CAPITULO CINCO del libro sobre EXODO Y Los 11 Mandamientos
Capitulo IV
EXCUSAS DEL HOMBRE Y RESPUESTAS DE DIOS
(¿Por qué yo, Señor?)
Entonces Moisés respondió a Dios:
4.¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? Dios le respondió: 5.Yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayáis sacado al pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte.
Éxodo 3. 11, 12
Pero todos a una comenzaron a excusarse.
Lucas 14. 18
Un joven entró a la Universidad de Los Ángeles con una beca cuidadosamente doblada entre sus pertenencias, ganaba por su carrera en el básquetbol. Pronto sufrió una herida que cambió sus planes en el mundo deportivo. Después de graduarse, se unión a la Fuerza Aérea de su país, llegando a ser instructor de pilotos de combate. Seis años después, pasó a una compañía de aerolineas. Mas tarde sorprendió a la empresa al renunciar.
Le preguntaron qué pasaba y, con tranquilidad, el declaró firmemente que Dios lo quería en su servicio como ministro del evangelio. Los oficiales nunca habían oído antes ese tipo de testimonio. Le ofrecieron atención psiquiátrica gratuita y una licencia hasta que pudiera recuperarse. Pero no era necesario. Dios lo había llamado a prepararse para un amplio ministerio cristiano y no se rebeló contra el propósito divino.
En un momento y lugar inesperados, Moisés recibió un llamado sobrenatural de parte de Dios. Él se reveló a Moisés cuando estaba cuidando las ovejas de su suegro en la península de Sinaí. A los ochenta años, miró la zarza que ardía pero no se cosumía y oyó que Dios le decía que sacara el calzado porque estaba en tierr santa; cualquier lugar se hace sagrado, si allí encontramos a Dios.
El Señor había visto los sufrimientos de Isarel y decidió redimir a su pueblo esclavizado. Y Moisés debía ser el líder. Esa responsabilidad asustó al cuidador de ovejas que comenzó a presentar excusas al que le hablaba desde la zarza. Pero Dios dio respuestas claras a las excusas que Moisés presentaba casi mil quinientos años antes de Cristo.
Hoy Dios llama a quienes han de servirle. La tarea puede no ser monumental ni el llamado ha de ser dramático, pero el hombre continúa haciendo el juego de presentar excusas. Una buena parte del problema puede ser que Dios no pide a la mayor parte de la gente que cambie su vocación ni se aventure en otra clase de actividades. El Señor simplemente quiere que vivamos y le sirvamos en la rutina diaria. Nuestros deberes no son mínimos sino monumentales si estamos en ellos por el llamado de Dios. Nadie debe retroceder de esa tarea, aunque haya quienes lo hagan. Es común que se presenten excusas, pero Dios siempre tiene una respuesta para ellas.
I
¿Cuál es la primera excusa que damos cuando no queremos servir a Dios? "No estoy preparado para eso." Con voz temblorosa, Moisés respondió a la voz divina: "¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel?" (3.11). Generalmente, nuestra primera respuesta es que no estamos capacitados para una tarea tan importante. Como Moisés, podemos llenarnos de temor ante una comisión tan importante.
Hoy oiríamos la misma respuesta que él. Tiene dos aspectos. Es muy interesante que el Señor dio dos razones por las que sí estamos calificados para servirle cuando le planteamos la primera razón para no hacerlo. Dios nos califica para cualquier tarea. Notemos cómo lo hace.
Dios nos promete su presencia. Dijo a Moisés: "Yo estaré contigo" (v. 12). Algunas traducciones agregan la palabra "ciertamente" para mostrar la fuerza de la expresión. Dios nos dice que no debemos dudar ni cuestionar el hecho de que él está con nosotros. Esa seguridad de la presencia de Dios es un hilo de oro a través de toda la Escritura y la experiencia cristiana. Si leemos la Palabra de Dios, nos encontraremos con grandes sorpresas.
Dios quiere que su pueblo cumpla su tarea con él y no sin él. Fracasaremos si tratamos de hacer algo para Dios con las fuerzas de la carne. En un momento precio de su vida – cincuenta años antes de ver la zarza ardiendo – Moisés trató de liberar a Israel y fracasó. Trató de hacerlo solo, pero ése no es camino de Dios. Por esa razón, Dios dice a su pueblo en todas las épocas: "Mi presencia irá contigo." Para algunos de nosotros, es una lección difícil de aprender.
