Porque Cristo vino al mundo.

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Cristo mismo nos dijo porque razones vino al mundo.

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POR SU SANGRE

La introducción al problema

dijo: “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” En otra ocasión dijo que el hijo del hombre vino “para dar su vida en rescate por muchos” ().

Cristo mismo nos dijo porqué vino al mundo. En dijo: “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” En otra ocasión dijo que el hijo del hombre vino “para dar su vida en rescate por muchos” ().

Introducción: El apóstol Pablo declaró claramente el porqué Cristo vino al mundo: “el Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados, para librarnos del presente siglo malo” (). “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (). “Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” ().

1. De estas declaraciones queda claro que el propósito de la muerte de Cristo fue:

Para salvar un pueblo de sus pecados.

Para librar un pueblo de este presente siglo malo.

Para purificar y hacer santo a un pueblo.

Para crear a un pueblo celoso de buenas obras.

2. Otros pasajes bíblicos explican lo que Cristo realmente logró en su muerte. Hay cinco cosas que podemos notar:

Por la muerte de Cristo, un pueblo es reconciliado con Dios. ( )

Romanos 5.1 RVR60
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

Por la muerte de Cristo, un pueblo es perdonado y justificado. ()

Romanos 3.24 RVR60
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

Por la muerte de Cristo, un pueblo es perdonado y justificado. ()

Por la muerte de Cristo, un pueblo es limpiado y hecho santo. (, )

Hebreos 10.14 RVR60
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Por la muerte de Cristo, un pueblo es limpiado y hecho santo. (, )

Efesios 5.25–27 RVR60
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Efesios

Por la muerte de Cristo, un pueblo es adoptado como hijos de Dios. ()

Gálatas 4.4–5 RVR60
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Por la muerte de Cristo, un pueblo es glorificado y recibe la vida eterna. ()

Hebreos 9.15 RVR60
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

De toda esta evidencia la enseñanza bíblica está clara: La muerte de Cristo tenía la intención de traer a los hombres perdón ahora y la gloria venidera en el futuro.

Todos los hombres están librados del pecado, son perdonados y serán glorificados, o:

Cristo ha fracasado en su propósito.

Cristo ha fracasado en su propósito.

Sabemos que la primera cosa no es cierta y la segunda consideración (que Cristo ha fracasado) es un insulto a Dios.

Para escapar del problema creado por aceptar alguna de esas dos sugerencias, los que afirman que Cristo murió por todos los hombres dicen que no fue el propósito de Dios que todos se beneficiaran de su muerte.

Dicen que el beneficio es solamente para aquellos que producen la fe y creen en Cristo.

Este acto de fe tiene que ser algo que algunos hombres hacen por sí mismos, haciéndose así diferentes de los demás. (Si la fe fuera algo obtenido por la muerte de Cristo, y si Cristo murió por todos los hombres, entonces todos los hombres tendrían fe).

[1] Owen, J. (2001). Vida por Su muerte. (J. K. Davies, Ed., O. I. Negrete & T. R. Montgomery, Trads.) (pp. 14–15). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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