El Amor Prohibido

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El amor prohibido por Dios que te confronta con tu actitud hacia el mundo y sus cosas.

BOSQUEJO

1. Un mandato. (v. 2: 15 a)
2. Y tres razones. -
a) Debido a quiénes son los creyentes (v. 2: 15 b)
b) Debido a lo que el mundo hace (v. 2: 16)
c) Debido a donde se está dirigiendo el mundo (v. 2:17)

1. Un mandato. (v. 2: 15 a) 15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo.

No améis. - Es una orden, un mandamiento puesto de forma negativa. El contenido de tal orden es no hacer algo. No amar.
La palabra traducida amar es el verbo ágape en su forma imperativa. Significa: deleitarse en, amar sobre la base del valor concedido a lo que se ama.
Mundo: Es un sustantivo. 1. LN 1.1 universo, como una estructura ordenada (Hch 17:24); 2. LN 1.39 tierra, superficie de la tierra, donde habita la humanidad (Mt 4:8; Mr 16:15 v.l.); 3. LN 41.38 el sistema de este mundo, los valores mundanos impíos (Gá 6:14); 4. LN 9.23 la gente, los que están alejados de Dios (1 Co 6:2);
Las cosas que están en el mundo. - Literalmente dice: lo del mundo. Todo lo que pertenece al sistema del mundo.
Hechos de los Apóstoles 17.24 LBLA
El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres,
Mateo 4.8 LBLA
Otra vez el diablo le llevó* a un monte muy alto, y le mostró* todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
Gálatas 6.14 LBLA
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
1 Corintios 6.2 LBLA
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, ¿no sois competentes para juzgar los casos más triviales?

El mundo compite para lograr el amor de los cristianos, pero no se puede amar al mundo y al Padre a la vez.

2. Y tres razones. -

a) Debido a quiénes son los creyentes (v. 2: 15 b)

1 Juan 2.15 LBLA
No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1. Fuimos perdonados:
Mateo 26.28 LBLA
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
Efesios 1.7 LBLA
En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia
2. Poseemos un conocimiento verdadero de Dios
Efesios 4.13 LBLA
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
3. La Palabra habita en nosotros
Colosenses 3.16 LBLA
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.
4. Hemos vencido a Satanás
1 Juan 4.4 LBLA
Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
5. Somos hijos de Dios.
Efesios 1.5 LBLA
nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
6. Fuimos elegidos por Dios
Efesios 1.4 LBLA
según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor
7. Somos su propiedad
Efesios 1.13 LBLA
En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,
8. Fuimos comprados por precio
1 Corintios 6.20 LBLA
Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 7.23 LBLA
Comprados fuisteis por precio; no os hagáis esclavos de los hombres.
1 Pedro a Judas DEBIDO A QUIÉNES SON LOS CREYENTES

los verdaderos seguidores de Cristo son tentados a través de su carne remanente por medio de comportamientos e iniciativas del mundo (Mt. 26:41; 1 Co. 10:13; Gá. 6:1; Ef. 6:16; Stg. 1:12–14; 1 P. 5:8–9). Sea que la tentación venga de prioridades mundanas, diversiones mundanas, riquezas mundanas, o deseos mundanos, los creyentes desean resistir los esfuerzos del mundo por seducirlos. Como advirtiera Jesús a sus oyentes: “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lc. 16:13; cp. Mt. 6:19–21, 24).

b) Debido a lo que el mundo hace (v. 2: 16)

1 Juan 2.16 LBLA
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
¿Qué hace el mundo?
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

El pecado es la realidad dominante en el mundo, y el inicio de este versículo es útil para mirar de modo más amplio al pecado, por definición llamado “infracción” (1 Jn. 3:4), cualquier violación de la perfecta y santa ley de Dios.

1 Juan 3.4 LBLA
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Aunque el pecado se manifiesta en acciones externas, sus raíces son mucho más profundas, pues están incrustadas en el tejido mismo del corazón humano depravado. El pecado impregna la mente caída, profanando interiormente al pecador en todos los aspectos de su ser

Mateo 15.18–19 LBLA
Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

El pecado también es humanamente incurable. Los pecadores no tienen capacidad por sí mismos para remediar su pecado (Ro. 8:7–8; 1 Co. 2:14; Ef. 2:1). El profeta Isaías describió la incurable condición pecadora de Israel:

¡ Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite (Is. 1:4–6).

