EN QUE ME AYUDA EL ESPIRITU SANTO
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EN QUE ME AYUDA EL ESPIRITU SANTO
EN QUE ME AYUDA EL ESPIRITU SANTO
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
CONSOLADOR
Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 3875. παράκλητος parákletos
3875. παράκλητος parákletos; intercesor, consolador:—abogado, consolador.
ESPIRITU
Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 4151. πνεῦμα pneúma
4151. πνεῦμα pneúma; de 4154; corriente de aire, i.e. respiración (soplo) o brisa; por anal. o fig. un espíritu, i.e. (humano) el alma racional, (por impl.) principio vital, ment. disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo:—aliento, espíritu, espiritual, viento. Comp. 5590.
SANTO
40. ἅγιος jágios; de ἅγος jágos (cosa terrible) [comp. 53, 2282]; sagrado (fis. puro, mor. sin culpa o religioso, cerem. consagrado):—santísimo, santo, santa.
PADRE
Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 3962. πατήρ patér
3962. πατήρ patér; apar. palabra prim.; «padre» (lit. o fig., más o menos remoto):—padre, patriarca.
PADRE: a quien el Padre
PADRE: a quien el Padre
PADRE: a quien el Padre
CRISTO HABLA: enviará en mi nombre,
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
7. Regeneración y bautismo del Espíritu Santo (ver también Regeneración y Bautismo).
7. Regeneración y bautismo del Espíritu Santo (ver también Regeneración y Bautismo).
La regeneración o nuevo nacimiento es la resurrección espiritual que opera el Espíritu en el corazón del pecador en el momento de la conversión ().
Es el Espíritu el que vivifica
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
) y que nos trae a una nueva vida ().
y que nos trae a una nueva vida
25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
).
El bautismo del Espíritu, prometido por Juan el Bautista y Jesús
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
; ; ; ; ), es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
; ; ; ), es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
; ; ), es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
; ), es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
), es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
es el acto por el que Dios nos hace a partir de entonces miembros del cuerpo de Cristo.
El Espíritu toma al pecador arrepentido, y lo inmerge en Cristo; une a partir de entonces la cabeza con los otros miembros del cuerpo
13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
).
Este bautismo lo reciben todos los creyentes; Pablo afirma que es ya un hecho cumplido para el creyente («por un Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo»).
Esto es cierto incluso de aquellos en Corinto que eran aún carnales
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
; cp. 6:19).
Hechos 6:19
Hechos 6:19
BAUTIZAR CON EL ESPIRITU SANTO
En Hechos, la expresión «bautizar con el Espíritu Santo» aparece solamente dos veces:
con ocasión de Pentecostés, cuando los 120 discípulos fueron hechos miembros del cuerpo de Cristo, que el Espíritu formó a partir de aquel momento (),
y con respecto a la experiencia de los gentiles en casa de Cornelio, que fueron también unidos al cuerpo de Cristo en el momento de su conversión ().
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
15 Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
BAUTIZADOS Y REVESTIDOS
Otros pasajes presentan el bautismo como siendo la operación por la cual Dios nos inmerge en la muerte de Cristo para resucitarnos con Él, quedando «revestidos de Cristo»
3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
: ; ; ).
27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
; ; ).
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
; ).
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
).
El bautismo en cuestión es evidentemente el bautismo del Espíritu Santo, del que el bautismo de agua es el símbolo y testimonio.
Don y recepción del Espíritu.
Don y recepción del Espíritu.
El Espíritu Santo es prometido a todos los creyentes
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
),
a los que lo pidan
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
),
y que obedezcan a Dios
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
).
Es un «don»
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
; ; ; ; ; ),
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
Hch ; ; ; ; ),
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
Hch. ; ; ; ),
45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Hch. ; ; ),
17 Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?
Hch. ; ),
8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;
Hch. ),
que se recibe por la fe
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
; ; ; , , ; ).
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
; ; , , ; ).
16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
Efesios ; , , ; ).
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
, , ; ).
5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
, 13–14; 4:4–7).
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Galatas 3:13–14; 4:4–7).
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
).
Antes de Pentecostés, los discípulos tuvieron que esperar el descenso del Espíritu
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
),
lo que ahora ya no es necesario
17 Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
).
