Sábado en la historia bíblica

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Sábado en la creación (lealtad, comunión)

Génesis 2:1-3 En la creación
Dios le dio a la pareja el sábado, un día especial de bendición, camaradería y comunión con su Creador.
Dios creó a los animales para que fueran compañeros de la humanidad (Gén. 1:24-25), y con el fin de gozar un nivel mayor de compañerismo, Dios creó al hombre y a la mujer y los entregó el uno para el otro (Gén. 2:18-25). Pero con el sábado, Dios le concedió a la humanidad un don que ofrece la más elevada forma de compañerismo, a saber, el compañerismo con él.
Así como la lealtad de Adán y Eva fue probada por el árbol del conocimiento del bien y del mal que se hallaba en medio del jardín del Edén, así también la lealtad a Dios de cada ser humano será probada por el mandamiento relativo al sábado.
1.- Dios reposó en el sábado. No porque necesitaba hacerlo (Isa. 40:28). Dios reposó porque esperaba que los seres humanos descansaran. Estableció un ejemplo para la raza humana.
2.- Dios bendijo el sábado. “La bendición sobre el séptimo día implicaba que por ella era señalado como un objeto especial del favor divino y un día que sería una bendición para las criaturas de Dios.
3. Dios santificó el sabado. Santificar algo significa hacerlo sagrado, o apartarlo como algo santo y con fines santos; consagrarlo. Se pueden santificar individuos, lugares (como un santuario, templo o iglesia) y el tiempo. Dios santificó el séptimo día significa que este día es santo, que lo apartó con el elevado propósito de enriquecer la relación divino-humana.

Sábado en el Sinaí

Éxodo 20: 8-11 Diez mandamientos, “acuérdate”, tenían 400 años en Egipto, se les había olvidado. Los rigurosos requerimientos de la esclavitud parecen haber hecho de la observancia del sábado algo muy difícil. Santiago 2:10 toda la ley es importante. Creador (Éxodo) y Redentor (Deuteronomio 5:14-15). En nuestros días, el hombre también necesita escapar de la esclavitud que proviene de la codicia, de las ganancias y del poder, de la desigualdad social y del pecado y el egoísmo.
Para algunos, a menudo les resulta difícil comprender por qué la misma clase de trabajo que en cualquier otro día de la semana es considerado correcto y digno de encomio, es un pecado cuando se lo realiza en el séptimo día. La respuesta es sencilla, Dios ha hablado.
Unicamente basado en la revelación especial de Dios se puede comprender cuán razonable es observar el séptimo día (los incrédulos que no conocen la Biblia, guiados por su conciencia podrían de una u otra forma guardar los otros 9 mandamientos, pero no así con el sábado, ni la naturaleza ofrece ninguna razón para guardar el sábado).
Por lo tanto, los que guardan el sábado lo hacen por fe y porque confían implícitamente en Cristo. Al observar el sábado, los creyentes revelan su disposición de aceptar la voluntad de Dios para sus vidas, en vez de depender de su propio juicio.
Al guardar el séptimo día, los creyentes no están procurando hacerse justos a sí mismos. Más bien observan el sábado como resultado de su relación con Cristo, el Creador y Redentor.
El que guarda el sábado de este modo, no es un legalista, ya que el acto externo de guardar el séptimo día demuestra la experiencia interior del creyente en la justificación y la santificación. El creyente se abstiene de trabajo en ese día no para alcanzar el favor de Dios, sino porque ama a Dios. En este sentido el sábado es una señal de Justificación por la fe.
Éxodo 16 el capítulo del maná. Un mes antes de que Dios proclamara la ley desde el Sinaí, prometió proteger a su pueblo contra las enfermedades si ponían atención diligente “a sus mandamientos y guardares todos sus estatutos” (Éxo. 15:26; ver también Gén. 26:5). Poco después de hacer esta promesa, Dios recordó a los israelitas la santidad del sábado.
16:4 Cada día debían salir por su porción diaria, no debían tomar ni mas ni menos porque se podría echar a perder
(verso 20) no hicieron caso, tomaron más y al otro día crío gusanos, y apestaba.
(verso 22) en el sexto día debían recoger doble porción. (verso 23, 24) leerlo. coced, cocedlo hoy
(verso 27) algunos salieron pero no encontraron nada.

Sábado en el tiempo de Nehemías

En el capítulo 10 de Nehemías el pueblo se compromete a guardar la ley de Dios. Después se haberse ido como cautivos a Babilonia una vez más como en Egipto se habían olvidado de Dios de guardar su ley.
Por ser esclavos, porque nadie los observaba, porque quizás pensaban que Dios ya no era tan poderoso como ellos pensaban, y por eso de qué servía ya adorarlo con el sábado. Entre los mandamientos que ya no llevaban a cabo, tenía que ver con el sábado.
Nehemías 13, ya no devolvían el diezmo, y no respetaban el sábado. (13:15-18). Desde entonces ya no regresaron en sábado.

