EL PECADO Y LA DEPRAVACION

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EL PECADO Y LA DEPRAVACION

VII. PECADO Y DEPRAVACION ORIGINAL
A. El significado de depravacion.
La expresión “pecado original” quiere decir dos cosas: el primer pecado de Adán y la naturaleza pecaminosa poseída por todo hombre desde Adán debido a su primera transgresión. La naturaleza pecaminosa es llamada “depravación.” La depravación consiste de cuatro cosas que son ciertas acerca de todo individuo cuando nace.
1. Está completamente desprovisto de toda justificación original.
Salmo 51.5 RVR60
5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
2. No posee ningún efecto santo hacia Dios. “Que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amen
Romanos 1.25 RVR60
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos … traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios …”
2 Timoteo 3.2–4 RVR60
2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
3. Nada de lo que está fuera del hombre puede contaminarlo; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre
Marcos 7.15 RVR60
15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.
Mateo 7.21–23 RVR60
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
4. Tiene una continua inclinación hacia la maldad. “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal
Génesis 6.5 RVR60
5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
). A no ser que el término “depravación” sea malentendido, es bueno notar lo siguiente, citado de Lectures in Systematic Theology (Discursos en Teología Sistemática) de Thiessen:
Desde un punto de vista negativo, no significa que todo pecador está privado de todas las cualidades agradables al hombre; El pecador comete, o está inclinado a cometer toda forma de pecado; que está tan amargamente en contra de Dios como le es posible … Jesús reconoció la existencia de cualidades agradables en algunos individuos (Mr. 20:21; Mt. 23:23). Desde el punto de vista positivo, sí significa que todo p 187 pecador está totalmente destituido de ese amor hacia Dios que es el requisito fundamental de la ley. “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Dt. 6:4, 5). Al ver Mt. 22:35–38, encontramos que el pecador está supremamente dado a una preferencia de sí mismo que de Dios (II Ti. 3:2–4); que tiene una aversión a Dios que en ocasiones se convierte en activa enemistad hacia Él: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad hacia Dios, porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom. 8:7); que cada una de sus facultades está desordenada y corrupta: “Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Ef. 4:18); que no tiene ningún pensamiento, sentimiento o acción que Dios pueda aprobar enteramente: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mi, pero no el hacerlo” (Rom. 7:18); y que ha entrado sobre una línea de constante progreso hacia la depravación de la cual no puede de ningún modo alejarse en su propia fuerza (Rom. 7:18).
B. El resultado de la depravacion del hombre.
El pecado es rebeldía voluntaria contra Dios. Tal actitud no puede traer más que resultados malignos. No es sorprendente que uno pueda ver a su alrededor los horribles resultados del pecado. No es posible que los hombres continúen pecando y cosechen otra cosa que peores angustias. Pablo declara en
Gálatas 6.8 RVR60
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
: “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción …” Oseas dijo, concerniente a Israel: “Porque sembraron viento y torbellino segarán …” (
Oseas 8.7 RVR60
7 Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.
). También declaró: “Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira …” (
Oseas 10.13 RVR60
13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes.
).
Uno tendría que ser ciego para no ver el resultado de la depravación pecaminosa en las mentes y cuerpos de la raza humana hoy en día. Superstición, barbaridad y la iniquidad más grotesca son vistas en toda la tierra donde el evangelio no ha llegado. Donde el mensaje de salvación de pecados ha sido predicado y rechazado, la condición es casi peor, porque aquí se suma la condenación de luz que ha sido rechazada. En los mismos Estados Unidos, que probablemente es el país cristiano más grande en el mundo, toda institución de corrección, toda prisión de castigo, todo sanatorio y asilo está concentrando los resultados del pecado. Todo policía en la nación es un silencioso tributo al resultado del pecado.
La influencia del pecado sobre la conciencia humana es tan devastadora que ahora el pecado se ha hecho tan atractivo hasta el punto de ser p 188 reconocido en la sociedad como la cosa para hacer. Un gran hombre dijo una vez, “Nuestra mayor defensa contra el pecado es estar horrorizados de él”; y cuando cesa esta actitud, el pecado ha logrado sus más horrendos resultados. Pablo, en esa terrible lista de grotescas iniquidades en Romanos 1:24–32, llevó a la cima la fatal situación cuando dijo: “Quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican” (Vs 32). Cuando el pecado pierde su pecaminosidad, y los hombres encuentran placer en las más grotescas de las prácticas pecaminosas, solo hay poca esperanza.
