La gloria de la Palabra de Dios
La Voz de Dios: DESEABLE • Sermon • Submitted
0 ratings
· 11 viewsNo hay mayor bien en esta tierra para el hombre que la Palabra de Dios que nos lleva a Cristo.
Notes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Quisiera que consideres esta pregunta: si naufragarás en una isla desierta, sin ningún acompañante y pudieras tener una sola posesión (no persona) en ella, la que tú quieras ¿cuál sería?
Estoy seguro de que las respuestas pueden ser muchas. Algunos dirán un cuchillo, un encendedor o algo que consideren útil para sobrevivir. Otros quizá dirán cosas como una foto de su cónyuge o familia, una carta que le escribió algún ser querido o algo que para ellos sea de gran estima, pero, sinceramente, ¿cuántos en esa circunstancias dirían “yo quisiera tener allí mi Biblia”?
¿Es que acaso no consideramos la Palabra de Dios tan útil y tan valiosa para nuestras vidas? ¿Es que acaso no conocemos cuan excelente es la bendita Palabra de Dios?
Mi intención y suplica a Dios en esta mañana es que usted salga tan convencido de la gloria de la Palabra de Dios, que si usted naufragara en una isla desierta y solamente pudiese tener una posesión en ella, su anhelo fuese tener su Biblia.
Puesto que el nos habla de esto, vamos a estudiarlo en dos grandes puntos:
La excelencia de las Escrituras (v. 7-9), y
Nuestra respuesta a ella (v.10-14)
LA EXCELENCIA DE LAS ESCRITURAS (vv. 7-9)
LA EXCELENCIA DE LAS ESCRITURAS (vv. 7-9)
No es mi intención en este momento explicar cada detalle de estos dos versículos pues en ellos hay una gran riqueza de enseñanzas que nos tomaría mucho más que un sermón poder abundar en ellas. Así pues, lo que pretendo es mostrar un panorama de estos versículos en el cuál brilla la belleza y perfección de la Palabra de Dios. Esto se resalta en tres aspectos:
En primer lugar, el autor. Entre los versículos 7 al 9 vemos que David se refiere a las Escrituras con seis designaciones distintas, cada una de ellas identificable por la claúsula “de Jehová”:
En estos dos versículos se designa a la Escrituras de seis maneras distintas
La ley
El testimonio
Los mandamientos
El precepto
El temor
Los juicios
No es mi intención en este momento explicar las implicaciones de cada uno de los términos con los que aquí el salmista se refiere a la Biblia, sino hacer notar el énfasis de que toda proviene de Jehová, YHWH, es decir, de Dios.
Cada una de las partes de la Biblia procede de Dios. Es Dios quien las inspiró. De tal manera que, aunque la Biblia ciertamente es un libro escrito por hombres, también es cierto que es más que simplemente un libro escrito por hombres. Dios usó la agencia humana para traer su Palabra a los hombres. Por medio del Espíritu Santo, Dios guió y guardó a los hagiógrafos para plasmar por medio del lenguaje humano Su Palabra.
Así que, si bien la Biblia es un libro que fue escrito por agencia humana la Biblia es de Dios. lo enseña claramente cuando dice “toda la Escritura es inspirada por Dios” (énfasis añadido) y Pedro también cuando en su segunda carta dice “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” ()
Amados hermanos, la Biblia es gloriosa porque proviene de Dios en cada una de sus partes; aún más, en cada una de sus letras. Cada vez que abrimos las Biblia nos exponemos a los pensamientos y a la voz de Dios mismo. Cuando leemos la Biblia no solamente estamos leyendo a Moisés, a David, a Lucas o a Pablo. Cuando leemos la Biblia estamos leyendo a Dios mismo. En ningún otro libro, revista, programa de televisión o video de YouTube es posible esto. Es por la Biblia y en la Biblia donde Dios ha hablado y nos habla hoy.
No hay libro como la Biblia porque no hay otro libro que tenga la acreditación divina. Solo la Biblia es Palabra de Dios.
En segundo lugar, por sus atributos. El texto también muestra ocho atributos de la Palabra. Cada uno de ellos nos dice como es/son Las Escrituras:
Es perfecta
Es fiel
Son rectos
Es puro
Es limpio
Son verdad
Permanece para siempre
Todos justos
Cada uno de estos atributos encaja perfectamente con la designación de las Escrituras que describen. En síntesis estos atributos describen la Biblia como perfectamente verdadera, justa y santa. En ella no hay falsedad ni error. Esto es lo que conocemos como la infalibilidad e inerrancia de las Escrituras.
¿Qué podemos nombrar que sea perfecto en este mundo? Nada, sino la Palabra de Dios. Esta perfecta naturaleza de la Biblia emana de la perfecta naturaleza de Su autor. ¿Por qué la Biblia es siempre verdadera? Porque el que la inspiró es Fiel y Verdadero (; ), ¿por qué la Biblia es siempre justa? Porque el que la inspiro es el Justo () ¿Por qué la Biblia es perfectamente santa? porque aquel que la inspiro es el Santo (; ).
