Fortaleceos en el Señor
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Fortaleceos en el Señor
Fortaleceos en el Señor
efesios 6.10
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz;
16 en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
17 Tomad también el yelmo de la salvacion, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
18 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
19 y orad por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio,
20 por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamarlo hable con denuedo, como debo hablar.
Cuando vemos las demandas de las escrituras, las demandas de santidad que Dios pone delante de nosotros, pero al mismo tiempo contemplamos nuestras debilidades y pecados, nuestras tendencias a desmayar y a tropezar.
Nos preguntamos no estaré yo condenado a ser un cristiano mediocre y fracasado. Existen realmente posibilidades de victoria para mí.
Ese es el tema que el apóstol Pablo trata en esta última porción de su carta a los efesios.
La epístola comienza explicando el propósito de Dios para con su pueblo propósito que fue concebido y decretado antes de la fundación del mundo
Dios se propuso redimir en Cristo a un grupo de hombres y mujeres de toda lengua, pueblo, tribu, nación y hacer de todos ellos una nueva sociedad.
Llamada la iglesia, una familia con un solo Padre un solo Señor una sola fe y donde cada uno de sus miembros se encuentra en un proceso de renovación a la imagen de Jesucristo.
Dios se ha propuesto formar una nueva sociedad de hombres y mujeres que aunque NO son perfectos porque NO han sido aún glorificados, han sido transformados por el poder de Dios y Pablo dice que ahora estos hombres y mujeres deben vivir a la altura de lo que son como Cristianos
1 Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
y en todo el resto de la epístola el apóstol Pablo pasa a explicar lo que eso significa en la práctica los cristianos somos distintos, esencialmente distintos de los NO cristianos y esto debe ser evidente en nuestro diario vivir, en nuestra relación con los hermanos en la iglesia, en nuestro comportamiento en el mundo, en nuestras relaciones familiares.
especies capítulo 4 versículo uno dice pablo yo pues preso en el señor os ruego que han de ellis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados y en todo el resto de la epístola el apóstol pablo pasa a explicar lo que eso signifique la práctica los cristianos somos distintos esencialmente distintos de los no cristianos y esto debe ser evidente en nuestro diario vivir en nuestra relación con los hermanos en la iglesia en nuestro comportamiento en el mundo en nuestras relaciones familiares.
En cada una de esas áreas nosotros debemos manifestar que la Cristo ha hecho una obra en nosotros, que ya no somos los mismos que éramos antes de ser Cristianos, que tenemos otros estándares de vida, otras motivaciones, otras perspectivas de la vida, otras metas que alcanzar.
Lo que Pablo va a decirnos ahora en esta última sección es que eso encierra necesariamente una gran dificultad.
Que no es un asunto fácil y sencillo vivir a la altura de nuestra vocación como cristianos.
Amados hermanos tan pronto hicimos la paz con Dios por medio de Cristo nos pasamos a otro bando en una guerra sin cuartel entre el bien y el mal cada pulgada de terreno que avancemos en el camino de la santidad será en medio de grandes conflictos porque la vida cristiana no es un parque de diversiones la vida cristiana es un campo de batalla.
Estamos inmersos en una guerra espiritual. Pero como veremos en un momento dios nos ha dado las instrucciones y recursos necesarios, para poder tener victorias en medio de esta guerra.
Es de suprema importancia que los cristianos estemos a percibidos de esta lucha de los recursos con los cuales contamos, del enemigo que estamos enfrentando de lo contrario hermanos seremos presa fácil.
De las seducciones, de las tentaciones, los engaños del enemigo de nuestra almas.
La Realidad de las LUCHAS
La Realidad de las LUCHAS
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.
Hay algo que salta a la vista de inmediato cuando comenzamos a ver esta sección de la carta son las figuras y metáforas militares que la apóstol Pablo usa para describir la vida del cristiano.
Pablo está presentando aquí una batalla una guerra espiritual a la que debemos ir con todo el equipo de combate. No con una parte con todo el equipo de combate con la parte defensiva y con la parte ofensiva.
Hay un cuartel general con el que debemos permanecer en contacto todo el tiempo hay una armadura que debemos ponernos hay un enemigo que debemos conocer y que debemos resistir el cristiano es un soldado en medio de una guerra.
