...el tiempo de los Jueces
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Introducción
Introducción
Cuando vivimos tiempos como los que estamos viviendo, en ocasiones nos preguntamos, “habrá un propósito detrás de todo esto?”
La persona que no cree en Dios ve lo que está ocurriendo y piensa que estamos aprendiendo que el gobierno necesita estar más preparado para emergencias como estas.
Los empresarios ven las consecuencias de la pandemia y tratan de pensar que cosas podrían hacer el futuro para que estos sus empresas puedan sobrevivir una crisis económica como la que estamos viviendo.
Pero, el creyente mira lo que está ocurriendo y sabe que Dios está detrás de todo esto puesto que él es soberano.
Nada puede suceder sino porque Dios lo ha permitido.
Por lo tanto, el creyente sabe que hay algo que la humanidad necesita aprender mediante la crisis mundial que estamos viviendo.
Hoy iniciamos una serie expositiva sobre el libro de los Jueces.
Es un buen libro para estudiar porque vemos como el pueblo de Dios vivió crisis tras crisis nacional.
El libro de Jueces se divide en tres partes:
Capítulos 1-2 sirven como una introducción.
Capítulos 3-16 presentan las vidas de los 12 jueces que Dios levantó en Israel.
Capítulos 17-21 narran como Israel se hundió en la inmoralidad y rebelión contra Dios
En los capítulos 3-16 vemos como el pueblo de Dios vivió una serie de crisis nacionales que casi acababan con la nación.
II. Introducción a Jueces
II. Introducción a Jueces
Introducción
Introducción
Moisés ha sacado al pueblo de Israel.
Moisés ha muerto y Josué ha guiado al pueblo de Dios para tomar posesión de la tierra prometida.
Sin embargo, cuando inicia el libro de Jueces vemos que Josué acaba de morir:
Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo:
Por tanto, el líder que Dios había levantado para guiar a su pueblo ha muerto.
Ahora el pueblo debe seguir adelante y tomar posesión de la tierra que Dios les había entregado.
No olvidemos que la tierra era habitada por los pueblos cananeos.
Los cananeos eran pueblos idólatras.
Eran pueblos que no buscaban a Dios.
Eran pueblos que ofrecían a sus hijos en sacrificio a sus dioses páganos.
Por medio de Moisés Dios había dado instrucciones muy claras acerca de lo que Israel debía hacer al entrar a la tierra prometida:
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Dt
Dios había ordenado que al entrar a la tierra prometida Israel debía:
Echar de la tierra a estos pueblos paganos.
No debía hacer ninguna alianza con ellos.
No debía tener compasión de ellos.
No debía dar a sus hijos en matrimonio con los pueblos cananeos.
Dios sabía que si Israel no destruía a estos pueblos paganos, tarde o temprano Israel comenzaría adorar a los ídolos de los cananeos y se rebelaría contra Dios.
A final de cuentas, Israel era el pueblo santo de Dios. Ellos eran un pueblo ricamente bendecido por Dios.
Vemos la bendición de Dios sobre ellos desde el momento que Dios llama a Abram desde Ur de los Caldeos para convertirse en el padre del pueblo hebreo.
Vemos la bendición de Dios cuando los sacó de la esclavitud Egipcia.
Vemos la bendición de Dios sobre ellos cuando los sostiene en su peregrinaje en el desierto.
Dios les dio comida, bebida, los protegió de las bestias del campo.
Dios los guardó de toda clase de peligro.
Vemos la bendición de Dios a darles una tierra con:
Casas que ellos no habían construído
Viñas y huertos que ellos no habían cultivado
…ciertamente Dios estaba cumpliendo su promesa de darles una tierra que fluye leche y miel.
De cierta manera podemos ver nosotros a nuestro alrededor las bendiciones de Dios en nuestras vidas y en este país.
Vivimos en un país ricamente bendecido.
Vivimos en un país desarrollado.
Vivimos en un país donde hay oportunidad.
¿Ahora, cómo respondería el pueblo de Dios?
Dios había sido fiel a sus promesas.
¿Serían ellos fieles al mandato de Dios?
¿…que tan fiel ha sido nuestra sociedad/nuestro país a Dios?
II. El pueblo desobedece
II. El pueblo desobedece
En vemos que el pueblo está alistándose para pelar contra los cananeos:
Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?
Jueces 1.1
En parte comienzan bien. Podemos ver como Judá y Simeón inician su campaña de guerra contra los cananeos.
Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él.Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres.
Jueces 1:2-4
Sin embargo cuando llegamos a un poco más de la mitad del capítulo 1 vemos que el pueblo pierde su enfoque.
Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.
Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra.
Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer.
Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.
Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob.
Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.
Jueces
Vemos que en cada uno de estos pasajes, el pueblo de Israel falló en hacer lo que Dios había demandado.
Dios les había dicho que exterminaran a los pueblos cananeos y ellos no obedecieron.
