EL AMOR ENTRE HERMANOS (Romanos 12:9-13
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· 39,446 viewsUn regenerado por Dios, manifesta frutos, y uno de ese fruto es vivir en comunidad, en iglesia, mostrando para gloria de Dios el amor sincero y verdadero hacia su hermano, inmitando el ejemplo de Cristo.
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1 UN AMOR VERDADERO (9-10)
2 UN AMOR DILIGENTE (11)
3 UN AMOR CON GOZO (12)
4 UN AMOR QUE ACTÚA (13)
INTRODUCCIÓN
Un verdadero cristiano, se ve por los frutos. Como consecuencia de una fe verdadera, de la regeneración, el cristiano debe saber a quien rinde culto, y su vida se convierte en un sacrificio vivo, santo y aceptable a Dios, procurando todo aquello que glorifica a Dios.
El cristiano también se identifica, por como ve a Dios y como se ve a sí mismo. Que actitud tiene en la iglesia, en la congregación hacia Dios y sus hermanos. Y porque busca glorificar a Dios por encima de todo.
Esto es lo que vimos el domingo pasado.
Ahora bien, el cristiano, también se identifica, porque este practica el verdadero amor hacia sus hermanos. El ágape.
ÁGAPE. Una de las cuatro palabras que en griego bíblico expresan el vocablo que en las Biblias castellanas se traduce por «amor». En el Nuevo Testamento se emplea para designar el amor que los creyentes deben sentir los unos por los otros; se da ese mismo nombre a una cena fraternal que los primeros cristianos celebraban ().
Entonces como cristianos estamos llamados a practicar este amor como hermanos, en la unión de Cristo.
E
¿Pero, cómo debe ser este amor? ¿En qué consiste?
Ventura, S. V. (1985). En Nuevo diccionario biblico ilustrado (p. 28). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
1. UN AMOR VERDADERO (9-10)
1. UN AMOR VERDADERO (9-10)
Por lo tanto, un amor de verdad, sin fingimientos:
a) No hipócrita
Según el “Nuevo diccionario de la Biblia”
Nuevo Diccionario de la Biblia HIPOCRESÍA. HIPÓCRITA
HIPÓCRITA Persona falsa, no sincera, que finge bondad cuando en realidad es mala, que procura aparentar lo que no es. En castellano, la palabra viene del gr. upokrites, término que surge en el teatro griego, donde los actores hablaban detrás de una careta. Quiere decir “actor”.
Llevar una máscara, no ser trasparente, querer mostrar un amor desinteresado, pero que en verdad es interesado.
- Hoy en día, en el mundo que vivimos, un mundo caído donde se practica, un amor interesado, en el “hoy por ti, mañana por mí”, o yo te ayudo para que tu me ayudes. Eso es un falso amor, o bueno, un amor carnal, y pecaminosos, un amor natural que habla del estado caído del hombre.
En la iglesia no debe haber cabida para ese amor.
6 en pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,
El amor debe de ser sincero, y sin interés.
3 Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño;
22 Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Si hoy, cristiano, tienes un amor interesado, o finjes amar para ser aplaudido, arranca ese amor de tu corazón, y que sea inundado del verdadero amor, del verdadero “ágape”, este amor si es el que glorifica a Dios.
Y mientras el amor hipócrita se manifiesta, como un amor pecaminoso, porque va queriendo mostrar una verdad, para luego ser mentira, y satisfacer los deseos carnales. El amor verdadero, que un cristiano debe participar es un amor que:
b) Que aborrece lo malo y practica lo bueno
El verdadero amor, el que parte como fruto de una regeneración, conversión, del que debe manar del corazón del cristiano, es un amor que aborrece lo malo, y busca lo bueno.
Romanos 2:
2 Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
No debe ser tramado de una mala voluntad, sino de la acción de buscar lo bueno, para tu hermano y a su vez esto que glorifique a Dios.
Un amor sin intereses personales carnales, un amor no egoísta.
Como dice el salmista:
14 Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela.
Y como dice el autor de Proverbios:
13 El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.
Y como dice Pablo a los Tesalonicenses
15 Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
No busca la venganza, no busca el mal, sino siempre el bien del otro.
c) Que es fraternal, que busca el bien de tu hermano (10)
Ya lo acabamos de mencionar, mientras el mundo grita “sálvese quien pueda”, los cristianos debemos procurar con amor fraternal el bien de nuestro hermano.
Procurando servirle, un amor que sirve, un amor que lo da todo por nuestros hermano. que busca su honra, su bien, su integridad.
Un amor que en la ofensa, procura la reconciliación, un amor que hable más de Cristo que de nosotros mismos.