Aldo Broda (ya fallecido) de Buenos Aires era nieto de inmigrantes Italianos. Dios hizo una maravillosa obra en el seno del hogar de sus abuelos, salvandoles y dandoles una vibrante gozo en Cristo. Cuando ya fue adulto y casado, Aldo Broda tuvo la doble bendicion de ser un fiel creyente y un comerciante exitoso. Luego de algunos anos en su negocio, Sr. Broda tuvo la hermosa llamada de Dios de dejar su empresa distribuidora y productos alimenticias con varias ramificaciones. Al sentir la llamada de Dios, Hno. Broda de inmediato puso al lado su empresa secular y hizo el paso a dedicarse a administrar las empresas del Senor. Atraves de los anos Sr. Broda y su esposa han invertido sus vida en la Causa de Cristo en muchos lugares y en destacados oficios. Ellos han sentido la presencia de Dios en todo lo que han hecho atraves de sus vidas. Si, Dios promete su presencia con su pueblo en las tareas que le honran a El. No debemos dudar de la maravillosa promesa de la presencia divina en las empresas de nuestras vidas, sean seculares o religiosas si es para la gloria de Cristo.
Dios nos promete el éxito. Esto es otra cosa que nos dice cuando le presentamos la excusa de que no estamos calificados. Notemos que, en los oídos de Moises aquel día sonó la promesa de que la prueba de la presencia de Dios era que algún día le adorarían en el mismo monte (Ex. 3. 12). Pronto toda la montaña se llenaría de la gloria de Dios. No sólo u hombre adoraría delante de un arbusto sino que todo Israel lo haría en ese mismo lugar, lleno del esplendor de su presencia. Dios cumplió su promesa y permitió que Moisés conociera el éxito de haber llevado a Israel fuera de Egipto.
El Dios que servimos no es un Señor derrotado o debilitado. Da éxito a aquellos que obedecen su voz. Puede haber faraones que se pongan en el camino y una multitud que rezongue y se queje a lo largo de la vida, pero Dios siempre da la victoria.
Hagamos a un lado cualquier excusa banal de que no estamos calificados cuando Dios nos llama. Él mismo nos califica para la obra que quiere que hagamos. Responde nuestras excusas y las desvanece.
II
¿Cuál es la segunda excusa que damos para no servir a Dios? "No tengo autoridad". Moisés dijo que no sabía qué decir si le preguntaban cuál era el nombre de Dios (Ex. 3. 13). El problema de la autoridad es algo real para la gente de hoy. ¿Quién lo mandó? ¿Qué autoridad tiene? ¿Es alguien adecuado? ¡Nosotros sabemos bien quién es!
Nuestra autoridad es el Eterno, el que siempre existe en sí mismo, el "Yo soy", como dijo él mismo (Ex. 3. 14). Él siempre es Dios. El tiempo no es un problema para el que habita en la eternidad. Nosotros tenemos problema con cuál es el momento adecuado, pero él no.
Durante la segunda guerra mundial, mientras las bombas caían sobre Inglaterra, una niña comenzó a pedir a Dios que bendijera a su país. Oró por el primer ministro, las ciudades bombardeadas y sus soldados. Y luego agregó: "Y querido Dios, por favor cuida de ti, porque si te pasa algo, Inglaterra está perdida." No debemos tener ese temor. Dios va a sobrevivir a todo, aun a los pensadores que a lo largo del tiempo, han tratado de demostrar que él nunca existió o que se ha muerto.
El Dios eterno que actúa de modo dinámico es nuestra autoridad. Él interviene en los asuntos humanos. Sabe dónde vivimos y cuáles son nuestras luchas. ¿Estamos casi aplastados por las complejidades y crueldades de la vida? ¡El es nuestra fuerza! Dios no es como aquellos dueños de tierras que nunca iban a verlas, sino alguien que está siempre listo para actuar en nuestras vidas de manera poderosa.
En el trabajo, en la iglesia, en todo lo que hacemos, aun cuando caminamos por la calle, Dios está vivo en nuestros corazones. En nuestro tiempo Dios actúa en nuestras vidas y a todos los que responden a su voluntad. Cualquiera que desee escapar del mal, cruzar el Mar Rojo, ser sostenido en el desierto y entrar a la Tierra Prometida, podrá ver a Dios actuando para cumplir con todo ello. Él es nuestra autoridad y la respuesta a todo interrogante que se plantee sobre su nombre.
