La actitud del siervo

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Estaba recibiendo una palabra y mi espíritu estaba conmovido y es que tenemos que sembrar la semilla que nos fue enseñada. Muchos solo acumularon semilla y no la sembraron y ahora estamos siendo probados para que esa semilla se haga realidad en nosotros; Que no quede como una enseñanza ni como un concepto, sino que se haga vida en nosotros y creemos que en cada turno se debe sembrar. Los hijos tienen que sembrar para cosechar, así como los padres sembraron para cosechar. Nosotros tenemos que sembrar también y creemos que todavía hay tiempo para sembrar un poco porque ya empieza la cosecha de lo que se ha sembrado todo el tiempo.
Siento en mi corazón, creo que es parte de lo que acabo de decir. Hemos estado diciendo que lo que falta en nosotros es la solidez de lo que hemos creído, la palabra no se está cambiando, la palabra está allí porque dice recordando las palabras de Isaías dice Pablo: Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras (). Y quién ha creído esos anuncios, el que haya creído el brazo de Jehová se manifestará en él o en ellos. No es el tema pero lo vamos a mencionar. Si nosotros hemos oído la voz de Dios es tiempo que se haga vida en nosotros.
No vamos a pretender ser maestros, yo creo que nuestra posición actualmente es recordarles y para que retomemos la palabra enseñada y quizás algunos otros puntos que nos van a dar un poco más de luz o decisiones por lo que hemos aprendido por mucho tiempo. Yo creo que este es el momento en que cada uno de nosotros va a tener que revisar su trayectoria, porque también dice:
Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.
Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.
(, RV60)
Isaías 26.17 LBLA
Como la mujer encinta, al acercarse el momento de dar a luz, se retuerce y grita en sus dolores de parto, así éramos nosotros delante de ti, oh Señor.
A saber cuántas personas estuvieron embarazadas y lo que están dando hoy son vientos y no hijos. Yo creo que es importante que nos definamos en una actitud o que tomemos actitud de siervos del Señor.
Yo quisiera leer este pasaje pero yo quisiera aplicarlo a usted o aplicarlo a nosotros:
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
( RV60)
El apóstol Pablo decía en cierta ocasión en una de las cartas que escribió: No no quiero ser descalificado (), Pablo no lo dijo solo por decir o por amenazar ni por dudar sino porque nosotros los humanos somos capaces de devolverle a Dios lo que nos ha dado, por cosas terrenas porque somos tan terrenales que no sé a cuántos centímetros estamos volando de la tierra hacia las alturas ¿A qué altura estamos ya en lo que respecta a las cosas eternas? Quisiera robar su atención en este momento. Hace poco veía yo la obra de Cristo en la cruz del calvario, me impactó ver cuando Dios empieza la obra en el hombre, por ejemplo: Él empieza también la obra en la cruz del calvario en el hombre y veía a los dos malhechores, del que no se arrepintió para qué hablar porque podríamos criticar.
Los dos estaban colgados y allí se estaba haciendo el trato, estaba conviniendo con Cristo el malhechor y se me hizo ver que la obra empieza desde la cruz para arriba y no de la cruz para abajo. Entonces me asombré; Algunos han tratado de aplicar el evangelio solo en cosas terrenas pero allí vi claramente. En cambio el malhechor arrepentido no recibió bendición para la tierra, ya no tuvo nada que ver con la tierra, la salvación y la bendición empiezan de la cruz para arriba, no de la cruz para abajo. Allí entendí que el contenido del evangelio en el hombre no tiene nada que ver con lo de la tierra absolutamente ni el bien, cuando digo el bien, ni la abundancia ni la escasez de la tierra tienen que ver con el trato de la cruz para arriba.
En cambio el otro quería interpretar a Cristo a un nivel humano, a un nivel terreno le dice a Cristo: Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros (). Esa es la batalla que no hemos tomado muy en cuenta, por eso cuando el diablo salió atacando a Cristo le decía: Si eres hijo de Dios (), qué trabajo le quería poner al decirle que hiciera pan y a Jesús no le compete hacer pan; Y el otro malhechor también le dice: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Siempre su enfoque, su interpretación es a lo terreno pero ¿Por qué Cristo ni siquiera le contestó?.
Por eso ya no gastemos tiempo en estar embarrados de las cosas terrenas interpretando el evangelio hacia las cosas terrenas, no tiene nada que ver porque si come bien: ¡Qué bendición! Eso no es, eso es barriga llena corazón contento, tal vez, a saber. Le decía un malhechor: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros, siempre lo traduce a lo terreno y Cristo no le responde ni una palabra; Porque no le compete nada de la cruz para abajo sino de la cruz para las esferas celestes, eso es lo que compete al evangelio que nosotros debemos aprender, cuando digo aprender no digo de memoria porque si yo les pregunto textos, ustedes me llenan de textos.
Pero lo que se debe entender es que el hombre tiene que hacer un parte en su vida, porque esto es lo que me asombra a mí: Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca (). Eso hace Él, Jehová es bueno. Dios es bueno pero ¿Qué espera Dios del hombre? Lo que Dios espera es que el hombre tenga algo bueno, no para salvarlo porque para salvar al hombre solo debe ser un hombre malo. Y el hombre tiene que dar frutos de la salvación, de la redención, de los beneficios que Dios haya hecho en su vida, tiene que demostrar el hombre para alcanzar
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