Crecimiento en el Evangelio

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El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

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Filipenses 1.6–11 RVR60
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Crecimiento en el Evangelio
Serie: “El Poema del Evangelio
15 de marzo de 2020
Pasaje: Filipenses 1:6-11
El punto: El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
YO
Una de las cosas que me gustan es la música. Recuerdo que aprendí a tocar la guitarra y fue una emoción para mi estar tocándolo en los cultos. Poco a poco fui ampliando mi repertorio de cantos y obviamente también creció mi emoción por tocar. Pronto me vino a la mente que sería bueno que no solo yo tocara en la iglesia así que sería bueno enseñar a otros jóvenes a aprender a tocar algún instrumento. No mucho tiempo después, recuerdo que nos reunimos aproximadamente unos 10 jóvenes con ánimo de organizar una rondalla. Solo faltaba una cosa, todos debería tener guitarra. El siguiente paso fue convencer a los padres que compran una guitarra, y así lo hicieron. Así que con mucha emoción empecé las clases, pero pronto me di cuenta que para algunos la guitarra no era suyo –y tampoco ningún instrumento-, las clases cada vez se hicieron más y más difíciles y más aburridas. Recuerdo que por motivos de algunas actividades en la iglesia, tuvimos que hacer pausa a nuestras clases de guitarra comprometiéndonos retomarlas a los 20 días después… ¡esos veinte días después nunca llegaron!
La verdad es que dejé las cosas a medias, tristemente hicimos que los padres gastaran y al final ya ninguno deseó seguir aprendiendo… gracias a Dios después llegó otro mejor maestro que yo, y finalmente se ocuparon las guitarras y se organizó una pequeña rondalla al menos por unos años.
nosotros
¡Es muy fácil dejar las cosas a medias! ¡Es muy fácil no terminar lo que hemos empezado! Como cuando nos hemos propuesto ya no tomar refresco y bajarle al pan, pero pronto nos olvidamos, como cuando se construye algo en la casa diciendo “es temporal” “solo unos días” “luego lo hacemos mejor”, pero ese “luego” puede tardar muchos años. Como cuando decidimos iniciar una vida activa de ejercicio y dieta, pero algo pasa, resulta que salir a correr o cuidar los alimentos no es tan fácil y lo dejamos, o como cuando elaboramos con mucho ánimo un plan de trabajo en la iglesia pero conforme los meses avanzan empezamos cancelar algunas actividades hasta que finalmente lo cancelamos todo.
Pero a veces se trata de temas más dolorosos, dejar de luchar por la reconciliación en tu matrimonio, dejar de orar por tu hijo, dejar a medias tus visitas con quien te habías comprometido hacerlo, dejas a medias el tiempo devocional en familia que habían iniciado, no terminar de pagarle a tu hermano lo que le pediste prestado, lamentablemente cuando dejamos de hacer este tipo de cosas, no solo nos afecta a nosotros sino también con quien hemos dejado inconcluso las cosas.
Bien, la buena noticia es que Dios nos es como nosotros. Dios no deja a medias las cosas, todo lo contrario, como hoy veremos en su Palabra que: El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. De hecho este es la verdad bíblica que hoy quiero mostrarles en las Escrituras. Estamos en una serie llamada “el Poema del Evangelio” sermones basados en la Carta a los Filipenses y en los versos que hoy estudiaremos veremos que el apóstol Pablo estaba convencido que lo que Dios inicia en nosotros, lo terminará. Así que por favor acompáñenme a la Carta a los Filipenses Cap. 1:6-11.
DIos
La semana pasada estudiamos Fil. 1:1-5, donde habla de la primera parte de LA ORACIÓN DE GRATITUD  que el apóstol Pablo hizo a Dios por la “comunión” de los Filipenses “en el evangelio desde el primer día hasta ahora” –es decir, en el tiempo cuando Pablo escribió esta carta y que por cierto, estaba en la cárcel-. Explicamos que “comunión” es participación, compañerismo, contribución. Entonces la gratitud y gozo de Pablo y Timoteo por la iglesia de Filipos consistía en que habían tenido parte, habían contribuido, habían participado, habían ayudado, habían acompañado a Pablo en su misión de proclamar el evangelio. Todo esto indica la palabra “comunión en el evangelio”. En otras palabras, se habían hecho colaboradores o aliados de Pablo en el evangelio.
Esa fue la razón por la que vimos como la Iglesia de Filipos se comprometió apoyar a Pablo en su estancia en Tesalónica, Berea, Atenas, Corinto, e incluso hasta el momento que Pablo escribió su carta desde la cárcel. Así que, una de las razones principales por las que Pablo escribió la Carta a los Filipenses fue para darles gracias por todo su apoyo en la causa del Evangelio. La Biblia DHH traduce el verso 5 así:
Filipenses 1:5 “Cada vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios; y cuando oro, siempre pido con alegría por todos ustedes; pues juntos hemos participado en la causa del evangelio, desde el primer día hasta hoy”.
¿A qué conclusión llegamos hace 8 días? Concluimos que “El mejor uso que puedes hacer de tu vida es participar en la causa del Evangelio”,
¡Y eso fue exactamente lo que Cristo hizo en la cruz!  Filipenses 2:6-8 Cristo Jesús: “…siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
Lo que Pablo y los filipenses hicieron por el evangelio solo es un reflejo de lo que Cristo hizo por nosotros, solo es una sombra, como un hermoso cuadro, como una hermosa pintura que nos lleva a admirar al que lo pintó.
Hoy quiero básicamente continuar con la segunda parte de la ORACIÓN DE GRATITUD que el apóstol Pablo hace en los versos 6-11, y luego veremos por unos minutos la ORACIÓN DE PETICIÓN que el mismo Pablo hará por la Iglesia de Filipos en los versos 9-11.

