Más cerca del otro

MAS CERCA DEL OTRO...

Eclesiastés 4.12 NVI

Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

INTRODUCCIÓN:

Estar juntos para qué?

Si bien la palabra de Dios lo manda reiteradas veces y el Señor mismo lo repitió hasta el cansancio, de que debemos amarnos los unos a los otros.

Aún dándole la categoría de “segundo mandamiento más importante”.

Marcos 12.31 RVR60

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Debemos descubrir, en la palabra de Dios, cuál es en parte el propósito de estar cerca, unidos, juntos, y de ser parte.

DESARROLLO:

1. EL PROPÓSITO DE LA CERCANÍA.

Cuál es el propósito de estar cerca, juntos o unidos. Para qué o porqué Dios lo quiere así.

La respuesta la encontramos en la oración de Jesús por sus discípulos.

Juan 17.20–23 NVI

»No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.

Debemos alcanzar la perfección en la unidad, para que el mundo reconozca a Cristo en nosotros.

2. ESTAR CERCA EN LA DISTANCIA.

La primer cosa que debemos entender, para cumplir con el propósito antes mencionado, es que podemos estar cerca a la distancia, porque no es necesario estar compartiendo un mismo espacio para estar con el otro.

Es posible estar ausentes pero presentes a la misma vez. Esto lo enseña el apóstol Pablo, y lo menciona por lo menos en dos de sus cartas; a los Corintios y a los Colosenses.

1 Corintios 5.3 NVI

Yo, por mi parte, aunque no estoy físicamente entre ustedes, sí estoy presente en espíritu, y ya he juzgado, como si estuviera presente, al que cometió este pecado.

Colosenses 2.5 NVI

Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver su buen orden y la firmeza de su fe en Cristo.

En las buenas y en las malas. El primer texto, Pablo, hace referencia un caso de inmoralidad que la iglesia debía juzgar, y Pablo dice como presente ya juzgué al que hizo tal cosa. Y su voto, aunque no estuviera fue valido y tomado en cuenta por la iglesia.

El segundo texto habla del desarrollo y crecimiento de la fe de la iglesia de los colosenses, y el apóstol, dice que él aunque no está presente, los está acompañando, esta con ellos desde el corazón, la oración, el apoyo. Informándose de todo lo que está pasando y lo que están haciendo. Él dice, al ver… como si estuviera ahí mismo con ellos.

Lamentablemente hay muchas iglesias, familias, grupos, que si bien están juntos, no están presentes, están ausentes, aunque están físicamente en el mismo lugar, están muy distantes el uno del otro en el espíritu.

3. LA CERCANÍA EN LA PRÁCTICA.

La base de la práctica de nuestra fe, es nada más ni nada menos, que el amor, y no cualquier amor, sino el amor de Dios.

1 Juan 3.16 RVR60

En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

Esta clase de amor, nos lleva a hacer posible, lo que es imposible para la mayoría, dar la vida por los demás, siendo parte de su vida, de la vida del otro.

Hay una palabra que la mayoría conocemos, que es empatía y según el diccionario es la “Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona”. Esto ya lo enseñaba la biblia hace unos cientos de años atrás.

1 Pedro 3.8 NVI

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.

Romanos 15.7 NVI

Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.

Y teniendo el amor de Dios como la base para nuestra cercanía, nuestra unidad, siendo empáticos con los demás, y aceptándonos los unos a los otros, debemos ir un poco más allá de las emociones, mas allá del discurso y llevar a la práctica lo que la biblia nos manda.

Debemos animarnos y edificarnos.

1 Tesalonicenses 5.11 NVI

Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.

Suplir las necesidades de los otros.

1 Juan 3.17 NVI

Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?

Ayudar de manera tangible. O sea que se puede tocar y ver.

Proverbios 19.17 NVI

Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.

Salmo 82.3 NVI

Defiendan la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido háganles justicia.

Ayudarnos espiritualmente.

Romanos 15.1–2 NVI

Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.

CONCLUSIÓN:

En tiempos de crisis, o en tiempos de bienestar, debemos estar cerca, unidos, juntos, compartiendo la vida con los demás, no sólo porque es mejor estar cerca y somos más fuertes, sino porque también estamos cumpliendo el propósito de Dios.

Filipenses 2.4 NTV

No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.