Comunión en el Evangelio
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· 95 viewsEl mejor uso que puedes hacer de tu vida es participar en la causa del Evangelio.
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Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.
Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.
Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.
Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.
Comunión en el Evangelio
Serie: “El Poema del Evangelio”
Propósito de la serie: Animar a la Iglesia a vivir de manera digna del Evangelio
08 de marzo de 2020
Pasaje:
El punto: El mejor uso que puedes hacer de tu vida es participar en la causa del Evangelio.
YO
Tuve el privilegio de creer en un hogar cristiano, mis ambos padres ya fallecieron, mi padre hace casi 15 años y mi madre hace casi 9 años. Recuerdo que desde pequeño hicieron que memorizara la pregunta número uno del “Catecismo menor de Westminster”, de hecho es la única pregunta que me acuerdo, -Probablemente algunos de aquí no tienen ni idea de qué libro es ese-. La pregunta me aprendí es este: “¿Cuál es fin principal del hombre?” Estoy seguro que muchos aquí de los que somos de la vieja escuela, saben la respuesta: “El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre”.
A veces pregunto si realmente el fin principal de mi vida es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre. No me malinterpretes, la pregunta no es si soy cristiano o no, sino que cuando reviso la vida que he llevado hasta ahora, a veces me detengo y me pregunto ¿Realmente estoy viviendo o realmente tengo con fin principal de mi vida el de glorificar a Dios? Y me hago esta pregunta porque hay momentos en mi vida que me cuesta tanto pasar tiempo a solas con Dios en oración y meditación de Su Palabra pero se me hace tan fácil ocupar ese tiempo en cualquier otra cosa. Si pudiera ver un video de mi vida ¿Qué título tendría? Es más, a veces me pregunto, el día que yo muera ¿Cómo me recordarán? Será que se dirá de mí: Este hombre realmente tuvo con fin de su vida el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre.
Recuerdo que estaba en un funeral y el pastor que estaba predicando decía: “Esta mujer fue una mujer que amó a Dios, fue una mujer que tuvo como prioridad a Dios en su vida”, pero todos los que conocimos a esa mujer solo nos miramos unos a otros porque todos sabíamos que ella únicamente asistía al culto cuando había fiestas. De hecho 20 días antes de su muerte, organizó un baile en su casa porque había cumplido años.
¿Realmente tengo como prioridad en mi vida el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre? Y no, no estoy preguntando si asistí al templo, si oré o si leí la Biblia o si participé de muchas actividades de la iglesia o incluso si ayudé a algunos que tenían necesidad, no me preguntó eso porque eso lo puede hacer una persona religiosa… mi punto es, ¿Las decisiones que tomo todos los días, el uso que hago de mi tiempo, de mi dinero, de mis habilidades, están dando testimonio de que soy una persona que tiene por prioridad glorificar a Dios y gozar de él?
nosotros
Pero probablemente eso es algo con lo que solamente yo lucho ¿Cierto? ¿Qué me dicen de ustedes? ¿Las decisiones que últimamente has tomado en tu familia revelan que eres un hombre que tiene por prioridad de glorificar a Dios? ¿El uso que haces de tu tiempo día tras días, revela que eres un creyente que realmente ama pasar tiempo con Dios porque amas gozar de él? Si pudieras hacer pausa por un momento de tu vida y revisar tus decisiones, el uso de tu tiempo que haces, cómo gastas o en qué inviertes tu dinero, cómo utilizas tus habilidades o dones ¿A qué conclusión llegarías?
Corremos el peligro de que mentalmente sabemos que nuestro fin de vida es el de glorificar a Dios pero en la realidad de la vida, en mi forma de vida de todos los días como casado o soltero, papá o hijo, en la iglesia o en el trabajo, en la escuela o en la casa, adultos o jóvenes, hombres o mujeres, corremos el peligro que de nuestra forma de vida que estamos llevando esté diciéndonos que nuestra prioridad no es Dios, ni tampoco lo es gozar de él. Si esto es así, entonces probablemente estamos desperdiciando nuestra vida.