LOS SAMARITANOS Y EL ESPIRITU SANTO
o que ahora ya no es necesario (2:17–18). Los samaritanos, que eran medio paganos, tuvieron necesidad de la intervención especial de los apóstoles para recibir el Espíritu (8:12, 15–17); sin embargo, Cornelio y sus amigos (que estaban en nuestra misma situación como procedentes de la gentilidad) recibieron el Espíritu Santo por la sola fe, al oír lo que Pedro decía, sin la previa imposición de manos ni un anterior bautismo con agua (10:43–48). Los doce discípulos de Éfeso eran solamente discípulos de Juan, no de Jesús; una vez aceptaron al Salvador, recibieron el Espíritu (19:2–6). «Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él» (). Todo el que tenga en claro este punto de capital importancia no carecerá del testimonio interior del Espíritu (vv. 15–16).
Los samaritanos, que eran medio paganos, tuvieron necesidad de la intervención especial de los apóstoles para recibir el Espíritu
12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
, ); sin embargo, Cornelio y sus amigos (que estaban en nuestra misma situación como procedentes de la gentilidad) recibieron el Espíritu Santo por la sola fe, al oír lo que Pedro decía, sin la previa imposición de manos ni un anterior bautismo con agua (10:43–48).
15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
); sin embargo, Cornelio y sus amigos (que estaban en nuestra misma situación como procedentes de la gentilidad) recibieron el Espíritu Santo por la sola fe, al oír lo que Pedro decía, sin la previa imposición de manos ni un anterior bautismo con agua (10:43–48).
; sin embargo, Cornelio y sus amigos (que estaban en nuestra misma situación como procedentes de la gentilidad) recibieron el Espíritu Santo por la sola fe, al oír lo que Pedro decía, sin la previa imposición de manos ni un anterior bautismo con agua
43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
).
Los doce discípulos de Éfeso eran solamente discípulos de Juan, no de Jesús; una vez aceptaron al Salvador, recibieron el Espíritu ().
«Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él» ().
Todo el que tenga en claro este punto de capital importancia no carecerá del testimonio interior del Espíritu (vv.).
Plenitud del Espíritu.
Plenitud del Espíritu.
El Espíritu mora en el corazón del creyente
El Espíritu mora en el corazón del creyente
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
, ; ; , ; ; , ; ).
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Juan 14:; ; , ; ; , ; ).
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
; , ; ; , ; ).
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
, ; ; , ; ).
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Romanos 8:; ; , ; ).
14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
; , ; ).
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
, ; ).
13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
1 Juan 4:13; ).
5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
).
Su deseo es el comunicarnos la vida y el poder del Señor (; , etc.).
Podemos contristar al Espíritu Santo al resistirle, al entregarnos al pecado (; p 333 cp. ; ).
El Espíritu, que mora en nosotros eternamente, no nos abandona (); ------ pero deja de manifestar su poder, -------- y nos comunica su tristeza -------- y nos convence de pecado. ¿Qué se ha de hacer en tal situación?
(a) Siguiendo , confesar nuestro pecado, creyendo que la sangre de Cristo nos limpia.
(b) Volver a buscar la plenitud del Espíritu, ordenada por . Esta debería ser la experiencia normal de todos los creyentes, como lo fue en los primeros cristianos: puntales de la iglesia, diáconos, recién convertidos (; , ; ; ; ; , ).
Esta plenitud se obtiene mediante la fe, al «beber» el agua viva del Espíritu ().
No es ésta la experiencia de un instante, sino que tiene que ser renovada cada día, ante cada necesidad, hasta que llegue el momento de nuestra transformación completa a imagen de Dios en su presencia ().
Muchos creyentes, al abandonar su primer amor (), han perdido precisamente esta plenitud que hacía rebosar su corazón en el momento de su conversión.
Para volver a hallarla, debe arepentirse de su desvío, recibiendo el perdón que Dios ofrece y volver a beber de la fuente inagotable de la gracia (; ). Al andar no según la carne sino según el Espíritu para la gloria de Dios (). (Véase Santificación.)
Unción y dones del Espíritu.
Unción y dones del Espíritu.
