Inmundo y Muerto

Evangelio de Mateo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  39:08
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Introducción

Ilustración: ¿Haz estado en un sitio donde no debías estar? Estuvimos levantando sustento como misioneros y nos tocó viajar hasta Florida para presentar el ministerio en una iglesia. Uno de los miembros nos quiso invitar a comer después del servicio. El hombre era vice-presidente de un compañía de concreto. El tenía un carro deportivo, rojo. Y nos invitaron a comer en el Country Club donde el era socio. Era un Country Club exclusivo, solo para miembros y para sus invitados. En ese tiempo yo estaba conduciendo una camioneta gris, que había sido usado en la construcción. Tenía rayones, no brillaba, en contraste con los carros que estaban en el Country Club. Todos eso coches era de ultimo modelo, y de marcas caras. Solemos orar antes de comer para agradecer a Dios por los alimentos. Pero como estaba tan nervioso estando en aquel lugar, se me pasó que no habíamos orado. Cuando llegó la comida, empecé a comer. El hermano me preguntó si YO pudiese orar por la comida. Tenía la boca llena de comida, y tratando de orar. ¡Que vergüenza!
Estaba yo en un lugar donde no debía estar, no estaba en las condiciones para comportarme en ese lugar. Nos encontramos en la historia que nos relata Mateo, una historia de una niña y de una mujer, que no debieron relacionarse con Jesús, pero el hecho que lo hicieron les cambió la vida totalmente.
Contexto Histórico: Jesús dio una parábola para describir la realidad de que a Jesús no se puede incorporar en nuestra vieja manera de vivir. Tenemos que acudir a Jesús y dejar la vieja manera de vivir. Esto es muy difícil. Solemos pensar en otras cosas que nos puede salvar. Pensamos que si tuviésemos más dinero “x” cosa no hubiera pasado. O si manipulo ciertas situaciones, entonces podré controlar mi mundo. Cuando acudimos y buscamos consuelo en cosas o personas que no es Dios, estamos creando un ídolo. Un ídolo es algo que invertimos nuestro tiempo, recursos, y emociones porque pensamos que nos dará algo que queremos. Pero al final, estamos adorando un ídolo.
Nos encontramos con una situación muy interesante de una niña y una mujer. Vivimos en un tiempo como ninguno. Mujeres tienen muchas libertades, pero en el tiempo de Jesús, como ahora, había ciertos hombre que no valorizaban a las mujeres. Un rabbi, maestro de la ley, dijo “gracias a Dios que no soy gentil, mujer, o animal.”
Propósito: Jesús salva a los que no se pueden salvarse, por tanto ve a Cristo en fe y Él te salvará.

Abandonemos nuestras lealtades v. 18

En el texto vemos que Jesús está enseñando como es ser un discípulo de Él. Mientras Él habla, se acerca un hombre. La idea que comunica el texto es que viene muy de repente.
El texto nos dice que es un “líder” y parece ser que el líder es de la sinagoga. Era un hombre de la comunidad, alguien conocido por trabajar en la sinagoga. La sinagoga no era el Templo en Jerusalén, sino que era un sitio de enseñanza de la Ley. El hace tres cosas que muestran él abandonó su lealtad al sistema religioso en cual el participaba.

Se inclinó a Jesús

Fisicamente, mientras que Jesús está en publico hablando acerca del ayuno, entra este hombre bruscamente ante Jesús, los discípulos, los discípulos de Juan y las demás personas. Había fariseos en el grupo, estos hubieran sido sus colegas.
Eso no le preocupa a éste líder. No, el tiene una situación que él sabe que ninguno de sus colegas puede resolver. El tiene un problema que su sistema de leyes sobre leyes no puede resolver. El tiene un problema que el decoro no podía solucionar y abandona toda forma de orgullo y se postra delante de Jesús, y sus discípulos, y la multitud de personas para pedir que Jesús resucita a su hija.
Este acto que estaba el haciendo en frente de todos, el no iba quedar igual después. Los que han vivido en pueblo saben que las memorias de las personas son mucho más grandes que las de los que viven en la ciudad. La historia de cuando el líder de la sinagoga se postró ante Jesús no iba ser una historia que se olvidaría.