Bien, la buena noticia que Dios nos ha dado su Palabra, y Su Palabra es lumbrera a nuestro camino. Así que hoy quiero iniciar una serie al que he titulado “El Poema del Evangelio”, es una serie que está basado en la Carta del apóstol Pablo a los Filipenses, y de aquí al mes de Julio si Dios permite, estaremos estudiando esta carta, y en toda esta serie hay una sola gran idea que emana de esta Carta, Hay un punto principal al estaremos regresando una y otra vez en toda esta serie. Y aquí va, el punto es este: “El mejor uso que puedes hacer de tu vida es participar en la causa del Evangelio”. Así que acompáñenme por favor al Libro de
DIos
La carta inicia con el saludo de Pablo y Timoteo…
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Debes saber que todo el N.T. (Los 27 libros) hablan acerca de Cristo Jesús, el Hijo de Dios que vino a salvar al mundo, a gobernar sobre él, que un día regresará para juzgarlo y así consumar su salvación. La Carta a los Filipenses no es la excepción, Filipenses es una Carta que se ve en vivo y a todo color la salvación que Cristo trajo a su Iglesia. En esta Carta el apóstol Pablo celebra con gozo el cumplimiento de la salvación que ha venido sobre los Filipenses, de cómo la gracia de Dios se ha derramado sobre ellos a tal grado que la Iglesia de Filipos se convirtieron y el mejor aliado o colaboradores del apóstol Pablo en su ministerio de predicar el Evangelio.
De hecho, Filipenses es una carta de gratitud. Pablo quiere que los Filipenses sean sabedores de su gratitud por el apoyo recibido de parte de ellos, también quiere que sean sabedores del progreso del Evangelio a pesar de su situación actual y les ruega a continuar viviendo de una manera digna del Evangelio llenos de gozo en el Señor.
Esa es la razón por la que desde su inició Pablo comparte su gozo y gratitud por ellos…
3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;
¿Por qué razón Pablo da gracias a Dios? ¿Por qué ruega con gozo por los Filipenses? Por la comunión de los Filipenses en el evangelio, desde el primer día hasta ahora”.
La palabra “comunión” es κοινωνίᾳ. Esto significa <<participación>>, <<compañerismo>>, <<contribución>>, y aquí en literalmente significa: “<<tener parte en algo>>”. Entonces la gratitud y gozo de Pablo y Timoteo por la iglesia de Filipos consistía en que habían tenido parte, habían contribuido, habían participado, habían ayudado, habían acompañado a Pablo en su misión de proclamar el evangelio. Todo esto indica la palabra “comunión en el evangelio”.
En otras palabras, el gozo y gratitud de Pablo era que la iglesia se había hecho colaboradores de él en el evangelio. Por cierto, al inicio de la carta Pablo y Timoteo se designan el título de “siervos de Jesucristo” o “esclavos de Jesucristo”, esta designación apunta al compromiso por Cristo y su Evangelio, y es exactamente ese mismo compromiso que la iglesia decidió tener hacia el evangelio, el punto de referencia, lo que tenían en común la iglesia y Pablo fue compromiso en el evangelio.
El apóstol Pablo en su segundo viaje misionero fundo la iglesia de Filipos, pero lo que caracterizó a la iglesia de Filipos no fue únicamente que Pablo la había fundado sino que era una iglesia que se había comprometido a “participar”, a tener una “comunión” con Pablo en su misión de llevar el evangelio a las naciones. Es una iglesia que ha hecho con Pablo una alianza en el evangelio. No es simplemente una iglesia que ve a Pablo como su apóstol fundador, o como un líder espiritual, es una iglesia que se ha comprometido con Pablo a participar en su ministerio de predicar el evangelio. Esta es la razón por la que Pablo dice: “Doy gracias a mi Dios… por vuestra comunión en el evangelio”.