Pocas cosas son tan horrorozas como la guerra. Y lo que Pablo está describiendo aquí no es un soldado. En un desfile militar lo que Pablo está describiendo aquí no es una parada militar que podemos observar en ciertos días especiales lo el apóstol Pablo está describiendo aquí un soldado en tiempos de guerra en medio del campo de batalla.
La vida cristiana es una guerra
14 antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.
romanos
12 La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.
4 porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
3 Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
A Timoteo, Pablo exhorta a sufrir penalidades como buen soldado de jesucristo y añade
2 timoteo
3 Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús.
4 Ningún soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado.
mi hermano cuando tu te convertiste al señor fuiste en listados en el ejército de Jehová de los ejércitos.
Más adelante en esa misma carta y segunda Timoteo y sabiendo Pablo que le quedaba poco tiempo de vida dice el a Timoteo yo he peleado la buena batalla
7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.
Mucha de la guerra que el hombre hace no son más que un inútil derramamiento de sangre, pero Pablo dice hermanos que esta batalla es buena yo te he liado la buena batalla, esta es una guerra digna de ser peleada porque tiene que ver con aquellas cosas que tienen valor eterno, tiene que ver con aquellas cosas que realmente importan, esta es una guerra digna de ser peleada esta es una buena batalla.
Así que el cristiano es un soldado en tiempo de guerra en medio de un campo de batalla al menor descuido puede salir gravemente herido.
O él mismo salir destruido, este soldado puede poner en riesgo la vida de otros. Es por eso que el señor nos exhorta a vela y estar alertas porque NO estamos en un parque de diversiones.
Estamos en medio de un conflicto de enormes proporciones donde cada cosa que hacemos, óyeme bien, cada cosa que tu haces en tu vida como soldado de Jesucristo cada cosa que hacemos repercute en favor o en contra de nuestro capital en favor o en contra de nuestro enemigo es una guerra.
Y yo te pregunto mi amado hermano qué tan consciente estás tú de eso. Cuando te levantas cada día y te envuelves en sus rutinas cotidianas te acuerdas de que vas a librar una batalla.
Debes andar con cuidado para no pisar una mina explosiva o ser atacado por sorpresa por el enemigo de Dios y de tu alma.
No quiero dar la impresión o quitarles a usted de la impresión de la mente de que la vida cristiana es extraordinaria y maravillosa.
Es sólo que Pablo nos enseña en los primeros 3 capítulos de esta carta que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, escogidos por Dios desde antes de la fundación del mundo, para ser herederos juntamente con Jesucristo.
Queridos hermanos no hay nadie más privilegiado en este mundo que un cristiano. Pero. Eso no elimina la realidad de que la vida cristiana no es un fin de semana en la playa.
Somos soldados en medio de un campo de batalla. Y la vida de un soldado no es fácil sobre todo en tiempo de guerra. Para ellos no es un pasatiempo.
Cada día, nos enfrentamos con nuevas dificultades nuevos peligros. Amados hermanos me temo. Que muchas veces damos la impresión de no estar consientes de esa realidad.
Muchas veces damos la impresión de que esa guerra se acabó. Vivimos como si Dios y el diablo hubiese firmado un acuerdo de paz. Un tratado de no agresión.
Algunos parecen estar tan despreocupados. Tan pasivos que nadie diría que estar en un campo de batalla. Así viven, así crían a sus hijos como si no hubiera ningún peligro.
Como si no hubiera ningún peligro. Pero la biblia dice que estamos en guerra y que esta guerra perdurará hasta que el señor Jesucristo vuelve en gloria y todos sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies y nosotros veremos eso con nuestros ojos.
Hasta entonces tendremos que seguir peleando cada día de nuestras vidas hasta que lleguemos a nuestro reposo final en la presencia de Dios estamos en guerra.
Notemos cuáles son los recursos que Dios ha puesto a tu disposición para que tu pelees en esta guerra para que tenga una idea de qué lo que estamos enfrentando aquí.
En primer lugar Pablo menciona en el versículo 10 el gran poder de Dios.
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
Esto es una guerra que no podremos librar en nuestra propia fuerza. Es imposible que con nuestra propia capacidad o nuestros propios recursos, podremos enfrentar a nuestro enemigo
Pablo dice aquí que debemos fortalecernos en el señor fortalecernos en él señor y en el poder de su fuerzas. El apóstol Pablo ya había mencionado antes este poder de Dios en el capítulo 1.
