Muerte al Pecado
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Introducción: La muerte de Cristo debe tener siempre un gran significado para el cristiano, no solo por su valor insustituible para su salvación, sino tambien como modelo para el estilo de vida que debe tener. Esto fue tan dominante en la vida de Pablo y Pedro que sus cartas están llenas de esa convicción que ellos consideraban tan importante.
No es la iglesia a la que asistes, ni el pastor que escuchas, ni las doctrinas que conoces lo que te hace un cristiano verdadero, es la convicción acerca de la muerte de Cristo que hace la diferencia.
Veamos este pensamiento en las palabras del Apostol Pedro:
Tres decisiones importantes que tienen que ver con esa convicción.
Armarse del pensamiento de Jesús
Armarse del pensamiento de Jesús
Sabemos que en esta vida una buena parte de nuestras victorias depende de lo que pensemos. La unica manera de pensar que debe gobernar nuestra mente es la de Cristo.
1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,
Armaos: Prepararse con enfoque hacia el proceso de equipamiento, prepararse uno mismo con el mismo pensamiento de Cristo.
Esa manera involucra pensar que uno puede triunfar en medio del sufrimiento. La muerte sufrida de Cristo produjo un triunfo grandioso, con su sufrimiento triunfo sobre el pecado.
2 Corintios
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Es en el sufrimiento que obtenemos victoria sobre la tentación, es en el sufrimiento que aprendemos a discernir su voluntad.
Vivir bajo la voluntad de Dios
Vivir bajo la voluntad de Dios
2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
Hacer la voluntad de Dios es lo contrario de vivir en la carne, es vivir para Dios.
Vivir significa en realidad “conducir la vida”.
Somos libertados del pecado para actuar como una persona que vive una vida de fiel obediencia a la voluntad de Dios.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Como Cristianos, el resto de nuestra vida aquí en esta tierra debe estar dedicada a buscar la voluntad de Dios, entender la voluntad de Dios, cumplir la voluntad de Dios.
Aborrecer el Pecado
Aborrecer el Pecado
3 Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
Pedro pide a los creyentes que lleguen a una comprensión de la necedad de vivir en la carne como los gentiles.
Porque ya ha sido suficiente el tiempo pasado desperdiciado en un estilo de vida pecaminoso.
Porque es un estilo de vida propio de aquellos que son nuestros enemigos espirituales, quienes procuran nuestro mal.
Porque es un estilo de vida que traerá juicio y condenación de parte de Dios a quienes lo practican.