar recibiendo un reino que no puede ser conmovido, mientras que las cosas creadas son conmovidas (Heb. 12:27-28). Cuando el mundo escuche las siete trompetas, indicará un desastre inminente como cuando las paredes se iban a caer, pero para la iglesia anuncian la victoria inminente sobre sus enemigos. Si encontramos los juicios de Dios duros debemos acordarnos de las palabras de Jesús referidas a los galileos que Pilato había muerto o aquellos sobre los que cayó la torre de Siloé, "Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" (Lc. 13:1-5).
v. 1 - Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora - El silencio indica la solemnidad de los momentos. Podría ser también para que se pudieran escuchar las oraciones de los santos. Podría conectar el séptimo sello con las siete trompetas, pero lo más probable es que sea una pausa dramática. El silencio podría ser también porque ha llegado el Día del Señor (Sof. 1:7, Hab. 2:20), el silencio de muerte (Sal. 115:17). Una vez que los siete sellos son abiertos el libro puede ser leído y siguen más detalles.
v. 2 - Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas - Note la frase "vi", que en este caso indica el comienzo de una nueva visión. De nuevo la frase "se les dieron" indica que las siete trompetas vienen con la aprobación y autoridad divinas. La descripción de los ángeles que están parados frente a Dios es similar a la dada por el arcángel Gabriel cuando visitó a María: "Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios" (Lucas 1:19). Los arcángeles y las trompetas están vinculados a la Segunda Venida (1 Tes. 4:16).
v. 3 - Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono - El incensario contenía fuego e incienso que son las oraciones santificadas de todos (note la palabra todos) los santos (ver 5:8). Esta es la primera referencia al altar de oro. Hay otra referencia en conexión con la sexta trompeta (9:130 cuando una voz sale del altar de oro ordenando la liberación de los cuatro ángeles atados junto al río Éufrates. Es probablemente el mismo altar bajo el que están los mártires (6:9). En Ex. 30:7 encontramos que el incienso se quemaba día y noche sobre el altar. El altar de oro estaba delante del trono y en Heb. 9:3 encontramos que el altar terrenal de incienso estaba en el Lugar Santísimo, al lado del Arca del Pacto que encontramos revelado más adelante en 11:19, después que se suena la séptima trompeta. Note las referencias al incensario de oro y el altar de oro. El oro refleja pureza y valor; de aquí, el valor de las oraciones de los santos.
v. 4 - Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos - De nuevo como en el libro y el Cordero (5:8) en donde las copas de oro llenas de oro son las oraciones de los santos, las oraciones de los santos son una de las claves para el cumplimiento del plan de Dios (ver v. 5 y compare con las oraciones de los dos testigos en 11:6. El incienso es simbólico de las oraciones de los santos (Sal. 141:2). La frase "subió a la presencia de Dios" indica que Dios escuchó las oraciones de Sus santos. Compare esto con el clamor de los israelitas cuando estaban en esclavitud en Egipto (Ex. 2:23, 3:9). Esta es sólo una de las analogías con la historia del Éxodo usadas en Apocalipsis; muchas de las trompetas son también similares a las plagas de Egipto. El incienso puede representar las intercesiones de Cristo (Rom. 8:34) o las del Espíritu (Rom. 8:26-27).
v. 5 - Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto - Después que las oraciones hubieran subido a Dios, el ángel toma el mismo incensario que contenía el incienso y lo llena de fuego del altar y lo arroja a la tierra. El mismo incensario de oro que contenía el incienso junto con las oraciones de los santos es usado para arrojar fuego a la tierra. Las siete trompetas que siguen son, por lo tanto, la respuesta de Dios a las oraciones de los santos, así como las siete copas que contienen la ira de Dios (15:7). También contestan el clamor de los mártires para que su sangre sea vengada (ver la tercera copa). En el primer éxodo Dios oyó el clamor de su pueblo y los rescató de los que los tenían como esclavos (Ex. 3:7-8). Para hacer esto tuvo que traer plagas sobre los egipcios. Esto nos recuerda de las palabras del Señor en Lucas 12:49, "Fuego vine a traer a la tierra". En Ez. 10:2-7 a un hombre se le dice que tome carbones ardientes de los querubines y que los esparza sobre la tierra. El fuego arrojado sobre la tierra encuentra su cumplimiento en la primera trompeta cuando el granizo y el fuego, mezclados con sangre, fueron arrojados sobre la tierra (8:7). De hecho, el fuego es un rasgo de las primeras seis trompetas.
- Primera trompeta: vino granizo y fuego mezclados con sangre
- Segunda trompeta: algo como una montaña grande, ardiendo en fuego fue arrojada al mar
- Tercera trompeta: una gran estrella, ardiendo como una antorcha
- Cuarta trompeta: la tercera parte del sol es herida
- Quinta trompeta: subió humo del pozo como humo de un gran horno
- Sexta trompeta: una tercera parte de la humanidad muerta por las tres plagas de fuego, humo y azufre que salía de sus bocas
v. 5 - y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto - Estos son una manifestación de la presencia de Dios. Por ejemplo, cuando Dios descendió sobre el monte Sinaí (Ex. 19:16) fue acompañado por truenos y relámpagos. Ver también el trono en el cielo (4:5), la séptima trompeta (11:19), la séptima copa (16:18). Esto es el resultado de las oraciones de los santos. La séptima plaga sobre los egipcios fue una tormenta que manifestaba truenos y granizo, y relámpagos (Ex. 9:23,24). El propósito de la plaga era que el nombre de Dios pudiera ser proclamado en toda la tierra y para persuadir a Faraón que dejara ir al pueblo de Dios para que lo pudiera adorar a Él (Ex. 9:13-18).
Estas manifestaciones de la presencia de Dios (teofanía), truenos, relámpagos y terremotos, vienen todas del trono:
- Ap. 4:5, la visión del trono en el cielo
- El séptimo sello (8:5)
- Después que los dos testigos van al cielo en una nube (11:13)
- Después que se hace sonar la séptima trompeta (11:19)
- La séptima copa (16:18)
- La presencia del Señor en Sinaí (Ex. 20:18)
v. 6 - Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas - En las Escrituras, las trompetas son usadas para las siguientes ocasiones:
- Para anunciar la venida de Dios al monte Sinaí (Ex. 19:16)
- Para anunciar la coronación del rey (Salomón) (1 Reyes 1:34)
- Para anunciar la victoria en una batalla (1 Sam. 13:3)
- Cuando los israelitas entraron en Jericó (Jos. 6:3-9)
- Para anunciar la Segunda Venida (1 Tes. 4:16, Sof. 1:14-18, Mt. 24:31, 1 Cor. 15:51-52
- Advertencia de la Segunda Venida (Joel 2:1)
- Para reunir a la gente para que el campamento avance (Num. 10:2)
- Para la dedicación del templo (2 Cr. 5:12-13)
- Para anunciar el Día de Propiciación (Lev. 25:9) y los días de fiesta (Num. 10:10)
- Para anunciar el comienzo de una batalla y los días de fiesta (Num. 10:9-10)
- Para anunciar la llegada del Arca del Pacto a Jerusalén (1 Cr. 15:24)
- Para anunciar el desastre luego del pecado (Is. 58:1, Jer. 4:4-6, Jer. 6:1, 16-19, 51:25-29, Ez. 33:1-8, Oseas 7:16, 8:1, Amós 3:6)
- La voz del Señor (Ap. 1:10)
En Ap. 1:10 Juan oyó una voz como una trompeta, así que las siete trompetas deben entenderse como la voz de advertencia de Dios. La trompeta se hace sonar para llamar la atención a aquellos que están a distancia de poder oírla. Las siete trompetas deben ser consideradas como la voz de Dios para advertir al mundo que Dios es Santo y juzgará al hombre por su pecado. Es un llamado al arrepentimiento (ver 9:20) en donde después de la sexta trompeta la humanidad todavía se rehusó a arrepentirse de quebrar la primera y segunda tabla de la ley. Siete es lo completo de su anuncio. Hay bastantes Escrituras que muestran que una trompeta es usada para anunciar un desastre que viene por el pecado de la gente. Las primeras seis trompetas son también la advertencia preliminar de Dios a la humanidad de la llegada inminente de Cristo con la séptima trompeta. La Segunda Venida de Cristo vendrá acompañada por la voz de un arcángel y con el toque de trompeta de Dios (1 Tes. 4:16).
18.1. 1. Las siete trompetas y las diez plagas de Egipto
Las siete trompetas son una respuesta a las oraciones del pueblo de Dios que se vieron antes en 8:3. Las trompetas son advertencias a la humanidad; las tres últimas (ayes) son peores que las primeras cuatro. Las primeras cuatro trompetas afectan al mundo (tierra, mar y ríos, luz); las tres últimas afectan la vida espiritual del hombre (langostas, caballos). Sólo afectan la tercera parte de la tierra, a diferencia de las copas más adelante que afectan a toda la tierra, y a diferencia de los sellos que afectan la cuarta parte de la tierra. Pueden ser comparados a las plagas de Egipto. Estas plagas fueron dadas también en respuesta a las oraciones del pueblo de Dios y porque Faraón no quería dejar ir al pueblo de Dios para adorarlo (Ex. 9:13). De la misma forma, las trompetas pueden ser vistas como advertencias para quienes persiguen al pueblo de Dios, para que los dejen ir y lo adoren a Dios (Caird). Si siguen persiguiendo al pueblo de Dios entonces plagas peores afectarán a la humanidad (Ex. 9:14). La narración del Éxodo es un hilo conductor que atraviesa el libro de Apocalipsis.
El único lugar donde no hubo granizo fue en Gosén, donde la plaga no los dañó (Ex. 9:26). Las trompetas no dañan al pueblo de Dios que está sellado (7:2, 9:4). De la misma forma la Pascua, en donde el ángel destructor vio la sangre pasó por encima del pueblo de Dios y no mató el primogénito.
La acusación contra el hombre después de la sexta trompeta se da en Ap. 9:20: no se arrepintieron de haber adorado demonios e ídolos, y otros pecados: homicidios, hechicerías, fornicación y hurtos. Los hombres amaron más las tinieblas que la luz (Juan 3:19, Rom. 1:21).
Las diez plagas de Egipto:
- Ex. 7:17-18, el agua del Nilo, cambiada a sangre
- Ex. 8:2, la plaga de las ranas
- Ex. 8:16, la plaga de piojos
- Ex. 8:21, la plaga de moscas
- Ex. 9:3, la plaga del ganado
- Ex. 9:9, la plaga del sarpullido con úlceras
- Ex. 9:17-18, la plaga del granizo
- Ex. 10:4-5, la plaga de las langostas
- Ex. 10:21-22, la plaga de los tres días de oscuridad
- Ex. 11:4-5, la plaga de la muerte de los primogénitos
Las trompetas y las copas son también similares y de nuevo nos recuerdan las plagas egipcias
Las Trompetas y las Copas Comparadas
Trompetas | Copas | |
Primera | Granizo y hielo mezclados con sangre arrojados a la tierra, los árboles y el pasto verde quemados | Úlceras malignas y pestilentes sobre los que tenían la marca de la bestia y adoran su imagen |
Segunda | Un tercio del mar se vuelve sangre, un tercio de los seres vivos en el mar muere, un tercio de los barcos destruidos | El mar se vuelve sangre, todo lo que está en el mar se muere |
Tercera | Un tercio de las aguas se vuelve amarga, mucha gente se muere | Los ríos y las fuentes de agua se vuelven sangre |
Cuarta | Un tercio del día y de la noche está sin luz | El sol quema a la gente con fuego |
Quinta | Las langostas del abismo torturan a la humanidad por cinco meses | El reino se cubre de tinieblas, los hombres se muerden sus lenguas de dolor |
Sexta | Un tercio de la humanidad muerta por fuego, humo y azufre, es decir por la guerra | Tres espíritus malos (ranas) reúnen a los reyes de la tierra para la batalla en el Gran Día de Dios en Armagedón |
Séptima | Fin de la era, el tiempo del juicio, relámpagos, truenos, terremotos, granizo | El fin de la era, relámpagos, truenos, un gran terremoto y la plaga del granizo |
Las trompetas, los sellos y las copas vienen en grupos de cuatro primeros, seguidos de un grupo más severo de tres. Note más abajo la repetición constante de un tercio con las trompetas, es decir no una destrucción completa, porque estas son advertencias a la humanidad:
Primera trompeta:
(Ap. 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Segunda trompeta:
(Ap. 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
Tercera trompeta:
(Ap. 8:10) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.
Cuarta trompeta:
(Ap. 8:12) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.
18. 1. 2. Las Fiestas del Antiguo Testamento y su relevancia al Apocalipsis
Tomado de Rick Toews, rtoews@integrityonline7.com
Tema: "Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la realidad misma es Cristo"
"Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán éstas (Lev. 23:2)
LAS FIESTAS DE PRIMAVERA
LA PASCUA Y LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA (Lev. 23:4-8)
Primer mes, día 14, la Pascua comienza al anochecer
Primer mes, día 15, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 1)
Primer mes, día 16, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 2)
Primer mes, día 17, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 3)
Primer mes, día 18, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 4)
Primer mes, día 19, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 5)
Primer mes, día 20, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 6)
Primer mes, día 21, la Fiesta de los Panes sin Levadura (día 7)
La celebración de la Pascua incluía la muerte del Cordero de la Pascua que tipificaba al Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo.
PRIMICIAS (Lev. 23:9-14)
Este día es como la fiesta americana de Acción de Gracias (Thanksgiving). No se celebraba en una fecha en particular, pero sí siempre en un día en particular. Así como la Acción de Gracias se celebra siempre el cuarto jueves en el mes de Noviembre, la presentación de las Primicias siempre se celebraba el primer día de la semana, durante la Fiesta de los Panes sin Levadura.
De acuerdo con Lev. 23:11, el sacerdote debía mecer las primicias en día después del día de reposo. Algunos entienden que el día de reposo que se menciona allá no es el día de reposo al final de cada semana sino el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que debía ser un día de santa convocación (23:7). Cuando miramos a la Fiesta de las Semanas, veremos que esta idea es errónea y que el día de reposo del v. 11 es ciertamente el séptimo día de la semana.
LA FIESTA DE LAS SEMANAS (Lev. 23:15-22)
"Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo [cf. v. 11], desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová"
La Fiesta de las Semanas debía observarse el día después del séptimo día de reposo - las siete semanas completas (siete días de reposo) desde la presentación de las primicias. Así, la Fiesta de las Semanas debía ser siempre el primer día de la semana. Más aún, debía observarse 50 días después de la presentación de las primicias, lo cual indica que las primicias siempre se presentaban el mismo día de la semana también, el primero.
LAS FIESTAS DE OTOÑO
LA FIESTA DE LAS TROMPETAS (Lev. 23:23-25)
Se observaba el primer día del mes séptimo. El propósito de la Fiesta de las Trompetas no se indica claramente en la Biblia pero, de acuerdo con la tradición judía, era para advertir a la gente del Día de Expiación inminente, que venía nueve días después.
EL DÍA DE EXPIACIÓN (Lev. 23:26-32)
Se observaba el día 10 del séptimo mes. Este era el día cuando la gente era limpiada de pecado. Todo pecado debía haber sido confesado y transferido al santuario para este tiempo, y el Sumo Sacerdote ministraba en el Día de Expiación para quitar los pecados del santuario y hacer que sean llevados al desierto por el chivo expiatorio (Lev. 16)
FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS Y ASAMBLEA FINAL (Lev. 23:33-36)
Séptimo mes, día 15: Fiesta de los Tabernáculos (día 1)
Séptimo mes, día 16: Fiesta de los Tabernáculos (día 2)
Séptimo mes, día 17: Fiesta de los Tabernáculos (día 3)
Séptimo mes, día 18: Fiesta de los Tabernáculos (día 4)
Séptimo mes, día 19: Fiesta de los Tabernáculos (día 5)
Séptimo mes, día 20: Fiesta de los Tabernáculos (día 6)
Séptimo mes, día 21: Fiesta de los Tabernáculos (día 7)
Séptimo mes, día 22: Asamblea Final (día 8)
La Fiesta de los Tabernáculos celebraba la cosecha de otoño, así como la Fiesta de las Semanas celebraba la cosecha de primavera.
A QUÉ APUNTABAN LAS FIESTAS
"Que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o días de reposo. Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la realidad misma es Cristo" (Col. 2:16-17).
Jesús vino como el Ungido, el Mesías, casi 2000 años atrás. Y es con esto que están asociadas las festividades que los israelitas observaban alrededor de la cosecha de primavera. Cuando fue crucificado, Jesús murió como el Cordero Pascual; y resucitó como las primicias el día después del día de reposo. El día 50 después de la resurrección de Jesús, el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles en el Día de Pentecostés que era la Fiesta de las Semanas. Ese día, 3000 creyeron las palabras de los apóstoles y recibieron salvación (Hechos 2). Jesús prometió que vendría de nuevo (Juan 14:1-3) y Apocalipsis tiene mucho que decir acerca de la preparación para Su Segunda Venida. Las fiestas de primavera tipifican cosas asociadas con la Primera Venida de Jesús, y las fiestas de otoño ilustran cosas asociadas con Su Segunda Venida.
Podemos encontrar el cumplimiento de las tres fiestas de otoño en Apocalipsis.
La primera de las fiestas de otoño descritas en Lev. 23 es la Fiesta de las Trompetas. De nuevo, si bien Levítico no nos dice mucho acerca del propósito de este día, los judíos entienden que es una advertencia acerca del Día de Expiación inminente, en el que el pecado debe ser tratado. Yo creo que la Fiesta de las Trompetas se cumple en las siete trompetas de Ap. 8-9, 11. El estudio indica que el sonar de las trompetas coincide con los mensajes de los tres ángeles - Adoren al Dios Creador, Babilonia ha caído, No adoren a Babilonia.
La segunda de las fiestas de otoño es el Día de Expiación. Este era el único día en que el ministerio del Sumo Sacerdote incluía directamente al Arca del Pacto. En ningún otro momento el arca debía ser vista por ojos humanos. Ap. 11:19 es la primera y - si la memoria no me falla - la única vez que se menciona específicamente el arca; y yo creo que se refiere al momento cuando todo se debía confesar y arrepentirse de todo pecado. Note, en los primeros versículos de Ap. 11, que el arca es revelado muy poco tiempo después de que suene la séptima trompeta.
La tercera de las fiesta de otoño es la Fiesta de los Tabernáculos. Esta era la celebración de la cosecha al final del año, así como la Fiesta de las Semanas era una celebración de la cosecha de la primavera. La diferencia está en que la Fiesta de los Tabernáculos era una fiesta mucho más grande (ver Lev. 23). Ap. 14:14-16 describe la cosecha y Ap. 7:9-1 es otra referencia a aquellos que son cosechados de la tierra.
El propósito aquí no ha sido entrar en muchos detalles sino proveer un vistazo general de las festividades anuales y mostrar cómo apuntan a Jesucristo. Yo creo que una comprensión de estas festividades puede ayudarnos a conseguir una perspectiva sobre su ministerio y desarrollar un cuadro coherente de Apocalipsis.
18. 2. La Primera Trompeta (8:7)
(Ap. 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
v. 7 - El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde - En 7:2-3 vimos a los cuatro ángeles a los que se les había dado poder para dañar la tierra y el mar, pero se les impidió dañar la tierra o el mar hasta que los siervos de Dios no fueran sellados. Aquí vemos al primer ángel cuando suena su trompeta y granizo, fuego y sangre es arrojada sobre la tierra. El pasaje no indica que el ángel arrojó el granizo y el fuego sobre la tierra, sino que ellos tenían el poder sobre estos elementos y fueron los que lo anunciaron. Lenski destaca que una mezcla de fuego y granizo (hielo) no es natural; está más allá de la naturaleza. En v. 5 vimos que como resultado de las oraciones de los santos, fuego del altar fue arrojado sobre la tierra. Aquí ahora vemos los resultados al hacer sonal los primero ángeles la primera trompeta en una serie de siete partes de advertencias. Una tercera parte de la tierra fue quemada y una tercera parte de los árboles, por el fuego que fue arrojado sobre la tierra. "Una tercera parte" indica destrucción parcial. El carácter de no natural de este juicio está indicado en el hecho de que sólo un tercio de la tierra y los árboles fue quemado, pero toda la hierba verde fue quemada (Lenski). La sangre debe entenderse como indicando muerte, aunque no hay ninguna indicación aquí de muerte humana, como en la cuarta trompeta pero, a diferencia de la segunda y tercera trompeta, en donde murieron personas. Hailey puntualiza que dado que el hombre ha derramado la sangre de los santos, como se indica en el quinto sello, entonces Dios se está vengando con la sangre derramada de los mártires sobre sus cabezas (ver Gn. 9:6, Num. 35:33, Is. 26:21, Joel 3:19, Sal. 79:10). Note la similitud con el juicio de Gog (Ez. 38:22), que involucró una plaga y derramamiento de sangre, torrentes de lluvia, granizo y azufre y fuego sobre él y sus tropas. Note que toda la hierba verde es quemada pero un tercio de la tierra y un tercio de los árboles son quemados. Primero la tierra es devastada por el desastre, el medio ambiente del hombre es afectado. Las primeras cuatro trompetas describen desastres "naturales", pero éstos no son naturales sino obra de Dios; advierten al hombre de su corta vida. El granizo se usa para indicar las advertencias de Dios y el juicio, para hacer que los hombres oigan. Esto tiene reminiscencias de la séptima plaga sobre Egipto (Ex. 9:18). Compare la primera trompeta con la primera copa que es vertida sobre la tierra (16:2). Pero aquí afecta a la gente que adora a la bestia. La primera trompeta afecta sólo la tierra. Is. 30:10 indica que el Señor habla a los hombres usando fuego, torbellino y granizo. El cap. 11 muestra que Dios también habla al mundo por medio de su iglesia. Uno de los resultados de que un tercio de la tierra sea quemada es el hambre (cf. el tercer sello).
18. 3 La segunda trompeta (8:8)
(Ap. 8:8) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. {9} Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida
v. 8 - El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar - De nuevo el fuego está involucrado en las segundas trompetas como lo estuvo en la primera trompeta. La montaña ardiendo debería recordarnos del monte Sinaí (Ex. 19:18, Heb. 12:18). El monte Sinaí estuvo cubierto de humo porque el Señor descendió sobre él en fuego. La montaña era el juicio de Dios sobre los hombres que rompían la ley. Juan puede haber tenido en mente la erupción del Vesubio en 79 d.C. Podría haber también una referencia sutil a la destrucción de Babilonia aquí (Caird, Sweet). En Jer. 51:63 la destrucción de Babilonia es asemejada a una piedra arrojada en el Éufrates, y en 18:17 encontramos a los capitanes del mar lamentando la destrucción de Babilonia y la pérdida de su comercio. En Jer. 51:25 Babilonia es asemejada a una montaña quemada.
v. 8 - la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida - Después de la tierra, el mar es afectado. La sangre indica muerte y sólo un tercio es afectado porque es una advertencia. Compare esto con la primera plaga de Egipto en la que el Nilo fue transformado en sangre (Ex. 7:17). Los dos testigos tienen también el poder de convertir al agua a sangre (11:6). Compare la segunda trompeta con la segunda copa (16:3) en donde todo el mar es convertido en sangre y todo ser viviente en el mar muere. Compare con el uso de Juan de la sangre en 16:6 y 17:6. La segunda trompeta afecta tanto a los seres vivos como a los barcos construidos por el hombre en el mar, lo cual describe desastres naturales en el mar. Podría haber aquí una vinculación con la aflicción que vendrá sobre la humanidad en los últimos días. Lucas 21:25 se refiere al hecho de que habrá "en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas".
18.4.La tercera trompeta (8:10)
(Ap. 8:10) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. {11} Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
v. 10 - El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas - Así como en las dos primeras trompetas el fuego está de nuevo involucrado en la gran estrella ardiendo como una antorcha. Después que la tierra y el mar y los ríos son afectados, la estrella cae del cielo. De nuevo significa que se afecta el medio ambiente del hombre. Sweet asemeja a la estrella al rey de Babilonia en Is. 14:12 que ha caído del cielo. Jesús dice que vio a Satanás caer como un rayo (Lucas 10:18). Con la quinta trompeta una estrella cae a la tierra (9:1) que es más claramente identificada como Satanás, y finalmente en 12:8 Satanás pierde su lugar en el cielo y es arrojado hacia la tierra y hacia el mar (12:12). Si esta interpretación es correcta, entonces Satanás ha bajado para envenenar la mente de los hombres en contra de Dios y así destruirlos. Compare con el río de mentiras que sale de la boca del dragón (12:15) y otras decepciones satánicas (13:14, 20:8, 10). Sin embargo, esto podría ser sobre-espiritualizar el símbolo. Juan puede estar simplemente describiendo un desastre natural como ser una enfermedad causada por agua sucia que puede hacer que los hombres se arrepientan.
v. 11 - el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas - En el caso de la primera plaga (Ex. 7:17) sobre Egipto, primero murieron todos los peces y en segundo lugar el agua se hizo imbebible. Juan ha tomado estos dos efectos de la plaga y los ha dividido entre la segunda y la tercer trompeta (Caird). En la primera plaga (Ex. 7:17-19) todo el agua bebible en estanques, reservorios y hasta en baldes de madera o jarras de agua es afectada. El ajenjo es una sustancia muy amarga (Jer. 9:15, Lam. 3:19) e indica aflicción y miseria. Juan puede haber tenido en mente el agua de Mara, que era amarga pero que el Señor hizo que fuera dulce. Ahí el Señor prometió no traer ninguna de las enfermedades que había traído sobre los egipcios, siempre y cuando obedecieran las leyes de Dios (Ex. 15:22). Las aguas amargas por las que mucha gente murió, por lo tanto, probablemente signifiquen agua contaminada y podría incluir inundaciones. Compare la tercera trompeta con la tercera copa en donde los ríos y las fuentes se vuelven sangre (16:4). No hay ninguna referencia a la muerte aunque está implicado por el uso del término sangre.
18.5.La cuarta trompeta (8:12)
(Ap. 8:12) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche. {13} Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!
v. 12 - El cuarto ángel tocó la trompeta , y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche - Primero la tierra y la vegetación, luego el mar, luego los ríos y las fuentes, y finalmente el resto del universo es afectado. Esto es similar a la plaga de oscuridad sobre los egipcios (Ex. 10:21) y la quinta copa que es la oscuridad total (16:10). La alusión constante a las plagas de los egipcios es una forma de decir que en los últimos días Dios traerá de nuevo castigo sobre aquellos poderes hostiles que oprimen a su pueblo. Son el preludio a ese Éxodo más grande y final en el que la iglesia es sacada del mundo y entra en la presencia eterna de Dios (Mounce). Compare la cuarta trompeta cuando al sol se le da poder para quemar a la gente con fuego (16:8).
- La oscuridad está también asociada con el Día del Señor cuando Él venga de nuevo (Amós 5:18, Joel 2:2, Marcos 13:24, Is. 13:10)
- La oscuridad está también asociada con lo demoníaco (Col. 1:13) y nos prepara para las próximas dos plagas demoníacas
- La oscuridad está asociada con la teofanía de Dios en el juicio (cf. Is. 13:19, Ez. 32:78, Joel 2:10, 3:15, Mt. 24:29, y especialmente con la crucifixión de Cristo, Mt. 27:45 (Johnson))
v. 13 - Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles! - (Nota: "... un Águila que volaba..." , BJ - "oí un águila que volaba...", VP). El águila (o buitre) grita los tres ayes sobre la humanidad por las tres próximas trompetas que son más intensas que las primeras cuatro y afectan al hombre directamente en vez de hacerlo por medio de su medio ambiente. Está en medio del cielo para que pueda ser visto por todos, y grita con una gran voz para que pueda ser oído por todos. Hay una distinción entre las cuatro primeras trompetas que actúan sobre la tierra, el mar, los ríos, el sol, la luna y las estrellas, es decir el universo físico, y las restantes tres trompetas que afectan a la humanidad directamente; de aquí los tres ayes. Los primeros dos ayes son claramente demoníacos. Las langostas torturan a la humanidad, los cuatro ángeles matan a un tercio de la humanidad, la séptima trompeta anuncia que ha llegado el tiempo del juicio de los muertso. Si la criatura que vuela es un buitre, entonces está revoloteando sobre una bestia que está muriéndose que es un símbolo de tristeza (Lucas 17:37). Esta es una advertencia de cosas que están por venir cuando las aves en el medio del cielo se reúnan para la gran cena de Dios (19:17-18, 21). Pero antes que el ángel en medio del cielo proclama el evangelio eterno a aquellos que viven sobre la tierra (14:6). Debe notarse también que una gran voz en 12:12 proclama aflicción sobre la tierra y el mar "porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo." La estrella en 9:1 que cae a la tierra parece claramente satánica.
18.6 La quinta trompeta, el primer ¡Ay! (9:1)
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(Ap. 9:1) El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. {2} Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. {3} Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. {4} Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. {5} Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. {6} Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. {7} El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; {8} tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; {9} tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; {10} tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. {11} Y tenían por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. {12} El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.
v. 1 - El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo - Sweet nota una pizca de parodia satánica: "la llave del abismo es dada al caído; las llaves de la muerte y del Hades son sostenidos por el resucitado" (1:18). Se dan varias interpretaciones para esta estrella. Esto es parecido a 20:1 en donde un ángel del cielo tiene las llaves del Abismo. En este caso, la estrella había caído del cielo a la tierra. Esto nos recuerda a 12:9 en donde Satanás es arrojado a la tierra con sus ángeles, en cuyo caso la estrella es Satanás. En Is. 14:12 la estrella de la mañana es arrojada a la tierra. Esto se ve normalmente como una referencia a Satanás que ha caído a la tierra. Jesús lo vio a Satanás caer como un rayo del cielo (Lucas 10:18). Tal vez debería ser identificado como el ángel del Abismo que se identifica en v. 11 como el destructor. Las estrellas son, a veces, una referencia a ángeles (ver 1:20). El ángel del Abismo es llamado también Destructor que, de nuevo, le cabría a Satanás. En 12:4 el dragón arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. Estos es probable que sea una referencia a los ángeles que siguieron a Satanás. El Abismo es también de donde sale la bestia (11:7, 17:8, 18:8). Es donde es atado Satanás (20:3). En Lucas 8:3 los malos espíritus le ruegan a Jesús que no los envíe al abismo, que es el lugar de tormento (Mt. 8:29). En Rom. 10:7 parece ser la morada de los muertos. A la estrella "se le dio" la llave del pozo del abismo que nuevamente indica la soberanía de Dios. Si la quinta trompeta se interpreta como un ataque demoníaco contra la humanidad entonces parecería ser natural que la estrella fuera su amo, es decir Satanás.
v. 2 - Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo - Hay disimilitudes entre el sexto sello (6:12) donde el sol se vuelve negro como tela de cilicio hecho de piel de cabra (ver Joel 2:10). La oscuridad puede ser un símbolo de lo demoníaco. En este caso ciertamente lo es; el reino de Satanás es un reino de oscuridad (Col. 1:13). Si el Abismo es un lugar de tormento para los demonios (Mt. 8:29, Lc. 8:31) entonces si es abierto podríamos esperar que salga una corriente de demonios junto con el humo del fuego. Aquí Juan ha mezclado el humo del horno con una corriente de hordas demoníacas. Compare el humo del Abismo con el denso humo cuando se quemaron Sodoma y Gomorra que parecía "el humo de un horno" (Gn. 19:28) y la presencia del Señor en el Monte Sinaí (Ex. 19:18).
v. 3 - Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra - Esto trae a la mente la visión de Joel de las langostas de Joel 1 y 2. Las langostas no son langostas comunes sino que son poderes demoníacos para traer miseria y oscuridad a las vidas de los hombres. La característica de las langostas es que devoran todo, destruyen todo en su camino (ver v. 11, en donde su rey se llama Abadón, que significa destructor). También indican un juicio de Dios como en la octava plaga de langostas sobre Egipto (Ex. 10:4). Ver también 2 Cr. 7:13, Amós 4:9. Note que se les dio (indicando permiso divino) poder como del escorpión de la tierra. Para el uso de escorpiones para indicar lo demoníaco, ver Lucas 10:19 donde Jesús les da a sus discípulos "potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (Lc.10:19).
v. 4 - Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes - Se les dijo que no dañaran su alimento natural. Todavía están bajo la soberanía de Dios. Compare esto con la orden de Dios a los ángeles antes de las siete trompetas (7:3), "no hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios". Compare esto con la primera trompeta en la que la tierra, los árboles y la hierba fue quemada. Ahora a las langostas se les dice que no dañen la hierba ni a ninguna planta o árbol. En vez de la vegetación, deben dañar a la humanidad (v. 4b). Sólo podrían dañar a los impíos; no pueden a los santos (ver Lc. 10:19) en donde a los discípulos se les da poder sobre serpientes, escorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada los dañará (note que serpientes y escorpiones se refiere a lo demoníaco). Una vez más le poder limitado de las langostas es una señal de la soberanía de Dios. No podían dañar a los sellados que fueron sellados antes que sonaran las trompetas. Así, la iglesia que todavía está sobre la tierra no es dañada por esta plaga, como ocurrió con los israelitas (cf. Ex. 8:22, 9:4, 10:23, 11:7). Esto parece ser una acometida masiva de los poderes demoníacos sobre toda la humanidad en los últimos días. No hay acá mención de un tercio como en las primeras cuatro y, por cierto, la sexta trompeta. Parece ser una aflicción universal sobre la humanidad. Tal vez esté conectado con el quinto sello que indica los mártires que han muerto. Hailey señala que la distinción hecha aquí entre los sellados y los que no han sido sellados es prueba adicional de que el número de ciento cuarenta y cuatro mil representa a los santos sobre la tierra en cualquier momento, y no un grupo especial de personas salvadas en el día final.
v. 5 - Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre - No los podían matar sino sólo torturarlos, es decir poder y duración limitados, porque cinco meses es aproximadamente el tiempo de vida de una langosta. Estas trompetas son advertencias a la humanidad y no juicios finales como son las siete copas. El efecto de la langosta en Joel 1:12 es quitar el gozo. El efecto de los malos espíritus sobre la humanidad es atormentar (Hch. 5:16) y afligir a la gente (Lc. 6:18). En Lc. 9:39 el demonio trata de destruir al niño. Lucas 10:19 indica el carácter demoníaco de los escorpiones. Esto nos recuerda a Job. Satanás podía hacerle lo que quisiera pero tenía que respetarle la vida. Ellos atormentan pero no matan a aquellos que no tienen el sello de Dios en sus frentes. En v. 3 vimos que a las langostas se les dio poder para herir como un escorpión. Acá vemos la agonía resultante que es la de una herida de escorpión. Las Escrituras nos enseñan que en los últimos días habrá un desencadenamiento de doctrinas demoníacas, espíritus engañadores, señales falsas y maravillas que engañan a los que están pereciendo (1 Tim. 4:1-3, 2 Tes. 2:9-12). Hay evidencia adicional de esto en Apocalipsis en el Cristo falso y en los milagros de la bestia de la tierra (13:11-15) y los tres malos espíritus que salen de la boca del dragón, la bestia y el profeta falso (16:13-14).
v. 6 - Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos - Los hombres buscarán la muerte (hombres significa la humanidad) por el dolor de la herida. La herida no es fatal, como la herida del escorpión. Este versículo es difícil de interpretar. Parece escatológico, y "aquellos días" puede referirse a un tiempo bien cerca del final. Este tormento de la herida de la langosta está limitado a esta vida sola donde hay al menos la posibilidad de muerte, si no, no desearían morir. Contraste este deseo de morir con el deseo de Pablo de morir y estar con el Señor (Fil. 1:23, Morris). Su situación es como la de Job, quien deseaba morir (Job 3:21).
v. 7 - El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas - Esto comienza la descripción de las langostas. Las langostas se parecen a caballos preparados para la batalla (ver Joel 2:4). Esto es cierto en la naturaleza. "Como" coronas de oro; esto es lo que usan también los veinticuatro ancianos (4:4) y Jesús (14:14). Sus caras se parecen a caras humanas; tenían la astucia, la crueldad y la inteligencia de los hombres (Mounce). Esto podría indicar también la naturaleza personal del ataque.
v. 8 - tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones - El cabello largo podría ser un símbolo de vitalidad, como Absalón y Sansón. Los dientes de león enfatizan su poder (Joel 1:6).
v. 9 - tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla - Las corazas de hierro enfatizan su carácter de inexpugnable. El sonido de sus alas realza su terror. Las carrozas corriendo a la batalla suena como la descripción de Joel de un ejército de langostas (Joel 2:5).
v. 10 - tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses - Esto amplía la descripción de los escorpiones de v. 3 y 5. La interpretación más probable es que se refiere a la opresión demoníaca sobre las mentes de los hombres. El propósito era traer a los hombres al arrepentimiento (v. 20). Una vez más, su poder es limitado en duración (5 meses); es una advertencia a la humanidad. Dios usa hasta los planes de Satanás para sus propios designios.
v. 11 - Y tenían por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión - Abadón=Destructor=Seol o Hades, la tierra de la muerte, oscuridad, silencio. Las langostas destruyen toda cosa viva en su paso, como lo hace Abadón. El ángel del Abismo del v. 1 es identificado acá como el Destructor. Esta descripción le cabe mejor a Satanás, quien es llamado el destructor en Juan 10:10. Él es el rey de estas hordas demoníacas. Este parece ser un ataque sin precedentes sobre la humanidad en los últimos días, probablemente asociado con el anticristo, cuyos poderes milagrosos son demoníacos (16:14).
v. 12 - El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto - Esto finaliza el primer ay y presenta los dos restantes que son peores. Esto indica que hay una secuencia temporal, ya que la sexta trompeta sigue a la quinta trompeta.
18. 7. La sexta trompeta, el segundo ¡Ay! (9:13)
(Ap. 9:13) El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios. {14} diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. {15} Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. {16} Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. {17} Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. {18} Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. {19} Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. {20} Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; {21} y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
v. 13 - El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios - El altar de oro está conectado con las oraciones de los santos (8:3). La sexta trompeta es respuesta a las oraciones de los santos. Para el cuerno, ver Lv. 8:15 cuando Moisés mató el toro y tomó un poco de sangre con su dedo y tocó los cuernos del altar para purificar el altar.
v. 14 - diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates - Los cuatro ángeles están atados, así que deben ser malos. Son soltados ante la orden de Dios, cuyo propósito es hacer que los hombres se arrepientan (ver v. 20, 21). Los cuatro ángeles cubren cada dirección de la brújula; la idea es que son soltados para afectar a toda la tierra. Compare estos ángeles con los primeros cuatro ángeles que están parados en las cuatro ángulos de la tierra (7:1). El Éufrates marca el límite entre Israel y sus enemigos (Gn. 15:18, Dt. 1:7, Jos. 1:4). Babilonia, que está sobre el Éufrates, estaría al norte de Israel y es del norte de donde los enemigos venían (Jer. 25:9, Ez. 26:7, 39:2). Compare esto con la sexta copa (16:12) cuando el gran río Éufrates y su agua fueron secados para preparar el camino para los reyes del este. Compare esto con los cuatro jinetes del Apocalipsis.
v. 15 - Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres - El tiempo preciso de su liberación indica que están bajo el control divino de Dios. Su propósito es matar un tercio de la humanidad, ni más ni menos. Este es un número limitado porque es una advertencia para la humanidad. A partir de la sincronización precisa de su liberación este parece ser un evento específico de la historia, y es por lo tanto probablemente escatológico. A la luz de la discusión en el versículo siguiente, este evento corresponde a la segunda venida (compare con Mt. 24:36, Hch. 1:7, Gn. 7:11) o al menos a la batalla final asociada con ella. Compare el sexto sello, la sexta trompeta y la sexta copa. Todos parecen referirse a ya sea la última batalla o a la segunda venida.
v. 16 - Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número - Las tropas estaban montadas, lo cual significa que estaban preparadas para la guerra. Doscientos millones es un número grande que él no podía contar, pero oyó su número. Compare la descripción aquí con los carros de Dios en Sal. 68:17. Los caballos son como un enjambre de langostas en Jer. 51:27 y los caballos que vuelan como un buitre que baja para devorar en Hab. 1:18. En Joel el ejército invade la humanidad en el día del Señor (Joel 2:11) como éste es la sexta trompeta y la séptima trompeta describe la entrega del mundo a Cristo, Su reino eterno y el juicio. Esta visión corresponde a la última gran batalla (ver Joel 3:1-2, 9-16). La última gran batalla también se encuentra en 16:14, 17:14, 19:17, 20:7. Note que el sexto sello también corresponde a la Segunda Venida (6:12). La sexta copa se refiere a la batalla del gran día de Dios Todopoderoso (16:14) y se menciona la Segunda Venida en el versículo siguiente (16:15). Este es otro ejemplo de paralelismo en el libro.
v. 17 - Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre - Este es el único lugar en que Juan indica que lo que vio era una visión. Las corazas tienen los mismos colores que el fuego, el humo y el azufre, que salía de las bocas de los caballos (v. 18). Esto indica el propósito unificado de tanto el caballo con el jinete. Compare las cabezas de los leones aquí con los dientes de león de las langostas; esto indica fortaleza.
v. 18 - Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca - Este simbolismo parece referirse a la guerra. El simbolismo como las langostas es similar a Joel 2:4-5, "Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla." Una vez más, es un número limitado el que es muerto; es muerta una tercera parte de la humanidad. El fuego y el azufre nos recuerdan a Sodoma y Gomorra (Gn. 19:24, Lc. 17:29). Éste fue el juicio de Dios sobre la maldad, un anticipo del infierno (Judas 1:7, cf. Ap. 14:10-11).
v. 19 - Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban - Las serpientes indican su origen demoníaco (Lc. 10:19). Las tres plagas de fuego, humo y azufre salen de sus bocas (v. 17, 18). Sus colas también causan daño. La palabra para serpiente (ophis) es la misma palabra usada para describir a Satanás en 12:9 (ver también 12:14, 15, 20:2, cf. Juan 3:14, 2 Cor. 11:3).
v. 20 - Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar - La humanidad aquí es acusada de adorar a demonios y en la quinta trompeta son asediados por demonios y posiblemente también en la sexta trompeta. La advertencia corresponde al pecado. Más adelante encontramos a la humanidad adorando al dragón y a la bestia (13:4) y a su imagen (13:15); eso es idolatría. Las plagas están dirigidas a la humanidad que no se arrepiente, no al pueblo de Dios. Aquellos que sobreviven a estas plagas todavía no se arrepienten. Algunos son muertos por estas plagas pero para el resto son advertencias para que el hombre se arrepienta. Considere la reacción de Jesús a la persecución de los judíos por Pilato o hacia aquellos que murieron cuando la torre cayó sobre los de Siloé (Lc. 13:1-5). Su reacción fue decir "¿Pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente." A pesar de la plagas de advertencia de Dios, algunas naturales, otras no, el hombre se rehusa a adorar a Dios y darle la gloria como Creador (Amós 4:10). Primero el hombre es culpable de idolatría, adorando las cosas creadas y no al Creador (Rom. 1:23). Rompe la primera tabla de la ley (Ex. 20:3-11, Dt. 5:7, 2 Reyes 17:35-39) antes de adorar al Creador (Ap. 14:7). La estupidez de la idolatría es enfatizada por la frase "las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar", en contraste con el Dios viviente y creador (Dn. 5:23, Sal. 115:4-5, Jer. 10:5). Esto afirma el punto que a pesar de estas plagas, la humanidad prefiere adorar a las cosas creadas antes que a Dios. El mensaje de Apocalipsis es que la humanidad debe adorar a Dios y a Él sólo. Considere la adoración de los seres vivientes y los ancianos al Dios Creador (4:8-11), la adoración del Cordero (5:8 ff.), todos los habitantes de la tierra adoran a la bestia (13:8, compare la adoración de los demonios y los ídolos aquí con la adoración de la bestia y su imagen en 13:8, 15). Considere también el mensaje del primer ángel volando en el medio del cielo, proclamando el mensaje eterno que es temer a Dios y darle gloria y adorarlo como Creador (14:6-7). Considere la advertencia espantosa para aquellos que adoran a la bestia y a su imagen en 14:9-11. Dos veces Juan es reprendido porque adoró a un ángel (19:10, 22:8) y se le dice que adore a Dios. En el caso de la iglesia en Pérgamo y Tiatira, comer alimento ofrecido a los ídolos es condenado (2:14, 20). Note que en 21:8 el lugar de los idólatras es en el lago de fuego y azufre. Debemos entonces ver a las trompetas como agentes de la misericordia de Dios más que de su ira, a pesar de que la gente no se arrepiente. Note la respuesta de los de Éfeso que practicaban la hechicería. Es mejor quemar los propios libros sobre ocultismo que quemarse en el lago de fuego. El decreto de Dios en Dt. 7:5 y 12:3 es de destruir los altares, romper las piedras sagradas y quemar los ídolos en el fuego. Ver la respuesta de Josías en 2 Reyes 23, que hizo como estaba prescrito en Deuteronomio.
v. 21 - y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos - Esta es la primera condena contra la humanidad: no se arrepintieron. Ver también 11:18, 14:7, 14:9-11, 16:5-6, 16:8-11. Habiendo rechazado a Dios como creador, la humanidad ahora rompe inevitablemente a segunda tabla de la ley (Dt. 5:17 y Rom. 1:24, 28). El castigo está indicado en Ap. 21:8; su destino (de los asesinos, los fornicarios, los que practican artes mágicas) está en el lago de azufre y fuego.
La séptima trompeta no ocurre hasta después de los Dos Testigos (11:14). Hay un interludio entre las dos visiones, parecido al interludio entre el sexto y el séptimo sello.
19. El Ángel Fuerte y el librito (10:1)
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(Ap. 10:1) Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. {2} Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; {3} y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. {4} Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas. {5} Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, {6} y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, {7} sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas. {8} La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. {9} Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito: Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. {10} Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. {11} Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Hay ahora un interludio entre la sexta y séptima trompeta, como hubo entre el quinto y el sexto sello. Esto no debe ser considerado como cronológico porque los dos testigos, descritos por el ángel fuerte, predican durante toda la era del evangelio (11:13). La séptima trompeta anuncia el fin de la historia. Hay ahora una visión del ángel fuerte con el librito, seguido por los dos testigos. La visión del ángel fuerte con el librito está tomada de Ezequiel, capítulos 1 al 3, que describe el llamado de Ezequiel como profeta para Israel. Se le dio un rollo para comer que tenía un sabor dulce como la miel, que era la palabra de Dios. Caird compara el gran rollo abierto por el Cordero con este pequeño rollo: el gran rollo contiene los propósitos redentores de Dios y debía hacerse efectivo por Cristo; el pequeño rollo contiene el mismo propósito pero debe hacerse efectivo mediante el testimonio de mártir de la iglesia. Sin embargo, yo veo que el pequeño rollo (o librito) es el resto de la profecía de Apocalipsis que le fue revelado a Juan por el ángel. La próxima sección después de ésta es acerca de los dos testigos, es decir el testimonio de la iglesia.
v. 1 - Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego - Note el cambio del punto de vista del autor. Él vio al ángel fuerte bajando del cielo, así que Juan está ahora sobre la tierra. Éste es otro ángel fuerte (cf. 5:2 "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?"). Su descripción es similar a la descripción de Cristo, cuyos pies son semejantes al bronce bruñido (1:15) y cuyo rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza (1:16). En 1:7 y 14:14 vendrá de nuevo en las nubes. El ángel tiene un arco iris sobre su cabeza, así que debe estar muy cerca de Dios (4:3). En v. 3 dio una gran voz como el rugido de un león, otra alusión al León de Judá. Swete dice que el arco iris es debido al efecto de la luz del sol del rostro del ángel. Es similar al ángel del Señor que guió a los hijos de Israel como una columna de nube de día y una columna de fuego de noche (Ex. 13:21, Num. 12:5). Ahora lo guía a Juan a la próxima parte de la visión. Es similar al que habla en Ezequiel (Ez. 1:26). Todo este pasaje está basado en Ez. 1-3 en donde se le da a Ezequiel un rollo para que coma al principio de su ministerio. El ángel fuerte es parecido a Cristo porque es el ángel de Cristo, enviado por Cristo para darle el resto de la profecía (ver. 1:1 y 22:6, "El Señor... ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (cursiva del autor).
v. 2 - Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra - Esto enfatiza el poder del ángel en contraste con el librito que contenía la palabra de Dios que Juan tenía que profetizar (v. 10-11). El librito está abierto, en contraste con el rollo sellado de 5:1, para que cualquiera lo pueda leer. No es el mismo rollo porque es un rollo pequeño (o librito). Debemos notar que tiene su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra. Su autoridad cubre a ambos, es decir a todo el mundo. Tanto la tierra como el mar son partes de la creación de Dios (ver v. 6). Esto está en contraste con el dragón que fue arrojado hacia la tierra y el mar (12:12) y estuvo a la orilla del mar (13:1) en tanto que las dos bestias salieron del mar y de la tierra (13:11). La profecía que el ángel le dio a Juan está referido a estos tres. Lenski considera que el librito es el evangelio que debe ser proclamado a todo el mundo (10:11, 11:10, 14:6). Note que Juan usa el mar y la tierra para representar a todo el mundo cuando trata con los mercaderes y los hombres de mar que lamentan sobre Babilonia en cap. 18.
v. 3 - y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces - La voz de los siete truenos era probablemente la de Cristo o de Dios. La voz de Dios es comparada frecuentemente con el trueno, especialmente cuando Dios le habló a Jesús antes de la crucifixión (Juan 12:29), aunque el primer ser viviente también sonaba como un trueno (6:1). El rugido de un león es otra alusión a Cristo, quien es el león de la tribu de Judá. En 1:1 y 22:16 Jesús envió a Su ángel a Juan. El ángel viene desde la presencia de Jesús y de ahí surge la similitud del ángel con Jesús.
v. 4 - Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas - Estaba a punto de escribir como le había sido ordenado (1:19) pero no se le permitió escribir esto. Los siete truenos están sellados y no se nos permite conocer todos los misterios de Dios. Hay otras fuerzas trabajando aparte de los descritos aquí (xxxx). Contraste esto con el resto del libro que es un quitar el velo del plan de Dios para la iglesia y sus enemigos; no está sellado, "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca" (22:10). Hay algunas cosas que al hombre no le son permitidos conocer (Dt. 29:29, 2 Cor. 12:4, cf. Dn. 8:26, 12:4).
v. 5 - Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo - Levanta la mano derecha y jurar era algo muy común (Dt. 29:29, 2 Cor. 12:4, cf. Dn. 8:26, 12:4). Ver los comentarios sobre v. 2 para el mar y la tierra.
v. 6 - y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más - Juró por el Dios creador eterno (4:11, Dn. 12:7) que no habría más demoras (Hab. 2:3, Heb. 10:37) cuando la séptima trompeta está a punto de sonar, para el cumplimiento de la voluntad de Dios. Al describir la creación el ángel usa tres dobletes que son similares a la narración en Génesis, donde en los tres primeros días Dios hizo los cielos, la Tierra, la tierra y el mar, y en los siguientes tres días los llenó.
Día 1: Creó los cielos y la tierra, la luz y la oscuridad (Gn. 1:1-5)
Día 2: Hizo el cielo para separar las aguas de arriba de las de abajo (Gn. 1:6-8)
Día 3: Hizo la tierra y el mar, la vegetación y los árboles (Gn. 1:9-13)
Día 4: El sol, la luna y las estrellas (Gn. 1:14-19), los cielos llenados
Día 5: Peces y criaturas en el mar, aves (Gn. 1:20-23), el mar llenado
Día 6: Criaturas vivientes sobre la tierra, el hombre (Gn. 1:24-31), la tierra llenada
Comparar con Ex. 20:11, Sal. 146:6 y compare esto con la proclamación de los primeros ángeles, "Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" (14:7). Las primeras cuatro trompetas y las copas afectan a la tierra, el mar y los cielos (8:7 ff. 16:2 ff.).
v. 7 - sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas - Es significativo que la última, la séptima trompeta (11:15) coincide con el cumplimiento del misterio de Dios. Porque cuando suena la última trompeta Cristo vendrá de nuevo (Mt. 24:31, 1 Cor. 15:52, 1 Tes. 4:16). El misterio de Dios es Cristo (Col. 2:2). Este misterio se cumple cuando Cristo vuelva y establezca su reino y su reinado (ver !1:15-18 donde el séptimo ángel suena su trompeta y esto coincide con el juicio). Dios les dice a Sus profetas Sus planes antes que sucedan (Amós 3:7). Dios le ha revelado a Pablo el misterio de Dios, es decir Cristo. Note que, como el misterio de Dios será cumplido cuando el séptimo ángel está a punto de hacer sonar su trompeta, esto hace improbable que las siete copas sean la séptima trompeta.
v. 8 - La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra - La misma voz que en v. 4 "oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas". El librito está abierto - no está sellado - y deber ser leído. Esta es una situación similar a cuando el Cordero tomó el rollo de la mano de Dios. ¿Es éste el mismo rollo que está sellado con siete sellos pero que ahora está abierto? Probablemente no, porque en v. 2 está descrito como un rollo pequeño (biblaridion).
v. 9 - Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito: Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel - El librito es la Palabra de Dios (ver Ez. 2:7, Jer. 15:16 y Sal. 19:9). Juan debe profetizar algo más, sobre pueblos, naciones, lenguas y reyes (ver v. 11).
v. 10 - Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre - Esto está tomado directamente de la experiencia de Ezequiel (Ez. 3:3) a quien se le había encargado que advirtiera a los malvados que se volvieran de su pecado (Ez. 3:17). Es dulce porque la palabra de Dios tiene un sabor dulce (Sal. 19:10) pero amargo porque también habla del juicio de Dios. Los que hablan la palabra de Dios también serán perseguidos (11:17).
v. 11 - Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes - Esto se parece a la comisión de Jeremías cuando Dios le dice a Jeremías: "te di por profeta de las naciones" (Jer. 1:5) y "He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar" (Jer. 1:9, 10). Habiendo digerido la palabra de Dios, Juan debe profetizar de nuevo. Recién hemos llegado a la mitad del Apocalipsis y hay mucho para decir acerca del mundo y sus habitantes. Note la descripción en cuatro partes que abarca a toda la humanidad: "pueblos, naciones, lenguas y reyes". Compare con 17:15, Dn. 3:4, 7:14. Las naciones son un tema importante en el resto del libro, y las referencias a las naciones aparecen 17 veces antes del final del libro. En 11:18, después de la séptima trompeta, los veinticuatro ancianos dicen, "se airaron las naciones, y tu ira ha venido". En 12:5 y 19:15 hay una referencia a Cristo que regirá a las naciones con vara de hierro. En 14:8, 16:19, 17:15, 18:3, 18:23 las naciones se mencionan en relación con Babilonia. En 20:3 y 20:8 se menciona la decepción de las naciones por parte de Satanás, y en 15:4, 21:24, 21:26 y 22:2 las naciones adoran y glorifican a Dios. Sin embargo, además de las naciones él debe profetizar acerca de pueblos, lenguas y reyes. La palabra "reyes" aparece frecuentemente a lo largo del resto de Apocalipsis. Hay referencias a los reyes de la tierra cinco veces (17:2, 18, 18:3, 19:19).
