El Mal Uso de las Riquezas

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Introducción

Este mes ha sido un mes muy difícil en términos económicos.
El día jueves, día en que el Presidente dio su discurso acerca del coronavirus y sus planes, el mercado perdió gran parte de su valor. Prácticamente todas las ganancias que se vieron durante la administración Trump, ya se han perdido.
Las arenas/estadios deportivos se han cerrado - esto va a impactar a todas las personas que trabajan en su cuidado y a los negocios (e.g., restaurantes) alrededor.
Muchas conferencias y eventos masivos se han cancelado y esto va a tener un efecto directo sobre la industria de hospitalidad - donde muchos de los sueldos ya son bastante bajos.
La aerolínea Delta ha anunciado que va a reducir sus operaciones por 40%. Esto va a tener un impacto masivo sobre los empleados; sobre todo aquellos que trabajan por un sueldo/hora.
Es durante estos momentos de crisis que nos damos cuenta que las riquezas tienen un valor limitado.
Podemos ser las personas más ricas del mundo, los más poderosos, y aun así ser infectados por el coronavirus o por una enfermedad mortal.
Podemos ser empresarios poderosos pero cuando se presenta una crisis, el valor de nuestra empresa puede esfumarse de la noche a la mañana.
Podemos haber invertido en el mercado de bienes y raíces o en la bolsa de valores, y una crisis como esta puede desaparecer todos nuestros ahorros en un abrir y cerrar de ojos.
Es por eso, que la Biblia una y otra vez nos exhorta a no confiar en las riquezas:
Proverbios 11.28 RVR60
El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
Sin embargo, es tan fácil que el ser humano se enamore, se obsesione, y haga todo lo posible para proteger su fortuna olvidando que su mirada debe estar puesta principalmente en Dios.
El dinero tiene cierto valor y es necesario para subsistir en este mundo.
El dinero es algo que contribuye al bienestar del hogar, de la sociedad, y del país.
Sin embargo, es posible hacer mal uso del dinero. Santiago hoy nos exhorta acerca de los peligros del mal uso del dinero puesto que son un gran mal ante los ojos de Dios. El mal uso del dinero tiene la capacidad del condenar el alma del hombre. Hoy consideraremos el mal uso del dinero:
Mal uso #1 - El acumular solo por acumular
Mal uso #2 - El explotar a nuestros empleados
Mal uso #3 - El deleite y lujo constante

I. Mal uso #1 - El acumular solo por acumular

Santiago es bastante directo acerca de este primer mal - aquellos que acumulan para si tesoros solo por tener más.
Santiago 5.2–3 RVR60
Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
En este caso han acumulado tantas riquezas que solo están almacenadas y echándose a perder.
Su closet/armario/ropero está tan lleno de ropa que la polilla se la ha ido comiendo poco a poco.
Tienen tanto oro y tanta plata que se esta oxidando. Sabemos que el oro y la plata no se oxida, pero en este caso Santiago nos quiere dar a entender que solo está almacenando. Esta persona no le da ningún uso. Solo quiere tener más y más.
El tener pertenencias no es pecado. El poseer cosas materiales en sí no es pecado.
El pecado está en el acto de almacenar solo por almacenar.
El pecado está en aquella persona que solo quiere tener más y más posesiones.
Tiene tantas pertenencias que ya no caben dentro del hogar.
Quizá pensamos que esto se refiere a los grandes y famosos que tienen closets grandísimos y ya no saben mas dónde poner tanta ropa, tantos zapatos, etc.
Sin embargo, este mal se puede ver en aquellos de menos recursos que constantemente están gastando, constantemente están acumulando, donde el gasto ya no es por necesidad sino ya se ha convertido un vicio.
En otras palabras, pensemos en nosotros mismos
¿cuántas cosas poseemos?
¿por qué seguimos comprando?
¿cuándo va a ser suficiente lo que ya tenemos?
Esta persona normalmente
No olvidemos que nunca podremos satisfacer el deseo de tener pertenencias porque siempre habrá un deseo de tener más y más.