I.- LA ORACIÓN DE GRATITUD vv. 6-8 

El apóstol Pablo, habiendo dado gracias a Dios por la “Comunión” de los Filipenses en el evangelio, en el verso 6 sigue diciendo:
Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”.
estando persuadido de esto…” la NVI lo traduce como: “Estoy convencido de esto…”, igualmente la LBLA dice: “estando convencido precisamente de esto…”. Literalmente esta frase se puede traducir como “tener confianza seguro”. Entonces aquí en el verso 6, el apóstol Pablo inicia su segunda parte de la oración de gratitud diciendo que está convencido, persuadido de algo o tiene confianza segura de algo… ¿Cuál es ese algo? De hecho él dice “de esto”, ¿Cuál es ese “esto”? “que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
Aquí hay otra pregunta que tenemos que hacernos, “…el que comenzó en vosotros la buena obra…¿Cuál es esa buena obra? ¿Qué tiene en mente el apóstol Pablo cuando dice: “la buena obra”?
En un sentido estricto, tomando en cuenta el contexto cercano, es decir el verso 5 donde Pablo acaba de agradecerles su comunión o participación en el evangelio, <<la buena obra>> se refiere a esa “comunión” de los Filipenses por la causa del Evangelio. Es decir, Pablo está convencido o tiene la confianza segura que Dios perfeccionará la comunión o participación de los Filipenses en el evangelio.
¡Imagínalo! Si de por sí la Iglesia de Filipos fue la única iglesia que fue fiel a su apoyo a Pablo en la causa del evangelio, si de por sí a pesar de su profunda pobreza fue la única iglesia que rogó que se les permitiera apoyar y así lo hicieron con abundancia una y otra vez incluso más allá de sus fuerzas, cuánto más no harían por el evangelio cuando Dios continuara perfeccionando su obra en ellos. Esta iglesia se desprendió totalmente y se comprometió totalmente a la causa del Evangelio y eso que solo era el inicio de la buena obra de Dios en ellos.
           Pero “la buena obra” significa algo más. En un sentido amplio, considerando el contexto mayor, es decir, el lugar de la Carta en su contexto bíblico, en la Historia Redentiva, donde vemos que: “El Nuevo Testamento es acerca del Hijo de Dios, el Mesías, quien vino a salvar al mundo y a gobernar sobre él, y quien un día regresará para juzgarlo y consumar su salvación. Filipenses es una Carta del apóstol Pablo donde celebra y agradece con gozo el cumplimiento de la salvación de Hijo de Dios a través de su Espíritu Santo por la manera en que los filipenses desde sus inicios hasta ahora, han llevado una vida digna del evangelio”, podemos concluir que, <<la buena obra>> incluye “la salvación en Cristo que los ha habilitado, que los capacita para hacer el bien, y que esa <<buena obra>> que Dios ha comenzado llegará a su <<consumación en el día de Jesucristo>>.
Permítanme hacer 4 aplicaciones:

1.- ¡Solo el inicio de la salvación de Dios es suficiente para que una iglesia se mueva e invierta por la causa del Evangelio!