Lenski considera que el librito es el evangelio y que Juan debía profetizar ante, en vez de sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes (cf. 5:9, 7:9, 11:9). Aquí es representativo de todos los profetas del Antiguo y Nuevo Testamentos y los apóstoles, y la próxima sección muestra al evangelio predicado en el mundo por los dos testigos. Debe ser predicado a todo el mundo como lo indica el ángel cuyos pies están plantados sobre la tierra y el mar (10:2), es decir el territorio del diablo, como lo indica 12:12 (cf. las bestias del mar y de la tierra en Cap. 13).
Este versículo nos prepara para los dos testigos que se describen a continuación. Deben predicar la Palabra de Dios al mundo (ver 11:9). Esto es todavía el interludio entre la sexta y la séptima trompeta. Deben testificar al mundo a fin de completar y complementar las advertencias de Dios de las primeras seis trompetas. Luego puede venir el fin cuando se haga sonar la séptima trompeta. Pero el fin puede venir sólo cuando el evangelio haya sido predicado a todo el mundo como un testimonio a todas las naciones (Mt. 24:14). De aquí que la próxima sección trata de los dos testigos de Dios.
20. Los dos testigos (11:1)
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(Ap. 11:1) Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. {2} Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. {3} Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio, {4} Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. {5} Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. {6} Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. {7} Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. {8} Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. {9} Y de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. {10} Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. {11} Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. {12} Y oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. {13} En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. {14} El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto.
Esta sección interviene entre la sexta trompeta de advertencia de Dios y la séptima trompeta, cuando Cristo vuelve y cuando el arrepentimiento ya no es posible. Así como hay un interludio entre el sexto y el séptimo sello que mostraba el sellado de los 144.000 y la visión de la gran multitud y donde ambos representaban a la iglesia, así ahora tenemos otro interludio entre la sexta y la séptima trompeta que muestra la iglesia en su testimonio. El propósito es mostrar que además de desastres y dolores causados por estas trompetas que están diseñadas para traer a la gente al arrepentimiento, y que han fallado, se requiere también del testimonio de la iglesia adicionalmente. Dios habla al hombre a través de desastres terrenales y el dolor, pero también a través de Su iglesia. Sólo después que el testimonio de Su iglesia esté completado puede venir la séptima trompeta, que es final. Esta sección, aunque no es cronológica, describe el testimonio de la iglesia al mundo desde la ascensión hasta la Segunda Venida. La iglesia es el templo de Dios y es medida primero, es decir protegida espiritualmente del poder del enemigo. El testimonio de la iglesia al mundo es su gran obra según la comisión de Cristo (Mt. 28:18, Mr. 16:15, Lc. 24:45, Jn. 10:21, Hch. 1:8), y hasta que no haya terminado Él no volverá (Mt. 24:14). Los dos testigos se refieren al hecho de que Jesús envió a sus discípulos de dos en dos; dos testigos son requeridos para establecer la veracidad de su testimonio. La iglesia recibe el poder de Dios y es llenada con el Espíritu; avanza en el poder de Elías y Moisés. Cuando ha terminado de testificar es vencida por la bestia por un breve período, pero luego vuelve a la vida y ocurre el rapto para que esté con el Señor. Sigue después la séptima trompeta que anuncia el reino de Dios.
Ap. 10:11 - Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes - Este versículo del capítulo anterior de hecho presenta esta sección. Note la descripción en cuatro partes, indicando que la gente viene de los cuatro rincones de la tierra (ver 11:9).
Los dos testigos representan a la iglesia que testifica, más que dos individuos:
- La iglesia recibió poder para testificar en Pentecostés (ver v. 3 "daré a mis dos testigos que profeticen"). Comparar con Hch. 1:8, 2:8.
- Dos es el número para establecer un testimonio, una constancia (Dt. 17:6, Jn. 8:17, 2 Cor. 13:1). Por ejemplo, el Señor envió a sus discípulos de dos en dos (Mr. 6:7)
- Son descritos como "dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra" (11:4). Ya hemos visto que la iglesia está simbolizada por candeleros en 1:20. Los olivos representan el poder del Espíritu Santo que habían recibido los testigos (Hch. 1:5, 1:8, 2:17)
- Profetizan durante el mismo período (1.260 días) como los adoradores y que el templo de Dios y su ciudad santa son hollados por los gentiles (42 meses). Estas tres designaciones son todas indicativas de la iglesia.
- Se levantan de la muerte y pasan por el rapto como ocurre con la iglesia (11:11-12)
Los dos testigos pueden ser comparados con la bestia de la tierra, el falso profeta:
- Hay dos testigos y la bestia tiene dos cuernos
- Uno habla la palabra de Dios (verdad) y el otro la del diablo (mentiras)
- Ambos hacen milagros
- Uno es la voz profética de Dios y el otro es el falso profeta
- Uno recibe poder de Dios y el otro del dragón
v. 1 - Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él - El trasfondo del Antiguo Testamento está en Ez. 40:2-5, 45:3-4 y Zac. 2:1-10. Compare esto también con la medición de la nueva Jerusalén (Ap. 21:15-17). En el versículo siguiente el templo es llamado la ciudad santa. Se le dice que mida el templo y el altar. El templo de Dios es la iglesia y bajo el altar están las almas de los mártires (6:9). Debe contar los adoradores que están allí; esto sólo puede ser la iglesia que adora a Dios en espíritu y en verdad. Está implícito que estos son adoradores de Dios porque es el templo de Dios el que está siendo medido. Estos están en contraste con aquellos que adoran a la bestia, y enfatiza el tema de la adoración que se encuentra en el libro. Note que este es otro censo ("mide... a los que adoran"); el primer censo en Apocalipsis fue también de los redimidos (7:4). El templo probablemente se refiera a aquellos que están en la tierra y el altar, a los que están en el cielo. Él cuenta a todos los redimidos que son testigos de Dios. La medición en este caso debería ser considerado como parecido al sellado de los 144.000 (cf. 21:15-17), es decir la preservación (medición en las Escrituras puede ser simbólico de preparación, ya sea para destrucción o para preservación, cf. Num. 35:5, Sal. 60:6, Is. 65:7 Horton). Pero note que no los protege de la muerte (ver 11:7). La palabra para templo en griego es naos (G3485), que se usa también para describir a la iglesia (1 Cor. 3:16, 1 Cor. 6:19, 2 Cor 6:16, Ef. 2:21). A Juan mismo se le dice que mida el templo. Sólo a los sacerdotes se les permitía entrar al Lugar Santísimo, pero ahora todos los creyentes pueden entrar; por lo tanto, esta es un cuadro del nuevo templo, el pueblo de Dios (1 Cor. 3:16).
A Juan se le da una caña para medir el templo. Lenski considera que esta es la Palabra o el evangelio, en su función de determinar quién está en la iglesia y quién fuera de sus límites. Fija una frontera, una línea demarcatoria entre lo que está dentro y pertenece al Santuario de Dios, y lo que está afuera y es profano. En el capítulo 11 vemos a la iglesia en su relación con el mundo, primero como separado de él pero luego, sin embargo, sirviendo los propósitos de Dios en el mundo (Lenski). El patio interior se mide porque contiene a la iglesia, así como la Nueva Jerusalén es medida en 21:15; la Nueva Jerusalén es también la iglesia. Había cuatro patios en el templo; el patio exterior era para los gentiles; el patio siguiente era para las mujeres judías; luego había uno para los hombres judíos y uno para los sacerdotes. Y finalmente estaba el Lugar Santísimo al que sólo el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año. La barrera entre los sacerdotes y el Lugar Santísimo fue dejada a un lado con la muerte de Cristo (Mt. 27:51) y ahora todos los cristianos son sacerdotes que pueden entrar en el Lugar Santísimo. Note que el templo de Jerusalén había sido destruido para el tiempo que Juan escribió esto.
¿Cuál es el significado del altar en: "Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran el él"? Como yo lo veo, los adoradores son el templo y el altar. Ya hemos visto que el templo representa a la verdadera iglesia, pero ¿y el altar? Creo que la pista en el quinto sello (especialmente en 6:9): "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían." En el Antiguo Testamento la sangre era vertida bajo el altar del holocausto (Lv. 4:7). Esto indica que su muerte por martirio es visto como un sacrificio sobre el altar. La misma palabra para muerto (sphazo) es usada tanto para el Cordero (el Cordero que fue inmolado) y los mártires. "Sphazo" significa literalmente muerto salvajemente, o despedazado. Siguen los pasos de su amo (1 Cor. 5:7b: "nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros", cf. 1 Pedro 2:19-25, 4:1).
Considere ahora la tercera copa y la voz desde el altar en 16:7, que considero es la voz de los mártires: "También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos" que es en respuesta al ángel que dijo: "Justo eres tú, oh Señor, el que eres y eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen" (16:5-6).
En ambos casos yo tomo el altar como que es el altar del sacrificio (más que de incienso) sobre el que los mártires sacrificaron sus vidas, es decir que estaban dispuestos a morir por su fe. Así, veo que el altar representa a aquellos que murieron en su fe. En un sentido representan el morir diario al yo que se requiere de los verdaderos adoradores de Cristo. Si miramos a Rom. 12:1, la adoración es ofrecer nuestros cuerpos (sobre el altar del sacrificio) como un sacrificio vivo, es decir día a día, siendo el martirio es el sacrificio más alto. Así, el altar del sacrificio está muy conectado con nuestra adoración. En el contexto del próximo versículo (11:2), que habla de persecución, Juan está contando a aquellos que están dispuestos a morir por su fe. Como resultado de la persecución están los Dos Testigos.
v. 2 - Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses - La iglesia, el Israel de Dios, ha sido medida para preservarla, pero no a aquellos "gentiles" afuera de la iglesia. Ellos no pertenecen al pueblo de Dios y por lo tanto no son medidos (cf. 21:27, 22:15). El patio exterior del templo pertenece a los gentiles. En Lucas 21:23 Jesús dijo que Jerusalén, la ciudad santa, sería hollada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles sea cumplido. Luego de esto habrá señales en la tierra y en los cielos, y luego viene el retorno de Cristo a la tierra. Los gentiles acá significa las naciones, es decir el mundo, porque están afuera del patio interior, que es el Lugar Santísimo, donde moran Dios y la iglesia (Ez. 43:5-7). Ellos pisotean la ciudad santa, lo cual significa que persiguen a la iglesia, que es la ciudad santa, la Nueva Jerusalén (21:2) hasta que vuelva Cristo. Así como los gentiles pisotean la ciudad santa por 42 meses, la iglesia es perseguida durante la era del evangelio por el mundo. Contraste esto con Dios pisoteando a los paganos en su lagar (14:20, 19:15, la misma palabra en griego, pateo). Los paganos experimentarán la ira de Dios en venganza y justicia. Ellos pisotean la ciudad santa, lo que significa que la profanan (Dn. 11:31) y también los santos serán perseguidos por la bestia por un tiempo, tiempos y medio tiempo (tres años y medio, o 42 meses), Dn. 7:25, 12:7. Juan tiene en mente la persecución más que la profanación. Vemos más tarde que matan a los dos testigos cuando han terminado su testimonio, y dejan sus cuerpos en la calle sin enterrarlos, lo que es una señal de desprecio. Así como los gentiles pisotean la iglesia, así fue entregado Jesús a los gentiles para ser crucificado (Mt. 20:19). Deberíamos notar que tanto los gentiles como los judíos tomaron parte en la crucifixión de Jesús. Tanto los sumos sacerdotes como sus oficiales, representativos de la iglesia apóstata (ver Jn. 19:6 y compare con "donde también nuestro Señor fue crucificado" de Ap. 11:8) y Pilato, representante del mundo gentil, fueron responsables de la crucifixión. Johnson nota que la palabra "gentiles" (gr. ethnos) es traducido en el resto de Apocalipsis como "naciones" en la Biblia NIV. Gentiles debe entenderse mejor entonces como paganos o incrédulos (ver también Lenski). También puede notarse que en el tabernáculo (el antecesor del templo, ver v. !) el candelero era colocado en el Lugar Santo (Heb. 9:2) al lado del Lugar Santísimo. Así como el candelero es usado como un símbolo de la iglesia (1:20 cf. 11:4) y aquí la figura de la ciudad santa es usada para la iglesia, el punto es que la iglesia es santa. La palabra "santos" (gr. hagios) tiene su raíz en la palabra santo, significando personas santas o consagradas.
v. 2 - y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses - Este es el mismo tiempo que:
- Los dos testigos profetizan por 1260 días (42 x 30=1260)
- Elías oró que no lloviera tres años y medio (ver v. 6) y es cuidado por Dios en forma sobrenatural
- El tiempo que está la mujer en el desierto (13:5, 42 meses). Esto supone 30 días en un mes y que "tiempo, tiempos y medio tiempo" es tres años y medio.
Nota: 42 meses es el mismo tiempo durante el cual los gentiles pisotean la ciudad santa y el período en que la bestia ejerce su autoridad. El tiempo que la mujer está en el desierto es un tiempo, tiempos y medio tiempo, que es el mismo tiempo que menciona Daniel (Dn. 7:25 y 12:7). La mujer se queda en el desierto 1260 días, y éste es el tiempo también de la profecía de los dos testigos. Así, los capítulos 11, 12 y 13 son sincrónicos. Nuestra interpretación de estos capítulos dependerá de lo que representa este período. No debemos tomar este período como un número literal porque esto nos permitiría fechar exactamente el día del retorno de nuestro Señor. Una lectura superficial indicaría que esto representa tres años y medio literales. Estos períodos son todos el mismo período. ¿Qué nos dice esto? Examinemos cada aparición de este período en Apocalipsis y en el resto de la Biblia.
- Ap. 11:2 - ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses - Jerusalén fue hollada por los gentiles históricamente desde 70 d.C. hasta 1967 d.C. cuando Jerusalén estuvo nuevamente en manos de los judíos. La persecución de la iglesia comenzó cuando Esteban fue martirizado que fue algo antes. En cualquiera de las dos interpretaciones de la ciudad santa, sea la Jerusalén terrenal o la iglesia, el período de 42 meses comienza poco después de Pentecostés. La ciudad santa es más probablemente una referencia a la iglesia. Había 42 campamentos de Israel en el desierto (Num. 33:5 ff. ) lo que es una posible referencia al tiempo de la iglesia en el desierto (ver iii y iv abajo).
- Ap. 11:3 - Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días - Los discípulos recibieron poder para testificar en Pentecostés. Note que al final de su ministerio son muertos durante tres días y medio antes de que pasen por el rapto (11:12)
- En 12:6, los 1260 días del tiempo de la mujer en el desierto comienza después de la ascensión.
- En 12:13, el tiempo, tiempos y mitad de un tiempo del tiempo de la mujer en el desierto comienza cuando el dragón es arrojado a la tierra y después que la mujer hubo dado a luz al niño. El dragón perdió su lugar en el cielo cuando Jesús fue crucificado porque la base de su acusación ya no es válida; Jesús había pagado el precio del pecado. De hecho, Jesús vio a Satanás caer a la tierra durante su ministerio.
- En 13:5 la bestia ejerce su autoridad durante cuarenta y dos meses. La bestia ciertamente puede ser identificada con el Imperio Romano del tiempo de Juan. Encuentra su cumplimiento completo cuando aparece el anticristo. El objetivo principal de Juan es fortalecer al pueblo de Dios para el tiempo de la persecución. Fue escrito para mostrarle al pueblo de Dios lo que ocurriría pronto (1:1). La palabra pronto cubre toda la era del evangelio hasta el retorno de Cristo.
De lo anterior es claro que el tiempo comienza con la ascensión y dura hasta la segunda venida y por lo tanto no puede ser igualado con el período de tres años y medio de persecución justo al final. Aunque hay un breve período al final de los tres días y medio cuando parece que la bestia va a triunfar sobre la iglesia y su testimonio es silenciado por tres días y medio (11:7 ff.). Esto es más probable que equivalga a la segunda mitad de la semana de Daniel en Dn. 9:27. Este es el mismo tiempo que Daniel permite para que Antíoco Epifanes tiranice Jerusalén, un período de gran horror para los judíos, pero no obstante un período de tiempo fijo. El término tiempo, tiempos y medio tiempo aparece dos veces en Daniel: primero, en Dn. 7:25 cuando otro rey va a surgir, distinto de los otros:
Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en sus manos hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Y, en segundo lugar, en Dn. 12:6-7
¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
Esto ha sido relacionado por algunos con la primera o segunda mitad de la semana de Daniel de siete años (Dn. 9:27). Ver también la discusión sobre 11:9. Deberíamos verlos como el tiempo del testimonio y la persecución de la Iglesia a lo largo de la era del evangelio. El uso en Daniel indica un período intenso de sufrimiento en los últimos tiempos cuando surja el anticristo. En los dos pasajes de Daniel citados el primer período de un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo parece corto (Dn. 7:25); en el segundo período el tiempo parece largo (Dn. 12:7). En ambos casos los santos parecen estar derrotados pero serán librados (Dn. 7:26-27, 12:1).
Deberíamos notar también que este período de tres años y medio es también el mismo tiempo de sequía sobre el cual oró Elías (1 Reyes 17:1, Stg. 5:17) y el tiempo que fue cuidado milagrosamente por cuervos y la viuda con su harina y aceite que no se consumieron (1 Reyes 17:4-16). Así, el período de tiempo indica a la vez persecución y cuidado divino.
Nuestra interpretación de este período de tiempo está claramente sujeto al debate y es importante porque la interpretación de los capítulos 11, 12 y 13 en los que este tiempo aparece 5 veces, dependerá de nuestra interpretación de este período de tiempo. ¿Indica este período un corto tiempo de persecución en los últimos tiempos cuando aparezca el anticristo o significa toda la persecución a lo largo de la era del evangelio? Así como esperamos que aparezca el anticristo (1 Jn. 2:18) también sabemos que muchos anticristos han venido. Así como esperamos que sea revelado el hombre de pecado (2 Tes. 2:3), sabemos que el poder secreto del pecado ya está trabajando. Yo, por lo tanto, propondría que este período se refiere a la era del evangelio en general y la venida del anticristo en particular. El libro de Apocalipsis debe ser una bendición para los cristianos de todas las edades y no sólo para la última generación. Así, por ejemplo, Nerón y Domiciano eran tipos del anticristo, pero no eran el anticristo. Hay acuerdo general sobre que los últimos días comienzan con la ascensión, llegando a su clímax con la Segunda Venida. En la sección que tenemos aquí, el testimonio de la iglesia comenzó en Pentecostés, cuando el Espíritu Santo vino sobre ellos y comenzaron a profetizar. Esto continuará hasta que el testimonio de la iglesia sea silenciado por el anticristo.
v. 3 - Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio - El templo interior es medido y separado y como tal testifica al mundo (Lenski). Hay dos testigos porque se requieren dos testigos para establecer la veracidad de un testimonio (Dt. 17:6, Jn. 8:17, 2 Cor. 13:1). Los discípulos fueron enviados de dos en dos (Mr. 6:7). Los dos testigos profetizan durante el mismo período en que los gentiles pisotean la ciudad santa (1260 días=42 meses, v. 2) y durante el mismo período en que la bestia ejerce su autoridad (42 meses, 13:5). El v. 4 alude a Zorobabel y Josué el Sumo Sacerdote, quienes representan la función real y sacerdotal de la iglesia (cf. 1:6) así como el testificar en el poder del Espíritu Santo (Zac. 4 ff.). El v. 6 alude a Elías y Moisés, quienes representan la función profética de la iglesia (Dt. 18:15, 34:10); el v. 10 los llama los dos profetas. La palabra poder no está en el original griego, pero está implicado. Dice "Y daré (didomi) a mis dos testigos que profeticen..." Sin embargo, su poder (exousia) es mencionado en v. 6. Sweet señala el paralelo entre "Y daré a mis dos testigos que profeticen" y "le fue dado a las naciones y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses (traducción literal de Sweet).
El período de tiempo es indicado como de 1260 días, lo cual enfatiza el testimonio día a día de la iglesia (Hailey). La iglesia es un testimonio de Jesucristo. Inicialmente debían ser testigos visuales (Hch. 2:32, 13:30, 26:15). La iglesia testificará al mundo durante la era del evangelio hasta que Cristo vuelva de nuevo (v. 12), cuando los muertos en Cristo se encontrarán con Él en el aire. Recibieron poder para testificar y profetizar cuando vino sobre ellos el Espíritu Santo en Pentecostés. Jesús les dijo, "recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hch. 1:8, ver también Mr. 13:9). De acuerdo con el discurso de Pedro en Hch. 2:16-21, los últimos días profetizados por Joel comenzaron en Pentecostés, cuando los discípulos comenzaron a hablar en otras lenguas, declarando las maravillas de Dios.
Los dos testigos no son dos individuos sino la iglesia que testifica. En v. 10 son también dos profetas porque la iglesia testifica en el poder de Elías y Moisés. Cuando han terminado su testimonio son muertos (su testimonio es sellado con su sangre), seguido tres días y medio después por su resurrección y rapto. Su poder está ilustrado en v. 6: Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. Mirando más detenidamente, su poder es el poder de las oraciones del pueblo de Dios (ver comentario sobre v. 6).
Se nos dice que son profetas. En v. 3 "daré a mis dos testigos que profeticen pro mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio". En v. 6 se nos dice que tienen el mismo poder que el profeta Elías, y en v. 10 se nos dice que "estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra". Su profecía es decir la palabra de Dios más que predecirla. La profecía será un mensaje de arrepentimiento y, por lo tanto, están vestidos de cilicio, que suele simbolizar humildad y luto (Jonás 3:8, Mt. 4:17, Zac. 13:4, Jer. 4:8, Mt. 11:21). Ver el mensaje de Pedro en Pentecostés (Hch. 2:38), "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros". Compare con Juan el Bautista que fue delante del Señor en el espíritu y el poder de Elías (Lc. 1:17), que vestía ropa de pelo de camello y predicaba, "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mt. 3:1, 4). Antipas, en 2:13, fue un testigo fiel de su fe en Cristo y fue martirizado en la ciudad donde Satanás vive. Los dos testigos testifican al mundo, y cuando han terminado son muertos. Pertenecen a un grupo que se dice que testifica en Apocalipsis, y especialmente a los mártires. Tenemos ejemplos: Jesús, cuyo testimonio es el libro de Apocalipsis (1:9); el quinto sello revela los mártires que han sido muertos por el testimonio que habían mantenido (6:9); están lo que vencieron a Satanás por la palabra de su testimonio (12:11); son la descendencia de la mujer contra quien Satanás hace guerra, quienes obedecen y mantienen el testimonio de Jesús (12:17); los hermanos de Juan son aquellos que mantienen el testimonio de Jesús (19:10); Juan ve las almas de los decapitados por su testimonio de Jesús y por la palabra de Dios (20:4).
v. 4 - Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra - Los dos olivos, significando una provisión abundante de aceite para sus lámparas, es decir el Espíritu. Esta imagen viene de Zac. 4:2. Los dos testigos debían testificar en el poder del Espíritu Santo. La famosa frase "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu" viene de Zac. 4:6. Note también las siete lámparas del Espíritu Santo mencionadas en Ap. 4:5; estas son las siete lámparas sobre el candelero enfrente de la mesa de los panes (Ex. 40:22). La imagen del candelero está en Zac. 4:2 y también en Ap. 1:20, donde el candelero es la iglesia. La iglesia es la luz del mundo (Mt. 5:14) y la iglesia es una luz en la oscuridad del mundo (Hch. 13:47). Hay dos olivos y dos candeleros porque se requieren dos para establecer la veracidad de un testimonio. No significa que sólo dos séptimos de la iglesia testificará; es parte del simbolismo del pasaje. Dios derramará Su espíritu sobre la iglesia y profetizará (Hch. 2:16-21). Esto se cumplió en Pentecostés y se está cumpliendo a lo largo de la era de la iglesia y se cumplirá nuevamente antes que aparezca el anticristo. Deberíamos notar también que es el testimonio público de la iglesia (v. 10) porque los dos profetas atormentaban a los moradores de la tierra. Ellos profetizan, es decir dicen la palabra de Dios. Los dos ungidos que sirven a Dios son Zorobabel y Josué, que representan la función real y sacerdotal del ministerio (Hg. 1:1, Zac. 4). En Ap. 1:6 los santos son mencionados como "reyes y sacerdotes para Dios, su Padre". Elías y Moisés se refieren más adelante al ministerio profético (v. 5, 6). Ap. 1:6, 5:10 y 20:6 se refieren todos al ministerio profético (ver también 11:18, 16:16, 18:20, 18:24, 22:9).
Considere las siguientes referencias a la Iglesia y al Espíritu Santo como testigos:
- "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el ESPÍRITU SANTO, el cual ha dado Dios a los que le obedecen" (Hch. 5:32). Nota: esto fue justo después de Pentecostés, o "la lluvia temprana". ¿Y la "lluvia tardía"?
- "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el ESPÍRITU de verdad, el cual procede del Padre, él DARÁ TESTIMONIO acerca de mí. Y vosotros DARÉIS TESTIMONIO también, porque habéis estado conmigo desde el principio" (Jn. 15:26, 27).
- "Y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para TESTIMONIO a ellos y a los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el ESPÍRITU de vuestro Padre que habla en vosotros" (Mt. 10:18-20).
- "Y el ESPÍRITU y la ESPOSA dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" (Ap. 22:17).
v. 5 - Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera - El fuego se refiere a la palabra de Dios (Jer. 5:14, "yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá". Ver también Jer. 23:29. Así, los dos testigos testifican en el poder del Espíritu con la palabra de Dios. El Espíritu y la palabra van juntos porque el Espíritu es el Espíritu de verdad, y la palabra es la verdad (ver también Ef. 6:17). Cuando la iglesia en Hechos fue llenado con el Espíritu, hablaron la palabra de Dios con denuedo (Hch. 4:31). La bestia de la tierra tienen un fuego falso (13:13). Nada puede dañarlos mientras están testificando porque tienen la autoridad de Cristo (Lc. 10:19). Esto es una referencia también al profeta Elías (2 Reyes 1:10) en que Elías hizo que descendiera fuego del cielo y consumiera a sus enemigos. Note que Jesús retó a sus discípulos cuando quisieron hacer descender fuego del cielo para destruir a los que no lo recibieron, así que no debemos tomar esto en forma literal. Lucas 21:12-19 muestra que los santos serán perseguidos, pero esto resultará en que serán testigos a sus perseguidores y que se les darán palabras y sabiduría que ellos no podrán resistir ni contradecir. Aquellos que traten de dañarlos son los que rechazan su testimonio y por lo tanto lo rechazan a Cristo y a Dios (Lc. 10:16). Son estas palabras las que condenarán a sus perseguidores que no arrepienten (Jn. 12:48). El que rechaza al Hijo permanece bajo la ira de Dios (Jn. 3:36). Vemos al principio de la secuencia de las trompetas que, en respuesta a las oraciones de los santos, el fuego del altar fue arrojado a la tierra (8:5). Aquellos que rechazan el testimonio de la iglesia morirán en el lago de fuego. Nota: mientras que sale fuego de las bocas de los dos testigos, sale agua de la boca del dragón (12:15), blasfemia de la boca de la bestia (13:6), ranas de las bocas del dragón, de la bestia y del falso profeta (16:13).
v. 6a - Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía - En 11:3 dice que estos testigos recibirán poder; aquí se lo describe. Tienen poder para impedir la lluvia - tienen el mismo poder profético que Elías (1 Reyes 17:1, Stg. 5:16-18) quien tenía el poder para impedir que llueva durante tres años y medio. Ellos profetizan durante 1260 días (v. 3), es decir 42 meses (v. 2), el mismo tiempo que los gentiles pisotean la ciudad santa, y 42 meses es lo mismo que los tres años y medio que Elías oró que no lloviera. Santiago comenta que la oración del justo es poderosa y efectiva y luego da el ejemplo de Elías. Ya hemos visto el poder de las oraciones de los santos en el preludio a las siete trompetas. El poder, entonces, es el poder de las oraciones de la iglesia que hemos visto junto con el incienso que sube ante Dios (8:4). Este período representa el tiempo desde la ascensión hasta la Segunda Venida, que es también la gran tribulación o la persecución. Éste es el mismo tiempo durante el que Dios cuida a la iglesia. Durante los tres años y medio de sequía, Elías fue cuidado en forma milagrosa por Dios. Los cuervos le traían comida y la harina y el aceite de la viuda no se consumió (1 Reyes 17:4-16). Note que tienen este poder sólo durante el tiempo en que profetizan. Cuando terminan de profetizar, son muertos (v. 7). Compare esto con el ministerio de Juan el Bautista que fue delante del Señor "en el espíritu y el poder de Elías" (Lc. 1:17). Su mensaje era "arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mt. 3:2), y fue preso y luego decapitado (Mt. 14:3 ff.).
v. 6b - y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran - Vemos aquí los resultados de las oraciones de la iglesia manifestados en el mundo a través de, por ejemplo, las siete trompetas. Tienen el poder (exousia) de convertir el agua en sangre (compare con la segunda trompeta en 8:8), y de herir la tierra con todo tipo de plaga (segunda copa, 16:3). Tienen el mismo poder que Moisés, de herir a la tierra con todo tipo de plaga (Ex. 7:19). Considere las diez plagas sobre Egipto que en las que Moisés intervino. En Dt. 34:10 Moisés es llamado un profeta. Su poder se extiende sobre la tierra y el mar, y por lo tanto cubre toda la tierra (ver comentario sobre 10:2). Su testimonio es a toda la tierra (ver v. 9, 10), aun para los mercaderes y navegantes del capítulo 18. Hemos visto anteriormente que las siete trompetas son la respuesta de Dios a las oraciones de los santos (8:5), al igual que las siete copas o plagas. ¡Qué terribles son los resultados de las oraciones de los hijos de Dios! (Stg. 5:16-18). El Señor estaba trabajando con su testimonio que confirmó con señales y maravillas (Mr. 16:20, Hch. 14:3). Cuando la iglesia actúa en su capacidad oficial, su poder es real (ver Mt. 16:18-19, 18:18-20, Jn. 20:23, Hendriksen) porque está actuando bajo la autoridad de Cristo mismo (cf. Lc. 10:16-19, ver Mt. 16:19 acerca del poder de desatar y de atar).
Moisés y Elías aparecieron en la transfiguración (Mt. 17:3, Lc. 9:29). Ellos representan los ministerios sacerdotales y proféticos de la iglesia. Los dos olivos aluden a Josué y Zorobabel, quienes representan el ministerio sacerdotal y real de la iglesia. Ya hemos visto a la iglesia descrita por Juan como hecha por Jesús para ser reyes y sacerdotes para servir a Dios (1:6). Aquí vemos a la iglesia que sirve a Dios en su autoridad delegada. Nota: Elías fue transportado al cielo al final de su ministerio (2 Reyes 2:11, cf. 11:12). Pink destaca que hubo dos testigos ante Faraón, Aarón y Moisés (sacerdote y profeta) que realizaron las señales milagrosas. Faraón es uno de los tipos del Antiguo Testamento del anticristo. Pink da los siguientes tipos del Antiguo Testamento del anticristo: Caín, Lamec, Nimrod (Gn. 10:8-9, 1 Cr. 1:10, Miqueas 5:6), Quedorlaomer (Gn. 14), Faraón, Abimelec (Gn. 20:2-21:32, 26:1-26, Jueces 9:1-10, 2 Sam. 11:21, Sal. 34:1), Saúl, Goliat, Absalón, Herodes. A esto yo agregaría a Nabucodonosor que es usado como un tipo en Apocalipsis. Considere que fue convertido en una bestia, la estatua de oro y el horno de fuego.
v. 7 - Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará - Hasta que hayan finalizado su testimonio son inviolables (v. 5). Los versículos anteriores muestran que el testimonio de la iglesia será poderoso en los últimos días. El evangelio será predicado a todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, y habrá convertidos (7:9). Aunque no sea numéricamente fuerte, el Evangelio debe ser predicado en todo el mundo como un testimonio a todas la naciones y luego vendrá el fin (Mt. 24:14). Aquí encontramos que cuando hayan finalizado su testimonio la bestia surgirá del Abismo (infierno) y matará al testigo de la iglesia; su sangre sella su testimonio. La muerte de la iglesia testificante es probable que sea lo que se le dijo a Daniel en respuesta a la pregunta "¿Cuándo será el fin de estas maravillas?"(Dn. 12:6b): "... será por un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas" (Dn. 12:7). Se dan más detalles de este versículo con la bestia del mar (abismo) en el capítulo 13, cuando guerrea contra los santos y los vence (13:7, cf. Dn. 7:3, 7:21). Y la bestia de la tierra que hizo que todos los que se rehusan a adorar a la imagen sean muertos (13:15). Su ministerio se parece al de Cristo que no podía ser tocado hasta que llegó su tiempo y que fue traicionado por Judas cuando Satanás entró en él (Lc. 22:3, Jn. 13:27).
Esta es la primera mención de la bestia del abismo que es descrita más adelante con más detalles (Ap. 13 y 17). La persecución seguirá a la predicación de la palabra, pero durante la predicación habrá protección divina. Ver la advertencia de Jesús sobre la persecución cuando envía a los doce en Mt. 10:22, "Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre". Jesús nos enseña a no estar sorprendidos por la persecución. Este es el mensaje de Apocalipsis. Esta es la misma bestia que en Ap. 17:8 que saldrá del Abismo e irá a su destrucción y que es también la misma bestia que la que sale del mar en 13:1 y guerrea contra los santos y los vence en 13:7. Compare también el tiempo durante el cual los dos testigos profetizan, 1260 días (11:3) y el tiempo en que la bestia ejerce su autoridad, 42 meses (13:5). No deberíamos sorprendernos que la bestia venza y mate a los testigos. Esta es una de las principales advertencias del libro que los santos deben estar preparados y esperar morir por la fe. Así como Cristo murió en obediencia al Padre pero al hacerlo obtuvo victoria sobre el pecado y la muerte. Sin embargo, también nos muestra que el resultado final es la derrota del enemigo y la dicha para los santos. Otro punto de vista sobre este versículo es que representa el final de la proclamación del evangelio sobre la tierra y luego surgirá el anticristo por un tiempo breve, durante el cual no habrá predicación, y luego vendrá Cristo para reivindicar a Sus elegidos (Mt. 24:14). Está claro, a partir del contexto, que este evento ocurre poco tiempo antes de que Cristo venga de nuevo. Sin embargo, a lo largo de la historia de la iglesia, la bestia del infierno ha estado viniendo y persiguiendo al pueblo de Dios. En Daniel, aquellos que no quieren adorar a un dios falso son echados al horno o arrojados a los leones (Dn. 3:1 ff., 6:1 ff.). Sin embargo, Apocalipsis aclara que hay un horno mucho peor para los que adoran a la bestia (14:9 ff., 20:15, 21:8).
v. 8 - Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado - La calle de la gran ciudad está en un contraste obvio a la gran ciudad de la Nueva Jerusalén, a lo largo de la cual crece el árbol de la vida (22:1-2). La gran ciudad es el mundo (ver v. 9). Figurativamente a la ciudad se la llama Sodoma (es decir, maldad), Egipto (es decir, opresión), y Jerusalén (es decir, persecución). Jerusalén, aparte de crucificar a Jesús, fue también la ciudad que apedreó a los profetas (Mt. 23:37). Esta es una ciudad compuesta, descrita como Babilonia la Grande más adelante en Apocalipsis (Ap. 17, 18). Aquí es donde también el pueblo de Dios debe predicar el evangelio, donde hay maldad, opresión y persecución, es decir el mismo mundo al que fue enviado Jesús (Jn. 17:18). Piense en Rusia o China. La gran ciudad es Babilonia. En 16:19 vemos a la gran ciudad partida en tres partes como resultado de la séptima copa. Los reyes de la tierra hacen luto por su destrucción en 18:10. Nínive también es un ejemplo de la gran ciudad (Gn. 10:12, Jonás 1:2). Babilonia (el sistema mundial) se encuentra ebria con la sangre de los santos (17:6) y juega un papel importante en perseguir a los santos, como lo hacen la bestia y el falso profeta (Ap. 13). La referencia a la ciudad "donde también nuestro Señor fue crucificado" es un recordatorio que sus discípulos deben tomar su cruz y seguirlo aun cuando conduzca a la muerte. Es también indicativo de la falsa religión (cf. Gal. 4:25-26) porque fueron los oficiales religiosos los que querían que Jesús fuera crucificado (Mt. 26:3-4, Jn. 19:6, 19:15).
v. 9 - Y de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados - Note la descripción de cuatro partes, indicando que vienen de los cuatro rincones de la tierra, es decir gente de todo el mundo. Esto confirma la universalidad de la gran ciudad. Esta es la misma gente a la que les deben predicar. Los tres días y medio contrastan con los 1260 días en v. 3 (es decir tres años y medio). Es un tiempo corto; compare esto con los diez días de Ap. 2:10. Esto puede ser comparado con los tres días que Jesús estuvo en la tumba después de los tres años de ministerio (Wilcock). Rehusar el entierro es una señal de desprecio. Note que los redimidos también vienen de estos grupos de personas. Algunos se convierten - ¡gloria a Dios! (5:9, 7:9, 13:7, 14:6).
Los tres días y medio son también media semana, y podría estar conectado con la media semana de Dn. 9:27, "Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador". Las semanas de Daniel (ver Dn. 9:24) se suelen interpretar como años. Así, media semana sería tres años y medio (cf. los 1260 días durante los que profetizan los dos testigos). Así, los dos testigos profetizan durante una media semana de años y están muertos durante media semana. Si tomamos esta interpretación, entonces los tres días y medio podrían corresponder a cuarenta y dos meses, o media semana de años, durante el cual la bestia ejerce su autoridad (13:5). También podría explicar por qué se mencionan los 1260 días en 12:6 cuando la mujer huyó al desierto para ser cuidada por Dios, y luego cuando el dragón había sido arrojado a la tierra y la mujer vuela de nuevo al desierto para ser cuidado por Dios por un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo, fuera del alcance de la serpiente.
| !!! Primera media semana
| !!! Segunda media semana
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11:2 la ciudad santa pisoteada por los gentiles durante 42 meses | 13:5 la bestia ejerce su autoridad durante 42 meses |
11:3 los dos testigos profetizan durante 1260 días | 11:9 los dos testigos quedan tirados muertos en la calle de la gran ciudad durante tres días y medio |
12:6 la mujer es cuidada por Dios por 1260 días | 12:14 la mujer es cuidada por un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo |
La descripción cada pueblo, tribu, lengua y nación es usada también para:
- descripciones del origen universal de los salvados (5:9, 7:9)
- es el mismo grupo al cual el ángel tiene un evangelio eterno para proclamar (14:6)
- es el mismo grupo sobre el cual la bestia tiene autoridad (13:7)
En otras palabras, los que se salvan finalmente vendrán de todos los grupos de personas de la tierra
v. 10 - Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra - Enviarse unos a otros regalos es una parodia de Purim, cuando los judíos celebraban el alivio de sus enemigos que trataron de que fueran muertos todos los judíos (ver Ester 9:22 ff.). Después que los hijos de Israel dejaron Egipto, estaban contentos porque el terror de Israel había caído sobre ellos (Sal. 105:38). Al igual que en otros pasajes, parece haber un gran desencadenamiento de persecución antes del fin cuando el testimonio de la iglesia se silenciará (xxxx). Aquí, los dos testigos son llamados profetas (Moisés y Elías), es decir el testimonio profético de la iglesia que atormentaba a los habitantes de la tierra (ver v. 5 y 6). Este versículo muestra la ira de las naciones. Los profetas son recompensados en 11:18. Es su hora, así como las autoridades tuvieron su hora cuando lo crucificaron a Jesús (Lc. 22:53) y el mundo se regocijó sobre Él (Jn. 16:2o). En este punto el poder de las tinieblas parece haber triunfado, de la misma forma que Satanás parecía haber triunfado cuando Jesús fue crucificado.
v. 11 - Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron - Cuando Cristo vuelva, los muertos en Cristo resucitarán primero (1 Tes. 4:16, 1 Cor. 15:51). Los malvados, los que son los enemigos de los santos, se llenarán de terror cuando Dios reivindique a los elegidos levantándolos de la muerte. El triunfo de la maldad tendrá poca duración, así como el triunfo de Satanás sobre Jesús fue convertida en derrota cuando Dios lo levantó de los muertos y demostró la caída de Satanás. En 13:7 también encontramos que a la bestia se le dio poder para guerrear contra los santos y para vencerlos, pero en 15:2 encontramos a aquellos que habían sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre. Su victoria fue haber sido fieles hasta la muerte; Satanás no tiene respuestas a eso. Cuán a menudo el mundo se ha regocijado porque ha destruido el testimonio de la iglesia, hasta que el Espíritu de Dios sopla nueva vida en la iglesia, que redescubre las grandes verdades del evangelio, y como un Ave Fénix de las cenizas, se levanta ante el terror de sus perseguidores. "La sangre de los mártires es el semillero de la iglesia', para usar la gran frase de Tertuliano. Compare esto con la profecía de Ezequiel del valle de los huesos secos, "pondré en vosotros espíritu, y viviréis" (Ez. 37:6). "Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo" (Ez. 37:9-10).
v. 12 -Y oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron - Esta es una clara referencia al Rapto que coincide con la Segunda Venida (1 Tes. 4:15-17, los muertos en Cristo resucitarán primero, "esta no es ningún rapto secreto", Hendriksen). La palabra clave es nube. Las nubes casi siempre están asociados con la presencia de Dios o la segunda venida (1:7, 14:14, Ez. 30:3, Dn. 7:13, Joel 2:2, Sof. 1:15, Mt. 24:14). Después de predicar el evangelio a todas las naciones, es decir que la iglesia ha terminado su testimonio (ver v. 7), vendrá el fin (Mt. 24:14). Elías, según quien los testigos están modelados, fue llevado al cielo en un torbellino (2 Reyes 2:11). Esta sección clarifica uno de los puntos principales de Juan: aun cuando se requiere de los santos que sean fieles hasta la muerte, como su amo (2:10, cf. 2:13), ellos resucitarán como Él lo hizo. Esto parodia la vida de Cristo; ellos murieron pero no fueron enterrados por tres días y medio, volvieron a la vida y ascendieron al cielo. Note la similitud de su ascensión con la del Señor (Hch. 1:9). Ellos sellan sus testimonios con su sangre y el Señor confirma su testimonio levantándolos de la muerte.
v. 13 - En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo - Siete mil es simbólico y tiene la intención de indicar un número completo. En 16:19 la gran ciudad es partida en tres partes. Los sobrevivientes estaban aterrados cuando los dos testigos volvieron a la vida de nuevo por el terremoto; están tan aterrorizados que le dan gloria a Dios nuevamente. Esto recuerda el terror del sexto sello (6:12). Pero para entonces Dios muestra su poder terrible y es demasiado tarde para el arrepentimiento. El tiempo del juicio ha comenzado.
v. 14 - El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto - La mayoría de los traductores traducen pronto como rápidamente. Esta oración ha sido colocada aquí para mostrar que el testimonio de la iglesia dura hasta la séptima trompeta que anuncia el tiempo de la ira de Dios y el juicio, cuando el arrepentimiento yo no más posible (11:18). La sección sobre los dos testigos queda entre la sexta y la séptima trompeta. Este versículo también introduce el tercer Ay, es decir la séptima trompeta que anuncia el reino de Cristo y el juicio. El tercer Ay viene enseguida después del segundo Ay. Hay un juego de palabras acá. El tercer Ay viene así como Cristo viene pronto; ambos coinciden.
21. La séptima trompeta, el tercer ¡Ay! (11:15)
(Ap. 11:15) El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos {16} Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, {17} diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. {18} Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. {19} Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.
v. 15 - El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos - Este es el tercer y peor Ay para el mundo. Cristo ha venido para juzgar al mundo, es el final de la historia, el tiempo del arrepentimiento ha pasado y es ahora tiempo para que comience el juicio. Ahora que el testimonio de la iglesia está completo (11:7) la séptima trompeta puede ser tocada que anuncia el final de la era (Mt. 24:31). La séptima trompeta anuncia el cumplimiento del misterio de Dios como lo indica el ángel fuerte en 10:7, y el reino de Cristo (el ungido de Dios, Dn. 7:14, Lc. 1:33, 1 Cor. 15:24). El misterio de Dios es Cristo (Col. 2:2). Este misterio será cumplido cuando Cristo vuelva y establezca Su reino y Su reinado (Dn. 7:27). Los muertos en Cristo resucitarán, "luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia" (1 Cor. 15:24). La séptima trompeta es una referencia a la última trompeta que anuncia la venida de Cristo y sus santos ángeles, y los muertos en Cristo se levantarán (Mt. 24:31, 1 Cor. 15:52, 1 Tes. 4:16). El reino que una vez perteneció al diablo ahora pertenece a Dios (Lc. 4:5) y reinará eternamente y para siempre (Ex. 15:18).
v. 16 - Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, {17} diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado - Dios es adorado ahora como Aquél que es y que fue y no como el que vendrá, porque ya ha venido y ha tomado su gran poder y ha comenzado a reinar. Note que Dios es la única persona al que corresponde adorar. Este es el final de la historia humana.
v. 18 - Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra - Walvoord señala que la misma palabra (forma griega de orge) es usada para enojo e ira. El enojo de los hombres es malvado; la ira de Dios es santa. "Se airaron las naciones" es una vez más una referencia a un salmo mesiánico, Salmo 2. "Jehová está airado contra todas las naciones" (Is. 34:2). Este el tercer Ay culminante y también insinúa las batallas de más adelante en Apocalipsis (16:14, 19:19). El tiempo ha llegado para juzgar a los muertos, es decir el juicio. Acá tenemos un adelanto del juicio de Ap. 20:12. Vemos aquí una distinción entre los siervos de Dios, los profetas, y los santos (ver también 16:6, 18:20, 18:24). En el Nuevo Testamento la profecía es un ministerio de la iglesia y tal vez esté enfatizado en Apocalipsis porque es un libro profético y Juan era un profeta. El tiempo para recompensar a los siervos de Dios ha llegado. Esta idea de la recompensa corre a lo largo de las Escrituras (Sal. 115:13, Jer. 17:10, Dn. 12:13, Mt. 5:12, Ap. 22:12). Aquellos que fueron perseguidos ahora reciben su recompensa asignada (Mt. 5:12). En contraste con las recompensas está la retribución (es decir la destrucción) sobre los que destruyen la tierra; el castigo que corresponde al crimen. Caird ve a aquellos que destruyen a la tierra como una referencia al ángel del abismo cuyo nombre es Destructor, la bestia y Babilonia (destructora de toda la tierra, Jer. 51:25). Hailey señala que la palabra destruir significa corromper (cf. Gn. 6:12). Dios vio cuán corrupta la tierra se había vuelto, porque todas la personas en la tierra habían corrompido sus caminos. Los profetas y santos son descritos como aquellos que reverencian el nombre de Dios. Compare con aquellos que maldecían el nombre de Dios como resultado de la cuarta, quinta y séptima copa (16:9, 11, 21). También el Diablo y la bestia del mar blasfemaban a Dios (13:1, 13:5, 17:3). Vale la pena notar que no hay ninguna mención de un reino milenial que es introducido en la Segunda Venida.
v. 19a - Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo - El pacto con la gente ha sido cumplido. El Arca del Pacto contiene las tablas de piedra que le fueron dadas a Moisés en Sinaí con la ley sobre ellas (Heb. 9:4). El arca estaba en el Lugar Santísimo y significaba la presencia de Dios (1 Cr. 13:6, Heb. 9:3-4). Algunos ven en esto la presentación de una nueva perspectiva celestial para la próxima sección (Wilcock). En Heb. 9:3 encontramos que el altar de incienso estaba en el Lugar Santísimo, junto al arca del pacto. En 8:5 es el mismo altar del que el ángel tomó el fuego para arrojarlo a la tierra. En Jos. 6:8 hay siete sacerdotes con siete trompetas rodeando a Jericó con el arca del pacto siguiéndolos. Marcharon alrededor de la ciudad durante seis días y al séptimo día marcharon alrededor siete veces, con los sacerdotes tocando las trompetas. Mientras los sacerdotes hacían toques largos de sus trompetas, las paredes se vinieron abajo y todos fueron muertos excepto Rahab, la prostituta. Ellos marchan siete veces alrededor de las paredes con las trompetas tocando advertencias de destrucción para los que están dentro de la ciudad, que ante los toques largos es destruida. En 1 Cr. 15:24 siete sacerdotes debían tocar las trompetas antes de que el arca fuera traído a Jerusalén. Las siete trompetas, por tanto, anuncian la próxima presencia de Dios, junto con la destrucción. El arca del pacto habla de Su presencia e indica que estos juicios vinieron de parte de Dios.
v. 19b - Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo - Granizo, relámpagos y un terremoto son manifestaciones comunes de la presencia de Dios y del fin. Ver el preludio de las siete trompetas (8:5) y de la séptima copa (16:21) donde la ira de Dios ha terminado y las naciones se derrumban. Algunas de estas manifestaciones también aparecieron cuando Dios dio la ley en Sinaí (ver Ex. 19:16).
Escena 4: La mujer, el dragón y la bestia
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La mujer y el dragón (12:1)
Guerra en el cielo (12:7)
El dragón persigue a la mujer (12:13)
La bestia del mar (13:1)
La bestia de la tierra (13:11)
El cordero y los 144.000 (14:1)
Los tres ángeles (14:6)
La cosecha de la tierra (14:14)
22. La mujer y el dragón (12:1)
(Ap. 12:1) Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. {2} Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. {3} También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; {4} y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. {5} Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. {6} Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí se sustenten por mil doscientos sesenta días.
Esta es la primera de varias visiones que forman un interludio entre las siete trompetas y las siete copas. Éstas revelan más detalles de la lucha entre el bien y el mal en el cielo y sus efectos consecuentes sobre el pueblo de Dios en la tierra. El diablo es revelado aquí como el antiguo enemigo del pueblo de Dios, seguido en cap. 13 por sus dos secuaces que hacen su voluntad en la tierra: la bestia del mar y la bestia de la tierra. Juan ve una cantidad de señales en el cielo. La primera señal es una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Ella representa a la iglesia del Antiguo Testamento. Estaba a punto de dar a luz a un hijo varón, el Cristo. Luego apareció otra señal en el cielo, un enorme dragón escarlata que es el diablo. Él trató de matar a Cristo cuando nació, pero Jesús ascendió al cielo y a Dios y Su trono. La iglesia ha sido cuidada por Dios durante la era del evangelio. Ef. 6:12 nos dice que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". Por lo tanto, es apropiado que antes que se presenten nuestros enemigos terrenales, o sea la bestia del mar, la bestia de la tierra y la prostituta, sea presentado y descrito Satanás.
En esta primera sección vemos que el propio pueblo de Dios hace que nazca el Mesías que fue prometido en Gn. 3:15, "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar". Satanás trata de impedir el nacimiento del Mesías que lo herirá en la cabeza, falla y el Mesías asciende al cielo y Satanás es desalojado del cielo y echado hacia la tierra donde hace guerra contra los santos.
v. 1 - Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas - Esta señal en el cielo anuncia una nueva sección. Esto debería estar conectado con la apertura del templo de Dios en el cielo en el versículo anterior (11:19). La "mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas" es una clara referencia al sueño de José (Gn. 37:9) y, por lo tanto, la mujer representa a las doce tribus de Israel. El sueño de José describe al sol y a la luna y a once estrellas inclinándose ante él. Esto se realiza cuando se vuelve el segundo de Faraón y sus hermanos se inclinaron ante él (Gn. 43:26-29). La mujer son los elegidos y, en particular, aquí son los elegidos del Antiguo Testamento que da a luz al Cristo (v. 5), y luego es los elegidos del Nuevo Testamento (v. 17). Juan ve un continuo entre los elegidos del AT y del NT (ver 21:12-14). Wilson dice "en las Escrituras no hay una línea divisoria marcada entre el verdadero Israel y el nuevo Israel, porque el pueblo de la promesa es un pueblo, sea que hayan vivido antes o después de la venida de Cristo". Pero aquí ella representa a los elegidos del AT, una de las pocas referencias en Apocalipsis a los elegidos del AT sólo. Compare la gloria celestial de esta mujer, que representa a los elegidos (la esposa, Ef. 5:22), con el brillo terrenal de la prostituta que representa al mundo (17:4). Esta mujer está en contraste con la prostituta y también con la Reina del cielo.
