HACIENDO IGLESIA
iglesia, la unidad y el compañerismo de la
La iglesia es una en esencia, porque está fundada en un evangelio, unidos a un Señor y con la morada de un solo espíritu. Su unidad está bajo constante amenaza debido a la tendencia a la división que es inherente en la humanidad caída y debe ser mantenida continuamente y activamente expresada en compañerismos.
La unidad de la iglesia
La iglesia es una Ro 12:5 Ver también 1 Co 12:12,20; Ef 4:25
La iglesia trasciende todas las barreras Col 3:11 ver también Jn 10:16; Hch 10:28–29,47; 15:8–9; Gl 3:28; Ef 2:14–16; 3:6 La gran división que amenazaba a los primeros cristianos era entre el judío y el gentil, pero la iglesia pudo unir los dos en un solo cuerpo en Cristo.
La unidad de la iglesia refleja la unidad dentro de la Trinidad Ef 4:4–6 la unidad de la iglesia es basada en las personas de la Trinidad: un solo Espíritu, un Señor, un Padre. Ver también Jn 17:11; Ro 3:29–30; 10:12–13; Gl 3:27–28
La unidad de la iglesia es la obra de la Trinidad Ef 2:16–18 ver también Jn 11:52; Hch 10:45–47; 1 Co 12:13; Ef 2:22; 4:3
El propósito de la unidad de la iglesia
Para llevar a otros a la fe Jn 17:23 ver también Jn 17:21
Para llevar a los creyentes a la madurez Ef 4:13
La naturaleza de la unidad de la iglesia
Flp 2:1–2 El énfasis está en una unidad interna en mente y espíritu en lugar de uniformidad externa. Ver también 2 Co 13:11; Flp 1:27; Col 2:2
Llamados a la unidad en la iglesia
Ef 4:3 ver también Ro 12:10; 15:5,7; 1 Co 12:25; Col 3:14; 1 P 3:8
La unidad de la iglesia se expresa en el compañerismo
La comunión con Dios 1 Co 1:9 Ver también 2 Co 13:14; Flp 2:1; 2 P 1:4; 1 Jn 1:3,6–7
El compañerismo expresado por reunirse juntos Hch 2:46 ver también Hch 2:1,42; 5:12; 6:2; 1 Co 14:26; He 10:25
El compañerismo expresado por compartir recursos Hch 2:44–45 ver también Hch 4:32,34–37; 11:27–30; Ro 15:26; 1 Co 16:1–2; 2 Co 8:2–5,13–14; 9:13; Flp 4:14–18
El compañerismo a través del sufrimiento Ap 1:9 Ver también Ro 8:17; 2 Co 1:7; Flp 3:10; 4:14; He 10:33–34; 13:3
El compañerismo a través de las bendiciones espirituales compartidas 1 Co 9:23 Ver también Ro 11:17; Flp 1:7; 2 Tes 2:14; 1 P 5:1; Jud 3
Acciones específicas que expresan la comunión y la unidad en la iglesia
Compartir en la cena del Señor 1 Co 10:16–17 Ver también Hch 2:46; 20:7; 1 Co 11:33
El bautismo como una expresión de unidad Ef 4:4–6 Ver también 1 Co 12:13
Extendiendo la hospitalidad Hch 28:7; Ro 12:13; 16:23; 1 Ti 5:10; Tit 1:8; 1 P 4:9; 3 Jn 8
Saludándose unos a otros Hch 18:27; Ro 16:3–16; 1 Co 16:19–20; Col 4:10; Flm 17
Dando la bienvenida a opositores pasados Hch 9:26–27; Gl 2:9; 2 Co 2:5–8
La i es un grupo de personas que sostienen mutuamente relaciones trascendentales y están organizados para un gran fin y misión. 3. Según el PL: «La i es la comunidad del pueblo de Dios más bien que una institución, y no debe identificarse con una cultura, sistema social o político, o ideología humana particular.» Además, «está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento que él ha diseñado para la difusión del evangelio.» Como indica la DJ: «La i es el cuerpo de Cristo, a través del cual Dios penetra en el mundo con su mensaje de conversión y santificación por el Espíritu Santo.» Según el PC: «La i es la comunidad de los que creen en Jesucristo y proclaman su soberanía sobre la totalidad de la vida. Como tal está llamada a ser la manifestación concreta, aunque parcial, del reino de Dios en la historia, tanto en su vida comunitaria como por medio de la acción de los cristianos en las diversas esferas del pensamiento y de la actuación práctica.» (Ver comunidad de fe, congregación).