34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
Juan 13:34-
Con estas Palabras de Cristo, un verdadero amor, busca el bien de tu hermano.
3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,
Ese amor verdadero, será un amor:
2. UN AMOR DILIGENTE (11)
2. UN AMOR DILIGENTE (11)
En el cuidado no perezosos; ardientes en espíritu; sirviendo al Señor. Este mandamiento ha sido dado no solamente porque la vida cristiana debe ser de una práctica continua, sino porque con frecuencia nos conviene posponer nuestro provecho personal para dedicarnos a los hermanos.
a) No perezoso.
El cristiano, siempre será activo y diligente en lo que trata con el bien de su hermano, por lo menos, así debe ser este amor, que nace de un corazón regenerado. Un verdadero ágape.
Siempre dispuesto para ayudar a nuestro hermano que necesita de la iglesia, siempre dispuesto a colaborar con alegría, no como si fuera cargoso, siempre con los brazos abierto, incluso anteponiendo el interés de nuestro hermano al nuestro.
Aunque veremos al final, el verdadero ejemplo, ya podemos decir, ser imitadores de Cristo, y así poder glorificar a Dios por el amor a nuestros hermanos.
Esto es señal de una Iglesia viva, y como iglesia viva, nuestro amor diligente, debe ser ferviente.
b) Ferviente
La Palabra griega que aparece en el original (ZEO O PNEUMA). Literalmente vemos aquí “fervientes en espíritu”, quiere decir, nuestros espíritu.
Pero también se puede traducir (ZEO O PNEUMA) Con Entusiasmo, y entusiasmo, significa lleno de Dios.
En conclusión, Nuestro amor debe ser no perezoso, sino con entusiasmo, ayudando a nuestros hermanos, amando a nuestros hermanos, colaborandole, como así Dios quiere que lo hagamos.
Como dice el apóstol Pedro
8 Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.
Este es un amor que está:
c) Pronto para servir a Dios.
La construcción hasta versículo 11 es muy literal y viene a ser: “practicar el amor verdadero, sin pereza, con diligencia, entusiasmados sirviendo y glorificando a Dios”
El fin de este ágape, no es, que nos aplaudan por las calles, que nos admiren en nuestra iglesia, que nos digan lo bueno que somos, ¡de ningún modo! El fin de este ágape es, servir al Señor, glorificar a Dios. Es negarnos a nosotros mismos para servir como esclavos a Cristo.
El que es cristiano de verdad, amará a su hermano, se preocupará, llorará con él, reirá con él, amará con él. Pero todo esto, no es porque seamos extraordinarios, sino porque Dios nos ha salvado por medio de Cristo, y como esclavos de Cristo, es nuestro deber. Amar a Dios y amar a nuestros hermanos, y un amor no puede ser entendido sin el otro.
Forma parte de nuestra nueva vida.
Este amor, a ser dado por Dios, es un amor:
3. UN AMOR CON GOZO (12)
3. UN AMOR CON GOZO (12)
No es un amor que se entristece, no es un amor que es carga, es un amor puro y maravilloso, desinteresado. Un amor con entusiasmo. Pues nos llena de gozo:
a) En la esperanza
El mundo no tiene esperanza, nosotros no teníamos esperanza, hasta que fuimos regenerados, hasta que fuimos salvados, hasta que Dios puso su amor en nosotros. Ahora nos gozamos en el esperanza, ya podemos mirar más allá de este mundo caído.
Y aunque el mundo se caiga encima, aunque las situaciones sean difíciles, sólo tenemos que volver a pensar en la eternidad, y de lo que Dios nos ha salvado con su amor, dándonos el verdadero amor y esperanza.
Habacuc
17 Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos, 18 con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación.
Por el Verdadero amor hecha fuera todo temor.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
Habiendo obtenido el amor dado por Dios por medio de Cristo, y siendo regenerado por el Espíritu Santo, se abre un camino de certeza y esperanza. Certeza de que ya hemos sido salvo, esperanza de la eternidad en la gloria de Dios, certeza de que por la Palabra de Dios, llegaremos.
Como hermanos, debemos gozarnos en la esperanza, recordarselos a nuestros hermanos que en estos momentos pasan por pruebas complicadas, recordarle que Dios en su perfecto amor nos ha salvado. Y nuestra esperanza va más allá de la muerte. Esto es amar a Dios y amar a tu hermano.
b) Con gozo: en los sufrimientos y tribulaciones
Este perfecto amor, nos capacita para que en la esperanza, podamos tener paz y gozo en medio de las tribulaciones.
