Cuando la Iglesia Tiene Amistad con el Mundo
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Introducción
Introducción
¿Qué sucede cuando la Iglesia de Cristo no vive de acuerdo a su profesión cristiana?
Hubo un tiempo en la historia en que la iglesia se convirtió en un imperio donde los obispos y arzobispos se enriquecían a costas de la feligresía.
Hubo un tiempo en que algunas denominaciones sucumbieron ante el racismo que se manifestaba en la sociedad y se resistían a la integración de las congregaciones; es decir, la integración de negros y blancos.
Vivimos ahora en un tiempo en que los escándalos de abuso de mujeres, niños, desfalcos financieros, etc., están sacudiendo a muchas congregaciones y manchando el testimonio de la Iglesia de Cristo entre la sociedad.
Muchas no-creyentes se burlan y apuntan con el dedo a la iglesia a causa de su doble vida.
Como congregación local, tal vez no nos encontramos envueltos en ningún escándalo como los que hemos mencionado. Sin embargo, nos encontramos en un estado constante de pleito y guerra en el hogar (esposa contra esposo, hijos contra padres).
Aunque profesamos ser creyentes nos encontramos viviendo una situación familiar/matrimonial llena de conflicto.
Aunque profesamos ser creyentes nos encontramos en constante fricción/enemistad con nuestro prójimo.
Santiago observa la situación que la iglesia estaba viviendo y da su diagnostico. El día de hoy consideraremos:
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La enfermedad: la amistad con el mundo
Los síntomas: guerras y pleitos
El tratamiento: humillarnos delante de Dios
I. La enfermedad: la amistad con el mundo
I. La enfermedad: la amistad con el mundo
Santiago nos exhorta acerca de un gran peligro que enfrenta la Iglesia.
El mundo entero está ahorita preocupado por el coronavirus; y con gran razón.
Sin embargo, como creyentes nos preocupamos por muchas cosas (p.ej., economía, educación de nuestros hijos, salud, etc.). Pero existe un peligro que debe preocuparnos aun más.
Santiago se refiere a este mal/enfermedad como tener amistad con el mundo.
En la Biblia encontramos el concepto de amistad y enemistad como dos polos opuestos.
Tener amistad con alguien implica familiaridad, comunión, amor, lealtad, fidelidad, etc.
Tener amistad implica todo lo contrario - en otras palabras al amigo le damos un abrazo mientras que al enemigo le damos la espalda.
Los dos personajes que Santiago presenta son el mundo y Dios.
Cuando Santiago habla del mundo no se refiere al planeta tierra.
“Mundo” se refiere a lo que el mundo de pecado ofrece. Se refiere a la vanidad de esta vida y los placeres de esta vida.
Una persona que vive solo para esta vida, que busca los placeres que este mundo tiene que ofrecer, una persona que solo pienso en el aquí y ahora es una persona mundana.
Es posible confundir el ser una persona responsable con la persona que es amiga de este mundo.
Es correcto velar por la economía del hogar.
Es correcto salir adelante con los estudios de los hijos.
Es correcto trabajar para ahorrar y así tener un futuro más seguro.
Sin embargo, no podemos poner estos deseos como prioridad en nuestras vidas.
Existen personas que en su afán por ser padres responsables han alejado a su familia de Dios puesto que Dios ya no es el centro de sus vidas.
Somos ultra responsables en lo concierne a la vida material mientras que somos negligentes en lo concierne a nuestra búsqueda de Dios.
El peligro existe en que si nos hacemos amigos de este mundo nos convertimos en enemigos de Dios.
Al analizar las Escrituras nos damos cuenta que Dios es un Dios celoso. Santiago lo expresa de esta manera:
¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Dios es un Dios que exige fidelidad absoluta.
Dios no comparte su honor y gloria con nadie.
Jesús lo expresó de esta manera:
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
En este contexto Jesús se refiere a las riquezas del mundo y a Dios.
Nadie puede servir a las riquezas y a Dios al mismo tiempo.
Dios exige fidelidad absoluta y no acepta una entrega a medias.
De hecho, el seguir a Dios a medias es “no seguirle”. No nos engañemos a nosotros mismos.
El que es amigo del mundo, el que vive solo para esta vida, el que siempre busca excusas por su negligencia de su vida espiritual es un enemigo de Dios.
¡Es fuerte esta confrontación de parte de Dios!
Santiago nos quiere sacudir.
Santiago quiere que reflexionemos de cómo estamos viviendo nuestra vida cristiana.
Santiago quiere consideremos nuestra propia vida para ver si estamos infectados por la amistad con este mundo; si hemos puesto otras cosas como prioridad en nuestra vida.
Una enfermedad se diagnostica en base a los síntomas. Santiago presenta los síntomas de aquellos que se han hecho amigos de mundo.
