Siete frases de Jesús en la cruz.

muerte y crucifixión de Jesús  •  Sermon  •  Submitted
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El mensaje de la a cruz fue la expresión suprema del amor redentor de Dios.

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Introducción:

Sin duda alguna el acontecimiento más importante en la historia de la humanidad es la crucifixión de Jesús y también sus resurrección.
Hoy quiero que recordemos esas siete frases que Jesús nos da, en el momento que acontece la crucifixión. Siendo éste uno de los momentos supremos de su vida y de la historia,son palabras o frases que cobran mucho interés sobre todo en sus significado y esas palabras que fueron recogidas en los Evangelios, podemos estudiarlas hoy, siempre serán palabras de aliento para la iglesia del Señor Hoy, y también un mensaje al mundo que vive sin Cristo.

1. La primera Palabra:“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”

Hermanos aquí encontramos estas palabras dirigidas al ¨Padre¨, notemos, que cuando Jesús habla al padre, no está solicitando que disminuyan sus dolores, sino su petición es:
¨Perdón para los que le crucificaban¨ , ¡Qué tenga misericordia de ellos!
Jesús reconoce que ellos lo hacían por ignorancia, ya que aunque lo estaban crucificando, era el plan de Dios para salvación de todo aquel que creen en él.
El apóstol Pablo hablando de la sabiduría de Dios, en dice:
1 Corintios 2.8 RVR60
8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
Todos actuaron en ese tiempo, porque ese era el plan de Dios, aunque ellos no lo sabían y pensaran otra cosa,por eso el Señor, entonces, ruega a su Padre que no les tome en cuenta este terrible pecado que cometían los gobernantes y el pueblo de Jerusalén. Intercede por sus enemigos cuando más mal le hacían.
Esto nos debe llevar a nosotros a aprender a perdonar y orara por aquellos que nos hacen daño u ofenden, ese es el carácter de Cristo, que debe estar en todos los que hemos creído en Él, así nos enseño, y así lo hizo:
En el sermón del monte...
Mateo 5.44 RVR60
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
En la oración modelo, conocida como el padre nuestro…
Mateo 6.12 RVR60
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
No es fácil, el llamado del Señor, pero es lo que espera de cada uno de nosotros.

2. Segunda frase: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”

Esta segunda frase o palabra como comúnmente se conoce, es la que dirige al ladrón que mostró arrepentimiento, aquel ladrón había hecho una declaración asombrosa de fe, puesto que llamó a Jesús “Señor”.
Este reconoció la existencia de un más allá, en el cual las personas están en plena capacidad intelectual, al decir:
“Acuérdate de mí”.
“Cuando vinieres en tu reino”.
E incluso pudo ver en aquel crucificado al futuro rey de Israel, pues le expresó: “Cuando vinieres en tu reino”.
Pero la respuesta del Señor sobrepasó sus expectativas, pues Jesús le dijo, que en ese mismo día su oración sería contestada, al encontrarse con él en el paraíso.
Hermanos aún en el momento de suprema debilidad, el Señor continúa con su autoridad para beneficio de otros y salva a un pecador arrepentido.
Este es un mensaje al mundo, para el hombre, para la mujer que vive sin Cristo: ¨Sólo debes reconocer que Jesús es el único que puede salvarte, sólo debes reconocer que Él es el Señor¨, arrepentirte de la forma en que has vivido, sin Dios, y Él te dará entrada al cielo, donde se encuentra a la diestra del padre, y de donde le esperamos.

3. La tercera frase o palabra, “Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre”

Hermanos, el Señor aquí demuestra su sentido de responsabilidad hacia su madre, encomendándola a Juan, su mejor amigo.
La verdadera humanidad de Jesús resalta en estas palabras. Es un hombre que está a punto de morir y desea conseguir para su amada madre un mínimo de seguridad, por lo cual la encomienda a aquel de entre sus discípulos más íntimos que tenía cierta posibilidad económica, de acuerdo a los historiadores.
Además, muchos historiadores opinan que •María era hermana de •Salomé, la madre de Juan y Jacobo, por lo tanto, tía de Juan.
Toda las escrituras habla sobre el honrar al padre y a la madre y tiene en este acto una muestra ejemplar.
Además, el Señor estaba ofreciendo un regalo de amor a Juan, una demostración especial de amor hacia su discípulo, al poner a su cargo, nada más y nada menos, que a su bienaventurada progenitora.

4. La cuarta frase o palabra es; “¿Elí, Elí, lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?” ()

“Cerca de la hora novena”, según Mateo(() y “a la hora novena”, según Marcos ), en medio de una misteriosa oscuridad, se escucha la cuarta palabra.
Antes se había dirigido a su Padre, ahora se dirige a su Dios. No se trata de un susurro, sino de “una gran voz”.
Es un grito de desesperación pronunciado por alguien que experimenta la última de todas las soledades: el abandono de Dios.
Son palabras del
Salmo 22.1 RVR60
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Es muy seguro el Señor las conocía muy bien, tomaron para él en ese momento su plena significación. Por eso las usa:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.
¿Repetiría el Señor todo el resto del salmo en forma inaudible? No se nos dice.
Sin embargo aunque David quien escribe este salmo estaba hablando de su experiencia personal, la interpretación principal se refiere al Señor Jesucristo. se trata de una profecía puesta en aquella poesía describe mucho de lo que acontecía en el alma de Jesús en el momento de la cruz (“¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?).
Tener sobre sí la carga de los pecados del mundo traía, necesariamente, el juicio de Dios.
Jesús estaba clamando angustiado debido a la separación que ahora experimentaba de su Padre celestial por primera y única vez en toda la eternidad.
Este es el único momento del que tenemos registro que Jesús no se dirigió a Dios como Padre.
Porque él ya había tomado el pecado del mundo sobre sí mismo, el Padre le dio la espalda.
Ese misterio es tan grande e inexplicable en alguna manera y por algunos medios, y en los secretos de la soberanía y la omnipotencia divinas, el Dios-Hombre fue separado de Dios por un breve tiempo en el Calvario, mientras la ira furiosa del Padre fue derramada sobre el Hijo sin pecado, quien en gracia sin igual se convirtió en pecado por quienes creen en Él.
Habacuc declaró de Dios: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio” (a).
Habacuc 1.13 RVR60
13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,
Hermanos Dios volvió la espalda cuando Jesús estaba en la cruz porque no podía mirar el pecado, o quizás de modo más específico, a su propio Hijo. Tal como Jesús se lamentó a gritos, Dios el Padre lo había desamparado.