Romanos 8.7–8 LBLA
ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Efesios 2.1 LBLA
Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Por último, el pecado es universal. David escribió: “Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Sal. 14:3; cp. Is. 53:1–3; Ec. 7:20; Ro. 3:10–12; 5:12).

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Al entender el grave peligro que el pecado representa, el apóstol Juan resume las opciones que el mundo usa para incitar a pecar: los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida. Aunque mencionadas brevemente, estas tres señalizaciones tienen profunda importancia.

Los deseos de la carne. -
¿Qué significa “los deseos de la carne”?
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

La frase los deseos de la carne se refiere a las ansias envilecidas y poco nobles de los corazones perversos.

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

La carne denota la condición humana y su esencia pecaminosa.

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

La palabra traducida deseos (epithumia) es un término común en el Nuevo Testamento que denota deseos tanto positivos como negativos

Colosenses 3.5 LBLA
Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
2 Timoteo 2.22 LBLA
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.
Tito 3.3 LBLA
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros.
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Aquí se refiere negativamente a los impulsos sensuales del mundo que llevan a las personas a transgredir.

¿Que significa: “los deseos de los ojos”?
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

La expresión deseos de los ojos evoca sobre todo los pecados sexuales lujuriosos,

Mateo 5.27–28 LBLA
Habéis oído que se dijo: “No cometeras adulterio.” Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Gálatas 5.19–21 LBLA
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
¿Qué significa “la vanagloria de la vida”?
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

vanagloria es la arrogancia (cp. 1 S. 2:3; 17:4–10, 41–45; Sal. 10:3; 75:4; Pr. 25:14; Jer. 9:23; Ro. 1:30; Stg. 3:5; 4:16) que posiblemente motiva todos los pecados, incluso los deseos de la carne y de los ojos, ya que trata de elevar al yo por sobre todo lo demás (cp. Sal. 10:2, 4; Pr. 26:12; Dn. 5:20; Lc. 18:11–12; Ro. 12:3, 16).

La vanagloria es la arrogancia que posiblemente motiva todos los pecados… que trata de elevar al yo sobre todo lo demás.
Salmo 10.3 LBLA
Porque del deseo de su corazón se jacta el impío, y el codicioso maldice y desprecia al Señor.
Proverbios 25.14 LBLA
Como las nubes y el viento sin lluvia es el hombre que se jacta falsamente de sus dones.
Jeremías 9.23–24 LBLA
Así dice el Señor: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues yo soy el Señor que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco—declara el Señor.
1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

La vanagloria es la corrupción de las partes más nobles de la esencia de los seres humanos (cp. Sal. 10:2–6, 11; Pr. 16:18–19), su racionalidad y su espíritu creados por Dios para que los disfruten (Gn. 1:26–27).

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Satanás utilizó la misma tentación triple para atacar su objetivo. Adán y Eva sucumbieron en Génesis 3:6, sumiendo a la humanidad en el pecado: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”. El diablo recurrió a los deseos de comida en Eva (deseos de la carne), a su ambición de poseer algo atractivo (deseos de los ojos), y a su codicia por tener sabiduría (vanagloria de la vida). Adán aceptó las mismas seducciones sin protestar y comió del fruto que su esposa le ofreció, y el reino de Satanás ganó su firme posición inicial en la tierra.

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Satanás usó un enfoque similar cuando trató de arruinar la misión redentora de Jesús (cp. Mt. 16:21–23; Jn. 13:21–30). Recurrió a la humanidad del Señor (su hambre de pan), a sus ojos (su aprecio por el esplendor del mundo), y a su orgullo percibido (su salto desde el pináculo del templo habría abusado de la protección de Dios y le habría dado prestigio adicional cuando aterrizara sano y salvo). Pero las tres estrategias siniestras del diablo fueron frustradas cuando el Señor rechazó cada apelación citando la verdad del Antiguo Testamento (Dt. 8:3; 6:13, 16; cp. 10:20).

1 Pedro a Judas DEBIDO A LO QUE EL MUNDO HACE

Pero los creyentes no son esclavos del diabólico y corrupto sistema del mundo (Ro. 6:5–14; Stg. 4:7; 1 P. 5:8–9; 1 Jn. 4:1–6). Al igual que su Señor que los ha redimido, ellos poseen la capacidad de resistir con éxito las tentaciones de este mundo (cp. Ro. 8:1–13; Stg. 4:7).