Johnson señala que otros ven un paralelismo consciente entre la historia y las actividades del emperador Domiciano, alrededor de 83 d.C. Después de la muerte de su hijo de diez años, Domiciano inmediatamente proclamó al niño como un dios y a su madre, la madre de dios. Algunas monedas de ese tiempo muestran a la madre, Domicia, como la madre de los dioses, parada con el cetro y la diadema de la reina del cielo. Otra moneda muestra a la madre con el niño delante de ella. En la mano izquierda del niño está el cetro de los dominios del mundo, y con su mano derecha él está bendiciendo al mundo. Todavía otra moneda muestra al niño muerto sentado sobre el globo del cielo, jugando con siete estrellas que representan a los siete planetas, simbólico del dominio celestial sobre el mundo. Sobre una cuarta moneda él representa al niño Zeus imperial, que ha sido exaltado para ser Señor de las estrellas y que anunciará la era de la salvación universal. Este tipo de simbolismo apenas puede ser accidental. Pero mientras la emisión de Domiciano glorifica al hijo de Domicia como el señor del cielo y salvador del mundo, Ap. 12 lo presenta a Jesucristo, el Señor del cielo y la tierra, como Aquél que regirá con vara de hierro a todas las naciones (v. 5). Juan, en realidad, demitifica el mito de Domiciano presentando a Cristo como el verdadero y ascendido Señor del cielo, el que será el próximo Soberano y Salvador del mundo. Johnson también señala que la apariencia deslumbrante como el sol se relaciona con la gloria y el brillo del Señor (1:16) así como con su cualidad de llevar luz (1:20). Con la luna debajo de sus pies significando su permanencia (Sal. 72:5, 89:37, cf. Mt. 16:18) y una corona de doce estrellas sobre su cabeza indicando su identidad de elegida, aparece en su verdadero y glorioso carácter, a pesar de su frágil historia terrenal (v. 13-16). Ver también la descripción de la gloria de la nueva Jerusalén (21:11 ff.).
v. 2 - Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento - Ella gritaba por los dolores de parto (cf. Is. 26:17, 66:7-8, Miq. 4:10). Esto probablemente representa los diversos intentos de matar al niño, quien es Cristo, antes que diera a luz. Ver Gn. 3:15, donde hay enemistad entre la humanidad y el Diablo, y hay un linaje prometido que aplastará la cabeza de la serpiente. En v. 5 el Dragón personalmente actúa como una partera para destruir el niño al nacer. Satanás entonces trata de destruir la simiente prometida. Hay varios eventos registrados en el AT donde hubo intentos de destruir la línea de la cual habría de nacer el Cristo:
- Caín mata a Abel, pero Set es levantado (Gn. 4)
- Faraón ordena matar a los bebés varones (Ex. 1:15)
- Saúl trata de matar a David (1 Sam. 18:11)
- Cuando Atalía procedió a destruir toda la familia real (2 Reyes 11:1)
- Amán trata de matar a los judíos pero interviene Ester (Est. 3:6, 7:3)
Hay también varios otros puntos en el AT en los que la línea que conducía al Mesías podría haber sido rota (Hendriksen):
- Cuando Dios destruye a la gente de la tierra pero salva a Noé
- Sara no puede concebir, pero el niño del milagro, Isaac, nace
- El Señor ordena que Isaac sea sacrificado pero luego provee un sustituto
- Rebeca, la esposa de Isaac, era infértil, pero concibe
- Esaú amenaza matar a Jacob por robarle su derecho de primogenitura, pero al final no lo hace
- El Señor quiere matar a los hijos de Israel, pero interviene Moisés como intercesor
v. 3 - También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas - Otra "señal" apareció en el cielo, así como vio la "señal" de la mujer, ahora ve la señal del dragón. Esto enfatiza la naturaleza simbólica de lo que vio. Esta es la primera aparición del dragón escarlata, que es la serpiente de Gn. 3:1. Esta es la introducción a uno de los dos enemigos externos de la Iglesia, Satanás y el Mundo. El enemigo interno es la carne, pero eso no de lo que trata este libro. Es escarlata por la sangre que ha vertido, porque ha sido un asesino desde el principio (Jn. 8:44). El dragón es identificado claramente tres veces en v. 9 como la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás. Los diez cuernos indican fuerza y las siete coronas significan su autoridad. Las coronas son coronas reales (diadema) en oposición a las coronas de victoria que usa la mujer. Las coronas reales sólo son usadas por el dragón aquí y por la bestia en 13:1, y por Cristo en 19:12. Sus siete cabezas (siete significa completo) probablemente indican su inteligencia, o podría indicar sus variadas formas. Compare con las siete cabezas de la bestia (13:1). Compárelo también con el Cordero (5:6) quien tenía siete cuernos pero sólo una cabeza. Nota: Faraón era llamado un dragón (Ez. 29:3).
v. 4 - y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra - "Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo" probablemente indique los ángeles caídos, es decir demonios. Cuando Satanás fue echado del cielo se llevó sus demonios con él (12:7, Dn. 8:10).
v. 4 - Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese - Esto se refiere a Herodes quien trató de matar a Jesús cuando nació (Mt. 2:16). Herodes es un tipo del anticristo. Esto recuerda un incidente similar cuando Faraón trató de destruir toda la descendencia masculina (Ex. 1:15-16). Está tratando de impedir el nacimiento del que aplastaría su cabeza (Gn. 3:15). Trataron de matarlo a Cristo mientras estaba vivo pero sólo pudieron hacerlo cuando llegó Su tiempo. Esto es un paralelo de los dos testigos que son inviolables hasta que terminen sus testimonios.
v. 5 - Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones - Sin embargo, el Dragón no tuvo éxito en destruir el hijo varón. En caso de que tengamos alguna duda de quién es el niño, es un niño varón "que regirá con vara de hierro a todas las naciones", que es una referencia del salmo mesiánico (Sal. 2:9). El niño varón es Jesús. Este salmo mesiánico es utilizado también en 2:27 y 19:15 donde Jesús es también claramente el sujeto. La palabra "regir" de hecho significa pastorear, pero en el contexto de 19:15 este pasaje significa que derribará a las naciones cuando vuelva. Mounce da la siguiente explicación: "Regir con una vara de hierro significa destruir antes que gobernar en una forma severa. El pastor no sólo conduce a su manada al pasto sino que defiende a sus ovejas de las fieras de alrededor. Su vara es un arma de represalia. La vara del Mesías es una vara de hierro. Es decir que es fuerte y no cede en su misión de juicio".
v. 5 - y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono - Esto indica la ascensión del Señor (Mr. 16:19). El trono de Jesús aparece también en 3:21 y 22:3, entre otros lugares. Note el paralelismo con los dos testigos que después de tres días y medio suben al cielo. Este versículo también encapsula la resurrección, mediante el cual Satanás es derrotado (ver 12:8). Debemos notar que la cruz ni siquiera es mencionada, porque es la resurrección y la ascensión lo que importa. En la cruz, Satanás creyó que había derrotado al Mesías, pero cometió un gran error porque Jesús fue arrebatado de las manos del diablo y se levantó de los muertos y ascendió al cielo.
v. 6 - Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí se sustenten por mil doscientos sesenta días - El verso correspondiente para la iglesia del Nuevo Testamento está en 12:14. Cuando ella huye al desierto, donde sería cuidada por un tiempo, tiempos y medio tiempo, este período es sincrónico con los 1260 días (ver 11:2 para la discusión de este período). La mujer, es decir la iglesia, huyó al desierto que aquí representa un lugar de seguridad y nutrición. Considere la huida de los israelitas de Egipto y de Faraón (Dt. 32:10), cuando Dios la nutrió durante cuarenta años con el maná (el pan de los ángeles, Sal. 78:25), el agua sobrenatural de la roca y sus ropas que no se desgastaron (Neh. 9:20-21). Considere también la huida de Elías al desierto donde, por tres años y medio, fue alimentado por cuervos y la harina y el aceite de la viuda que milagrosamente no se agotó (1 Reyes 17:1-4) y por ángeles en otra ocasión (1 Reyes 19:1-8). Note que cuando fue alimentado por los cuervos y la viuda, fue durante una sequía que duró tres años y medio (Stg. 5:17). De aquí tenemos 1260 días (3,5 años x 12 meses x 30 días). Está también la figura de María y José con Jesús, yendo hacia Egipto para escaparse de Herodes. Los 1260 días son el período entre la ascensión (ver v. 3) y la segunda venida, el cual es también el tiempo del testimonio de la iglesia al mundo (ver 11:13, los dos testigos que profetizan por 1260 días). Es también el tiempo que la iglesia es perseguida por la bestia (13:5-7) pero aquí enfatiza su cuidado (sobrenatural) y provisión de Dios. Esto se enfatiza por el hecho de que Dios preparó un lugar para ella. El desierto es su hogar natural en esta vida. La iglesia no tiene un lugar permanente de descanso, como una ciudad, mientras está en la tierra. Su hogar es la Nueva Jerusalén (Heb.11:13-16).
22.1 Guerra en el cielo (12:7)
(Ap. 12:7) Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; {8} pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. {9} Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. {10} Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. {11} Y ellos han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. {12} Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
Esta sección describe el desalojo de Satanás, en su papel de acusador, del cielo como consecuencia de la muerte y resurrección de Jesucristo. Su base para acusar a la humanidad ante Dios ha desaparecido porque Cristo cumplió con los requerimientos legales de Dios en beneficio del hombre. Jesús está levantado muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio. Habiendo sido desalojado del cielo, continúa su guerra contra Dios y su pueblo, y todas las personas sobre la tierra.
v. 7 - Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban con tra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles - Note que esto ocurre después de la ascensión. Miguel, el arcángel, es mencionado en Dn. 10:13, 20, 21, 12:1, donde es descrito como "el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo" y Judas 1:9 en donde disputa con el diablo el cuerpo de Moisés. Hay dos explicaciones posibles para esto. Primero, cuando Satanás pecó fue echado del cielo a la tierra junto con sus ángeles (Is. 14:12-15, Ez. 28:16-17). Pero los vs. 10-12 implican como alternativa que después de la resurrección Satanás fue derrotado y la base de su acusación es ahora nula, una vez que Jesús ha fue hecho la redención para los hombres, y ha sido arrojado a la tierra. La base de su acusación era que el hombre había pecado, pero ahora Jesús, como hombre y como el representante del hombre, vivió una vida sin pecado y pagó el castigo por el pecado del hombre. Por lo tanto, el derecho legal de Satanás de estar en el cielo y de acusar a los hombres ha desaparecido (ver también Job 1:6, Zac. 3:1). Después de la resurrección, Cristo fue colocado muy por encima de todo poder y dominio, incluyendo al diablo (Rom. 8:38, Ef. 1:21), cuando Dios lo levantó a Cristo por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio. Pasajes tales como Jn. 12:31 sugieren que Satanás fue echado fuera del cielo cuando Cristo fue crucificado (ver también Jn. 16:11). Cuando los discípulos informaron a Jesús que hasta los demonios se sometían a ellos en el nombre de Cristo, Jesús dijo, "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada los dañará..." (Lc. 10:17-19). En Mt. 28:18 Jesús dice, "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos...".
v. 8 - pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo - Esto sugiere que una vez el diablo y sus ángeles tenían un lugar en el cielo (ver Job. 1:6, cuando se presentó a Dios y Zac. 3:1, cuando Satanás acusa a Josué, el Sumo Sacerdote, de pecado). No sólo es Dios más fuerte que Satanás, sino que también lo es el arcángel Miguel (Lc. 11:22). Se nos recuerda aquí las palabras de 1 Jn. 4:4, "mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo". En Jn. 12:31, justo antes de su crucifixión, Jesús dice, "ahora el príncipe de este mundo será echado fuera", y en Jn. 16:11 dice, "el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado". Vemos aquí la primera parte de la derrota de Satanás. Primero, es echado del cielo a la tierra; luego, pierde su lugar en la tierra y terminará siendo echado al lago de fuego (20:10).
v. 9 - Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él - Aquí el dragón es identificado claramente, en caso de que no hayamos podido identificarlo ya. Satanás es mencionado similarmente como "el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás" en 20:2. Gn. 3:1 y 3:13 están claramente indicados por la referencia a la antigua Serpiente que engañó a Eva. Satanás significa acusador (ver Job 1:6 ff., Zac. 3:1). Diablo, en griego, es Diabolos, que significa calumniador (cf. los falsos judíos que calumnian a los santos como su padre Satanás, 2:9, y el secuaz de Satanás que calumnia el nombre de Dios y su morada y los que viven ahí (13:6). Este título de tres partes o descripción del dragón lo muestra como el engañador, el calumniador y el acusador. Después que fue echado del cielo su derecho de acusar a los hombres ante Dios ha desaparecido, pero lo vemos activo todavía en Apocalipsis como el engañador y el calumniador por medio del falso profeta (13:14, 19:20), la bestia (13:6) y los falsos judíos (2:9). Mientras los hombres pecaban Satanás tenía una base legal para estar en el cielo para acusar a los hombres de pecar ante Dios. Después de la muerte y la resurrección de Cristo, cuando Él, como el representante del hombre, vivió una vida sin pecado y a la vez pago el castigo de muerte del pecado, Satanás no tiene ahora ninguna base legal para la acusación, ya que los pecados de los hombres están perdonados ahora. Él ha perdido su caso legal y por lo tanto su derecho legal de estar en el cielo. Satanás y sus ángeles son echados del cielo y arrojados a la tierra.
v. 10 - Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche - Hay ahora un interludio de regocijo en el cielo. La gran voz es de los santos o ancianos, quienes se regocijan porque Satanás, el acusador de nuestros hermanos, ha sido echado del cielo (12:9). Las descripciones clásicas de Satanás como acusador están dadas en Job (Job 1:6, 2:1) cuando Satanás lo acusa a Job de amar a Dios sólo por lo que Dios le da a Job, y en Zac. 3:1 en donde Satanás acusa a Josué, el Sumo Sacerdote, por sus pecados. Cuando Cristo murió como el representante del hombre, el precio de los pecados del hombre fue pagado, y por lo tanto la base legal para las acusaciones de Satanás en la corte del cielo fue perdida, y también el derecho de Satanás de estar ahí como el acusador del hombre, así que es echado del cielo. Como dice Rom. 8:33, "¿Quién acusará a los escogidos de Dios?" Es Dios quien justifica; contra esto, Satanás no tiene respuesta. Satanás es arrojado fuera del cielo y a la tierra, y en Lc. 10:18 Jesús lo ve a Satanás caer como un rayo del cielo. Jesús le da a sus seguidores autoridad sobre Satanás y sus demonios (Lc. 10:19). En Jn. 12:31 Jesús dice, "ahora el príncipe de este mundo será echado fuera". Una vez que Jesús murió y resucitó este mensaje del reino debía ser predicado a todo el mundo y ellos saldrían del reino de Satanás y serían transferidos al reino de Dios (Hch. 26:17-18, Col. 1:13). Aquellos que creen están libres de acusación (Col. 1:22). Toda autoridad le fue dada a Cristo y por lo tanto los discípulos debían proclamar el evangelio al mundo (Mt. 28:18-20). A los discípulos se les dio poder para proclamar el evangelio en Pentecostés (Hch.1:8). En un sentido Satanás perdió su poder sobre la humanidad cuando Jesús rechazó las tentaciones de Satanás, a diferencia del primer Adán (Lc. 4:1-13) (Mounce).
v. 11 - Y ellos han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte - Han vencido a Satanás por medio de la sangre del Cordero; han sido liberados de sus pecados por la sangre de Jesús (1:5). Por lo tanto, la base de su acusación ha desaparecido porque el castigo ha sido pagado por la sangre de Jesús, así que cuando los acusa, le señalan la sangre. De ahí Pablo puede escribir, "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica" (Rom. 8:33). Ellos vencen las mentiras de Satanás en el mundo por medio de las palabras de su testimonio de Jesús. Lo vencen a Satanás porque al final están preparados para morir por su fe. Cuando Cristo murió en la cruz los santos estaban técnicamente en Cristo, y por lo tanto comparten su victoria (Rom. 6:5-14). Los resultados de esta victoria pueden verse en la exhortación de Santiago de resistir al diablo y que él huirá de ellos (Stg. 4:7). Se ve en la guerra espiritual de Ef. 6:11-18 donde el escudo de la fe es usada para apagar los dardos de fuego del maligno. Col. 2:15 nos dice que por la cruz Cristo ha despojado a los principados y a las potestades y ha triunfado sobre ellos.
Así como Jesús venció a Satanás por su muerte en la cruz, los seguidores de Cristo deben seguir Su ejemplo. La base de sus acusaciones se ha vuelto nulo porque han sido liberados de sus pecados por la sangre del Cordero (Ap. 1:5, 7:14, Col. 1:22, Rom. 8:33, 1 Jn. 1:7). Ellos testifican que Jesús es el Cristo (lo que resulta en su salvación, Rom. 10:9-10), y prueban la autenticidad de su fe al ser fieles hasta la muerte y ganar así su vida (2:10, 2:13, 6:9, 11:7, Lc. 14:26, 21:16). Aun la muerte no los derrota (6:9) porque así como Jesús consiguió la victoria sobre Satanás por medio de la muerte, los santos hacen lo mismo. Una vez más hay una referencia a los mártires, un tema recurrente del libro. Más adelante, en 13:7, encontramos a la bestia guerreando contra los santos y venciéndolos, pero en 15:2 también encontramos a aquellos que son victoriosos sobre la bestia en el cielo, cantando el canto de Moisés y del Cordero.
v. 12 - Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo - Los cielos pueden regocijarse porque Satanás ha sido echado, pero a la tierra, y esto significa (todavía) otro Ay, porque él tendrá su dominio allí y está furioso por haber perdido su posición en el cielo. Deberíamos notar que es de la tierra y del mar que surgen las dos bestias. Salen del mar y de la tierra porque ahí es donde está Satanás ahora. Él tratará de causar el mayor daño posible a la gente del mundo hasta que sea derrotado. El daño que causa a través de estas dos bestias está claro, especialmente para la iglesia: la bestia del mar guerrea contra los santos (13:7); la bestia de la tierra engaña a la tierra por medio de milagros (13:14); coloca la imagen de la primera bestia y mata a los que se rehusan a adorarlo (13:15); fuerza a todos a recibir una marca sin la cual nadie puede comprar o vender (13:16). El diablo es arrojado sin ninguna ceremonia a la tierra junto con sus ángeles, para engañar al mundo entero (v. 9). Su destino fue sellado en la resurrección y fue echado del cielo y sabe que sólo falta un poco de tiempo para que Cristo vuelva a la tierra para reclamar su posesión legítima de ella. Su tiempo corto es la era del evangelio (ver v. 14) hasta la Segunda Venida, cuando será castigado. Él sabe que está derrotado (Mt. 8:29) y que su tiempo hasta ser juzgado y castigado en el lago de fuego es relativamente corto (20:10, 1 Cor. 7:29).
22.2 El dragón persigue a la mujer (12:13)
(Ap. 12:13) Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. {14} Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. {15} Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. {16} Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. {17} Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. {13:1} Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia.
La descendencia de la mujer ha herido la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15 cf. 13:3). La serpiente, habiendo perseguido a la mujer sin éxito, se vuelve contra el resto de su descendencia para herir su calcañar (o el talón) (Sweet). "Israel, la madre del Mesías, ahora aparece como el Israel de Dios, la iglesia, madre de "muchos hermanos" de los cuales Él es el "primogénito" (Rom. 8:29, Gal. 6:16)" (Sweet).
v. 13 - Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón - Siguió a la mujer que había dado a luz un hijo varón, es decir la iglesia sobre la tierra, a fin de perseguirla. Una vez más hay una referencia al éxodo con Faraón en persecución (Ex. 14:8). Como no pudo matar al Hijo, trata de dañar al Hijo por medio de la iglesia, así como la persecución de Saulo de la iglesia era una persecución a Cristo (Hch. 9:4, ver también Mt. 25:45). Él no puede dañar a los santos que están en el cielo.
v. 14 - Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar - Las dos alas de la gran águila son una referencia a Ex. 19:4 en donde Dios llevó a los israelitas fuera de Egipto sobre alas de águila. El desierto representa un lugar de seguridad, fuera de Faraón y de la influencia del mundo. Se nos recuerda que el pueblo de Dios somos peregrinos sobre la tierra; somos nómades sin una morada permanente en este mundo. Este versículo se refiere a la iglesia del Nuevo Testamento y corresponde al v. 6 que se refiere a la iglesia del Antiguo Testamento. Veremos, por lo tanto, que la mujer representa a la iglesia tanto del AT como del NT.
v. 14 - donde es sustentada - Los israelitas pasaron cuarenta años en el desierto y fueron alimentados con el maná celestial, es decir la palabra de Dios, que tenía que ser recogido para que no se echara a perder (Dt. 8:3). Fueron guiados por la columna de nube durante el día y la columna de fuego durante la noche. Recibieron maná y agua, sus vestiduras no se gastaron ni se hincharon sus pies (Neh. 9:19-21). También habla del cuidado sobrenatural que experimentó Elías durante la sequía que duró tres años y medio, cuando fue alimentado por cuervos (1 Reyes 17:4-7) y luego sobrenaturalmente por la viuda que tenía una tinaja de harina que no escaseó y una vasija de aceite que no menguó hasta que llovió (1 Reyes 17:14). Note que el período en que fue cuidado en forma sobrenatural Elías fue de tres años y medio, que son 1260 días (Stg. 5:17).
v. 14 - donde es sustentada por un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo - Este es el mismo período que es cuidada en el v. 6 (1260 días), es decir tres años y medio, o 42 meses, o 1260 días. Éste es tambien el tiempo de la predicción de Daniel para la profanación del templo por parte de Antíoco Epífanes (note que el nombre Epifanes=epifanía o aparición), quien es un tipo del anticristo (2 Tes. 2:4). Ver también Ap. 11:2 y 13:5 para períodos similares. Es también el tiempo de la persecución del pueblo de Dios (Dn. 7:25, 12:7). Es también el período del testimonio de la iglesia al mundo (Ap. 11:3) y su persecución de parte de la bestia (13:5). Así, este período de tiempo indica un tiempo que de cuidado sobrenatural de parte de Dios, el tiempo de su testimonio y el tiempo de su persecución. Está fuera del alcance del diablo, de tal forma que no la puede dañar directamente, "ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom. 8:38-39). En 1 Pedro 5:8-9 se nos dice que resistamos al diablo y él huirá, que no tiene poder real sobre los santos. En 1 Jn. 5:18 se nos dice que Satanás no puede dañar a los hijos de Dios porque Jesús los guarda. Es cuidada por Dios (ver comentario sobre v. 6).
v. 15 - Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río - Habiendo visto que la iglesia está fuera de su alcance intenta otra táctica para destruirla. ¿Qué es lo que sale de la boca del Diablo? Él es el padre de mentiras: "cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" (Jn. 8:44, cf. los espíritus malos que salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta (16:13). El agua es la doctrina de demonios o la falsa doctrina por medio de la cual trata de destruir a la iglesia. Recuerde al falso profeta y los falsos cristos (Mt. 7:15, 24:24, 2 Pedro 2:1). Si él no puede destruir a la iglesia por medio de la persecución tratará de destruirla por medio de la herejía y la falsa doctrina. Que los santos estén atentos de las artimañas de Satanás. También vimos esto en la calumnia de los judíos que son una sinagoga de Satanás en la carta a la iglesia de Esmirna (2:9) y en Filadelfia (3:9). Lo vemos a continuación en la bestia que calumnia el nombre de Dios y su morada y a aquellos en el cielo (13:6). También ya hemos visto la enseñanza falsa de la mujer Jezabel, los balaamitas y los nicolaítas (2:14-15, 20, 24). Calumnias desde afuera y falsos maestros desde adentro (Caird) son sus armas contra la iglesia. La próxima sección muestra cómo hace esto por medio de su falso profeta, la bestia de la tierra que se parece a un cordero pero habla palabras de Satanás. También muestra a la bestia del mar que guerrea contra los santos mediante la persecución. Ya hemos visto que sale fuego de la boca de los dos testigos (11:5). Es apropiado entonces que el dragón enfrente esto con agua; él enfrenta al evangelio con mentiras.
v. 16 - Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca - Una referencia al Canto de Moisés, que cantaron después que los egipcios murieron en el mar (Ex. 15:12). El mar les impedía a los israelitas escapar de los perseguidores egipcios hasta que se volvió tierra seca. Después que pasaron, sanos y salvos, el mar destruyó a los egipcios perseguidores. Aun la naturaleza está del lado del hombre que es fiel a Cristo. También podría ser una referencia a la tierra tragando a Coré y sus hombres, pero no ayuda a echar luz sobre este pasaje (Num. 16:30).
v. 17 - Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. {13:1} Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia - Satanás es impotente contra la iglesia en su totalidad, es decir la mujer, así que hace guerra contra su descendencia como individuos, en cambio. Su descendencia identifica claramente a los que obedecen los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús, quienes son comparados con aquellos que adoran a la bestia en 14:11-12. La mujer ha tenido éxito en dar a luz a Cristo, el primogénito. Su descendencia es la iglesia del Nuevo Testamento, que persigue el dragón (Rom. 8:29). "La mujer, como el templo, es la iglesia interior e invulnerable; pero la iglesia exterior, el resto de su descendencia, es entregada a los acólitos del dragón, como el patio exterior, 11:1" (Sweet). Este versículo presenta y nos prepara para la persecución del pueblo de Dios por los secuaces del Diablo, la bestia que sale del mar y la bestia de la tierra, en la próxima sección. El dragón está en la costa cuando su compañero, la bestia, sale del mar. El dragón salió para guerrear contra el resto de su descendencia y usa a la bestia para hacer guerra contra los santos (13:7). También usa un acercamiento más sutil, la bestia del mar, que parece un cordero pero en realidad es un profeta falso que disemina la falsa doctrina y realiza señales milagrosas. Johnson destaca que la expresión " hacer guerra" (gr. poiesai polemon) es la misma expresión para el ataque de la bestia sobre los dos testigos en 11:7 y sobre los santos en 13:7. Hay una buena razón para correlacionar a los tres grupos y para indicar su identidad común bajo diferentes figuras. Note que esta sección indica que el dragón está todavía muy activo en este período haciendo guerra contra los santos y engañando a las naciones (v. 9). La bestia luego se demuestra que es el anticristo. Sin embargo, han venido muchos anticristos antes del último anticristo. En cap. 13 vemos las dos herramientas de Satanás, que trata de destruir a la iglesia por medio del poder político (persecución: esto requiere paciencia y fidelidad de parte de los santos) y la falsa doctrina, hasta realizar señales y maravillas para engañar a los elegidos si fuera posible. Estén los santos alertas.
23. La bestia del mar (13:1)
(Ap. 13:1) Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. {2} Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. {3} Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, {4} y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? {5} También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. {6} Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. {7} Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. {8} Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. {9} Si alguno tiene oído, oiga. {10} Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
Anteriormente, en 12:17, vimos que el dragón "se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia". Ahora vemos cómo hace guerra contra los santos por medio de la bestia que sale del mar mientras observa el diablo ("Y el dragón se plantó a la orilla del mar", VP). La bestia fue revelada antes en 11:7 como la bestia que subió del Abismo que hace guerra contra los dos testigos y los mata cuando han finalizado su testimonio. Es presentado aquí como un secuaz del Diablo; hasta se parece al diablo con sus diez cuernos y siete cabezas. El diablo delega su poder, su trono y su autoridad a la bestia. Es la encarnación del Diablo sobre la tierra, mediante quien el diablo hace guerra contra los santos y los vence. Las armas usadas son el encarcelamiento y la muerte. Todos los que juran lealtad a la bestia están jurando lealtad al diablo. Él es la consumación de las cuatro bestias que vio Daniel, y por lo tanto representa un imperio político mundial impío y bestial. Más adelante en Apocalipsis él cabalga sobre la prostituta y representa a un emperador, así que emperador e imperio son intercambiables. Él tiene autoridad durante el mismo tiempo que los gentiles pisotean el patio exterior, el mismo tiempo que los dos testigos profetizan y el mismo tiempo que la iglesia es cuidada en el desierto. La bestia ejerce autoridad sobre el mundo entero y representa el poder político; la segunda bestia representa el poder religioso y económico. Hendriksen comenta que la primera bestia es la mano de Satanás y la segunda bestia es su mente. "La primera representa el poder de persecución de Satanás operando en y a través de las naciones de este mundo y sus gobiernos. La segunda simboliza las religiones falsas y las filosofías de este mundo". El resume a la bestia, el falso profeta y Babilonia como los tres agentes del ataque de Satanás contra la tierra, a saber "persecución anticristiana, religión anticristiana y seducción anticristiana".
La bestia puede ser interpretada como el Imperio Romano en el tiempo de Juan y los imperios impíos subsiguientes desde entonces, culminando en forma suprema en el imperio del anticristo. El mensaje de esta sección es que a la bestia se le dio poder para conquistar a los santos que son las únicas personas que no quieren adorar a la bestia. Esto requiere de paciencia y de fe de parte de los santos. En vista del hecho de que él mata a los dos testigos al final de su testimonio, o sea que silencia el testimonio de la iglesia (11:7), y en vista de que en 17:11 "la bestia que era, y no es, es también el octavo", la bestia es principalmente el anticristo al final de la era. Sin embargo, la bestia también pertenece a los siete reyes, lo cual indica que pertenece a una sucesión de regímenes tiránicos que persiguen a los santos. Como dice 1 Jn. 2:18, "según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conoceremos que es el último tiempo." Cinco de los siete reyes han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure un breve tiempo (17:10). Mientras que el hombre de pecado no se ha revelado aún, el poder secreto del pecado ya está obrando en el mundo (2 Tes. 2:3-6).
Las principales referencias en el Nuevo Testamento a las autoridades humanas son dadas por Jesús en Mt. 22:17-21 (cf. Mr. 12:14, Lc. 20:22), Pablo en Rom.13:1-7 y Pedro en 1 Pedro 2:13-17 ff. Debe notarse que la respuesta de Jesús ante la pregunta de pagar impuestos a César es repetida en cada uno de los evangelios sinópticos (Mt. 22:17, etc.). Él propugnó el principio de que uno debería "dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". La actitud de Jesús ante la violencia está ilustrada cuando Pedro le cortó la oreja a un siervo del sumo sacerdote y le dijo, "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán..." (Mt. 26:52). Pablo destaca que las autoridades que gobiernan han recibido su autoridad de Dios y están instituidos por Dios, y que rebelarse ante ellas significa rebelarse ante Dios. Son los representantes de Dios para castigar a los que hacen el mal, y el cristiano debe someterse a su autoridad. Pablo les dice a sus lectores: "Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Rom 13:7). Sin duda Pablo tenía en mente a las autoridades romanas. Pedro también insta a sus lectores a someterse, "por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien". También los insta a que muestren el debido respeto a todos, que amen a la hermandad de los creyentes, que teman a Dios y que honren al rey. Sigue luego argumentando que uno debería soportar el dolor del sufrimiento injusto sin represalia, igual que Jesús.
Jesús, Pablo y Pedro estaban hablando básicamente de instituciones humanas que mantienen la ley y el orden. Cuando Pablo fue tratado injustamente por los judíos, apeló al César por justicia. Estas instituciones son requeridas por la naturaleza caída del hombre. Sin el mantenimiento de la ley y el orden habría anarquía. ¿Pero qué hacer con aquellas autoridades que toman para sí lo que le pertenece a Dios, la adoración que sólo le pertenece a Dios. Es a esto que se refiere el capítulo 13 de Apocalipsis. Aun aquí la Biblia no argumenta a favor de la rebelión civil bajo regímenes tiránicos, sino más bien continuar obedeciendo y temiendo a Dios más que al hombre, aun cuando esto signifique la muerte. Uno puede ver un ejemplo de esto en los apóstoles que continuaron enseñando en contra de los deseos del sumo sacerdote y los saduceos. Ellos dijeron, "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch. 5: 29). Cuando uno dice esto debe estar preparado para enfrentar las consecuencias. Uno debe notar que las autoridades habían sobrepasado la autoridad que Dios les había dado. Si el emperador exige la adoración que le pertenece a Dios, entonces uno debe obedecer a Dios antes que al emperador, aun cuando signifique morir. La autoridad del emperador de exigir tal cosa claramente no proviene de Dios (los ejemplos del AT de aquellos que se opusieron a tal tipo de orden son: Sadrac, Mesac y Abednego, Dn. 3). La paciencia y la fe de parte de los santos son requeridas más que venganza; la venganza le pertenece a Dios. Finalmente, en el sermón de la montaña Jesús pronuncia una bendición sobre los que son perseguidos por la justicia y por causa de Él (Mt. 5:10-11). La justicia y Jesús ambos prohiben el comportamiento violento contra el estado. Jesús establece nuestra actitud en su forma más positiva y radical en Mt. 5:44 cuando dice, "Amad a vuestros enemigos... y orad por los que os... persiguen". Pablo, en Rom. 12:14 dice, "Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis".
v. 1 - Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia - Esta es una continuación de 12:17 cuando el dragón se fue a hacer guerra contra el resto de su descendencia, es decir la Iglesia. En 12:12 se declara un Ay contra la tierra y el mar porque el diablo ha descendido a vosotros, así que es natural que veamos al dragón parado en la orilla del mar ("Y el dragón se plantó a la orilla del mar", VP), el límite entre la tierra y el mar, cuando sale la primera bestia del mar; más adelante, sale una segunda bestia de la tierra. Lo que se describe ahora es cómo el dragón hace guerra contra ella usando a sus aliados, la bestia del mar y la bestia de la tierra. La palabra griega usada para bestia (therion:G2342) significa un animal salvaje, no domesticado, sin restricciones. Se dan ejemplos en el v. 2, es decir un leopardo, un oso y un león. La misma palabra griega usada para bestias es usada en el cuarto sello, "le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra" (6:8). Esta es la misma bestia que la mujer (prostituta) monta (17:3). La bestia sale del mar y el mar indica pueblos, multitudes, naciones y lenguas (17:15, Is. 17:12), es decir los grupos de personas en el mundo: Egipto, Asiria, Bablilonia, Medo-persia, Grecia, Roma. Dios describe a estos imperios como bestiales. Esta es la misma bestia que sube del abismo. Abismo puede significar también el abismo mencionado tan atrás como 11:7 cuando mata a los dos testigos. El simbolismo de la bestia que sale del mar viene de Dn. 7:2 ff. Jack Deere, en su libro "Surprised at the Voice of God" (Kingsway, 1996) comenta sobre los sueños de Daniel. Otro beneficio del simbolismo en los sueños es que a menudo revela la perspectiva de Dios. Por ejemplo, cuando el rey pagano Nabucodonosor soñó acerca de los imperios mundiales, él vio a los imperios sucesivos en términos de una estatua hermosa. Sin embargo, cuando Daniel soñó acerca de estos mismo imperios, los vio en términos de bestias. El sueño de Nabucodonosor representa el punto de vista del mundo de los imperios humanos, en tanto que el de Daniel representa la perspectiva divina.
v. 1 - tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo - La descripción de la bestia es similar a la del dragón (12:3 - un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas). La bestia se parece al dragón, en la misma forma que Cristo es la imagen del Padre. Los diez cuernos significan poder; siete cabezas, es decir una multiplicidad que es difícil de matar. También puede representar sus varias encarnaciones, como reyes o reinos. Las coronas (diademas) representan autoridad real. Los diez cuernos son también como la cuarta bestia de Daniel que también tenía diez cuernos que son diez reyes (Dn. 7:24). Las diez coronas sobre sus cuernos son coronas reales (diadema) que tanto el dragón (12:3) como Cristo (19:12) usan. Estos diez cuernos son diez reyes (17:12). El número diez y el siete deben ser tomados simbólicamente, con el significado de completo. La bestia es mencionada también en 17:3 y explicada con mayor detalle en 17:7 ff. Los diez cuernos son explicados como diez reyes en 17:12. Las siete cabezas son siete montes, refiriéndose a la Roma del tiempo de Juan, y son también siete reyes (17:9). La bestia debe ser contrastada con el Cordero. La bestia es la encarnación del Diablo. Como debe ser contrastado con el Cordero, debe ser visto como una persona, pero una persona con un reino y un pueblo que lo obedece.
v. 1 - y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo - Los nombres blasfemos sobre sus cabezas indican su carácter, es decir orgulloso, arrogante, odia a Dios, el gobierno humano independiente y desafiante de Dios. Se edifica a sí mismo a cualquier costo con el fin de aumentar su poder y su riqueza. Compare este nombre blasfemo con el nombre de la prostituta BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (17:5). Contraste esto con los Santos que tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos en sus frentes (14:1). Algunos de los emperadores romanos exigían que se los adorara, y esto es claramente una blasfemia. Los emperadores romanos tomaron el título de divus o sebastos, que significa divino. Frecuentemente el nombre mismo de Dios o Hijo de Dios era dado a los emperadores. Y Nerón en sus monedas se llamaba a sí mismo El Salvador del Mundo. Que un hombre se llamara divino era un insulto blasfemo a Dios. Más aún, los últimos emperadores tomaron su título de la palabra latina dominus, o su equivalente griego kurious; ambos significan señor y en el Antiguo Testamento son el título especial de Dios y en el Nuevo Testamento el título especial de Jesucristo (Barclay). En Daniel el cuerno hablaba jactanciosamente (Dn. 7:8, 7:11, 7:25). Cada vez que César exige lo que le pertenece sólo a Dios se vuelve una bestia (Mt. 22:21).
v. 2 - Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león - La bestia es espantosa, en contraste con el cordero. La bestia nos recuerda las tres primeras bestias de Daniel 7. Daniel ve cuatro bestias: león, oso, leopardo con cuatro cabezas y una cuarta bestia con dientes de hierro y diez cuernos. Estas están combinadas en una bestia en esta visión. Daniel preguntó por la interpretación de las bestias. Son reinos que surgen de la tierra; son poderes políticos (Dn. 7:16-18). Las cuatro bestias de Daniel (en Dn. 7) representan los imperios de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma (Gleason). Son paralelos a la estatua de Dn. 2 en donde la cabeza de oro representa a Nabucodonosor y el imperio babilonio, el pecho y los brazos de plata era el comienzo medo-persa comenzando con Ciro el Grande, el vientre y los muslos de bronce era el imperio greco-macedonio establecido por Alejandro el Grande y el cuarto imperio, simbolizado por las piernas de hierro era el Imperio Romano. Los pies y los diez dedos están hechos de hierro y arcilla; la debilidad de la arcilla indica que no puede ser un poder mundial duradero. La roca que golpeó y destruyó la estatua es el reino de Dios que aplastará a todos esos reinos y los llevará a su fin pero él mismo durará por siempre (Dn. 2:44, cf. el cetro de hierro de Ap. 2:27, 12;5, 19:15, Gleason). Considere esta descripción asombrosa de Faraón, rey de Egipto de Ez. 32:2, "a leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón de los mares...".
De los pueblos, multitudes, naciones y lenguas vinieron los súperpoderes (ej: Roma, Rusia, China, despiadados y arrogantes. Estas bestias tienen las mismas características que las naciones descritas. El leopardo, rápido para caer sobre la presa, el oso que magulla, el león que tiene la fuerza para destruir a su presa. Por ejemplo, Rusia ha sido llamada el gran oso. En Ap. 17:11 la bestia es descrita como el octavo rey, así que rey y su reino son intercambiables. Si pensamos en grandes dictaduras, como la de Stalin, Mao, Hitler, esto no nos debe sorprender. Alternativamente, podemos pensar en la bestia como un Imperio o un emperador. Juan definitivamente ve a la bestia como el Emperador Romano más adelante en Ap. 17, pero de nuevo imperio y emperador son intercambiables. Finalmente, en la última generación es el anticristo, el pequeño cuerno de la cuarta bestia (Dn. 7:8), que conduce a las naciones de la tierra contra Cristo y su ejército (19:19) y es destruido y arrojado al fuego (Dn. 7:11). Dn. 7:13 contiene una clara referencia a la Segunda Venida de Cristo. Note que el pequeño cuerno es (un tipo de) el anticristo; la cuarta bestia es su reino. Caird señala que por su pecado de idolatría Nabucodonosor había sido convertido en una bestia, comió pasto como el ganado, dejó crecer su pelo como las plumas de un águila y sus uñas como las garras de las aves (Dn. 4:33). Fue restaurado como hombre sólo cuando reconoció la soberanía de Dios. En contraste a la bestia está el león de la tribu de Judá, el Cordero, el verdadero soberano de los reyes de la tierra.
v. 2 - Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad - Vemos aquí que la bestia es un instrumento de Satanás de quien deriva su poder, trono y autoridad. El dragón le dio su poder (dunamis) para ejercer su autoridad (exousia) efectivamente. En v. 7 él ejercita su poder para hacer guerra contra los santos y conquistarlos. Este poder es delegado también a la bestia de la tierra para realizar señales milagrosas para engañar a los habitantes de la tierra e infundirle aliento a la imagen de la primera bestia (13:13-15). La palabra griega para trono que se usa acá es la misma palabra usada para el trono de Dios (thronos) y es la misma palabra que se usa para el trono de Satanás en 2:13. En v. 4 encontramos que los hombres adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia; en v. 5 encontramos que la bestia ejerce su autoridad por cuarenta y dos meses; en v. 7 encontramos que le fue dada autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, es decir todos los pueblos del mundo, es decir el reino de Satanás. En v. 12 encontramos que la bestia de la tierra ejercitó toda la autoridad de la primera bestia en su nombre.
Tres veces en el evangelio de Juan Satanás es llamado el príncipe del mundo (Jn. 12:31, 14:30, 16:11) y en Mt. 4:8-9 claramente era dueño del mundo que le ofreció a Jesús si se postraba y lo adoraba. En 1 Jn. 5:19 se nos dice que todo el mundo está bajo el control del maligno. En esta sección vemos cómo Satanás controla al mundo por medio de la bestia. La tercera bestia de Daniel recibió poder para gobernar (Dn. 7:6). El diablo usa gente y poderes políticos para llevar a cabo sus propósitos acá en la tierra, de la misma forma que Dios usa la iglesia, que es su cuerpo, para llevar a cabo Su propósito acá en la tierra. Los dos están diametralmente opuestos. Mientras que la bestia podrá hacer la persecución real, es el diablo el que está detrás de todo como lo deja en claro 2:10, "el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados". La bestia acepta la oferta satánica que Jesús rechazó (Mt. 4:8, Pawson). El dragón salió para hacer guerra contra los santos que estaban a la orilla del mar para observar a la bestia cuando sale del mar y que haría guerra contra los santos (12:17).
v. 3 - Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada - La herida fatal que había sido sanada es una parodia del "Cordero como inmolado" (ver 5:6). En v. 14 encontramos que una espada causó la herida. Esta herida habla de muerte y resurrección, es decir una civilización cae y en su lugar surge otra. También podría referirse al juicio de Satanás en la cruz, el cumplimiento de Gn. 3:15 en donde "él (Jesús) aplastará su cabeza". Satanás recibió un golpe fatal en la cruz (Jn. 12:31, 16:11, Col. 2:15). El golpe de gracia será dado finalmente cuando Cristo venga nuevamente (ver 20:10). La bestia tiene una apariencia similar a la de Satanás (compare 12:3 con 13:1). Recuerde que Satanás ya ha sido echado del cielo y arrojado a la tierra (12:7-9) presumiblemente como resultado de la victoria de Cristo en la cruz. No hay ninguna necesidad de aplicar la herida fatal sanada al mito de Nerón redivivo (resucitado), aunque esto bien podría haberse aplicado en el tiempo de Juan. Este mito es un ejemplo de una herida fatal que fue sanada: Nerón murió por suicidio pero luego surgió Domiciano que compartía características similares a las de Nerón. Nerón era tan malvado que muchos no creyeron que la muerte fuera su fin. Surgió la expectativa de que podría reaparecer en una forma resucitada (Morris). Puede también referirse al auge y caída de los dictadores tiránicos; al caer uno, otro surge para tomar su lugar.
v. 3 - y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia - Los que siguen a la bestia (es decir, sus seguidores) deben contrastarse con los 144.000 que tienen el nombre del Cordero y de su Padre sobre sus frentes y que siguen al Cordero por donde vaya (14:1-4). Toda la tierra se refiere a los no regenerados, es decir todos los que no son santos. En 17:8 encontramos que la causa de su asombro cuando ven a la bestia es porque era, y no es, y será.
v. 4 - y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo - Este poder político ha excedido su autoridad legítima recibida de Dios al permitirse que sea adorado. La adoración pertenece sólo a Dios, así que quiebran el primero y el segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esta adoración puede que no sea explícita; podría ser su rechazo a permitir al pueblo de Dios adorar a Dios como Él debe ser adorado. Cada vez que un estado hace esto, excede su poder legítimo (ver Rom. 13:1-7). Note que Juan iguala la adoración a la bestia como adoración al dragón. Por lo tanto, la adoración del emperador es igualada a la adoración de Satanás. Éste sería el caso con el Imperio Romano, que permitía la adoración del emperador, especialmente durante los reinados de Nerón y Domiciano. Nota: al adorar a Satanás, los hombres están haciendo lo que Jesús mismo se rehusó a hacer cuando fue tentado por el diablo en el desierto (Mt. 4:8-10). Jesús le citó Dt. 6:13 al diablo, "A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás". A quién adoramos es uno de los temas clave de Apocalipsis (ver 4:10, 5:14, 7:11, 9:20, 14:7, 19:10, 22:9). Los hombres que adoran a la bestia son todos los habitantes del mundo cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida del Cordero (v. 8). Preston y Hanson, citados por Mounce, destacan que el hombre está hecho para adorar a algún poder absoluto y en el análisis final le dará su lealtad a la bestia (cuyo poder está en infligir sufrimiento) o al Cordero (cuyo poder está en aceptar el sufrimiento). En Lc. 20:25 Jesús dice que debemos "darle al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Está bien pagar impuestos a César y honrarlo a César, pero sólo Dios debe ser adorado. El momento en que César exige ser adorado se vuelve la bestia. Hailey nota que al rendirle honor al emperador, el mundo estaba adorando al que le había dado su autoridad al poder romano. Esta adoración es la contrapartida a la adoración a Dios, porque al adorar a Cristo a quien Dios le dio autoridad, el cristiano adora a Dios que envió a Cristo y quien proveyó todas las bendiciones a través de Él. Así que al adorar a la bestia estamos adorando a Satanás que le dio su autoridad a la bestia. La bestia, al aceptar la adoración que le pertenece a Cristo, niega que Jesús es el Cristo y se convierte en el anticristo, en el sentido de anti="en reemplazo de" Cristo (Jn. 4:1-3).
También debemos ver que la adoración involucra obedecer a la bestia (ver la definición de Pablo de adoración espiritual en Rom. 12:1, donde debemos ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo y sigue diciendo que debemos ser renovados en nuestras mentes). En 3:16 encontramos que los que reciben la marca de la bestia la reciben en su mano derecha (indicativa de sus acciones) y sobre sus frentes (indicativa de su mente). Así, aquellos que adoran o siguen a la bestia lo hacen en sus acciones y en su pensamiento.
v. 4 -¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? - Esta es una parodia del versículo del Antiguo Testamento en Salmos 35:10, "Jehová ¿Quién como tú?", Sal. 71:19, "Oh Dios, ¿quién como tú?", y Ex. 15:11, "¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?" La adoración de la bestia es una parodia de la adoración a Dios. El poder de la bestia es muy real: "¿Quién podrá luchar contra ella?" Esta pregunta es contestada más adelante en 19:19-20, cuando la bestia y los reyes de la tierra hacen guerra sobre el jinete del caballo blanco que es el Rey de reyes y Señor de señores, pero la bestia es capturada y arrojada viva al lago de fuego y azufre. Mounce nota que la motivación para la adoración no es su grandeza moral sino el poder sobrecogedor de su fuerza. Compare "¿Quién podrá luchar contra ella?" con "¿Quién podrá sostenerse en pie?" contra la ira del Cordero en 6:17. La respuesta se da en 19:19 ff. Sólo Cristo puede hacer guerra contra la bestia; no la iglesia.
v. 5 - También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses - Las palabras jactanciosas y las blasfemias son reminiscencias del pequeño cuerno de Daniel que tenía ojos como los ojos de hombre y una boca que hablaba grandes cosas (Dn. 7:8, 20, 25; ver también Ap. 11:36). La frase "se le dio" y cuarenta y dos meses indican una limitación divina. Los cuarenta y dos meses son un período hasta que venga Cristo (ver discusión sobre 11:2). Este es el mismo período que los gentiles pisotean la ciudad santa (11:2) y el mismo tiempo en que la iglesia testifica (1260 días, 11:3), y el mismo tiempo que es cuidada la mujer en el desierto (12:6, 14). Es decir, es la era del evangelio que es el período del testimonio de la iglesia en la tierra (Hch. 1:8). Así, la bestia ejerce su autoridad durante la era del evangelio. Algunos comentaristas ven a las cuarenta y dos semanas como un período literal de tres años y medio que corresponden a la última mitad de la semana de Daniel (Dn. 9:27).
v. 6 - Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo - En v. 1 tenía siete cabezas.... y sobre cada cabeza un nombre blasfemo. Lo encontramos nuevamente en 17:3 cubierto de nombres blasfemos. Es el anti-Dios, impío y diabólico. Esta es la actitud del mundo y se expresa finalmente por medio del anticristo que se proclama a sí mismo como Dios (2 Tes. 2:4). Él sigue a su amo, el Diablo (diabolos) quien calumnia al pueblo de Dios (cf. 2:9). El diablo (diabolos) se menciona cuatro veces en Apocalipsis. Es similar al rey del norte de Daniel (Dn. 11:36) quien se exaltará y se magnificará por encima de todo dios, y dirá cosas jamás oídas acerca del Dios de dioses, y también al pequeño cuerno de Daniel que habló jactanciosamente (Dn. 7:20). Esta blasfemia ocurre cuando los gobernantes tienen poder y autoridad absolutos. Los que moran en el cielo pueden ser vistos como la iglesia que vive idealmente en el cielo (Fil. 3:20, Ef. 2:6). Herodes es un tipo del anticristo (Hch. 12:21), como lo es Nabucodonosor, quien no glorificó a Dios y se volvió una bestia (Dn. 4:32). Compare la blasfemia aquí con los siervos de Dios "los que temen tu nombre" (11:18).
v. 7 - Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación - En Dn. 7:21 es el pequeño cuerno de la cuarta bestia la que hace guerra contra los santos y los derrota. La tercera bestia de Daniel recibió autoridad para gobernar (Dn. 7:6). Ya hemos visto tres advertencias sobre la persecución: en 2:10, la iglesia en Esmirna es advertida que el diablo pondrá a algunos de ellos en prisión y algunos hasta morirán; en 6:9, en el quinto sello, Juan ve las almas de aquellos que habían sido muertos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús; en 11:7, cuando los dos testigos, es decir la iglesia, han finalizado su testimonio, la bestia sube del Abismo y los atacará, los vencerá y los matará. El capitulo aquí contiene una advertencia explícita a los Santos, que hará guerra contra ellos y los vencerá, y en v. 10 esto requiere "la paciencia y la fe de los santos". Note las palabras "se le permitió..." Parte del mensaje de este libro es que, aunque la bestia tenga éxito en matar a los santos, Dios está todavía en el trono y en control. La bestia parecerá haber vencido a los santos, pero de la misma forma que el mundo parece haber vencido a Cristo en la cruz, de hecho le da la victoria a los santos sobre la bestia y su imagen. Los vencedores se encuentran cantando el canto de Moisés y del Cordero en 15:2-4 (ver también 12:11). Note que los dos testigos vuelven de nuevo a la vida (11:11). Así como el mundo gritó "¡Crucifícale!", así el mundo odiará y perseguirá a los santos. Si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a los santos (Jn. 15:20). Así como algunos judíos le dieron su lealtad a César cuando crucificaron a Jesús ("No tenemos más rey que César", Jn. 19:15), el mundo le dará su lealtad a la bestia y perseguirá a los santos. Detrás de la bestia, por supuesto, está el dragón que está haciendo guerra contra los santos (12:17). Note la descripción en cuatro partes (tribu, pueblo, lengua y nación) de aquellos sobre los que tiene autoridad la bestia, lo que indica que vienen de los cuatro rincones de la tierra. El reino de la bestia es un reino mundial. La bestia trabaja muy estrechamente con la prostituta (Roma o Babilonia) sentada sobre la bestia y ebria con la sangre de los santos (17:6). Pero la bestia hará guerra contra el Cordero y será vencida (17:14, 19:19-20). Aquí, y en los versículos anteriores referentes a la blasfemia, la bestia es el anticristo en el sentido de estar "contra" Cristo.