Oh, hermanos ¿por qué llenar nuestras mentes y corazones con cosas que están viciadas y manchadas por el pecado, carentes de perfección cuando tenemos la Palabra de Dios, perfecta e inigualable?
En tercer lugar, por sus beneficios. Seis designaciones, ocho atributos, ahora también cuatro beneficios.
Convierte el alama (conversión)
Hace sabio al sencillo (sabiduría)
Alegran el corazón (gozo)
Alumbra los ojos (entendimiento)
Permanece para siempre (guía para siempre)
Todos justos (enseña justicia)
Vean, no hay cómo la Palabra de Dios, ¿qué otro libro puede hacer todo esto? Muchos libros pueden ayudarte en algunas cuantas cosas de esta vida, pero solamente las Escrituras tienen provecho para esta vida y para la vida venidera. Solamente las Escrituras dan beneficio para el cuerpo físico así como para el alma eterna. Solamente las Escrituras pueden darnos provecho tanto para la vida como para la muerte.
Nacemos de nuevo por la Palabra - “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” ()
Somos alimentados y sustentados por la Palabra: “Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.” ()
Si tenemos la Palabra de Dios nada nos falta. Esta es también la enseñanza novotestamentaria en “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (, énfasis añadido)
La Palabra, y solo la Palabra tiene el poder para hacer al hombre perfecto. Solo la Palabra de Dios tiene el poder para prepararnos enteramente para toda buena obra. Por lo tanto, el hombre de Dios se goza en tener de Dios la Palabra, porque sabe que teniéndola nada le falta.
La palabra de Dios tiene el poder para tratar con nuestra incredulidad, con nuestra insensatez, con nuestras tristezas, con nuestra ignorancia y con todo mal que hay en nosotros. No hay libro como la Santa Biblia.
¿Qué les puedo decir sino aquello que Spurgeon alguna vez exclamó? “Visita muchos buenos libros, pero vive en la Palabra”
No hay cómo la Biblia, es el santo libro inspirado por Dios, perfecto, infalible, inerrante, todo-suficiente y nos la ha dejado para nuestro bien.
¡Bienaventurado el hombre que ella se goza y medita día y noche! Este es precisamente el tema de nuestro segundo punto:
NUESTRA RESPUESTA A LA EXCELENCIA DE LAS ESCRITURAS (vv. 10-14)
NUESTRA RESPUESTA A LA EXCELENCIA DE LAS ESCRITURAS (vv. 10-14)
Ante tal belleza, majestad y gloria de las Escrituras ¿cómo hemos de responder?
1. Con asombro y deleite en ella (v. 10)
1. Con asombro y deleite en ella (v. 10)
Vean cómo David, al considerar cuan pura y excelente es la Palabra de Dios, da un grito poético de satisfacción en ella.
“Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.” (, RVR60)
Reina Valera Revisada (1960) Salmo 19
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
El rey y salmista compara aquí a la Palabra de Dios con dos placeres que suelen llenar al hombre: las riquezas y la comida.
¿Quién no anhela riquezas? Si somos sinceros, en lo más profundo de nuestro corazón siempre encontraremos la presencia de ese asqueroso mal llamado amor al dinero. ¿Quién no desea un plato de suculentos manjares? Difícilmente el hombre podrá resistirse a un poco más de dinero o un poco más de comida. El dinero y la comida nos resultan deseables, pero al comprarlos con la Palabra de Dios no son nada. Más deseable es de Dios la Palabra.
Las riquezas que encontramos en la Biblia superan por mucho el valor de todo el dinero del mundo, y los manjares celestiales que hay en ella superan con creces a cualquier plato de comida que este mundo pudiera ofrecer.
Que ingenuo y pobre el hombre que llena su vida de las riquezas y placeres de este mundo pero está vacío de la Palabra de Dios. Pero que dichoso y rico aquel que desprovisto de riquezas y lujos en esta vida está lleno de la bendita Palabra del Señor.
Oh, hermano, cuanto anhelo que pruebes las mieles y las riquezas de la Palabra para que nunca más quieras apartarte de ella. Oh, hermano mío, gustad de la buena Palabra, de la leche espiritual no adulterada, gustad de las Escrituras y encuentre tu corazón deleite en ellas.
¿Por qué nuestros corazones hallarán deleite y asombro en la Palabra de Dios, es decir, la Biblia? porque ellas nos guían a una palabra más grande, al Logos, la Palabra de Dios, es decir, Cristo.
El tema de las Escrituras, de principio a fin, por todas sus partes es Jesucristo, el Hijo de Dios. La Palabra nos lleva a Cristo.