1 Pedro 5.8–9 LBLA
Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Santiago 4.7 LBLA
Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.
Ilustración del joven comprometido que se volvió mundano
Genuinos en Cristo: Estudio Expositivo de la Primera Epístola de Juan Por lo Que el Mundo Nos Hace (1 Juan 2:15–16)

Un alumno que estaba en el último año de una escuela bíblica se destacaba por sus excelentes calificaciones y por su servicio cristiano eficaz. Salía todos los fines de semana a predicar y Dios lo estaba utilizando para ganar almas y desafiar a los creyentes.

Entonces, algo sucedió: su testimonio ya no tenía más efectividad, sus calificaciones comenzaron a bajar y aun su personalidad parecía haber cambiado. El rector lo llamó para conversar.

—Ha habido un cambio en tu vida y en tu trabajo— le dijo el rector —y me gustaría que me dijeras qué es lo que anda mal.

El estudiante se mostró evasivo por un instante, pero luego contó la historia. Estaba comprometido con una encantadora joven creyente y estaban planeando casarse después de la graduación. Lo habían llamado de una buena iglesia y estaba ansioso por mudarse con su esposa a la casa pastoral y comenzar el pastorado.

—¡He estado tan entusiasmado con esto que he llegado al punto de no querer que el Señor vuelva!— confesó. —Y entonces perdí el poder en mi vida.

Sus planes, buenos y hermosos como eran, se interpusieron entre él y el Padre. Perdió el gozo del amor del Padre. ¡Era mundano!

c) Debido a donde se está dirigiendo el mundo (v. 2:17)

1 Juan 2.17 LBLA
Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
¿A qué se refiere con la frase: y el mundo pasa?
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

El verbo traducido pasa es una forma del tiempo presente de paragō (“desaparecer”). El tiempo presente indica que el mundo ya está en proceso de autodestrucción (1 Co. 7:31b; 1 P. 4:7a; cp. Stg. 1:10; 4:14; 1 P. 1:24).

1 Corintios 7.31 LBLA
y los que aprovechan el mundo, como si no lo aprovecharan plenamente; porque la apariencia de este mundo es pasajera.
1 Pedro 4.7 LBLA
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.
Santiago 1.10 LBLA
y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba.
Santiago 4.14 LBLA
Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
1 Pedro 1.24 LBLA
Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. Secase la hierba, caese la flor,
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

los muertos vivientes en el mundo están destinados a la muerte eterna en el infierno, pero los cristianos están destinados a la vida eterna en el cielo (Mt. 13:37–50; 25:31–46; cp. Mt. 5:12a; Lc. 10:20; He. 12:22–23; 1 P. 1:3–5).

Lucas 10.20 LBLA
Sin embargo, no os regocijéis en esto, de que los espíritus se os sometan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Hebreos 12.22–23 LBLA
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos,
1 Pedro 1.3–5 LBLA
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo.
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

Todos ellos se precipitan rápidamente hacia la condenación eterna, como Pablo escribió con relación a los impíos que perseguían a los creyentes tesalonicenses:

2 Tesalonicenses 1.6–10 LBLA
Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen, y daros alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego, dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando El venga para ser glorificado en sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

El proceso de autodestrucción del mundo se acelerará y empeorará en los años venideros (cp. 2 Ti. 3:13) hasta que el Señor regrese.

2 Timoteo 3.13 LBLA
Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

Por otra parte, el que hace la voluntad de Dios, aquel que obedece a Cristo y confía en Él para salvación, no tiene nada que temer con relación a la destrucción del mundo (1 Ts. 1:10; 5:9). Es la voluntad de Dios que las personas crean el evangelio, se arrepientan de su pecado, y acepten a Jesucristo como Señor y Salvador (Mr. 1:15; Jn. 6:29; 1 Ti. 2:4–6). Juan había oído antes estas palabras de Jesús: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna” (Jn. 6:40a). Cada persona que ha obedecido esa enseñanza es cristiana y permanece para siempre (Lc. 6:46–48; Jn. 8:51; 10:27; 14:21; 15:10; Stg. 1:22–25; 1 Jn. 2:5; 3:24; cp. Sal. 25:10; 111:10).

Conclusión:
1 Pedro a Judas DEBIDO A DÓNDE SE ESTÁ DIRIGIENDO EL MUNDO

Los creyentes deben perseverar en santificación y justicia de igual forma que hizo Pablo: “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:13b–14). Al hacer esto demostrarán que aman lo que Dios ama y aborrecen lo que Él aborrece. Claramente ya no se dedicarán al sistema del mundo de los incrédulos y evitarán el atractivo continuo del pecado, el cual viene a través de los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.

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