Las Parábolas del Reino

Lc 13.18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas. 20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

INTRODUCCIÓN.

Para toda la nación de Israel la llegada del Mesías era la anhelada promesa de restauración de la antigua gloria para el país.

Durante años los israelitas habían estado esperando la llegada del Futuro Rey, el Mesías quien no solo los libraría de la ocupación romana de una vez y para siempre, sino que también establecería un nuevo gobierno, por lo que ellos estaban esperando el arribo de un Rey Político-Militar.

Desde el arranque del ministerio de Jesús, la predicación del Reino de Dios era un tema constante de sus enseñanzas.

Mr 1.14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Para la nación de Israel el pensamiento del Reino de Dios, era que ellos al ser su pueblo elegido, estarían a la cabeza de las naciones gobernando.

Ellos habían reducido la promesa del establecimiento del Reino de Dios a una esfera netamente terrenal.

Durante su ministerio el Señor Jesús, realizó muchos milagros ante los ojos de la nación (no perdamos de vista lo que acabada de suceder en la sinagoga con la mujer encorvada), y estos llevaron a la conclusión errónea de muchos de que Jesús podía ser el líder político-militar que establecería las bases de ese nuevo reino.

Jn 6.14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal (el contexto de la alimentación de los 5,000) que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Jesús entendió que estos hombres no le buscaban porque querían un Salvador de sus pecados, sino querían un libertador social y político. Un hacedor de Milagros, por tal razón lo rechazo este intento hecho por los Israelitas de hacerle un rey, esa no era la misión con por la cual el había venido.

A lo largo de la la historia de la humanidad, los reinos se han establecido y se han extendido de dos formas: 1) por medio de Guerras y conquistas sangrientas (México es ejemplo de eso); pero el reino de Jesús no era reino militar de conquista.

Mt 26.51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?

La 2ª forma de hacer crecer y extender un reino, es por medio de comprar territorios, (+ de la mitad del territorio de USA fue comprado a diversas naciones del mundo incluyendo a MX), pero Jesús mientras vivió en la tierra tampoco tenía los recursos para compra territorios para expandir su reino.

Lc 9.58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

Sin embrago en el mensaje del Señor Jesús si estaba incluido la proclamación de un nuevo Reino, pero este no era político, ni militar, tampoco tenía nada que ver con cuestiones territoriales, No era un reino de hombres y no tenía nada que ver con este mundo.

Jn 18.36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

El Reino del cual siempre hablo el Señor Jesús, era del Reino de Dios, era un reino espiritual.

Ro 14.17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida (asuntos terrenales), sino justicia (una vida de Santidad y obediencia de aquellos que son miembros), paz (la tranquilidad que es producida por el ES al momento de saber que hemos sido reconciliados con Dios por medio de Jesucristo) y gozo en el Espíritu Santo (Una actitud permanente de alabanza y gratitud a Dios por encima de las circunstancias).

Es de ese reino del cual Jesús esta hablando en medio de la sinagoga después de haber sanado a aquella mujer. Es de ese reino que los oyentes aquel día tenían que escuchar. Es de lo que les hablaba.

Jesús comparo el Reino de los cielos con dos ilustraciones de la vida práctica de Israel en el Siglo I, para ilustrar el alcance y la influencia del mismo. Lo comparo con una semilla de mostaza y con la levadura.

Lc 13.18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

El primer ejemplo que Jesús uso para referirse al Reino de Dios, fue la semilla de mostaza. Era dentro de la agricultura judía considerada como la semilla más pequeñas que existía.

Jesús comparó el crecimiento del Reino de Dios con una pequeña semilla, que con el paso del tiempo crece de tal forma que cuando es una planta adulta llega a ser un arból muy grande.

¿Como podía crecer el Reino de Dios, si Jesús nunca realizó campañas militares de conquista para llevar su mensaje? ó

¿Como es que el Reino de Dios iba a crecer, si Jesús no tenía recursos económicos para anexarse algún territorio para llevar su mensaje?

Al ser un reino espiritual, Dios es quien decide cual es la forma en que su reino de extienda, y la única forma aprobada por Dios de hacer crecer su Reino es por medio de la predicación del la Palabra de Dios por todas partes.

Mt 4.12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, 14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; 16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. 17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Lo primero que Jesús hizo al arranque de su ministerio fue comenzar a Predicar el Evangelio y a anunciar la llegada del reino de Dios a esta tierra.

Es por medio de la predicación del Evangelio de Salvación, que el Reino de Dios / Cielos, puede crecer. Esto no tiene nada que ver con estrategias humanas, métodos modernos, ni con ninguna campaña de mercadotecnia.

Dios se ha provisto de la Predicación del Evangelio como la forma en que su reino crece de forma natural.