Se hizo vulnerable ante Jesús

Hombres quieren tener la noción que están en control, aún cuando no lo están.
Ilustración: Escuché de una historia de un abogado que hablando con su mujer le dice que este año le gustaría alquilar un RV y pasar dos semanas viajando por Estados Unidos. La mujer le dijo, “¿Pero tu sabes como operar y conducir un RV?” Pues ofendido estaba el hombre y con una arrogancia le dice a la mujer que sí, el sabia como operar y conducir un bicho de esos. Muy confiado el hombre, se fue al sitio para alquilar el RV, estando con el atendiente, le pregunta en palabras muy bajas si el RV tiene un manual para como operar y conducir lo. El atendiente le contestó “por supuesto” y de dio el manual. Se fueron de viaje y todo iba bien hasta que un día la mujer si dio cuenta que había una luz roja encendida y le pregunta al marido que significa. El hombre, disimuladamente, busca en el manual que significaba. Esa luz significa que el tanque de retención del baño estaba lleno. Ellos tenían cuatro hijos y el se imaginó lo lleno que estaría. Bueno, el leyó como vaciar el tanque de retención y como se hacía es que se tomaba una manguera para conectarlo a desguace, y por el otro lado del RV se aplicaba presión de aire para asegurar que se vaciase todo el tanque. Pero en su arrogancia leyó muy rápido cuata presión había que poner. Las instrucciones dijo que la llave de desguace no se debió abrir hasta que tuviese 10.5 libras de presión pero el leyó 105 de presión. Llegó a 75 psi y no daba más. El le dice a la mujer que estaba del lado del desguace que abriese la llave. Dice el que cuando la mujer abrió la llave, la manguera empezó a soltar el desguace en todos lados. El orgullo hace que no seamos vulnerable.
Este hombre dejó su orgullo a un lado y presentó su problema ante Jesús. Su hija está muerta, y aunque es un líder de la sinagoga, aunque es un líder religioso, aunque tiene mucho respeto, él tiene un problema que él no puede resolver. Y le dice a Jesús su problema.

Pone su fe en Jesús

Alguno puede argumentar y decir que la palabra “fe” no aparece en relación a este líder. Y es verdad que la palabra no aparece. Pero si se ve las acciones de fe. La petición es que Jesús venga y que ponga su mano sobre la niña. El líder concluye que si Jesús hiciese eso, entonces la niña vivirá. Las acciones y petición del hombre indica fe, fe en Jesús. Aún que la palabra “fe” no ocurre, el hombre demuestra por medio de sus acciones que tiene fe en Jesús para dar vida.
Podemos ver las acciones de las personas y reconocer que la persona es una persona de fe en Jesús. Pero de igual manera que se puede ver a una persona y determinar que la persona tiene fe en Jesús, también se puede ver las acciones de las personas y determinar que no tienen fe.

Aplicación

Cuando se presenta una dificultad en tu vida:
¿A quien te inclinas? Es decir, ¿a donde vas cuando tienes una dificultad?
¿Te haces vulnerable antes Dios? o ¿Tratas de hacerte el fuerte? Dios usa dificultades para traerte más cerca a Él.
¿Pones fe en Jesús? O ¿Tu fe está en otra cosa? No es que sea malo tomar consejo del médico, del inversionista, del profesor, sino la pregunta es, ¿donde descansa tu esperanza? Muchos decimos que nuestra esperanza descansa en Dios pero después nos ve corriendo a otra cosa que no es Dios.

Los discípulos siguieron a Jesús v. 19

Mateo no entra en mucho detalle de esto, pero creo que vale la pena mirar esto. Jesús se va con el hombre, y los discípulos se fueron con Él. Creo que hay dos observaciones que se puede hacer de esto.