III
¿Cuál es la tercera excusa que damos cuando no queremos servir a Dios? "No me creerán" (Ex. 4. 1). Sin duda, era un grave pro blema para alguien que volvía después de cuarenta años de ausencia, como era el caso de Moisés. También fue un problema para la gente de Nazaret cuando vieron a Jesús al volver a la ciudad de su infancia. Ya sea que uno se haya ido de su tierra o no, el miedo al rechazo es una realidad.
Dios tiene una respuesta adecuada para esta tercera excusa. Ordenó a Moisés que se descalzara y mirara la gloria de la zarza ardiendo, prestando atención a lo que tenía en la mano. Él dijo que era su vara y Dios le indicó que la arrojara al suelo. En un instante, la vara de pastor se convirtió en una serpiente y Moisés dio un salto atrás.
Luego Dios le dijo que extendiera la mano y la tomara de la cola. Realmente, así es como debe tomarse una serpiente. Cuando trabajaba en el campo, mi padre me enseñó a tomarla por la cola y darla un latigazo, asi quitandola la cabeza. Nunca nos acerquemos demasiado a una serpiente.
Cuando Moisés tocó la cola, se transformó. En Egipto, simbolizaba el poder divino y Dios mostró que él es el Señor que una serpiente no es nada cuando él habla. Así como Dios tiene poder sobre una vara y una serpiente, también lo tenía sobre Egipto entero. El Dios que hace milagros supera todas las dudas de sus siervos que confían en él y no se atemorizan de los hombres.
Dios hizo una segunda señal o milagro para cualquier escepticismo de Moisés. Le dijo que pusiera su mano en el pecho. Cuando la sacó de allí, se había vuelto leprosa. Eso sí que era una experiencia aterrorizante. Pero Dios le dijo que volviera a poner la mano sobre el pecho y, cuando lo hizo, la mano estaba sana. Dios es quien sana a su pueblo.
Una tercera señal se relacionaba con el agua del Nilo. Se volvió sangre cuando fue derramada (4. 9). Esta señal demostró la grandeza de Jehová sobre la abundancia de Egipto.
Los ojos de Moisés se agrandaron ante aquellos tres milagros. Dios le mostró que su mensaje es coherente. Aun cuando no se había oído una voz profética durante cuatrocientos años, Dios se movió poderosamente entre su pueblo una vez más. Eligió a Moisés como su profeta, su vocero. Se encontró con su hermano Aarón al volver de Madián y los líderes de Israel también le dieron una bienvenida. Así fue cómo el pueblo creyó ( 4. 31).
En una iglesia, los diáconos estaban hablando sobre un plan de trabajo. Algunos pocos no veían bien la idea de que cada diácono cuidara de un número de familias. El plan se diluyó. Al día siguiente, un miembro de la iglesia que no sabía nada de esa experiencia negativa le pidió al pastor los nombres de algunos miembros que él podría visitar. Un poeta ha escrito magníficas palabras que nos alientan: "Dios se mueve por caminos misteriosos para cumplir sus maravillas".
IV
¿Cuál es la cuarta excusa que damos para no servir a Dios? "Señor, no soy elocuente" (Ex. 4. 10). También es una pobre excusa y Dios tiene la respuesta.
La respuesta es que Dios hizo la boca del hombre. El Creador puede corrdinar la lengua, el cerebro y la boca de modo que el hombre pueda hablar, elocuentemente o no elocuentemente. Y si se nos incendia la casa, no esperamos que pase alguien elocuente para avisarle qué pasa. ¡Cualquier boca serviría! La persona que siente que no puede hablar sólo necesita llevar su problema a Dios. Él puede solucionar el problema de cualquiera que sea tartamudo, sea Moisés o Demóstenes.
Clelia Machinandiarena es una magnífica cristiana argentina. Durante seis años sirvió con eficacia como misionera en su país. Es una excelente escritora, oradora y organizadora. Mirta, su hermana menos, también es una mujer dinámica.
En su último año de la escuela secundaria, una persona siempre la ridiculizaba por su fe evangélica. Después de ser molestada cierto dia, lo enfrentó, diciéndole: "Mira, hijo. Yo voy a una villa miseria todos los fines de semana y ayudo a los chicos y las chicas. Y lo hago en mi tiempo libre sin que me paguen. ¿Y tú qué haces?" Así se acabaron las burlas.
