El Favoritismo

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Introducción

Muchos hemos tenido la experiencia en usar ropa casual y ropa elegante (p.ej. ropa para una fiesta).
Cuando usamos ropa casual (p.ej. shorts, pants, sudadera, etc.) actuamos de una manera más informal o comoda.
En el momento que nos ponemos un traje o vestido elegante tendemos a caminar más derecho, hablar con más educación/respeto, y tener mayor cuidado de nuestros modales.
Si recibimos una invitación a la Casa Blanca, ¿cómo iríamos vestidos?
Muy pocos irían vestidos con ropa casual.
De hecho, algunos deportistas han ido a la Casa Blanca usando ropa muy casual y fueron criticados. El argumento era que para ir a un lugar que exige nuestro respeto, por lo que representa la Casa Blanca, merecía por lo menos mayor atención en la ropa que llevaban.
Ahora, veamos la ropa casual vs. ropa elegante desde otra perspectiva.
Supongamos que va a una persona con ropa muy sencilla a comprar a una tienda de ropa lujosa.
En la misma hora va una persona vestida con ropa muy elegante.
Ambos se acercan al mostrador de perfumes para hacer una pregunta.
¿Cómo van a ser tratadas estas personas por la persona que atiende la sección de perfumes?
Es muy probable que la persona con ropa sencilla va a ser ignorada o tal vez se va a sentir como que está molestando al vendedor por hacerle preguntas.
Es muy probable que la persona con ropa elegante va a tener la atención completa del vendedor y va a recibir un servicio excelente.
¿Por qué existe esta diferencia de trato?
Ambos son seres humanos.
Ambos se acercan para recibir un servicio.
Ambos son posibles consumidores, uno tal vez tiene más dinero, pero a final de cuentas ambos son consumidores.
La única diferencia entre las dos personas, que da lugar a que reciban un trato diferente, es la manera en que van vestidos.
Para el vendedor, la persona de ropa sencilla representa una clase baja que no merece sus atenciones o que por lo menos no de la misma manera que merece ser atendido el comprador de ropa elegante.
Para el vendedor, la persona de ropa elegante representa fortuna, buenas compras, clase, elegancia, etc.
¿Cómo se le llama a esta diferencia de trato? ¡Favoritismo!
Esta es una escena que ocurre frecuentemente en la vida cotidiana.
Sin embargo, Santiago hoy nos confronta porque esta misma situación, existía en tiempos de Santiago, dentro de la congregación cristiana. El día de hoy consideraremos:
El día de hoy consideraremos:
El favoritismo - un problema dentro de la comunidad cristiana
Dos razones por las cuales debemos huir del favoritismo