Aquí se nos advierte con anticipación que la bestia, es decir las naciones tiránicas, tendrán éxito en vencer a los santos, poniéndolos en la cárcel y matando a los santos. Estar advertidos es estar preparados. Por lo tanto, los Santos no deben sorprenderse cuando sus perseguidores ganen (ej: Rusia, China, etc.). Su actitud debe ser de paciencia. Daniel (Dn. 7:21) y Apocalipsis indican que ellos ganan al final. Así como el hombre tuvo éxito en crucificar a Jesús, así el hombre tendrá éxito persiguiendo a los santos. Un siervo no es más que su amo; si lo persiguieron a Jesús, perseguirán a la iglesia (Jn. 15:20). En este punto nos debemos hacer la pregunta: ¿Por qué permite Dios que Su pueblo sufra así? La respuesta que da Caird es para que el mal siga su curso destructivo y se consuma, dándole a la humanidad la oportunidad más grande posible de arrepentirse. El martirio, como la cruz, es el costo de la paciencia divina (2 Pedro 3:9).
v. 8 - Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo - Así como la bestia tiene autoridad política sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación, también tiene autoridad religiosa. Todos los que no lo conocen a Dios, adorarán a la bestia. "Todos los moradores de la tierra" es un término que incluye a todos porque todos, fuera de los santos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero, adorarán a la bestia (ver también 17:8). Esta persuasión es tan grande que todo el mundo adora a la bestia. Son, por supuesto, engañados. En 1 Tes. 2:9-12 encontramos que aunque son engañados por el hombre de pecado y los milagros falsos satánicos y las señales y maravillas, es Dios también que les envía una falsa ilusión para que crean la mentira. Él hace esto porque ellos se han rehusado a amar la verdad y así ser salvos, aun después de las advertencias de las trompetas (9:20-21). Sólo los nombres del pueblo de Dios están en el libro de la vida del Cordero (21:27). Para el "libro de la vida" ver también Sal. 69:28, Fil. 4:3. El Cordero fue muerto antes de la fundación del mundo porque fue decidido en la eternidad pasada, así como Dios escogió a los que están en el libro de la vida antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:20, Ef. 1:4). La adoración de la bestia del mar es orquestada por la bestia de la tierra (ver v. 12-15) quien usa señales y maravillas y la amenaza de muerte para hacer que la gente de la tierra adore a la primera bestia. Debe notarse que en 1 Pedro 2:17 se nos dice que temamos y honremos al rey. No se nos dice que adoremos al rey; eso le corresponde sólo a Dios. Aquellas personas que conocen a su Dios no quebrarán el primer y segundo mandamiento para adorar a la bestia (Ex. 20:3-6). Es loable que un hombre soporte el dolor del sufrimiento injusto así como Cristo mismo hizo (1 Pedro 2:19-24).
v. 9 - Si alguno tiene oído, oiga - Una palabra solemne a los santos para que escuchen el próximo versículo. Esta es la única repetición de la fórmula usada para las siete iglesias (ver 2:7). El versículo anterior implica que los santos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida, no adorarán a la bestia, pero esto tiene consecuencias que debemos mirar con detenimiento en el próximo versículo.
v. 10 - Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto - Este versículo indica las consecuencias asociadas con la no adoración de la bestia, se decir la cárcel y la muerte. Esto está tomado de las palabras del Señor a Jerusalén, que estaba por destruir por el pecado de su pueblo (Jer. 15:2-3). Esto enfatiza la inevitabilidad de la persecución. Note que la cárcel y la muerte son las dos formas de persecución sobre las que fue advertida la iglesia de Esmirna (2:10). No tiene sentido y no es cristiano resistir con la espada. Jesús advirtió en Mt. 26:52 que todos los que tomen espada, a espada perecerán. Esto indica la inevitabilidad de la cárcel o la muerte causadas por la bestia. Ocurrirá; que los santos estén advertidos. La muerte por persecución es parte de la suerte del santo. En 12:11 los santos vencen a Satanás "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte". Pablo nos dice que venzamos al mal con el bien y que nos sometamos a las autoridades que gobiernan (Rom. 12:21-13:1-7). Lo mismo hace Pedro (1 Pedro 2:13, en v. 19 dice "esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente". Él lo pone a Cristo como el ejemplo supremo de uno que pasó por un sufrimiento injusto; Él no había cometido ningún pecado y no se vengó ni hizo amenazas, sino que se encomendó a Dios (1 Pedro 2:21-23).
v. 10 - Aquí está la paciencia y la fe de los santos ("Aquí se requiere la paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos", BJ - "Por eso, los que pertenecen al pueblo de Dios necesitan fortaleza y fe", VP) - Se requiere la paciencia en el sufrimiento y la fe de los santos porque deben someterse sin resistencia al ataque vencedor de la bestia (Caird) así como Juan se sometió a su exilio en Patmos (1:9). Uno no puede remediar un mal con otro mal (1 Pedro 3:9). Jesús no se vengó de sus acusadores (1 Pedro 2:23). Recuerde la advertencia de Jesús sobre la persecución en Lc. 12:4, "No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed." La paciencia y la fe frente al sufrimiento es uno de los temas de este libro y se requiere de los santos. También se encuentra en 1:9. En 14:12 nos advierte que la paciencia y la fe es requerida porque los que adoran a la bestia y a su imagen sufrirán el tormento eterno. La paciencia frente al sufrimiento se encuentra en otras partes de las Escrituras: "sufridos en la tribulación" (Rom. 12:12); ver también 2 Cor. 1:6, Col. 1:11, Stg. 5:7-11. En 6:9 y 20:4 encontramos las almas de los mártires que han sido fieles hasta la muerte. Fueron muertos por su obediencia a la palabra de Dios y el testimonio de Jesús que habían mantenido hasta la muerte. Ver también Mt. 5:11-12 (bienaventurados sois cuando os vituperen...), Mt. 5:38-39 (no resistáis al que es malo), Mt. 5:43-48 (amad a vuestros enemigos). Jesús no absorbió el mal y la injusticia hecha contra Él aun hasta el punto de dejar a la gente malvada que lo crucificara hasta la muerte, y Él espera que sus seguidores sigan Su ejemplo (1 Pedro 2:21-23). No debemos enfrentar el mal con el mal, sino con el bien (Rom. 12:17-21). Ver "The cross of Jesus", Cap. 7, Leon Morris, The Paternoster Press, 1994.
24. La bestia de la tierra (13:11)
(Ap. 13:11) Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón. {12} Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. {13} También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. {14} Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. {15} Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. {16} Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; {17} y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. {18} Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
Este es el segundo de los secuaces del diablo. La bestia de la tierra es conocida también como el falso profeta y completa la trinidad no santa del Dragón, la bestia y el falso profeta. Si el Diablo le da toda su autoridad a la primera bestia y la segunda bestia le da gloria a la primera bestia, entonces tenemos una falsificación del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Si la primera bestia representa el poder político, esta representa el poder religioso. Más adelante es llamado el falso profeta, se parece a un cordero y habla como el diablo. Es un falso Cristo. Él recibe su autoridad del poder político y su función es obligar a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia. Él realiza milagros falsos, señales y maravillas como lo hará el anticristo. Al igual que la religión falsa, puede ser una filosofía falsa hecha por el hombre que apoya al estado como el nazismo o el comunismo. También ejerce el control económico dentro del estado, así que nadie puede comprar o vender a menos que tenga la marca de la bestia sobre su mano derecha o sobre su frente. Los santos no reciben la marca y como resultado sufren por esto. El número de la bestia es 666; 6 es el número del hombre porque el hombre fue creado el sexto día. Por lo tanto, 666 es una trinidad de seis, es decir la religión o la filosofía del hombre.
Podemos ver algunas de las formas que el dragón y la bestia hacen guerra contra la iglesia a través de la bestia de la tierra:
- Se parece a Cristo (un cordero) pero habla como un dragón, es decir habla mentiras y falsa doctrina; es un falso profeta
- Realiza señales falsas y maravillas que engañan al mundo y podría engañar a los elegidos
- Mata a todos los que se rehusan a adorar la imagen de la bestia. Esto es persecución
- Obliga a todos a recibir la marca en la mano derecha o en la frente sin la cual nadie puede comprar o vender. Esto es control económico
v. 11 - Después vi otra bestia que subía de la tierra - El diablo había sido arrojado a la tierra (12:4) y en 12:12 se pronuncia un Ay sobre la tierra y el mar porque el diablo ha bajado allí y está lleno de ira. La primera bestia salió del mar, es decir gente, naciones, y la segunda bestia salió de la tierra. La tierra es significativa; podría sugerir un hombre (nota: el hombre salió de la tierra, Gn. 2:7) o perteneciente al hombre. Esto se sugiere aun más en v. 18: el número de la bestia es el número del hombre, 666. Seis es el número del hombre porque fue creado el sexto día. Seis es uno menos que la perfección. Stg. 3:14-17 contrasta la sabiduría de la tierra que conduce a la envidia y a la ambición egoísta, que son terrenales, no espirituales y del diablo, con la sabiduría que viene del cielo que es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Pablo contrasta a Adán que era del polvo de la tierra con Jesús que vino del cielo (1 Cor. 15:47-48, cf. Jn. 3:31).
v. 11 - tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón - Parece bastante inofensivo hasta que abre su boca para proferir mentiras completamente satánicas y engaño, así como el dragón trato de destruir la iglesia con su río de mentiras en 12:15. Parece un cordero, es decir Cristo, pero viene como un lobo vestido de oveja y por adentro como un lobo feroz (Mt. 7:15). Este cordero es diferente al que fue muerto (5:6). Tiene dos cuernos como una oveja, es decir como Cristo que tenía siete cuernos, pero no ha sido muerto (Cristo sin la cruz) y hablando como un dragón. Los dos cuernos representan su testimonio. Compare con los dos testigos que son los verdaderos profetas de Dios. Él es la falsificación de Cristo (5:6) pero habla las palabras (mentiras) del dragón, es decir Satanás. Esto indica la falsa religión y la falsa filosofía que imita a la falsa religión; es una falsificación de la cosa verdadera. Él opera mediante el engaño; parece un cordero pero cuando habla dice mentiras. Más adelante la bestia de la tierra es llamada el falso profeta (16:13). Su objetivo es engañar al mundo y a los santos, si puede, para que acepten la marca de la bestia y para que adoren su imagen (19:20). Esto completa la trinidad no santa: el dragón, la bestia del mar y la bestia de la tierra (el falso profeta). Jesús nos advierte acerca de los falsos profetas y los falsos mesías que aparecerían antes del fin y que engañarían a muchas personas (Mt. 24:4, 5, 11, 23, 24). Esta bestia parece personificar al anticristo en el sentido de "en vez de" Cristo, aunque como Juan lo llama más adelante el falso profeta (que apunta a un falso Cristo) parece estar hablando de dos personajes. Berkhof señala que Daniel se refiere a la naturaleza política del anticristo y Pablo (2 Tes. 2) se refiere a la naturaleza religiosa del anticristo. Estos dos aspectos están combinados en Apocalipsis (ver la sección sobre el anticristo, en la introducción).
v. 12 - Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada - Debemos notar la progresión de autoridad delegada. Primero del dragón a la bestia (13:2); luego, de la primera bestia a la bestia de la tierra. Hasta el dragón sólo puede actuar con el permiso de Dios que está claramente en control y juzgará finalmente al dragón. La autoridad de la primera bestia es mundial, como se ve en v. 7. La segunda bestia está respaldada por el estado y, por lo tanto, por el diablo. Él tiene la aprobación de la primera bestia y ejerce toda su autoridad en nombre de ella; esta es una coalición entre la religión y el estado. Uno que está en presencia de alguien está dispuesto a cumplir con los requerimientos de esa persona. La misma preposición se usa para los dos testigos en 11:4: "estos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra". Como antítesis de estos dos testigos, los falsos profetas derivan su autoridad y ministerio de la primera bestia. Note los dos cuernos de la bestia comparados con los dos testigos. El falso profeta comparado con el verdadero profeta de Dios.
Su objetivo es hacer que todos los habitantes adoren a la primera bestia (v. 15). Es un papel sacerdotal (cf. Dt. 10:8, 2 Cr. 29:11, Jer. 33:18, Ez. 44:15). Un verdadero profeta alienta a la gente a que adore a Dios, pero el falso profeta obliga a que sea adorada la bestia. Así como Cristo recibió Su autoridad del Padre, la segunda bestia deriva su autoridad de la primera bestia. Su objetivo es obligar, es decir forzar, al mundo a adorar a la primera bestia y quebrar el primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Esto lo hace mediante señales milagrosas (v. 13), engaño (v. 14) y por la fuerza. Él representa el poder religioso, la falsa religión o la falsa filosofía. Considere el comunismo que es la filosofía que sostiene los grandes poderes como Rusia y China. La bestia sería el estado. A fin de explicar el orden creado el hombre ha reemplazado al Dios Creado con la teoría hecha por los hombres de la evolución. El hombre tiene que tener un sistema de creencia y si rechaza al cristianismo entonces debe reemplazarlo con algo. Estos son todos los prototipos de la religión final mundial que conducen y culminarán en una religión que permite la adoración del anticristo, el acto final de idolatría de la humanidad. Adoraron a la primera bestia y le darán su lealtad, y por tanto a Satanás. La herida fatal que había sido sanada (v. 3), fue causada por una espada (v. 14).
v. 13 - También hace grandes señales - En Dt. 13:1 el pueblo de Dios es advertido que no sigan a profetas que realizan señales y maravillas si inducen a la gente a seguir a otros dioses. Esto no significa que todas las señales y maravillas están mal; la iglesia, como los dos testigos, también realiza señales y maravillas (11:6). Así como la iglesia realiza milagros auténticos en el curso de su testimonio, el falso profeta realiza milagros falsos como los magos egipcios copiaron las primeras tres plagas sobre Egipto (Ex. 7:10-12, 7:22, 8:7) pero no pudieron copiar la cuarta plaga. Note que las señales milagrosas son demoníacas, son falsas, son usadas por él para engañar al mundo. Tanto en Ap. 16:13 como en 19:20 es llamado el falso profeta. Él autentica su tarea mediante el engaño, así como el Señor autentica Su palabra mediante señales y maravillas. El hombre de pecado también realizará milagros falsos (2 Tes. 2:9). Se da un comentario solemne sobre esto en 2 Tes. 2:10-12 (ver comentario sobre v. 8). La hechicería era común en el tiempo de Juan (Hch. 8:9). Mt. 7:22-23 demuestra claramente que profetizar y realizar muchos milagros no es una prueba de que uno es cristiano, porque el Señor les dice, "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad". El falso profeta es también una parodia del Espíritu Santo y sus dones (1 Cor. 12:7-11), y encontramos una parodia de la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo; Dragón, Bestia del mar, Falso Profeta.
v. 13 - de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres - La bestia es el falso profeta y es la falsificación de Elías, el verdadero profeta que hizo descender fuego del cielo en dos oportunidades (1 Reyes 1:10, 2 Reyes 18:38), y la bestia de la tierra produce milagros falsos. Es también la falsificación de los milagros obrados por los dos testigos (11:5-6). Se los describe como teniendo el poder de detener la lluvia como hizo Elías, y sale fuego de sus bocas. La bestia es descrita aquí como la falsificación de la iglesia. Cada vez que la iglesia está testificando en poder, entonces la bestia estará produciendo falsificaciones. Hay algunos que estarán de acuerdo conque representa a la iglesia apóstata, representada históricamente por la Iglesia de Roma. Note que es una figura pública, no está oculta, como Satanás. Así como los dos testigos representan el testimonio público de la iglesia. Nota: esto es también la falsificación del fuego de Dios que desciende del cielo y devora a los que se rebelan contra Dios en la rebelión final de Satanás (20:9).
v. 14 - Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió - En 19:20 es llamado falso profeta y se mencionan también sus señales y su engaño. El falso profeta está vinculado a la bestia y al dragón en 16:13 (ver también 13:12, donde ejerce toda la autoridad de la primera bestia). Él obra por engaño. Note la advertencia dada por Cristo en Mt. 24:24 que "se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos". Ver también Mt. 24:4-5. Se nos advierte que no seamos engañados por estos milagros, aunque el mundo será engañado. Nosotros tenemos que estar en guardia. Ver también la advertencia de Pablo en 2 Tes. 2:9 "... cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos." Es exitoso porque trabaja por engaño. Es claramente un tipo del anticristo que muestra todo tipo de milagros falsos, señales y prodigios (2 Tes. 2:9). Hace el trabajo del diablo haciendo que todo el mundo se desvíe (12:9). Note de nuevo las palabras "se le ha permitido", implicando la soberanía de Dios sobre todo. En 2 Tes. 2:11 Dios mismo envía un poder engañoso sobre ellos para que crean la mentira. El engaño (planao) se menciona en 2:20 cuando Jezabel engaña a los siervos de Dios hacia la inmoralidad sexual, en 12:9, 20:3, 8 y 10, donde el diablo engaña a los moradores de la tierra y en 18:23 donde se refiere a la prostituta que engaña a las naciones.
v. 14 - mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió - En 13:4 se nos dice que los hombres adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia y también adoraron a la bestia. En 13:8 se nos dice que todos los habitantes de la tierra adorarán a la bestia - todos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero. En 13:11 la bestia que sale de la tierra hizo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia. Luego realiza grandes y milagrosas señales para engañar a los habitantes de la tierra. Ahora, en las etapas finales de la idolatría, ordena a los habitantes de la tierra a que erijan una imagen (eikon) en honor de la primera bestia para que la gente pueda adorar la imagen (v. 15) que está en contra del primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-6). Adoran la obra de sus propias manos (ver 9:20) como hacen todos los idólatras (Lenski). Uno de los propósitos principales de este libro es dejar en claro que sólo Dios debe ser adorado. La palabra imagen (eikon) es usada en el Nuevo Testamento para describir la imagen de la cabeza de los emperadores sobre las monedas (Mt. 22:20). Jesús es la imagen del Padre (1 Cor. 11:7, Col. 1:15) y Pablo la usa para describir los íconos que los hombres hicieron cuando "cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles" (Rom. 1:23). En vez de adorar al Cordero que fue inmolado (5:12) y que murió pero que vive por los siglos de los siglos (1:18), adoran a la imagen de la bestia que fue herida pero vivió. La misma idea es expresada en la estatua de Nabucodonosor hecha de oro y que medía sesenta codos por seis codos (Dn. 3:1, RV). Note el uso del seis (la VP convierte las medidas en metros, 30m de alto por 3m de ancho). Note el elemento de coerción y de autoridad: él les mandó que erigieran una imagen a la bestia. En el tiempo de Juan esto habría sido un busto o una estatua del emperador. En muchos países alrededor del mundo es común encontrar retratos del líder nacional en la pared o en el lugar de trabajo.
Aquí encontramos más información acerca de la herida fatal que había sido sanada (13:3, 12) causada por una espada. La espada corta (gr. machaira) no es probable que sea la palabra de Dios (1:16, 19:15, donde se usa rhomphaia, espada larga). En 19:21 la espada larga es usada para matar a los reyes de la tierra y sus ejércitos; aquí la espada corta es usada para herir a la bestia. La palabra para espada, machaira, es una palabra común para espada en el NT. Es usada para la espada que usó Pedro para cortarle la oreja al siervo cuando lo arrestaban a Jesús (Jn. 18:10) y para la espada del espíritu (Ef. 6:17) y la palabra de Dios (Heb. 4:12). Es usada en otras partes de Apocalipsis para la espada que mató a los mártires (6:4) y la espada usada por la bestia para matar a los santos (13:10).
v. 15 - Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - Se le dio poder para infundir aliento a la imagen. Esto es una falsificación de la creación de Dios en donde Dios da el aliento de vida y el hombre se vuelve un ser viviente. Su habla es una falsificación de la palabra de Dios (Hughes). Contraste esto con el aliento de Dios que volvió a la vida a los dos testigos (11:11). A diferencia de Baal (1 Reyes 18:29) el ídolo podía hablar. Es interesante que en la descripción de Juan de los ídolos en 9:20 dice que "no pueden ver, ni oír, ni andar"; no dice que no puedan hablar (cf. Is. 45:20, Jer. 10:5, Hab. 2:18).
Debemos notar nuevamente que la fuente de la voz es el dragón a través de la línea de autoridad delegada, desde el dragón hasta la bestia del mar (13:2) hasta la bestia de la tierra (13:12) y ahora la imagen de la bestia. Así como Dios habla Su palabra, el Diablo habla mentiras (12:15). A la bestia se le dio una boca para pronunciar palabras jactanciosas y blasfemias (13:5-6). La bestia de la tierra habló como el dragón (13:11). Los espíritus malos salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta (16:13-14). Así también salen palabras de la imagen de la bestia. Las palabras son causadas por demonios (cf. 16:14). Son una señal milagrosa (13:13). El Cordero lucha con la palabra de Dios, la espada del espíritu que sale de la boca (1:26, 2:16, 19:15, 21), así que la imagen de la bestia habla mentiras y muerte. Como Nabucodonosor, obliga a todos a adorar a la imagen de la bestia so pena de muerte. Aquellos que se rehusan a adorar la imagen están en el libro de vida del Cordero (13:8). Al rehusarse a adorar la imagen delatan su identidad como adoradores de Dios (11:1) y son muertos (Beasley-Murray) pero luego los vemos en el cielo como victoriosos sobre la bestia y su imagen (15:2)
Considere la falsa religión (hinduismo, islamismo, etc.) o la falsa filosofía como el comunismo. Es esto lo que le da poder y sustenta al estado. Si tomamos a Mao como nuestro modelo de la bestia, entonces el Partido es su ministro de propaganda (falso profeta) y su imagen equivaldría a los muchos retratos de Mao alrededor de China. Sin embargo, debemos notar que Mao no tenía un gobierno mundial. No es simpático de decir, pero la religión falsa se aplicaría también a la Iglesia Católica Romana, antes de la Reforma, que también estaba basada en Roma. Considere los títulos papales como Santo Padre - esto es claramente blasfemo - y la infalibilidad papal, porque sólo Dios es infalible. Considere prácticas tales como las indulgencias, que son simonía, es decir comprar el perdón.
v. 15 - para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase - La adoración y la idolatría son nuevamente el tema aquí. Esto nos recuerda la historia de Sadra, Mesac y Abednego (Dn. 3:5-6) cuando se da la orden, "cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo" (Dn. 3:6). Esto nos da una pista acerca de la identidad de la bestia que en este caso es Nabucodonosor, es decir un gobernante mundial que gobernó Babilonia, la gran ciudad. La descripción de Daniel de Nabucodonosor en Dn. 4:22 dice, "creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra". Dn. 3:7 indica que "todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado", so pena de muerte. A los santos se les requiere la misma valentía que Sadrac, Mesac y Abednego que dijeron, "No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado" (Dn. 3:16-18). El fuego de Nabucodonosor es temporario, pero el fuego de Dios es eterno. Aquellos que adoran la imagen de la bestia evitan el fuego del hombre pero terminarán en el fuego de Dios en cambio (14:9-11, 20:15, 21:8). Si bien Cristo puede que no los salve del horno del mundo, los salvará del lago de fuego que es la segunda muerte. Si un cristiano se rehusaba a un acto de adoración al César era pasible de la pena de muerte. Aquí la bestia obliga a la gente a la idolatría. Sólo aquellos que conocen a su Dios se rehusan a adorar la imagen (Dn. 11:32). Encontramos a aquellos que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen en 15:2. Esto implica que ser victorioso sobre la bestia es ser un mártir (cf. 12:11). Resistir unirse a aquellos que adoran la imagen involucra paciencia de parte de los santos (14:12), junto con muerte o cárcel. Sin embargo, el castigo impuesto por Dios por adorar a la imagen es severa (14:9-11). La imagen es mencionada tres veces en este capítulo y siete veces más en Apocalipsis (Walvoord).
v. 16 - Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente - Además de forzar a la gente a adorar a la imagen, él también obliga a todos a que reciban un marca sobre la mano o sobre la frente. Esta marca está en la mano y en la frente y es por lo tanto claramente visible; no está oculta. Tenía gran poder sobre todas las clases de la sociedad. Note los tres pares, que dan seis en total: pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos. Contraste esta marca en la mano y en la frente con el mandamiento de Dios a los israelitas en Dt. 6:8, "las atarás (las palabras de los mandamientos) como una señal en tu mano (significando fuerza, es decir acciones), y estarán como frontales en tus ojos (es decir la mente)". Es también una parodia de la liberación de Dios de la esclavitud en Egipto, sólo que es esclavitud. Ver Ex. 13:16 "Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte". Pero los cristianos no reciben la marca (20:4). Esta marca es una parodia del sellado de los siervos de Dios en 7:2, quienes tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes para escapar de la destrucción que está por caer sobre la tierra. Así que los seguidores de la bestia escapan de su ira contra la iglesia llevando su marca (Mounce). La marca afecta su acción (mano) y pensamiento (frente). Identifica a aquellos que adoran a la bestia.
La marca (gr. charagma) no debe ser tomada literalmente como la mayoría del simbolismo de Juan. La marca recibida es una parodia o falsificación del sello recibido por los hijos de Dios (ver 14:1). Este sello no es un sello visible. Tienen el nombre del Cordero y del Padre escritos sobre sus frentes. Si no tomamos esto como una marca literal entonces es probable que la marca de la bestia no sea una marca literal. Aquí está descrita en v. 17 como "la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre" que se identifica como 666 en v. 18. Está vinculada estrechamente con aquellos que adoran a la bestia y a su imagen. Los marca como de él (de la bestia). Es recibida sobre la mente, lo que significa su mente, o sobre la mano, los que significa sus acciones, es decir cualquiera que sigue la filosofía o lleva a cabo las acciones de la bestia. Las características de aquellos que han sido marcados así se describen en 21:8 (también en 22:15): todo aquél que ama (marca en la frente) y practica (marca en la mano) la mentira. De Rom. 12:1 aquellos que adoran a la bestia son los que se conforman a este siglo (mundanos) y no renuevan su entendimiento; no obedecen la voluntad de Dios. La marca puede significar posesión, devoción, aceptación de la autoridad de la bestia. Así como el sello de Dios marca a los que son de Él, la marca de la bestia marca a los que son de él. No sólo el ganado, sino también los esclavos eran marcados como señal de posesión. Tal vez Juan estaba pensando también en las marcas de la cruz que Jesús llevó en sus manos y las marcas causadas por la corona de espinas. Aquellos que reciben la marca serán castigados junto con la bestia (14:9-11, 19:20). Aquellos que adoran a la bestia y su imagen y aquellos que reciben la marca de su nombre son lo mismo (4:11). Los santos son aquellos que no han adorado a la bestia o a su imagen y no han recibido la marca en sus frentes o en sus manos (20:4). Los santos son aquellos que adoran a Dios(11:1), obedecen los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús (14:12).
Barclay tiene los siguientes comentarios sobre la marca. La palabra para la marca de la bestia es charagma, y podría venir de más de una costumbre antigua.
- A veces los esclavos domésticos eran marcados con la marca de su dueño. Pero normalmente eran marcados sólo si se habían escapado o habían sido culpables de alguna falta grave. Tal marca era llamada stigma; todavía usamos la palabra en español (estigma). Si la marca estaba relacionada con esto, significa que los que adoran a la bestia son de su propiedad. Nota: la palabra usada para siervos en Apocalipsis significa esclavos [de Cristo] así que en la misma forma aquellos marcados por la bestia son sus esclavos o siervos.
- Algunas veces los soldados se marcaban ellos mismo con el nombre de su general, si eran soldados devotos de él. Esto, hasta cierto punto, se corresponde con la costumbre moderna de tatuarse la persona el nombre de una persona especialmente querida. Si la marca está conectada con esto, significa que aquellos que adoran a la bestia son sus seguidores devotos.
- En cada contrato de compra y venta había un charagma, un sello, y sobre el sello estaba el nombre del emperador y la fecha. Si la marca está conectada con esto, significa que los que adoran a la bestia aceptan su autoridad. Nota: esto podría ser también un sello de posesión.
- Toda moneda tenía la cabeza y la inscripción del emperador estampados sobre ella, para mostrar que era su propiedad. Si la marca está conectada con esto, significa que los que la llevan son la propiedad de la bestia
- Cuando un hombre quemaba su pizca de incienso al César, se le daba un certificado que decía que lo había hecho. La marca de la bestia podría ser un certificado de adoración que un cristiano podría conseguir sólo al precio de negar su fe
El único otro uso en el Nuevo Testamento de la palabra charagma, fuera de Apocalipsis, está en Hch. 17:29 cuando Pablo habla a los hombres de Atenas, "Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura (imagen, charagma) de arte y la imaginación de hombres." Pablo está contrastando a los ídolos con el Dios viviente que hizo el mundo y todo lo que hay en él (ver Hch. 17:24 cf. Ap. 14:7). Debemos notar entonces la relación estrecha entre la marca y la adoración de la imagen (13:15) que es un acto de idolatría (cf. 2:14, 2:20, 9:20, 21:8, 22:15) y por lo tanto recibir la marca significa ser marcado como un idólatra.
v. 17 - y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marco o el nombre de la bestia, o el número de su nombre - La segunda bestia, además de tener poder religioso (v. 15) tiene también poder económico. Nadie podía comprar o vender a menos que tuviera la marca de la bestia sobre su frente o sobre su mano. Es significativo que las monedas de ese tiempo tuvieran la cabeza del emperador sobre ellas (Mt. 22:19-21) y algunos emperadores usaban títulos divinos sobre las monedas como lo hizo Antíoco Epífanes (Gleason) quien es un tipo del anticristo. El número del nombre se está refiriendo más probablemente a una gematria. La penalidad por adorar a la bestia y su imagen es proclamada por el tercer ángel en 14:9-11 y es el tormento eterno. La primera copa es derramada sobre los que tienen la marca de la bestia y adoran su imagen. Los que son victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre cantarán la canción de Moisés y del Cordero en el cielo (15:2). Reinarán con Cristo por mil años (20:4).
v. 18 - Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis - Aquí se nos advierte que se requiere sabiduría, como en 17:9 donde se requiere sabiduría para interpretar las siete cabezas de la bestia. ¡El que tiene entendimiento que cuente el número de la bestia! Es decir que use su mente. En las siete cartas a las iglesias al que tenía oído se le decía que lo usara (Lenski). Is el número del hombre, lo que significa literalmente que es el número de un hombre, pero note que en griego el artículo definido está omitido así que la versión Reina-Valera está en lo correcto al decir que el número de hombre y no el número de un hombre (ver también Hailey). El número del hombre es seis porque fue creado el día sexto. En Apocalipsis el número siete representa lo completo, como los siete días de la semana. Dios descansó el séptimo día de la creación (Gn. 2:2).
Algunos interpretan este acertijo en la forma de una gematria, en donde el número representa las letras del nombre de un hombre pero que no ha sido resuelto satisfactoriamente al día de hoy. Pero la comprensión más sencilla es que si 7 significa completo entonces 6 siempre se queda corto de 7 y, por lo tanto, 666 es una trinidad de imperfecciones, es la religión del hombre. Por cierto Nerón, Domiciano, Mao, Stalin y Hitler encajan en el papel de la bestia muy bien. Cualquier iglesia bajo persecución identificará fácilmente quién es su bestia. Para cualquier iglesia que no está bajo persecución es sólo una especulación vacía, tendrán que esperar hasta que la bestia sea revelada (2 Tes. 2:3-7). Tal vez debamos hacer caso de las palabras del ángel a Daniel (Dn. 12:9), "estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin". Sólo entonces podremos identificar el último y más grande anticristo al que el Señor matará con el aliento de su boca. Sin embargo, todos los santos necesitan ser capaces de interpretar las señales de los tiempos, y una comprensión de los principios involucrados en el libro de Apocalipsis será por lo tanto de valor. Lenski muestra que Juan escribe el número no en palabras, sino en letras griegas: cxs, c=600; x=60; s=6 (chi_xi_sigma: G5516). Este es el número 6 más su múltiplo de 10, es decir 60, más su múltiplo de 10 x 10 (lo completo intensificado), es decir 600 - por lo tanto, 666, tres veces sin llegar al 7 divino (cf. las medidas de la estatua de Nabucodonosor, 60 x 6 codos, Dn. 3:1).
v. 18 - seiscientos sesenta y seis - Hay explicaciones alternativas. Es difícil señalar a una persona, pero esto es probablemente intencional. Cada vez que usted trate de ser específico generalmente termina teniendo que torcer algún hecho histórico para que encaje. El punto es que Juan está dando principios que se aplican a lo largo de la era del evangelio y no a un punto específico del tiempo. Recuerde que Juan está viendo la historia humana desde la perspectiva del cielo. Como lo deja en claro Juan en su epístola, "el anticristo ha venido, así ahora han surgido muchos anticristos" (1 Jn. 2:18). El número puede ser interpretado simbólicamente como el número del hombre, una trinidad de seis, o específicamente de un hombre, el anticristo.
- Nos dice que es el número del hombre. 6 es el número del hombre porque fue creado el sexto día; 666 es una trinidad, es decir que indica a un hombre aceptando adoración debida a Dios. Esto está reflejado en el anticristo (ver 2 Tes. 2:3-4) que se proclama a sí mismo como Dios. Esto ocurrió en el tiempo de Domiciano que reclamó la divinidad. Esto encaja también con Mt. 24:11 y 24:23-24. Aquí Jesús advierte que habrá falsos Cristos realizando grandes señales y prodigios para engañar aun a los elegidos.
- El número 666 es una trinidad (Satanás, bestia, falsa profeta). Puede ser considerado también la religión del hombre, o su filosofía hecha por el hombre, pero se queda corto de la verdadera religión que es revelada por Dios. La evidencia está más a favor de un hombre, un gobernador o emperador. Sin embargo, el falso profeta (un hombre) dará falsas doctrinas. El producto resultante será una religión falsa o una filosofía falsa. Aquellos que tienen la marca son, por lo tanto, los que siguen o creen en el sistema religioso falso o el sistema filosófico. Por ejemplo, el marxismo, el confucionismo, el budismo, todos se quedan cortos de la religión verdadera revelada divinamente. No llegan a entrar en el descanso de Dios. Seis siempre se queda corto de la perfección (siete). Yerra el blanco, la misma esencia del pecado. Milligan señala que Juan estaría bien consciente del judaísmo pervertido de su tiempo que terminó crucificando a su Señor; era la religión de los hombres (Mr. 7:6-8).
- iii. 666 puede ser también una gematria en que las letras del alfabeto son usadas también como números, tanto en hebreo como en griego. Se han hecho varios intentos, la mayoría sin éxito; traduciendo el griego Nerón Kaisar al hebreo da 666, lo que es interesante. El principio es que Nerón sería un ejemplo de la bestia de la tierra, y otros surgirían después de él (ej: Domiciano). El nombre Jesús en griego es 888, IHSOUS (10, 8, 200, 70, 400, 200). Si la audiencia de Juan lo sabía, como sostiene Sweet, entonces 666 indicaría inmediatamente que 666 era la falsificación del diablo de Jesús, es decir el (o un) anticristo. Si Nerón es el tipo, entonces los ejemplos modernos serían Hitler (considere el nazismo, la filosofía que ayudó a mantenerlo en el poder), Mao (comunismo), Stalin (comunismo); el cumplimiento final es el anticristo. Si a=100, b=101, c=102, etc. entonces HITLER=666. Los primeros seis numerales romanos I V X L C D suman 666. J. B. Smith, citado por Walvoord dice, "todos los números desde 1 a 36 suman 666. La bestia en el sentido mal ocurre exactamente 36 veces (6 x 6) en Apocalipsis. Mounce agrega que todos los números de 1 a 8 también suman 36, y 8 es el número del anticristo porque es el octavo rey (17:11). El principal problema con el uso de la gematria es que muchos nombres pueden dar el resultado 666; no hay un nombre único. Algunos textos hasta han sido alterados para dar 616 que puede dar Nerón César en latín o Gaios Kaisar (Calígula) en griego (ver Sweet). Si tomamos el número de Jesús como 888, esto encaja en el patrón de 7 días de la creación, donde el octavo día es el primer día del nuevo orden. Los judíos creían que los siete días de la creación correspondían a 7.000 años, basados en Sal. 90:4 donde un día equivale a mil años. El sexto día pertenece al anticristo y el séptimo, al milenio. El hecho de que el anticristo es un octavo rey indica que es la falsificación de Cristo (17:11), el penúltimo que reclama ser el último (Sweet). .
- El número resume el carácter de la bestia. Para el judío, seis queda corto del número sagrado siete que es la perfección. Triplicándolo representa el potencial del mal del que no puede haber ninguno mayor, un destino horrendo del que no puede haber otro peor (Milligan).
¿Indica el Apocalipsis que habrá una religión mundial cuando se revele el anticristo? Ap. 13:7 indica que la primera bestia tendrá autoridad sobre "toda tribu, pueblo, lengua y nación". Esta descripción de cuatro partes indica los Cuatro Rincones de la tierra. Y 13:8 indica que todos los habitantes de la tierra adorarán a la bestia, excepto los santos. La segunda bestia ejerce control religioso y económico sobre el mundo. Realiza señales milagrosas que engañan a los habitantes de la tierra (13:14). Él obliga a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia y su imagen (13:12, 15). Él fuerza a todos, de todos los estratos de la sociedad, a aceptar la marca de la bestia sin la cual nadie puede comprar o vender (13:16-17). Por lo tanto, la respuesta a nuestra pregunta es que durante el reino del anticristo habrá una adoración mundial de la bestia y de su imagen, pero los santos lo resistirán hasta la muerte. Dado que la adoración de la bestia es forzada es probable que la religión mundial anterior a la revelación de la bestia sea voluntaria. Debe notarse que con los viajes modernos, los medios y las comunicaciones la estructura a través del cual un reino mundial de la bestia está siendo construido. Cada hogar tiene hasta su propio equipo de TV.
Es probable que muy pronto será posible para una persona tener una marca identificatoria, aun invisible, en la mano o en la frente que identificará en forma única a la persona y será usada para comprar y vender. ¿Es esta la marca de la bestia? Primero, esta marca no se aplicaba a las generaciones anteriores y sin embargo hubo muchos que siguieron a la bestia de su generación. Goldsworthy señala que tomar una interpretación literal de la marca como 666 tiende a desplomarse bajo su propio peso, porque entonces cada individuo estaría estampado con exactamente la misma marca, que tiene valor para identificar a los miembros de un grupo pero no para distinguir a uno del otro. De nuevo, los 144.000 a los que se refiere el cap. 7 y 14 tienen la marca de Dios en sus frentes, pero no tomamos esto en forma literal; simboliza que están sellados en forma segura como la posesión propia del Padre, la redención que es recibida por fe y sellada por el Espíritu de Dios. De forma similar, la marca de la bestia simboliza la incredulidad, el rechazo de Cristo y del evangelio (Goldsworthy). Esta expectativa de una marca literal surge porque interpretamos Apocalipsis en forma literal en vez de simbólica, como debería ser interpretado. También debemos notar que tanto los ricos como los pobres tienen la marca, y es poco probable que tuviera algo que ver con las tarjetas de crédito, que sólo tienen los ricos.
Sin embargo, hay un peligro aquí. Si buscamos algún dictador mundial que tenga control económico sobre los individuos así como un control político y religiosos y que por lo tanto se parece al "anticristo", esto no significa necesariamente que el fin está por llegar a menos que el otro pre-requisito de la segunda venida se cumpla, es decir la predicación del evangelio a todas las naciones (Mt. 24:14). No debemos permitir que la especulación sobre la naturaleza de la marca de la bestia aparte a la iglesia de su misión principal, es decir predicar el evangelio. Cada uno de los cuatro evangelios termina con la gran comisión (Mt. 28:18-20, Mr. 16:15-20, Lc. 24:46-29, Jn. 20:21-23), y Hechos comienza con él (Hch. 1:7-8). Los dos testigos continuaron profetizando hasta que la bestia los mató (11:7).
Las dos bestias representan tanto el poder político y eclesiástico de la bestia. Los padres fundadores de América separaron a la iglesia del estado. Reconocieron que una amalgama de la iglesia con el estado era potencialmente letal para ambos, iglesia y estado. La separación era para impedir que el estado interfiriera con la iglesia y para impedir que la iglesia tuviera poder político con el cual pudiera obligar a la gente. Reconoció la distinción entre dar a César lo que le pertenece a César y dar a Dios lo que le pertenece a Dios. Cuando César empieza a reclamar aquellas cosas que le pertenecen a Dios, se vuelve la bestia. En China hay una iglesia oficial auspiciada por el estado; de nuevo, esto es peligroso porque las demandas de Cristo sobre su pueblo están por encima de las del estado. Cuando el emperador Constantino se declaró cristiano, esto quitó la persecución pero tuvo un efecto desastroso sobre la iglesia. La persecución mantiene a la iglesia pura, pero cuando se convierte en la religión oficial la iglesia se vuelve débil y endeble y finalmente se vuelve apóstata. La iglesia apóstata no ha retrocedido solamente, sino que se ha apartado tanto que es parte de la estructura política de la bestia. Por lo tanto, algunos ven a la iglesia apóstata como Babilonia la grande, cap. 17. La iglesia apóstata se ha vuelto tan mundana que no puede distinguirse del mundo.
Finalmente, ¿cómo deberíamos reaccionar a la bestia del mar y de la tierra? La bestia del mar, que representa a la persecución, requiere paciencia de parte de los santos. La bestia de la tierra, que representa decepción, requiere sabiduría, para saber la diferencia entre el Cordero que fue inmolado y el Cordero que habla como el diablo. 666 representa la religión humana de obras, lo mejor que puede hacer el hombre, pero se queda corto respecto de la obra completa terminada de Cristo en la cruz.
25. El cordero y los 144.000 (14:1)
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(Ap. 14:1) Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y de su Padre escrito en la frente. {2} Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. {3} Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. {4} Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; {5} y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
Después de la serie de visiones con el dragón y las dos bestias sigue una serie de visiones más cortas antes de la visión de las últimas siete plagas. El pasaje plantea la pregunta, ¿por qué está colocado aquí? En 15:2 vemos un grupo de santos que claramente se indica que son victoriosos sobre la bestia. Sin embargo, el punto principal es contrastar a los sellados con la marca de la bestia con los sellados con el nombre del Cordero y del Padre. También muestra que los 144.000 de 7:3 están preservados a salvo ahora en el cielo a pesar de haber sido derrotados y martirizados por las dos bestias del capítulo anterior. Juan se repite de nuevo en 15:2 al mostrarnos los victoriosos sobre la bestia, pero nuestro Dios se repite para que nosotros, sus hijos, podamos recibir el mensaje.
Caird señala que Apocalipsis es una exposición del Salmo 2, y tiene una referencia al monte de Sion en v. 6, "yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte". Él ve a los 144.000 como el ejército del Señor del Señor que sigue a Cristo por donde va (v. 4), los encuentra nuevamente siguiendo a Cristo en 19:14, 19, y de nuevo en 17:14. En ambas escenas el contexto es de una batalla. Él considera su numeración en el censo (7:4) como un llamado militar, lo cual contesta también la pregunta de por qué no se contaminaron con mujeres. La fuente de este simbolismo son las regulaciones para la guerra santa que requería que los hombres fueran puros ceremonialmente (Dt. 23:10-11, cf. 2 Sam. 11:11). Él ve a los 144.00 como mártires y por lo tanto las primicias de la gran recolecta de los santos. Como Jesús, el Cordero del sacrificio, no se encontró ninguna mentira en sus bocas; son sin mancha (1 Pedro 1:19, 2:22-24).
v. 1 - Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y de su Padre escrito en la frente - "Después miré" presenta una nueva sección que contrasta a los que reciben la marca de la bestia, en la sección anterior, con los que se describen aquí, que no reciben la marca de la bestia pero que en cambio tienen el nombre del Cordero y del Padre en su frente. Son aquellos que son victoriosos sobre la bestia. De nuevo, en 15:2, encontramos a los que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre. Esta escena es similar a Zac. 14:4: cuando el Señor vuelva se parará sobre el monte Sion y con Él estarán sus seguidores (ver también Hch. 1:9-12). Sin embargo, más adelante encontramos que Juan oye un sonido del cielo (v. 2) y están cantando un cántico nuevo ante el trono (v. 3) y han sido redimidos de la tierra (v. 3), así que por lo tanto el monte Sion está en el cielo (ver también Heb. 12:22, Joel 2:32, Miq. 4:7). Los mismos 144.000 que fueron sellados en 7:3 están ahora en el cielo; están junto al Cordero, los que fueron sellados entonces son los que ahora han sido salvados. Ninguno se ha perdido. Había 144.000 sellados y hay 144.000 en el cielo (Jn. 6:39, 10:28-30, 17:12,18:9). Fueron marcados en Cristo con un sello, el Espíritu Santo prometido que la garantía de su herencia en el cielo (Ef. 1:13-14). Este pasaje nos dice más acerca del sello: tenían su nombre (el del Cordero) y el del Padre escrito en sus frentes (22:3), es decir sellados por el Padre y el Hijo, el sello de protección y de posesión. Esto está en contraste con los seguidores de la bestia que tienen el nombre de la bestia en su mano derecha o su frente (13:16). Los santos son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28:19, Hch. 2:38). El nombre significa que no sólo son posesión de Dios como esclavos sino que también son parte de la familia de Dios. Toman su nombre del Padre y del Hijo como hijos adoptados a la familia de Dios, tanto en el cielo como en la tierra (Ef. 1:5, 3:14-15).
La referencia al monte de Sion es probablemente otra referencia al Salmo 2 donde Cristo es instalado como Rey sobre Sion, el monte santo de Dios. El monte de Sion es donde mora Dios (Is. 8:18). Es también donde mora su pueblo. Joel 2:32 señala que habrá liberación en el monte de Sion cuando llegue el día grande y terrible del Señor. Note que en Ap. 22:3-4 los siervos de Dios los sirven y Su nombre estará sobre sus frentes. Estos siervos son los mismos que los 144.00 que son también siervos (7:3-4) y que representan a toda la iglesia. En 17:14 encontramos también al Cordero junto con Sus seguidores llamados, elegidos y fieles.
v. 2 - Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas - En 19:6 oyó lo que parecía una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como la voz de grandes truenos, que decía, "¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!" Así como la voz de Dios sonaba como un trueno, en 10:3 la voz del ángel sonaba como siete truenos.
El sonido que oyó Juan del cielo era de una gran multitud cantando (ver v. 3). En Ap. 15:2 los que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y sobre el número de su nombre también, como estos, tenían arpas que les dio Dios. Si comparamos este grupo con los 144.000 sellados de 7:1 y la gran multitud de 7:9, entonces los dos grupos que tocan arpas, los 144.000 de aquí y los victoriosos sobre la bestia son un único grupo. Tenían arpas que les dio Dios y los ancianos también tenían arpas, lo que es un símbolo de adoración.
v. 3 - Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra - Los siguientes tres versículos dan una descripción de los redimidos. La primera impresión de uno es que son un grupo especial de santos. Sin embargo, una inspección más cuidadosa revela que tienen las características de todos los redimidos.
Los redimidos cantan esta canción delante de Dios, ante los seres vivientes y los ancianos. Algunos señalarían que los ancianos entonces no pueden ser representativos de los redimidos. Sólo los redimidos pueden cantar esta canción. Se menciona un cántico nuevo mucho antes y es cantada por los ancianos (5:9) en adoración del que compró a los hombres para Dios. Los redimidos también tienen un nombre nuevo (2:17). Era un cántico nuevo para los ancianos porque la encarnación de Cristo y Su ascensión al cielo es un evento nuevo en el cielo. Es una nueva canción para los redimidos porque su salvación está completa; están ahora en el cielo por primera vez. Su redención está completada. Como redimidos, sólo ellos la pueden cantar. Los ángeles no pueden ser redimidos así que no pueden cantar esta canción. Sólo aquellos nacidos en la tierra pueden cantar esta canción. Es una nueva experiencia y por lo tanto, una nueva canción (Hendriksen). Is. 25:9 nos da una idea de cómo podrá ser esta canción.
"He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará;
éste es Jehová a quien hemos esperado,
nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación."
v. 4 - Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero - La virginidad aquí significa pureza, y no debe tomarse literalmente (2 Cor. 11:2); significa que fueron fieles a su Señor. Son la novia de Cristo y, por lo tanto, son vírgenes espiritualmente. No fueron infieles a su Señor. El sexo dentro del matrimonio no es pecado. Esto también puede tomarse como evitar el sexo durante la batalla (Caird). Siguen al Cordero, Jesucristo, lo cual significa que son sus discípulos (Jn. 1:43, Jn. 10:4). En 19:14 los ejércitos del cielo también se encuentran siguiendo al Cordero a la batalla. En 17:14 también encontramos a la bestia haciendo guerra contra el Cordero - y con Él estarán sus seguidores llamados, escogidos y fieles. Seguir al Cordero por dondequiera que va conduce normalmente a la cruz (Jn. 13:36). Franzman comenta que el objetivo y la corona de vida de la iglesia, la novia del Cordero, es que esté unida por siempre con Él. Es por lo tanto natural que hasta que alcance ese objetivo y hasta que consiga esa corona su vida consista en seguirlo a Él (cf. Jer. 2:2).
v. 4 - Estos fueron redimidos de entre los hombres - Estos son los redimidos del Señor, comprados de toda tribu y lengua y pueblo y nación (cf. Ap. 5:9, Sal. 74:2). Como en el censo de los 144.000 en 7:3 ff., que son redimidos, éstos también son los redimidos del Señor (ver también "redimidos" en v. 3).
v. 4 - como primicias - Los cristianos son una nueva creación. Aquí los cristianos son las primicias (Stg. 1:18); contraste esto con la cosecha de las uvas de la tierra, que son los incrédulos que son pisoteados en el gran lagar de la ira de Dios. En el Antiguo Testamento las primicias de la cosecha eran siempre ofrecidas al Señor (Dt. 26:9-10) y le pertenecían al Señor. Note que Stg. 1:18 no sugiere que las primicias sean mártires; sugiere que los santos son las primicias. Los 144.000 son las primicias de la cosecha de la tierra; le pertenecen al Señor. El resto de la cosecha no. Compare la cosecha de la tierra (santos) en 14:14-16 con la cosecha de las uvas de 14:17-20 (hombres destinados a la ira).
Caird dice que "la idea detrás de ofrecer las primicias era que todas las cosas vivas le pertenecen a Dios y no deben ser dedicados a propósitos seculares sin un reconocimiento de Sus derechos. La dedicación de las primicias "redimía" la cosecha, y así la liberaba para su uso común. Los derechos de Dios en general están garantizados por su posesión de una parte (Ex. 39:22, Lev. 23:15-22, Num. 28:26, Dt. 16:9-12). De la misma forma, los primogénitos de los hombres le pertenecen a Dios, pero se ha hecho provisión para su redención, porque Dios ha aceptado a los levitas en su lugar (Num. 8:14-18) para que sean un símbolo de la santidad a la cual estaba llamada toda la nación. En el Nuevo Testamento Jesús es llamado las primicias porque su resurrección fue la señal y la garantía de una cosecha mayor (1 Cor. 15:20, 23) y el Espíritu es llamado las primicias porque es el compromiso de la herencia venidera (Rom. 8:23, 2 Cor. 1:22, 5;5, Ef. 1:14). Así, cuando Juan dice que los mártires han sido rescatados de toda la humanidad para ser primicias, debe querer decir que la ofrenda de sus vidas a Dios en sacrificio es la ceremonia inaugural de la gran cosecha.
v. 5 - y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios - Compare a los santos que no mienten con los mentirosos de 21:8. Compárelos también con el pasaje de Efesios acerca de la iglesia (Ef. 5:27) donde la iglesia es descrita como "santa y sin mancha". Ver también Sof. 3:13 en donde "el remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa". Ellos lo siguen a Cristo en el martirio y así como no se encontró engaño en Su boca (Is. 53:9) y fue un cordero sin defecto, ellos también están sin culpa (1 Pedro 1:19). Estos dos últimos versículos son la única indicación de que son mártires, pero como el mártir es un testigo, el caso a favor de que este grupo esté compuesto sólo de mártires no puede ser establecido con certeza. A diferencia de los adoradores de la bestia, no han sido engañados para adorar a la bestia y para creer la mentira (2 Tes. 2:11). Su confesión (testimonio) de Jesucristo fue la verdad suprema (1:9, 6:9, 11:7, 12:11, 12:17, 17:6, 19:10, 20:4). No habían negado el nombre de Jesús ante los hombres (la mentira suprema) y estaban en consecuencia de pie ante el Cordero (14:1).