Dos años después, Mirta estudiaba filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Un agitador profesional se paró en la clase e interrumpió al profesor. Protestó contra el gobierno y dijo algunas otras cosas. En un arranque emocional, pero profundamente espiritual, Mirta saltó sobre sus pies y le gritó: "¿Por qué no te callas la boca y te sientas? ¡Lo único que sabes hacer es interrumpir la clase y repetir la misma basura política!" El perturbador se sentó diciendo: "Está bien. Me callo." Mirta estuvo a punto de desmayarse cuando se dio cuenta de lo que había hecho.
¿Dios puede liberar la lengua de Moisés para que pueda hablar? ¿Puede liberar la tuya y la mía? Por supuesto. No presentes excusas por no servir a Dios. Él puede contestar todos nuestros pobres argumentos. Dios puede potenciar nuestra capacidades.
Ah, pero tenemos algo más que agregar: "Manda a otro". ¿Se enojó Dios con Moisés o lo haría con nosotrospor nuestra excusas? ¿Acaso un padre no se enoja algunas veces con un hijo que no quiere obedecer? Sí, y Dios también se eonoja con nosotros. ¿Qué hizo? Dios un ayudante a Moisés. Su hermano Aarón estaría a su lado e interpretaría el mensaje. Pero la misión debía cumplirse. Dios mandó a Moisés y nos sigue mandando a nosotros. Comencemos pronto y eliminemos las excusas de modo de poder llevar a cabo lo que se nos ha encomendado.
¿Será fácil el camino del servicio? No necesariamente. Dios nunca lo prometió. Sin embargo, él puede remover los principales problemas y poner nuestra misión en la agenda de hoy mismo. Eso es lo que sucedió con Moisés. Jetro consintió en que su yerno se fuera, Aarón fue a ayudarle y el pueblo expresó su deseo de ser libre. Así fue cómo Moisés y Aarón les ayudaron para alcanzar la libertad del mal.
Franz Schubert murió en 1822 a los 31 años. La pobreza apresuró su muerte prematura. El mundo lo recuerda por su "Sinfonía Inconclusa." Pero ¿por qué dejó incompleto el tercero movimiento? ¿Por qué no escribió un cuarto? Los musicólogos aún se hacen preguntas sobre esa obra maestra.
Pero nosotros tenemos muchas preguntas más directamente personales. Cuando estamos frente a una tarea, ¿preguntaremos al Señor por qué nos eligió a nosotros? ¿Sabremos cuál es nuestra "sinfonía inconclusa"? ¿Completaremos la obra para la cual Dios nos ha llamado? ¿Dónde y cuándo comenzaremos? El punto clave es el de si haremos o no la voluntad de Dios. La elección es sumamente simple. Pero, ¿cuál será nuestra respuesta? (Click Web site: www.PrestonTaylorBooks.Net )
CAPITULO CINCO del libro sobre EXODO Y Los 11 Mandamientos...
HONREMOS A NUESTROS PADRES
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus dÌas se prolonguen en la tierra que Jehovah tu Dios te da.
Exodo 20.12
Ciro el Grande, que murio en el ano 529 a. de C., fue el mas conocido de los reyes de Persia. Los historiadores biblicos y seculares hablan extensamente del fundador de aquel imperio. En medio de sus conquistas y de sus brillantes exitos, un dirigente de la nueva potencia ofrecio a su hija como esposa a Ciro. Este quedo fascinado por aquella oportunidad de casamiento, pero primero busco consejo de su padre y su madre sobre ese tema. La historia nos dice que, entre los persas, por importante que fuera un hijo, nunca se sentaba en presencia de sus padres sin que primero se le diera permiso.
El quinto mandamiento del decalogo se relaciona con el hogar. En la creacion y el proposito de Dios que haya hogares con padre, madre e hijos. Por eso, las palabras de ese mandato merecen ser bien atendidas cuando nos declaran la necesidad de que los hijos honren a sus padres.
Los primeros cuatro mandamientos se refieren a Dios. El quinto pasa al campo de las relaciones humanas diciendo que debemos honrar a nuestros padres.
