Edificamos, no destruimos Parte 1

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1 Corintios 3.9–13 RVR60
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
La ultima vez que prediqué hablamos que todos somos servidores y colaboradores de Dios.
Hablamos que en la Iglesia de Corintio había un problema de celos, contiendas y divisiones.
Que estaban divididos con relación a que unos decían que eran de Pablo y otros decían que eran de Apolos
Pablo establece que uno plantaba y otro regaba, pero el crecimiento lo daba Dios
Hablamos que ambas son funciones de servicio que trabajan para el cumplimiento del Propósito de Dios
Todo lo que hacemos planta y riega
lo que tenemos que analizar es que estoy plantando y qué estoy regando

“De acuerdo a lo que plante cosecho, de acuerdo a lo que riegue es su crecimiento”

No es solo sembrar la buena semilla sino regarla con buenos nutrientes.
una semilla que no se riega nace floja y su fruto no es el mejor
Venimos a Cristo y pensamos que es todo.
La vida en el Espíritu necesita nutrientes:
comunión
oración
meditación en Su Palabra
Aplicación

El mayor problema de la Iglesia ha sido plantar la semilla sin la intensión de regarla.

Te predicaron de Cristo y luego te dejaron a que crecieras por ti solo.
Te cubrió las yerbas y espinos y luego te acusaron de no perseverar.
Pensamos que solo hay que hablarles a otros de Cristo, pero se nos olvida del cuidado de esa semilla
Por eso Pablo escribe en la cartas “Mis hijitos”, por que mas que un titulo de paternidad, era la responsabilidad de un padre en cuidar el corazón de un hijo y educarlos hasta llegar a la madurez.

Ambas, plantar y regar era colaborar en la OBRA DE DIOS, no había una por encima de otra, sino que hacían sinergia.

JUNTAS cumplen la asignación que Dios nos encomendó.
Pablo no solo menciona que somos colaboradores de Dios, sino que somos labranza y edificio de Dios
1 Corintios 3.9 RVR60
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Labranza es un campo que está siendo activamente cultivado.
Uno de los aspectos importantes en nuestra identidad es precisamente entender que una vez en Cristo somos un campo que activamente se está cultivando.
Ya no es la semilla que cae en los espinos, o en tierra árida, sino una que ya Dios tiene un compromiso en trabajar en ella.
Diga conmigo “Soy un terreno fértil sobre el cual Dios está trabajando”
Tal vez en otro tiempo no producías, pero una vez que Dios se acercó por medio de Cristo te hizo un terreno en el cual El se está invirtiendo
Cuando somos cultivados:
Somos abonados con nutrientes
la vida espiritual de muchos es débil por que no se alimentan o no se dejan alimentar.
De acuerdo a tu alimentación espiritual será la evidencia de tu fruto
Mateo 15.17–19 NTV
17 Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca, 18 pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina. 19 Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia.
Nuestras acciones y palabras son producto de lo que consumimos en nuestra mente.
Por eso no puedes dar frutos de paz si lo que consumes es guerra, no puedes pretender hablar de Dios cuando lo que estas digiriendo es Bad Bunny
No puedes producir frutos correcto cuando lo que lees, escuchas y atiendes no está relacionando con el Reino.
Por eso Pablo decía: PONED LA MIRA en las cosas de Arriba. - Se refería a concentrarnos en las cosas del Espíritu.
Mientras estés mirando lo que hace tu vecino, perderás de vista lo que Dios quiere hacer con El.
En lo que estés concentrado, será evidente en tus actos.

Estar enfocado en aquello que no es Cristo, es estar desenfocado de la Vida.

Me preocupa la gran cantidad de creyentes que dicen estar enfocados en Cristo, pero sus vidas no reflejan la pasión ni la evidencia de estar enfocados en las cosas de arriba.
Recuerde la evidencia de que se hizo un buen trabajo en la siembra y riega es que produzca un fruto evidente del cual podamos comer.
Génesis 1.12 RVR60
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.
La semilla produce según su género.
Ademas de ser abonados con nutrientes, somos limpiados y podados.
No podemos permitir que la maleza, los espinos, gusanos u hongos nos afecten.
Verás a Dios limpiando áreas de tu vida, podando y matando los hongos del desespero y desilusión como parte del proceso de dar frutos.
Debemos valorar aquellos que se invierten en el terreno de Dios.

“Solo inviertes en aquello que tiene valor y Dios invirtió a su Hijo para reconciliarte con El.”

“Dime en que inviertes tu energías, tu tiempo y tu tesoro y te diré que es lo que valoras.”
Por eso es la metafora de Pablo en compararnos con un terreno, pues ya el había hablado de plantar y regar.
Tenemos que dar valor a lo que se invierte en nuestras vidas.
Hay gente que se invierte en nosotros y que nosotros nos invertimos en ellos.
Hay que dar valor a la inversión.
La idea de Pablo es que entendamos que Dios es quien labora en el terreno y nosotros colaboramos. Nuestra mayor sinergia es con Dios mismo!
En otras palabras, Dios trabaja en la cosecha y nosotros también.
Somos parte del equipo de Dios!
Entender que soy labranza de Dios
me da la seguridad que El cuida de mi
Me hace ver que formo parte de una gran siembra(no estoy solo)
Estoy diseñado(a) para producir fruto
me da la seguridad de que lo que el podó fue para mi crecimiento
me hace entender que le pertenezco, tengo dueño y que el sacará lo mejor de mi. (Cristo)
La pregunta sería, ¿Estoy haciendo mi parte en la obra? o ¿me ve Dios sentado en el banco y no dentro del juego?
¿Que estoy haciendo en el campo del Señor? ¿Estoy sembrando o arrancando?
Que esta podando el Señor en mi? ¿Qué están podando los lideres en mi? A veces uno es bueno hasta que comienza a podar. Podar es quitar aquellas cosas que impiden el crecimiento.
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