I. El favoritismo - un problema dentro de la comunidad cristiana

Santiago escribe a la iglesia cristiana de forma directa:
Santiago 2.1 RVR60
Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.
En la iglesia estaba ocurriendo una situación desagradable - no solo a Santiago sino que era una ofensa ante Dios.
Santiago le llama “acepción de personas”.
Esto iba en contra del claro mandato de Dios revelado en en Antiguo Testamento:
2º Crónicas 19.7 RVR60
Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.
Esto iba también en contra de la revelación del Nuevo Testamento:
Romanos 2.11 RVR60
porque no hay acepción de personas para con Dios.
Romanos 2.22 RVR60
Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
¿Qué significa hacer acepción de personas?
Esto significa hacer una distinción entre las personas basados en algún factor externo.
Nosotros hacemos cierta acepción de personas que no violan la ley de Dios:
No pueden tener una licencia de conducir si aún no han cumplido 14.5 años de edad.
Un médico debe haber terminado 4 años de universidad, la escuela de medicina, y una residencia.
A partir de 1 de Octubre 2020, sólo una persona con un Star ID puede volar dentro de los EEUU.
Esta clase de acepción de personas no es a lo que la Biblia se refiere. Toda sociedad debe hacer cierta distinción entre las personas. De otra manera, perderíamos el orden dentro de la sociedad.
Santiago nos da un ejemplo para mostrar la clase de acepción de personas al que se refiere:
Santiago 2.2–3 RVR60
Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
La escena que presenta Santiago es muy similar a la ilustración que presentamos en la introducción.
En el caso de Santiago, dos personas entran a una reunión de cristianos. Sabemos que es una reunión cristiana porque le llama “congregación”.
Santiago 2:2
En este lugar entran dos hombres:
“Un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida” - exhibe las marcas de riqueza, fortuna, de importancia. Este hombre claramente tiene lo suficiente pues no solo lleva ropa sino lleva ropa elegante. Este hombre posee lujos.
“Un pobre con vestido andrajoso” - exhibe una marca de pobreza. Este hombre va mal vestido, no sólo en comparación con el hombre rico sino que va mal vestido comparado con los estándares del mundo antiguo.
La palabra que se utiliza en este pasaje puede referirse a ropa “sucia” o “rota”.
¿Qué clase de trato podrían esperar estos hombres en una congregación cristiana?
Sabemos que la iglesia de Cristo está bajo la autoridad de Dios.
La iglesia de Cristo busca reflejar el carácter de Dios.
Sabemos que Dios, en el Antiguo Testamento, reveló el carácter de Dios en cuanto a no mostrar parcialidad o favoritismo a las personas en base a su posición económica:
En el Antiguo Testamento, el mostrar parcialidad o favoritismo estaba muy relacionado con asuntos judiciales:
Deuteronomio 1.17 RVR60
No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.
Deuteronomio 16.19 RVR60
No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.
Era probable que dos personas podrían ir ante Moisés o los demás líderes de Israel para presentar una demanda.
Dios revela a su pueblo que deberían escuchar tanto al pequeño como el grande sin hacer distinción entre ellos.
El juez debería juzgar sin mostrar parcialidad. El juez debería considerar los hechos nada más. No debe permitir que el estado económico o algún posible beneficio (p.ej. soborno) influya en su decisión como juez.
Por tanto, aquí tenemos dos personas que externamente se ven muy diferentes. ¿Cómo van a ser recibidos en la comunidad cristiana?
Veamos lo que sucede y lo compararemos a lo que Dios demanda en su palabra.
Santiago 2:3
Santiago 2.3 RVR60
y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
S
Al que es rico lo reciben rápidamente y le dan un lugar para sentarse. Quizá le dan un lugar de honor.
Al que es pobre, no lo corren, de hecho lo reciben. Pero veamos lo que le dicen:
“Estate tú allí en pie” o “siéntate aquí bajo mi estado”.
No era malo pedirle al pobre que estuviera de pie o que se sentara en el suelo.
Ambos eran opciones razonables.
El problema no era en que al rico se le diera un asiento y al pobre se le dijera que permaneciera de pie.
El problema consiste en que se hizo distinción entre ambos.
Se da por entendido que al pobre no se le pediria que permaneciera de pie o que se sentara en el suelo.
Se da también por entendido que al pobre no se le daría un lugar de honor.
Santiago juzga esta situación y da un veredicto severo:
Santiago 2.4 RVR60
¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
Santiago 2:4
Acusa a la congregación reunido de actuar bajo la influencia de sus malos pensamientos.
Las acciones que han tomado no tienen su origen en la revelación de Dios; es decir, no están actuando según la voluntad de Dios revelada en su palabra. Están actuando injustamente al igual como hubiera actuado el mundo.
Esta situación se puede presentar en nuestra congregación:
Cuando el pastor da mayor atención a aquellos que aportan más en la congregación.
Cuando los miembros suelen reunirse en las casas de los hermanos que están un poco más acomodados y suelen ignorar las invitaciones de los hermanos que viven en situaciones más limitadas.
Cuando la iglesia se somete a la voz y voto de las personas que aportan más dinero en la congregación.
Cuando la iglesia se comporta de manera diferente simplemente por la presencia de ciertas personas en la congregación.
Esta actitud no debe existir dentro de la comunidad cristiana.