La Biblia DHH (Versión católica) lo traduce así: “Cada vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios; y cuando oro, siempre pido con alegría por todos ustedes; pues juntos hemos participado en la causa del evangelio, desde el primer día hasta hoy”.
Pero el Pablo aclara que así lo hicieron: “desde el primer día hasta ahora” (refiriendo al tiempo cuando Pablo estaba escribiendo la carta y que por cierto estaba en la cárcel). Desde sus inicios la iglesia de Filipos fue colaborador de Pablo en el evangelio.
Esta frase indica que entre Pablo y los Filipenses hubo una larga historia, hubo un trasfondo, indica que la colaboración y compromiso de la iglesia de Filipos hacia el ministerio de Pablo de proclamar el evangelio existió desde el momento en que Pablo fundó está iglesia hasta el momento en que Pablo escribe esta carta desde la cárcel de Roma. Los años han pasado y en todo este tiempo la iglesia ha sido fiel en apoyar a Pablo en el evangelio.
Veamos algunos ejemplos de los Filipenses en su comunión / colaboración en el evangelio desde el primer día hasta ahora:
*Proyectar el mapa.
1.- Filipos apoya en Pablo en su estancia en Tesalónica.
1.- Filipos apoya en Pablo en su estancia en Tesalónica.
Ya hemos dicho que la relación entre Pablo y los Filipenses comenzó durante el segundo viaje misionero de Pablo, cuando él y su equipo llegaron por primera vez a la región de Macedonia (Mostrar el Mapa), Pablo no estuvo en Filipos por mucho tiempo, de hecho él mismo dice: “Estuvimos en aquella ciudad algunos días” (). Pero cuando partió de allí dejó una pequeña iglesia que incluía a Lidia y su Familia así como el carcelero de Filipos y su familia. Cuando salieron de Filipos viajaron unos 150 kilómetros hasta Tesalónica.
Ahora observa cómo los Filipenses apoyaron a Pablo mientras estuvo en Tesalónica:
15 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades”.
Aquí Pablo les está agradeciendo su apoyo a su ministerio de la predicación del evangelio. Por cierto, la palabra “participó” es la forma verbal de la palabra “Koinonía” que anteriormente se tradujo como “Comunión”. Y aclara que ninguna iglesia participó con Pablo cuando se trató de dar o recibir, los únicos que lo apoyaron fueron la iglesia de Filipos.
Debemos recordar que la iglesia de Filipos es una iglesia muy joven, una iglesia bebé, pero tiene ese ADN de participar con Pablo y ayudar a Pablo en su obra misionera. También debemos observar que cuando Pablo estuvo en Tesalónica, la iglesia de Filipos no solo ayudaron una sola vez, sino que Pablo dice: “Me enviasteis una y otra vez para mis necesidades”.
Entonces, desde el principio la iglesia de Filipos participó con Pablo en el evangelio, es esto lo que Pablo está pensando cuando dice: “Doy gracias a mi Dios… por vuestra comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora”. Literalmente este apoyo comenzó desde el primer día que Pablo salió de Filipos.
2.- Filipos apoya a Pablo en su estancia en Corinto.
2.- Filipos apoya a Pablo en su estancia en Corinto.
En y 18 se narra que debido a la persecución Pablo salió de Tesalónica y llegó a Berea, allí sembró una iglesia y otra vez, debido a la persecución bajo a Atenas, predicó el evangelio allí y así llegó a Corinto y estuvo allí “un año y seis meses” () y en todo este tiempo el apoyo de los Filipos continúo hacia Pablo.
Pablo en su carta a los Corintios les dice:
: “9 Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.”
¿Quiénes son los hermanos de Macedonia? ¡Los hermanos de Filipos! ¿Cómo lo sé? Pablo ya ha dicho que los de Filipenses fueron los únicos que lo ayudaron de allí ningún otro. Entonces incluso cuando Pablo ministró en Corinto los filipenses siguieron apoyándole. Otra vez, es esto lo que Pablo está pensando cuando dice: “Doy gracias a mi Dios… por vuestra comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora”.
