Los instrumentos que usaron con Jesus
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Los instrumentos que usaron con Jesus
Los instrumentos que usaron con Jesus
INSTRUMENTOS QUE HABLAN DEL SUPLICIO DE JESÚS
1 Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó.2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura;
juan 19.1
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Es mi deseo el reflexionar sobre diez instrumentos que fueron empleados en el suplicio de Jesús de Nazaret. A cada uno de ellos les invitaré a hablarnos sobre la pasión.
I. LA VENDA –
I. LA VENDA –
64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
1. Este escarnio tomó lugar delante del sumo sacerdote Caifás
57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin. 59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, 60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, 61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. 62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? 63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. 65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. 66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! 67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, 68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
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2. Allí jugaron con Jesús al profeta. Físicamente fue golpeado y vendado para que no viera a sus castigadores.
3. Esa venda diría:
«Conmigo vendaron sus ojos, pero Él miraba a través de mí. Sus ojos estaban impregnados de amor, de compasión y de perdón.»
2. El LÁTIGO
2. El LÁTIGO
1 Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó.
26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
mateo 27:26
1. El látigo romano tenía muchos flecos de cuero y en sus puntas se le adherían huesos y fragmentos metalicos.
2. Aquel látigo fustigante cayó despiadadamente sobre la espalda de nuestro Señor Jesucristo, abriendo avenidas de sangre.
Ciertamente no se explica o informa el número de azotes que recibió nuestro salvador, aunque en la ley romana se daban 40, y Pablo lo dice que 5 veces recibió "POR LOS JUDÍOS", los romanos le dieron azotes a Jesús hasta quedar exaustos, no fueron 39 obviamente, le azotaron hasta el cansancio.
3. Ese látigo diría: «Fui usado para lastimar, azotar y herir la espalda de Jesús. Con furia incontrolable lo castigaba. Pero tengo que decir:
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
3.LA CORONA DE ESPINAS
3.LA CORONA DE ESPINAS
2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura;
29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
– «Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza…» (, cf. ).
1. Esta corona fue improvisada. Fue producto de mente humana. Fue una coronación desde el punto de vista del mundo y no de Dios.
2. El Cristo apocalíptico vendrá a establecer su reino con muchas diademas (gr. «diademata» sobre su cabeza ().
12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
3. Esa corona diría:
«Yo desgarré su frente. Fui forzada a coronarlo para burla y desprecio de Él. No lo vi soltar una sola lágrima. Soy bienaventurada con haber estado en su cabeza y mis espinas con las cuales le herí fueron bañadas con su sangre.»
Hay además un simbolismo plasmado en la corona de espinas. Cuando Adán y Eva pecaron, trayendo el mal y la maldición al mundo, parte de la maldición que recayó sobre la humanidad fue “…maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá…” (,
4.LA CAÑA
4.LA CAÑA
29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
«… y una caña en su mano derecha…» ().
1. El báculo en las manos de los reyes era símbolo de su autoridad y realeza.
La reina Ester alcanzó gracia cuando el rey Asuero le extendió su cetro de oro y ella tocó su punta ().
2 Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.
2. Esa caña diría:
«Me pusieron en su mano derecha para mofarse de Él. Sentí su mano apretarme.
Con esa misma mano sostiene las siete estrellas del apocalipsis (1:16).
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;
Aunque era una simple caña, me pasó lo de la zarza en el desierto, fuimos escogidas. En su mano me sentí como un cetro de oro. Cuánto desearía ser esa “vara de hierro” con la cual Él regirá a las naciones (). Ni por un solo minuto lo sentí temblar de miedo. Me apretaba como todo un Rey.»
Aunque era una simple caña, me pasó lo de la zarza en el desierto, fuimos escogidas. En su mano me sentí como un cetro de oro. Cuánto desearía ser esa “vara de hierro” con la cual Él regirá a las naciones (). Ni por un solo minuto lo sentí temblar de miedo. Me apretaba como todo un Rey.»
5. EL MANTO DE PÚRPURA
5. EL MANTO DE PÚRPURA
«… y le vistieron con un manto de púrpura» (, cf. ).
2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura;
28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
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1. Mateo nos dice de Jesús:
2. La desnudez para un judío era una vergüenza y una ofensa grave en su honor.
Ese «manto de púrpura» no le fue puesto, sino que se lo arrojaron a manera de desprecio sobre su cuerpo desnudo.
3. Ese manto diría: «Me tiraron encima de Él. Pero al cubrir su cuerpo me sentí como un manto real. El Rey me dio realeza. Un día marchará «en la grandeza de su poder»
1 ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
isaias
(). Sus «vestidos rojos» serán hermosos ().
6.LOS CLAVOS
6.LOS CLAVOS
18 y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.