26. Los tres ángeles (14:6)
(Ap. 14:6) Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. {7} diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. {8} Otro ángel le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. {9} Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, {10} él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; {11} y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. {12} Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. {13} Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Después de la visión de las dos bestias, él ve a los 144.000 con el Cordero en el monte de Sion y luego ve los tres ángeles. Cada uno de los tres ángeles proclama juicio. El primero anuncia a todo el mundo que el juicio está empezando, pero hace un llamado especial a aquellos que están en la tierra para que adoren a Dios porque es el Creador. El segundo, pronuncia juicio sobre Babilonia la grande que ha hecho a las naciones beber el vino enloquecedor de sus adulterios. El tercero, pronuncia un juicio terrible de tormento eterno mediante fuego y azufre sobre aquellos que adoran a la bestia y tienen su marca. Vinculado a esto hay un llamado a la paciencia de parte de los santos, seguido de una bendición sobre aquellos que mueren en el Señor de ahora en adelante. Después de esto viene la Segunda Venida y la cosecha de la tierra. La Segunda Venida y el castigo de la bestia, el falso profeta y Satanás y de los que adoran a la bestia y el juicio de Babilonia la Grande son tratados con mayor detalles más adelante.
v. 6 - Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo - El evangelio eterno es proclamado a toda la humanidad (ver 11:9) y es universalmente válido. Note la descripción en cuatro partes que indica que vienen de los Cuatro Rincones de la tierra. Este es el último llamado antes del juicio que viene, que son las siete copas. Después será demasiado tarde (ver Mt. 24:14) porque el evangelio habrá sido predicado a toda nación sobre la tierra. Note que este llamado ocurre entre el águila que vuela en la mitad del cielo gritando "¡Ay, ay, ay!" para los últimos tres toques de trompeta y las aves reunidas en el medio del cielo para la gran cena del Señor. Es un último llamado.
v. 7 - diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas - El evangelio, en su forma más sencilla, consiste en temer a Dios, darle gloria y adorar a Dios como creador (Hch. 14:15) porque la creación misma declara al Creador (Sal. 19:1, Rom. 1:20). Sin embargo, el hombre se rehusa a hacer esto y prefiere la idolatría en cambio (9:20). Adoran a la bestia en vez de Dios (13:4). Los santos, sin embargo, en contraste reconocen a Dios como Creador y por lo tanto lo adoran (11:1). No adoran a la bestia (20:4). La hora de Su juicio ha llegado, es decir la cosecha de las uvas y el lagar de la ira de Dios, las siete copas y el juicio de Babilonia la Grande, pronunciado por el segundo ángel en el versículo siguiente. Son los cielos, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas las que son afectadas por el juicio de Dios sobre de las primeras cuatro de las siete copas, y de ahí su mención aquí (cf. Ex. 20:11): Copa 1 (la tierra), copa 2 (el mar), copa 3 (las fuentes de las aguas) y copa 4 (el sol). En otra parte en Apocalipsis encontramos que Dios es reconocido como Creador, primero por los ancianos (4:11) y por el ángel fuerte (10:6). Sin embargo, la humanidad ha suprimido la verdad acerca de Dios, "y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles" (Rom. 1:23). Los hombres prefieren adorar a la bestia antes que a Dios (ver 13:4). La humanidad, mediante una teoría no probada de la evolución, prefiere ser el producto del azar y descender de animales antes que ser creados por la voluntad de Dios (4:11) y en la imagen de Dios (Gn. 1:27). "Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador" (Rom. 1:25). La idolatría lleva a la depravación y a la maldad (Rom. 1:24 ff., ver también Ap. 9:20-21).
v. 8 - Otro ángel le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación - La caída de Babilonia es proclamada también por un ángel en 18:2 y descrita en 17:16 ff. Su mensaje interpreta en parte la "hora del juicio" que había advertido el primer ángel: "¡Ha caído, ha caído Babilonia la gran ciudad!" (Swete). Esta es una introducción a la caída de Babilonia la Grande (ver Ap. 17), citado de Jer. 51:7-8 e Is. 21:9. Babilonia la Grande es una referencia a Dn. 4:30 cuando Nabucodonosor se congratula sobre sus logros, "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?" Inmediatamente se convirtió en una bestia y fue arrojado de entre los hombres. Para Juan, Roma es un tipo de Babilonia y el Emperador Romano es un tipo de Nabucodonosor, que no le dio gloria a Dios. Babilonia sedujo al mundo con sus adulterios (18:3). Babilonia se menciona por primera vez en Gn. 10:10. Ella es la prostituta que ha seducido y ha corrompido a las naciones del mundo intoxicándolas con la influencia de su maldad (adulterios). Las ciudades siempre tienden a concentrar el mal dentro de la humanidad. Babilonia es un símbolo para el espíritu de impiedad que en cada edad seduce a los hombres fuera de la adoración del Creador hacia la adoración de las cosas creadas. Las ciudades, en su esplendor, son un monumento al hombre. Piense en la torre de Babel o en los rascacielos de Manhattan.
v. 9 - Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, {10} él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero - El primer ángel proclamó el evangelio eterno a aquellos que viven en la tierra que era el de temer a Dios, darle gloria y adorarlo a Dios como Creador. En contraste con los que adoran a Dios (14:1-5) el tercer ángel detalla el castigo para los que adoran a la bestia y a su imagen. Anteriormente en Ap. 13:1-2, la bestia de la tierra obligó a los habitantes de la tierra a adorar a la primera bestia del mar (13:12) y a adorar a su imagen (13:15) y a recibir la marca de la bestia (13:16). Al hacerlo estaban adorando a Satanás (13:4) que le había dado autoridad a la bestia. Aquellos que no adoraron a la imagen fueron muertos o no pudieron comprar (13:15-17). El ángel ahora pronuncia juicio sobre estas persona que sí adoraron a la bestia y por lo tanto rompieron el primer y segundo mandamiento (Ex. 20:3-5). Aquellos que adoran a la bestia se unirán a la bestia (19:20). Estos son aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero (13:8, 20:15). Su pecado era tener la marca de la bestia sobre la frente, el lugar reservado para el nombre de Dios (Platt, cf. 7:3). Tener la marca de la bestia más probablemente indica que pertenecen a la bestia, en contraste de aquellos que tienen el sello de Dios sobre sus frentes (7:3; 14:1).
Beber el vino de la ira de Dios es una metáfora común del Antiguo Testamento (Job 21:20, Sal. 75:8, Is. 51:17, Jer. 25:15). Una figura similar es usada en la expresión "el lagar de la ira de Dios" en 14:19 (cf. Babilonia a quien Dios le dio la copa llena del vino del furor de su ira, 16:19). La ira de Dios es derramada con toda fuerza; no está mezclada con la misericordia. El castigo será en la presencia de los santos ángeles y el Cordero, lo que lo hace más personal. Esta es la primera vez que el castigo por fuego y azufre ocurre y es una referencia al juicio de Dios sobre Sodoma y Gomorra (Gn. 19:24, Lc. 17:29, ver también 2 Pedro 2:6, Judas 1:7). Esto se cumple finalmente en Ap. 19:20, 20:10, cuando la bestia y el dragón son consignados al lago de fuego y azufre, y en 20:15, 21:8 cuando sus seguidores se unen a ellos. Nuestro horror sobre este juicio debe ser entendido a la luz del odio eterno de Dios de la maldad; el carácter de Dios nunca cambia.
v. 11 - y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre - El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos (cf. Is. 34:10). Su castigo es eterno así como el de Satanás (20:10, ver también Mt. 25:41-46, Judas 1:7) porque Dios vive por los siglos de los siglos (15:7) y su odio del pecado es eterno. No tienen reposo de día ni de noche, en contraste con los redimidos que sirven a Dios día y noche (7:15) y no tienen dolor (21:4) y descansan de sus trabajos (v. 13). Aquellos que adoran a la bestia se unirán a la bestia (19:20, 20:15, 21:8). Esto contrasta con el castigo de ser arrojados en el horno de fuego amenazado por Nabucodonosor a aquellos que se rehusaban a adorar su imagen (Dn. 3:15).
v. 12 - Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús - Este es el último de tres llamados a la "paciencia" de los santos (1:9, 13:10) frente al sufrimiento (2 Cor. 1:6). Los santos, que obedecen los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús, son contrastados aquí con aquellos que adoran a la bestia (14:9), que no obedecen los mandamientos de Dios y no son fieles a Jesús (sus pecados son listados en 9:20-21, 16:9, 21:8, 22:15, que rompen la mayoría de los diez mandamientos). Los santos no deben volver sus espaldas a la fe bajo persecución (12:17) o ante la tentación de unirse a aquellos que adoran a la bestia. Si lo hacen, entonces se unirán a ellos también en su castigo eterno. La ventaja temporal ganada por adorar a la bestia no vale sus consecuencias eternas. La pequeña ganancia temporal no vale la consecuencia eterna de castigo, en tanto el pequeño dolor momentáneo conduce a la gloria eternal (cf. 2 Cor. 4:17).
v. 13 - Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen - Se le dice que escriba (1:19), lo cual enfatiza la bendición (cf. 19:9, 21:5). Esta es una de las siete bendiciones en Apocalipsis. Si el versículo anterior es una advertencia, entonces este versículo es un aliento para aquellos que deben morir por su fe. Aquellos que mueren en el Señor irán a estar con el Señor y descansarán de sus trabajos. Esta frase está agregada para alentar a los que deben morir por su fe, ya que la paciencia incluye la posibilidad del martirio. Su trabajo es permanecer fieles a Jesús. Este es el trabajo supremo (ver Jn. 6:29, "Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado". Esto está en completo contraste con el v. 11, donde no hay descanso día y noche para aquellos que adoran a la bestia y a su imagen, pero éste es un libro de contrastes. "Sus obras con ellos siguen" enfatiza de nuevo las consecuencias eternas de nuestras acciones temporales, así como adorar a la bestia tiene consecuencias eternas negativas. Hay alguna incertidumbre acerca del texto. Podría querer decir "bienaventurados los que mueren de aquí en adelante", o "bienaventurados los que mueren en el Señor, porque de ahí en adelante (es decir después de la muerte) descansarán de sus trabajos. Cuando un hombre se muere no puede llevarse sus posesiones con él, pero los actos que hizo cuando estuvo vivo (sean buenos o malos) lo siguen (2 Cor. 5:10), Ver también Ap. 20:12, donde los muertos son juzgados por lo que han hecho. Para el predicador, podría ampliar sobre el tema de las riquezas en esta vida presente comparado con las riquezas de la vida venidera (ver también 1 Tim. 6:17-19, Lc. 12:32-33, Lc. 12:19-21).
27. La cosecha de la tierra (14:14)
(Ap. 14:14) Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. {15} Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado; pues la mies de la tierra está madura. {16} Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. {17} Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. {18} Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. {19} Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. {20} Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.
En las Escrituras hay una cantidad de referencias a las dos cosechas, una cosecha de granos y una cosecha de uvas para producir vino a partir del jugo del lagar (Num. 18:27, Dt. 15:14, 2 Reyes 6:27). En el pasaje siguiente se mencionan dos cosechas. La primera es la cosecha de los justos; la segunda, la de los malvados.
v. 14 - Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda - "Miré" indica una nueva visión. La nube blanca nuevamente indica la Segunda Venida. La hoz es una referencia a la Segunda Venida y a la cosecha de la era (Mt. 13:37, Mr. 4:26 y también Joel 3:12-13). "Uno semejante al Hijo del Hombre" es Cristo (1:13) y está tomado de la visión de Daniel de "uno como un hijo del hombre" (Dn. 7:13, ver también Ap. 1:7, Mr. 12:26, Mt. 24:30). En contraste al hombre que se había vuelto como una bestia por usurpar la autoridad de Dios, vendrá el día cuando las riendas del gobierno estarán para siempre en las manos de un hombre digno del nombre (Baldwin). Nota: la palabra griega para corona usada aquí es stephanos, no diadema (usada en 19:12). Stephanos se usa para la corona de oro usada por el jinete del caballo blanco en 6:2.
v. 15 - Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado; pues la mies de la tierra está madura - El fin de la era ha llegado (Mt. 13:39). El ángel sale del templo, lo que significa la presencia de Dios, porque sólo Dios puede decidir el fin de la era (Mt. 24:36, Hch. 1:7). El ángel actúa como el mensajero de Dios.
v. 16-17 - Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. {17} Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda - Vemos aquí que Cristo tiene una hoz y la tierra es cosechada. Luego vemos que el ángel también tiene una hoz y recoge las uvas de la tierra para el lagar de la ira de Dios. Es probable que la cosecha que recoge Cristo es su pueblo, el trigo. Estas son las primicias de la cosecha mencionada en Ap. 14:4. Los ángeles también participan en la cosecha (Mt. 13:41). Quitan los yuyos de los malos que son dejados después del rapto de los elegidos.
v. 18 - Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras - Las palabras del ángel son similares a Joel 3:13, lo que es claramente un juicio. El ángel encargado del fuego, es decir el fuego del juicio, vino del altar donde se ofrece el incienso y las oraciones de los santos (8:3). Este mismo incensario es llenado con fuego y arrojado a la tierra (8:5) como un preludio a las siete trompetas. Las uvas de la ira significan que el tiempo que Dios considera para la Segunda Venida y la cosecha de la era ha llegado. El ángel encargado del fuego luego ordena al ángel con la hoz que recoja la uvas porque están maduras. El hombre ha completado sus pecados hasta el tope (Joel 3:13).
v. 19 - Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios - El lagar de la ira de Dios aparece en Is. 63:2-6, Lam. 1:15, Joel 3:13 (ver también Ap. 19:15, donde se dice que Cristo pisa el lagar de la ira de Dios. Ese pasaje trata con la segunda venida de Cristo, al igual que este pasaje. El lagar es una expresión de la ira de Dios y de día de su venganza. Hendriksen lo ve como representando al infierno, pero es más probable que sea la masacre que resulta del día de Su venganza cuando ejecuta juicio sobre la tierra (Sof. 1:14-18, Lam. 1:15 cf. Ap. 19:15, 21). En esta referencia a la ira de Dios las personas son las uvas que son prensadas en el lagar y su sangre es el jugo de uva. Juan usa una figura similar en 14:10 donde los que adoran a la bestia tomarán el vino de la furia de Dios. Ver también la referencia a Babilonia, donde Dios le dio la copa llena del vino de la furia de su ira (16:19) que resultó en que fuera consumida por fuego (18:8, 19:3).
v. 20 - Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios - La palabra griega para sangre, haima, puede ser usada figurativamente para el jugo de uvas. Son pisoteadas en el lagar fuera de la ciudad por allí es donde están los malvados (ver Ap. 22:15). Su ira no es contra su pueblo dentro de la ciudad que es la Nueva Jerusalén. Así como los gentiles pisotean su ciudad santa (11:2), Jesús pisotea a los malvados fuera de la ciudad (19:15). Mil seiscientos estadios (295 km, el largo de Israel aproximadamente) es un número simbólico derivado del cuadrado de 4, el número de la tierra (7:1) multiplicado por el cuadrado de 10, el número de lo completo (5:11). Por lo tanto significa "completo" en relación con el mundo creado y la incapacidad de que nadie pueda escapar al juicio de Dios (Wilson). Ver también la descripción del juicio sobre Faraón en Ez. 32:6, "regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes..."
Escena 5: Las siete copas
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Siete ángeles con siete plagas (15:1)
Las siete copas (16:1)
28. Siete ángeles con siete plagas (15:1)
(Ap. 15:1) Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. {2} Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. {3} Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. {4} ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?, pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios han manifestado. {5} Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; {6} y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. {7} Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. {8} Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles.
Con los siete sellos hay un interludio entre el sexto y el séptimo sello, para que la iglesia pudiera ser sellada en preparación para las siete trompetas. También hemos visto que las siete trompetas, que se parecen a las plagas sobre Egipto, fueron enviadas para advertir a la humanidad y para llamar a la humanidad al arrepentimiento. También vimos que entre la sexta y la séptima - y final - trompeta los dos testigos, representando a la iglesia, también están llamando a la humanidad al arrepentimiento. Aquí, al comienzo de la ira de Dios, vemos un cuadro de los redimidos en cielo que habían sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre. Ellos cantan el cántico de Moisés que cantaron los israelitas al cruzar el Mar Rojo. El cántico de Moisés indica el éxodo del mundo y la destrucción de sus enemigos. Esta victoria sobre los egipcios prefiguró la victoria de los redimidos de Dios sobre la bestia, su imagen y su número (Hendriksen). Vienen, a continuación, las siete copas de la ira de Dios que pueden ser comparadas al Mar Rojo que ahogó a los egipcios que siguieron a los israelitas al Mar Rojo (Caird). Esto puede ser comparado también al lago de sangre formado del lagar de la ira de Dios en el capítulo anterior (Caird). No hay ningún intervalo entre la sexta y la séptima copa, como lo hay entre la sexta y la séptima trompeta, que se incluyó para que la iglesia pudiera testificar al mundo y hubiera un último llamado al arrepentimiento. No hay tal intervalo con las copas porque el tiempo del arrepentimiento ha pasado. En cambio, la escena se movió inexorablemente desde la primera hasta la última copa a medida que se van vertiendo, una tras otra. Las trompetas advierten; las copas son derramadas (Hendriksen).
Esta sección sobre las siete copas puede ser vista como una vista más detallada del lagar de la ira de Dios que se encuentra en Ap. 14:19-20, que está claramente conectado con la venida de Cristo y la cosecha de la edad. En 14:19 encontramos la expresión "lagar de la ira de Dios" y en 15:1 se dice que las siete últimas plagas completan la ira de Dios. En 14:20 encontramos un vasto lago o mar de sangre por una distancia de 1600 estadios; en la segunda copa encontramos que el mar es convertido en sangre como de un hombre muerto (16:3). Si las siete copas son una descripción más detallada del lagar de la ira de Dios, entonces las siete copas ocurren durante el tiempo de gran aflicción justo antes de la Segunda Venida de Cristo. Note la repentina referencia a Su segunda venida durante la sexta copa. Note que en 19:15, que trata con la Segunda Venida, Cristo es descrito como el que pisa el lagar de la ira de Dios Todopoderoso. Uno puede ver también en este pasaje una vista más detallada de la ira de Dios y del Cordero que se menciona por primera vez en 6:16-17. En contra de este punto de vista está el hecho de que el día del Señor traerá una destrucción rápida sobre la humanidad (Sof. 1:18). No parece haber tiempo para las siete copas y el Señor aparece sólo durante la sexta copa. A menos que se incluyan las siete copas en el tiempo de la gran aflicción justo antes del fin, indicado en Lc. 21:25-28, Mt. 24:21-30, Mr. 13:14-27.
Wilcock (p. 146) señala que vez tras vez el mundo será afligido (los sellos). Cada vez que se cause sufrimiento, Dios advierte que no puede ser causado con impunidad (las trompetas). Cada vez que no se hace caso de sus advertencias, Él castigará finalmente a los malhechores (las copas).
Las siete copas pueden ser vistas como la respuesta de Dios a las bestias de cap. 13 y la persecución del pueblo de Dios. Las copas están dirigidas a:
- La gente que tenía la marca de la bestia y adoraron su imagen (16:2)
- Aquellos que habían derramado la sangre de los santos y los profetas (16:6)
- El trono de la bestia y su reino (16:10)
- El aire donde Satanás tiene su morada (16:17)
v. 1 - Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios - Ve otra señal en el cielo, así como vio a la mujer (12:1) y el dragón (12:3). Esto presenta una nueva sección. De acuerdo a Wilcock, la nueva sección sobre las plagas comienza realmente en v. 5 con el cambio de escena, así como se presenta a la bestia en Ap. 11:7 antes de su sección principal en cap. 13, y Babilonia es presentada en 14:8 y 16:19 antes de su sección principal en cap. 17. Esto ubica a la primera mención de las copas directamente después del lagar de la ira de Dios, vinculándolos a ambos.
Esta es una señal, así que las siete copas no deben tomarse literalmente, pero eso no quiere decir que no expresen algo que es real. Detrás de cada símbolo hay algo más real que el símbolo. Por ejemplo, el Cordero o la mujer de 12:1, o el dragón de 12:3. Una pregunta clave es ¿cuándo ocurrirá esto? La sexta copa está estrechamente vinculada con la última batalla entre los enemigos de Cristo y el Señor, el día del Señor y la Segunda Venida. La séptima copa describe la destrucción de todas las ciudades, pero la humanidad todavía está en ellas. Sin embargo, la perspectiva es del cielo y los eventos podrían transcurrir a lo largo de la era del evangelio y referirse, por lo tanto, al juicio final de Dios de los individuos mediante desastres "naturales". Este es el punto de vista idealista. El futurista consideraría que todo ocurre en el futuro en algún evento escatológico culminante. Por cierto las copas sexta y séptima son futuras como probablemente lo sean la cuarta y la quinta. Las siete plagas han sido comparadas a veces con la advertencia dada en Lv. 26:21, 24, 28, "si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados". Ellos ignoraron las advertencias de las trompetas así que Dios multiplica sus aflicciones con las copas. Las siete plagas son el derramamiento completo de la ira de Dios. Las trompetas son advertencias, pero estas plagas no son advertencias; son los juicios finales.
Las trompetas advierten, las copas son derramadas (Hendriksen). La séptima copa (16:17) indica la concreción de la ira de Dios. La similitud entre las trompetas y las copas es otro ejemplo de paralelismo. Hendriksen ofrece los siguientes argumentos a favor del paralelismo:
- El parecido cercano de las trompetas con las copas
- Ambas visiones de las trompetas y de las copas finalizan con la escena del juicio (11:18, 16:17)
- La visión de las copas (15:1) tienen una apertura casi idéntica a la de la visión de la mujer y el dragón (12:1)
- Las copas son derramadas sobre los que tienen la marca de la bestia. Esto es muy general históricamente
- Tenemos, en la visión de las copas (16:13), una descripción de las mismas fuerzas del mal que en la visión del dragón (12:3), la bestia del mar (13:1) y la bestia de la tierra (13:11)
v. 2 - Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios - Wilcock argumenta que esta sección de los redimidos victoriosos pertenece al final de la sección anterior, después de la cosecha. Las plagas sólo se presentan en 15:1 y la sección sobre las plagas comienza en v. 5, con la frase "después de estas cosas miré..." que presenta un cambio de punto de vista. El cántico de victoria de los redimidos parece más apropiado a la sección anterior que ahora ve a los santos en el cielo después de la cosecha. La próxima escena comienza con la apertura del Tabernáculo del testimonio.
Así como Satanás se paró junto al mar en 13:1, el pueblo de Dios está mirando. Así como cuando los israelitas cruzaron el Mar Rojo y los egipcios fueron destruidos y cantaron entonces el cántico de Moisés (Ex. 15), el pueblo de Dios se para a la orilla de un mar celestial antes de cantar el cántico de Moisés. Podría haber un vínculo a las aguas del bautismo que también están vinculadas con el Mar Rojo (1 Cor. 10:2). Este es el mismo mar de vidrio que se ve en 4:6, sólo que está mezclado con fuego por el juicio venidero (8:5, 7).
Es la misma palabra griega que se traduce aquí como "victorioso" (gr. nikao) la que se traduce como "vencer" en 11:7 cuando la bestia vence a los dos testigos y se traduce "vencer" en 13:7, cuando la bestia hace guerra contra los santos. Los que han sido victoriosos contra la bestia son los que no adoraron a la bestia o a su imagen o no han recibido su marca (20:4). Ellos soportaron pacientemente su persecución y permanecieron fieles a Jesús (13:10). Están ahora en el cielo, son mártires (ya sea por su testimonio o por su muerte), han vencido (nikao) al diablo por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte (12:11). Tenían arpas como lo hicieron los 144.000 de 14:1-3, así que es probable que ambos grupos sean los mismo, así como los 144.000 de 7:3 son lo mismo que la gran multitud de 7:9.
v. 3 - Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero - El cántico de Moisés fue cantado después de la liberación a través del Mar Rojo, después que vieron el gran poder del Señor desplegado contra los egipcios, cuando fueron destruidos (ver Ex. 15). Debe notarse también que estas plagas son también similares a las plagas de Egipto, pero los egipcios no fueron destruidos finalmente hasta que entraron al Mar Rojo. Hay otro cántico de Moisés en Dt. 31:30 ff., en este contexto, que habla de la liberación de Dios de su pueblo. Si el cántico de Moisés de Ex. 15 se aplica, pero en el contexto de las siete plagas, entonces el cántico de Moisés de Dt. 31:30 se aplica mejor. No sólo cantaron el cántico de Moisés sino que cantaron el cántico del Cordero, lo que tal vez signifique una canción.
v. 3-4 - diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. {4} ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?, pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios han manifestado - Así como los israelitas alaban a Dios en el cielo por sus grandes obras al sacarlos de Egipto, el pueblo de Dios en el cielo lo alaba por sus juicios próximos. Debido a la santidad de Dios, Él es perfectamente justo en traer estas plagas que son en respuesta al pecado del hombre. Es Su misericordia la que ha demorado estos juicios finales para que todos los hombres vengan al conocimiento de la verdad y sean salvos (1 Tim. 2:4). Las obras justas debe ser traducido juicios justos. Las copas son sentencias judiciales. En 16:5-7, después de la tercera copa, el ángel declara que Dios es justo en Sus juicios porque la humanidad ha derramado la sangre de los santos, y los mártires contestan lo mismo. Se nos recuerda aquí de nuevo cuán horrendo es, a los ojos de Dios, la persecución de Sus santos. Este versículo también nos recuerda que varios salmos de donde está tomado (Sal. 86:9, 98:1-2, 111:2, 145:17, ver también Dt. 32:4, 1 Sam 2:2, Sof. 2:11). En Zac. 14:16 los sobrevivientes de aquellas naciones que atacan a Jerusalén subirán año tras año para adorar al Rey, el Señor Todopoderoso, y para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. Note que todas las naciones vendrán a adorar ante Dios, lo que una vez más enfatiza que Dios sólo debe ser adorado (ver Dn. 7:14).
v. 5 - Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio - Esto es similar a otra ocasión cuando el templo fue abierto mostrando el arca del testimonio (11:19), después de la séptima trompeta y antes de la visión de la mujer vestida del sol y la luna. Algunos ven que esto introduce una nueva perspectiva celestial para la próxima sección (Wilcock, ver también 4:1, 19:11). Caird ve en esto otro ejemplo de la tipología del Éxodo, luego de cruzar el Mar Rojo, la entrega de la ley entre el humo de Sinaí y la erección de la tienda del testimonio. El tabernáculo del testimonio (Ex. 32:21) contenía el Arca del Testimonio (11:19) que contiene las dos tablas del testimonio que testifica contra el pecado del hombre (Ex. 32:15, Dt. 10:4). También puede ser traducido carpa de testimonio, que es también la carpa del mártir. Hendriksen comenta que este santuario está ahora abierto, para que podamos entender que la ira, que está a punto de ser revelada, es la ira de Dios.
v. 6 - y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro - Note que el ángel que recoge las uvas para el lagar de la ira de Dios sale del templo. Las siete plagas pueden compararse a la aflicción de siete partes prometida por Dios a los que lo desobedecen (Lv. 26:24-25). Los ángeles salen del templo, significando la presencia de Dios, y por lo tanto con sanción divina. Uno de los propósitos de este libro es mostrar que los eventos terrenales están bajo el control de Dios. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente (Hch. 10:30) lo que enfatiza su pureza. Tenían un cinto de oro similar al "Hijo del Hombre" (1:13, ver también Dn. 10:5). Se distinguen de los santos que visten lino blanco.
v. 7 - Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos - Las cuatro criaturas, representando a la naturaleza, ahora le dan las copas a los ángeles, de las que las cuatro primeras afectan a la misma naturaleza. Las copas de oro en 5:8 estaban llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Ahora son usadas para derramar la ira de Dios. Una vez más la ira de Dios es la respuesta de Dios a las oraciones de los santos, al igual que con las trompetas (ver 8:5). El clamor de los mártires para que su sangre sea vengada es contestado en la tercera copa.
v. 8 - Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles - Hay muchos incidentes como éste en las Escrituras, en que la tienda o el templo se llena de una nube de la gloria del Señor (Ex. 40:34-35, 2 Cr. 5:14, Is. 6:3, Is. 30:27, Ez. 10:4). Este versículo enfatiza la determinación de Dios de completar su ira. Nadie podía entrar en el templo hasta que las siete plagas fueran completadas, e indica la determinación de Dios de llevar a cabo estas plagas hasta el final mismo. Es como si la comunión íntima de Dios con los santos no fuera posible hasta que Dios haya tratado con este asunto (xxxx).
Las siete copas (16:1)
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(Ap. 16:1) Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
v. 1 - Estas son las copas del juicio final, que eran advertencias. Dios primero le advierte al hombre a través de las trompetas, pero si éstas son ignoradas en forma persistente entonces Él envía sus copas de ira. Debemos recordar también que a lo largo del período de las trompetas de advertencia la iglesia testificante ha estado trabajando. Las siete copas son llamadas también las siete plagas. La ira de Dios es derramada sobre la tierra, lo que es una idea bastante común en las Escrituras (Sal. 69:24, 79:6, Ez. 20:8 ff., Jer. 10:25, Sof. 3:8). Siguen el mismo patrón que las siete trompetas: cuatro (afectando a la creación: tierra, mar, agua, cosmos), luego dos (afectando a la bestia) y la final, cuando las ciudades de las naciones se desploman. Las primeras cuatro afectan la tierra, el mar, las fuentes de las aguas y el sol, es decir la creación de Dios, según el anuncio de los tres ángeles (14:7). La voz del templo sería la voz de Dios (Is. 66:6). Las copas son derramadas sobre la creación de Dios y afectan al hombre indirectamente, por medio de su medio ambiente. Luego siguen dos juicios adicionales que se refieren a la bestia, seguida por el juicio final. El hombre es juzgado personalmente más tarde. Mounce destaca que 2 Tes. 1:7-9 está a punto de ser expandido en detalle. Cuando Cristo venga de nuevo "dará retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo".
La Copa 1 es derramada sobre la tierra y afecta a la gente que tenía la marca de la bestia y adoraban su imagen
La Copa 2 es derramada sobre el mar
La Copa 3 es derramada sobre los ríos
La Copa 4 es derramada sobre el sol
La Copa 5 es derramada sobre el trono de la bestia
La Copa 6 es derramada sobre el Éufrates
La Copa 7 es derramada en el aire
Deberíamos notar que las primeras cuatro copas afectan el orden creado, como fue anunciado por el primer ángel que ordena a los que viven en la tierra, "... adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" (14:7). Como se rehusan a adorarlo y adoran a la bestia, las primeras copas afectan el orden creado: la tierra, el mar, las aguas y el sol.
28. 1. La primera copa (16:2)
(Ap. 16:2) Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.
v. 2 - La copa es derramada sobre la tierra pero afecta al hombre directamente. La primera copa afecta a todas las personas que adoran a la bestia y que le han dado, por lo tanto, su lealtad a él antes que a Dios. Se rehusan a adorar a Dios y por lo tanto su hora de Juicio ha llegado (14:7). Vea la similitud con la sexta plaga de Egipto (Ex. 9:9) en donde aparecen sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias. Aquellos que reciben la marca de la bestia son marcados por Dios (Mounce). Note que la copa es vertida sobre la tierra, pero la gente es afectada, a diferencia de la primera trompeta que no afecta a la gente (8:7). Así como Satanás afligió a Job con una sarna maligna (Job 2:7), los seguidores de la bestia son afligidos con úlceras malignas y pestilentes. En Dt. 28:35 pústulas malignas serían el juicio sobre los que desobedecieran a Dios.
28. 2. La segunda copa (16:3)
(Ap. 16:3) El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar.
v. 3 - La sangre se usa para indicar muerte. Todo se murió en el mar, comparado con las trompetas donde sólo una tercera parte murió (8:9). Note que en las plagas egipcias era sangre literal. Los dos testigos tienen también el poder de convertir las aguas en sangre (11:6). Vea la similitud con la primera plaga de Egipto (Ex. 7:17 ff.) donde el Nilo se convierte en sangre. Esto nos recuerda también de lago de sangre del lagar de la ira de Dios en 14:19. Cada cosa viva en el mar murió, comparado con la segunda trompeta en que una tercera parte de las criaturas vivas en el mar murió, y un tercio de los barcos fueron destruidos (8:8-9)
28:3. La tercera copa (16:4)
(Ap. 16:4) El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. {5} Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado las cosas. {6} Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. {7} También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
v. 4 - El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre - Así como el segunda ángel hizo que el mar se convirtiera en sangre, ahora el tercer ángel convierte a los ríos y los manantiales en sangre (Sal. 78:44). La sangre está indicando muerte más que en forma literal; la sangre es el castigo por derramar la sangre de los santos y los profetas (v. 6). Compare esta plaga con la primera plaga de Egipto (Ex. 7:17-19) en donde los peces en el río mueren y el agua se vuelve imbebible aún en los baldes de madera y las jarras de piedra. Compare esto también con la tercera trompeta en donde una tercera parte de las aguas se vuelven amargas y mucha gente murió (8:11). Uno debería suponer que la sangre indica que muchas personas murieron.
v. 5 - Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado las cosas - Note que Dios es descrito como el que es y el que era; no es descrito como el que va a venir porque ya ha llegado el juicio final del mundo. Compare con la séptima trompeta (11:17) en donde ya venido. Aquí está el ángel encargado de las aguas; en 14:8 encontramos el ángel encargado del fuego. Algunos podrán decir que Dios fue duro en sus juicios, pero en relación con los pecados que el hombre ha cometido, no lo es.
v. 6 - Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen - La razón para el juicio se da aquí: han derramado la sangre de los santos, uno de los crímenes más atroces que el hombre puede cometer (1 Tim. 1:13). El castigo se adecua al crimen; ellos derraman sangre así que deben beber sangre. Esto es similar al código levítico de "vida por vida" (Lev. 24:17-18, ver también Gn. 9:5-6). Así como Juan usa la expresión "ebrio con la sangre de los santos" en 17:6, indicando que la prostituta había matado a los santos, así acá beber sangre significa que esta gente murió como un justo castigo por asesinar a los santos (Sal. 79, Is. 49:26). En la plaga de los egipcios todo el agua bebible fue convertida en sangre aun en los baldes de madera y las jarras de piedra (Ex. 7:19). Juan toma esto y lo usa para mostrar que los perseguidores del pueblo de Dios deben ahora beber sangre porque ellos han derramado la sangre de los santos. Los profetas son incluidos por la tradición de persecución de los profetas (Mt. 5:12, 23:37, Lc. 11:49). Los dos testigos eran profetas y fueron matados (11:7, 10) y en 18:24 dice que en Babilonia "se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra". Nota: "pues lo merecen" es literalmente "pues son dignos". Contraste con el Cordero que es digno por Su sangre derramada.
v. 7 - También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos - Bajo el altar están los mártires, cuya sangre ha sido derramada (6:9). El clamor de los mártires para que su sangre derramada sea vengada es cumplido finalmente cuando Dios juzga a los habitantes de la tierra. También se cumple más tarde por la caída de Babilonia (ver 19:2).
28. 4. La cuarta copa (16:8)
(Ap. 16:8) El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. {9} Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
v. 8 - El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego - Note que la esfera de influencia de los ángeles se extiende hasta el sol y no sólo hasta la tierra. No hay ninguna plaga correspondiente en Egipto, aunque la cuarta trompeta afecta al sol (el sol es oscurecido, 8:12), pero esta plaga parece escatológica. Esta es la contrapartida celestial de la bestia de la tierra que hizo que cayera fuego del cielo a plena vista de los hombres y engañando a la humanidad (13:13-14). Compare con Dt. 28:22, "Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas."
v. 9 - Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria - Fueron quemados por el gran calor del sol. Esto es en contraste con los santos que no serán quemados por el sol (7:16). Compare con Sadrac, Mesac y Abednego que no fueron quemados por el horno de fuego. Note la declaración explícita de que estas plagas están bajo el control de Dios. La acusación contra el hombre es que rehusó arrepentirse y glorificarlo a Él. El ángel ya le había dado a la humanidad una última oportunidad en 14:7 para arrepentirse antes de estas plagas. Note cómo blasfemaron el nombre de Dios; habían tomado el carácter de la bestia que está cubierta de nombres blasfemos (13:1, 13:5-6, 17:3). A pesar de esto. la humanidad todavía se rehusa a arrepentirse y glorificar a Dios. Al menos reconocieron que Dios era la causa última de estas plagas y no la causa inmediata de su propio pecado (Sweet).
28. 5. La quinta copa (16:10)
(Ap. 16:10) El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, {11} y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
v. 10 - El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas - El hombre prefiere las tinieblas a la luz así que esto es lo que consigue. El hombre experimenta ahora la realidad del reino de Satanás, la ausencia de todo bien. Habiendo rechazado la bondad de Dios consiguen el mal que prefieren (xxxx). El reino de Satanás es el reino de las tinieblas. Compare con la novena plaga de Egipto (Ex. 10:22) cuando la oscuridad cubrió la tierra durante tres días. Caird destaca que la oscuridad representa la desintegración política del reino de la bestia. Sweet señala que el trono de Satanás, que compartía con la bestia (13:2) estaba en Pérgamo (2:13), la capital provincial romana. Sugiere la destrucción de la administración central del imperio - algo así como el caos de la guerra civil de 68-69 d.C. (Sweet).
v. 10 - y mordían de dolor sus lenguas, {11} y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras - Los efectos de la primera plaga estaban todavía en efecto (xxxx). Por segunda vez, como en la cuarta copa, lo maldicen a Dios. Esto está nuevamente en contraste con los santos para quienes ya no habrá dolor (21:4). Compare esto con la agonía causada por las heridas de las langostas en la quinta trompeta (9:5). Si comparamos el quinto sello, la quinta trompeta y la quinta copa, encontramos aflicción. En el quinto sello la aflicción es para la iglesia; en la quinta trompeta, las langosta atormentan a los que no tienen el sello de Dios en sus frentes, y en la quinta copa vemos la agonía de las personas que tenían la marca de la bestia y adoraban a su imagen.
v. 11 -, y no se arrepintieron de sus obras - La acusación contra el hombre es que, a pesar de estas copas, todavía rehusaron arrepentirse (ver también la cuarta copa, v. 9). Como Faraón, fueron endurecidos más allá del arrepentimiento. El comentario de Pablo en Rom. 9:17-18 es instructivo: Faraón fue levantado para que Dios pudiera demostrar Su poder y para que Su nombre fuera proclamado en toda la tierra.
28. 6. La sexta copa (16:12)
(Ap. 16:12) El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. {13} Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; {14} pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. {15} He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. {16} Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
v. 12 - El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente - Hay un incidente famoso en la historia en la que Ciro, el rey de Persia capturó a Babilonia desviando el río Éufrates que corre por el medio de Babilonia para que su ejército entrara a la ciudad por el lecho seco del río (Barclay). Hay una profecía contra Babilonia en Jer. 50:38, "Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes". Así como el Mar Rojo y el Jordán fueron secados para que los israelitas pudieran escapar de Egipto (Jos. 2:10) y entraran a la tierra prometida, el río Éufrates es secado para hacer lugar para los reyes del Este. Algunos comentaristas ven una distinción entre los reyes del Este y los reyes de todo el mundo (v. 14). El Éufrates marca el límite entre Israel y sus enemigos (Gn. 15:18). Note la similitud entre la sexta copa y la sexta trompeta (9:14) en donde los cuatro ángeles atados junto al río Éufrates son soltados y sus tropas matan a un tercio de la humanidad.
v. 13 - Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas - Esta es la primera mención del falso profeta, que es la bestia de la tierra, porque él es el que realizó las señales milagrosas en nombre de la bestia (13:13, cf. 19:20) y engañó a los habitantes de la tierra (13:14), y es destruido en 19:20. Vemos de nuevo aquí juntos a la trinidad no santa de Satanás, la bestia y el falso profeta. La bestia y el falso profeta reúnen a los reyes de la tierra para hacer guerra contra el jinete del caballo blanco y su ejército en 19:19 y son arrojados al lago de fuego y azufre en 19:20. Satanás junta a las naciones para la batalla contra el campamento del pueblo de Dios en 20:7 y se une a la bestia y el falso profeta en el lago de fuego (20:10). Tres espíritus malos salen de las bocas de estos tres. Que salgan de la boca probablemente indica que estos son espíritus engañadores. Compare con el río de mentiras que sale de la boca del dragón (12:15) y que contrasta con la espada del Hijo del hombre (1:16, 19:15). Las ranas son animales inmundos (Lev. 11:10). Los malos espíritus salen de la boca. Note que la palabra para espíritu es pneuma en griego, que es la misma palabra que aliento. Caird señala que de la boca de la bestia salieron pretensiones blasfemas de deidad (13:6), de la boca del falso profeta salió la propaganda seductora del culto imperial (13:12-15) y de la boca del dragón salió el río de mentiras con el que trató de vencer a la iglesia (12:15).
v. 14 - pues son espíritus de demonios, que hacen señales - Las señales milagrosas son causadas por los demonios, y son realizadas por la bestia de la tierra (13:13) que es identificada aquí con el falso profeta. Son espíritus mentirosos como los que indujeron a Acab a la batalla (1 Reyes 22:21 ff.). Realizan milagros de la misma forma que lo hará cuando llegue el hombre de pecado (2 Tes. 2:9).
v. 14 - y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso - Esta es la batalla de Armagedón (v. 16) que se menciona nuevamente en 17:14, 19:19 y 20:8. Este es un ejemplo de paralelismo en Apocalipsis. Esta batalla precede la Segunda Venida que se menciona en v. 15. Para otras referencias a la última batalla, ver también Zac. 14, Joel 3 y Ez. 37, 38. Esto es también una referencia al Salmo 2:2, "se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido".
v. 15 - He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza - Esta interjección es una advertencia a la iglesia, que Cristo viene pronto (cf. la advertencia a Sardis para que se despierte en 3:3). No deberíamos sorprendernos de esta interjección porque la Segunda Venida o la última batalla ocurre también en el sexto sello y en la sexta trompeta. Estar despiertos cuando Cristo vuelva es un tema común en las Escrituras, lo que significa estar preparados espiritualmente para Su venida (Mt. 24:43, 1 Tes. 5:1, 2 Pedro 3:10, Ap. 3:2). Su Segunda Venida ocurre durante esta batalla, de ahí su mención inesperada (19:19-20, ver también Zac.14:4, 5). Esta es la tercera de las siete bendiciones en el libro. La iglesia de Sardis tenía que despertarse (3:2); a los mártires se les dio una vestidura blanca, y había algunos en Sardis que no habían manchado sus ropas (3:4). Las ropas son las vestiduras de la salvación. Aquellos que han perdido sus ropas son los que se han alejado. Aquellos que andan exponiéndose vergonzosamente son personas cuyos pecados pueden verse, es decir los laodicenses desnudos a los que se les aconseja que compren vestiduras blancas para cubrir su vergonzosa desnudez (3:17-18).
v. 16 - Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón - Esto se menciona nuevamente en 19:19 y 20:8, otro ejemplo de paralelismo en el libro. Armagedón o Har-Magedón. A Magedón se lo vincula normalmente con Megido, y Har significa montaña. Megido es un lugar de muchas batallas, pero no hay ninguna montaña allí. Esto es bastante enigmático y ha desconcertado a la mayoría de los comentaristas. El punto principal es que es el sitio de la gran batalla última. Megido es el lugar donde los enemigos de Israel son derrotados, liderados por Débora (Jueces 5:19). Armagedón es el símbolo de cada batalla en la que, cuando la necesidad es mayor y los creyentes están oprimidos, el Señor muestra repentinamente Su poder en beneficio de Su pueblo afligido y derrota al enemigo (Hendriksen). Esta última batalla se menciona aquí y en otras partes de Apocalipsis (17:14, 19:19, 20:9, cf. también 11:7 ff. 13:7).
28. 7. La séptima copa (16:17)
(Ap. 16:17) El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. {18} Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. {19} Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. {20} Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. {21} Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.
La séptima copa sigue rápidamente a la sexta. No hay ningún interludio como lo hubo entre el sexto y el séptimo sello, y la sexta y la séptima trompeta, durante el cual la iglesia puede testificar. El tiempo del arrepentimiento ya ha pasado. Hay similitudes entre la séptima trompeta (11:15) y la séptima copa.
- Grandes voces en el cielo
- La ira de Dios ha llegado
- El templo de Dios es abierto
- Relámpagos, truenos, un terremoto, un gran granizo
v. 17 - El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está - El aire es donde Satanás y sus demonios viven (Ef. 2:2). Así como la gran voz ordena que los ángeles derramen sus copas sobre la tierra (16:1) una gran voz desde el templo dice, "Hecho está", lo que indica que con la séptima copa la ira de Dios se ha completado (15:1). Así como Jesús dijo, "Consumado es" cuando completó Su obra redentora. Lo que se ve aquí es la ira de Dios sobre la sociedad y sus estructuras; el castigo de los individuos ocurre más tarde. Contraste la destrucción aquí con 21:6, donde "Hecho está" aparece de nuevo porque el plan redentor de Dios está completado y hay un nuevo cielo, una nueva tierra y una nueva ciudad.
v. 18 - Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra - Compare esto con la apertura del templo de Dios en 11:19, "Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo." Compare también con el incensario arrojado a la tierra como preludio a las siete trompetas (8:5, "y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto"). El juicio de Dios viene de dentro del templo y del trono; viene de Dios personalmente.
v. 18 - un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra - Este es el clímax del juicio de Dios, la destrucción completa en vez de parcial, como en los sellos y en las trompetas. Compare con Dn. 12:1, Ez. 38:19-20, Zac.14:4-5, Mt. 24:21 y especialmente la similitud de este pasaje con el sexto sello de 6:12-14.
v. 19a - Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron - Ver Zac. 14:4 en donde el Monte de los Olivos es partido en dos cuando llega el Mesías. La única referencia anterior a la gran ciudad es la descripción de tres partes de 11:8 donde la gran ciudad es llamada figurativamente Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor. Babilonia la Grande se menciona en la próxima oración (v. 19b). En 18:10 la gran ciudad es Babilonia, ciudad de poder. El lenguaje utilizado enfatiza la destrucción total de las ciudades del mundo y de su comercio, cultura, etc. (Is. 24:18-21). Todo lo que fue hecho por el hombre es destruido. Esto está en contraste con la ciudad celestial que reciben los santos y que no puede ser conmovida (Heb. 12:26). Note el lamento en tres partes de los reyes, los mercaderes y los pilotos de las naves sobre la destrucción de Babilonia en 18:9-20.
v. 19b - y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira - Babilonia la Grande es presentada aquí y castigada. La gran ciudad aparece primero en 11:8. Así como Dios se acordó de Noé durante el diluvio (Gn. 8:1), y se acordó de Abraham cuando destruyó a Sodoma y Gomorra (Gn. 19:29), y es acordó de Su pacto con Abraham cuando los israelitas estaban en esclavitud en Egipto (Ex. 2:24), se acordó a los crímenes de Babilonia (ver 18:5). Los próximos dos capítulos tratan de Babilonia con más detalle. Así como hizo que las naciones se embriagaran con el vino de su fornicación (17:2, 18:3), Dios la hace beber la copa de Su ira (ver también 14:8, Is. 51:17). Si alguno adora a la bestia también beberá el vino de la ira de Dios (14:9). Es tiempo para que Babilonia sea juzgada (Jer. 51:13, "Tú, las que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia".
v. 20 - Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados - Esto enfatiza la destrucción causada por el terremoto. Compare esto con la similitud del sexto sello en 6:14, donde "todo monte y toda isla se removió de su lugar". Ver también Is. 13:13, 24:19-21. Hay también una similitud con el efecto de la presencia de Dios sobre el gran trono blanco, donde la tierra y el mar huyeron de Su presencia (20:11).
v. 21 - Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande - Lo maldicen a Dios como hicieron con la cuarta y la quinta plaga, pero esta vez no hay ninguna mención de arrepentimiento. Esta es la actitud final de la humanidad hacia Dios; el tiempo del arrepentimiento ha pasado. La plaga del granizo corresponde a la séptima plaga sobre Egipto y es el juicio de Dios (Jos. 10:11, Ez. 38:22). El granizo es enviado por Dios (ver 11:19, donde de abre el templo de Dios, el arca del testimonio es visto y salen relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo), así que la gente lo maldice a Dios por enviar el granizo. Granizo del tamaño de pelotas de golf es un fenómeno climático conocido en Norteamérica.
Escena 6: Babilonia la prostituta
Artwork by Duncan Long
La mujer sobre la bestia (17:1)
El misterio de la mujer y la bestia explicado (17:7)
La caída de Babilonia (18:1)
Lamento por Babilonia (18:9)
Aleluya (19:1)
Bienaventurados aquellos que son invitados a la cena de las bodas del Cordero (19:9)
29. La mujer sobre la bestia (17:1)
(Ap. 17:1) Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían la siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; {2} con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. {3} Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. {4} Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; {5. } y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. {6} Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro
El capítulo 16 describe el castigo de aquellos que adoran a la bestia. Los capítulos 17 y 18 describen la destrucción de Babilonia. El capítulo 19 describe la destrucción de la bestia y el falso profeta. Y el capítulo 20 describe el final de Satanás. Compare con Heb. 10:12-13 en donde Cristo espera a que sus enemigos se conviertan en estrado de sus pies.
La clave para leer este pasaje en Apocalipsis, cap. 17-18, por primera vez es entender que Dios se está refiriendo a Roma como la mujer y al emperador (o imperio) como la bestia. El Imperio Romano se extendía sobre una gran área geográfica y había conquistado muchos reinos. Estos reinos debían extender su lealtad a Roma. El emperador vivía en forma extravagante como la mayor parte de Roma, y grandes cantidades de artículos de lujo y de esclavos eran importadas hacia Roma. De aquí el lamento sobre su caída por parte de los mercaderes y pilotos de barcos que habían perdido sus negocios. Para entonces había una gran inmoralidad dentro de Roma y ésta se había extendido a las provincias circundantes, por ejemplo Corinto. Las cartas a los Corintios fueron escritas para corregir muchos de los problemas que esto traía aparejado. Encontramos en Apocalipsis a la mujer Jezabel que se da como ejemplo de esto dentro de la iglesia de Tiatira (2:20). Roma también persiguió a los santos, lo que se menciona en este capítulo. Recuerde que Juan estaba en Patmos por su fe. Recuerde también que emperador e imperio son intercambiables. Así que Roma y su imperio son su modelo para estos capítulos. Sin embargo, hay un significado más profundo porque Juan está usando el término general, Babilonia, y no específicamente Roma, así que no se aplica sólo a aquellos tiempos sino que se extiende hacia delante en el tiempo para cubrir todos los futuros regímenes impíos de los que Roma es su ejemplo corriente, pero que alcanzarán su clímax con el imperio del anticristo.
La mujer es la personificación de aquella ciudad terrenal que puede verse en contraste con la ciudad celestial de Nueva Jerusalén. Ella es una falsificación terrenal de la ciudad celestial. Está cubierta de joyas preciosas, perlas y oro, al igual que la Nueva Jerusalén. Se la debe contrastar con la mujer del capítulo 12 que representa a los elegidos de Dios y que está vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de las doce estrellas sobre su cabeza. Ella es la copia terrenal de la sociedad celestial de Dios, que es Su iglesia. Ella es el mundo que es la sociedad humana, organizada independientemente y que desafía a Dios. La vemos en Caín, que asesinó a su hermano y salió de la presencia del Señor para fundar una ciudad (Gn. 4:16-17). La vemos en Babel en donde la humanidad, en rebelión contra Dios, conspiró en conjunto para hacer una torre que llegara hasta el cielo (Gn. 11:4), una religión de obras. Vemos que mujer y la ciudad son una ciudad compuesta: Egipto, Sodoma y la Jerusalén terrenal (11:8). Siendo un ejemplo, representa la religión falsa o apóstata como la Jerusalén terrenal que persiguió a los profetas y crucificó a nuestro Señor. También representa al mundo con los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida (1 Jn. 2:16). Representa el poder mundial, las riquezas del mundo, el comercio mundial, las religiones del mundo y el comercio y la cultura del mundo. Su destrucción ocurre con la séptima copa (16:17) cuando un terremoto gigantesco hace que las grandes ciudades de la naciones sean destruidas, la gran ciudad de Babilonia es partida en tres. En Babel comenzaron a construir una ciudad con una torre que llegaba hasta el cielo a fin de hacerse un nombre para ellos, pero Dios los había esparcido alrededor del mundo, y aun hoy todas las principales ciudades del mundo compiten para construir rascacielos más altos que el otro. Uno sólo tiene que pensar en Manhattan con sus grandes rascacielos, las torres gemelas del World Trade Center, que son monumentos a los logros del hombre. Cuando estos sean destruidos el comercio será destruido y los que lo usaban para enriquecerse harán luto por su desaparición. Hailey comenta que ella es el tercer método que usa Satanás para destruir a la iglesia, después de las dos bestias que representan el poder político y la religión falsa o la doctrina falsa. Ella representa el mundo de la lujuria, todo lo que apela a la carne, a la mente o nos induce o seduce lejos de Dios, de la misma forma que ha seducido exitosamente a los reyes y a los habitantes de la tierra lejos de Dios.
Al considerar la identidad de la mujer, deben considerarse los siguientes puntos:
- Se la describe como la prostituta, lo que contrasta con la novia (la iglesia)
- Babilonia, la ciudad terrenal, debe ser contrastada con la ciudad celestial, la nueva Jerusalén
- La gran ciudad es descrita figurativamente como "Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado" (11:8)
- Se sienta sobre muchas aguas, que son pueblos, multitudes, naciones y lenguas
- Se la debe distinguir de la bestia sobre la cual se sienta y que la destruye
- Es la ciudad de poder, lujo excesivo y gran riqueza
- Ellla persiguió a los santos
- Gobierna sobre los reyes de la tierra
- Está asociada con la música, el comercio, la agricultura, el matrimonio, los mercaderes y la persecución
- Con ella los reyes de la tierra cometen adulterio y los habitantes son intoxicados con el vino de sus adulterios
- En vista del énfasis del libro en que sólo Dios debe ser adorado, debe ser vista como la tentadora que tienta a los hombres a alejarse de Dios
v. 1 - Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían la siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas - Esto da comienzo a una nueva escena. La destrucción de la gran ciudad ya ha sido mencionada en la séptima copa (16:19). Esto se amplía ahora en estos dos capítulos. Uno de los siete ángeles que tenía las siete copas llena de las siete plagas le mostró a Juan el castigo de la gran prostituta. Compare esto con el mismo ángel que le mostró a Juan la novia, la esposa del Cordero. Una es castigada; la otra se convierte en la esposa del Cordero (ver 21:9). La palabra griega para castigo (krima) se traduce en otras partes como juzgado (18:20 cf. 20:4). La gran prostituta claramente debe ser contrastada con la novia, la esposa del Cordero, la Nueva Jerusalén y podría ser entonces la iglesia apóstata, aunque no parece haber mucho aspecto religioso en ella (es mucho más probable que la iglesia apóstata sea llamada adúltera). Hay varias referencia a la gente que se prostituye. Algunas son sobre los paganos (Ex. 14:15) pero otros están relacionados con el pueblo de Dios (Dt. 31:16, Ez. 16:15). La raíz de la prostitución mencionada aquí es la idolatría, la avaricia (Col. 3:5); es tremendamente rica. Una prostituta vende su cuerpo por dinero. Babilonia vende su alma por la riqueza y el poder sobre los reyes de la tierra que son sus amantes. Uno se acuerda de las palabras de Jesús en Mt. 16:26, "¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Se la llama la "gran" prostituta. Compare esto con la expresión "Babilonia la grande". Sin embargo se da una referencia velada a Babilonia en 11:8 donde la gran ciudad es donde yacen los cuerpos de los dos testigos (la iglesia) y la gran ciudad es descrita como "en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado". Hay aquí una referencia a la Jerusalén terrenal, el hogar de los fariseos que Jesús castiga en términos que no admiten dudas. Babilonia está también asociada estrechamente con la bestia que tienen a la vez poder político y eclesiástico como se muestra en el capítulo 13. Así, la gran prostituta es la gran ciudad, que es Babilonia. Representa el sistema mundial que incluye a la iglesia apóstata que es tan mundana que es parte del mundo. Se sienta sobre muchas aguas que luego se explican como "pueblos, multitudes, naciones y lenguas" (17:15). Esta expresión en cuatro partes significa que gobierna todo el mundo.