·        Basta con que Dios inicie su buena obra en nosotros para que nos demos cuenta que el mejor uso que podemos hacer de nuestra vida es participar en la causa del Evangelio.
·        Pablo dijo, estoy “persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”.
·        Tomando en cuenta lo que ya hemos dicho, podemos resumir el verso 6 de la siguiente manera: “Estoy convencido o confiado de que Dios que comenzó en ustedes la buena obra, es decir que logró su salvación y los hizo tener comunión o participación por la causa del evangelio desde el primer día hasta ahora, él mismo perfeccionará su salvación y comunión, y los llevará a su consumación en el día que Cristo venga por segunda vez”.

2.- Hay una conexión muy estrecha entre el verso 5 y el verso 6.

·        Es como si cada verso fuera un lado de una moneda, el v. 5 habla de la Fidelidad de los Filipenses en la participación de la causa del Evangelio desde el primer día hasta ahora y el v.6 habla de la Fidelidad de Dios para su pueblo, una seguridad de que Dios concluirá su obra en ellos.
·        La confianza de Pablo es que precisamente porque Dios perseverará y perfeccionará su obra en los Filipenses es que ellos perseverarán en su salvación y la comunión en el Evangelio.
En otras palabras, si la gracia de Dios no hubiera sido derrama sobre los Filipenses, ellos no habrían abundado en gozo en medio de su grande prueba de tribulación y tampoco hubieran abundado en sus riquezas de generosidad en medio de su profunda pobreza. Pero Dios inició su buena obra en ellos (primero de salvación) y fueron capacitados a colaborar y participar con Pablo en su misión de proclamar el evangelio (comunión). Y no solo eso, Pablo tiene la plena confianza de que Dios concluirá o perfeccionará su obra en ellos.
Y aquí es donde podemos ver con toda claridad que Dios nos es como nosotros. Dios no deja a medias las cosas, todo lo contrario: //El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo// Esta es la verdad bíblico que hoy quiero que nos llevemos a casa.

3.- No puedes vivir el verso 5 y si no existe el verso 6.

·        Es decir, la esperanza para que seamos fieles en nuestra participación en la causa del evangelio depende de la fidelidad de Dios en su obra en nosotros
·        ¡Y ya lo demostró¡ La prueba más grande de la Fidelidad de Dios en nosotros es que nos ha dado a su Hijo Jesucristo, aquél que “…siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
·        La “buena obra de Dios en nosotros” inició cuando pusimos nuestra fe en Jesucristo y recibimos su salvación. El sacrificio de Cristo y su resurrección es la garantía de que no fuimos dejados en nuestros pecados, que ya no estamos en nuestros pecados y llegará el día que seremos totalmente libres de nuestros pecados.
·        Así que no debemos vivir la vida cristiana confiados en nosotros sino en aquél que Dios su vida por nosotros. No hay día que no necesitemos del verso 6 en nuestra vida.
·        El profeta Isaías hablando de la vida cristiana dice en su cap 35: “Habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará (v. 8).
·        El apóstol Pablo dice en Colosenses 2: “6 Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, 7 arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.” (NVI)
·        Nuestro Señor Jesús dijo en Juan 15: “4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.5 »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”.
·        Así que, no puedes vivir el verso 5 si no existe el verso 6, sin la gracia de Dios obrando en nosotros estamos perdidos, pero El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo

4.- N-T-D.  D-N-H-T-C-T.

·        A veces lloramos por nuestro pecado. En la vida cristiana muchas veces nos desanimamos y también nos frustramos. Hay momentos en que nos sentimos cansado. A veces nos sentimos triste a causa de nuestro carácter; porque somos personas muy fáciles de enojarnos, a veces tenemos que reconocer que somos personas que tendemos a aumentarle un poquito cuando estamos hablando de alguien más, etc ¿Qué te molesta de ti? ¿Qué es aquello de ti con la que ya no te gustaría luchar más? ¿Qué te tiene desanimado? ¿Cuál es el pecado que te duele de ti?... cuando no vemos motivos para continuar en la vida cristiana tenemos que recordar lo que estas letras significan: “No Te Desesperes, Dios No Ha Terminado Contigo Todavía”. El promete que te librará de todo pecado y así hará. El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo
           Si esto verdad ¡Y lo es! Podemos hacer nuestra la oración pastoral que el apóstol  Pablo hizo por los Filipenses…
nosotros

