Salmo 22 A
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Introducción
Introducción
Estamos celebrando hoy el domingo de resurrección y quisiera que leyéremos sobre la dolorosa y humillante experiencia de Jesus en cruz y sus palabras de victoria después de su resurrección, el único lugar donde esto es descrito es un salmo compuesto por David 1.000 años antes de que este evento ocurriera.
¿Como es posible que Jesus haya hablado antes por boca de David? Es posible por que él es el mismo hoy y por los siglos, y por que la biblia dice:
“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.” (1 Pedro 1.10–12)
El Espíritu de Cristo ha inspirado a David para revelarnos de manera profética como fue la experiencia de su propia muerte en la cruz y para anticipar su victoria - que gozo que esto haya sido escrito para nosotros, esto que los ángeles anhelaban mirar, es puesto delante de nuestros ojos para nuestro gozo.
Me parece improbable que esta halla sido la experiencia exacta de David, pues el salmo describe cosas que ni siquiera sucedían en su época como es la experiencia de la crucifixión (16-17), tampoco se conoce que hayan desnudado en alguna parte a David y hayan rifado sus vestidos. David sufrió persecución y angustia a causa de sus enemigos, pero nunca de esta manera, las palabras de quien habla en el salmo trascienden a la experiencia del salmista, quien de seguro estaría de acuerdo en afirmar hoy que él jamás fue abandonado a sí por Dios en manos de sus enemigos, como lo fue el autor de este salmo “Jesus” - aquí David esta hablando pues, como un profeta de “Los sufrimientos y la gloria de nuestro salvador" “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David.... siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,” (Hechos de los Apóstoles 2.29–30)
Es mi oración que al considerar en este salmo la gloria del evangelio, usted pueda unirse a Jhon Newton cuando expresó con gozo estas palabras:
Por mucho tiempo, me deleité en la maldad
Imperturbable ante la vergüenza o el temor;
Hasta que un nuevo objeto impactó mi vista,
Y detuvo mi carrera feroz (Como mercader de esclavos).
Vi a alguien colgado en un madero,
En agonía y ensangrentado;
Que fijó su mirada lánguida sobre mí,
Mientras me paraba cerca de Su cruz.
Hasta mi último respiro
Jamás olvidaré esa mirada:
Parecía acusarme de su muerte,
Aunque no habló ni una palabra.
Mi conciencia sintió y cayó bajo la culpa
Y me sumió en la desesperación;
Vi que mis pecados habían sido salpicados por Su sangre
Y habían ayudado a clavarlo ahí.
Y yo no sabía lo que había hecho,
Pero ahora mis lágrimas son en vano:
¿Hacia dónde correrá a esconderse mi alma estremecida?
Pues yo he asesinado al Señor.
Me miró nuevamente, y sus ojos dijeron:
«Te perdono libremente.
esta sangre tu rescate pagó.
Moriré así tú puedes vivir».
Así, aunque su muerte exhibió mi pecado,
en sus tonos más oscuros,
Tan grande es el misterio de la gracia
que sella también mi perdón.
Con grato dolor y lúgubre alegría,
mi espíritu está ahora lleno.
Es mi oración que tus ojos hoy puedan admirar la gloria de la cruz, narrada por el autor de nuestra salvación, a travez de David. Veamos como David ve la cruz claramente como la ven los evangelistas que fueron testigos del evento, 1000 años antes el Espíritu Santo le inspiró para apreciar las aflicciones y la gloria de Cristo, para su consuelo y su paz, para el consuelo y la paz del pueblo que cantaría este himno.
Veamos en Primer lugar, como David nos relata:
1. Los sufrimientos de nuestro Salvador. (1-21 - Clamor)
1. Los sufrimientos de nuestro Salvador. (1-21 - Clamor)
Esta primera parte es el ruego de nuestro salvador, sus clamores desde la cruz. Podemos conocer mas el corazón del Señor, observando6 razones por las que él clama aquí:
A. El clama porque se siente abandonado por Dios
“Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.” (Mateo 27.45–47, RVR60)
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.” (Salmo 22.1–2, RVR60)
Jesus en este momento estaba soportando el completo abandono de Dios. El gimió con angustia por el dolor de esta separación - cuando anticipo esto en Getzemaní: “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” (Lucas 22.42–44, RVR60)
En este momento él estaba bebiendo la copa de la ira de Dios por los pecados de su pueblo. Este es un momento terrible para él, que desde la eternidad había disfrutado de una dulce comunión de amor con su Padre, y como mediador había sido sostenido y ayudado por Dios en su ministerio. Ahora el Padre le ha entregado en mano de sus enemigos y aunque clama no hay para él respuesta.
Jesus en medio de su dolor, comprende que su obra está vindicando la santidad de Dios, el sabe que a pesar de que ha sido abandonado, Dios es santo… (Vs. 3) para Jesus no es ajeno el echo de que el esta en la cruz abandonado por Dios, bebiendo la copa de la ira, para justificar a un pueblo en medio del cual Dios habita.