En la Biblia otras ciudades son descritas como prostitutas. Nínive por su brutalidad (Nah. 3:4) y Tiro por su mundanalidad que involucraba el comercio con todas las naciones (Is. 23:15-15, Caird). Jerusalén es condenada por su injusticia (Is. 1:21-23, "¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel?" Adorar a otros dioses es asemejado a la prostitución (Ex. 34:14-17, Lev. 17:6-7). La idolatría es también prostitución (Lev. 17:6-7, Ez. 16:17, 23:49). La mayoría de las referencias en el Antiguo Testamento a la prostitución se refieren a la apostasía espiritual en la adoración de ídolos de Israel o Jerusalén (ver Ez. 16:1 ff., Lev. 20:4-6, Dt. 31:16, 2 Cr. 21:11, Jer. 2:19-21, Jer. 3:1-3, Ez. 23:49, Oseas 9:1. En Num. 15:38-39 a los israelitas se les dice que obedezcan los mandamientos de Dios y que no se prostituyan yendo detrás de sus corazones y de sus ojos.
Como con otras descripciones figurativas de la gran ciudad, como Egipto, Sodoma y Jerusalén (16:19), Babilonia es una ciudad compuesta como Nínive, Tiro y Jerusalén indican más arriba. Las endechas de lamentación sobre la destrucción de Babilonia en el próximo capítulo son tomadas principalmente de los cantos de ruina sobre Tiro, Nínive y Babilonia en el Antiguo Testamento. No hay ninguna evidencia concluyente que sugiera que Babilonia sea la iglesia apóstata. Esta idea es más probable que haya surgido de la escuela historicista durante los tiempos de la Reforma, que veía a la Iglesia Católica Romana como Babilonia. Aunque debería ser contrastada por cierto con la Nueva Jerusalén (la iglesia), Walvoord dice que el capítulo 17 se refiere a la Babilonia eclesiástica, y el capítulo 18 a la Babilonia política. Su argumento principal es que está sentada sobre la bestia, la que representa el poder político, y que en consecuencia ella debe representar el poder eclesiástico. Que esté sentada encima de la bestia sugiere que la bestia la sostiene y, por otro lado, que está en un papel dominante, al menos exteriormente. Ha habido sugerencias también de que Babilonia es el falso profeta o la segunda bestia que ya no es necesario para sostener el poder de la primera bestia. Esto haría que la trama tenga sentido, pero no hay evidencia sustancial que apoye este punto de vista. Que la iglesia apóstata sea parte de Babilonia es cierto. Sin embargo, el modelo de Egipto, Sodoma y Jerusalén indica esto también, así como la Jerusalén apóstata es llamada prostituta junto con Nínive y Tiro.
v. 1 - Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas - El ángel quiere mostrarle a Juan su castigo y destrucción, que son descritas en v. 16 y en la séptima plaga (16:19) y en 18:8. Encontramos aquí, en los capítulos 17 y 18, tanto una descripción como un castigo de uno de los enemigos de la iglesia. La destrucción y castigo del resto de sus enemigos se tratan después. No debe ser confundido con la mujer de Ap. 12 La mujer es la ciudad de Babilonia (ver v. 18). Es insolente, orgullosa e idólatra. Se llama a sí misma la reina eterna (Is. 47:7). Ver también la descripción de Tiro en Ez. 27, 28. Tiro es también un tipo de Babilonia. Un lamento sobre la caída de Tiro se usa como base para el lamento de los mercaderes y los capitanes de barcos en 18:11-19. Babilonia indica el mundo de la industria, comercio, arte y cultura que intentan inducir y seducir al creyente lejos de Dios. La descripción del rey de Tiro en Ez. 28:12 se piensa a menudo que describe el origen de Satanás (ver también Is. 47:7-13 para una descripción de Babilonia y Is. 23, especialmente v. 17, donde Tiro "volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra". Se la describe en Ap. 17:18 como "la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra". En el tiempo de Juan sería Roma, que había conquistado a muchas naciones. Como prostituta, seduce a la gente fuera de Dios y hace que sean infieles, así como una prostituta seduce a los hombres de sus esposas, ella hace multiplicar a los infieles entre los hombres (Prov. 23:28). Las aguas son explicadas en 17:15, como "pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas." Note esta descripción en cuatro partes, que indica que su reino se extiende sobre los Cuatro Rincones del mundo. Sin embargo, muchas aguas es probablemente una referencia a los canales de irrigación de la antigua Babilonia (Jer. 51:13). Ella también está sentada sobre la bestia del agua (muchas aguas) que tiene autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación (13:7).
v. 2 - con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación - El adulterio aquí es su adulterio espiritual, que es seguir a los ídolos y los deseos de sus propios corazones en vez de obedecer los mandamientos de Dios. Se menciona también la avaricia como idolatría (Col. 3:5) como en el materialismo del mundo moderno. La mujer se prostituyó en desafío de Dios y los reyes y las naciones la siguen en desobedecer los mandamientos de Dios. Al hacerlo se intoxican como con vino y no entienden sus propias acciones. Un ejemplo de la prostituta es el comercio de Tiro (Is. 23:17, "y volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra") cuyo pecado básico es el materialismo. Los reyes de la tierra se unen a la mujer en sus pecados, y al hacerlo son infieles a su Creador. Los reyes se unen a Roma en buscar riqueza y poder. Swete habla de reyes de la tierra como gobernadores de territorios, que han sido absorbidos por el Imperio o son aliados a él, y han promovido sus objetivos. El adulterio del que son culpables estos reyes es compra el favor de Roma al aceptar su soberanía y con ella sus vicios y sus idolatrías. Si Roma era la tentadora, las naciones y sus gobernantes se mostraron listos para satisfacerla. Pocos reyes de este tipo quedaban dentro del Imperio, pero Juan está hablando del pasado. Él podía recordar, por ejemplo, los príncipes de la familia de Herodes. Los reyes se han unido a ella en sus pecados, como lo hace el resto del mundo que sigue el ejemplo de los reyes. Dos veces más, en 18:3 y 18:9, hay referencias a los reyes de la tierra que cometen adulterio con ella. En ambas hay referencias a sus lujos, es decir su materialismo. Jesús advierte a sus discípulos que estén en guardia contra todo tipo de avaricia, y que la vida del hombre no consiste en la abundancia de sus posesiones (Lc. 12:15).
v. 2 - y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación - No sólo los reyes sino los habitantes de la tierra están ebrios con su vino. Los habitantes de la tierra agregan esto a sus pecados. Están ebrios con su vino, así como persiguen a los santos (6:10), se regodean sobre su muerte (11:10), adoran a la bestia (13:8) y en 17:8 están aquelos cuyos nombres no están en el libro de la vida del Cordero. En 14:8 ya hemos oído la descripción de Babilonia como la ciudad que hizo que las naciones bebieran el vino enloquecedor de sus adulterios. Ver la descripción de Jeremías de su caída en Jer. 51:7, "Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones". El mundo es seducido por su esplendor y la copa de oro en su mano que está llena de cosas abominables. En Ef. 5:18 se nos recuerda que su embriaguez lleva a la disolución (pecado desenfrenado). En Nahum 3:1-7, Nínive es condenada porque "seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos" (v. 4); era una "ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y rapiña, sin apartarse del pillaje" (v. 1); se la describe como que tiene "la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra de hechizos" (v. 4). Podemos ver de aquí de dónde Juan consiguió parte de su lenguaje. Hughes comenta que aun una gran ciudad que una vez fue fiel (Jerusalén) puede volverse una prostituta (Is. 1:21). De aquí la distinción entre la vieja Jerusalén que se ha vuelto la ciudad de este mundo caído y la nueva Jerusalén, la ciudad de Dios, que viene de arriba y es libre y pura (Gal. 4:25, Heb. 11:10, 16, 12:22, 13:14, Ap. 3:12, 21:2). La fornicación y la prostitución que se mencionan acá son simplemente la infidelidad a Dios, que se vuelve una expresión de orgullo no santo y la ambición centrada en el humano, en odio y violencia, en vicio e inmoralidad, y en todo tipo de idolatría que, sea adoración a las imágenes o adoración del dinero o del poder mundial, es la adoración de la criatura en vez del Creador (Hughes). En términos simples podemos decir que el mundo es mundano; se ha entregado a las cosas de este mundo en vez de a las cosas de Dios (1 Jn. 2:15 ff. , Col. 3:2). El engaño de la riqueza y el deseo de otras cosas vienen a distraer a una persona de Dios (Mr. 4:19).
v. 3 - Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos - Juan fue llevado en el Espíritu (ver también 1:10, 4:2, 21:10). En el desierto, donde no hay distracciones y está a salvo de ella, la ve como realmente es (xxxx). La ve sentada sobre la bestia, lo mismo que la bestia del mar (13:1). En el cap. 13 la bestia es descrita como teniendo "siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuerpos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo". Su color escarlata también la conecta con la mujer que está vestida de escarlata. Algunos relacionan el escarlata con el rojo del dragón, pero en realidad las palabras griegas son distintas. Sin embargo las siete cabezas y los diez cuernos están de acuerdo con la descripción del dragón en 12:3. La cercanía de la mujer a la bestia está indicando una conexión cercana entre ambos. La bestia está cubierta de nombres blasfemos (cf. 13:1, 5) lo que indica su desprecio por Dios y Su pueblo, a quienes la mujer persigue (17:6). La mujer está sentada sobre la primera bestia del mar, es decir que está apoyada por el poder político de la bestia, y por tanto por Satanás. El hecho que esté sentada sobre la bestia indicaría que está en control, pero esto es ilusorio. Tenemos que pasar tiempo en el desierto sin distracciones mundanas para verla tal como realmente es (xxxx). Hay claramente una relación estrecha entre la mujer y la bestia, porque la mujer está sentada sobre la bestia. Ella está ebria con la sangre de los santos (ver v. 6) y la bestia también hace guerra contra los santos (13:7). Ambos persiguen a la iglesia; actúan en conjunto. Algunos ven en esto la alianza entre la iglesia y el estado; la mujer eclesiástica monta a la bestia y está en control de la bestia, o el estado.
v. 4 - Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación - La tela púrpura y escarlata era muy cara y sólo sería usada por los ricos (ver el hombre rico en Lc. 16:19). Su riqueza también se indica por el hecho que brillaba con oro, piedras preciosas y perlas (ver también la descripción de Tiro en Ez. 27:22). Los mercaderes en 18:16 describen a la gran ciudad como "vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas". Debe notarse que estaba "adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas" y por lo tanto tiene alguna similitud con la Nueva Jerusalén que es descrita también como hecha de oro puro, decorada con todo tipo de piedra preciosa y perlas (21:18-21). Es, por lo tanto, una copia terrenal de la nueva Jerusalén, la ciudad de Dios. Es una falsificación; Satanás copia lo que Dios crea (xxxx). En 17:18 la mujer es descrita como la gran ciudad que gobierna sobre los reyes de la tierra, lo que es una alusión a la Roma del tiempo de Juan. La Roma de ese día era muy rica y extravagante. Las perlas era apreciadas en especial, y para mostrar su riqueza la gente solía disolver una perla preciosa en vino y la tomaría (Barclay).
En v. 2 encontramos que "los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación"; ahora vemos la copa de oro en su mano de la cual la gente tomó, que estaba "lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación". La mujer tiene el atractivo de su apariencia atrayente pero su copa de oro está lleno de inmundicia (Jer. 51:17). La copa de oro parece atractiva por afuera y tiene éxito en seducir a los hombres lejos de Dios, que en consecuencia se vuelven sucios. Juan está describiendo el espíritu del mundo y "todo lo que brilla". La ve como Dios la ve, tal como es. El mundo y su atractivo están descritos por Juan en 1 Jn. 2:16, "todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo". Algunos también señalan que la púrpura y la escarlata son la vestidura eclesiástica de la Iglesia Católica Romana, que en algunas ocasiones involucra joyas brillantes y, por supuesto, la copa de oro. El lado eclesiástico de la prostituta se encuentra también en v. 6, donde esta ebria con la sangre de los santos. En su mano hay una copa de oro, otro símbolo de lujo y riqueza, de donde uno esperaría una bebida pura y deliciosa. Pero, en cambio, está "lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación (xxxx)". "Esto resume las cosas detestables de su adoración de los ídolos, sus vicios y las corrupciones que el mundo ofrece y por el cual quiere seducir a la humanidad. El mundo podrá servir su bebida en una copa de oro, pero lo que ofrece es abominable a la vista de Dios, y conduce a la degradación y a la muerte (Prov. 9:13-18). Contiene todo lo que apela a los deseos de la carne, el deseo de los ojos, la vanidad de la vida, pero resulta en consecuencias sucias y bajas. Aunque Babilonia ofrece la copa al mundo, ella a su vez se vuelve una copa de oro en la mano de Dios para enloquecer a las naciones (Jer. 51:7). Ella tiene en su mano la copa de su propia auto-destrucción a medida que las consecuencias de sus pecados se vuelven contra ella (cf. v. 16)," (ver Hailey). La raíz de sus abominaciones está en la idolatría (Dt. 7:25, 2 Pedro 4:3). Un ejemplo contemporáneo de la copa de la inmundicia del mundo es la televisión que muestra muchas cosas que a los ojos de Dios son una abominación, "lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación" (Lc. 16:15). Caird señala que la palabra griega bdelygma (obscenidad) es la misma palabra usada en "abominación desoladora" (Mr. 13:14).
Jesús usó la metáfora de la copa para describir a los fariseos que parecían justos por afuera (limpiaban la parte de afuera de la copa) pero por dentro estaban llenos de avaricia y auto-indulgencia (Mt. 23:25). También usó la metáfora de una copa para describir su propio sufrimiento, cuando tuvo que tomar la copa que Dios le había dado (Mt. 26:39, Jn. 18:11). En la comunión también tomamos de la copa para recordarnos de Su sufrimiento cuando tomó de la copa del Padre hasta el final (1 Cor. 11:25), para que no tengamos que tomar la copa de la ira de Dios.
La copa de oro contiene aquellas cosas que seducen e inducen a los hombres lejos de Dios. La copa promete placer, poder y riquezas pero tomar de la copa de ella resulta en destrucción. La forma de Dios es tomar la copa de la negación propia y su bebida resulta en la vida eterna. El uso de la copa aquí, llena de inmundicia, también contrasta con la copa de vino de la furia de Su ira, que le dio a Babilonia la grande (16:19). En 18:6 el ángel dice que Dios le preparará una porción doble de su propia copa. En 14:10 la misma metáfora es usada, los que adoran a la bestia beberán también de la copa del vino de la ira de Dios. De la misma forma que ella le ofreció al mundo tomar de la copa de su inmundicia y sus abominaciones, así ella y aquellos que toman de su copa tomarán de la copa de la ira de Dios. Tanto los que pecan como aquellos que causan el pecado serán castigados por igual (Mt. 18:7).
v. 5 - y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA - Su nombre revela su verdadero carácter. Esto presenta a la mujer como Babilonia, la gran ciudad. Babilonia ya ha sido mencionada por el segundo ángel en 14:8 y en la séptima copa cuando un terremoto partió a la gran ciudad (Babilonia) en tres. Babilonia la grande es entonces presentada. Babilonia es mencionada también más figurativamente como "Sodoma, y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado" (11:8). Ahí encontramos una definición de Babilonia que consiste en inmoralidad, crueldad y persecución. Las ciudades concentran todo lo peor de la humanidad. Babilonia está identificada como la gran ciudad en 18:10 y se la describe como la ciudad de poder. La mujer es también identificada claramente por el ángel como la gran ciudad en 17:8, "la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra." En 18:17 se la describe como teniendo gran riqueza. Se la llama la madre de las prostitutas, y multiplica los que son infieles a Dios (Prov. 23:27). Una madre produce más de su propio tipo. Una prostituta vende su cuerpo por dinero. Babilonia vendió su alma por la riqueza y el poder (Mt. 16:26, "¿qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"). La palabra misterio no debería ser parte de su nombre. Misterio, en el sentido bíblico, significa algo desconocido para los no iniciados pero que será obvio para los iniciados. Le misterio es revelado por el ángel, empezando en v. 7. Otros grupos tienen nombres sobre sus frentes, los que tienen la marca de la bestia (13:16, 14:9), los 144.000 que tienen el nombre de su Padre escrito sobre su frente (14:1, 22:4). Varios autores señalan que las prostitutas romanas usaban sobre sus cejas rótulos inscritos con sus nombres (Morris).
De acuerdo con Horton, el nombre "Babilonia" es la forma griega de la palabra hebrea Babel, que se deriva del hebreo balal, "confundir", que produjo el sustantivo Balbel, que evolucionó para que la primera l fuera asimilada a la segunda b (ver Gn. 11:9). Los griegos solían agregar terminaciones a sus nombres, así que la cambiaron a Babilonia. Babilonia estaba construida en el sitio de Babel. Ellos quisieron construir una ciudad con una torre (Gn. 11:4). La torre representa la religión humana del esfuerzo propio. También representa la unión de la política y la religión. Milligan destaca que Babilonia significa "ciudad de confusión" (ver Gn.11:9). La mujer debe ser vista como la ciudad de la bestia que es Babilonia. La primera ciudad fue fundada por un asesino, Caín, que no entendió los principios de la verdadera religión como lo hizo Abel (Gn. 4:17). Abel reconoció que se requería un sacrificio para agradar a Dios. Está también el vínculo con la mujer Maldad de Zac. 5:6-11 que fue transportada en una cesta para medir a la tierra de Babilonia donde se le construiría una casa; la implicación es que Babilonia es donde mora toda la maldad. En el versículo que estamos estudiando Babilonia la Grande es la madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra. En 18:23 se la describe como la ciudad que por sus hechizos mágicos engañó a las naciones. En 14:8 hizo que todas las naciones bebieran el vino enloquecedor de sus adulterios. Cuando las lenguas de la gente en Babel fueron confundidas, su maldad se extendió alrededor del mundo, así que todas sus religiones e idolatría también se extendieron alrededor del mundo. El reino de la bestia ejercita poder político y religioso como se muestra en capítulo 13: la bestia del mar (político) y la bestia de la tierra (religioso). Así, la bestia intenta terminar el proyecto y crear un reino que Dios dijo que no debía ocurrir. Para hacer esto la bestia usa la religión (la imagen de la bestia) para unificar al mundo, en tanto que anteriormente el mundo estaba unificado por una sola lengua.
v. 6 - Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús - No sólo hace que otros se embriaguen (14:8, 17:2) sino que ella misma está ebria con la sangre de los santos. Estar ebrio con sangre es una figura del deseo de violencia. La ciudad es descrita figurativamente como Sodoma, Egipto y Jerusalén en 11:8. Jerusalén significa la religión de los fariseos y saduceos que matan a los profetas y apedrean a los enviados a ella, además de crucificar a nuestro Señor. Ella persigue a los santos, tipificada por la vieja Jerusalén que mataba a los profetas (Mt. 23:37, Ap. 11:8). Ebria porque no saben lo que hacen (Lc. 23:34). Juan probablemente tiene en mente especialmente al sumo sacerdote y a principales sacerdotes que crucificaron a Jesús (11:8, cf. Jn. 19:15). Pero no sólo Jesús fue crucificado sino Sus seguidores también lo serán (Mt. 23:34). Roma persiguió a los santos especialmente durante el tiempo de Nerón y Domiciano, y más tarde durante la Reforma. Si bien es principalmente la riqueza y el comercio de Babilonia que se describe aquí, hay un costado religioso en ella que persigue a los santos. Ella los persigue por que no beben su vino y por medio de sus vidas la condenan. Se siente sobre la bestia quien hace guerra ella misma contra los santos (13:7) y en este respecto hace alianza con ella y lleva a cabo su trabajo, haciendo la obra de Satanás que está haciendo guerra contra los que obedecen los mandamientos de Dios (12:17).
v. 6 - y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro - El asombro de Juan era porque ve a la mujer montada sobre la bestia espantosa, y ve la atracción del mundo tal como es. Estaba en el Espíritu en ese momento así que vio la realidad espiritual. La vio como Dios la ve. Quiera Dios abrir nuestros ojos espirituales también.
29. 1. El misterio de la mujer y la bestia, explicado (17:7)
(Ap. 17:7) Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. {8} La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. {9} Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, {10} y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. {11} La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a perdición. {12} Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. {13} Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. {14} Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. {15} Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, y muchedumbres, naciones y lenguas. {16} Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; {17} porque Dos ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. {18} Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.
v. 7 - Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos - Juan se asombra de la mujer y la bestia, el ángel lo reprende apenas a Juan, y explica el misterio de la mujer y la bestia. Esto probablemente traiga más problemas que los que soluciona. El ángel describe con detalle a la bestia primero porque es el más importante. La caída de la mujer se describe en detalle más adelante. La bestia es la que sale del mar (13:1) y sobre la que se sienta la mujer (17:3).
v. 8 - La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición - "La bestia que has visto" es la bestia de 17:3. La descripción de la bestia que "era, no es, y será" está en contraste con Dios que es, era y vendrá (1:4, 1:8, 4:8). La carrera de la bestia parodia la del Cordero, porque el Cordero desciende del cielo y vuelve al cielo, en tanto que la bestia asciende del Abismo y luego desciende allí. Por lo tanto, puede ser considerado "un" o "el" anticristo. Anti no significa "contra" sino la antítesis (opuesto), o "en vez de"; es una falsificación. Juan lo define como el hombre que niega que Jesús sea el Cristo (1 Jn. 2:22) y Pablo dice que, "se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tes. 2:4). La bestia "no es" significa que no está ahora en la escena mundial que anticipa su aparición futura, y es por lo tanto una advertencia a la iglesia. De la misma forma el v. 10 los coloca en el reino del sexto rey. La bestia sube del Abismo y vuelve a su destrucción en el Abismo o infierno. Esto enfatiza la naturaleza satánica de la bestia al venir del pozo del infierno y recibir su autoridad de Satanás (13:2, cf. 9:1, 9:11, 11:7, 20:3). Esto podría ser una referencia a Nerón que una vez fue, ahora no es (se suicidó) y vendrá de nuevo, una referencia quizás a una persecución renovada bajo Domiciano. Es más probable que se refiera al anticristo final o el hombre de pecado que está destinado a su destrucción (2 Tes. 2:3) del cual Nerón y Domiciano serían tipos. En 13:3 encontramos que la bestia tenía una herida mortal que había sido sanada.
v. 8 - y está para subir del abismo - Ver 11:7: cuando los dos testigos han terminado su testimonio, entonces la bestia que sube del Abismo los atacará y los vencerá. Es la misma bestia que hace guerra contra los santos y los vence (13:7). Sale del Abismo, que es la morada de los demonios. El hecho de que salga del Abismo lo vincula con Satanás que es el ángel del abismo (9:11).
v. 8 - e ir a perdición - Será arrojado al lago de fuego, junto con el falso profeta y, más tarde, Satanás (ver 19:20).
v. 8 - y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será - Juan estaba asombrado cuando vio a la mujer. El mundo se asombrará cuando vea a la bestia (ver también 13:3, donde el mundo se asombra de la herida mortal que había sido sanada). Esto podría ser una referencia al mito de Nerón redivivo, en que Domiciano sería visto como Nerón resucitado. Hay algo acerca de la reaparición de la bestia que asombra al mundo, probablemente porque será tan inesperado como lo será la Segunda Venida de Cristo. Será una sorpresa para el mundo que hará lamentación por Su venida. Pero los santos que están en el libro de la vida no serán engañados por él; aquellos conocen a su Dios lo resistirán firmemente (Dn. 11:32).
v. 9 - Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer - Por segunda vez en el libro se requiere sabiduría, así como se requiere sabiduría para calcular el número de la bestia (13:18). La bestia tiene siete cabezas que son los siete montes sobre la que se sienta la mujer. Esto la identifica con la Roma del tiempo de Juan. La gran ciudad es más que sólo Roma, pero Roma era el ejemplo supremo en ese tiempo. Su lujo excesivo, su orgullo y su persecución eran bien conocidos, como sus siete montes. Johnson señala que la palabra traducida acá como montes (oros:G3735) se traduce en otras partes de Apocalipsis como montaña. También señala que los siete montes se refieren a la bestia y no a la mujer. Las montañas alegóricamente se refieren a los poderes del mundo en los Profetas (Is. 2:2, Jer. 51:25, Dn. 2:35, Zac. 4:7). Ver Dn. 2:35, "mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra". La expresión en el próximo versículo que son también siete reyes identifica a las montañas como siete reyes.
v. 10 - y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo - Se requiere sabiduría una vez más. Las siete cabezas de la bestia son siete montes y también siete reyes. Son siete encarnaciones de la bestia y el número siete debe ser tomado simbólicamente. Cinco han caído y uno es y otro aún no ha venido. Así que una de las cabezas es actualmente un rey, pero note que en v. 11 la bestia no es. Es posible que Juan se esté proyectando hacia atrás al reino de Vespasiano. Los cinco que habían sido son, por tanto, Augutso, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón; el que "es" es Vespasiano; el que aún no ha venido es Tito (Barclay). Hay muchas permutaciones más posibles, y ninguna es satisfactoria. Las dificultades surgen de tomar "siete reyes" como un siete literal en vez de significar completo, una serie completa de emperadores. Están viviendo en el tiempo del sexto rey y es mayormente un tiempo de quietud. Hay un solo mártir contemporáneo (Antipas) y parte de la iglesia está dormida. Está colocando a sus lectores en el tiempo del sexto por razones simbólicas: a la sexta trompeta y la sexta copa, las fuerzas se reúnen para la demostración final, en tanto que cada una de las séptimas describen un tiempo corto pero crucial de crisis. Si no se mantienen despiertos ahora, cuando venga la crisis estarán entre los habitantes de la tierra cautivados por la bestia - el Anticristo que no discernieron (Sweet). El otro no ha venido, pero cuando venga "es necesario que dure un breve tiempo". Esto muestra el conocimiento previo y la voluntad de Dios. Es más probable que el rey "que es" sea Domiciano, un tipo del anticristo venidero. El séptimo rey no es la bestia, que es el octavo rey. Uno debe recordar también que los reyes tienen reinos, así que los siete reyes pueden interpretarse también como una sucesión de (no necesariamente siete) imperios. En el próximo versículo encontramos que la bestia es un octavo rey y que pertenece a los siete. Por lo tanto los siete reyes deben ser tomados como una serie de imperios tiránicos que persiguen a la iglesia. Son proto-bestias. Recuerde que estas siete cabezas son las cabezas de la bestia, siendo el octavo rey el anticristo.
v. 11 - La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a perdición - La bestia no es el séptimo rey que debe permanecer por un tiempo. Pero pertenece a los siete y va hacia su destrucción. Su destrucción aparece en 19:20 y también en 2 Tes. 2:7-8. Note la repetición del v. 8, "la bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición". Reaparecerá en el futuro del pozo del infierno e irá a su destrucción. Apocalipsis está diseñado para mostrarnos la victoria final del bien sobre el mal. Él es la encarnación suprema de los siete reyes anteriores. Siete representa lo completo y no debe tomarse literalmente. Ocho es uno más que siete, y ocho es el número de Cristo; él es la falsificación de Cristo (ver 13:18). La bestia pertenece a una serie completa de siete reyes, estuvo presente una vez en el mundo pero no está aquí ahora, sino que reaparecerá en el futuro en una forma nueva. Hay alguna validez en el concepto de que podría aparecer en un imperio romano redivivo o aun en un imperio papal. La bestia probablemente debe ser identificada con la cuarta bestia de Dn. 7:23, "la cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará". Su destrucción se muestra en Dn. 7:26 (ver también Dn. 11:45).
v. 12 - Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia - Diez es un número simbólico y los diez reyes es un número completo de reyes, no necesariamente diez. Reinan por una hora, un tiempo corto según lo ve Dios. Esta hora es la última hora mencionada en su carta (1 Jn. 2:18). Se unirán al anticristo para la última batalla que se menciona en v. 14 y también en 16:14, 19:19. Podrían ser los reyes del este (16:12). Los diez reyes pueden ser también los diez reyes de Daniel que vienen del reino de la cuarta bestia (Dn. 7:24). También pueden ser los reyes de la tierra mencionados en 19:19. Sea quienes sean, son "figuras puramente escatológicas que representan a la totalidad de los poderes de todas las naciones sobre la tierra que han de someterse al anticristo" (Beckwith, citado por Mounce). El número diez es simbólico e indica algo completo. No apunta a diez reyes específicos ni a diez reinos europeos o a un imperio romano redivivo (Mounce).
v. 13 - Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia - El propósito que tienen en común es hacer guerra contra el Cordero (v. 14) y para hacer esto le dan su poder y autoridad a la bestia que es otro rey. Sin embargo, los propósitos de Dios son diferentes a sus propósitos, que es que ellos destruyan a Babilonia (17:16-17).
v. 14 - Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles - El título Señor de señores y Rey de reyes se remite atrás a Dt. 10:17 (también Sal. 136:3, Dn. 2:47, 1 Tim. 6:15) y se repite en 19:16 que es presumiblemente la misma batalla. En 1:5 se lo describe como "el soberano de los reyes de la tierra" y encontramos su cumplimiento aquí. Así como la bestia hace guerra contra los santos (13:7) y los vence, ahora hace guerra contra el Cordero pero pierde. Esto se menciona en 19:19 que es la segunda venida. Los elegidos del Cordero, seguidores elegidos y fieles son llamados su ejército (19:14). Esta es llamada también al batalla de Armagedón de la sexta copa (16:14). Esta es claramente la segunda venida (v. 15). Esto debe identificar a la bestia como el anticristo a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida (2 Tes. 2:7-8). Una vez más hay una referencia al salmo mesiánico 2:1-5. Para sus seguidores elegidos y fieles, ver los ejércitos del cielo (19:14) y los 144.000 de 14:4.
v. 15 - Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, y muchedumbres, naciones y lenguas - Habiendo descrito a la bestia, el ángel ahora dirige su atención a la mujer. "Las aguas que has visto" se refiere atrás al v. 1 donde vio a la gran prostituta que se sienta sobre muchas aguas. Estas son interpretadas como los pueblos del mundo, los que adoran a la bestia y de donde surge la bestia. La bestia surge del mar que es también las naciones. Note la descripción en cuatro partes, que indica que ella gobierna sobre los cuatro rincones de la tierra.
v. 16 - Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego - En su deseo de poder la bestia y los diez reyes (diez cuernos) destruirán el mundo, su comercio y su brillo, y así cumplirán con el propósito de Dios. Nerón, el emperador, de hecho incendió a Roma, lo que tipifica lo que está por venir. La bestia... aborrecerá a la prostituta... y la quemarán con fuego. En Lev. 21:9 el castigo por ser una prostituta era ser quemada en el fuego. Su fin es el fuego, del que el humo que sale sube por los siglos de los siglos (19:3). También corresponde al fin de los otros enemigos de Dios, el diablo, el falso profeta y la bestia que son arrojados al lago de fuego y azufre (20:10), y de los que adoran a la bestia y a su imagen (14:11, 20:15). Estos reyes devoran sus carnes así como las aves comen la carne de los reyes y los generales más adelante en la gran cena de Dios (19:17). La destrucción de Babilonia también coincide con la séptima plaga (16:17). Los diez reyes reciben autoridad por una hora junto con la bestia y luchan contra el Cordero (17:14, ver también 19:19 que ubica la destrucción de Babilonia cerca de la segunda venida de Cristo). Si Babilonia se toma como el poder eclesiástico, entonces habiendo conseguido lo que necesitaba de ella, que hiciera que el mundo adorara a la bestia, ahora la destruye. Milligan, que ve a la mujer como la religión falsa, da un ejemplo que Juan conocería, donde la iglesia falsa y la bestia persiguen a la verdadera iglesia pero luego la bestia destruye a la iglesia falsa. Cuando lo crucificaron a Jesús, Pilato les dijo a los judíos, "¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César" (Jn. 19:15). Tenemos un ejemplo de la mujer que monta o controla a la bestia, y sin embargo en 70 d.C. los ejércitos romanos tuvieron éxito en destruir a Jerusalén por completo y todos los que estaban en ella.
v. 17 - porque Dos ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios - Ellos, la bestia y los diez cuernos, son ayudantes dispuestos. Su propósito es hacer guerra contra Cristo y Su ejército (ver v. 14) pero Dios los usa para llevar a cabo sus propósito a fin de destruir a la prostituta.
v. 18 - Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra - En el Antiguo Testamento la dos ciudades indicadas como "gran ciudad" son Nínive y Jerusalén, y está también la "gran Babilonia". La interpretación de la mujer como la gran ciudad, significa Babilonia (ver 18:2, 10, 21, es decir Babilonia la grande). En el tiempo de Juan era Roma, un tipo de Babilonia. Roma representa todo lo que es del mundo. Babilonia gobierna sobre los reyes de la tierra, como lo hacía Roma y todas las otras ciudades capitales de los imperios del mundo. Probablemente se la coloca última a fin de presentar la próxima sección sobre su destrucción. Deberíamos ver a la gran ciudad, que es el mundo, como una falsificación de la Nueva Jerusalén que es, por supuesto, la Iglesia. La gran ciudad es una ciudad compuesta. La vimos primero en 11:8 que es donde yacen los cuerpos de los dos testigos. La ciudad es llamada figurativamente Sodoma y Egipto donde su Señor fue también crucificado. También sabemos que estaba ebria con la sangre de los santos (17:6). La ciudad terrenal gobierna el mundo; la Jerusalén celestial es gobernada por Cristo (xxxx).
30. La caída de Babilonia (18:1)
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(Ap. 18:1) Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. {2} Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, Ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. {3} Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. {4} Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; {5} porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. {6} Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. {7} Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; {8} por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Como trasfondo hay que ver los siguientes pasajes:
La Caída de Lucifer descrita en Is. 14:12
Una endecha contra el rey de Tiro (Ez. 27:1-11)
Canto de destrucción de Babilonia (Is. 13:19-22)
Canto de destrucción de Edom (Is. 34:11-15)
Cantos de destrucción de Babilonia (Jer. 50:39, ver también Jer. 51 que contiene muchos de los pensamientos de Ap. 18:3
Canto de destrucción de Nínive (Sof. 2:13-15)
v. 1 - Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. {2} Y clamó con voz potente - El ángel tiene una gran autoridad delegada por Dios, así como Satanás le dio a la bestia una gran autoridad. El ángel debe anunciar la caída de la gran ciudad que es la ciudad de la bestia. La tierra fue alumbrada con su gloria que viene de la gloria de Dios cuando el ángel estuvo en la presencia de Dios en el cielo. Así como el rostro de Moisés brilló con la gloria después de que estuvo en la presencia de Dios. El ángel es similar en su descripción al de Ez. 43:1-2 donde la tierra estaba radiante con la gloria de Dios. La gloria del ángel es apropiada a la grandeza de su anuncio y su autoridad para proclamar la palabra de Dios relacionada con la caída de Babilonia.
v. 2 - diciendo: Ha caído, Ha caído la gran Babilonia - El ángel anuncia la caída de Babilonia la Grande. Esto es una repetición del anuncio del ángel en 14:8 (ver también Is. 21:9, "Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra"). Esto nos recuerda también de la caída de un antiguo rey de Babilonia, Belsasar, en Dn. 5:26, "Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin". La repetición de "Ha caído" indica la certeza del juicio.
v. 2 - y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible - Después de su destrucción estará desierta. Esto es ampliado por el ángel en 18:21-24. Ya está habitada por espíritus inmundos que provocan a los hombres a acciones impuras (xxxx). Después que el hombre ya no está ahí, los demonios andan dando vueltas buscando descanso (Lc. 11:24). La descripción en este versículo es una clásica descripción bíblica de una ciudad desolada (Jer. 9:11, 50:39, 51:37, Is. 13:29-22, 34:8-15).
v. 3 - Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites - El ángel da las razones para su destrucción. Ella sedujo a las naciones, a los reyes y a los mercaderes para que sean infieles a Dios (ver también 17:2). Ver Jer. 51:7, "Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones." Los reyes se unen a ella en sus pecados contra Dios. También comparten su poder y su lujo (ver v. 9). Los mercaderes también se hacen ricos de su deseo de más y más lujo. Vemos esto ahora en el mundo; los ricos se vuelven más ricos y los pobres, más pobres. Lo que se condena aquí es el lujo excesivo. Los mercaderes lamentarán la pérdida de un comercio redituable (18:11, 15, 23).
v. 4 - Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas - Esto es claramente una advertencia a los santos. Hay dos significados aquí. Primero, para que salgan, en el sentido de separarse de sus pecados; segundo, de huir a fin de evitar su juicio (ver 1 Cor. 11:32, Jer. 51:6, 45). Así como Lot huyó de Sodoma antes de su destrucción (Gn. 19:12 ff. ), los israelitas huyeron de Egipto, el pueblo de Dios huyó de Babilonia (Jer. 51:45) y la iglesia primitiva huyó de Jerusalén para evitar la persecución antes de su destrucción, así al pueblo de Dios se le dice que deje Babilonia antes que venga la destrucción sobre ella. Este es un mandamiento personal de Dios. Esto tiene un eco a lo largo de las Escrituras, comenzando desde Abraham, al que se le dijo que dejara su tierra (Gn. 12:1). Estaba esperando una tierra mejor, celestial, y Dios le había preparado una ciudad para él (Heb. 11:8-16). Esto encuentra su cumplimiento con la Jerusalén celestial más adelante en Apocalipsis. Encuentra un eco en 2 Cor. 6:16 donde el pueblo de Dios es llamado fuera; es decir deben ser un pueblo santo, separado del mundo y de su pecado. Note que la palabra iglesia en el Nuevo Testamento es ekklesia, lo que significa una Asamblea de los llamados afuera por Dios. Esto debería ser leído junto con las advertencias a las iglesias de Pérgamo (Balaam idolatría, inmoralidad) y Tiatira (Jezabel, idolatría, inmoralidad) en mente. Los santos no pertenecen al mundo, pero han sido escogidos del mundo (Jn. 15:19, cf. Stg. 4:4 y 1 Jn. 2:15-17).
v. 5 - porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades - Así como el hombre trató de hacer la torre Babel para llegar hasta el cielo (Gn. 11:4), ahora sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades; no se ha olvidado (cf. Jer. 51:9). En la séptima copa Dios se acordó de Babilonia la Grande y le dio la copa llena del vino de Su ira (16:19). Note que esto está en contraste con los santos, de cuyos pecados Él no se acordará más. (Heb. 8:12, 10:17, Jer. 31:33).
v. 6 - Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble - En Ex. 22:4 un ladrón debe pagar el doble de la propiedad que fue robada (v.4, 7, 9). Babilonia debe ser pagada por sus obras, su castigo debe ser de acuerdo con sus acciones (Jer. 50:29, Sal. 137:8). En Jer. 16:18 se les paga el doble por su pecado de idolatría (cf. Is. 40:2). De la misma forma que usó la copa de oro para tentar al mundo a que se aleje de Dios, así será usada para juzgarla (cf. Ap. 17:2, 4, 18:3, Jer. 25:15, 51;7) y beberá de la copa llena del vino de la furia de su ira (16:19) que involucra la destrucción de las ciudades del mundo por un terremoto.
v. 7 - Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto - Vemos aquí que su castigo es justo. Consigue tanta tortura y aflicción como la gloria y el lujo que se dio a sí misma. "dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto" (cf. Is. 47:5-12). Ella es arrogante, pero Dios lo ve todo y la juzga como corresponde. La caída de Babilonia se describe en Is. 47. Esto es también una denuncia de la Reina del Cielo (Jer. 7:18, 44:17). Es también una advertencia a la iglesia de Laodicea que tenía la misma actitud, y decía, "Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad" (3:17). Juan está usando a la prostituta para mostrar a la iglesia, especialmente a los cómodos laodicenses, la verdadera naturaleza de la prostituta. El cristiano no debe amar al mundo ni las cosas que están en el mundo. El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1 Jn. 2:15-17).
v. 8 - por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga - El "por lo cual" se refiere a v. 4-7. El "un día" indica lo repentino de su juicio. Las plagas son probablemente las siete copas, especialmente la séptima pero también la quinta. Dios la juzga según sus palabras "Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto". Se sienta como una reina y le viene la muerte. No soy una viuda y le llega el luto. Vivía en el lujo y le llega el hambre. Consigue una doble porción de su propia copa (v. 6). Dios usa la bestia y los diez reyes para juzgarla. Ellos comerán sus carnes y la quemarán con fuego (17:16, Zac. 9:4, Is. 47:9). En Lev. 21:9 el castigo para la hija de un sacerdote que se vuelve prostituta es ser quemada en el fuego. Finalmente, note que no importa cuán poderosa es Babilonia, es el Señor Dios el que la juzga (como lo muestra el ángel con gran autoridad en v. 1) es más poderoso que ella.
30. 1. Lamento por Babilonia (18:9)
Esto tiene mucho en común con el lamento por Tiro en Ez. 26 y 27. Babilonia es descrita como una ciudad de poder y de gran riqueza. En una hora pierde ambos. Ver también Is. 23:1-18 para un lamento sobre Tiro. Note el triple énfasis dado por reyes, mercaderes y marineros de la hora de su caída y ruina (v. 10, 17, 19). Este es otro ejemplo del uso de tres para describir la estructura de la ciudad (cf. 11:8, 16:19, Milligan). Como la gente ha basado su vida y su esperanza en la mujer que representa la riqueza y los placeres de esta vida, cuando es destruida su esperanza desaparece y por lo tanto ellos lamentan su desaparición. Esta gente estaba enamorada del mundo y de las cosas de este mundo (ver 18:12 ff.) y por lo tanto lamentan su desaparición (1 Jn. 2:15-17). Esto está en contraste con los santos que se alegran sobre su destrucción porque el mundo la persiguió (18:20, 19:2).
Los reyes hacen lamento por su pérdida de poder y lujo. Los mercaderes y marinero hacen lamento por su pérdida de riqueza mediante el comercio con las cosas del mundo. Note que los mercaderes llevan a cabo su comercio por tierra mientras que los marineros comercian en el mar; de esta forma cubren todo el mundo. Jesús nos advierte que la vida de un hombre no consiste en la abundancia de sus posesiones (Lc. 12:15 ff.)
30. 1. 1. Los reyes de la tierra hacen lamento (18:9)
(Ap. 18:9) Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, {10} parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!
v. 9 - Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella - Los reyes compartieron su lujo que ahora es destruido. Por lo tanto, lloran y hacen lamento sobre ella (cf. Ez. 26:16, 27:35). Le humo de su fuego aparece porque es destruida con fuego (ver versículo anterior y 17:16). Juan usa una expresión similar, "humo de su tormento" para describir el tormento de aquellos que adoran a la bestia (14:11). En 19:3 los santos, los apóstoles y los profetas que habían sido perseguidos por ella gritan "¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos". Note que la bestia, el falso profeta y el dragón son arrojados al lago de fuego (20:10).
v. 10 - parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! - Los reyes hacen lamento por su pérdida de poder. Sin ella, su poder se ha ido. Están aterrados porque se ha ido su seguridad. Habían cometido adulterio con ella y por lo tanto estaban unidos a ella en su destino (xxxx, cf. aquellos que cometieron adulterio con Jezabel y que comparten su destino a menos que se arrepientan de sus caminos, 2:20-23). Los reyes de la tierra son despachados más tarde (19:19-21). Babilonia ha perdido su poder en una hora, que es el mismo tiempo que los reyes reciben autoridad como reyes, junto con la bestia (17:12). Su pena es la pena del mundo, no la pena santa que lleva al arrepentimiento (2 Cor. 7:10). Su pena está totalmente centrada en ellos mismos. Caird comenta que la hora de persecución (17:12) está equilibrada por la hora de retribución. Esto supone que los diez reyes son los mismos que los reyes de la tierra. Debe tenerse en mente también que los diez reyes ayudan a destruir a la prostituta, así que es improbable que sean el mismo grupo. Considere el lamento sobre la destrucción de Egipto (Ez. 32:10, "y dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada delante de sus rostros; y todos se sobresaltarán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída".
30.1.2. Los mercaderes hacen lamento (18:11)
(Ap. 18:11) Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más mercaderías; {12} mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; {13} y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. {14} Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. {15} Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, {16} y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! {17} Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas.
v. 11-13 - Hay siete categorías de bienes, la mayoría artículos de lujo:
Tesoros | Oro, plata, piedras preciosas y perlas |
Telas finas | Lino fino, púrpura, seda y tela escarlata |
Materiales de construcción de lujo | Todo tipo de madera olorosa, artículos de todo tipo de marfil, madera costosa, bronce, hierro y mármol |
Especias, etc. | Cargas de canela, especias, incienso, mirra y olíbano |
Alimentos | De vino, aceite de oliva, harina fina y trigo |
Ganado | Bestias, ovejas, caballos y carros |
Esclavos | Y almas de hombres |
v. 11 - Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más mercaderías - los mercaderes hacen lamentación no sobre Babilonia sino porque han perdido su comercio. Sigue una lista de siete partes de las mercancías que comerciaban los mercaderes.
v. 12 - mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol - La mujer estaba decorada con muchas de estas cosas. Estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba resplandeciente con oro, piedras preciosas y perlas (17:4). Compare con su descripción dada por los mercaderes en 18:16, "¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!" Comerciaban en perlas pero se perdieron la perla de gran precio que les hubiera dado entrada a la Nueva Jerusalén (Mt. 13:45, Ap. 21:21).
v. 13 - y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres - El vino y el aceite no fueron dañados por el tercer sello (6:6); el trigo escaseaba y la cebada no era comerciado por los mercaderes porque es una comida de pobres, no es un lujo.
v. 14 - Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás - "Los frutos codiciados" es probable que sean aquellas cosas listadas en los versículos anteriores. Ellos toman nota de lo final de su destrucción.
v. 15 - Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando - Ellos harán lamentación porque han perdido la fuente de su riqueza (18:3). Su tormento es ser quemada en el fuego (17:16, 18:8, 9). Se paran lejos de ella, a una distancia prudencial de su quema, como hicieron los reyes. Ellos podrían ser los próximos en unirse a ella en su castigo, ya que se hicieron ricos de sus lujos.
v. 16 - y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! - Su riqueza, descrita en el versículo anterior, se ha arruinado en poco tiempo, una hora (cf. 18:10, los reyes lamentan; 18:19, los marineros lamentan). La hora corresponde al período de autoridad de los diez reyes, junto con la bestia (17:12) que la llevan a su ruina (17:16).
30.1.3. Los hombres de mar hacen lamentación (18:17)
(Ap. 18:17) Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; {18} y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? {19} Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! {20} Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.
v. 17 - Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos - Los hombres de mar se mencionan acá porque complementan a los que comercian en tierra, los mercaderes. Así, en conjunto, comercian en tierra y en mar, que es el reino del diablo ("¡Ay de los moradores de la tierra y el mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros...", 12:12). Ellos hacen lamentación, como los mercaderes, porque han perdido su fuente de riqueza (Ez. 27:25). Ellos también, como los reyes y los mercaderes, se paran lejos, aterrorizados por su tormento.
v. 18 - y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad - Los reyes de la tierra también vieron el humo de su incendio (18:9). Ver también el lamento sobre Tiro en Ez. 27:32.
v. 19 - Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! - Tomado del lamento sobre Tiro en Ez. 27:30. Ellos lloran y hacen lamentación por su pérdida de riqueza más que por sus pecados.
v. 20 - Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella - Compare con Jer. 51:48, "Los cielos y la tierra y todo lo que está en ellos cantarán de gozo sobre Babilonia, porque del norte vendrán contra ella destruidores, dice Jehová". En contraste con el lamento de los reyes, los mercaderes y los hombres de mar, el pueblo de Dios en el cielo es llamado a alegrarse sobre ella por que Dios la ha juzgado por la forma en que trató a los santos mientras estaban en la tierra. Esto es sólo una orden inicial para que los que están en el cielo se regocijen sobre su destrucción. Sigue una descripción de su destrucción. Después de esto, en 19:1, el cielo estalla en una gran voz, gritando la alabanza a Dios porque ha condenado a la gran prostituta y ha vengado la sangre de Sus siervos. Hay un regocijo similar en el cielo cuando Satanás es expulsado (12:12). Son los del cielo los que han sido perseguidos por la gran ciudad. Su sangre ha sido vengada, así que ahora deben regocijarse. Ella ha muerto a los santos (17:6) y a los profetas (18:24). Dios finalmente ha reivindicado a Sus siervos, los mártires, cuando clamaron por justicia y para que su sangre sea vengada (6:9, 19:2). Esta es la única vez que los apóstoles de Dios se mencionan en este libro. Se los incluye porque ellos han sido perseguidos también, junto con los santos y los profetas (Lc. 11:49, Ap. 18:24). Los profetas se mencionan más que los apóstoles porque hay una tradición más fuerte de profetas siendo perseguidos (Mt. 5:12). Tanto apóstol como profeta es un ministerio de la iglesia (1 Cor. 12:28). Dios la ha tratado de la misma forma que ella ha tratado a Su pueblo. Este principio se ve también en 18:6, "Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras". Es el principio de sembrar y segar (Gal. 6:7).
30. 2. Destrucción final (18:21)
(Ap. 18:21) Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. {22} Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. {23} Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. {24} Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.
Note las seis frases que indican la completa destrucción de Babilonia (Hendriksen):
Babilonia... nunca más será hallada
[la música] ... no se oirá más en ti
ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti
ni ruido de molino se oirá más en ti
luz de lámpara no alumbrará más en ti
ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti
v. 21 - Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada - Esto está basado en el rollo sobre el que Jeremías había escrito todos los desastres que vendrían sobre Babilonia. El principal camarero, Seraías, debía leerlo y atarlo a una piedra y arrojarlo al río Éufrates y debía decir, "Así se hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y será rendidos" (Jer. 51:60-64). Esto es seguido por la declaración en seis partes de lo que no se encontrará más en ella (Ez. 26:21). Esto nos debería recordar también de lo que dijo Jesús, "cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar" (Mt. 18:6). El verdadero crimen de la prostituta es que tienta al pueblo de Dios a pecar.
v. 22 - Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti - Compare esto con las palabras del Señor a Tiro en Ez. 26:13 y a los habitantes de la tierra en Is. 24:8. Contraste la falta de música con los redimidos (14:2) que tocan sus arpas
v. 23-24 - Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. {24} Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra - "Luz de lámpara no alumbrará más en ti" está en contraste con la Nueva Jerusalén donde la gloria de Dios da luz y el Cordero es su lámpara (21:23). En la Nueva Jerusalén, el Cordero es el novio y la iglesia su novia y las voces serán muy evidentes (ver 19:6). Sus mercaderes eran los grandes hombres del mundo (Is. 23:8) que hicieron lamento por ella en 18:11-17. Compare esto con las palabras de Jeremías al pueblo de Judá cuanto estaban por ir a la cautividad porque no obedecieron al Señor ni escucharon a Sus profetas (Jer. 25:10, "y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara"). Contraste esto con la bienaventuranza de las bodas del Cordero (19:9). Esto nos recuerda también de dos juicios anteriores: en los días de Noé la gente estaba comiendo, bebiendo y casándose, y el diluvio los destruyó a todos; en los días de Lot la gente estaba comiendo y bebiendo, comprando y vendiendo, plantando y edificando (note que no se menciona el casamiento) pero luego fueron destruidos por fuego y azufre del cielo. Entonces Jesús nos recuerda que será igual que esto cuando Él venga de nuevo (Lc. 17:26-30). Un ejemplo contemporáneo sería Pompeya, en 70 d.C. (Sweet). Las razones que se dan para el juicio son:
- Por su hechizo mágico todas las naciones se descarriaron (cf. Nahum 3:4)
- En ella se encontró la sangre de los profetas y de los santos, todos los cuales habían sido muertos en la tierra (cf. las almas debajo del altar, 6:9, y en 19:2 donde es vengada en ella la sangre de Sus siervos (Jer. 51:49).
Nínive era conocida por derramar sangre, por hechicería y brujería (Nahum 3:4, "a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos". El v. 24 es similar en su pensamiento a Jer. 51:49, "por los muertos de Israel caerá Babilonia, como por Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra". Nínive y Jerusalén (Mt. 23:37) son tipos de Babilonia descritos acá por Juan. En ella se encontró la sangre de los profetas y de los santos. En 17:6 vimos que la mujer estaba ebria con la sangre de los santos. Ella persiguió a los santos y consiguió su retribución justa. No es sólo una perseguidora sino que es responsable por la sangre de todos los que han sido muertos en la tierra. Así que es mucho más que la iglesia apóstata; ella representa el deseo de poder y riqueza que hace que las naciones vayan a la guerra por estos motivos. Ella reina sobre los reyes de la tierra y es, por lo tanto, en su ambición, responsable de todas las guerras.
