GLORIA Y ESPERANZA…!

INTRODUCCIÓN:

La gloria y la esperanza son los dos rieles sobre los que van el tren de nuestra fe.

LA GLORIA VENIDERA…!

Romanos 8.18 NVI

De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.

Todo aquello que nos hace sufrir en este tiempo y mientras estemos en esta tierra, si hiciéramos la suma de todas nuestros sufrimientos en la vida, las que tuvimos, tenemos y vamos a tener, no superarían en ninguna medida a la GLORIA que vamos a experimentar cuando Cristo vuelva.

Colosenses 3.4 NVI

Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria.

Pero esta manifestación con él en gloria no es sin antes participar también de sus sufrimientos.

Recuerden que siempre a la gloria le precede un tiempo de sufrimiento, de perdida, de dolor.

Hebreos 2.10 NVI

En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.

Lo maravilloso de esta promesa, es que si bien esperamos, no esperamos a Cristo, sino su manifestación, porque Cristo ya está en nosotros y esa es lo mas grande que podemos experimentar en nuestras vidas.

Colosenses 1.27 NVI

A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.

Cristo en nosotros, a través de su Espíritu, es la garantía de que la esperanza es firme.

Y cuál es esa GLORIA de la que estamos hablando, nada más ni nada menos que la adopción y la redención total de nuestra vida.

LA ADOPCIÓN Y REDENCIÓN

Romanos 8.22–23 NVI

Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.

La creación fue sujetada a la misma maldición y sufrimiento juntamente con el ser humano como consecuencia del pecado, que es el único causante de todo el mal en la tierra, que afecta a todo el sistema de vida en el universo.

Y ella gime, y nosotros también gemimos, con mucho dolor, pero no sin esperanza, así como la embarazada sufre mucho dolor, pero ese dolor desaparece cuando ve a su bebe hermoso...

Juan 16.21 NVI

La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.

Lo que va a traer tanto gozo que nos va a hacer olvidar de tanto sufrimiento, es el hecho de que el Señor nos va a dar un nuevo cuerpo, una nueva vida eterna, una nueva creación.

Gálatas 6.15 NVI

Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser parte de una nueva creación.

Apocalipsis 21.5 NVI

El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»

CONCLUSIÓN:

Esperanza

Romanos 8.24–25 NVI

Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.

Esta esperanza tiene que traer mucha paciencia y constancia.