La palabra "honrar" es una forma de senalar que damos distincion a algo. Se la define como "tener algo en alta estima". Implica respetar en sumo grado y tener gran consideracion para dar honor a otro. Hoy necesitamos un nuevo enfasis en este mandamiento. Es el puente y la demostracion de nuestro amor a Dios y a los demas. Nos relaciona con nuestros padres en base a dos verdades basicas.
I
El mandamieto quinto implica que los padres deben llevar vidas justas si quieren ser honrados. O sea que deben merecer ese honor. Por supuesto, todo hijo aprende que no existe ningun padre perfecto. Los padres saben que no hay hijos perfectos. Sin embargo, si los padres han de ser honrados por sus hijos, es necesario que su vida sea digna de honra, lo que implica una orden definida.
Los padres deben tener fe en Dios. Dios entrego los Diez Mandamientos a los hebreos que habian sido liberados de Egipto y esos padres lo sabian. Confiaban en El, aunque se rebelaban con frecuencia.
Un padre que quiere ser honrado encontrara como serlo si tiene fe en el Senor. Este es el punto de partida. En realidad, tener fe no es algo imposible. Reconocemos que Dios vive, que ha dado a Cristo como el Salvador, y lo aceptamos por fe. Es lo que la Biblia dice en Romans 10:15. Si, podemos creer y recibir a Cristo como el Salvador personal. Pablo escribio a Timoteo para recordadle la fe de su madre y su abuela (2 Timoteo 1:15). Si queremos ser honrados, debemos vivir bajo el paraguas de la fe.
Es necesario que los padres sean buenos ejemplos para sus hijos. Muchos hebreos dieron malos ejemplos mientras erraban por el desierto durante cuarenta anos. De hecho, casi todos de ellos fracasaron. Por lo tanto, Dios hizo que todos los padres murieran en el camino, excepto Caleb y Josue. Esto es una seria advertencia. Debemos ser buenos ejemplos para nuestros hijos si queremos tener larga vida y ser honrados por ellos. Los estudios recientes indican que los padres tienen mas influencia en sus hijos que sus pares. Nuestra conducta y nuestra profesion deben ser honorables. La forma en que vivimos debe ganar el honor de nuestros hijos.
Los padres deben orar por sus hijos. Los hijos honran a quienes oran por ellos. Deben oir a sus padres orando en la iglesia. Mas que en cualquier otra parte deben oirlos orando en el circulo familiar. Pueden orar en la mesa antes de comer. Pueden orar en el tiempo de devocionales familiares. Unos ten o quince minutos en leer la Biblia y orar diaramente no es mucho esperar de los parientes con sus hijos. Una expresion declara: "La familia que ora unida permanece unida." La oracion es parte de lo que mantiene unida a la familia, ante tantas fuerzas que quieren destruirla. Cuando oramos frecuente y fervientemente con nuestra familia, los hijos sienten que tienen un Dios que les protege.
En toda familia debe haber lo que llamamos un altar familiar. No hay familia en la que no se puedan leer juntos unos versiculos de la Escritura en la cena o en cualquier otro momento apropiado cuando todos los miembros estan juntos. Pueden compartir algunas ideas sobre la lectura biblica, mencionar las necesidades familiares y orar brevemente cada uno. Es necesario que demos nueva vida al altar familiar.
Si los padres han de ser honrados por sus hijos, entonces no deben irritarlos. La Biblia declara: "No irriteis a vuestros hijos" (Col.3:21; Ef. 6:4). A los ninos no les gusta que estemos tras ellos todo el tiempo. Disfrutan de un poco de tranquilidad y libertad del mismo modo que los padres.
Un adolescente que vivia con sus padres puso un cartel en la puerta de su dormitorio, donde decia: "Anoche hice mi tarea ecolar, asi que dejenme tranquilo!" Evidentemente podemos molestar a nuestros hijos de muchas maneras. Si queremos que nos honren, no los irritemos.
Debemos tener una relacion sana y feliz con nuestros hijos. Podemos jugar con ellos. Podemos trabajar juntos. Los padres deben tomar tiempo para cazar o pescar o ir a los deportes con ellos. Podemos cantar y comer juntos. Mantengamos esas relaciones familiares de modo que sean una alegria para todos.
Los padres pueden educar a sus hijos. La Biblia y la historia nos muestran que los ninos ansian una buena ensenanza. En Deuteronomio 6, Moises escribio que debemos ensenar con diligencia a nuestros hijos cuando estemos sentados o caminando, cuando llega la noche y cuando se despiertan por la manana. Debemos educarlos a lo largo de la rutina del dia.
