Las piedras claman
Sermon • Submitted
0 ratings
· 273 viewsNo es tiempo de callar es tiempo de hablar, clamar, gritar
Notes
Transcript
LAS PIEDRAS CLAMAN.
Pero él respondió: —Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
No es para nada lo mismo transmitir en vivo que estar juntos. No es fácil hablarle a un teléfono que ver sus hermosas caras al momento de compartir la palabra.
Cuando a mí me dicen iglesia bautista sion, no se me viene lo institucional, o la denominación, ni los lugares donde nos reunimos. Se me vienen las caras de mis hermanos y hermanas, se me vienen las caras de Poroto y Norma… los hijos… etc.
Hoy domingo de ramos, se lo conoce así porque ese domingo fue la entrada triunfal a Jerusalén, vamos a leer un poco el contexto del versiculo que leimos:
A medida que avanzaba, la gente tendía sus mantos sobre el camino.
Al acercarse él a la bajada del monte de los Olivos, todos los discípulos se entusiasmaron y comenzaron a alabar a Dios por tantos milagros que habían visto. Gritaban:
—¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! —¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Algunos de los fariseos que estaban entre la gente le reclamaron a Jesús: —¡Maestro, reprende a tus discípulos!
Pero él respondió: —Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.
Justamente hoy, que recordamos la entrada triunfal a Jerusalen, el Señor dice si estos se callan gritarán las piedras. No quiero hacer teología sobre las piedras, pero esa palabra me da esperanza, porque si las piedras pueden llegar a hablar del Señor yo también puedo, vos también podes.
La gente alababa a Dios por la llegada del Rey a su ciudad. Y lo hacían a los gritos, sin miedo y sin importarles mucho lo que dirían los demás.
De la misma manera, nosotros hoy, estamos en la antesala de la llegada del Señor, ya lo estamos viendo volver. Sigamos alabando y gritando porque el Rey está volviendo.
Debemos anunciarles a todos, debemos hablar.
DESARROLO:
DESARROLO:
1. TIEMPO DE HABLAR
1. TIEMPO DE HABLAR
un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar;
Hay muchos que dicen que no hay que hablar si el Señor no está hablando y si bien entiendo lo que quieren decir, me opongo ferozmente a callar ante la necesidad urgente de que el evangelio sea predicado.
El tiempo de callar de Dios terminó con la llegada del Verbo, la Palabra, Jesucristo.
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
A partir de ese momento se instituyo el tiempo de hablar de parte de Dios, anunciando las buenas nuevas a todo el mundo.
2. EL MIEDO
2. EL MIEDO
Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;
El miedo es la raíz de todas las excusas para no hablar del Señor con los que no creen.
La vergüenza, la timidez, la supuesta falta de conocimiento, o todos los dichos como por ejemplo; no es lo mio, a mí no me sale, no se que decir, etc. todo esto tiene su raíz en el miedo. Miedo al que diran, al rechazo, a perder, a ser mal interpretados, ridiculizados o violentados.
Como dijimos en el principio el Señor está hablando a través de lo que Cristo hizo en la cruz, y quiere que sus hijos no sólo lo alaben, sino que lo anuncien a todo el mundo; este fue su último mandato.
El Señor se le aparece en una visión y le dice que no tema y que hable y le dice el porqué.
porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
y se detuvo un año y medio predicando en esa ciudad.
Y el Señor te dice lo mismo a vos, no temas y habla.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Así que hablemos sin miedo porque el Señor está con nosotros.
Recuerden que nuestro silencio puede ser mortal.
3. EL FUEGO
3. EL FUEGO
Si digo: «No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre», entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más.
Jeremías estaba cansado de que la gente se burlara y no lo escuchara ni le diera cabida a todo lo que él anunciaba de parte de Dios y trató de olvidarse y no hablar más.
Pero si la palabra de Dios está en tu vida no podes retenerla, porque es como un fuego descontrolado.
¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
Cuando vos hablas la palabra, no importando como estés, la palabra por sí sola actúa en la vida de los demás prendiéndolos fuego, quemandolos. Jeremías no estaba en su mejor momento y sin embargo no podía resistirse a hablar de parte de Dios.
Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Predete fuego con la Palabra leyéndola, creyéndola y practicándola, y prende fuego a otros compartiéndola.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Pero él respondió: —Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.