IGLESIA CELULAR. 1. La ic es la iglesia biblica: todas las iglesias en tiempos del NT eran pequeñas asambleas de creyentes, que se reunían en hogares. No es lo mismo una iglesia con células que una ic. Lawrence Khong (The Apostolic Cell Church, 2000) dice: «Mi declaración es ésta: ‘Hay un mundo de diferencia—una diferencia sideral—entre una iglesia con células y una iglesia celular.’ … La diferencia mayor entre la primera y la última es de carácter estructural. De aquí que, hay una diferencia entre ellas fundamental y no superficial.… En la ic, la célula es la iglesia. No hay un menú de opciones tipo buffet abierto a los miembros excepto que estén en un grupo celular. Las células, no solamente los cultos de adoración, se transforman en la puerta de adelante de la iglesia. Cada departamento de la iglesia está diseñado para servir al ministerio celular. Realmente, los departamentos no tienen ninguna membresía propia. El programa de ningún departamento compite con las actividades y funciones de la célula. Todos los recursos de la iglesia están diseñados para apoyar el ministerio de las células. Las células, a su vez, proveen la estructura a través de la cual los miembros pueden involucrarse en los varios programas de la iglesia.… Cuando una persona pertenece a una célula, él o ella reciben cuidado espiritual, son equipados para el ministerio, y movilizados para la predicación del evangelio. En pocas palabras, la célula cumple con todas las funciones primarias de la iglesia.» Según Larry Stockstill (La iglesia celular, 2000): «Es fácil ver que no estamos hablando de una iglesia con células sino una iglesia celular. Las células no son una adición que demandan atención como los demás programas: SON el programa.» 2. Joel Comiskey (La explosión de los grupos celulares en los hogares, 2000): «¿Qué es exactamente una iglesia celular? Dicho simplemente, es una iglesia que ha hecho de los grupos pequeños evangelísticos el centro de su ministerio. El ministerio de la célula no es ‘otro programa’; es el corazón mismo de la iglesia.» Según David L. Finnell (Life in His Body, 1995): «La iglesia celular está fundada sobre Jesucristo con los grupos celulares como el punto focal de la iglesia. La vida de la iglesia está centrada en torno a las células que se reúnen en los hogares de los miembros. Los grupos celulares están organizados en congregaciones
A. La naturaleza de la congregación
1. En Mateo 16:18 tenemos la siguiente afirmación de Jesús: «Edificarémi iglesia». La palabra «iglesia» es una transliteración del término griego ekklesia, que está formado por la partícula ek (fuera) y el verbo kaleo (llamar). Este término se usaba en el mundo del Nuevo Testamento con especial referencia a una reunión o asamblea de ciudadanos previamente convocados (véase, por ejemplo, Hechos 19:32, 39, 41, donde se emplea el mismo término original). De ahí se comprende que Cristo y los apóstoles adoptaran dicho término para referirse a la congregación de los discípulos, ya que estos también han sido llamados o convocados para congregarse.
2. Por el texto citado se observa que Cristo fundó una congregación única y universal, que en otro lugar describe como «un rebaño» (Juan 10:16). Esta congregación esta formada por todos los discípulos en todos los lugares y épocas, que habiendo sido redimidos por Cristo, llegan a formar parte de su congregación desde el momento mismo de su conversión.