Debemos ensenarlos con diligencia la Palabra de Dios, de la que Moises decia que debe ser colocada en los frontales de nuestras puertas y entre nuestros ojos. Los juicios de Dios y la necesidad de estar en su casa deben ser parte infaltable de nuestra educacion. Aun si debe usarse alguna "vara de correccion", debemos hacerlo de modo que a su tiempo el nino entienda el porque. Ellos anhelan se educados y tener limites en sus actividades. Esa disciplina les da seguridad y confianza.
Si educamos a un nino en el camino por el que debe andar, cuando sea anciano no se apartara de ello, como nos dice Proverbios 22.6. Por supuesto, esto es un principio, no una ley ferrea. Hay quienes se rebelan, como aquellos que provienen de hogares de ateos y agnosticos y llegan a ser personas espirituales y aun misioneros y predicadores. Sin embargo, por lo general, un nino responde a las ensenanzas cristianas a una edad temprana. Susana Wesley, la madre de Juan y Carlos, fundadores de la Iglesia Metodista, decia que ella gano a su gran familia "ganando sus corazones en epoca temprana y no permitiendo nunca que se apartaran".
Un hombre recibio una perrita pulguienta y abandonada, de unos cuatro meses. Sintio compasion por aquel ser desvalido. Lo alimento, la bano, le hablo gentilmente, de modo que pronto vio un gran cambio en la vida del animal. La llamo "Anita". No tenia "sangre de reyes" en las venas, pero llego a ser un perro obediente y hermoso, que escuchaba a su amo y lo obedecia. Llego a ser detectora de drogas, lo que hizo que tuviera mucho valor. Eso fue posible por largas horas de entrenamiento.
Un sacerdote llamado Eli tenia dos hijos, que realizaban actos inmorales en la casa de Dios. Finalmente, el Senor dijo a Eli que lo habia rechazado a el y que permitiria que sus hijos murieran, porque el no los habia contenido (1 Samuel 3:13). Si queremos que nuestros hijos nos honren, debemos educarlos. Para ello contamos con la ayuda de la escuela dominical y de la escuela diaria. Sin embargo, el hogar es el lugar basico para la educacion de los hijos.
II
Hay una declaracion es que los hijos han de honrar a sus padres. Quiza no aprueben todo lo que hacen y quiza vean cosas incoherentes en lo que dicen o hacen. Sin embargo, ciertamente veran mas cosas coherentes en sus padres si estos son cristianos. Algunos padres pueden no merecer ser honrados, pero esa no es la cuestion. El hijo debe tener en alta estima a sus padres por su condicion de tales. Veamos, pues, algunas de las formas en que pueden honorarles.
Los hijos deben estar sujetos a sus padres. La palabra "sujeto" es un termino militar, que significa que se esta bajo la autoridad o control de otro. El padre es el jefe de estado mayor, el patron. Querramos o no prestarle atencion, Dios ordeno que los padres tengan autoridad por encima de los hijos. Si un hijo desprecia la autoridad del hogar o no tiene respeto por sus padres, tampoco lo tendra en la ecuela, el trabajo o ante el gobierno. Muchos problemas sociales de la actualidad surgen de esta terrible realidad de que no hay sujecion en el hogar.
Cuando Jesus tenia doce anos, viajo a Jerusalen con Maria y Jose. Lucas incluye una intereante nota sobre el cuando volvieron a Nazaret. Dice que "estaba sujeto a ellos" (2:52). Esa sujecion duro hasta que comenzo su ministerio a los treinta anos. Honramos a nuestros padres porque estamos a sus ordenes.
Los hijos honoran sus padres al amarlos. La segunda parte de los Diez Mandamientos se puede interpretar como el deber de amar al projimo como a uno mismo. Ese amor comienza en la casa para con los padres o quienquiera que este a cargo.
Cuando Jorge Washington era joven, decidio alistarse en la marina. Ya tenia su baul empacado y cargado en un bote en el rio Potomac, cuando miro a su madre y la vio llorando. Sabia que su decision de embarcarse le quebraba el corazon a esa noble mujer. Entonces dijo: "Saquen el baul del bote. No me voy." Su madre le dijo que Dios bendeciria esa decision. Dios le dio a Jorge Washington y a su pais muchas bendiciones porque el habia amado a su madre.