La presencia de Dios nunca se aparto de Israel, los patriarcas confiaron en Dios y Dios los libró siempre, confiaron en Dios y nunca fueron decepcionados, nosotros podemos confiar en Dios y nunca seremos abandonados en medio de nuestra angustia, hasta David clamo y fue socorrido por Dios. Pero el hijo de Dios no fue oido, no hubo para él ayuda, clamo y no hubo respuesta, el fue quebrantado bajo el poder de la justa ira de Dios ¿Por que? “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53.5, RVR60)
El fue abandonado para que los que confían su obra sustitutiva, nunca sean abandonados por Dios.
“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados ,con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” (Romanos 3.23–26, RVR60)
Dios es santo y su santidad demanda justicia, en Cristo el Padre hizo justicia y vindico su santidad al haber pasado por alto el pecado de los hijos de Israel. Ellos disfrutaron de la ayuda de Jehová cuando clamaron porque en Cristo Dios hizo justicia. Nosotros podemos venir a Dios y recibiremos respuesta, por que el justo murió por los injustos para acercamos a Dios.
En medio de su dolor, Jesus sabe que su Padre es santo y que su justicia esta siendo vindicada por su muerte - El entiende que el Padre se está alejando de él porque el esta llevando sobre si el pecado de todos nosotros para darnos vida eterna en él. El Padre santo no puede tolerar el pecado y en Cristo ha sido cargado el pecado de todos nosotros. Entonces noten que el hijo no se queja de que el Padre no se compadece de él, si no que exalta la santidad del Padre y la fidelidad a su pacto de gracia, Jesus aunque fue abandonado nunca perdió de vista la santidad y la fidelidad de Dios a pacto.
B. Jesus clama por el desprecio de los hombres
Por esto dice en el Vr. 6 “Soy Gusano y no hombre” El sabe lo que esta ocurriendo con su muerte, en medio de su profunda aflicción al ser oprobio de los hombres y despreciado por su pueblo.
“Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,” (Isaías 52.14, RVR60)
“Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.” (Isaías 53.2–3, RVR60)
Jesus fue tratado como menos que un hombre, sin consideración alguna, como un gusano. Algo interesante con esta palabra GUSANO, es que en la mayoría de referencias bíblicas del Antiguo testamento se traduce como “Carmesí o Escarlata” (Exodo 25:4; Números 4:8; 19:6) Así que la misma palabra se usa para gusano y para escarlata, ¿Que relación tiene esto?
El gusano escarlata en el oriente era llamado (coccus ilicis). Cuando el gusano hembra era fecundada, se dirige a un tronco y se adhiere firmemente el para poner sus huevos y comienza a segregar una sustancia púrpura, carmesí o escarlata que fue usado en la antigüedad para teñir telas de color rojo. Esta tintura, muy cara por su escasez y dificultad de extracción, era usada para confeccionar la ropa y ornamentos de nobles, reyes, y sacerdotes. Al segregar este fluido, que bañaba literalmente a sus crías, permitía que estas vivieran pero el gusano se secaba en el proceso. El gusano muere manando su “sabia vital roja”, para dar vida a sus hijos.
Así que Jesucristo se secó en un intenso sufrimiento, siendo menospreciado de los hombres y fue aplastado como un gusano bajo la ira de Dios con el fin de derramar su sangre carmesí, que se aplica a los hombres como un preciado tinte para quitar su pecado y dar vida eterna.
“Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.” (Lucas 23.35–38, RVR60)
Noten como las burlas y el desprecio hacía él exponen una tremenda ironía, “a otros salvo, salvase él” Pero Jesus se entregó precisamente para esto, para salvar a los pecadores. Todo esto fue descrito por David de manera tan exacta. Jesus sufrió el desprecio de los hombres, el abandono de Dios para la remisión de nuestros pecados, para darnos vida por su muerte.
C. Jesus calmó tambien por soledad.
“No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.” (Salmo 22.11, RVR60)
Jesus habla de su nacimiento virginal, de como el Padre le preparo un cuerpo: “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.” (Hebreos 10.5, RVR60) - El Padre le sostuvo siendo un bebe, pero ahora lo ha dejado solo y no hay quien le ayude.
“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.” (Mateo 26.56, RVR60)
“Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.” (Mateo 26.31, RVR60) Cumplimiento de Zacarías 13:7
Aunque sabía que esto debía ocurrir el corazón del Señor esta clamando por el abandono.
D. Jesus clama porque la serpiente y su simiente están hiriendo su talón
V, 12 -13 "Me han Cercado." La palabra Hebrea aquí tiene un significado literal de "me coronan." Mateo 27:29 los Romanos pusieron sobre su cabeza una corona de espinas y una caña en su mano derecha. E hincando la rodilla delante de él, se burlaban de Él, diciendo: "¡Salve, Rey de los Judíos!" (Mateo 27: 39-44). Abrieron su boca para triturarlo y destruirlo en pedazos. Tal odio es indescriptible y es la imagen de bestias listas a destruir a su presa.