Por esta razón, Jesús predicaba en cualquier oportunidad que se presentaba y en cualquier lugar a donde el iba.

Mt 4.23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo

Mt 5.1 Cuando vio la multitud, subió al monte; y al sentarse él, se le acercaron sus discípulos. 2 Y abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

Lc 5.1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud

Lc 20.1 Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos

Mr 2.1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. (el paralítico)

En cualquier lugar donde Jesús iba, siempre predicaba la Palabra para que el Evangelio fuera dado a conocer, y el Reino de Dios se extendiera.

Al arranque de su ministerios, el Señor Jesús comenzó solo en la tarea de la predicación de la Palabra, pero con el paso del tiempo después llamo a los 12, para que ellos participaran en la tarea.

Lc 9.1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.

La misión principal que Jesús dio a los discípulos fue ir a predicar el Reino de Dios, era llevar la palabra a otros. No consistía en atraer a la gente con mentiras o soluciones milagrosas falsas, sino hablar la verdad de Dios. Esta es una encomienda que no ha cambiado.

Lc.10.1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; (Tan solo era 70 hombres predicando para toda una nación) por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos

A los 70 los mando con el mismo mensaje, v 9 “Se ha acercado el Reino de Dios”.

El Reino de Dios iba creciendo en la medida que la Palabra de Dios estaba siendo predicada con mayor intensidad.

Es por medio de la predicación de la Palabra de Dios que los corazones y la vidas de las personas son transformadas. Es la forma en como Cristo enseño a los discípulos y a nosotros que el Reino de Dios se extiende.

Hch 19.8 Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo (con valentía, sin compromisos con nadie sino con Cristo y su palabra, hablar públicamente) por espacio de tres meses, discutiendo (Conversar, Examinar con argumentos sólidos explicando con claridad, defendiendo las verdades Bíblicas, con un ateo, un incrédulo) y persuadiendo Convencer), acerca del reino de Dios. 9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. (Debemos insistir en la predicación, pero si una persona ya esta endurecida, no queda más que dejarla en manos del Señor) 10 Así continuó por espacio de dos años, (El trabajo de la predicación es algo sistemático y continuo, insistente es un trabajo arduo de persistencia, porque por medio de la predicación de la Palabra los corazones son confrontado de pecado y desafiados para ser cambiados por Cristo) de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.

Esa es la labor que todo creyente tiene delante de Cristo, llevar el mensaje de la Palabra de Dios a otros, porque es ese mensaje el único con el poder de transformar el corazón del hombre.

El fruto de la predicación del verdadero Evangelio de Jesucristo, es el arrepentimiento, la confesión de pecados y la conversión.

Hch 19.18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.

El valor monetario de aquellos libros representaba el sueldo de un año completo de 136 personas. Esa es una evidencia clara del poder transformador que tiene la Palabra de Dios cuando es predicada con rectitud.

Al predicar la Palabra el reino de Dios crece, pero al mismo tiempo no esta exento de problemas y de enfrentar adversidades.

Hch 19.23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos (templos de plata miniatura) de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; 25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; 26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. 27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.

La predicación del Evangelio es una tremenda bendición para aquellos que la reciben y la creen, se vuelve un estorbo para aquellos que la rechazan y la menosprecian. Pero la predicación del Evangelio ha cambiado al mundo entero a lo largo de la Historia entera.

Sin embargo, no debemos perder de vista, que nuestra predicación puede ser una bendición o un tropiezo a quien la escucha a causa de nuestra conducta.

DHH Mt 5.13 »Ustedes son la sal de este mundo.(la sal le da sabor a la comida, ayuda a conservar los alimentos para evitar su putrefacción) Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. 14 »Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. 15 Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, (Que tu vida y mi vida reflejen a Cristo donde estemos) para que, viendo el bien que ustedes hacen (como viven, como se comportan, como actúan), todos alaben a su Padre que está en el cielo.

Muchas veces nuestra vida se convierte en un estorbo para el crecimiento del Reino de Dios, para que crezca en nuestro hogar, en nuestra colonia, en el trabajo, porque nuestra vida no da muestras de ese cambio que habla nuestra boca.

Seguimos actuando de forma impulsiva, sigues reaccionando con enojo cuando tus hijos tiran el agua, sigues diciendo malas palabras, continuas enemistado en tu corazón contra alguna persona, etc.

Viene a la iglesia, pero no atiendes a tu esposo, esposa, hijos, no vas a trabajar, etc.