– «… y allí le crucificaron…» ().
1. Los clavos para crucificar medían sobre seis pulgadas y atravesaban al crucificado sobre las muñecas y los tobillos. Entre las piernas del mismo unido al madero había una estaca que sostenía el cuerpo.
2. Su entrada para sujetar el cuerpo a la cruz era dolorosa y hacía que sus víctimas gritaran de dolor.
3. Esos clavos dirían: «Este crucificado era diferente. Mientras el verdugo dejaba caer sobre nosotros tres por turno, aquel pesado mazo; abrimos heridas en las muñecas y los tobillos de Jesús. Sangre nos cubrió. Pero Él no se quejó, no dijo una sola palabra.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Lo menos que nos imaginábamos que «por su llaga» muchos serían sanados ();
y que Tomás metería sus dedos de incredulidad en las heridas sin cerrar que dejamos»
Lo menos que nos imaginábamos que «por su llaga» muchos serían sanados (); y que Tomás metería sus dedos de incredulidad en las heridas sin cerrar que dejamos» ().
27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
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7.EL RÓTULO
7.EL RÓTULO
37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
– «Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: Éste es Jesús, el Rey de los Judíos» ().
1. Según la ley romana el condenado a la crucifixión tenía que cargar un rótulo o placa con la inscripción de su acusación.
2. Esta acusación hecha a Jesús fue inscrita trilingüe (hebreo, griego y latín,
20 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.
Lo más probable es que serían las siglas: INRI.
). Lo más probable es que serían las siglas: INRI.
3. Ese rótulo diría: «Yo llevé el mensaje que decía: “ÉSTE ES JESÚS DE NAZARET, EL REY DE LOS JUDÍOS”. Todas las cabezas se levantaban a mí y me leían. Allí me sentí sobre su cabeza como una placa que se dio al verdadero Rey de los Judíos. Su porte y sus palabras desde la cruz fueron prueba de que Él sí era Rey.»
8.LA ESPONJA Y EL HISOPO –
8.LA ESPONJA Y EL HISOPO –
29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
«Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo se la acercaron a la boca» ().
1. Aquella esponja mojada por el vinagre y sostenida por aquel hisopo tocó los labios resecados del Señor Jesucristo.
2. En vez de mitigar su sed la intensificó. Pidió agua () y le dieron lo amargo.
28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.
3. Esa esponja y ese hisopo dirían: «Nosotros fuimos usados no para dar a Él lo dulce, sino lo amargo. Lejos estábamos de que ayudaríamos a cumplir la profecía que dice: Y en mi sed me dieron a beber vinagre» ().
9.LA LANZA
9.LA LANZA
34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
1. Al ver los soldados muerto a Jesús, uno de ellos le atravesó su costado con la lanza (, ).
2. Jesús no fue muerto por la lanza, pero la lanza testificaba que sí murió. su muerte fue real y confirmada.
El médico James Thompson cree que Jesús no murió por agotamiento, ni por los golpes, ni por las 3 horas de crucifixión, sino que murió por las terribles experiencias físicas y emocionales que literalmente le produjeron el rompimiento del corazón. La sangre del corazón se mezcló con el líquido del pericardio que rodea el corazón. La lanza del soldado rompió el pericardio y brotó la mezcla de sangre y agua.
Jesús nos sorprende incluso hasta el final de su vida terrenal. Nos entrega todo: su Cuerpo, su Sangre, el agua de su vida que brota para la vida eterna desde su Sagrado Corazón.
3. Esa lanza diría: «Cuando atravesé su costado su sangre me cubrió. Al salir de su costado agua y sangre brotó del mismo. Sobre esa profunda herida que dejé en su costado Él le dijo a Tomás:
27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
10.LA CRUZ –
10.LA CRUZ –
17 Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;
«Y allí le crucificaron…» ().
1. Jesús en la cruz estuvo despojado de sus vestidos ().
23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.
Ya con anterioridad a la crucifixión leemos: «Y despojándole, le echaron encima un manto escarlata» ().
2. La desnudez habla de vergüenza (; ). En su desnudez Jesús llevó nuestra vergüenza.
18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
3. La cruz diría: «Sobre mí Jesús de Nazaret fue clavado.
Vi una avalancha de pecados y enfermedades que en él fueron clavados en mí.
También clavó en mí la maldición de la Ley.
De un instrumento de suplicio, Él me constituyó en un símbolo de perdón y redención.
Sin Jesús yo no hubiera llegado a ser nada. Hubiera sido algo así como una horca, una guillotina o una silla eléctrica… un instrumento de pena capital.»
de maldicion a bendicion
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
CONCLUSIÓN: ¿Con qué estaremos nosotros hiriendo a nuestro Señor Jesucristo?