3. La congregación pertenece, pues, a Cristo, quien se refirió a ella como ‹mi iglesia›. Él la eligió (cf. Juan 15:16), la rescató (cf. Mateo 20:28) y la gobierna (cf. Juan 10:27). Él es, pues, la máxima autoridad a quien la congregación debe obedecer. Ninguna autoridad humana tiene derecho a suplantar la autoridad de Jesús.
4. La congregación está edificada sobre el fundamento apostólico. Cuando el Señor le dijo a Pedro: «Sobre esta roca edificaré mi iglesia» (Mateo 16:18), se estaba refiriendo a él como portavoz y representante de los doce apóstoles, los cuales, mediante sus enseñanzas, (preservadas en el Nuevo Testamento), constituyen la base sobre la que se ha formado y desarrollado la congregación a lo largo de los siglos. El fundamento principal, por supuesto, es Jesucristo (véase Efesios 2:20).
5. Esta congregación universal se manifiesta de forma concreta por medio de la congregación local: «Donde están dos o tres congregados en mi nombre —dice Jesús— allí estoy yo en medio de ellos» (cf. Mateo 18:20). De esta congregación local nos ocuparemos en el resto de esta lección.
B. El propósito de la congregación
1. La congregación de los discípulos tiene una doble razón de ser: la adoración y el servicio. Si bien estas actividades conllevan un aspecto individual (como ya apuntábamos en la lección anterior), en el contexto de la congregación adquieren un nuevo significado e importancia.
2. La congregación adora a Dios, reconociendo y proclamando con ello todos sus atributos, en especial su gloria. Esto lo hace por medio de: a) la oración (cf. Mateo 6:9); b) la alabanza (cf. Mateo 26:30); c) la lectura y predicación de la Palabra de Dios (cf. Juan 8:31); d) las ofrendas (cf. Lucas 8:3).
3. La congregación sirve a Dios. Si bien este servicio reviste múltiples facetas, esencialmente puede concretarse en una misión: la evangelización del mundo (cf. Mateo 28:18–20; Marcos 16:15–16; Lucas 24:46–48; Juan 20:21–23). Por estos textos vemos que la congregación tiene la autoridad (recibida de Cristo) para proclamar la buena noticia del perdón y la salvación a los que se arrepienten y creen en Jesucristo, los cuales llegan a ser de esta manera sus discípulos.
C. Las características de la congregación
1. La congregación se caracteriza por el amor (cf. Juan 13:34–35). Siendo los discípulos hijos de Dios, son también hermanos entre sí y, por tanto, pueden y deben tener una comunión o compañerismo espiritual que les impulse a compartir, ayudarse, animarse, edificarse y exhortarse mutuamente.
2. La congregación se caracteriza por la humildad (cf. Mateo 18:4; 20:26–27). El orgullo, el afán de sobresalir, el «complejo de superioridad», etc., no tienen cabida en la congregación. El discípulo tiene que estar dispuesto a servir humildemente a sus hermanos.
3. La congregación se caracteriza por un espíritu de perdón (cf. Mateo 5:23–24; 18:21–22, 35). Al no ser perfectos los discípulos, es inevitable que entre ellos surjan desacuerdos, disputas, ofensas, etc. Todo ello, sin embargo, queda subsanado con la práctica de un perdón sincero y generoso, fruto del amor y la humildad que caracteriza a los miembros de la congregación.
4. La congregación se caracteriza por el ejercicio de la disciplina (cf. Mateo 18:15–18). Cuando algún discípulo actúa de forma que perjudique el testimonio de la congregación a que pertenece, esta tiene la potestad (delegada por Cristo) para disciplinarlo. Para ello, buscará ante todo corregir y restaurar al culpable. En casos extremos, sin embargo, será necesario excluirle de la comunión de la congregación. El ejercicio de la disciplina es indispensable para preservar la santidad de la congregación y su separación del mundo.
5. La congregación se caracteriza por la enseñanza de la Palabra de Dios (Mateo 28:20). Esta no debe mezclarse con tradiciones y mandamientos humanos (Mateo 15:8–9).