II.- LA ORACIÓN DE PETICIÓN vv. 9-11

Filipenses 1:9 “Y esto pido en oración…” ¿Qué pide en oración? “…que vuestro amor abunde aún más y más…”.
           En este verso, a palabra << amor >> en griego es “agápe”. El amor agápe se refiere al amor de Dios por nosotros, un amor que perdona, un amor que crea una nueva situación o nos pone en una nueva condición, se refiere a ese amor de Dios que cuando lo experimentamos; todo cambia, el amor de Dios en nosotros se convierte en una fuente que nos lleva a comportarnos con nuestro prójimo de una manera que glorifica a Dios.
Entonces, cuando Pablo ora por los Filipenses que su <<amor abunde más y más>>, está orando que el amor de los Filipenses sea todavía mayor que el amor fraterno, que amen así como han sido amados por Dios.
           Ahora, noten como una cosa lleva a la otra. El verso 9 es una progresión: “A” te lleva a “B”, y B te lleva a “C”, y C te lleva “D”, etc…
<<Que nuestro amor abunde más y más>>,
·        Cuando amamos como hemos sido amados por Dios, esto nos lleva a crecer en <<ciencia>>, aunque literalmente esta palabra debería ser traducido como “conocimiento”. Así lo traduce la NVI y la LBLA lo traduce como “conocimiento verdadero”.
·        Y cuando crecemos en conocimiento, esto nos lleva a crecer en <<conocimiento>>. Literalmente esta palabra es: <<discriminación moral>>. Probablemente ayude pensar en las personas que trabajan en los bancos, sus dedos han sido tan entrenados que puede <<percibir>> un billete falso y como consecuencia lo <<discriminan>> o lo desechan. Algo así sucede con temas morales, el amor de cristiano crece cada vez más y al mismo tiempo agudiza su percepción de temas morales pecaminosos.  Es por eso que la NVI traduce esta palabra como <<buen juicio>> y la LBLA lo traduce como <<discernimiento>>.
·        Y cuando crecemos en discernimiento o buen juicio, esto nos lleva a <<discernir las cosas>>, esto es lo que significa <<para que aprobéis lo mejor>>. Es exactamente la misma palabra que Pablo usa en I Tesalonicenses 5:21 cuando dice: “21 Examinadlo todo; retened lo bueno”. Por eso la LBLA lo traduce: << a fin de que escojáis lo mejor>>.
·        Y cuando aprendemos a escoger lo mejor, esto nos lleva a ser <<sinceros>>. Otra manera de traducir esta palabra es <<puros>>. Así lo traducen la NVI y la LBLA, y la Biblia DHH lo traduce: <<así podrán vivir una vida limpia>>. Así que, aprender a escoger lo mejor nos llevará una vida de pureza moral.
·        Y cuando crecemos en pureza moral, inevitablemente nos llevará a que seamos <<irreprensibles para el día de Jesucristo>>. Es decir, <<irreprochables>>, <<sin tropiezo>>, no dado al pecado.
·        Y cuando tenemos una vida sin tropiezos, esto nos lleva a estar a tener una vida <<llenos de frutos de justicia>>, es decir, <<una vida recta>>.
·        Finalmente Pablo cierra su oración de petición declarando que todo lo anterior son frutos de la Salvación que Cristo ha logrado en nuestra vida. Nuestra nueva situación nos lleva a una nueva forma de vida, que se le puede llamar frutos de justicia o frutos de la gracia de Dios obrando en nosotros. De allí que Pablo termina diciendo: <<que son por medio de Jesucristo>>, y si son por medio de Jesucristo, entonces <<la gloria y alabanza es de Dios>>. Esta es la razón por la que DHH lo traduce: “Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios”.
Crecer en el amor más y más no lleva al conocimiento, el conocimiento nos lleva a la discriminación moral, este nos lleva a ser puros, ser puros nos lleva a una vida sin tropiezo, este nos lleva a una vida recta, y todo lo anterior es por medio de Jesucristo al cual sea la gloria y alabanza por los siglos de los siglos Amén.
El Evangelio nos da la seguridad que la buena obra que Dios ha iniciado en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo
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