30.3. Aleluya (19:1)
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(Ap. 19:1) Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; {2} porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. {3} Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. {4} Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! {5} Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. {6} Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! {7} Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. {8} Y a ella se la ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
La prostituta ha sido destruida y, en contraste con el lamento de los de la tierra, los del cielo se regocijan. En respuesta a la exhortación en 18:20, los santos en el cielo se regocijan porque:
- Dios ha juzgado a la prostituta que corrompió a la tierra y ha vengado en ella la sangre de los santos (v. 2)
- Dios Todopoderoso reina y han llegados las bodas del Cordero (v. 7)
En contraste a la prostituta, se presenta a la esposa.
v. 1 - Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro - En contraste con la lamentación del mundo sobre la destrucción de Babilonia, tenemos ahora el regocijo sobre su destrucción por los que están en el cielo. Esta explosión de alabanza es en respuesta a la invitación para que los santos, apóstoles y profetas en el cielo se regocijen porque Dios ha juzgado la gran ciudad por la forma en que los trató (18:20). Hay una descripción de su destrucción, dada por el ángel, y luego viene esta explosión de alabanza que continúa hasta el v. 7 mientras todo el cielo se une en una gloriosa cacofonía de alabanza. En Jer. 51:48 hay gozo en el cielo y en la tierra sobre la destrucción de la ciudad real de Babilonia. La gran multitud que se muestra acá están en el cielo y son probablemente mártires (ver el próximo versículo). Podría ser el mismo grupo que en v. 6, que está formado por todos los santos. Una gran multitud que nadie podía contar parada frente al trono y frente al Cordero se ve también en 7:9. Ellos también atribuyen salvación a Dios y al Cordero (7:10). Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde aparece Aleluya (Alabado sea el Señor, ver v. 3, 4, 6). Es una expresión popular en los Salmos. (Note: los usos de "Alabado sea el Señor" en los Salmos).
v. 2 - porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella - Sus juicios de la gran prostituta son bastante justos porque ella corrompió al mundo y derramó la sangre de los siervos de Dios. Dios ha contestado el clamor de los mártires a Dios en 6:10 para que vengue su sangre (cf. Dt. 32:43, 2 Reyes 9:7, Sal. 79:10). La mujer fue encontrada ebria con la sangre de los santos (17:6).
v. 3 - {3} Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos - Ella comparte el mismo destino que los que adoran a la bestia (14:11), el diablo, la bestia y el falso profeta (20:10). El humo del tormento sube por los siglos de los siglos. Ella encuentra el mismo destino que las dos ciudades de Sodoma y Gomorra (Gn. 19:28) y Edom.(Is. 34:10).
v. 4 - Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! - Los veinticuatro ancianos, como representantes de la iglesia, dicen "Amén" (así sea). En 7:11-12 los ancianos y los cuatro seres vivientes también se postraron en adoración. Esta es la última vez que oímos a los seres vivientes y a los ancianos.
v. 5 - Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. {6} Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina - Hay un sonido glorioso cuando la gran multitud de todo el pueblo de Dios se une en alabanza, gritando (note que no están cantando), "¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!" Juan describe su sonido como el estruendo de muchas aguas y como grandes truenos, porque la cantidad es tan grande. En cap. 4 encontramos a Dios reinando sobre el universo pero para los santos en la tierra parece como si los poderes políticos están gobernando en realidad. Pero ahora Dios ha demostrado su reino destruyendo a la gran prostituta. La destrucción de la bestia, del falso profeta y del dragón ocurren más adelante.
v. 7 - Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado - Las bodas del Cordero son aludidas en la última cena (Mt. 26:26-29). Cuando comemos su pan y tomamos su copa proclamamos la muerte del Señor hasta que lo tomemos nuevo en el reino del Padre (1 Cor. 11:23-26). Le dan gloria a Dios y la Nueva Jerusalén baja del cielo. Fue idea de Dios, quien llevó a cabo el plan de salvación según su voluntad mediante el Cordero y el Espíritu. La idea de la esposa y el esposo es aludido en Is. 62:5. En Mt. 9:15 Jesús se llama a sí mismo el esposo. Es usada en la parábola de las diez vírgenes en Mt. 25:1 y Juan el Bautista se refiere a sí mismo como el amigo del esposo (Jn. 3:29), la esposa son sus discípulos. Cuando Jesús venga de nuevo será para recoger a su esposa para que estén con él para siempre (1 Tes. 4:16-17). Las bodas del Cordero están en contraste a la destrucción de la prostituta donde la voz del esposo y la esposa nunca se oirá en ella más (18:23). La esposa, es decir la iglesia, se ha preparado para la boda, para la cena de las bodas del Cordero (ver 19:9). La esposa fue descrita anteriormente en 14:4-5 como vírgenes puras y sin mancha (ver también Ef. 5:25-26). La esposa es descrita más adelante en 21:2 y 21:9 ff.
Hendriksen comenta las costumbres matrimoniales de los hebreos. "Primero viene el desposorio. Esto se considera más vinculante que nuestro 'compromiso'. Los términos del matrimonio son aceptados en presencia de testigos, y se pronuncia la bendición de Dios sobre la unión. Desde ese día, el novio y la novia son legalmente esposo y esposa (2 Cor. 11:2). Sigue después un intervalo entre el desposorio y la fiesta de casamiento. Durante este intervalo el novio paga la dote al padre de la novia, si no ha sido hecho todavía (Gn. 34:12). A veces la dote es de la forma de un servicio prestado (Gn. 29:20). Luego viene la procesión al final del intervalo. La novia se prepara y se adorna. El novio, vestido con sus mejores ropas y acompañado por sus amigos, que cantan y llevan antorchas, se dirige a la casa de su prometida. Él recibe a la novia y la lleva, con la procesión que vuelve, a su propio hogar o al hogar de sus padres (Mt. 9:15, cf. Mt. 25:1 ff.). Cuando el novio tenía que venir de lejos, la fiesta a veces se hacía en la casa de la novia. Finalmente, está la fiesta de casamiento que incluye la cena de la boda. Las fiestas normales duran siete o más días."
La novia es la iglesia y Cristo, el novio. La iglesia está desposada con Cristo y Cristo ha pagado la dote para ella con Su propia sangre. El intervalo de separación es la dispensación actual durante la cual la novia se prepara. Al final de la dispensación el Novio, acompañado por Sus ángeles, viene para recibir a Su novia y comienza la fiesta de casamiento. No dura unas pocas semanas sino por toda la eternidad. En Cristo, la novia fue escogida desde la eternidad. A lo largo de la dispensación del Antiguo Testamento el casamiento fue anunciado. Cuando Cristo asumió nuestra carne y sangre, el desposorio tuvo lugar. El precio, la dote, fue pagado en el Calvario y ahora, después de un intervalo, el Novio vuelve y comienza la cena de las bodas del Cordero (resumido de Hendriksen).
v. 8 - Y a ella se la ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos - "sentencia de justificación" sería una traducción más correcta que "acciones justas" (Is. 61:10). Está también más en línea con otras referencias en 3:4 (Sardis - vestiduras blancas), 3:18 (Laodicea - te aconsejo que compres vestiduras blancas para vestirte), 6:11 (se les dieron vestiduras blancas), 7:9 (una gran multitud... vestidos de ropas blancas), 7:14 (estos... han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero). "Se le ha concedido", o le fue dado, significa que no es su propia justicia; viene del Señor.
31. Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero (19:9)
(Ap. 19:9) Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. {10} Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
v. 9 - Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios - A Juan se le dice que escriba, así que la bendición que sigue es importante (cf. 14:13, 21:5). Es una de las siete bendiciones en Apocalipsis. Dios ha decretado que Su Hijo tuviera un casamiento y que el salón estuviera lleno de invitados (Mt. 22:9-10, Lc. 14:23). Los que son invitados son la iglesia ahora ("efectivamente llamados", Hendriksen). La imagen de la cena de la boda se encuentra en dos parábolas de Jesús: el rey que dio la fiesta de bodas para su hijo y las diez vírgenes (Mt. 22:2, 25:10, Lc. 14:16). La iglesia como esposa de Cristo se encuentra antes (ver v. 7). Jesús se refiere a beber del fruto de la vid cuando lo beba de nuevo con Sus discípulos en el reino de Su Padre (Mt. 26:29, Mr. 14:25, Lc. 22:18, ver también Is. 25:6-9, Lc. 13:29). Esto es en realidad una introducción a la próxima sección, la Gran Cena de Dios. La dicha de la cena de la boda del Cordero debería ser contrastada con la Gran Cena de Dios (v. 17).
v. 10 - Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía - Juan cae postrado para adorar al ángel, cuando el ángel dice, en el versículo anterior, "Estas son palabras verdaderas de Dios", y después de haber visto la gran multitud de los santos en el cielo junto con las huestes celestiales gritando su alabanza a Dios. Hay lugares en el Antiguo Testamento donde los hombres rinden homenaje a los ángeles, pero en Col. 2:18 el pasaje desaprueba la adoración de los ángeles. A Juan se le dice enfáticamente que adore a Dios; el ángel es un siervo de Dios también. Juan trata de adorar al ángel de nuevo en 22:8 y de nuevo se le dice que adore a Dios. Un poco antes el ángel le dijo a Juan, "Estas son palabras verdaderas" Juan cae a los pies del ángel cuando escuchó y vio todas estas cosas. La visión que había estado viendo era de la Nueva Jerusalén y el río de la vida. La razón en ambos casos para adorar al ángel que le había estado mostrando estas cosas es primeramente la grandeza de sus visiones, pero en segundo lugar su verdad. Si sus visiones fueran solamente grandiosas, no habría intentado adorar al ángel, pero es su verdad que lo sobrecoge de tal forma que adoró al ángel por habérselas mostrado a él. El ángel es un consiervo con Juan y sus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Es decir el testimonio de Jesús dado por Su vida, enseñanza, muerte y resurrección. Este pasaje enfatiza que sólo Dios debe ser adorado, que es parte del mensaje de este libro (cf. 14:7, 9). La lección es enseñada en forma doble. Si sólo Dios debe ser adorado, el mensaje a los oidores de Juan es que si los ángeles no deben ser adorados entonces ciertamente el hombre no debe ser adorado, lo cual es uno de los principales pecados de los Emperadores Romanos y contra lo que Dios los está advirtiendo.
El testimonio de Jesús se menciona tres veces antes en el libro. En 1:2 la visión que Juan vio es la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo (la revelación fue dada por Dios y testificada por Cristo, Mounce). En 1:1 el libro es la revelación (quitar el velo) de Jesucristo que Dios le dio. En 1:9 Juan estaba en la isla de Patmos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús. En 12:17, el dragón "se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de [la mujer], los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". En los últimos dos casos y el versículo corriente, el testimonio de Jesús se refiere del testimonio de Jesús acerca de Él mismo más que nuestro testimonio acerca de Él. Su testimonio está resumido por 1 Tim. 2:5-6, "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo".
Entonces, después de reprender Juan el ángel dice, "Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". Hughes nota que la conjunción "porque" conecta lo que se ha dicho recién con la declaración anterior. La profecía aquí es la declaración del mensaje confiado por Dios a Su siervo. Es una función del siervo, como el ángel ha dicho recién. El ministerio del siervo es testificar de Jesús y no de él mismo, así que adorar al ángel no encaja con el ministerio de la profecía. El ministerio de los profetas del Antiguo Testamento también testifica de Jesús, como Él les dijo a Sus discípulos, camino a Emaús (Lc. 24:25-27, ver también Jn. 5:39). Nota: los ángeles adoran al Cordero en 5:11. Jack Deere comenta "la profecía tiene el propósito de testificar de lo sobrecogedor de la persona de Jesús, no del ministerio profético. Los profetas más grandes quieren que la gente contemple la gloria de Jesús. Les importa poco cómo se los ve. Juan el Bautista era uno de los más grandes profetas, porque el decía, y lo sentía, "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe" (Jn. 3:30). A la gente que siente como Juan el Bautista se le puede confiar grandes revelaciones."
Escena 7: Victoria para el Cordero
El jinete sobre el caballo blanco (19:11)
El fin de la bestia y del falso profeta (19:20)
Los mil años (20:1)
Los muertos son juzgados - el gran trono blanco (20:11)
32. El jinete sobre el caballo blanco (19:11)
(Ap. 19:11) Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. {12} Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. {13} Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE Dios. {14] Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. {15} De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. {16} Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. {17} Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, {18} para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.
En 4:1 había una puerta abierta en el cielo y Juan fue invitado para subir al cielo. En 11:19 el templo de Dios en el cielo fue abierto; en 15:5 el tabernáculo fue abierto y salieron los siete ángeles con las siete copas. Aquí el cielo mismo es abierto y Jesús es revelado viniendo en ira sobre la tierra. Vemos aquí un relato más completo de la Segunda Venida de Cristo junto con Su ejércitos de santos en ira contra el mundo. El pasaje muestra a los cielos abiertos y a Cristo revelado como Rey de Reyes y Señor de Señores. El mundo, conducido por el anticristo (la bestia), el falso profeta y los reyes de la tierra con sus ejércitos, luchan contra Él y su ejército, pero Él los mata con la palabra de Su boca. La bestia y el falso profeta son arrojados al lago de fuego. Luego Satanás es atado por mil años y está el reino milenial de Cristo. Al final de los mil años, Satanás es soltado y hay una batalla final en donde Satanás es derrotado y arrojado al lago de fuego. A esto le sigue la resurrección general y el Día del Juicio, y cualquiera que no se encuentre en el libro de la vida será arrojado también en el lago de fuego.
v. 11 - Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero - "Vi el cielo abierto" introduce una nueva sección (cf. Ez. 1:1, Ap. 4:1). En la segunda venida de Cristo a la tierra, el cielo y la tierra se juntan por un breve instante, al revelarse Cristo a una humanidad incrédula en toda su gloria y majestad (xxxx). En 4:1 Juan vio una puerta al cielo a través de la cual sólo él entró, pero ahora todo el cielo está abierto para que todos puedan ver a Cristo. El jinete es claramente Cristo. Se lo identifica en v. 13. Su nombre es la Palabra de Dios y de nuevo, en v. 16, donde es llamado Rey de Reyes y Señor de Señores. El jinete cuyo nombre es Fiel y Verdadero es una referencia a Cristo ya que Él se designa a sí mismo como "el testigo fiel y verdadero" en la carta a la iglesia de Laodicea (ver 3:14). Este título lo contrasta a Él con los que engañan a la humanidad (v. 20), la bestia y el falso profeta. Él es el testigo fiel (1:5). Aquí reivindica a sus seguidores al destruir a los enemigos, de Él y de Su iglesia. Este evento es tomado usualmente como la Segunda Venida. Para otra interpretación, ver Sweet y Hailey.
v. 11 - y con justicia juzga y pelea - Dios es justo en todo lo que hace. Is. 11:4, "juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío." Sal. 96:13, "[rebosarán de contento] delante de Jehová que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad". Su descripción en 1:14 lo muestra con cabello blanco que indica sabiduría. En 16:7 hay una respuesta del altar, "tus juicios son verdaderos y justos".
v. 12 - Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo - Ojos como llama de fuego encaja con la descripción de Jesús en 1:14 (cf. 2 Tes. 1:7,8). Con ellos el ve la maldad de los malvados, que odia. Tiene muchas coronas (gr. diadema) lo que indica su autoridad real. Él es el Rey de Reyes (v. 16). El dragón tenía siete coronas reales (12:3) mientras que la bestia tenía diez coronas reales. A los dos Él derrota (19:20, 20:10). Tiene un nombre escrito sobre Él que sólo Él conoce, porque "sólo el Hijo de Dios puede entender el misterio de Su propio ser" (citado por Wilson). Hay más en Cristo que lo que podemos saber y sólo Él lo puede entender (xxxx).
v. 13 - Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE Dios - Su vestido está teñida en sangre porque está viniendo en ira contra el mundo de la gente (Is. 13:9, 63:1-6). Ha pisado el lagar de la ira de Dios (ver v. 15, Is. 63:1, Ap. 14:19). Compare con la bendición de Jacob sobre Judá, "lavó en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su manto" (Gn. 49:11). Su nombre es el Verbo de Dios, es decir Jesús (Jn. 1:1), Compare v. 15 y v. 21; Él es la última palabra de Dios al mundo.
v. 14 - Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos - Los ejércitos celestiales se refiere a los santos. Un pasaje paralelo los llama "llamados y elegidos y fieles" (17:14). Están vestidos de lino finísimo, blanco y limpio (cf. 3:5, 6:11, 17:14, especialmente 19:8), la esposa del Cordero. Esto no se refiere a los ángeles porque ellos vestían lino resplandeciente (15:6). No hay ninguna referencia a ángeles en blanco (aunque la misma palabra griega lampros que significa brillante es usada para la vestidura de los ángeles en 15:6 y para los santos en 19:8, en general el blanco es usado para los santos a lo largo de Apocalipsis). Ver el ejército del Señor en Joel 2:11, "fuerte es el que ejecuta su orden". En 14:4 los 144.000 también siguen al Cordero por dondequiera que vaya. Los santos son seguidores de Jesús. Estos están en contraste con los de 13:3 que siguieron a la bestia. Note que el ejército también anda sobre caballos blancos como lo hace su líder. Los ejércitos del cielo son mencionados aquí porque ellos, es decir la iglesia, comparten la victoria del Señor. Se los menciona de nuevo en 19:19 cuando la bestia y los reyes de la tierra y sus ejércitos se reúnen para hacer guerra contra el jinete del caballo y su ejército.
v. 15 - De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones - La espada aguda es la palabra de Dios (Heb. 4:12). Él es llamado la Palabra de Dios (v. 13) y es Su palabra la que condena a la gente en el último día (Jn. 12:48). Dice en Is. 11:4, que "herirá la tierra con la vara de su boca". Ver también v. 21 en donde los reyes de la tierra y sus ejércitos son "muertos con la espada que sale de la boca del que montaba a caballo". De la misma forma que vence al anticristo con el espíritu de su boca, y lo destruye con el resplandor de Su venida (2 Tes. 2:8). En 2:16 Él luchará contra los de Pérgamo que sostienen la enseñanza de Balaam y los nicolaítas, con la espada de su palabra. No deberíamos sorprendernos de que Cristo use la palabra de Dios para luchar contra Sus enemigos, ya que el universo fue hecho por orden de Dios (Heb. 11:3).
v. 15 - y él las regirá con vara de hierro - Esta es otra referencia al salmo mesiánico 2:9, "los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás". Esto podría ser una referencia al reino milenial de Cristo y sus santos, quienes gobernarán con Él como recompensa que se les da a los que vencen en la iglesia de Tiatira (2:26). Sin embargo, Mounce sostiene que regir con vara de hierro significa destruir más que gobernar en forma severa. Esto tiene sentido a la luz de las muchas escrituras sobre el día de la ira de Dios que indican destrucción. Ver especialmente Is. 11:4 y Sal. 2:9b, y también Is. 13:9, Sof. 1:15-18, 3:8.
v. 15 - y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso - El lagar es una metáfora común para la ira de Dios (Is. 63:1-6, Joel 3:13). Él exprime hasta que no haya más sangre; hay tanta sangre que forma un lago. Ver 14:19 para el gran lagar de la ira de Dios. En v. 13 su vestidura está teñida de sangre. En el sexto sello es llamado el gran día de su ira (5:17).
v. 16 - Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES - Esto contrasta con el título de la prostituta, que es BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (Ap. 17:5). Compare con la misma descripción del Cordero en 17:14 y "yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte" en el salmo mesiánico, Sal. 2:6. Los reyes de la tierra se juntan en contra del Señor, pero Él los vence porque es el Rey de Reyes. Él tiene el mismo título "Señor de Señores y Rey de Reyes" en la descripción de la batalla contra los diez reyes y la bestia en 17:14. Él también tiene con Él a sus seguidores escogidos, llamados y fieles. En 1:5 se lo describe como el soberano de los reyes de la tierra. En este pasaje demuestra abiertamente esto en una victoria final en su Segunda Venida. Su título está en su vestidura para que sea visible para todos. Es también el título divino usado para Dios en 1 Tim. 6:15, "el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores".
v. 17-18 - Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, {18} para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes - Esto es de la profecía de Ezequiel sobre Gog (Ez. 39:4, 17, ver también David y Goliat, 1 Sam. 17:46, "daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel". Ver también la descripción del juicio sobre Faraón (Ez. 32:3-10). La gran cena de Dios debería ser contrastada con la cena de las bodas del Cordero (19:9). Para las aves en medio del cielo ver 8:13, 14:6. También contraste la reunión de los reyes de la tierra (19:19) con las aves juntándose para comer las carnes de los reyes (v. 17, 18). Note que trata con todas las clases de personas, desde reyes hasta esclavos, pequeños y grandes (ver también 6:15, donde hay una descripción similar de esas clases de personas que se ocultan de la ira del Cordero en el sexto sello. Esta misma batalla está también descrita en 17:14 cuando la bestia y los diez reyes hacen guerra contra el Cordero. Él tiene el mismo título, Rey de reyes y Señor de señores, en 20:8 cuando Satanás y las naciones de la tierra (Gog y Magog) rodean el campamento del pueblo de Dios.
33. El fin de la bestia y del falso profeta (19:19)
(Ap. 19:19) Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. {20} Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. {21} Y los demás muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
v. 19 - Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército - Aquí vemos el conflicto de los dos ejércitos. Uno es terrenal; el otro, celestial. Este es un último ataque sobre el pueblo de Dios (ver Ez. 38, 39, especialmente 38:15-16). Jesús es soberano sobre los reyes de la tierra (1:5). Esto se cumple en v. 21. Esta es la batalla de Armagedón que se menciona en la sexta copa (16:14). Esto ocurre claramente en la Segunda Venida (16:15). La bestia y los reyes de la tierra se mencionan en 17:12, como "diez reyes que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia". Su ejército son los santos y no los ángeles (ver v. 14). Están vestidos "de lino finísimo, blanco y limpio", lo que se refiere a los santos. Compare esta escena con 12:17 cuando el dragón hace guerra contra los santos, y 13:7 cuando la bestia hace guerra contra los santos y los vence.
v. 20 - Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen - No hay ninguna mención de una lucha; sólo la captura de la bestia y el falso profeta. El falso profeta aparece primero en la sexta copa (16:13) y es claramente idéntico a la bestia de la tierra en 13:11, que hizo que la tierra y sus habitantes adoraran a la bestia. Él trabaja por medio de la decepción y ha engañado al mundo por medio de sus señales milagrosas (13:14). Las señales milagrosas son demoníacas (16:14). Las señales y milagros no vienen siempre de Dios. Debemos estar alertas sobre las señales y maravillas para discernir si no vienen de falsos profetas (Mt. 24:24). Debemos notar que la bestia y el falso profeta son capturados juntos porque actúan juntos, como en Ap. 13, donde la bestia de la tierra apoya a la bestia del mar (Milligan).
v. 20 - Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre - La bestia finalmente va a su destrucción (17:8, 11). Este es el fin del anticristo y del falso profeta. El diablo se une a ellos más adelante, seguido por los que adoran a la bestia o reciben su marca (14:9, 20:15). El segundo de Sus enemigos es destruido antes que le entregue el reino a Su Padre (1 Cor. 15:23-26). El primer enemigo fue Babilonia (17:16 ff.) que fue destruida también por fuego. Serán atormentados día y noche por siempre (20:10) en el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25:41, ver también Is. 30:33).
v. 21 - Y los demás muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo - "Los demás" debe ser contrastado con el resto de la descendencia de la mujer, es decir la iglesia de 12:17. Estos son los reyes, generales, toda la gentes, es decir el mundo no salvado (v. 18) que se une a la bestia y al falso profeta para luchar contra Cristo y Sus seguidores. La espada es la espada de Dios (ver v. 13, 14) que pronuncia juicio (Jn. 12:48). Su palabra los destruye (2 Tes. 2:8, Is. 11:4). Esto se menciona también en 17:12-14, donde los diez reyes y la bestia harán guerra contra el Cordero, pero Él los vencerá.
v. 21 - y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos - La invitación dada por el ángel en v. 17, 18 a las aves que vuelan en el medio del cielo se hace ahora. Esto es simbolismo para el desastre final, y está tomado de Ez. 39:17-20 (ver también 32:4). Esta es la indignidad final de los hombres: no son enterrados sino que las aves comen sus carnes, así como los perros comieron la carne de Jezabel y no se encontró nada cuando llegó el tiempo de enterrarla (2 Reyes 9:33-37). Esto debería compararse con los dos testigos a los que también se les rehusó el entierro. Su castigo no se describe aquí sino más tarde (20:15). Compare el final aquí de los reyes y sus ejércitos, con el final de la prostituta cuya carne también es comida (17:16) por la bestia y los diez reyes.
34. Los mil años (20:1)
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(Ap. 20:1) Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. {2} Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; {3} y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. {4} Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. {5} Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. {6} Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. {7} Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,{8} y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. {9} Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego de cielo, y los consumió. {10} Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Éste se ha convertido, desafortunadamente, en uno de los pasajes más discutidos en las Escrituras. Es el único lugar en Apocalipsis donde aparecen los mil años. Hay tres interpretaciones:
a. Premilenialismo - El retorno de Cristo en poder y gloria le quitará a Satanás todo su poder, levantará a los muertos cristianos y establecerá el reino de los santos sobre la tierra. Después de mil años, Satanás emergerá nuevamente de su prisión, intentará una vez más destruir a los santos, fracasará y será destruido él mismo. Entonces vendrá la resurrección del resto de los muertos, el juicio del gran trono blanco, la destrucción final de los malos y la construcción de un nuevo cielo y una nueva tierra. La aparición del Anticristo, la tribulación y el rapto se sostiene normalmente que han ocurrido antes (pre) del milenio. De aquí el nombre de esta interpretación. Esta doctrina es a veces xiliasmo que se deriva del griego xilios, mil.
b. Amilenialismo - No hay un milenio literal. Los 1000 años son simbólicos. Representa todo el tiempo entre la vida de Jesús sobre la tierra y Su segunda venida. Hay un milenio bíblico (Cox). Los santos son resucitados con Cristo en el nuevo nacimiento; esta es la primera resurrección (Ef. 2:6, Col. 2:12, Col. 3:1) y reinan con Cristo en vida (Rom. 5:17).
c. Postmilenialismo - Cristo vuelve después (post) del milenio. El milenio es la victoria del evangelio en la presente era, a veces mil años literales.
Para una discusión equilibrada que termina a favor del punto de vista premilenial, ver Pawson. El punto de vista amilenial es descrito por Cox. Berkhof también vale la pena ser leído.
34.1. Problemas específicos con el pasaje
Hay varios problemas específicos con el pasaje:
- Esta es la única mención de un período de mil años en Apocalipsis. Muchos de los otros períodos siguen una fórmula (42 meses, etc.). El período de mil años (10 x 10 x 10) significa un período de tiempo completo, pero también indica un período largo. Hay algunos otros períodos de mil años en las Escrituras (ver Sal. 90:4, Ecl. 6:6, 2 Pedro 3:8).
- Se refiere a Satanás como atado por mil años para impedir que engañe más a las naciones, hasta que los mil años hayan terminado. Satanás en otras partes se lo menciona como que engaña a las naciones (12:9, 13:14, 16:13-14, ver también 2 Cor. 11:3). Claramente Satanás está engañando todavía hoy a las naciones; hay falsos profetas y falsos Cristos alrededor. El falso profeta en Apocalipsis es claramente un emisario de Satanás que engaña a la gente de la tierra. El engaño de Satanás del que se habla aquí es sin el falso profeta, que está en el lago de fuego (v. 10).
- Si hay un reinado de mil años de Cristo sobre la tierra (aunque no se menciona la tierra) junto con los santos, es el único lugar en las Escrituras que lo describen. No es sabio conseguir nuestra teología de un pasaje oscuro en Apocalipsis sin el respaldo de otros pasajes claros de las Escrituras. Los pasajes claros de las Escrituras deben ser usados para echar luz sobre pasajes oscuros, y no al revés. El Nuevo Testamento no da apoyo a la idea de un reino de mil años de Cristo fuera de Ap. 20. El principal apoyo viene del Antiguo Testamento.
- Habla de dos resurrecciones. La primera, en la que los santos reinan con Cristo por mil años; la segunda, una resurrección general para el resto de los muertos al final de los mil años. Normalmente se habla de una sola resurrección en las Escrituras (ver Dn. 12:1-4, 12:13, Mt. 22:31, Lc. 14:14, 20:35-36, Jn. 5:25-29, 11:24, Hch. 23:6, 1 Cor. 15, 2 Cor. 4:14, Fil. 3:11, 1 Tes 4:13-18, Heb. 6:2, Ap. 11:18, 20:12-13). Sin embargo, hay algunos indicios de que hay una resurrección para los justo solamente (ver Lc. 20:35-36, 2 Cor. 4:14, Fil. 3:11, 1 Tes. 4:16-17).
- La batalla en 20:7 parece ser paralela con otras batallas de Apocalipsis (16:14, 17:14, 19:17)
- Ap. 16:14-16 - los tres espíritus inmundos de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta
- Ap. 17:14-17 - los diez reyes y la bestia
- Ap. 19:17-21 - la bestia y los reyes de la tierra
- Ap. 20:7-8 - Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, Goy y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla - Esto se menciona también en otros pasajes. Los pasajes en 16:14 y 19:17 son claramente la misma batalla que 20:7 y están todos apoyados por Ezequiel 38 y 39. El paralelismo arguye a favor de los mil años en la era del evangelio. Ver también los comentarios sobre Ap. 12:7.
34. 2. El argumento del paralelismo (Hendriksen)
El libro de Apocalipsis está formado por siete secciones paralelas que cubren la dispensación actual de la Iglesia, es decir:
- Cristo en medio de los candeleros (1:1-3:22)
- La visión del cielo y los siete sellos (4:1-7:17)
- Las siete trompetas (8:1-11:19)
- El dragón perseguidor (12:1-14:20)
- Las siete copas (17:1-16:21)
- La caída de Babilonia (17:1-19:21)
- La gran consumación (20:1-22:21)
La tabla siguiente muestra algunas situaciones paralelas con relación al Diablo en Apocalipsis
Ap. 11-14 | Ap. 20 |
12:5-12 En conexión con el nacimiento, la muerte, la ascensión y coronación de Cristo, Satanás es arrojado del cielo. Sus acusaciones pierden toda semblanza de justicia | 20:1-3 Satanás es atado y arrojado al abismo. Su poder sobre las naciones es limitado. En vez de que las naciones conquisten a la Iglesia, la Iglesia empieza a conquistar (evangelizar) a las naciones |
11:2-6, 12:44 ff. Un período largo de poder y testimonio que es alimentado fuera de la presencia de la serpiente (Satanás). La influencia del diablo está limitada. | 20:2 Un período largo de poder para la Iglesia, estando Satanás atado. Él permanece atado por mil años, es decir durante toda la era del evangelio (en el cielo las almas de los redimidos están viviendo y reinando con Cristo (20:4-6) |
11:7 ff., 13:7 Un período muy breve de persecución muy severa. Esta es la pequeña temporada de Satanás. La manifestación más terrible y final del poder persecutorio del anticristo | 20:7 ff. Un período muy breve de persecución muy severa. Satanás conduce al ejército de Gog y Magog contra la iglesia. Esta es la batalla de Har-Magedon. |
11:17, 18, 14:14 ff. La única segunda venida de Cristo en juicio | 20:11 ff. La única segunda venida de Cristo en juicio |
34. 3. Interpretación premilenial
Argumentos a favor de la interpretación premilenial:
- Es la lectura más directa del texto
- Demuestra el tipo de gobierno que podría ocurrir bajo Cristo y Su iglesia
- Muestra la maldad de la humanidad que se une al diablo cuando es soltado
- Todo el pasaje desde 19:11 se refiere al período desde la segunda venida hasta el juicio. Es parte de la misma secuencia y describe el juicio de la bestia y del falso profeta. Luego viene el juicio de Satanás que sigue con el juicio de la humanidad (20:11) y el nuevo cielo y la nueva tierra (21:1). Note la secuencia de "vi", que aparece siete veces en 19:11, 19:17, 19:19, 20:1, 20:4, 20:11, 21:1.
- Satanás no parece estar atado ahora; todavía está engañando a las naciones.
- El pasaje referido a Satanás está separado del que trata con el destino de la bestia y el falso profeta. Ver v. 10 que indica que el diablo fue arrojado al lago de fuego después que la bestia y el falso profeta
- Mientras que no hay otras referencias del NT al reino aparte de Apocalipsis, hay una cantidad de pasajes del AT que apoyan este punto de vista.
- Era el punto de vista que sostenían los padres de la iglesia, aunque Berkhof sostiene que había tantos amilenialistas como los que abogaban por el xiliasmo.
- Es requerido para cumplir varias profecías del Antiguo Testamento.
La interpretación premileniarista ve la visión del caballo blanco de Ap. 19:11 como la batalla subsiguiente de 19:19 que describe la única segunda venida en donde el anticristo (la bestia) y el falso profeta son derrotados y arrojados al lago de fuego. Sus ejércitos también son muertos. Luego Satanás es atado por mil años, durante los cuales la Iglesia reina sobre la tierra. Después de que es soltado Satanás, reúne a las naciones en contra de los santos. No hay batalla porque el fuego del cielo consume a las naciones y al Diablo. Él no tiene a la bestia y al falso profeta para ayudarlo porque ya están en el lago de fuego. El diablo es consignado al lago de fuego, hay una resurrección general y comienza el juicio. Parte del pensamiento judío es que habrá un reino sabático de Dios en la tierra por mil años al final de la historia humana, que duraría seis mil años. La idea es que mil años es un día a los ojos de Dios (Sal. 90:4, cf. 2 Pedro 3:8).
Referencias del Antiguo Testamento a favor del Premilenialismo:
(Salmo 72:1) Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. {2} Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. {3} Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados justicia. {4} Juzgará a los afligidos del pueblo, salvará a los hijos del menesteroso, y aplastará al opresor. {5} Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación. {6} Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra. {7} Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. {8} Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. {9} Ante él se postrarán los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. {10} Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. {11} Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán. {12} Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra. {13} Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará la vida de los pobres. {14} De engaño y violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. {15} Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá. {16} Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. {17} Será su nombre para siempre, se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado. {18} Bendito Jehová Dios, el Dios de lsrael, el único que hace maravillas. {19} Bendito su nombre glorioso para siempre, y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén.
Ver todo Zac. 14, especialmente 14:1-9, 16:
(Zac. 14:1) He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. {2} Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. {3} Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. {4} Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de os Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. {5} Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huiréis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. {6} Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. {7} Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. {8} Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano e invierno. {9} Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
(Zac. 14:16) Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
(Zac. 8:20) Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; {21} y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. {22} Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. {23} Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.
(Miqueas 4:2) Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. {3} Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. {4} Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. {5} Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre. {6} En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; {7} y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre. {8} Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén.
(Is. 11:2) Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. {3} Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; {4} sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. {5} Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. {6} Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. {7} La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. {8} Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. {9} No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren la mar. {10} Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
(Is. 65:20) No habrá más allí niño que muera de pocos días, in viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. {21} Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. {22} No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. {23} No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. {24} Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. {25} El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.
(Jer. 23:5) He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantará a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. {6} En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. {7} Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, {8} sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.
Comentario (Premilenial):
(Ap. 20:1) - Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. {2} Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; {3} y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. {4} Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. {5} Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. {6} Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. {7} Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,{8} y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. {9} Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego de cielo, y los consumió. {10} Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
v. 1 - Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano - Esto introduce una nueva sección, "Vi a un ángel que descendía del cielo". Este no es el mismo ángel de la quinta trompeta (9:1) que es un ángel malo, tal vez Satanás. El ángel acá desciende del cielo; no cae. Toma a Satanás y lo ata con autoridad de Dios. Note la similitud con Judas 6 donde los ángeles caídos son atados con cadenas hasta el día del juicio.
v. 2 - Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años - Note que a Satanás se le dan los cuatro títulos por los que es conocido en este libro: el dragón (12:3 ff.), la serpiente antigua (12:9), el que es el diablo (2:10, 12:9) o Satanás (2:9, 2:13, 3:9, 12:9). Satanás es atado por un ángel del cielo con la autoridad de Dios, que es más fuerte que Satanás, de la misma forma en que Jesús ató a Satanás cuando estuvo en la tierra (Lc. 11:22). Esta es la primera de las seis referencias a los mil años en el libro, todos los cuales ocurren en los primeros siete versículos del capítulo 20. El término milenio viene del latín mille, que significa mil, y annus, que significa año. En común con el resto de la simbología de Apocalipsis, los mil años no son literalmente mil años sino un período completo de tiempo (10 x 10 x 10).
v. 3 - y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años - El ángel lo echa, sin mucha ceremonia, a Satanás al Abismo y le cierra y lo sella con el propósito de que deje de engañar a las naciones como lo ha estado haciendo antes. La bestia de la tierra, que es el falso profeta, engaña a las naciones en otra parte, Ap. 13, y es el emisario de Satanás. Pero Satanás sólo lo puede hacer una vez que han pasado los mil años. Así, con la bestia y el falso profeta en el lago de fuego, y Satanás atado, las naciones no pueden ser engañadas para que crean una mentira. Las naciones mencionadas aquí son las que quedan del capítulo 19 (ver Zac. 14:16). Ya no son engañadas para darle a la bestia la adoración que le pertenece a Dios, porque él y el falso profeta están en el lago de fuego. El Diablo es conocido como el engañador, porque él engañó a Eva (2 Cor. 11:3). Todas las otras referencias en el Nuevo Testamento se refieren a la gente como engañadores, aparte de 1 Tim. 4:1, que describe cómo en los últimos días "algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios".
La palabra griega planao es usada en 20:3, 8, 10 para el diablo que engaña a los habitantes del mundo. La misma palabra griega es usada también para Jezabel cuando engaña a los siervos de Dios en 2:20, para Satanás en 12:9, para las señales hechas por la segunda bestia que engaña a los habitantes de la tierra en 13:14, para la prostituta en 18:23, para el falso profeta en 19:20. Así, mientras Satanás es el instigador de la decepción, él usa a los hombres, en la forma de falsos profetas, y el mundo. En algunas otras ocasiones se usa la palabra planao en el Nuevo Testamento, refiriéndose a hombres, es decir falsos profetas y falsos Cristos (ej: Mt. 24:5, 11, 24).
La palabra griega para abismo, abussos, es usada también en Lc. 8:31 (los demonios de Legión le ruegan a Jesús que no los arroje al Abismo), Rom. 10:7 ("¿quién descenderá al abismo?"), Ap. 9:1, 2, 11 (quinta trompeta), 11:7 (la bestia del Abismo ataca a los dos testigos), 17:8 ("la bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición"), 20:1.
v. 4 -Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años - Pablo nos dice en 1 Cor. 6:2 que los santos juzgarán el mundo. Resucitaron y reinaron con Cristo por mil años. Se nos dice en el próximo versículo que esta es la primera resurrección (de los justos). Entendemos que esta es la resurrección del cuerpo para los santos cuando Cristo venga de nuevo, aunque Juan dice que vio almas; si van a reinar, tienen que tener también cuerpos. Las almas que vio son las almas de los mártires que vio en 6:9. La referencia a los que habían sido decapitados significa simplemente que fueron martirizados por su testimonio y por la obediencia a la palabra de Dios. En 5:10 nos dice que los santos reinarán sobre la tierra. Los doce apóstoles juzgarán a las doce tribus de Israel cuando se renueven todas las cosas, cuando Jesús se siente sobre su trono glorioso (Mt. 19:28). 2 Tim. 2:12 nos dice que si sufrimos también reinaremos con Él. La palabra mártir significa testigo. Todos somos testigos, pero no todos sufriremos la muerte del cuerpo como testigos.
No habían adorado a la bestia o a su imagen y no habían recibido la marca sobre sus frentes o sus manos. Fueron muertos entonces (cf. 13:15) pero ellos habían sido victoriosos sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre (15:2) y volvieron a la vida en la primera resurrección que ocurre en la segunda venida. Son la contrapartida de aquellos que habían adorado a la bestia y a su imagen (14:9) y cuyos nombres no están en el libro de la vida (13:8). Este pasaje está muy probablemente inspirado en Daniel, donde los santos recibirán un reino (Dn. 7:22, ver también Dn. 7:9, en donde "fueron puestos tronos" y Dn. 7:27, "que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo". El reino del rey será uno que durará por siempre y siempre (Dn. 7:14, 17). La importancia de este pasaje es que muestra que los que mueren por su fe volverán a la vida y reinarán con Cristo.
v. 5 - Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección - La primera resurrección es para los justos, cuando Jesús venga nuevamente (Lc. 14:14, 1 Tes. 4:16). La segunda, es una resurrección general al fin de los mil años, para los justos y los malos (ver Dn. 12:1-2, Jn. 5:25-29). Ha sido notado frecuentemente que si una resurrección es literal entonces la otra deber serlo, o si no las palabras pierden todo su significado (ver Walvoord).
v. 6 - Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años - Bienaventurados y santos son los que tienen parte en la primera resurrección. Son bienaventurados porque la segunda muerte, que es el lago de fuego, no tiene ningún poder sobre ellos. Son santos porque no han adorado a la bestia. Mirando Ap. 20:14-15, entonces por definición los que están en el libro de la vida toman parte en la primera resurrección. De acuerdo con la carta a la iglesia en Esmirna, los que vencen no serán dañados por la segunda muerte (2:11). En 1:6, todos los creyentes han sido hechos reyes y sacerdotes para servir a Dios. En 5:10, los ancianos alaban al Cordero porque compró a los hombres para Dios y los ha hecho reyes y sacerdotes para servir a Dios y reinarán sobre la tierra. El énfasis de este versículo parecería ser que todos los creyentes reinarán con Cristo por mil años. Lo que es más probable es que los han sido martirizados juzgarán, y el resto reinará con Cristo.
v. 7 - Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión - Él debe ser soltado por un período corto para engañar al mundo (v. 3). Vale la pena notar que en Ez. 38, 39 y en Apocalipsis, el ataque sigue al período del reino mesiánico. En Ez. 36-37 Israel es restaurado a la tierra; luego viene la guerra de los capítulos 38 y 39. Esto es seguido por un retrato del estado eterno bajo la figura del templo reconstruido en la Nueva Jerusalén (Mounce).
v. 8 - y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar - Luego de esta liberación, él sale a engañar a las naciones como antes (v. 3) y junta a las naciones para la batalla, aunque es Dios que los junta (Ez. 38:4, 38:9). Los Cuatro Ángulos de la tierra indica la universalidad de las naciones que reúne. En las Escrituras, Gog y Magog son mencionados juntos en Ez. 38:2, donde Gog es de la tierra de Magog. Se los menciona en forma separada en Gn. 10:2, 1 Cr. 1:5, 5:4. Su ocurrencia principal es en Ez. 38 y 39. Es el tiempo final de Satanás. Para reunirlos para la batalla, ver Zac. 4:1 y Sal. 2. En las Escrituras, la expresión "el número de los cuales es como la arena del mar" significa que no puede contarse el número (Gn. 22:17, Jos. 11:4, 1 Reyes 4:29, Jer. 33:22, Heb. 11:12). Debe notarse que Ez. 38 y 39 son también usados para describir la guerra de 19:19. Compare los buitres comiendo la carne de los reyes, generales y hombres poderosos de 19:17-18, 21 con Ez. 39:17-22.
v. 9 - Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego de cielo, y los consumió - "Subieron sobre la anchura de la tierra" de nuevo indica la universalidad de los que atacan al pueblo de Dios. Ellos rodean al pueblo de Dios (Ez. 38:16). Probablemente un período de persecución intensa. Campamento se refiere al campamento en el desierto (Dt. 23:14, Num. 2:2). Descendió fuego del cielo (compare con Ez. 38:22) mediante el cual Dios ejecuta juicio con "pestilencia y con sangre" contra Gog. En 39:6 Dios dice que "enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová". Para otros ejemplos de fuego del cielo, ver Gn. 19:24, Lev. 10:2, Num. 11:1, 16:35, 2 Reyes 1:10, 1 Cr. 21:26, 2 Cr. 7:1, Lc. 17:29, 2 Tes. 1:7, Ap. 13:13, 18:8. La ciudad amada es probable que sea Jerusalén (Zac. 14:16). Una vez más la ciudad es igualada con su pueblo (ver la Nueva Jerusalén). Compare el fuego de Dios del cielo con el fuego falso de la bestia de la tierra en 13:13 con el cual engaña a los habitantes de la tierra.
v. 10 - Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos - Esto completa la destrucción del trío. En 19:29, la bestia y el falso profeta fueron arrojados también al lago de fuego y azufre. De acuerdo con este versículo hay una secuencia de tiempo entre que la bestia y el falso profeta son arrojados al lago de fuego y cuándo es arrojado el diablo. Así como él acusó a los creyentes día y noche (12:10), él será atormentado día y noche por siempre. Contraste su destino con el de los serafines que adoran a Dios día y noche (4:8) y los santos que sirven a Dios día y noche (7:15).
34. 4. Interpretación amilenial:
Satanás es atado por mil años, lo que representa la era actual del evangelio, durante la cual su reino es saqueado al escuchar la gente el evangelio y responder a él. La primera resurrección es el nuevo nacimiento en que una persona es resucitada con Cristo y reina con Cristo. La segunda resurrección es la resurrección general que ocurre al final de los mil años, en la Segunda Venida de Cristo, cuando Satanás será derrotado finalmente. Este pasaje es paralelo a Ap. 19 que muestra la derrota de la bestia y del falso profeta. Este pasaje se concentra en la caída de Satanás.
El argumento a favor de una interpretación amilenial:
- Este es el único lugar en las Escrituras que describen un reino milenial de Cristo. El resto del Nuevo Testamento guarda silencio acerca de esto.
- ¿Debería tomar uno su teología de un libro simbólico?
- La batalla contra Gog y Magog parece ser la misma batalla de Ap. 19:21 donde las aves se sacian de las carnes de los generales y hombres poderosos. Ambos hacen referencia a Ez. 38 y 39.
- El NT muestra a los santos reinando ahora. Los santos están resucitados con Cristo. La primera resurrección es el nuevo nacimiento.
- Esta sección, 20:1-10, deber verse como paralela a otros pasajes que describen la destrucción de Babilonia la grande (cap. 17 y 18) y la destrucción de la bestia y el falso profeta (cap. 19).
Teología del Nuevo Testamento:
La interpretación amilenial toma nota de la teología del Nuevo Testamento, donde hemos sido resucitados con Cristo ahora y estamos reinando con Él ahora. Note en el pasaje de Ef. 2:1-6:
(Ef. 2:1-6) Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, {2} en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, {3} entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. {4} Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, {5} aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), {6} y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
- Estuvimos una vez muertos en transgresiones y pecados (v. 1)
- Seguíamos los caminos del mundo y del Diablo (v. 2)
- Dios nos dio vida juntamente con Cristo (v. 5)
- Nos resucitó con Cristo y estamos sentados con Él en lugares celestiales (v. 6).
A la luz de estas escrituras del Nuevo Testamento, esto describe adecuadamente Ap. 20.
Juan 5:24 indica que hemos pasado de muerte a vida cuando creímos:
(Jn. 5:24) De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Rom. 5:17 muestra claramente que estamos reinando con Cristo ahora:
(Rom. 5:17) Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia
Col. 1:13 a 3:4 - Esta sección describe con mayor precisión lo que dice Ap. 20. Se refiere a la victoria de Satanás en la cruz, el nuevo nacimiento, es decir la resurrección del espíritu que estaba muerto a Dios pero ahora está vivo. Las otras escrituras sobre la resurrección (1 Cor. 15:12, 1 Cor. 15:35, Fil. 3:11, 1 Tes. 4:17) se refieren a la resurrección del cuerpo en la segunda venida de Cristo. Nosotros reinamos ahora con Cristo en los lugares celestiales donde el Diablo ha sido derrotado. Colosenses describe la situación. Como para los Efesios y para todos los cristianos de ahora, fuimos resucitados con Cristo en el nuevo nacimiento cuando nos volvimos cristianos y estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales. Nuestros cuerpos están en la tierra, pero espiritualmente moramos con Cristo en la esfera celestial. Más adelante, en la resurrección de nuestros cuerpos nos uniremos a Él en el cielo.
1. El saqueo del reino del Diablo ocurre cuando el evangelio es predicado y la gente responde.
(Col. 1:13) el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.
2. Ya hemos sido resucitados con Él, vivificados con Él. Más adelante nuestros cuerpos serán resucitados como el de Él en Su segunda venida. Esta es la segunda resurrección.
(Col. 2:9-14) Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, {10} y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. {11} En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; {12} sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. {13} Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, {14} anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.
(Col. 3:1-4) Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. {2} Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. {3} Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. {4} Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
3. Él desarmó a los poderes y a las autoridades en la cruz
(Col. 2:15) y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
4. El método para saquear el reino de Satanás es por medio del evangelio
(Col. 1:23) Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
(Hch. 26:17-18) librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, {18} para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Otros aspectos de la teología del Nuevo Testamento:
El poder de Dios para la salvación es el Evangelio (Rom. 1:16):
(Rom. 1:16) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquél que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Cristo fue elevado por arriba de todo poder y dominio en su resurrección (Ef. 1:21):
(Ef. 1:19-22) y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, {20} la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, {21} sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo de este siglo, sino también en el venidero; {22} y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas de la iglesia.
Así que no combatimos al Diablo sino que estamos firmes (Ef. 6:13):
(Ef. 6:11-13) Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. {12} Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. {13} Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Resistimos al Diablo estando firmes en la fe. El contexto es la persecución (1 Pedro 5:9):
(1 Pedro 5:8) Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; {9} al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. {10} Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Los creyentes en el cielo vencieron al diablo con la sangre del Cordero y la palabra de su testimonio (12:11)
(Ap. 12:11) Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Comentario (Amilenial):
(Ap. 20:1) - Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano - Esto introduce una nueva sección con "Vi a un ángel que descendía del cielo". Note que no hay ningún "entonces vi" para vincularlo en una secuencia temporal con el pasaje anterior. Este no es el mismo ángel de la quinta trompeta (9:1). Note la similitud con Judas 6 donde los ángeles caídos son atados con cadenas hasta el día del juicio. Sin embargo, es más probable que sea un ángel bueno que ata a Satanás.
v. 2 - Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años - En Lc. 11:21 Jesús está hablando de saquear al hombre fuerte, Satanás, y sacarles sus bienes, pero primero el hombre fuerte debe ser atado por alguien más fuerte que él, es decir Cristo. Esto es lo que está pasando en la era del evangelio: los bienes de Satanás están siendo saqueados. Cada vez que el evangelio es predicado y los hombres son convertidos, entonces los bienes del diablo son saqueados. Conocen la verdad y la verdad los hace libres. Algunos de los que una vez adoraban a la bestia se encuentran ahora en el cielo, es decir cada tribu y lengua y pueblo y nación. La predicación del evangelio coincide con la caída de Satanás del cielo (Lc. 10:17). La atadura de Satanás aquí es equivalente a otros pasajes en Apocalipsis (12:7, 12:10, compare con Lc. 10:18). Esto tuvo lugar durante el ministerio de Jesús pero fue asegurado legalmente en Su muerte (Heb. 2:14).
v. 2 - y lo ató por mil años - No mil años literalmente sino un período completo de tiempo (10 x 10 x 10). Comparando las batallas de 19:19 y 20:8, son la misma batalla. Por lo tanto, los mil años son la era del evangelio.
v. 3 - y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años - En la era del evangelio el evangelio les dará luz a los gentiles. En el Antiguo Testamento el evangelio era para los judíos. Ahora, en el Nuevo Testamento, es para toda la humanidad y por lo tanto el reino de Satanás es saqueado. La bestia de la tierra engaña a las naciones en otras partes de Apocalipsis. Pero Satanás hace esto sólo cuando los mil años han pasado. El Diablo es conocido como el engañador porque él engañó a Eva (2 Cor. 11:3). Todas las otras referencias en el Nuevo Testamento se refieren a personas engañadoras, excepto 1 Tim. 4:1.
v. 4 - Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años - Juan vio las almas de los decapitados, es decir Juan el Bautista. Esto podría indicar el comienzo del milenio, ya que Juan fue el último de la era anterior al evangelio. Es la figura más famosa de las Escrituras que ha sido decapitada. Él vio almas y no cuerpos, así que es probable que están en el cielo y no en la tierra, así como vio las almas de los mártires debajo del altar en el cielo. Vinieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años. Se nos dice en el próximo versículo que esta es la primera resurrección (de los justos).
v. 4 - Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar - Todas las menciones en Apocalipsis, excepto dos, se refieren a tronos en el cielo.
v. 4 - los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos - Deben ser contrastados con los que adoraron a la bestia.
v. 4 - y vivieron y reinaron con Cristo mil años - El contexto indica que este reino es en el cielo. El vio las almas de los decapitados. La palabra mártir significa testigo. Todos somos testigos pero no todos sufriremos la muerte del cuerpo como testigo. Rom. 5:17 indica que reinamos en vida con Cristo ahora, en esta vida. Pero note que Ap. 5:10 indica que los santos reinarán sobre la tierra. Volvieron a la vida espiritualmente se refiere al nuevo nacimiento. Antes estaban muertos en sus transgresiones y pecado. El nuevo nacimiento es la primera resurrección del espíritu; la segunda resurrección es del cuerpo.
v. 5 - Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección - La primera resurrección es el nuevo nacimiento. La segunda, es la resurrección general de los justos y los malos (Hch. 24:14) y será una resurrección corporal.
v. 6 - Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años - Mirando a 20:14-15, entonces por definición los que están en el libro de la vida toman parte en la primera resurrección. Recuerde la promesa de Dios a la iglesia de Esmirna a los que vencen; no serán dañados en la segunda muerte (2:11).
v. 7--8 - Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,{8} y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar - Él deber ser liberado por un tiempo corto (v. 3). Después de ser soltado, sale a engañar a las naciones, como antes (v. 3).
v. 8 - Gog & Magog - Esta parece ser la misma batalla que en 19:19. Ambos pasajes está apoyados por los mismos pasajes de Ez. 38 y 39. Es el tiempo final de Satanás. Compare Ez. 39:17-21 con Ap. 19:17-18. Ver también 9:1, 11:7, 16:14, 19:19. Magog se menciona por primera vez en Gn. 10:2, como el hijo de Jafet, un hijo de Noé, y luego en Ez. 38:2, como Gog de la tierra de Magog. Gog se menciona frecuentemente en Ez. 38 y 39 y en ningún otro lado fuera de Ap. 20.
v. 8 - a fin de reunirlos para la batalla - Ver Zac. 14. Esto está claramente relacionado con la segunda venida de Jesús.
v. 9 - Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego de cielo, y los consumió - La ciudad amada sería Jerusalén. Un período de persecución intensa. Campamento se refiere al campamento en el desierto (Ez. 38:16). Descendió fuego del cielo, y los consumió (Ez. 38:22, 2 Tes. 2:8, Dn. 12:1.
v. 10 - Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos - Esto completa la destrucción de este trío (19:20). La bestia y el falso profeta son arrojados también al lago de fuego y azufre. Todos sus enemigos han sido destruidos (1 Cor. 15:23-26). De acuerdo con este versículo hay una secuencia de tiempo entre que la bestia y el falso profeta son arrojados al lago de fuego y cuando el diablo es arrojado al lago de fuego. De la misma forma que él acusó a los creyentes día y noche (12:10), él será atormentado día y noche por siempre. Contraste su destino con el de los serafines que adoran a Dios día y noche (4:8).