Sábado en el tiempo de Jesús

Juan 1:1-3 Jesús estuvo con el Padre en la creación y participó de ella. Se esperaría por tanto que Jesús observara y guardará el sábado.
El papel doble de Cristo como Creador y Redentor deja claro por qué aseveró que, en su calidad de Hijo del Hombre, también es “Señor aún del sábado” (Mc 2:28). Marco 2:27 el verdadero carácter del sábado, no de carga sino de gozo.
Lucas 4:16 Era “conforme a su costumbre” adorar en el día sábado.
Hubo seis ocasiones cuando Jesús en su ministerio fue confrontado directamente con el sábado.
Mateo 12:1-4 defendió a sus discípulos cuando recogieron grano apelando al hecho que David comió el pan de la presencia y que los sacerdotes trabajaban el sábado en el templo y eran sin culpa, mostrando así que la necesidad humana tiene prioridad sobre los requerimientos legales del sábado.
Marcos 3:1-5; Lucas 13:10-17; 14:1-6, Jesús sanó un hombre con una mano seca, una mujer con cierta enfermedad y un hombre hidrópico respectivamente y apeló al hecho que esto era bueno porque los seres humanos son más importantes que los animales, que se permitían rescatar en sábado.
Juan 5:1-18; 9:1-41, sanó al paralítico del estanque y defendió Su derecho de hacerlo así en el hecho que Su Padre no suspende las actividades beneficiosas el sábado (Juan 5:17), y también sanó a un hombre ciego después de lo cual condenó a los fariseos por su ceguera espiritual.

Sábado después de la muerte de Jesús

Mateo 24:20 Más adelante en su sermón profético, hablando de la persecución que tendrían más adelante alrededor del año 70 cuando Jerusalén sería destruída, diciendo: (verso 20).
Lucas 23: 50-56 Después que Jesús ya había muerto. (leer 54-56) era el día de la preparación y estaba para comenzar el sábado.

El sábado y los apóstoles

Los discípulos manifestaban un gran respeto por el sábado. Este hecho se hizo evidente en ocasión de la muerte de Cristo.
Tal como lo había hecho Cristo, los apóstoles adoraban en el séptimo día o sábado.
Pablo asistía a la sinagoga en sábado (Hechos 13:14; 17:1, 2; 18:4).
Aún los gentiles lo invitaban a predicar la Palabra de Dios en sábado (Hechos 13:42, 44).
En las localidades donde no había sinagoga, el apóstol buscaba el lugar donde se acostumbraba celebrar los cultos del sábado (Hechos 16:13).
Así como con la participación de Jesús en los servicios sabáticos indicaba su aceptación del séptimo día como el día especial de culto, lo mismo sucedía en el caso de Pablo.

Algunos argumentan que a la muerte de Jesús se eliminó la ley de Dios, aunque pareciera ser que el único ataque contra la ley de Dios es sólo el cuarto mandamiento que habla de la observancia del día sábado como un día santo para Dios. Se basan mayormente en aquella cita que aparece en Colosenses y Gálatas.

Colosenses 2:16,17 Ya que el contexto de este pasaje tiene que ver con asuntos rituales, los sábados a que aquí se refiere son los sábados ceremoniales.
Gálatas 4:10-11
Levitico 23:3 Sábados semanales, había también siete sábados anuales de carácter ceremonial, repartidos en el calendario religioso de Israel. Esos eran los días primero y último de la Fiesta de los Panes sin Levadura, el día de Pentecostés, el día de la Fiesta de las Trompetas, el día de la Expiación y los días primero y último de la Fiesta de los Tabernáculos (ver Lev. 23:7, 8, 21, 24, 25, 27, 28, 35, 36).

Muchos tienen la idea de que Juan se refería al domingo cuando declaró que “estaba en el Espíritu en el día del Señor” (Apocalipsis 1:10). Sin embargo, en la Biblia, el único día al cual se hace referencia como la posesión especial del Señor es el sábado.

Cristo lo llamó “mi día santo” (Isa. 58:13) y recordemos que Cristo dijo que era Señor aún del sábado (Marcos 2:28).
Por cuanto la Escritura, el único día que el Señor reconoce como suyo propio es el séptimo día sábado, es lógico concluir que Juan se refería al día sábado.
Por cierto que no hay precedente bíblico para indicar que pudiese aplicar este término al domingo, primer día de la semana.

Algunos argumentan que se cambió el día de adoración a Dios cuando Cristo resucitó el día domingo. Y que por ello debe ser guardado como monumento a conmemoración a la resurrección de Jesús

Marcos 16:2, Mateo 28:1-3, Lucas 24:1, Juan 20:1, 19, 26. Relacionados con la resurrección. Ninguno de estos da autoridad para el cambio del día de adoración.
El NT en ninguna parte declara que Dios haya cambiado el reposo para otro día de la semana. Ese tema es muy importante, si Dios hubiera querido cambiarlo no Creen que el Señor Jesucristo hubiera hecho mención a ello? No creen que los apóstoles hubieran dicho algo en algunas de sus cartas? Pero no hay ninguna declaración que indique eso.
Leer citas del libro 28 creencias, p. 291
El sábado, monumento de la obra que Dios realizó al librar a Israel de Egipto y llevarlos al reposo de la Canaán terrenal, distinguió a los redimidos de ese tiempo de las naciones que los rodeaban.
En forma similar, el sábado es señal de la liberación del pecado y la entrada al reposo de Dios.
Cuando Hebreos capítulo 3 y capítulo 4 habla de que aún falta un reposo. Lo hace en este contexto del tiempo de Moisés, El reposo que menciona Hebreos es espiritual, un descanso de nuestras propias obras, la cesación del pecado. En primera instancia se refiere al reposo que el Evangelio da al entrar en él y en segunda instancia es al reposo de la vida futura al que Dios llama a su pueblo, y es de este reposo que tanto el sábado como Canaán son símbolos.
Por ello, la Escritura revela que Dios se proponía que su pueblo observara el sábado por toda la eternidad (Isa 66: 22, 23).

El sábado y el tiempo del fin

Finalmente, la Escritura revela que antes de la segunda venida de Cristo, todo el mundo estará dividido en dos clases: los que son leales y “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. y los que adoran “a la bestia y a su imagen” (Apocalipsis 14: 12, 9).
O tienes el sello de Dios o tienes la marca de la bestia.
Ezequiel 20:12; 20:20 el sábado y el pacto. El sábado como el sello de Dios.
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