Los hijos honran a sus padres por obedecerles. Esto es muy estricto en la Biblia: "Hijos, obedeced a vuestros padres en el Senor porque esto es bueno" (Efesios 6:1). Por supuesto, si los padres pidieran a un hijo que hago algo indebido, no deberia hacerlo. Sin embargo, la obediencia en los aspectos del trabajo y el estudio y otras de responsabilidad similar son una expresion de honra a los padres.
Los hijos honran a sus padres oir la gratitud que tienen para ellos. Siempre pueden mostrar honrarles por expresiones reales para con ellos. Deben cumplir con tareas cotidianas como sacar la basura, ordenar la ropa, hacer los deberes escolares y muchas otras cosas. La responsablidad da a los hijos un sentido de alegria a medida que transforman en accion la gratitud que tienen hacia sus padres. La falta de gratitud es algo mezquino y cruel.
En "El rey Lear", un drama de Shakespeare, hay una escena donde el esta fuera de su casa en un frio dia invernal. Dice: "Sopla, sopla, tu viento de invierno. No eres tan malo como la ingratitud del hombre. La ingratitud es mas aguda que el diente de la serpiente."
Muchos padres sienten que no los aprecian y no se preocupan por ellos porque no oyen palabras de gratitud. Jamas pensamos nosotros de lo que los parientos han invertido a nuestro favor? Que es el costo de cuidar de un nino desde su nacimiento hasta el quinto o sexto ano? Cuanto valen las comidas diarias? Que de la ropa? Que del costo de la medicina? Que de la renta en la casa por dieziocho anos? Oops! Hay que pensar en honorar a los parientos por lo que ellos hacen a nuestro favor.
Los hijos que honran a sus padres deben pensar en proveer para sus anos de ancianidad. Jesus tuvo un problema con algunos lideres religiosos de su tiempo, porque no querian cuidar de sus padres. Algunos de ellos tenian dinero, pero decian "Corban" o sea que era una suma dedicada a Dios (Marcos 7:9-13). Jesus les recordo que hay un mandamiento que dice que se debe honrar a los padres y que ellos lo hacian nulo al pretender que dedicaban a Dios su dinero.
Cuando Jose estaba en Egipto, hizo que llevaran a sus padres alli. En Genesis 47.12 se nos dice que proveyo para ellos y para sus hermanos. Los hijos que honran a sus padres deben acordarse de ellos durante toda la vida.
Dos hermanos alemanes, Jacob y Wilhem Grimm, registraron las historias de hadas tradicionales. Entre 1812 y 1815, escribieron un libro de 652 paginas, que contenia 211 de esas historias. Una de las mas fascinantes es la del rincon del abuelo.
Era un hombre que vivia con su hijo y su nuera. Sus ojos se habian empanado y sus rodillas temblaban cuando caminaba; ademas, apenas podia oir. Cuando se sentaba a la mesa, a menudo desparramaba la sopa sobre la mesa. Finalmente, pusieron una pantalla delante de el en la mesa y le dejaron comer en un plato hondo. Un dia se sento a comer y dejo caer el plato porque le temblaban las manos y aquel se rompio el plato de barro. La nuera lo reprendio por ser tan descuidado, pero el se limito a mirarla con ojos tristes. Reemplazaron el plato por otro de madera. Le pusieron al "abuelo" a otra mesita aparte para que no tuviesen el problema de verle comer. Unos pocos dias despues vieron a su hijito sentado en el suelo del patio reuniendo algunos trozos de madera. Su padre le pregunto que estaba haciendo y el chico le dijo: "Estoy haciendo un plato de madera para ti y otro para mama para cuando sean viejos." El hijo del viejo y su esposa se miraron por un rato y comenzaron a llorar. Llevaron de vuelta al abuelo a la mesa, donde siguio tomando la sopa con ellos. Nunca mas trataron con rudeza al anciano.
Hay una promesa maravillosa dada a los que honran a sus padres. Dios dice que la vida sera bendecida y que sera larga si honramos a nuestros padres. Cuando tenia noventa anos, a una dama le preguntaron como habia vivido tanto y ella contesto: "Siempre hice lo que mis padres querian que haga." Es un desafio para nosotros hoy. Tendremos un camino de victoria si damos ese paso.