Habiendo venido a ser reyes y sacerdotes con Cristo, los creyentes han recibido, todos ellos, la unción del Espíritu (; ; , ).
Un don del Espíritu (o don espiritual) es la calificación sobrenatural acordada a cada creyente, con vistas al servicio que cada uno tiene que llevar a cabo en el seno del cuerpo de Cristo (, ).
Pablo enumera una cantidad de estos dones: sabiduría, conocimiento (v. 8), fe, sanidad (v. 9), milagros, profecía, discernimiento de los espíritus, lenguas, interpretación (v. 10),
don de ser apóstol, de enseñar, de ayudas, de gobiernos (v. 28); de evangelista, de pastor ();
de ejercer liberalidad ().
No se dice que esta enumeración sea exhaustiva. Sea cual sea la tarea, Dios dará la capacidad necesaria.
¿Quién escoge el don que nosotros debemos recibir?
¿Quién escoge el don que nosotros debemos recibir?
Dios mismo, como Él quiere (, ).
Él da a cada uno (vv. 6–7, 11, 27)
un don diferente (vv. 8–10, 29–30; ).
Así, es un error decir que todos deberían hablar en lenguas como señal de su bautismo del Espíritu (cp. , , ).
(Véase Lenguas [Don de].) Se debe señalar que cada uno de los dones enumerados es sobrenatural, y no únicamente los tres dones de milagros, sanidades y lenguas.
Dios es también soberano en cuanto a la época en la que otorga ciertos dones. Los otorgó en profusión en la época en que se tenía que acreditar el Evangelio y el Nuevo Pacto (), con señales externas jamás renovadas (; ).
Naturalmente, en la actualidad Dios puede manifestar su poder según su voluntad; de hecho, la mayor parte de los dones (sabiduría, conocimiento, fe, evangelistas, pastores, doctores, gobiernos, ayudas, liberalidad) no han dejado nunca de ser dados.
En cambio, si bien Dios sana en la actualidad a ciertos enfermos mediante sus siervos, o de manera directa, no da a nadie que se conozca el poder de sanar a todos, lo cual era la característica del don de Cristo y de sus apóstoles (; ; ; ; ; ). (Véase el artículo Enfermedad, sanidad.)
La iglesia en Corinto había recibido todos los dones, y 1 Co. es la única epístola en la que se mencionan estos carismas (; ); todo ello no impidió que los corintios fueran carnales y que tendieran a las contiendas y la división. Así, lo esencial es estar totalmente sometido al Señor y a la totalidad de su Palabra, discernir el don otorgado a cada uno, y dejarse utilizar para el bien de toda la iglesia.
Otros ministerios del Espíritu.
Otros ministerios del Espíritu.
Se evocan diversas actividades del Espíritu mediante los símbolos que le representan:
el soplo, o viento (Espíritu significa «viento») (; ),
la paloma (),
el aceite (; ; ),
el fuego (),
el agua viva (; ),
el sello, la prenda y las arras (; ).
El Espíritu recibe el nombre de Consolador
(Paracleto, ),
enseña y conduce en la verdad al creyente y a la iglesia, da testimonio a Jesucristo (v. 26; 15:26; 16:13–14; ; ).
Inspiró a los autores sagrados (; ; );
da origen a la oración eficaz (; ),
y la adoración que agrada a Dios ().
Será en los últimos tiempos derramado de una manera particular sobre Israel (; ).
Es por Él que nuestros cuerpos mortales serán resucitados ().
Habiendo recibido aquí en la tierra las arras del Espíritu, en el cielo los creyentes serán llenados por Él de toda la plenitud de Dios (; ).
Así Dios será verdaderamente todo en todos ().
(Véanse Dios, Inspiración, Fiestas [de pentecostés].)
En que me ayuda el espiritu Santo
En que me ayuda el espiritu Santo
EN MI:
El lo fisico
En lo emocional
En lo espiritual
EN LO TERRENAL
Lo fisico
Natural
Sobre natural
Visible e invisible
Poder ver lo espiritual o entenderlo
Vencer sobre las tinieblas
EN EL CRONOS
Vencer sobre las inclemencias del tiempo
Recistir cada dia y continuar...
EN EL CAIROS
Confiar en el tiempo de Dios