35. Los muertos son juzgados - el gran trono blanco (20:11)
(Ap. 20:11) Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. {12} Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. {13} Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. {14} Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. {15} Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
v. 11 - Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos - Dios es Espíritu y por lo tanto el cielo y la tierra no pueden morar en Su presencia. Note la similitud con el efecto de la presencia de Cristo en Su segunda venida, que se registra en el sexto sello (6:14), "y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar", y en el séptimo rollo (16:20), "y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados". Su trono es blanco, lo que indica la santidad de la persona que está sentada sobre él. Daniel vio el trono, "y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente" (Dn. 7:9). La blancura de sus ropas indican pureza y la blancura de su pelo indican edad y sabiduría.
v. 12 - Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras - En la visión de Daniel del Anciano de Días es una escena de una corte y los libros también son abiertos (Dn. 7:10). Los libros registran lo que ha hecho cada hombre. El libro de la vida registra si un hombre tiene una fe salvadora en Jesús. Los libros contienen el registro de las acciones de cada hombre. Y fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho (Mt. 16:27, Hch. 17:31, Rom. 2:6, 1 Cor. 4:5, 2 Tim. 4:1, 1 Pedro 4:5, Judas 1:14-15).
v. 13 - Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras - El Hades es la morada de los muertos (Is. 24:22). La mención del mar entregando a sus muertos es para enfatizar que todos serán juzgados. No hay escapatoria. De nuevo el versículo anterior a éste indica que cada persona será juzgada por lo que ha hecho.
v. 14 - Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda - El Hades contiene a las personas que han muerto. El Hades entrega sus muertos y luego es arrojado al fuego porque su obra está completa; ya no es necesario. La muerte física ya no ocurre así que la muerte es arrojada al fuego para convertirse en la segunda muerte. La muerte y el Hades forman una dupla como en 6:8, porque después de la muerte el Hades se convierte en la morada de los muertos. Ninguno de los son necesarios, así que van al lago de fuego. El lago de fuego es donde la bestia, el falso profeta y el demonio ya están siendo atormentados. El último enemigo a ser destruido es la muerte (1 Cor. 15:26).
v. 15 - Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego - El lago de fuego fue preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25:41). Los que lo apoyan a Satanás se unirán a él finalmente (13:8, 20:10). La única forma de evitar ir al lago de fuego es estar en el libro de la vida (Sal. 69:28, Fil. 4:3, Ap. 3:5, 13:8, 17:8, 20:12, 21:27), es decir ser un vencedor en esta vida y sobre la bestia y su imagen (3:5, ver también 21:7-8). Aquellos cuyos nombres están en el libro de la vida serán libertados (Dn. 12:1) y vivirán en la Nueva Jerusalén (21:27). Los pecadores en Is. 33:14 preguntan, "¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?"
Este versículo deber ser visto en el contexto de toda la enseñanza del Nuevo Testamento. Muestra el final de los que persisten en su rebelión contra Dios. Sin embargo, el Nuevo Testamento es claro en que Jesús vino al mundo a salvar a la humanidad (Jn. 3:16-21, Ap. 1:5-6). Ver también los comentarios al final de la sección "El Mensaje de Apocalipsis".
Escena 8: Jerusalén, la esposa
Artwork by Duncan Long
Nuevos cielos y nueva tierra (21:1)
La nueva Jerusalén (21:9)
El río de la vida (22:1)
Vengo pronto (22:7)
Advertencia (22:18)
Bendición final (22:20)
36. Nuevos cielos y nueva tierra (21:1)
(Ap. 21:1) Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. {2} Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. {3} Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. {4} Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron, {5} y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe: porque estas palabras son fieles y verdaderas. {6} Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dará gratuitamente de la fuente de agua de la vida. {7} El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. {8} Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
El Génesis comienza con el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra. Aquí, en los dos últimos capítulos del último libro de la Biblia, encontramos un nuevo comienzo al hacer Dios todo nuevo. Hay muchos paralelos con los primeros capítulos de Génesis: hay un nuevo cielo y una nueva tierra, encontramos un manantial, un río y el árbol de la vida. Así como Dios trajo a Eva y se la presentó a Adán, aquí encontramos a la esposa descendiendo del cielo, vestida hermosamente para su esposo. Dios mismo mora con el hombre, así como caminaba con Adán en el fresco del día. Hay algunas diferencias: el hombre mora en una ciudad más que en un jardín. La descripción de un nuevo cielo y nueva tierra en donde vive la esposa finaliza con una descripción de la segunda muerte y aquellos que van ahí
Wilcock señala que hay una conexión cercana entre este pasaje, que actúa como resumen, y el resto del libro:
- 21:2=21:1--21 La ciudad de Dios - la nueva Jerusalén
- 21:3=21:22-27 La morada de Dios - la nueva Jerusalén
- 21:4, 5a=22:1-5 El mundo de Dios renovado - el río y el árbol de la vida
- 21:5b=22:6-10 La palabra de Dios validada - estas palabras son fieles y verdaderas
- 21:6a=22:11-15 La obra de Dios completada
- 21:6b, 7=22:16, 17 La bendición final de Dios
- 21:8=22:18, 19 La maldición final de Dios
Las bendiciones escatológicas de las bienaventuranzas también se encuentran en Ap. 21 y 22.
Mt. 5:3 - "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" cf. Ap. 21:1
Mt. 5:4 - "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación" cf. Ap. 21:4
Mt. 5:5 - "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad" cf. Ap. 21:1
Mt. 5:6 - "Bienaventurados lo que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" cf. Ap. 21:26-27
Mt. 5:7 - "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia"
Mt. 5:8 - "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" cf. Ap. 22:4
Mt. 5:9 - "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" cf. Ap. 21:7
Mt. 5:10 - "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos" cf. Ap. 21:1
Mt. 5:11 "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. {12} Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (todo Ap. 21 y 22, cf. 2:8).
v. 1 - Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más - Esto sigue inmediatamente detrás de la escena del juicio donde el diablo, la bestia y el falso profeta, y todos cuyos nombres no estaban en el libro de la vida son consignados al lago de fuego y la tierra y el cielo huyen de Su presencia (20:11). Un nuevo cielo y una nueva tierra son prometidos por primera vez a Isaías en una descripción asombrosa en 65:17-25 y 2 Pedro 3:12, donde habla de la destrucción de la tierra y un nuevo cielo y tierra donde mora la justicia. El primer cielo se refiere a este universo actual, sin la tierra (cf. 2 Pedro 3:12). Este es un nuevo principio, así como en Gn. 1:1 Dios creó los cielos y la tierra, ahora hay una creación completamente nueva. La vieja creación ha sido liberada de su cautividad a la descomposición y ha sido traída a la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Rom. 8:19-22). La palabra "nuevo" (gr. kaine) significa nuevo en calidad, fresco, más que reciente o nuevo en tiempo (gr. neos) (Johnson). Esta tierra actual con su pecado, dolor y sufrimiento no es nuestra morada permanente. Vemos en esto y en secciones futuras la recompensa celestial para los que fueron perseguidos (Mt. 5:10-12).
v. 1 - y el mar ya no existía más - El mar es uno de siete males que Juan dice que ya no son más. Los otros son la muerte, el llanto, el clamor, el dolor (v. 4), la maldición (22:3), y la noche (22:5) (Morris). Ya no hay mar porque el mundo y la gente ya no so más (17:15). En Apocalipsis el mar está muy conectado a la gente del mundo y su juicio, así que no tiene lugar en el nuevo orden de las cosas. La bestia también sale del mar, haciendo que den vueltas los pueblos y naciones, es decir el fermento político (xxxx), y la prostituta se sentó sobre muchas aguas, representando a pueblos, multitudes, naciones y lenguas. El mar es también el recipiente de las plagas asociadas con la segunda trompeta y la segunda copa. Is. 57:20 compara a los malvados al mar embravecido que no puede descansar. El mar es la fuente de bestia satánica (13:1) y el lugar de los muertos (20:13) y no es apropiado para la nueva tierra (Johnson). Las tormentas, la muerte y la destrucción asociados con el mar no encajan con la calma y la paz de la Nueva Jerusalén, el paraíso de Dios. Que no haya ningún mar en el nuevo orden contrasta con el lago de fuego donde moran los malvados.
v. 2 - Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido - Esta es la segunda vez que encontramos una referencia a la Nueva Jerusalén como descendiendo del cielo, de Dios. La Nueva Jerusalén es mencionada por primera vez en 3:12, donde ser una parte permanente de ella (una columna) será la recompensa para los que vencen. Es aludida como la ciudad sin cimientos en Heb. 11:10-16 y Heb. 12:22-23. La Nueva Jerusalén es la ciudad celestial que estaba buscando Abraham (Heb. 11:10). Sin el resto de la iglesia él no sería perfecto (Heb. 11:40) ni podríamos serlo nosotros. La Nueva Jerusalén es una ciudad santa. Nada impuro entrará en ella (Is. 52:1, Ap. 21:27). La Ciudad Santa es una expresión para la Jerusalén terrenal (Neh. 11:1, Mt. 4:5, 27:53), pero en Apocalipsis la Jerusalén terrenal persigue a los santos (11:8). La Nueva Jerusalén es también el monte de Sion, la ciudad de Dios (Sal. 48, Is. 4:3, 35:8-10, 51:11, 60:14-22, Joel 3:17). En Gal. 4:25-26 Pablo comenta "mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre" y la contrasta con "la Jerusalén actual, pues ésta, junto con todos sus hijos, está en esclavitud."
La iglesia se menciona claramente aquí como la Nueva Jerusalén y como la esposa. En 19:7 la esposa se refiere a los santos. La iglesia es conocida como la esposa. En Ef. 5:25-27 las esposas deben amar a sus esposas, así como Cristo ama a la iglesia. Cristo es claramente el esposo. En 19:7 se refiere al casamiento del Cordero. Más adelante encontramos al Cordero entronizado dentro de la ciudad (21:3) y reinan por siempre jamás. Las vírgenes representan a la iglesia en la parábola de las diez vírgenes que están esperando al novio, que es Cristo (Mt. 25:1). La Nueva Jerusalén es descrita nuevamente como la novia, la esposa del Cordero, en 21:9-10. La iglesia tiene que salir del cielo de Dios, porque la iglesia fue Su idea desde el principio hasta el fin, y Él es el que la purifica y la prepara. La Nueva Jerusalén debe ser contrastada a la prostituta vestida de púrpura y escarlata que se sienta sobre la bestia, y es la ciudad mundana de Babilonia, que es de la tierra. Como novia está ataviada hermosamente para su esposo. En 19:8 encontramos que el lino fino, brillante y limpio, le fue dado para que use, lo que representa las obras justas de los santos. También encontramos más adelante que en la descripción de la Nueva Jerusalén ella brilló con la gloria de Dios (v. 11), está adornada con todo tipo de piedra preciosa (v. 19) y perlas (v. 21) y oro (v. 18). Hay un paralelo con Gn. 2:21-22, donde Eva fue hecha de la costilla de Adán y traída por Dios a Adán. Aquí encontramos a la iglesia, que fue formada por la sangre de Cristo, con su costado atravesado en la cruz. Ahora encontramos a Su novia viniendo de Dios, preparada para su esposo.
v. 3 - Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios - Esta voz es la de Dios que habla más adelante en v. 5. El versículo habla de la comunión íntima entre Dios y Su pueblo, una intimidad que todo el mundo anhela y que se ve más adelante cuando Sus siervos ven el rostro de Dios (22:4). Que Dios more con el hombre es el objetivo del evangelio, el cumplimiento del pacto de Dios con el hombre y Su plan de salvación. Lo lleva al hombre a antes de su caída (Gn. 3:8) cuando Dios y el hombre caminaban juntos en el jardín. Sólo que aquí Satanás no está presente para tentar a la humanidad. Es un nuevo comienzo a la vida que continuará por la eternidad sin la posibilidad de otra caída. La ciudad es la misma que ve Ezequiel en Ez. 48:35. El pacto para ser nuestro Dios se encuentra en muchos lugares de las Escrituras, comenzando con Abraham (Gn. 17:7) y encontrando su cumplimiento en Apocalipsis (Gn. 17:7, Ex. 20:2, Lev. 26:11-12, Dt. 5:2, Jer. 24:7, 30:22, 31:33, Ez. 11:20, 37:27, Zac. 10:10, 13:9, 2 Cor. 6:16, 1 Tes. 4:17, 5:10). Hay un juego de palabras aquí con la morada (gr. skene) de Dios y "él morará con ellos" (skenoo), porque skenoo es la forma verbal de skene. Además, la palabra morada es traducida normalmente como tabernáculo, lo que aludía al tabernáculo terrenal donde se suponía que moraba Dios. El cielo ha venido a la tierra. Dios morará con el hombre en la nueva tierra.
v. 4 - Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron - Así como Él vive con Su pueblo, Él podrá enjugar cada lágrima de sus ojos. Esté versículo ha tocado una cuerda en el pueblo de Dios a lo largo de las edades. Habla del ser más profundo del hombre. Lloramos en esta vida, pero en la próxima vida Dios mismo enjugará nuestras lágrimas, así como una madre limpia las lágrimas de su hijo. La maldición del dolor (Gn. 3:17) y la muerte (Gn. 2:17) han sido revocados. Es el cumplimiento de Is. 25:8, 35:10, 51:11, 65:19. El viejo orden de dolor y sufrimiento han pasado al desaparecer la vieja tierra y el viejo cielo (2 Pedro 3:12-13). El nuevo cielo y la nueva tierra será el hogar de la justicia y ya no habrá dolor más muerte ni dolor. Esto es una reformulación de Ap. 7:15-17 en términos negativos. La inversa de estos negativos será la vida, el gozo, la risa y la alegría eternos.
v. 5 - y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe: porque estas palabras son fieles y verdaderas - Dios está haciendo todo nuevo, así como hace una nueva tierra y un nuevo cielo (v. 1). Todo es nuevo; un nuevo cielo y una nueva tierra, pero es distinto a la situación del Edén porque ya no está Satanás para tentar a la humanidad. La tierra será poblada con personas que han escogido la justicia ante el mal. El pueblo de Dios ha sido comprado con la sangre de Jesús. Is. 65:17 nos dice que "de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento". El viejo orden de las cosas ha pasado completamente hasta de nuestras memorias. Dios hace esta declaración y le dice a Juan que escriba las próximas declaraciones porque las palabras de Dios son fieles y verdaderas (cf. 14:4, 19:9, 22:6). Este nuevo orden de creación es tan bueno que vale la pena morir por él en esta vida (1 Cor. 15:19), porque hay una vida mejor después de la muerte para los santos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. Se quiere que entendamos que este mundo, con su dolor y sufrimiento, no durará para siempre. Hay algo mejor para esperar.
v. 6 - Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dará gratuitamente de la fuente de agua de la vida - "Hecho está": el plan redentor de Dios está completado, así como Jesús dijo "Consumado es" cuando completó Su obra redentora. Él ha restaurado todas las cosas a su lugar debido. Todas las causas del mal han sido tratadas y la justicia reina. De la misma forma que completó Su obra de creación en el séptimo día (Gn. 2:2), ahora ha completado Su obra de restauración. Contraste el uso de las palabras "hecho está" (gegonan) con su uso en relación al juicio en 16:17 (Johnson). Él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin (Is. 44:6). Esta es la segunda vez que se usa esta expresión. La primera vez fue en 1:8, "Yo soy el Alfa y la Omega", y la última en 22:13, "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último". En la primera declaración sólo de declara esta verdad; en la segunda vez es repetido dos veces de una forma distinta; la tercera vez, se lo repite tres veces en distintas formas. El agua de la vida es gratis; esta es la gracia libre de Dios, que se repite más adelante en 22:17. Esto es un alivio bienvenido en un libro tan lleno de juicio, pero nos recuerda la disposición de Dios para cualquiera que quiere un lugar en la nueva tierra Él está dispuesto a dárselo libremente (Rom. 8:32). Al que está sediento, Dios satisfará esa sed del agua de la vida. Esto se promete también en Is. 55:1-3. Hay una alusión aquí al agua que regaba la tierra en Gn. 2:6. El versículo reitera lo que ya ha sido dicho en 7:17, donde "el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos". Mientras Jesús estuvo sobre la tierra Él les prometió a los sedientos que venían a Él y creyeron en Él que ríos de agua vida saldrían de dentro de ellos (Jn. 4:14, 7:37-39). Estaba hablando del Espíritu Santo que sería derramado sobre ellos en Pentecostés (Hch. 2:33). Mientras que el libro nos está mostrando aquí a la iglesia en su estado ideal en el cielo, es también cierto que el Espíritu Santo es dado al individuo como garantía o adelanto de su herencia (Ef. 1:13-14) en el cielo (1 Pedro 1:4). Más adelante en el libro el manantial se vuelve el río del agua de la vida (22:1). Así como el dador del agua de la vida vive por siempre, así pasará con el receptor. El árbol de la vida por el cual el hombre podría vivir por siempre está regado por el río de la vida (22:2, cf. Gn. 3:22).
v. 7 - El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo - El que venciere es el título del pueblo de Dios. Ver la herencia de siete partes del los vencedores en las siete cartas a las siete iglesias. Aquellos que vencen, como Jesús venció (3:21), heredarán todo esto, refiriéndose a los seis versículos anteriores, en contraste con lo que heredan los cobardes en el próximo versículo. La herencia es mencionada muchas veces en el Nuevo Testamento (Ef. 1:14, Col. 3:32, Stg. 2:5, 1 Pedro 1:4). Aquí, en la segunda parte del versículo, hay una referencia a ser hijo, lo que enfatiza la relación personal entre el creyente y Dios. Dios estableció su pacto con Abraham para ser su Dios y el Dios de sus descendientes (Gn. 17:7). Si pertenecemos a Cristo somos descendientes de Abraham y herederos de la misma promesa (Gal. 3:29). Esto encuentra su cumplimiento final en Apocalipsis (Mounce).
v. 8 - Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda - Note el contraste de los cobardes que están en el lago de fuego con los vencedores del versículo anterior (ver también los vencedores en 2:11), que tienen el derecho de beber de la fuente del agua de vida (ver también el río de vida en 22:1). Los cobardes son también los que no se arrepintieron cuando fueron afligidos por las primeras plagas de las trompetas (9:20-21). Compare esta lista de pecadores con la de Pablo en 1 Cor. 6:9-19 y Gal. 5:19-21. Son los impuros que nunca entrarán en la Nueva Jerusalén. Sólo los que están en el libro de la vida del Cordero pueden entrar (21:27). La intención es contrastar la segunda muerte con la vida eterna de los que beben del agua de la vida. Sólo los que están en el libro de la vida del Cordero evitan la segunda muerte (20:14-15). Es el opuesto a la experiencia de los vencedores en v. 4. La segunda muerte es un lugar de muerte, llanto, dolor y lágrimas. Debe notarse que el plan de redención de Dios ha hecho posible para los hombres evitar la segunda muerte a través de la muerte representativa de Jesucristo. El infierno fue creado para el diablo y sus ángeles, pero al final Apocalipsis deja en claro que los hombres adoran a Dios o al diablo a través de sus secuaces. Aquellos que adoran al diablo y siguen sus caminos como se detalla en este versículo se unirán a él inevitablemente. En particular, de esta lista los dos rasgos que más caracterizan al diablo son asesino y mentiroso (Jn. 8:44). En 13:14 encontramos a la bestia de la tierra engañando a los habitantes de la tierra, y en 20:8 encontramos al diablo engañando a las naciones.
37. La nueva Jerusalén (21:9)
(Ap. 21:9) Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. {10} Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, {11} teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. {12} Tenía un muro grande y alto con doce puertas: y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; {13} al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. {14} Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. {15} El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. {16} La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. {17} Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. {18} El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; {19} y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; {20} el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. {21} Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. {22} Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. {23} La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. {24} Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. {25} Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. {26} Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. {27} No entrará a ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
La esposa fue descrita antes (21:2) y es descrita ahora con mayor detalle. La novia, la Nueva Jerusalén, la Iglesia, es la ciudad santa porque el pueblo de Dios es un pueblo santo. Acá vemos a la Iglesia como Dios la ve en su forma completa final. Cuando Cristo aparezca la verdadera gloria de la iglesia será revelada. Ver Col. 1:27, 3:4 para una descripción de la iglesia como Dios la ve. La Nueva Jerusalén es la ciudad de Dios donde Dios mismo vive junto con el Cordero y Su pueblo. Algunos ven que esto se relaciona con el iglesia en su forma ideal ahora más que en el futuro (Milligan). Sin embargo, el pasaje anterior describe un nuevo orden de cosas que va en contra de su argumentación. También la Nueva Jerusalén describe las recompensas para aquellos que vencen en las siete iglesias, lo cual es claramente futuro. Sin embargo, la iglesia ahora es la esposa en preparación, mientras que acá vemos a la esposa completamente preparada y, por lo tanto, perfecta, sin mancha ni arruga. Deberíamos esperar ver aspectos de la Nueva Jerusalén que son verdaderos en la iglesia idealmente ahora. Deberíamos notar también que no hay ninguna mención acá ni de los seres vivientes ni de los ancianos que fueron mencionados por última vez en 19:4, cuando fue juzgada la gran prostituta. Si los ancianos simbolizan la iglesia ideal, entonces no hay ninguna necesidad de ellos acá porque la iglesia glorificada es descrita como la nueva Jerusalén.
v. 9 - Vino entonces a mí uno d elos siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero - Éste es supuestamente el mismo ángel que le mostró a Juan el castigo de la gran prostituta (17:1) y que ahora le muestra a Juan la novia y su herencia, en contraste con el castigo de la prostituta. Ya hemos visto en v. 2 que la esposa es presentada como la "la santa ciudad, la nueva Jerusalén desciende del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido". Aquí el esposo es presentado como el Cordero. Ahora se nos mostrará la esposa con mayor detalle. La esposa del Cordero contrasta con la prostituta que se sienta sobre la bestia.
v. 10 - Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios - Juan es llevado en el Espíritu a un monte grande y alto para conseguir una nueva perspectiva de la esposa, y ve a la Nueva Jerusalén descendiendo del cielo y de Dios (3:12, 21:2) Compara esto a cuando fue llevado en el Espíritu para ver a la mujer sobre la bestia (17:3). Estaba también en el Espíritu en 1:10 y 4:2. Ezequiel tuvo una experiencia similar a Juan cuando fue llevado a una montaña muy alta donde vio algunos edificios que parecía como una ciudad y vio a un hombre con una vara de medir (Ez. 40:1 ff.). Mucho de la visión de Juan en Ap. 21 y 22 contiene detalles que se encuentran en Ezequiel 40-48. La esposa es la Nueva Jerusalén. En contraste, Juan vio a la prostituta desde la perspectiva de un desierto. Que Juan sea llevado a una gran montaña para ver a la Nueva Jerusalén enfatiza la grandeza de la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén es llamada la "ciudad de Dios" en 3:12. En Heb. 12:22 dice que hemos venido "al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo". La montaña es probablemente una alusión al monte Sion, uno de los montes sobre los que está construida Jerusalén y desde donde uno puede ver la ciudad.
La idea de la ciudad es que es la comunidad de los elegidos de Dios, en contraste con la comunidad del mundo. Otra metáfora del Nuevo Testamento para la iglesia es una casa o edificio en donde mora Cristo (Ef. 2:19-22, 1 Pedro 2:4-5, Heb. 3:6), siendo la idea que la iglesia es el hogar o familia de Dios (1 Tim. 3:15, Gal. 6:10, Ef. 3:14-15, 1 Pedro 4:17). En la enseñanza del Nuevo Testamento hay mucho énfasis en cómo el pueblo de Dios debería comportarse unos con otros: estar dedicados unos a otros (Rom. 12:10), honrarse unos a otros (Rom. 12:10), vivir en armonía unos con otros (Rom. 12:16), amarse unos a otros (Rom. 13:8), aceptarse unos a otros (Rom. 15:7), servirse unos a otros (Gal. 5:13), perdonarse unos a otros (Col. 3:13), alentarse unos a otros (1 Tes. 5:11), etc.
v. 11 - teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal - El jaspe hace recordar la descripción de Dios sobre Su trono en 4:3. La Nueva Jerusalén, que es la Iglesia, brilla con la gloria de Dios porque Dios está en ella (ver v. 22, 23). La gloria de Dios resplandeciendo sobre Su pueblo es descrita en Is. 58:8 y 60:1. Is. 61:10 se refiere al creyente como la esposa que se adorna a sí mismo con joyas (ver también la descripción de la ciudad en vs. 19-21.
v. 12 - Tenía un muro grande y alto con doce puertas: y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel - Las puertas son guardadas por ángeles (Is. 62:6) y muros altos para que nada impuro pudiera entrar (v. 27) y comer del libro de la vida, así como el libro de la vida fue guardado por ángeles después que cayó Adán (Gn. 3:24). El gran muro alto es similar al efecto de gran abismo que separa a los justos de los malos (Lc. 16:26). Esta descripción de la ciudad viene de Ez. 48:30-35. Aquí están los nombres de las doce tribus de Israel sobre las puertas, que representan a la iglesia del Antiguo Testamento. La salvación viene de los judíos (Jn. 4:22) y en forma suprema de Jesús, que nació como judío y es la puerta para las ovejas (Jn. 10:7). La salvación es para los judíos (Jn. 4:22). La única forma de entrar a la ciudad es a través de la puerta y Jesús es la puerta (cf. la perla en v. 21). Dios ha preparado la Nueva Jerusalén para los santos del Antiguo Testamento como Abraham, que "anhelaba una patria mejor, esto es, celestial" (Heb. 11:13-16). Más adelante en v. 14 vemos que los cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos. Muestra que la iglesia está compuesta de los santos del Antiguo Testamento (judíos) y del Nuevo Testamento (gentiles).
v. 13 - al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas - Ver la descripción similar dada por Ezequiel (Ez. 48:30-35, "el nombre de la ciudad desde aquél día será Jehová-sama [Jehová allí]"). Es su morada. Estas puertas tenían también los nombres de las doce tribus de Israel sobre ellas. Las puertas se enfrentan entre sí en cada una de las cuatro direcciones cardinales, indicando que los que están dentro vienen de todas partes de la tierra (cf. 5:9, 7:9, 21:26).
v. 14 - Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero - Note el paralelo llamativo con Ef. 2:19-22, la iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, y "en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor". La nueva Jerusalén es la concreción de este versículo. La Nueva Jerusalén es a la vez el Antiguo Testamento (doce tribus de Israel, v. 12) y la iglesia del Nuevo Testamento (edificado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, v. 14) edificada para ser la morada en donde vive Dios (Ef. 2:22). La iglesia se ha convertido en una, tanto gentil como judía, cumpliendo Ef. 2:15. Los santos del Antiguo y Nuevo Testamento, como oró Jesús (Jn. 17:23).
v. 15 - El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro - En 11:1 a Juan se le dio una vara para medir y se le dijo que midiera el templo de Dios y contara los adoradores que estaban ahí. Se le dijo que no midiera el patio exterior porque había sido dado para los gentiles que pisotearían la ciudad santa por 42 meses. En la descripción de la Nueva Jerusalén que es la ciudad santa (21:2) las puertas tienen los nombres de las doce tribus de Israel y los cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles. No tiene ningún templo porque Dios y el Cordero son su templo (21:22). Podemos ver ahora que la medición anterior era para medir o contar a los santos. La medición aquí indica la perfección y forma de la Nueva Jerusalén. El oro de la vara para medir indica el costo y la pureza de la Nueva Jerusalén.
v. 16 - La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales - Note que el único otro cubo en la Biblia era el Lugar Santísimo, en el templo de Salomón, que estaba cubierto de oro (1 Reyes 6:20), "El lugar santísimo... tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura; y lo cubrió de oro purísimo; asimismo cubrió de oro el altar de cedro". La ciudad es cuadrada como la ciudad descrita por Ezequiel (Ez. 48:30-35), cuyas doce puertas tenían los nombres de las tribus de Israel (Rubén, Judá, Leví, José, Benjamín, Dan, Simeón, Isacar, Zabulón, Gad, Aser y Naftalí), cada uno con tres puertas. El nombre de la ciudad es JEHOVÁ ALLÍ, cf. 21:3, 21:22, 22:3, en donde Dios morará con Su pueblo. Ez. 43:16 también describe el hogar del altar como doce codos cuadrados por doce codos. La medición del templo en 12:1 fue también una especie de censo porque se le dijo que contara los adoradores que estaban allí. Aquí encontramos otra medición que da la cantidad de 12.000, lo que también ocurre en el censo de las doce tribus en 7:5. Las dimensiones aquí, 12.000 estadios de largo, ancho y altor enfatiza que es completamente perfecto. Horton hace la observación interesante que si estas mediciones fueran tomadas literalmente tendrían lados de 2200 km de largo y si contuviera veinte mil millones de personas cada uno tendría un espacio cúbico de 800 m de largo.
v. 17 - Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel - El equivalente más cercano son los 144.000 en Ap. 7:4. Es decir 12 x 12, que es el equivalente al Antiguo Testamento x Nuevo Testamento. Esto enfatiza una vez más la naturaleza completa de la iglesia.
v. 18 - El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio - El oro refleja la pureza y el valor de la Iglesia. Es transparente como el vidrio, para que la gloria de Dios pueda brillar a través de la ciudad. El jaspe representa la gloria de Dios (21:11). Semejante al vidrio limpio enfatiza la falta de imperfecciones o defectos, es decir la santidad de la iglesia (cf. Ef. 5:27).
v. 19 - y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa - En v. 14 los cimientos tenían los nombres de los doce apóstoles sobre ellos. Aquí están decorados con piedras preciosas (Is. 54:11). El templo de Salomón también estaba adornado con piedras preciosas (2 Cr. 3:6). El efod que el sumo sacerdote usaba estaba decorado con cuatro filas de tres piedras preciosas (Ex. 28:21), uno por cada una de las doce tribus. Cada una tenía el nombre de la tribu grabada sobre ella, y esto era para recordarle que estaba haciendo de mediador por cada una de las doce tribus. Así que no sólo los cimientos tienen los nombres de los doce apóstoles sobre ellos, sino que también tienen los nombres de las doce tribus, indicando la naturaleza completa de la iglesia. Las piedras preciosas aquí y las perlas y el oro en v. 21 pueden ser contrastados con la mujer resplandeciente con oro, piedras preciosas y perlas (17:4). Una es una esposa fiel; la otra, una prostituta adúltera.
v. 19-20 - y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; {20} el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista - Los signos del zodíaco tienen exactamente estas piedras asociadas, pero en el orden inverso.
v. 21 - Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio - Las perlas son objetos de gran precio pero también son hechas a través del sufrimiento del molusco. La idea es que la única forma de entrar en la ciudad es a través del sufrimiento de Cristo en la cruz. Jesús se llama la puerta en Jn. 10:7-11. No hay otra forma de entrar a la ciudad; los muros son demasiado altos. La Gran Calle de la Nueva Jerusalén se menciona también en 22:2 y a lo largo de la calle fluía el río del agua de la vida. La gran calle está en contraste con la calle de la gran ciudad done yacen los cuerpos de los dos testigos (11:8). En el templo de Salomón los sacerdotes caminaban sobre oro (1 Reyes 6:30).
} y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; {20} el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. {21} Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. {22} Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. {23} La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
v. 22 - Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero - La forma terrenal del templo ya no es necesario porque Dios mismo morará con Su pueblo (21:3). Dios vivirá con, y caminará entre, sus santos. Vemos aquí la concreción de 2 Cor. 6:16, "Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" y una realización literal de Ef. 2:22, "en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu". Esto muestra que hemos dado toda la vuelta desde Génesis, cuando Dios caminaba con Adán, el tabernáculo en el desierto, el templo de Salomón, y el templo dentro del individuo, hasta Dios morando de nuevo con el hombre. La fe se ha convertido en ver (alabado sea el Señor).
v. 23 - La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera - Contraste la luz aquí con la caída de Babilonia la prostituta, "luz de lámpara no alumbrará más en ti" (18:23). Esta idea se encuentra en Is. 60:19 y es repetida más adelante en Ap. 22:5. La gloria de Dios se ve a través de Jesús que es la lámpara, el resplandor de la gloria de Dios (2 Cor. 4:4, Heb. 1:3). La idea del Cordero como su lámpara viene de la imagen de la iglesia como un candelero (1:20). Jesús es la lámpara, la iglesia es la portadora de la lámpara, mostrándolo a Jesús al mundo. Nota: la palabra usada para lámpara acá y en 18:23 y 22:5 es luchnos, que es una lámpara portátil (usa aceite y mecha) normalmente puesta en un soporte (gr. luchnia) que es traducido como candelero y usado para las siete iglesias y los dos testigos (11:4). Compare con Mt. 5:15, "ni se enciende una luz (luchnos) y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero (luchnia) y alumbra a todos los que están en la casa". Jesús es la verdadera luz (Jn. 1:9) y es la luz de la nueva Jerusalén (ver Jn. 8:12).
v. 24 - Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella - Los ciudadanos de la ciudad de Dios son descritos ahora. Este versículo es una referencia a Is. 60:33 (ver también Sal. 72:10). Los redimidos vienen de toda nación (7:9) así que se mencionan naciones acá. Esto no debe ser tomado para implicar el universalismo que va en contra de todo el tenor del libro. Sólo la gloria y honor de las naciones serán traídos (21:26). Todo lo que es impuro no entrará (21:27).
v. 25 - Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche - Normalmente las puertas de una ciudad se cierran de noche para proteger a sus habitantes. Hay un día continuo por la presencia continua del Cordero, así que no habrá noche y habrá una seguridad perfecta (Is. 60:11, Zac. 14:11). Las puertas son guardadas por ángeles para impedir que entre nada impuro (21:12). Hay una seguridad perfecta ya que no habrá ladrones (Mt. 6:20). Estos estarán fuera de la ciudad.
v. 26 - Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella - Como en el verso anterior, la idea viene de Is. 60:11, "tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti los reyes". Ver también Rom. 2:7 donde dice "vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad". En contraste, nada impuro entrará (v. 27).
v. 27 - No entrará a ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero - El nuevo cielo y la nueva tierra será un hogar de justicia (2 Pedro 3:12-13). Los malos no entrarán (Is. 52:1, 35:8-10). Esto está de acuerdo con la enseñanza de Pablo de que los malos no heredarán el reino de Dios (1 Cor. 6:9, Gal. 5:19). Sólo aquellos que lavan sus vestiduras tienen el derecho de entrar por las puertas de la ciudad (22:14), es decir los que han sido limpiados por la sangre de Jesús. Aquellos que están en el libro de la vida del Cordero son los que han vencido (3:5) y no han tenido sus nombres borrados del libro de la vida. Hay ángeles en las puertas y grandes muros altos para evitar que lo impuro entre en la ciudad (21:12). En contraste a los impuros que nunca entrarán en la ciudad, los seguidores del Cordero en 14:4-5 se mantuvieron puros; no se encontró mentira en sus labios. Son irreprensibles.
38. El río de la vida (22:1)
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(Ap. 22:1) Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. {2} En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. {3} Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, {4} y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. {5} No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. {6} Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
En el jardín del Edén el hombre se volvió como Dios, conociendo el bien y el mal, pero fue cortado del árbol de la vida. Se volvió su propio Dios y su fuente de vida estaba dentro de él en vez de provenir de Dios, lo que resultó en futilidad y vacío. Como resultado de este vacío, la gente llena sus vidas con cosas, placeres e ídolos. Aquí, en Ap. 22, encontramos ahora a Dios y al Cordero, como la fuente de vida del hombre. El hombre ya no está cortado de la vida de Dios, como lo fueron Adán y Eva. El hombre podía comer del árbol de la vida y vivir para siempre porque Dios vive para siempre. Jesús dijo, "esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado" (Jn. 17:3). Conocer a Dios es conocerlo en forma íntima, como Adán la conoció a Eva. A los malvados Jesús les dijo, "nunca os conocí; apartaos de mí" (Mt. 7:23).
v. 1 - Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero - Las provisiones y alimentos de los ciudadanos de la nueva Jerusalén se describen ahora. Este versículo nos recuerda el río que regaba el Jardín del Edén (Gn. 2:10). La figura viene de la visión de Ezequiel (Ez. 47:1 ff.). El río del agua de vida simboliza la vida eterna. La fuente del agua de la vida ya ha sido mencionada en 21:6. Ahora se ha vuelto un río y el don gratuito del agua de la vida aparece de nuevo en 22:17. En énfasis está en que la vida eterna es un don gratuito. El agua de vida fluye del trono de Dios y del Cordero, que son la fuente de toda vida (Jn. 5:26). En Sal. 46:4 dice, "del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo". El agua de vida es Cristo mismo. Él es la fuente del agua que produce vida eterna (Jn. 4:14). Podría haber una conexión con el mar de vidrio semejante al cristal ante el trono en 4:6. La expresión "diáfana como un cristal" se usa también de la nueva Jerusalén en 21:11.
v. 2 - En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones - Esta ciudad tiene una gran calle. La gran ciudad donde fueron muertos los dos testigos también tenía una calle (11:8), sólo que está es de oro, transparente como vidrio (21:21). Los mártires caminarán sobre esta calle por la eternidad. En Is. 35:8 es llamada un camino, "y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él". "Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido" (Is. 35:10). El río de vida, cuya fuente es Cristo, riega el árbol de la vida y le da vida eterna a todo el que come su fruto (Gn. 3:22). Esto nos trae de vuelta al Génesis; Jesús es el árbol de la vida en Génesis, y es ahora el árbol de vida en Apocalipsis. Él es el principio y el fin.
De nuevo volvemos a nuestro estado anterior a la caída gracias a nuestro representante, el Cordero que fue muerto. El hombre ya no está vedado del árbol de la vida como lo fue en el jardín después que hubo pecado (Gn. 3:22). Él puede comer del árbol y vivir para siempre porque el fruto del árbol imparte vida eterna. Las doce cosechas de fruto que dan fruto cada mes indica abundancia. El número doce podría corresponder a las doce tribus o a los doce apóstoles, pero más probablemente es una provisión constante. El árbol consigue el agua del río del agua de la vida, así que es el árbol de la vida (Ez. 47:12). En la carta a la iglesia en Éfeso, Dios le promete al que venciere que "le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (2:7). Así, la nueva Jerusalén es también el paraíso de Dios. Es un nuevo Jardín del Edén. En 22:14 aquellos que lavan sus vestiduras también tienen el derecho al árbol de la vida y pueden pasar por las puertas de la ciudad. En 22:19, si alguna quita de las palabras de este libro de profecía, "Dios quitará su parte del libro de la vida" ("Dios le quitará su parte en el árbol de la Vida", BJ - "Dios le quitará su parte del árbol de la vida", VP). Las hojas son para la sanidad de las naciones que están dentro de la Nueva Jerusalén (21:24). Tal vez Juan tenía en mente una cataplasma. De nuevo se está refiriendo a Ez. 47:12, "su fruto será para comer, y su hoja para medicina".
v. 3 - Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán - No habrá ninguna maldición adánica que involucre a la humanidad en un trabajo doloroso y en la muerte. También vedó a la humanidad del Jardín del Edén y del árbol de la vida que le permitiría vivir por siempre (Gn. 3:17-24). La maldición es ahora revocada para que la humanidad pudiera tomar del fruto del libro de la vida y vivir por siempre. El trono de Dios y del Cordero no está en el cielo remoto sino en la tierra, en la Nueva Jerusalén. La morada de Dios es con el hombre. El cielo se ha mudado a la tierra. En vez del trabajo doloroso Sus siervos lo servirán como también lo sirvieron en la tierra anterior (1:6, 5:10, 7:15). Compare con 5:13, "Al que está sentado en el trono, y al Cordero". Habrá bastante para hacer en el cielo: "sus siervos le servirán".
v. 4 - y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes - Ver el rostro de Dios le fue negado a Moisés (Ex. 33:20). Ver el rostro de Dios es disfrutar de Su favor (Job 33:26, Sal. 17:15, 67:1) y es una recompensa para los puros de corazón (Mt. 5:8). Ver el rostro de Dios es ser como Él. Los santos serán transformados a su semejanza (2 Cor. 3:18, 1 Jn. 3:2). Su nombre sobre sus frentes es una vez más una referencia al sello y a los 144.000 que representan a los redimidos (3:12, 14:1). El sello indica posesión e intimidad.
v. 5 - No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos - Una reiteración de 21:23-25. La presencia continua del Señor será su luz, así que no habrá más noche. La noche es abolida porque está asociada con el mal. La luz está asociada con lo bueno. Jesús fue traicionado de noche. La noche es cuando se comete el pecado (Rom.13:12, 1 Tes. 5:5-8). Los santos son hijos de luz (1 Tes. 5:5). Dios mismo vive en la luz inalcanzable (1 Tim. 1:16). Compare a los que reinan por siempre con el destino de los que siguen a la bestia y que son atormentados día y noche por siempre. Así como cuando las séptima trompeta sonó se anunció que Cristo reinará por siempre (11:15), los santos que lo sirven reinarán con Él por siempre (1 Tes. 4:17). Los que permanecen fieles reinarán con Él (2 Tim. 2:12). Compare la recompensa de los que vencieron en Laodicea: se sentarán con Jesús en Su trono (3:21). Porque Él reina por siempre, también lo harán los santos. Ver Jn. 14:19, "porque yo vivo, vosotros también viviréis". Ver también Dn. 7:18.
v. 6 - Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto - El ángel resalta el hecho de que estas palabras asombrosas son fieles y verdaderas, como lo hizo Dios en 21:5. Esto repite 1:1 donde Dios ha enviado a su ángel para mostrar a sus siervos "las cosas que deben suceder pronto". Esto es nuevamente una de las claves de Apocalipsis. "Pronto" significa el sentido bíblico de "Vengo pronto". Un verdadero profeta profetiza de acuerdo con el Espíritu Santo más que los su propio espíritu le está diciendo (2 Pedro 1:21). Este cuadro del cielo es verdadero, es confiable, vale la pena morir por él. Este es el cuadro del cielo, "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Cor. 2:9). Es el lugar preparado para nosotros por Jesús (Jn. 14:2-3).
39. Vengo pronto (22:7)
(Ap. 22:7) ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. {8} Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. {9} Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. {10} Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. {11} El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. {12} He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. {13} Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. {14} Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. {15} Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. {16} Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. {17} Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
v. 7 - ¡He aquí, vengo pronto! - Jesús viene pronto. Amén. Esto se repite dos veces más. Así como Apocalipsis comenzó con una referencia a la Segunda Venida, termina con tres referencias más. En la primera referencia, 1:7, hay un lamento por la gente del mundo, pero en los versículos finales hay una esperanza bendita del cielo para la iglesia.
v. 7 - Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro - La sexta de las siete bendiciones asociadas con este libro. Esta es similar a la primera bendición en 1:3 en que el lector es alentado para guardar en su corazón lo que está escrito en él. El libro es básicamente pastoral, para alentar a la iglesia a través de su dura experiencia. Por lo tanto, es un trabajo práctico más que teórico acerca del futuro. Los que guardan las palabras de la profecía en este libro heredarán lo que se acaba de describir. Compare con las bendiciones de las bienaventuranzas.
v. 8 - Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas - Juan usa la frase "Yo Juan" también al principio del libro (1:9). Juan, una vez más, enfatiza el hecho que oyó y vio estas cosas; no las inventó. La primera vez que Juan cae al pie del ángel para adorarlo fue después de la escena de la gran multitud cantando Aleluya a Dios y bendiciendo a los invitados a la cena de las bodas del Cordero, y la confirmación del ángel de que estas eran palabras verdaderas de Dios (19:1-10). De nuevo Juan ve visiones impactantes del cielo, y de nuevo el ángel confirma que estas palabras son fieles y verdaderas. Jesús anuncia que Él viene pronto y Juan está tan sobrecogido por estas visiones que intenta adorar al ángel que le trajo estas visiones a él.
v. 9 - Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios - Esta es la segunda vez que Juan adora al ángel. La primera vez fue cuando el ángel confirmó que estas eran las verdaderas palabras de Dios (19:9). En ambas ocasiones es reprendido porque el ángel es su consiervo y a Juan se le dice que adore a Dios. La orden del ángel a Juan, como ha sido para la humanidad (14:7), es de adorar a Dios. Este es un tema del libro. La mayoría de la humanidad prefiere adorar a la bestia, y al hacerlo eligen el lago de fuego. Aquí hemos visto que Juan es considerado como un profeta por el ángel. Los profetas tienen preeminencia sobre los apóstoles en este libro, tal vez porque el libro es una profecía (1:3, 22:7, 10, 18-19). Los siervos de Dios son los que guardan las palabras de este libro y heredan sus bendiciones.
v. 10 - Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca - Las palabras de esta profecía no están selladas porque las cosas profetizadas ocurrirán pronto. Esto se enfatiza también en 1:1 y 22:6. Compare con Daniel, a quien se le dice que selle las palabras del rollo porque el tiempo está lejano (Dn. 12:4). La intención es que conozcamos y entendamos el mensaje de Apocalipsis, aun cuando haya partes que son oscuras.
v. 11 - El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía - El tiempo para el arrepentimiento ha pasado. La humanidad ha tomado una decisión sobre la tierra, sea para bien o para mal, y está grabada en piedra por la eternidad. Ver también Dn. 12:10, Ez. 3:27.
v. 12 - He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra - Una vez más Jesús mismo enfatiza su Segunda Venida, trayendo recompensas con Él (Is. 40:10, 62:11-12). Las recompensas son para los que vencieron en las cartas a las siete iglesias. Ver también Mt. 5:12 que trata con las recompensas para aquellos que son perseguidos, y Mt. 16:27 donde se recompensa a cada persona de acuerdo con lo que ha hecho cuando Él venga. Esto enfatiza nuevamente la responsabilidad personal. Ver también Sal. 62:11, Prov. 19:17, 24:12, Rom. 2:6, Ap. 20:13. El libro no es sólo una profecía; es una carta que enfatiza la vida piadosa, la fidelidad y la paciencia, junto con las recompensas para los que viven de esta forma. Su recompensa ha sido descrita recién, en las secciones anteriores.
v. 13 - Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último - "El Alfa y la Omega" es una repetición de 1:8, 21:6, donde es usado claramente para Dios. "El principio y el fin" es usado para Jesucristo en 1:17 y 2:8 y para Dios en Is. 44:6, 48:12. "El primero y el último" es usado para Dios en 21:6. Sólo en este versículo está enfatizado tres veces. En las versiones anteriores es enfatizado una y dos veces, respectivamente. Alfa y Omega son la primera y la última letra del alfabeto griego, lo que significa el principio y el fin de la historia (y todo lo que hay en el medio). Él es el Principio porque no hay principio antes de Él, ya que Él existe por la eternidad. Él aplica esto a sí mismo; es un atributo divino. Este versículo es una de las pruebas más fuertes de la deidad de Cristo en la Biblia. Es significativo que viene sólo 9 versículos antes del fin de la Biblia. Compare con Melquisedec (Heb. 7:1) que es "sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre" (Heb. 7:3).
v. 14 - Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad - Esta es la última de las siete bendiciones en el libro y nos recuerda Ap. 7:14 donde lavan sus ropas en la sangre del Cordero, es decir reciben perdón por sus pecados por medio del sacrificio de Cristo en la cruz. Tener derecho al árbol de la vida es tener vida eterna. Ello sólo pueden entrar a la ciudad por la puerta para recibir el árbol de la vida. La puerta es Jesús (Jn. 10:7-11) que es la perla de gran precio (Mt. 13:45). La ciudad es la Nueva Jerusalén, en el cielo. La única respuesta al pecado del hombre es encontrar perdón por la sangre que es mediante la muerte sacrificial de Cristo en la cruz. Cada persona que quiere entrar a la ciudad debe hacerlo por la puerta (Jesús) y para tener vida eterna debe lavar primeramente sus ropas en la sangre del Cordero (7:14).
v. 15 - Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira - Nada impuro se permite que entre en la ciudad (1 Cor. 6:9-10, Gal. 5:19-21, Col. 3:5-6, Is. 35:8, 52:1), porque es una ciudad santa, la ciudad de Dios, sino sólo los que están escritos en el libro de la vida del Cordero (ver Ap. 20:15, 21:8, 27). La frase "que ama y hace mentira" tipifica la marca de la bestia, es decir sobre la frente (ama mentira) y sobre la mano (hace mentira). La tabla más abajo compara las distintas listas en Apocalipsis.
Ap. 9:20 | Ap. 21:8 | Ap. 22:15 |
Idolatría | Idólatras | Idólatras |
Asesinato | Asesinos | Asesinos |
Artes mágicas | Practican artes mágicas | Practican artes mágicas |
Inmoralidad sexual | Sexualmente inmorales | Sexualmente inmorales |
Robo | ||
Cobardes | ||
Incrédulos | ||
Viles | ||
Mentirosos | ||
Mentira |
v. 16 - Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias - Este testimonio vino de Jesús por medio de su ángel y es para las iglesias, es decir las iglesias de Jesucristo, la comunidad de los santos (cf. 1:1, 10:1).
v. 16 - Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana - Él es el comienzo y el cumplimiento de la profecía. Para "raíz y linaje de David" ver Is. 11:1. La estrella de la mañana es mencionada en 2 Pedro 1:19 y es una recompensa para los que vencen en Tiatira (2:28).
v. 17 - Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente - Tanto el Espíritu y la iglesia están involucrados en la invitación del evangelio. La Iglesia habla y el Espíritu lo hace efectivo. Dos testigos son requeridos para asegurar la verdad de este libro, el Espíritu y la esposa. Este es el ofrecimiento final de salvación. La salvación de Dios es el don gratuito de Dios (Rom. 5:15-17, 6:23) y es ofrece a los que están sedientos (Is. 55:1, Jn. 7:37-38). Este es un recordatorio bienvenido del evangelio en un libro lleno de juicio. Es también adecuado para terminar el último libro de la Biblia. Deja en claro que Dios no está en contra de que la gente obtenga la vida eterna (ver 1 Tim. 2:1-6, Jn. 3:16). Jesús dice que a nadie que venga a Él lo echará fuera (Jn. 6:37).
40. Advertencia (22:18)
(Ap. 22:18) Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. {19} Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
v. 18-19 - Aquí tenemos una advertencia solemne en contra de alterar las palabras de esta profecía. Este libro es la Palabra de Dios y no debe ser alterada. En 1:1 vemos que el autor es Dios. Este es un recordatorio de Dt. 4:2 donde Moisés, mientras le daba la ley a los israelitas, les ordena que no agreguen ni quiten nada de los mandamientos. Ver también Dt. 12:32, 29:20, Prov. 30:6, Jer. 26:2.
41. Bendición final (22:20)
(Ap. 22:20) El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. {21} La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
v. 20 - El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús - Jesús mismo testifica acerca de la verdad de esta profecía. De nuevo, sí, Jesús viene pronto. "Amén, Ven, Señor Jesús" repite Juan. Equivale al arameo maranatha (Nuestro Señor Ven) de 1 Cor. 16:22. La Segunda Venida de Jesús ha sido uno de los grandes temas de este libro y aparece en el primer capítulo (1:7) como en el último. Este es un recordatorio de que el tiempo está cerca y que debemos estar preparados. Ver la bendición del que guarda las palabras de esta profecía en 22:7.
v. 21 - La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén - Esta es la bendición final para el pueblo de Dios. Complementa el saludo de 1:4 en donde la gracia y la paz vienen del Señor y del Espíritu a las siete iglesias. Una vez más, un recordatorio de que la salvación es por gracia y gracia sola. Amén.