Y por mucha que sea nuestra tribulación, con el perfecto amor de Dios, así también podemos salir de nosotros mismo para dar la mano a nuestro hermano necesitado.
Dios nos fortalece en medio de las tribulaciones para que en esta situación podamos servir en amor a nuestros hermano a pesar de nosotros para gloria de Dios.
10 Si alguno es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguno ha de morir a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
Apocalipsis
En el verdadero amor, Dios nos hará perseverar y no cesará el amor hacia Él y hacia nuestros hermanos. Pues Dios te salvó, Dios te guarda y Dios te hará perseverar.
Obviamente esto es fruto también de ser:
c) Constante en la oración
El verdadero amor, como consecuencia de nuestra justificación por medio de la fe. Nos llevará a ser constante en la oración, y el ser constante en la oración, nos llevará a servir para gloria de Dios en la necesidades a nuestros hermanos.
A salir de nuestra comodidad, a salir de nuestro egocentrismo, y tener gozo para dar, amor para dar, gozandonos y perseverando por la gracia de Dios en cada situación para gloria de Dios y edificación de nuestros hermanos.
Esto ya lo vemos en los primeros cristianos:
42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
Orando también, perseverando en la oración por nuestros hermanos.
Esto es necesario, para que en nosotros sea mayor el amor de Dios que nuestros falso amor carnal e interesado y pecaminoso, esto es necesario para que este amor sea un amor:
4. UN AMOR CON ACCIÓN (13)
4. UN AMOR CON ACCIÓN (13)
El amor verdadero que mana de un corazón regenerado, como resultado de una conversión obrada por Dios, es un amor que no se queda solo en palabras o dicho, sino que es un amor que actúa, un amor activo, usado por Dios y para Dios, capaz de trasformar vidas.
a) Acción en las necesidades de los hermanos
Obviamente que aquí nadie piense en el concepto católico romano de santos. Pues no es bíblico. Santo viene del griego (águios) y del hebreo (qadosh) que singifica dedicado a Dios, apartado por y para Dios. Y esto es la Iglesia, esto es tu y yo.
Por lo tanto, la secuencia de la frase, sería “contribuyendo en la necesidades de tus hermanos en Cristo”
Contribuyendo en oración, en apoyo, en exhortación, en ayuda material. Donde veas una necesidad, haz una acción, donde veas precariedad, actúa.
Pero no para que te digan que bueno eres o esperando que te den las gracias, (que te la darán), sino obedeciendo la Palabra de Dios, para la gloria de Dios.
Contribuyendo para la necesidad de la iglesia, para la extensión del Evangelio, para el mantenimiento de la obra del Señor y de tus hermanos.
El fruto de un corazón arrepentido y regenerado es la generosidad, pues si es así, has conocido la GENEROSIDAD (CON MAYÚSCULAS) que Dios tuvo a salvarte, y cuando se conoce esa generosidad, estás dispuesto a servir en todas las áreas a Dios y tus hermanos.
10 Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.
17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?
b) Practicando la hospitalidad
9 Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones.
En el corazón de un cristiano, debe ser un corazón hospitalario, recibir a otros cristianos.
Esto era muy importante y muy común, en el contexto de la carta, pues era normal recibir y acoger a cristianos que venían de otras ciudades e iglesia, imaginaros en Roma que era la capital.
Por lo tanto, un verdadero ágape debe ser un verdadero amor que acoge, comparte, recibe. Pues vemos a nuestros hermanos mucho más cercano que si fuera la familia carnal. Pues pasaremos la eternidad con ellos, y realmente somos hermanos de sangre, por la preciosa sangre de Cristo, muestra del verdadero amor.
CONCLUSIÓN
Esto sin la base de la regeneración, sin el Evangelio, podría ser simple moralismo. Pero no, pues tenemos como ejemplo del perfecto amor a Cristo, el cual se entregó por cada uno de nosotros. Mostrando un amor verdadero, un amor, sin hipocresía, con humildad, sin fingimiento, con diligencia, un amor sin interés, un amor en el que daba su vida para nuestra salvación, un amor en obediencia a Dios Padre, un amor sirviendole.
Como Cristo nos mostró por su amor la esperanza, el gozo en las tribulaciones, tengamos una vida de oración y comunión con Él.
Para que como Cristo, no mirando nuestro propio interés, sirvamos a Dios y nuestros hermanos
1 Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, 2 haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. 3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. 5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:
Porque el amor verdadero, el amor ágape:
4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; 6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:
Se parte de esta iglesia viva, siguiendo las pisadas de Cristo, practica este amor con tu hermano. Que el Señor te conceda más de su amor.
¡En todo, sólo a Dios la gloria!