II. Mal uso #2 - El explotar a nuestros empleados

Este segundo mal tiene que ver con una violación de la de Dios revelada en el Antiguo Testamento.
Santiago 5.4 RVR60
He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Algunos de los creyentes estaban explotando a sus empleados/jornaleros.
En el mundo antiguo, la mayoría de las tierras eran de un solo dueño.
Los amos contrataban a los jornaleros para trabajar la tierra y les pagaban un sueldo al final del día.
Para protección de los jornaleros que dependían de este sueldo diario para la manutención de su hogar, vemos que Dios dio su ley:
Deuteronomio 24.14–15 RVR60
No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.
El mal que encontramos aquí es que muchos amos estaban reteniendo el sueldo diario.
O quizá no estaban pagando los justo a sus jornaleros.
Al no pagar un sueldo justo estaban enriqueciéndose a ellos mismos y empobreciendo al jornalero y su familia quienes tanto dependían del pequeño sueldo que iban a recibir.
Los jornaleros no tenían un sistema de ayuda social a donde podían recurrir cuando sus amos no les pagaban su sueldo justo.
Ellos estaban a la merced del amo para que fuera justo con ellos.
La vida del jornalero y de su familia dependía enteramente sobre el amo para que les pagara un sueldo justo.
Vemos que en muchos lugares donde no hay leyes laborales justas existe mucha explotación de los empleados.
Muchos empleados no tienen derecho a un sueldo mínimo.
Otros empleados no pueden reclamar su sueldo por horas extra.
Nuevamente no pensemos solamente en los ejecutivos de las grandes empresas (e.g., Walmart, Costco, McDonald’s, etc.) sino también en nosotros mismos cuando necesitamos que nos hagan un trabajo.
¿Cuántos de nosotros somos justos con lo que pagamos?
¿Cuántos de nosotros contratamos a la gente solamente cuando sabemos que tenemos con que pagarles?
Por eso la Biblia nos dice que:
1 Timoteo 5.18 RVR60
Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.
1 Timoteo 5.8 RVR60
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
A final de cuentas el amo no paga el salario justo porque no tienen ningún interés en el bienestar de su jornalero.
Es un amo egoísta dónde el único bienestar que importa es su propio bienestar.

III. Mal uso #3 - El deleite y lujo constante

Finalmente Santiago señala a aquellas personas que constantemente se deleitan en los placeres de este mundo.
Santiago 5.6 RVR60
Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.
Santiago 5.5 RVR60
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.
Esta persona no puede vivir sin los lujos y placeres de este mundo.
Esta persona tiene que vestirse con las últimas marcas y diseños.
Esta persona es adicto a las prendas finas.
Su identidad y alegría están en sus lujos.
Esta persona se deleita en su poder de comprar más y más.
Es impresionante ver las fortunas de algunos youtubers y ver el lujo en el que viven.
Algunos con sus inodoros plateados de oro.
Otros venden y compran casas y coches como si fuesen juguetes.
Otros ponen diamantes sobre sus dientes, compran zapatos con piedras preciosas encrustadas, etc.
Otras personas prefieren comprarse lujos cuando bien saben que no tienen para sus gastos necesarios.
Hay personas que tienen bolsas de lujo pero su comida es de sopas Maruchan.
Otras personas viven en una casita de lamina, no tienen piso, etc., pero gastan el poco dinero que tienen en camisas de marca norteamericana.

Conclusión

Pero, ¿realmente será tan grave ante los ojos de Dios el mal uso del dinero?
Santiago 5.1 RVR60
¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.
Santiago responde ¡Si! - lo que haces es una falta tan grave delante de Dios puesto que estás acumulando juicio sobre tu cabeza.
Santiago apunta a los ricos que vivan así y les dice - lloren porque les viene una miseria tan grande que jamás pudieran haberse imaginado.
En cuanto los que acumulan riquezas les dice:
Sus tantas pertenencias van a testificar contra ellos. Van a morir y sus cuentas estarán llenas de miles y millones de dolares.
Sus cajas fuertes estarán llenas de joyas, de escrituras de propiedades, y muchas de ellas sin usar; muchas de ellas solamente desgastándose.
Pudieron haber aliviado el sufrimiento humano, pudieron haber ayudado al prójimo, pudieron haber sido más altruistas pero a final de cuentas eran esclavos de su deseo de tener más y más.
En cuanto a los que explotan a sus trabajadores les dice:
“los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.”
En otras palabras, es Dios, el Dios de los ejércitos que tomará venganza sobre aquellos que fueron injustos al explotar a sus jornaleros.
Tal vez en este mundo los empresarios injustos se saldrán con la suya, pero en el día del juicio no podrán esconderse del Dios de los ejércitos que los juzgará con justo juicio.
En cuanto a los que solo gastan en sus deleites les dice:
“habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza”.
En otras palabras, les dice que son como el buey que cada día se engorda para finalmente ser llevado al rastro para ser degollado.
A final de cuentas, el gran mal d esta gente es que hicieron del dinero su Dios olvidando que el dinero es siervo nuestro y no nuestro amo.
A final de cuentas, hicieron todo lo posible para tener dinero.
Y cuando lo tuvieron comenzaron a adorarlo y a vivir para ellos mismos.
Olvidaron que el dinero es para ser usado y para aliviar el sufrimiento del prójimo y procurar el bienestar del ser humano.
Santiago 5.6 RVR60
Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.
Al pensar en ellos mismos, acumular bienes para ellos mismos, no les importo el pobre que tanto necesitaba su ayuda y compasión.
La única manera de no caer en estos males es poner nuestra mirada en aquel que realmente es nuestro tesoro más preciado - el Señor Jesucristo.
Solamente en el hay verdadera satisfacción.
Solamente en él tenemos verdadera plenitud.
Cuando reconocemos que Dios es el Señor de nuestras vidas, el dinero se convierte en un siervo y no nuestro amo.
Cuando el dinero es nuestro siervo podemos satisfacer nuestras necesidades y ser un canal de bendición para los demás.
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