El apoyo de los Filipenses al ministerio de Pablo en Tesalónica, Berea, Atenas, Corinto revela su compromiso en el evangelio. ¡Esto es una alianza por el evangelio! Esto significa que a pesar de las limitaciones de medios de comunión que había en eso tiempo los filipenses cuidadosamente estuvieron siguiendo y proveyendo para el ministerio de Pablo. Ellos sabían dónde estaba, qué estaba haciendo, siempre estuvieron pendientes de sus necesidades. Esto es un compromiso serio hacia el evangelio.
Probablemente estés pensando… bueno… pero era una iglesia que seguramente tenía con qué… sino cómo…Mira lo que Pablo dice de la Iglesia de Filipos en .
Pero hay algo que debemos aclarar acerca de los Filipenses. Pablo hace esta aclaración en su carta a los Corintios,
”Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; (Por supuesto que Filipos está incluido aquí) “2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.” Noten que los hermanos que están pasando mucha tribulación y que son muy pobres, “profunda pobreza”, no eran iglesias ricas sin embargo eran iglesia muy generosas. Pablo sigue diciendo: 3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, 4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar (Koinonía) en este servicio para los santos.
Ellos rogaron que les dejaran apoyar a Pablo, tal vez Pablo les había dicho que no era necesario que le apoyaran porque por su profunda pobreza ellos eran los que necesitaban apoyo, pero ellos le dijeron: “Por favor déjanos contribuir con tu ministerio de predicar el evangelio”. Otra vez, esta es la razón por la que Pablo dice: “Doy gracias a mi Dios… por vuestra comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora”.
3.- Filipos apoya a Pablo en su estancia en la cárcel en Roma.
3.- Filipos apoya a Pablo en su estancia en la cárcel en Roma.
Los años pasaron y ahora Pablo está en la cárcel en Roma, y no Filipenses no lo dejaron solo…
“Sin embargo, bien hicisteis en participar (koinonía) conmigo en mi tribulación.
18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de
Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios”.
He aquí uno de los principales propósitos por la que Pablo escribió la carta a los Filipenses: Es una carta de agradecimiento. Pablo agradecer su Koinonía en el evangelio. Todos estos años que han pasado la iglesia estuvo pendiente de Pablo, ellos fueron fieles al participar con Pablo en el extendimiento del evangelio, ¡Esto sí que es un compromiso por el evangelio! ¡Esto sí que es comunión por el evangelio!
Amada iglesia: //EL MEJOR USO QUE PUEDES HACER DE TU VIDA ES PARTICIPAR EN LA CAUSA DEL EVANGELIO//.
EL EVANGELIO:
¿Qué es el Evangelio que la Iglesia de Filipos se comprometió tanto con ella?
¿Qué es el Evangelio que el apóstol Pablo dedicó su vida a proclamarlo?
Cristo Jesús: “…siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
Cuando vemos a “Cristo Jesús” venir a predicarnos el evangelio de salvación y perdón de nuestros pecados, cuando miramos a aquél que lo tenía todo y decidió renunciar a ello para venir a morir en la cruz, nuestro corazón pasa de admirar a los filipenses y aún al apóstol Pablo, a adorar a nuestro Señor Jesucristo. Si lo que los filipenses hicieron es sorprendente y motivo para que Pablo les escribiera una carta de gratitud, cuánto más gratitud debería haber en nuestros corazones por lo que Cristo hizo al tomar forma de siervo y hacerse obediente hasta la muerte y muerte de Cruz.
Cristo es el evangelio. Él es la buena noticia, él es el que perdona, él es que nos vino a buscarnos porque estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados. Pablo y los filipenses tuvieron comunión y compromiso con este evangelio pero Cristo dio su vida para que este evangelio sea lo que realmente es: Las buenas noticias al pecador de que Dios nos envió a su Hijo para pagar el pecado que nosotros jamás podremos pagar y podamos ser revestidos de una justicia y santidad que nosotros jamás podremos alcanzar por nosotros mismos.