II. Dos razones por las cuales debemos huir del favoritismo

Santiago acusa al pueblo de Dios de haber actuado contra la palabra de Dios y presenta dos razones principales por las cuales esta actitud desagrada a Dios.
Dios ha elegido a gente pobre para ser parte del pueblo de Dios.
La ley de Dios demanda el amor al prójimo.
Razón #1: Dios ha elegido a gente pobre para ser parte del pueblo de Dios.
Santiago pide a sus lectores que consideren su propia situación.
Sabemos mediante la historia que la iglesia de Cristo desde sus inicios vivió situaciones muy precarias.
En varias ocasiones vemos la necesidad económica dentro del pueblo cristiano.
Pablo mismo observa la comunidad cristiana y expresa:
1 Corintios 1.26 RVR60
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
Dentro del pueblo de Dios no habían muchos adinerados, profesionistas, gente de influencia.
En cierto que habían algunos como Lidia (empresaria) o Lucas (médico); pero ellos eran la excepción y no la norma.
La mayoría de creyentes venían de las clases bajas de la sociedad.
Así que tenemos gente que era pobre pero fueron alcanzados por la gracia del evangelio.
Muchos de ellos, al aceptar a Cristo, eran despedidos de sus trabajos.
Otros eran rechazados por sus familias por haber tomado la decisión de seguir a Cristo.
Y luego, para empeorar las cosas vemos como estos creyentes pobres sufrían persecución de parte de los judíos y romanos.
Es por eso, que vemos en las cartas de Pablo como él lidero un esfuerzo para colectar ofrendas de las iglesias para ayudar a la iglesia de Jerusalén quienes estaban sufriendo pobreza extrema,.
Por tanto, Santiago mira a la iglesia sin poder entender su actitud de tratar a los ricos con favoritismo.
Santiago 2.5–7 RVR60
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?
Mira al pueblo de Dios y les dice:
¿Acaso no son los ricos lo que les han hecho la vida imposible?
Santiago 2:
¿Acaso no son los ricos quienes los demandan a ustedes ante las cortes?
¿Acaso no son los ricos quienes blasfeman/maldicen el nombre de Cristo?
…¿Cómo es entonces que ustedes los tratan con favoritismo como si merecieran esta trato?
…no olviden que entre la humanidad a estos pobres que ustedes menosprecian, por tratarlos menos que al pobre (que por cierto, son pobres igual que ustedes), ellos son parte de los redimidos a quienes Dios ha elegido desde antes de la fundación del mundo.
Esto no quiere decir que el pobre va a ser salvo solo por ser pobre.
El pobre no es salvo por su estado económico.
El pobre debe aceptar el evangelio al creer en Jesucristo como el Salvador.
Sin embargo, el pobre tiende a tener menos obstáculos para depositar su fe en Cristo ya que no posee nada y al mirar las promesas del evangelio espera en Dios.
El rico mira su fortuna, sus posesiones, y se siente seguro en todo lo que posee. Por eso Jesús expresa:
Marcos 10.24–25 RVR60
Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Claramente podemos ver como la iglesia estaba actuando contra la voluntad de Dios.
Razón #2: La ley de Dios demanda el amor al prójimo.
Santiago da una segunda razón para no mostrar favoritismo basado en la ley real:
Santiago 2.8–9 RVR60
Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Santiago 2:8
El amor al prójimo es la base fundamental para no mostrar parcialidad/favoritismo con la gente.
El creyente debe tratar a los seres humanos con igualdad.
No debemos permitir ser influenciados por nada externo sino tratar a todos por igual.
La iglesia puede estar cumpliendo en todo lo demás - pueden predicar la sana doctrina, pueden guardarse del adulterio, pueden abstenerse de ser borrachos y mentirosos, etc. Sin embargo, no deben olvidar que al quebrantar un mandamiento han quebrantado toda la ley.
Santiago 2.10–11 RVR60
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.
Santiago 2:10
Es posible que cuidemos muchas áreas de nuestra vida como congregación.
Es posible que estemos avanzando en muchas áreas, pero si no cuidamos el mostrar favoritismo con la gente hemos fallado en nuestra misión.

Conclusión

¿Pero quién de nosotros es libre de este pecado?
Creo que muchos hemos tratado de ganarnos el favor del rico, hemos querido tratar mejor a la persona de influencia y hemos menospreciado al que no tiene.
Si fuéramos juzgados en base a esto, estaríamos sin esperanza porque claramente hemos fallado.
Sin embargo, nuestra esperanza está en el versículo 13:
Santiago 2.13 RVR60
Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Notemos que encontrará misericordia todo aquel que haga misericordia.
Todo aquel que no haga misericordia no recibirá de parte de Dios misericordia.
¡Hemos fallado! Sin embargo, cuando los creyentes fallamos, tenemos la esperanza que la sangre de Cristo cubre una multitud de pecados.
En Cristo tenemos un abogado delante del Padre.
Cristo intercede por nosotros de tal manera que su misericordia nos alcanza, nos perdona, y nos transforma para quitar el corazón de piedra y poner en nosotros un nuevo corazón conforme al corazón de Dios.
Nuestra oración es que Dios nos permita ver a los seres humanos con sus ojos - y así veremos a una humanidad de ricos y pobres - todos necesitados de Dios.
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