Alguién podría decir que Israel tuvo compasión de los pueblos cananeos pero que a pesar de haberlos dejado con vida - ellos se mantendrían fieles a Dios.
Sin embargo, Dios les había advertido por medio de Moisés, que si no exterminaban a los cananeos tarde o temprano ellos se iban a apartar de Dios.
Es por eso que en se aparece el ángel del Señor delante del pueblo de Israel y los confronta.
Y el ángel del Señor subió de Gilgal a Boquim y dijo: Yo os saqué de Egipto y os conduje a la tierra que había prometido a vuestros padres y dije: “Jamás quebrantaré mi pacto con vosotros,
y en cuanto a vosotros, no haréis pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribaréis.” Pero vosotros no me habéis obedecido; ¿qué es esto que habéis hecho?
Por lo cual también dije: “No los echaré de delante de vosotros, sino que serán como espinas en vuestro costado, y sus dioses serán lazo para vosotros.”
Y sucedió que cuando el ángel del Señor habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
Y llamaron a aquel lugar Boquim; y allí ofrecieron sacrificio al Señor.
Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él.Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres.Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; y derrotaron al cananeo y al ferezeo.
Jueces 1.2-
El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?
Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.
Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla.
El ángel del Señor, Dios mismo, los confronta y les advierte de la gran falta que han cometido ante Dios pues ciertamente se apartarán de Dios para seguir a los ídolos.
El pueblo no lo puede creer y llora de desesperación puesto que saben que es Dios mismo quién está hablando con ellos.
A partir de vemos la caída del pueblo de Dios.
Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.
Muere la generación que vio las bendiciones de Dios.
Muere la generación que experimentó como Dios fue a rescatar a su pueblo.
Muere la generación que había visto la mano de Dios.
…y nace otra generación que no reconoce a Dios.
…nace otra generación que no tiene nada que ver con Dios.
Estamos viviendo en un tiempo muy similar a lo que ocurre en .
Estamos viviendo un tiempo en que nadie busca a Dios.
Vivimos en un tiempo donde la gente cree que es necio, tonto, o perdida de tiempo creer y buscar de Dios.
Vivimos en un tiempo donde la gente cree que la ciencia o el gobierno es la solución a todos los males.
Sin embargo, la gente se da cuenta que ni el gobierno, ni la ciencia, ni la fortuna de los grandes empresarios del mundo ha podido parar con esta pandemia.
Estamos a la merced de Dios.
Somos una humanidad indefensa peleando contra un enemigo invisible.
Ahora, veamos lo que sucedió en los tiempos de Israel cuando el pueblo se apartó de Dios:
Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.
Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.
…así nos encontramos. Esta es la condición de EEUU, de México, de Colombia, de Europa, de la humanidad entera.
Las consecuencias de todo esto es el juicio divino:
Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.
Jueces 2.
Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.
Vemos que Dios envió su juicio sobre su pueblo.
El pueblo sufrió derrotas de guerra, sufrió pestilencia, sufrió enfermedad, sufrió crisis económica, etc.
La mano de Dios estaba contra su pueblo puesto que le habían dado la espalda a Dios.
Habían experimentado las bendiciones de Dios y aun así le dieron la espalda.
A pesar de haber probado la bondad de Dios prefirieron adorar los ídolos paganos.
Sin embargo, la crisis fue usada por Dios para humillar a su pueblo y que volviera a Dios.
La disciplina de Dios tenía el propósito que la humanidad volviera su rostro a Dios, arrepentidos, y volvieran a confiar en la fuente de vida eterna.
Dios estaba usando la crisis para que el pueblo volviera a entregar su vida completa a Dios.
Es por eso que Dios levantó a los jueces (gobernantes) para librar a su pueblo de los pueblos enemigos que los tenían subyugados:
Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban;
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Dios usaba a los pueblos paganos para que ellos mismos fueran el medio por el cual Dios castigaba a su pueblo para humillarlo.
Pero, al ver que el pueblo se arrepentía Dios enviaba un juez, un libertador, para rescatar a su pueblo.
Jueces 2.16
Tristemente, al morir el juez, el pueblo volvía a olvidarse de Dios.
Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.
Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
Conclusión
Conclusión
¿Qué no es quiere decir Dios mediante esta pandemia?
¿Qué quiere Dios que aprenda la humanidad?
Somos una humanidad que se burla de Dios.
Somos una humanidad que no tiene tiempo para el único que nos puede librar.
¿Qué le quiere decir Dios a la iglesia?
Quizá nosotros mismos nos hemos vistos envueltos en la desesperación y ha fallado nuestra fe.
Es tiempo de humillarnos bajo la poderosa mano de Dios y pedirle a Dios que nos libre de esta aflicción y que nos permita aprender lo que él quiere que aprendamos.
Seguramente Dios tendrá misericordia de aquellos que buscan su rostro.
Seguramente Dios perdonará nuestros pecados y sanara nuestra tierra pues Cristo murió en la cruz para cubrir los pecados de los que creen en él.