14 - 18 - Estos soldados romanos son son descritos como Perros (Gentiles) - Leones rugientes en virtud de asociación con satanas. Ellos le pusieron en la cruz, como malhechores, sin misericordia, le desnudaron y se rifaron sus prendas de vestir.
Todo la asamblea “Cuadrilla” de los impíos, estaba alrededor de esta cruz. En Palabras de Pedro: “a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;” (Hechos de los Apóstoles 2.23, RVR60)
Mientras él estaba siendo herido en el calcañar, mientras estaba sufriendo intensamente en su humanidad, mientras su corazón se deshacía como cera y su lengua se pegaba a su paladar por la deshidratación, mientras era exhibido públicamente como si fuera un malhechor por la asamblea de la serpiente, cuando estas huestes del infierno estaban celebrando su victoria, Jesucristo estaba aplastando la cabeza de la serpiente.
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.” (Hebreos 2.14–18, RVR60)
Su clamor llega a este punto culminante: “Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos.” (Salmo 22.19–21, RVR60)
En el momento en que Jesus entregó su Espíritu luego de este intenso sufrimiento bajo la ira de Dios, sintiendo el desprecio de los hombres, acongojado por la soledad y el desprecio, sabiendo que la muerte se vestiría sobre él, viene este clamor de confianza, él sabe que le puede recomendar su Espíritu a su Padre.
La muerte en la cruz, fue suficiente pare vindicar la justicia de Dios. Ahora el sabía que obtendría victoria sobre sus enemigos, la muerte no lo podría retener, Dios le libraría de los cuernos de los búfalos, de las garras de la muerte. Como dice Pedro citando el Salmo 16 de David:
“Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia. Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos de los Apóstoles 2.27–37, RVR60)
Así que luego de profetizar de los sufrimientos de nuestro Salvador, ahora David nos relata:
2. La gloria de nuestro Salvador. (22-31 - Alabanza)
2. La gloria de nuestro Salvador. (22-31 - Alabanza)
El salmo pasa del dolor, inmediatamente a la alabanza. ¿Que ocurrió, luego de tanto sufrimiento? La resurrección.
Declararé tu nombre a mis hermanos ¿A dónde fue inmediatamente después de su resurrección? Para reunirse con sus discipulos. Estaba vivo de nuevo, y convoca su asamblea ahora un domingo de resurrección como hoy y dice: "En medio de la congregación te alabaré". Y levanta alabanzas. La resurrección ha tenido lugar.
Luego nos llama a nosotros a celebrar su victoria… “Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.” (Salmo 22.23, RVR60)
Nos da la razón por la que deberíamos glorificar a Dios. “Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó.” (Salmo 22.24, RVR60)
Dios no dejo a Jesus en el sepulcro… le oyó. Por cuanto él es santo, nunca cometió pecado, es el hijo amado en quien Dios tiene complacencia, habiendo sido el autor de la salvación, la muerte no le pudo retener. Dios le resucitó y no menospreció su afición, ahora es por su aflicción que Jesus vio linaje, él ahora tiene una congregación y el pagará sus votos…
El cumplirá su parte en el pacto de gracia, el será el pastor de su pueblo como dice el salmo 23 y vendrá por su pueblo para llevarlo a disfrutar de su eterno reino en la casa del Padre, como dice el salmo 24.
Así que Jesus habiendo sido el autor de nuestra salvación, se sentará a la mesa con nosotros y seremos saciados del bien de su casa.
Estas son las razones que tenemos para glorificar a Dios. Por su cruz, nosotros siendo gentiles, hemos sido llamados de entre las naciones para volvernos a él, y hemos sido llamados de entre las naciones para proclamar este glorioso evangelio a las futuras generaciones.
Hemos sido llamados como iglesia a anunciar la justicia de Dios, a proclamar como Jesus en la cruz recibió el juicio de Dios sobre nuestro pecado. A pesar de ser sin pecado, fue hecho pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos contados como justos (2 Co. 5:21). Llevó Él nuestra culpa, para que nosotros recibiésemos el perdón de Dios. Él llegó a sentirse alejado de Dios, para que nosotros fuésemos reconciliados con Él. Se sintió abandonado por Dios, para que nosotros fuésemos aceptados por Él.
El se adentró en las profundidades más oscuras de la soledad, el aislamiento, el dolor y la angustia humanos. El espíritu sensible y sin pecado de Jesús sintió todo el impacto del hecho de que su Padre apartara su rostro del pecado. Él llegó hasta lo más profundo. Llegó a probar la oscuridad del dolor, de la oposición, del rechazo y de la soledad.
El viene a nosotros como el Crucificado, el que tiene todos los requisitos necesarios para comprendernos y para compadecerse de nosotros. Pero viene también como el Resucitado, el que es poderoso para sustentarnos y para guardarnos como fiel pastor. En Él hay consuelo. En Él hay también seguridad. Si estás cansado o cargado, ven a Él. Él te hará descansar. Lo ha prometido.
La gloria sea a nuestro glorioso salvador que sufrió y ahora esta en Gloria sentado a la diestra de Dios, que luego vendrá para hacer nuevas todas las cosas.