18 Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder,
20 el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales,
21 muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero.
22 Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
.18-
Pablo dice yo quiero que ustedes conozcan ese poder este poder que esta disponible para ustedes.
efesios 3.14
14 Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra,
16 que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior;
Este poder dice Pablo está nuestra disposición así que hermanos aunque tenemos muy buenas razones para no descuidar los en esta guerra no tenemos razones para que el miedo lo paralice.
Y aquí tenemos los 2 extremos hay creyentes que viven como si el diablo no existiera y hay otros creyentes que viven paralizados por la existencia del diablo.
No, ni una cosa, ni la otra, no tenemos razón para que el miedo nos paralice tenemos a nuestra disposición el poder omnipotente de Dios el mismo poder que resucitó a Cristo de los muertos y por el cual él está sentado a la diestra de Dios sobre todo principado poder autoridad y señorío.
No existe nada ni nadie en todo el universo que sea más poderoso que nuestros señor Jesucristo.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Así que hermanos no hay razón. Para vivir una vida cristiana derrotada y mediocre no hay razón, la lucha es fuerte el enemigo es cruel y poderoso pero el poder omnipotente de Dios está nuestra disposición.
Qué debemos hacer nosotros.
Pablo dice fortalecernos en el. Y eso implica al menos 2 cosas. 2 cosas por un lado implica que el no vamos a confiar en absoluto en nosotros mismos.
Mi hermano no pretendas vivir la vida cristiana en tus propias fuerzas porque no podrás no importa cuánto tiempo tengas en la fe no importa cuánto conocimiento bíblico, doctrinal, teológico hayas podido acumular a lo largo de los años. Nuestro valores nada aquí.
Y nunca es más débil un cristiano que cuando olvida eso, nunca es más vulnerable un cristiano que cuando se cree fuerte.
Cuando Cristo le dijo al apóstol Pedro y a todos los discípulos, que ellos lo iban a negar esa noche, Pedro estaba tan seguro de su amor y su fidelidad que él no podía concebir que era capaz de hacer eso aunque todos te dejaren yo nunca te dejaré. Yo nunca te despreciaria señor.
Unas horas más tarde este mismo Pedro estaba jurando con maldición que él no tenía relación alguna con Jesucristo. Hermanos si vamos a pelear bien esta batalla tenemos que entender esto en nuestras propias fuerzas no tendremos oportunidad alguna de ganar. Separados de mi dice el señor nada podéis hacer nada.
9 Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
10 Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 corintios 9
cuando soy débil. Era la conciencia de su propia fragilidad que movía a Pablo a depender del señor.
Había algún momento en que Pablo dejaba de ser débil no en todo momento él era débil pero él tenía que tener esa conciencia para ampararse en la fuerza de Cristo, por eso dice él, yo me alegro saber que soy débil para que repose sobre mí el poder de Cristo hermanos el enemigo que estamos enfrentando es muy poderoso, es demasiado astuto para nosotros.
Pero no sólo eso. No sólo debemos reconocer nuestra propia debilidad, sino que activamente debemos depender de Cristo. Debemos reconocer que somos débiles pero al mismo tiempo depender en todo de Cristo y eso cómo se hace es bueno en cierto modo a través de la oración a través de la oración.
Como bien ha dicho alguien la oración de un cristiano no es un intento de forzar la mano de Dios sino un reconocimiento humilde de impotencia y dependencia.
esos la oración, cuando un cristiano ora él está reconociendo delante de Dios que él no puede con ese asunto, yo no puedo señor.
Pero yo confío plenamente en el hecho de que tú si puedes, yo no puedo pero tú sí.
Yo no confío en mí. Pero yo confío plenamente en ti, esa es la esencia de la oración cristiana, un reconocimiento humilde de impotencia y dependencia.
1 tesalonisenses 5.17
17 orad sin cesar;
Nosotros debemos orar sin cesar, orar sin cesar porque porque a lo largo del día vamos a necesitar la asistencia de nuestro Dios.
Para poder manifestar el fruto del espíritu en medio de cualquier situación que se presente, para tomar decisiones sabias, para resolver conflictos con otras personas, para hacer bien nuestro trabajo y hacerlo con una buena motivación hermanos todo eso es imposible sin la ayuda de la gracia de Dios.