PDT 1 Ti 4.12 No dejes que nadie te considere menos por ser joven. Sé ejemplo (modelo o patrón Espiritual que debe ser seguido) para los creyentes en tu hablar (en tu manera de hablar, no solo sin palabras soeces o groseras, sino con amabilidad, con ternura, con verdad, sin gritería o maledicencia), en tu conducta (tu conducta deber ser justa, íntegra, sin doblez, no defraudando, en una búsqueda de la santidad, una buena conducta con los vecinos), en amor (en una vida de servicio y sacrificio por los demás), en fe (no en creencia, sino en fidelidad o un compromiso fiel) y en pureza (limpieza en sinceridad).

Quienes nos conocen, con quien vivimos diariamente ellos son nuestro primer campo de acción donde debemos reflejar la palabra de Dios.

Es en medio de una situación como la que atravesamos actualmente, en donde quienes están cerca de nosotros pueden ser testigos del poder de la Palabra de Dios en nuestra vida. Pero de la misma forma una condición como la que vivimos hoy en día muestra si no estamos siendo ejemplo de la Palabra que decimos creer.

Después de su resurrección Jesús, paso estuvo 40 días más con sus discípulos enseñándoles acerca del Reino de Dios (Hch 1.3). Les pidió que no se fueran hasta que recibieran el ES para capacitarlos para ser testigos fieles del Evangelio.

Es por medio de la predicación del Evangelio, que el ser humano es enseñado por Dios para ser un discípulo, pero es la obra del ES en la vida del creyente la que lo capacita (vivifica) para cumplir con la tarea.

Cuando el ES vino sobre los 120 que estaban en el Aposento Alto, todos fueron llenos del ES, y todos fueron capacitados para poder predicar efectivamente el evangelio.

Es así que podemos ver que la predicación del evangelio hace crecer el evangelio de forma visible, pero también de forma invisible.

20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

Por lo regular cuando vemos que la Biblia nos habla de levadura hace alusión a algo que tiene que ver con el mal (la levadura de los fariseos, el pecado, etc.), pero en este caso dentro del contexto que Jesus esta hablando el utiliza la levadura como una analogía del Reino de Dios.

La levadura es una sustancia fermentada, que al mezclarse con la masa del pan, la absorbía y hacía que se inflara, burbujeara y se expandiera.

La levadura transforma la masa por dentro para poderla hacer más manejable, más útil, para hacer el pan.

Conforme vamos recibiendo en nuestro corazón el Evangelio del Reino de Dios, nuestra vida esta siendo cambiada por el ES que opera en la vida de los creyentes desde adentro, no hace más útiles, nos va haciendo más moldeados a la imagen de Jesús.

2 Co 5.17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Esto no tiene que ver con ninguna filiación con una Iglesia, no es por ser miembro de un lugar que somos cambiados, sino somos transformados porque Cristo mora ahora dentro de nuestro corazón.

Cuando Cristo viene a morara verdaderamente dentro de nosotros comienzan a haber cambios en nuestra vida, de dentro hacía afuera, porque es el poder de Dios el que obra en nuestra vida.

Ro 1.16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios (dynamis, de donde viene dinamita, el la capacidad de Dios para transformar la vida de un pecador arrepentido en un siervo para su gloria) para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

Los discípulos estuvieron con Jesús, fueron capacitados por medio de la predicación y el día de Pentecostés recibieron el ES (el Poder de Dios) para llevar ese mismo mensaje que recibieron de Jesús a otros.

La Predicación del Evangelio por Jesús a sus discípulos los transformo desde adentro para ser testimonio a su alrededor.

Hch 4.13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.

Los discípulos impactaron por completo a la sociedad en la cual vivían, porque el poder de Dios por medio de la predicación cambio sus corazones desde adentro, la vida de estos hombre trastorno el mundo conocido en ese momento.

Hch 17.1 Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. 2 Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, 3 declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. 4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas. 5 Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. 6 Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; 7 a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. 8 Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas. 9 Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

El Evangelio produce cambios internos que se reflejan en una conducta externa. Quien recibe, acepta y abraza la verdad de la Palabra de Dios nos puede quedarse callado, por lo tanto tendrá problemas con su entorno, porque lo va a trastornar.

La iglesia del Siglo I creció porque la Palabra de Dios fue predicada, aún en medio de condiciones hostiles o adversas. En su primer Mensaje Pedro predicado, 3,000 personas se convirtieron Hch 2.41 , en su segundo mensaje se convirtieron 5,000 Hch 4.4

El libro de Hechos nos muestra el avance y el crecimiento del Reino de Dios, bajo el modelo de Dios, la predicación del Evangelio, es por la predicación que el Reino de Dios Crece, que la Iglesia crece y que los creyentes son transformados desde adentro hacía afuera.

Es que el Reino de Dios crece, que se hace como un árbol grande donde las aves pueden poner sus ramas. Donde los hombres pueden encontrar descanso a sus agobiadas almas.