II. Los síntomas: guerras y pleitos
II. Los síntomas: guerras y pleitos
La amistad con el mundo destruye la paz y calma del hogar y el entorno de las personas:
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Santiago ve a estos hermanos que se han hecho amigos del mundo y enumera los síntomas uno por uno:
Guerras
Pleitos
Pasiones
Codician
Matan
Arden de envidia
Combaten y luchan
Estos síntomas hablan de personas que constantemente están rodeadas o contribuyen al conflicto.
Estos síntomas hablan de una persona que no tiene control de sí misma.
Una persona conflictiva es una persona que no tiene dominio propio.
La falta de dominio propio comenzó cuando dejó de buscar a Dios y puso otra cosa como prioridad en su vida.
La falta de dominio propio se desarrolla hasta que la persona no puede controlar a sí misma y se vuelve impulsiva, explosiva, violenta, etc.
Lo triste de esta persona que le está dando la espalda a Dios es que algo busca/desea.
Esta persona está buscando algo.
Esta persona está buscando saciar su vida con las cosas del mundo y se da cuenta que nada de este mundo satisface.
Esta persona ha logrado comprar casa, coche, ha levantado un negocio y aun no se encuentra satisfecho. Vemos esta falta de satisfacción cuando Santiago dic e: “pero no tenéis lo que deseáis...”
El vacío que hay en sus vidas, el vacío por Dios no puede ser llenado por ninguna otro sino Dios.
Es triste esta situación ya que vemos a una persona con un vació que no puede ser llenado sino por Dios, esta persona ha descuidado su vida espiritual y lo único que tiene es conflicto familiar, matrimonial, conflicto con sus compañeros de trabajo, etc.
Esta persona, lejos de estar viviendo la vida abundante que Dios promete en su palabra, está viviendo un caos continuo. Lo más triste es que todo esto pudo haberse evitado.
¿Cómo podemos recuperar la amistad con Dios?
¿Cómo podemos salir de este estado miserable de pleitos y guerras?
¿Cómo podemos poner cada cosa en su lugar y poder nuevamente tener la seguridad de la cercanía de Dios?
III. El tratamiento: humillarnos delante de Dios
III. El tratamiento: humillarnos delante de Dios
La Biblia tiene un mensaje que se repite una y otra vez: nos presenta nuestro estado de miseria, nos dice los efectos/consecuencias de nuestras malas decisiones - pero siempre nos da las buenas noticias de la cura/el antídoto/la restauración.
Es posible que usted se encuentra el día de hoy rodeado de constante conflicto y pleito en el hogar.
Es posible que su matrimonio se encuentra muy destruido a causa de las constantes diferencias de opinion.
Es posible que su relación en el hogar cada día se va deteriorando.
Es posible que usted apenas se encuentra poniendo otras cosas como prioridad sobre su búsqueda de Dios.
Algunos se encuentran ya sufriendo los efectos de la amistad con el mundo mientras que otros apenas ven lo novedoso del mundo como algo más deseable/atractivo que buscar a Dios.
Cualquiera que sea nuestra situación, Santiago nos muestra el camino a seguir.
presenta la solución.
Santiago 4:6-10
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Notemos los verbos que utiliza:
Sométanse a Dios
Resistan al diablo
Acérquense a Dios y él se acercará
Limpien sus manos
Purifiquen sus corazones
Hagan aflicción, lamentación y lloren
Cada uno de estos verbos implica un regreso a Dios.
Estos verbos requieren darle la espalda al mundo y todo lo que el mundo ofrece.
Estos verbos implican que Dios se convierte nuestra prioridad.
Estos verbos implican que debemos reconocer que Dios es la fuente de vida.
Notemos que estas palabras son verbos/acciones.
En otras palabras, la vida cristiana tiene que ser cultivada.
La vida cristiana no es automatica.
La vida cristiana no florece de manera automatica si no luchamos en nuestro diario vivir.
Estos verbos pueden resumirse con el versículo 6 y 10:
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
El que se humilla delante de Dios reconociendo que le ha fallado, reconociendo que nos hemos alejado de la fuente de vida, reconociendo que hemos puesto a este mundo como prioridad en nuestra vida y hemos desplazado a Dios…a este Dios lo exalta.
Todo inicia con la humillación del hombre.
Lo glorioso de todo esto es que Dios extiende su gracia al humilde.
Dios resiste al soberbio pero derrama con abundancia su gracia sobre el que se humilla.
Al humillarnos reconocemos que:
Hemos buscado las cosas de la creación en lugar del Creador.
Hemos sido negligentes en nuestra búsqueda de Dios.
Dios nos escuchará en base a la obra de redención de su Hijo Jesucristo.
La gracia que Dios muestra hacía el pecador que se humilla tiene como base fundamental la obra de Cristo en la cruz.
Es por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario que nosotros obtenemos salvación.