Había un grupo de hombres preparandose

Cada uno de estos discípulos tenían una vida, familia, trabajo, casas que tenían que cuidar. Pero vieron la obra que Jesús estaba haciendo como suficientemente importante para sacrificar y prepararse para esa obra que Jesús tenía para ellos.
La manera como Jesús encontró a cada uno de estos discípulos no estaban listos para ser apóstoles. Pero Jesús los llamó, y ellos empezaron a prepararse para la obra que Jesús quería que ellos hiciesen.
Te imaginas se ellos hubiesen dicho a Jesús “yo no tengo preparación teológico para hacer lo que tu quieres que yo haga.” Jesús le hubiera respondido, “pues claro que ahora no estas preparado, pero cuando yo termine contigo estarás listo.” La obra de Dios era importante para prepararse.
¿Que estas haciendo para prepararte para el ministerio que Dios tiene para ti en un año? ¿Cinco años? o ¿En diez años? No tengo yo nada en contra del televisor, pero no creo que cuenta pasando toda la noche viendo el televisor como preparación para lo que Dios tiene para ti. Hay que considerar lo que estamos haciendo ahora para ser usado por Dios mañana.

Se fueron con Jesús

No se, pero puede ser que hubiera la tentación de quedarse en casa y decir, “yo no puedo dar vida a un muerto, y la verdad es que Jesús no me necesita a mi, pues mejor me quedo friendo queso. Cuando el regrese, pues nos comemos algo.” No, Jesús fue, ellos fueron.
Ningún misionero le dirá, “pues ya que Dios no iba empezar una iglesia en aquel pueblo, pues tuve que ir yo.” Porque toda persona que sigue a Dios y obra en la obra de Dios reconoce que uno va, pero es Dios que hace la obra. Es decir, si queremos involucrarnos en la obra de Dios, tenemos que ir donde Él está yendo. Es difícil ir a donde Dios nos llama, pero se hace más fácil si estamos obedeciendo en prepararnos para lo que Dios quiere que hagamos.

Una mujer se salva v. 20

La historia de la niña muerta se pausa para atender a una mujer que tiene un problema de flujo de sangre que ha tenido por doce años. La historia parece discriminar por genero. ¿Porqué tiene que incluir esta historia? Pues hay que examinar algunos de los detalles para entender exactamente la situación que vivía esta mujer.
La ley de Moises, Lev. 15, da una normativa para flujo de sangre de una mujer. Dios estableció que cuando eso ocurriese, la mujer era considerada inmunda. Una persona inmunda no significa que ha pecado, sino que está en una situación donde no puede ir al tabernáculo o el templo para adorar a Dios. Dios no deja nada inmundo en Su presencia. No solo que la mujer no podía estar en el tabernáculo o templo, pero donde se sentaba, o acostaba, o a quien tocase hacía ella a esa cosa o persona inmunda. Por tanto, las personas no solían tocar cosas inmundas.
Por doce años ella estaba aislada de su familia, del templo, de la sinagoga, de las fiestas solemnes, las celebraciones del pueblo como bodas.
Podemos pensar que no es justo, por que Dios tuvo que hacer una ley así. Pero mirar la situación de esa manera es mirarla incorrectamente. El problema no es Dios, sino el pecado. La mujer tiene un cuerpo pecaminoso, como lo tenemos todos. Nuestro pecado nos separa de Dios. Vemos dos cosas en referencia de la mujer.

Se arriesgó para ser sanada v. 21

Jesús está con sus discípulos, ¿Cómo se acercó para tocar el borde de su ropa? No lo se, pero este acto está motivado por una creencia que si lo tocase, será salva. Se arriesgó mucho para acercarse a Cristo. Pero es que ella quería ser sanada.
No acercarse a Jesús implica quedándose en su misma condición. ¿Quien se quiere quedar en su misma condición? Pues nadie.