VIII. LA CULPA DEL PECADO
A. El pecado en relacion con Dios.
La culpa es sólo valles de castigo por la violación de una ley o falla en conformarse a esa ley determinada por uno mismo. Es el resultado del pecado en relación con la ira de Dios. Hay resultados naturales del pecado en el pecador mismo, pero la ira trae a Dios en escena. Todo pecado es una ofensa contra Dios y está sujeto a su ira. (Vea Sal. 7:11;
Juan 3.18 RVR60
18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
, 36).
El arrepentimiento de David llegó a su cima cuando se dio cuenta de que no sólo había pecado contra Betsabé y su esposo Urías, sino contra Dios. “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio” (Sal. 51:4). El hijo pródigo se dio cuenta de lo mismo cuando gritó, “… He pecado contra el cielo …” (Lc. 15:21). Romanos 3:19 establece bien el caso: “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.” La santidad de Dios reacciona contra el pecado; la reacción es “la ira de Dios.” “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad …” (Rom. 1:18).
De acuerdo con Strong: “No sólo el pecado, como desigual a la pureza divina, involucra contaminación, sino también, como antagonismo a la sagrada voluntad de Dios, involucra culpa.”
Mientras que la culpa es primariamente una reacción hacia Dios, existe también una reacción secundaria en la conciencia de uno. Strong dice:
El progreso en el pecado está marcado por una disminución en la sensitividad al discernimiento y sentimiento moral. Como el más grande de p 189 los pecados es ser consciente de ninguno, así también la culpa puede ser tan grande como su proporción a la ausencia de conciencia de él. (Sal. 19:12; Ef. 4:18, 19). Sin embargo, no hay evidencia de que la voz de la conciencia pueda ser completa o finalmente silenciada. “El tiempo de arrepentimiento puede pasar, pero no el tiempo de remordimiento.
Se cita que el Dr. H. E. Robins dijo, “Para el pecador convicto un infierno meramente externo sería una llama refrescante, comparado con la agonía del remordimiento.”
B. Niveles de culpa.
La escritura hace claro que hay niveles de culpa, y por lo tanto niveles de castigo, porque hay variedades de pecados. El principio es reconocido por la variedad de sacrificios requeridos por las diferentes clases de pecados (Lv. 4–7). El Nuevo Testamento también sugiere niveles de culpa:
Lucas 12.47 RVR60
47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
, 48;
Juan 19.11 RVR60
11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
;
Romanos 2.6 RVR60
6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
;
Hebreos 2.2 RVR60
2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
, 3; 10:28, 29. Estos son:
1. Pecados de naturaleza y de transgresión personal.
Los hombres son pecadores por el principio de pecado innato (pecados de la naturaleza). Pero hay mayor culpa cuando el pecador por naturaleza comete actos de transgresión personal.
2. Pecados de ignorancia y pecados de conocimiento.
Ya hemos visto que hay pecados de ignorancia. Pero pecados contra el conocimiento estarían acompañados por mayor culpa, mayor el conocimiento, mayor la culpa. “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras” (
Lucas 10.13–14 RVR60
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.
). “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados” (Rom. 2:12).
3. Pecados de flaqueza y pecados de soberbia.
El salmista oró para ser guardado de pecados de soberbia: “Preserva también a tu siervo de las soberbias, que no se enseñoreen de mi …” (
Salmo 19.13 RVR60
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
).
En contraste, Pedro ilustra un pecado de flaqueza. Estaba determinado a ser fiel aún si todos los otros negaban al Señor; pero encontró que p 190 no tenía la fortaleza que pensaba era suya (Mt. 26:35). Otra forma de expresar éste contraste es notar la diferencia entre pecados de impulso y pecados deliberados. El pecado de David contra Betsabé fue uno de impulso, pero su pecado contra Urías fue deliberado, ya que planeó cuidadosamente la muerte de éste último.
IX. LA PENA DEL PECADO
A. El significado de pena.
1. Sobre los no salvos.
La pena es el dolor o pérdida que está directamente impuesta por el dador de leyes en vindicación de su justicia, que ha sido agravada por la violación de la ley. Hay consecuencias naturales del pecado: “Porque la paga del pecado es muerte …” (Rom. 6:23); “El alma que pecare, esa morirá” (
Ezequiel 18.20 RVR60
20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
a); “y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio …”
Hebreos 9.27 RVR60
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
La muerte física es uno de los resultados naturales del pecado, pero hay un “después de esto” que representa la siguiente pena. No dudamos que las consecuencias naturales del pecado son parte de la pena. “Prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado” (Pr. 5:22). La inmoralidad toma su derecho sobre el cuerpo humano. El estado sin Dios resulta en la deterioración mental y espiritual. Pero esto es sólo parte de la pena. En toda pena está la santa ira del dador de las leyes. La una puede ser sufrida ahora, pero la otra ha de ser experimentada en el futuro. “La depravación y la culpa, como consecuencias del pecado, descansan ahora sobre el genero humano, pero la pena de su culminación aguarda un día futuro.”