La Ley de Jehová nos guía a Aquél que la cumplió perfectamente
El testimonio de Jehová es este: Que Jesús es su Hijo amado en el cual se complace
Los mandamientos de Jehová muestran el santo carácter de Aquel que obedeció hasta la muerte y muerte de cruz
El precepto de Jehová se revela en Aquel que tenía perfecta sintonía de voluntad con el Padre
El temor de Jehová se manifiesta gloriosamente en Aquel que nos fue hecho por Dios Sabiduría
Los juicios de Jehová se cumplen en Aquel por el cual Dios se revela como el justo y el que justifica a los que son de la fe en Jesús
No importa donde tu abras tu Biblia, toda de guía a Cristo. La Palabra en su contenido nos señala, apunta, ejemplifica, tipifica, testifica, anuncia, muestra, revela y acerca a Cristo, y a este crucificado, y esa es la riqueza y deleite de la vida: conocer a Cristo.
Amad las Escrituras y escudriñadlas porque ellas son las que dan testimonio de Jesús nuestro Señor y Salvador.
La Ley de Jehová nos guía a Aquél que la cumplió perfectamente
El testimonio de Jehová es este: Que Jesús es su Hijo amado en el cual se complace
El testimonio
Los mandamientos de Jehová muestran el santo carácter de Aquel que obedeció hasta la muerte y muerte de cruz
El precepto de Jehová se revela en Aquel que tenía perfecta sintonía de voluntad con el Padre
El temor de Jehová se manifiesta gloriosamente en Aquel que nos fue hecho por Dios Sabiduría
Los juicios de Jehová se cumplen en Aquel por el cual Dios se revela como el justo y el que justifica a los que son de la fe en Jesús
¿Por qué la Biblia es tan deseable? Porque es por ella que somo llevados a Cristo, nuestro sumo bien.
2. Con humildad y obediencia a ella
2. Con humildad y obediencia a ella
Además de asombrarnos y deleitarnos en la Palabra de Dios debemos responder con humildad y obediencia ante ella.
Recordemos, no es la palabra de cualquiera de los hombres, es la Palabra del Rey de reyes y Señor de señores.
Miren como el rey David expresa su humillación y obediencia ante la voz de Dios. Dice “Tu siervo es además amonestado con ellos” (). Recordemos quién es el que escribe este versículo. Es el Rey David. No es cualquiera de los que sirven en el templo, es el mandatario del reino israelita, sin embargo se llama a sí mismo siervo de Dios. Delante de Dios hasta el rey es uno más de sus siervos.
Como siervo David acepta la reprensión de la Palabra de Dios. Los reyes no suelen aceptar amonestación en su contra, pero ante ella aun el rey David debe reconocerse como siervo y humilde y obedientemente aceptar la amonestación.
Mis hermanos, si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces desobedecer a las Escrituras es desobedecer a Dios mismo. No podemos acercarnos a ella con otra actitud hacia ella que no sea la de humildad y obediencia. No encanta pensar que la Biblia va a hacernos sentir bien con nosotros mismos, pero debemos recordar que muchas veces Dios usará Su palabra para amonestarnos y reprendernos.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Como siervos del Dios debemos recibir con humildad esa amonestación del Señor y obedecer a Su Palabra. Y vean que hermosa es la bendición de hacerlo: “en guardarlos hay grande galardón”.
Cuando somos humildes ante la palabra de Dios y la obedecemos (guardamos) recibimos grande galardón. Ahora, el texto no dice que por guardarlos hay grande galardón, sino que dice que en guardarlos hay grande galardón ¿Qué quiere decir esto? que no es por obedecer la palabra de Dios que recibimos galardón (aunque eso se enseña en otros textos, no es lo que enseña aquí el salmista) sino que es en el hecho mismo de guardarlos (obedecerlos) que se encuentra el galardón. ¿Cuál es el galardón que recibimos al humillarnos y obedecer la palabra de Dios? Somos librados de nuestros errores -pecados involuntarios-(v. 12), de nuestras soberbias -pecados con alevosía y ventaja-(v. 13) y somos agradables a Dios tanto externa como internamente (v. 14)
No hay mayor bien para nuestra alma que obedecer humilde y gustosamente a la Palabra de Dios, pues al hacerlo somos santificados y, de esta manera, disfrutamos más y mejor de nuestra comunión con nuestro Dios.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Recordemos entonces:
No hay libro tan excelente como la Biblia, solamente ella tiene por autor a Dios mismo y por lo tanto es el único libro infalible, inerrante y todo suficiente.
¿Cómo debemos responder entonces a ella?
Con asombro y deleite en ella. Dedica tiempo a para gozarte en las Escrituras, ellas nos acercan a nuestro fiel salvador Jesucristo
Con humildad y obediencia a ella. Acepta humildemente de la amonestación de Dios que viene por medio de Su Palabra. No hay nada que deba cambiarse de la la Biblia pero hay mucho que debe cambiar en ti. Con humildad de corazón ríndete a la palabra de Dios y obedécela. Es la Palabra de tu Rey y Señor.