5. La quinta frase o palabra de Jesús: “Tengo sed” ()

Esta quinta palabra sale de uno que es verdadero hombre.
Los soldados habían tratado de que el Señor bebiera un sedante compuesto por vino agrio y mirra, “pero después de haberlo probado, no quiso beberlo”
Así nos informa Mateo y Marcos.
Mateo 27.33–34 RVR60
33 Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, 34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
Marcos 15.23 RVR60
23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.
Salmo 22.15 RVR60
15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Salmo 69.21 RVR60
21 Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
La jornada, hasta el momento, había sido extenuante. Su cuerpo estaba deshidratado, tal como habían predicho las Escrituras:
Salmo 22.15 RVR60
15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Salmo 69.21 RVR60
21 Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
Jesús la había rechazado porque quería beber la copa de la ira del Padre contra el pecado de la forma más completa que sus sentidos pudieran experimentar.

6. La sexta frase o Palabra: “Consumado es”

Después, el Señor dice que todo ha llegado a su fin...
No es el final de la historia, sino la cúspide de la obra que se le había encomendado:
Ofrecer su cuerpo, dar su vida en expiación por los pecados de los hombres.
Todo su ser estuvo siempre sumergido del deseo de hacer la voluntad del que le envió y acabar su obra .
Juan 4.32 RVR60
32 El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
Juan 4.34 RVR60
34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
Lucas 13.32 RVR60
32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.
Ahora, tras los muchos sufrimientos que había padecido, reconoció que lo había logrado.
Juan 17.4 RVR60
4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Lo mismo que había dicho en la oración por sus discípulos en
Juan 17.4 RVR60
4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
En realidad, el Señor gritó estas palabras . Fue un grito de triunfo; la proclamación de la victoria. La obra de la redención que el Padre le dio estaba completa: había expiado el pecado , había derrotado a Satanás y lo dejó impotente.
Fue el grito de culminación de la obra de la redención por parte de Cristo, significa que nada debe o puede añadírsela.
Fue un grito que declara, que la salvación no es el esfuerzo conjunto de Dios y el hombre, es completamente una obra de la gracia divina, apropiada solo por la fe ().
Efesios 2.8–9 RVR60
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Y por último...

7. La séptima frase o palabra: “clamando a gran voz, dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” ()

Entonces, en la séptima palabra de nuevo usa el término “Padre”. Se cumple así la profecía del
Salmo 31.5 RVR60
5 En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
() nos dice que el Señor “entregó el espíritu”
Juan 19.30 RVR60
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Eso nos muestra que fue un acto de su voluntad, porque él había dicho:
“… yo pongo mi vida.… Nadie me la quita. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar” ().
Se trata, sin embargo, de una muerte real. El Señor realmente murió. No fue un desmayo ni cosa parecida, sino que como nos dice el escritor de Hebreos, en
Hebreos 2.9b RVR60
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
, él sufrió el “padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”
Hebreos 2.9 RVR60
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Hebreos 2.9b RVR60
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Por la muerte de Cristo, nos identificamos con Él, en tanto lo recibimos como nuestro Salvador.
Con su muerte, la maldición de la muerte por el pecado queda eliminada, y ahora somos herederos junto con ÉL del reino eterno.

Conclusión:

Siete frases o palabras, siete mensajes:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
2. “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre” –2
Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre”
“¿Elí, Elí, lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?” ().
“¿Elí, Elí, lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?” ()
“¿Elí, Elí, lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?”
“¿Elí, Elí, lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?”
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
“Tengo sed” ()
“Tengo sed” ().
“Consumado es”( ).
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” ()
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” ()
“Tengo sed” ()“Consumado es”
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes sean, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
La crucifixión del Señor Jesucristo es el clímax de la historia de la redención, el centro del plan de la salvación.
Hermanos, no hay palabras humanas, no importa cuán elocuentes, para expresar adecuadamente el significado de la muerte de Cristo.
Jesucristo fue a la cruz porque Dios “nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados¨.
La cruz fue la expresión suprema del amor redentor de Dios, también fue la manifestación final de la depravación humana; el pecado más notorio contra la luz, la gracia y el amor divino.
eL MENSAJE DE LA CRUZ, DEBE
la cruz fue la expresión suprema del amor redentor de Dios, también fue la manifestación final de la depravación humana; el pecado más notorio contra la luz, la gracia y el amor divino.
Juan Capítulo 72: La crucifixión de Jesucristo (19:17–30)

la cruz fue la expresión suprema del amor redentor de Dios, también fue la manifestación final de la depravación humana; el pecado más notorio contra la luz, la gracia y el amor divinos.

El único remedio para el pecado y sus consecuencias eternas es el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz.
Que Dios nos bendiga.
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