Lo que Pablo y los filipenses hicieron por el evangelio solo es un reflejo de lo que Cristo hizo por nosotros, solo es como una sombra, como un hermoso cuadro, como una hermosa pintura que nos lleva a admirar al que lo pintó. Les aseguro que el deseo de Pablo no era que cuando nosotros leyéramos su carta terminemos adorándolo a él o a la iglesia de filipenses, les aseguro que el deseo de Pablo es que adoremos a aquél que mostró mayor compromiso por el Evangelio, aquél que siendo Dios se hizo hombre, y es que, qué puede ser mayor que esto, qué puede ser más humillante, cómo puede negarse uno más así mismo que no lo haya hecho Cristo en la Cruz.
Pablo escribe su gratitud y gozo por la iglesia ya que como él, juntos han mostrado su compromiso en el evangelio, y Dios los honró por ello, pero Dios honró aún más a su Hijo a tal grado que…
vv. 9-11 “le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
vv. 9-11 “le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
TU
Amada iglesia: //EL MEJOR USO QUE PUEDES HACER DE TU VIDA ES PARTICIPAR EN LA CAUSA DEL EVANGELIO/. La mejor que podemos hacer en esta vida es ofrecerla para nuestro Señor Jesucristo así como él ofreció su vida como ofrenda para el perdón de nuestros pecados.
1.- El mayor bien que un joven, que una adulto, que una familia, una iglesia, el mayor bien que podemos hacer mientras Dios nos de vida en esta tierra, es comprometernos con todo nuestro corazón en la causa del evangelio. Si al final de tu vida se dirá: Esta mujer, este hombre dedicó su vida a la causa del evangelio de Jesucristo, habrás cumplido con el propósito que Dios te puso en esta tierra.
· Cuando eres responsable en tu trabajo para honrar a Dios estás participando en la causa del evangelio.
· Cuando decides abandonar ese pecado y correr a los pies de Jesucristo por su perdón, te estás poniendo del lado del evangelio.
· Cuando decides usar tu juventud, tus habilidades, tus estudios para honrar a Dios te estás sumando en la causa del evangelio.
· Es necesario que revisemos en qué invertimos nuestro tiempo, dinero, habilidades y pidamos perdón si no lo estamos usando para Él.
· Cuando decides orar por alguien o compartir de la Palabra te estás sumando a la causa de Cristo
2.- Mañana habrá un movimiento de un día sin mujeres. Observa cómo cada vez más y más mujeres se están sumando y apasionándose con este tipo de movimientos. Es lamentable que creyentes en Jesucristo nos apasionemos más por este tipo de actividades que sabemos que detrás de todo de ello hay una agenda motivado por Satanás. Hermanos, la Iglesia, si hay algo en el que debemos comprometernos y entregarnos con toda pasión, es por la causa del Evangelio de Jesucristo.
3.- Es mucho más fácil salir todo el día a la calle y usar las redes sociales para gritar por justicia que por un momento en la madrugada doblar rodillas para orar a Dios y luego callar.
Lo primero te hace sentir justo y recto y lo segundo te hace pedazos al revelarte lo que en realidad eres: Injusto y sucio. Es en la oración que se puede ver con mayor claridad que “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es Su fidelidad” ().
Querida Iglesia, Dios ha dicho: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Cro. 7)
¡El grito de la Iglesia está en su silencio en la oración! ¡Y su bandera es Evangelio de nuestro Señor Jesucristo!
4.- El mejor uso que puedes hacer de tu vida es participar en la causa del evangelio de Jesucristo.
· ¿Imaginas qué cambios sucedería en esta iglesia si todos nos sumamos y nos comprometemos a participar?
· ¿Qué cambiaría en tu familia si te comprometes en el evangelio?