Su fe la sanó v. 22

Fe la motivó hacer lo imaginable, introducirse en un grupo de hombres para tocar a uno de ellos.
El resultado es que su fe la salvó. La palabra que Mateo usa en este contexto tiene la idea de que fue sanada. Pero la palabra tiene más la idea de salvar, y todas las otras veces que Mateo usa esta palabra en el Evangelio siempre es usado en el contexto de salvar.
¿Qué te motiva tu fe hacer? Vives en lo mismo, sin ningún cambio, y deseando que nada cambie. O, por fe, te motivas a hacer cosas que nunca te imaginabas que podías hacer.
El resultado de la fe de esta mujer es que pudo estar con su familia otra vez, pudo ir a la sinagoga, al templo, a las fiestas solemnes. Es decir, su fe causó que pudiese tener las relaciones que no podía tener antes.

Aplicación

Nosotros estamos muerto en nuestros pecados. Es más, Dios dice que nuestras buenas obras son como trapos de inmundicia delante de Él. Pero hay esperanza, y se encuentra en la persona de Jesucristo. Requiere que tengas fe.
¿Qué es fe? Fe es creer algo con una certeza que causa un cambio en tu vida. La mujer tuvo fe, y se movió a buscar a Jesús, a caminar tras Él. Tener fe en Jesucristo implica creer quien es Jesús pero no termina ahí. Si es tu Salvador, entonces es también tu Señor. Ya no vivo para mí sino que vivo para Él.
¿Tienes fe? ¿Qué acciones demuestra que tienes fe? ¿A cual pecados haz dicho “no” porque ya no vives para ti?

Regresamos a la niña v. 23-26

¿Te imaginas la paciencia que debió tener el padre de la niña? Hombre, la mujer ha estado sufriendo por doce años, ¿que le cuesta un día más? Su hija está muerta. Pero Jesús toma el tiempo para animar a la mujer.
Ahora Jesús llega a la casa y están los músicos y un grupo llorando. Culturalmente, aún una familia pobre hubiera tenido por lo menos dos músicos y una persona para estar llorando. La situación en verdad hubiera sido triste, y creo que hay personas que en verdad estaban tristes.
Jesús les informa que la niña duerme. La multitud empieza a burlarse de ella. Ellos dicen que está muerta. Según lo que ellos conocen, la niña está muerta. Esto trae una pregunta muy importante, ¿Estoy yo más listo a prestar atención a lo que Dios dice? O ¿a lo que mis sentidos, lógica, pensamientos me dicen? Como respondo esa pregunta muestra cuan soberano es Dios en mi vida.
Ves, para algunos, Dios es experto en la vida espiritual, en salvación. Pero el no sabe nada de comprar casas en Houston, en la bolsa de valores, en carreras de trabajo. Por tanto dividimos nuestras vidas. A Dios lo usamos para el domingo cuando venimos a la iglesia, y Lunes a Sábado, yo me hago soberano de mi vida.
Jesús sana la niña que no se pudo sanar. Lo hizo a base de una petición de su padre. ¿Cuantos hijos están adorando a Dios porque sus padres oraron a Dios que Él hiciese una obra en sus vidas? No lo sabremos.

Conclusión

Propósito: Jesús salva a los que no se pueden salvarse, por tanto ve a Cristo en fe y Él te salvará.
Quiero invitarte a inclinar tu cabeza, y pensar en tu vida.
Sin fe es imposible agradar a Dios, ¿ha habido un momento en tu vida cuando aceptaste la muerte de Cristo en tu lugar para la paga de tus pecados? ¿Qué evidencias hay de ese paso de fe?
La mujer no se quedó en su situación de inmundicia, ella no quería vivir así. Doce años era suficiente. Puede ser que hoy tienes algo en tu vida que inmundicia, un pecado que te separa de Dios. Pero como dijo Juan Calvino, “si estás en pecado, mira a Cristo. Si dudas de tu salvación, mira a Cristo.” Hermano, busca a Cristo, haz el esfuerzo, no pares hasta que haya sido sanado.
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