Dios esta en control
Dios les bendiga
Introduccion
Primer punto El escenario
Segundo punto La tormenta
Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
¿no tienes cuidado que perecemos?
¿no te importa que perezcamos?
Maestro, ¿no te importa que perezcamos?
«¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron.
Maestro!—gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?
Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?
Tercer punto El milagro
Ultimo punto la respuesta
41 Los discípulos estaban completamente aterrados.
Aprendamos, en primer lugar, que el servicio a Cristo no libra a sus siervos de las tormentas. Allí estaban los doce discípulos cumpliendo con su obligación. Seguían obedientemente a Jesús adondequiera que este fuera. Asistían diariamente cuando ministraba y escuchaban sus palabras. Estaban dando un testimonio diario al mundo de que, independientemente de lo que pensaran los escribas y los fariseos, ellos creían en Jesús, amaban a Jesús y no se avergonzaban de abandonarlo todo por Él. Pero aquí vemos a estos hombres con problemas llevados de un lado a otro por una tempestad y en peligro de hundirse.