2. Diferencia entre corrección y castigo.
Es importante notar que hay una vasta diferencia entre la corrección y el castigo. La corrección, que es para reformar, no es enviada nunca como castigo sobre los hijos del Señor. Cristo llevó todo el castigo por el pecado del creyente. La corrección siempre procede de amor. “Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles
Jeremías 10.24 RVR60
24 Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.
). “Porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” (
Hebreos 12.6 RVR60
6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
).
Por otro lado, el castigo procede de justicia: “… y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me santifique” (Ez. 28:22); p 191 “Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones a donde habéis llegado” (Ez. 36:22); “Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas” (Ap. 16:5); “porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella” (Ap. 19:2). Por lo tanto la corrección se aplica con la intención de ser un correctivo; por su parte, la pena o el castigo no tiene intención de reformar al ofensor. No necesita decirse, que uno no puede reformar a un asesino ejecutándolo.
B. La naturaleza de la pena.
La única palabra que describe la pena total del pecado es “muerte.” Esta es triple: física, espiritual y eterna.
1. Muerte física.
El hombre fue creado con la capacidad de ser inmortal; el no tenía que morir si obedecía la ley de Dios. Pero Dios le dijo a Adán, “… el día que de él comieres ciertamente morirás” (
Génesis 2.17 RVR60
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
), refiriéndose al árbol de la ciencia del bien y del mal. Adán no murió inmediatamente; pero desde ese momento en adelante, la muerte estuvo actuando en su cuerpo físico. Unos novecientos años más tarde la muerte tomó el derecho final sobre su cuerpo. “… está establecido para los hombres que mueran una sola vez …” (
Hebreos 9.27 RVR60
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
).
La muerte no es el cese de la personalidad, pero la separación del alma del cuerpo; “incluyendo todas esas maldades y sufrimientos temporales que resultan del disturbio de la armonía original entre cuerpo y alma, y que son la obra de muerte en nosotros.”
Solamente a través de un acto de redención el hombre podría tener acceso otra vez al árbol de la vida. En el momento de la resurrección, la vida eterna física será restaurada en aquellos que reciban a Cristo Jesús como su Salvador. En ese momento el alma y el espíritu serán reunidos con el cuerpo y el hombre será un ser completo otra vez. De ahí que, para el cristiano, la muerte ya no es la pena de su pecado, ya que Cristo llevó esa pena por él. La muerte se convierte en una puerta a través de la cual el alma entra al más completo gozo de todos los beneficios que Dios ha logrado en Cristo (
Efesios 2.7 RVR60
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
).
p 192 2. Muerte espiritual.
Por muerte espiritual, nos referimos a la separación del alma de Dios; incluyendo todo ese dolor de conciencia, pérdida de paz, y tristeza de espíritu, que resulta del disturbio de la relación normal entre el alma y Dios.”
La muerte física no es de ninguna manera la parte principal de la muerte como pena por el pecado. Aunque Adán no murió físicamente en el momento que desobedeció a Dios, murió espiritualmente. Perdió esa comunión con Dios que es la fuente de toda vida. Él se convirtió en “muerto en delitos y pecados” (
Efesios 2.1 RVR60
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
). Primera de Timoteo 5:6 se refiere a la viuda, pero también describe perfectamente la condición inmediata de Adán, al igual que la de todo hombre no redimido: “Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.” Cuando Jesús dijo, “Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (
Juan 11.26 RVR60
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
a); estaba hablando de la restauración de la vida espiritual a través de su gracia redentora.
3. Muerte eterna.
La muerte eterna es la culminación y la conclusión de la muerte espiritual, y se refiere a la eterna separación del alma de Dios. A esto se le llama “la muerte segunda.” “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (
Apocalipsis 21.8 RVR60
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
). “Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder …” (
2 Tesalonicenses 1.9 RVR60
9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
). “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (
Mateo 25.41 RVR60
41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
). “No os maravilléis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Jn. 5:28, 29). Chafer discute la muerte segunda:
Es verdad que la “muerte segunda”, que es eterna, es una separación de Dios y que ese estado eterno es una inmensurable pena a la luz del hecho de que el alma perdida debe saber lo que hubiera logrado la gracia. La pena es una definitiva imposición sobre y encima del curso natural de los eventos, una retribución que corresponde al castigo requerido. Es tan cierto como el carácter de Dios que lo que sea impuesto será justo y correcto, y será así reconocido por todos que Dios, como en cualquier otra empresa, no puede ser el autor de aquello que es pecaminoso.
Duffield, G. P., & Van Cleave, N. M. (2006). Fundamentos de Teologı́a Pentecostal (pp. 186–192). San Dimas, CA: Foursquare Media.
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