job25a
¿CÓMO SE JUSTIFICARÁ EL HOMBRE?
(Job 25.1-6)
N. Samuel Heim
Chacarilla
18 de abril de 1999
¿CÓMO SE JUSTIFICARÁ EL HOMBRE?
(Job 25.1-6)
Intro:
1. Cuando llegamos a Job 25 los amigos de Job han agotado todos sus argumentos.
2. La conversación se había vuelto estéril.
a. Los amigos persistían en que Job debe haber cometido algún grave pecado y ahora estaba sufriendo las consecuencias.
b. Entre tanto, Job insistía que estaba inocente delante de Dios y que tenía la conciencia limpia.
3. Elifaz ya dio su tercer discurso, y ahora le toca a Bildad. Zofar, el tercer amigo, no participará en esta tercera y última ronda.
4. El último discurso de Bildad es el más corto de todos (capítulo 25), y la respuesta de Job la más larga (capítulos 26-31).
5. Para concluir, Bildad formula una serie de preguntas a Job para hacerle reflexionar en la grandeza de Dios y la insignificancia del hombre frente a él.
6. La pregunta clave es: ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios?
I. ¿TIENEN SUS EJÉRCITOS NÚMERO? (25.3)
Isaías 40.12-26: ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. 18¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? 19El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. 20El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva. 21¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. 25¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. 26Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
II. ¿SOBRE QUIÉN NO ESTÁ SU LUZ?
Mateo 5.43-45: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Salmo 139.7-12: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Juan 8.12: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
2 Corintios 4.3-6: Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
III. ¿CÓMO, PUES, SE JUSTIFICARÁ EL HOMBRE PARA CON DIOS? (25.4)
Job 4.17: ¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?
Job 9.20: Si yo me justificare, me condenaría mi boca; Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
Salmo 143.1,2: Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
2Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.
Romanos 3.19-24: Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.21Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Gálatas 2.16: sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
Romanos 5.1,2: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Romanos 5.8,9: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Romanos 8.32-34: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
IV. ¿CÓMO SERÁ LIMPIO EL QUE NACE DE MUJER?
Job 15.14: ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, Y para que se justifique el nacido de mujer?
Proverbios 20.9: ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
Isaías 64.6: Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;
Isaías 1.16-18: Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
18Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Salmo 119.9: ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
Conclusion: