SOTERIOLOGIA
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SOTERIOLOGIA
SOTERIOLOGIA
LIBRO: FUNDAMENTOS DE LA TEOLOGIA PENTECOSTAL
www.elshaddaitopeka.org / pagina 194
Fundamentos de Teología Pentecostal Capítulo 5
CAPÍTULO 5
La Doctrina de la Salvación
Soteriología
I. PROVISIONES QUE HAN SIDO HECHAS
I. PROVISIONES QUE HAN SIDO HECHAS
2. Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
2. Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo
4. ¿Por quién murió Cristo?
4. ¿Por quién murió Cristo?
INTRODUCCION
La palabra “soteriología” se deriva de dos palabras griegas, sotería y logos.
La primera significa “salvación”, y la última palabra, “disertación, o doctrina.”
Habiendo tratado con la doctrina de la teología, donde fue enfatizada la santidad de Dios, y habiendo visto el fracaso y pecado de la humanidad en el estudio de antropología y hamartiología, nos es traída a conciencia la extrema necesidad de un plan de salvación suficiente para cerrar la vasta brecha entre estos dos extremos infinitos, la pecaminosidad del hombre y la santidad de Dios.
Afortunadamente para todos los involucrados, Dios previó todo lo que tomaría lugar en la caída del hombre, y planeó justamente la salvación necesaria antes de la fundación del mundo. Antes de que fuera cometido el primer pecado en el universo y antes de la triste condición traída por el hombre rebelde, que había sido hecho a la imagen de Dios, el Señor había planeado y provisto el medio de escape de los rebeldes y la condenación del pecado.
Nuestro Dios no fue tomado desprevenido. Él previó la caída y pre-ordenó el plan de rescate.
El plan de salvación es tan simple que hasta el menor entre los hijos de los hombres podría tomar suficiente de el para experimentar su poder transformador. Al mismo tiempo, es tan profundo que jamás se ha descubierto ninguna imperfección en él. En realidad, aquellos que mejor lo conocen están continuamente asombrados de que un, y sólo un plan de salvación fuera necesario para satisfacer la vasta cantidad de necesidades espirituales entre casi una ilimitada variedad de necesidades en los hombres de toda raza, cultura y condición entre las naciones de este mundo.
p 194
El corazón del plan de salvación de Dios está centrado alrededor de un oficio y la fundación de un mediador; uno que podía ir entre un Dios ofendido y una criatura desamparada y pecaminosa, el hombre. Job sintió la necesidad de tal persona al encontrarse (por lo menos él pensó) apartado de Dios. “Porque no es hombre como yo, para que yo le responda. Y vengamos juntamente a juicio. No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos” (
32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda,
Y vengamos juntamente a juicio.
33 No hay entre nosotros árbitro
Que ponga su mano sobre nosotros dos.
Esta es la posición que Cristo, en su sacrificio sustituyente, vino a llenar.
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
Esta es la razón para la encarnación de la segunda persona de la deidad; para ser un mediador para Dios era necesario ser Dios, para representar a la humanidad era necesario ser un hombre. La pena por los pecados de la humanidad que debía ser descartada si el hombre tenía comunión con Dios, era la muerte. Pero a causa de que Dios no puede morir, el Espíritu no puede morir. Él debía tener un cuerpo. Y entonces “Aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Note también la siguiente explicación extensiva:
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenia el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Todo esto ha sido posible a través de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.
En el estudio de la doctrina de la salvación habrá dos encabezamientos:
(1) Las provisiones que han sido hechas: incluyendo la muerte, sepultura, resurrección, ascensión y exaltación de Jesucristo y
(2) La aplicación de aquellas provisiones: incluyendo arrepentimiento, fe, justificación, regeneración, adopción, santificación, certeza y seguridad.
I. PROVISIONES QUE HAN SIDO HECHAS
I. PROVISIONES QUE HAN SIDO HECHAS
I. PROVISIONES QUE HAN SIDO HECHAS
A. La muerte de Cristo.
1. La importancia de la muerte de Cristo.
1.1. La importancia que se le da en las escrituras.
1.1.1. En el Antiguo Testamento.
1.1.1.1. Tipos:
1.1.1.2. Profecías:
1.1.2. En el Nuevo Testamento.
1.2. relación con la encarnación.
1.3. Es una de las dos verdades fundamentales del evangelio.
1.4. Es necesario para la salvación del hombre.
A. La muerte de Cristo.
Al estudiar la vida de Cristo, nos admiramos por las muchas obras maravillosas ejecutadas por Él.
El dar de comer a las multitudes, convertir el agua en vino, sanar a los enfermos, hacer caminar a los paralíticos, hacer hablar a los mudos, y hacer ver a los ciegos eran evidencias que señalaban que Él era el Hijo de Dios. A través de estas poderosas obras, Él dio amplia evidencia de que Él era en verdad todo lo que había dicho que era.
Sin embargo, su trabajo no estaba terminado por las poderosas hazañas hechas en su vida, las grandes verdades que predicó, o por ser un gozo y una bendición a la gente de su día. Su principal propósito en venir a esta tierra fue traer salvación a las almas de los hombres.
Cuando el ángel de Dios habló a José sobre el niño que nacería de María, él dijo,
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Este pensamiento sería entonces el método por el cual Jesús salvaría a su pueblo de sus pecados. Esto lleva al estudio de su muerte.
1. La importancia de la muerte de Cristo.
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
El Cristianismo es diferente a toda otra religión en el sentido de que se asigna a la muerte de su fundador. Toda otra religión basa su demanda en la grandeza de la vida y enseñanza de aquellos que las fundaron, mientras que el evangelio de Jesucristo está centrado alrededor de la persona de Jesucristo, incluyendo especialmente su muerte en el Calvario. Se ha dicho a menudo que hay algo bueno en toda religión. Puede ser verdad que haya algún valor ético en muchas otras enseñanzas, pero sólo en el cristianismo tenemos la redención de pecados, y esto es logrado a través de la muerte sustituyente del mismo hijo de Dios.
1.1. La importancia que se le da en las escrituras.
1.1.1. En el Antiguo Testamento.
La muerte de Cristo está prevista a través del Antiguo Testamento en muchos tipos (símbolos o figuras de la muerte de Cristo) y profecías.
Sólo algunos de los más sobresalientes de éstos son mencionados aquí.
1.1.1.1. Tipos:
• Las túnicas de pieles.
21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
• La ofrenda de Abel.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
• La ofrenda de Isaac
Gn. 22)
• El cordero de la pascua
Ex. 12)
• El sistema de sacrificio levítico
Lv. 1–7
• La serpiente de bronce
Nm. 21;
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
• El Cordero inmolado.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
1.1.1.2. Profecías:
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Esto versículo ha sido llamado “el protoevangelio”, o “el primer evangelio”.
• La escena de la crucifixión (Sal. 22)
• El sufrimiento vicario (Is. 53).
• El Mesías cortado. (Dn. 9:26).
• El pastor herido. (Zac. 13:6, 7).
El Mesías cortado.
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
El pastor herido.
6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
7 Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
En su conversación con los dos discípulos, camino a Emaús en la tarde de su resurrección, Jesús declaró que Moisés, todos los profetas y todas las escrituras, hablaron de su muerte.
26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
Es claro, en
10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
, que los sufrimientos de Cristo fueron el tema en el cual los profetas del Antiguo Testamento inquirían y buscaban diligentemente: Cuando Moisés y Elías aparecieron con Cristo en el monte de la transfiguración el tema del cual conversaron fue la muerte del Salvador. “Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén”
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.
1.1.2. En el Nuevo Testamento.
Torrey dice que la muerte de Jesucristo es mencionada directamente más de ciento setenta y cinco (175) veces en el Nuevo Testamento.
Ya que hay 7.957 versículos en el Nuevo Testamento; se podría decir que uno de cada cuarenta y cinco (45) se refiere a este tema.
Thiessen declara: “Los últimos tres días de la vida terrenal de nuestro Señor ocupan alrededor de un quinto de las narraciones en los cuatro Evangelios”.87
1.2. relación con la encarnación.
Este tema ha sido tratado bajo la sección de teología que habla de Jesucristo. Pero algunos versículos pertinentes serán repetidos aquí para enfatizar la importancia de su muerte.
Jesús participó en carne y sangre a fin de que pudiera morir. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de los mismos, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, el diablo” (Heb. 2:14).
“Él apareció para quitar nuestros pecados” (I Jn. 3:5).
Cristo vino a este mundo con el único propósito de darse a sí mismo como rescate por nuestros pecados. “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt. 20:28). “Pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo” (Heb. 9:26).
Como bien dice Thiessen: “Su muerte no fue una reflexión o un accidente, pero el logro de un propósito divino en conexión con la encarnación. La encarnación no es el fin en sí mismo; es sólo el medio para el fin, y ese fin es la redención de los perdidos a través de la muerte del Señor en la cruz.”
1.3. Es una de las dos verdades fundamentales del evangelio.
Note como Pablo enfatiza la muerte, la sepultura, y la resurrección de Cristo como constituyentes del evangelio. “Además os declaro, hermanos, el evangelio … que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.” (
1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
). El evangelio es las “buenas nuevas” de salvación, el perdón de pecados a través de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.
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1.4. Es necesario para la salvación del hombre.
Muchos versículos señalan la absoluta necesidad de la muerte de Cristo a fin de que Dios pudiera perdonar el pecado y otorgar al hombre su salvación. Note cuán a menudo ocurren las palabras “es necesario” en los siguientes pasajes:
Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto y resucitar al tercer día (
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
).
Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación (
LEVITICO 17:25
).
Escuche el testimonio de los ángeles en la tumba vacía: diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día (
7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
).
Declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que Cristo padeciese, y resucitase de los muertos (
3 declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.
).
La única base sobre la cual un Dios santo podía perdonar el pecado era que su hijo llevara la pena de la culpa del pecador. El no puede perdonar solamente con base en el arrepentimiento del pecador. Sólo puede ser porque la pena ha sido completamente pagada. Dios no perdona a los pecadores, como algunos predican, porque los ama. Su amor causó que Él diera a su Hijo unigénito para que fuera el rescate por el pecado, por consiguiente el pecador puede ser perdonado. George Herbert Morrison ha escrito hermosamente:
Déjeme decir que la cruz no es necesaria e incluida por la falta de disponibilidad de Dios para perdonar. En ninguna parte del Nuevo Testamento la cruz es concebida como el cambio de un Dios no dispuesto, a uno dispuesto, como si se tratase de una compulsión sobre un Dios desganado. No es la causa de amor, es su consecuencia; es la emanación de amor, es su derramamiento, y eso es lo que tan a menudo se olvida.
En el Nuevo Testamento leemos que Cristo fue ofrecido como propiciación por nuestros pecados y que nuestras mentes se volvieron a creencias paganas, donde los hombres trataban de aplacar a sus dioses airados; pero la tremenda diferencia es que en todas estas creencias el hombre tenía que proveer la propiciación; en la fe cristiana Dios la provee. Él no le pide al hombre un sacrificio de expiación; Él entrega el sacrificio de expiación, y Él lo da porque ama al mundo y no es su voluntad que algún hombre se pierda. Es porque Él está tan apasionadamente ansioso por perdonar que mandó a su hijo a morir.
p 199
¿Por qué entonces fue necesaria la cruz si Dios es amor eternamente? Para mí la respuesta antigua es la única respuesta. Dios es más que una persona; Dios es el gobernador moral del universo.
Un padre perdona libremente a su hijo si el niño es culpable; pero si el padre es un juez no puede perdonar así a un criminal, aunque el criminal sea su hijo; es su deber sustentar y administrar la ley por los intereses más altos del estado, y si perdonara al criminal sobre la base de que es culpable, el país se lanzaría a un estado sin leyes y caos. O, de nuevo digamos que el padre es un director de escuela, y el hijo un alumno; ¿puede actuar como director al igual que actúa como padre, perdonando porque el niño expresa angustia? ¿No desintegraría y destruiría la disciplina y bajaría la moral de toda la escuela que inevitablemente la llevaría al libertinaje?
Estas son ilustraciones imperfectas, pero ilustran el problema de Dios: como perdonar, como lo desea su corazón, y al mismo tiempo ser “juez de toda la tierra”; como perdonar, a la más leve señal de culpabilidad, y aún mantener esa ley que vive en Él, para que los hombres puedan vivir en la segura y espléndida confianza de que “justicia y juicio son el cimiento de su trono” (
14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
).
Había “un problema digno de Dios”, como solían decir Martín Lutero y Tomas Chalmers: cómo cancelar el pecado, tratarlo como si no fuera, y aún mantener y vindicar su justicia. El Nuevo Testamento con inalterada repetición no dice que Dios resolvió ese problema dando a su unigénito Hijo para morir por el pecado.
Cualquier perdón divino que haga menos a la ley haría de este mundo una habitación intolerable; pero cuando Dios dio a su hijo para morir por el pecado
“la justicia y la paz se besaron (
10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
).
2. Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
2. Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
2. Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
2.1. La teoría del accidente.
2.2. La teoría del mártir.
2.3. La teoría de la influencia moral o del amor de Dios.
2.4. La teoría gubernamental.
A fin de apreciar más enteramente la verdadera enseñanza bíblica concerniente a la muerte de Cristo podría ser bueno examinar brevemente algunas de las falsas teorías que han avanzado en el transcurso de los años.
2.1. La teoría del accidente.
Esta postura ve a Cristo simplemente como un hombre y por lo tanto sujeto a la muerte como cualquier otro hombre. Cristo murió en manos de una multitud que no estaba de acuerdo con sus enseñanzas. Su muerte fue completamente imprevista y no tuvo ningún significado para nadie más. Esa postura es sostenida por los racionalistas extremos que omiten las claras enseñanzas de la escritura.
Esta idea radical es fácilmente refutada por el hecho de que la muerte de Cristo fue prevista y predicha a lo largo del Antiguo Testamento como hemos visto
(
7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
ENTRE OTROS VERSICULOS DEL MISMO SALMO
, Is. 53, libro de Isaías fue escrito entre los años 701 y 681 a.C.
Zac. 11 Este libro se cree que fue escrito después del destierro, alrededor del año 520 a. C
Además, Jesús habló repetidamente de su futura muerte y la forma en que esta sería
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
;
30 Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese. 31 Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día. 32 Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.
;
17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.
;
19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
;
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
), lo cual claramente contradice esta falsa teoría. “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
2.2. La teoría del mártir.
Esta teoría sostiene que la muerte de Cristo no fue más que la de un noble mártir, tal como Huss o Policarpio.
Policarpo le contestó: —He servido a mi Señor Jesucristo durante 86 años y nunca me ha causado daño alguno el mismo. ¿Cómo puedo negar a mi Rey, que hasta el momento me ha guardado de todo mal, y además me ha sido fiel en redimirme?
Según la teoría su único valor para la humanidad es el ejemplo que Jesús dio en ser fiel a lo que creía y enseñaba, hasta estar dispuesto a morir por eso. Esta ha sido llamada a veces la “teoría del ejemplo.” El hombre puede ser salvo por arrepentimiento y reformación solamente.
Esta idea ignora completamente la enseñanza escritural de que la muerte de Cristo fue una propiciación de la ira de Dios y una expiación por el pecado del hombre.
Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús (
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
).
Esta teoría falla en considerar la actitud anti-mártir en pedir que se pasara de Él la copa
42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
).
2.3. La teoría de la influencia moral o del amor de Dios.
Esta teoría sostiene que el sufrimiento y la muerte de Cristo fueron solamente los resultados naturales de su hacerse carne y sufrir con, no por, sus criaturas. En esta teoría Thiessen dice: “Los sufrimientos y la muerte de Cristo son similares a los del misionero que entra en una colonia leprosa de por vida, a fin de salvar a los leprosos”.
Thiessen señala además que la teoría enseña que “el amor de Dios manifestado en la encarnación, los sufrimientos y la muerte de Cristo, son p 201 para ablandar los corazones humanos y llevarlos al arrepentimiento. Aquí, entonces, no hay pensamiento de la ira de Dios para ser propiciado, y de Cristo muriendo como el sustituto por nuestros pecados.
Es verdad que “De tal manera amó Dios al mundo” (
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
), y que “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
). Estos pasajes enfatizan el amor de Dios, pero también hacen claro lo que hizo el amor de Dios. El amor de Dios no salvó a los pecadores; causó que Dios estuviera dispuesto a dar a su hijo para morir por nosotros y de esa manera satisfacer las justas demandas de su propia santidad. Thiessen comenta lo siguiente: “En esta teoría es difícil explicar cómo fueron salvos los creyentes del Antiguo Testamento, ya que no tenían esta lección objeto del amor de Dios.”
2.4. La teoría gubernamental.
El pensamiento principal tras esta teoría es que Dios hizo de Cristo un ejemplo, en sus sufrimientos, a fin de mostrarle al hombre su desagrado por el pecado.
El gobierno de Dios en el mundo necesitaba que Él mostrara su ira contra el pecado.
Sólo así Él podría mantener respeto por su ley.
En la medida en que la humanidad se de cuenta de la actitud de Dios hacia el pecado, mostrada en los sufrimientos de Cristo, será movida al arrepentimiento, que es lo único necesario para la salvación.
La principal objeción que surge de esta enseñanza es, ¿por qué entonces fue necesaria la encarnación? ¿Y por qué el que sufre debe ser una persona inocente? ¿Por qué no podía ser manifestada la ira de Dios contra cualquier pecador, en vez de su unigénito hijo?
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo.
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo.
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo
3. El verdadero significado de la muerte de Cristo
3.1. Es vicaria (una sustitución
3.2. Es una expiación.
3.3. Es una propiciación.
3.4. Es una reconciliación.
3.5. Es un rescate o una redención.
3.5.2. De la ley misma
3.5.3. Del poder del pecado en la vida de uno
3.5.4. De Satanás
3.5.5. De toda maldad, incluyendo nuestro presente cuerpo mortal
A fin de tomar la completa extensión de lo que fue logrado a través de la muerte de Jesucristo, un número de diferentes palabras debe ser utilizado y sus significados completamente entendidos. El pecado del hombre era tan grande y la santidad de Dios tan pura, que el golfo que entre ellos debía ser cruzado requería un sublime logro por parte de nuestro Señor. Por medio de su muerte, Él satisfizo enteramente toda necesidad del pecador relacionada con el pecado, capacitándolo para disfrutar una comunión eterna con Dios. Al mismo tiempo, Cristo satisfizo todo requisito necesario para que un Dios recto y justo pudiera perdonar libremente el pecado y recibir al hombre otra vez en su comunión. En ningún momento a través de la eternidad, cualquier hombre, diablo o ángel podrá desafiar la perfecta y entera provisión de la gran salvación de Dios. Consideraremos la muerte de Cristo como es revelada en cinco palabras distintas.
p 202
3.1. Es vicaria (una sustitución)
La palabra vicaria quiere decir “un sustituto, uno que toma el lugar de otro y actúa en su lugar.” “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, mas Jehová cargó en él, el pecado de todos nosotros” (
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
). “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
). “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
). “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.” (
14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
). “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
).
De estos y muchos otros versículos (Vea
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
;
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
;
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
;
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
). Es claro que Cristo fue nuestro sustituto al cargar nuestros pecados sobre la cruz. Es obvio qué Él no llevó sus propios pecados. “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
). “¿Quién de vosotros me redargüye de pecado?” (
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
). Cuando Él murió, murió por los pecados de otros.
En primer lugar, ha sido objetado que es inmoral que Dios castigue a una persona inocente por una culpable, y de ahí que la idea de sustitución sea intolerable. Digamos primero, que Dios no sabe castigar al inocente por el culpable. Jesús tomó de tal manera sobre sí nuestro pecado que asumió su culpa.
En segundo lugar, no es ilegal que un juez pague él mismo la pena que ha impuesto. Cristo es verdadero Dios, y por lo tanto tenía el derecho de pagar la pena de nuestro pecado.
En tercer lugar, sólo podría ser considerado inmoral si Jesús hubiera sido obligado a ser nuestro sacrificio, pero si Él tomó voluntariamente esa posición no se hizo ninguna injusticia.
Esto hizo. “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar” (
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
). Que sea enteramente hecho consciente que no somos salvos por el homicidio de un hombre, pero por uno que voluntariamente se ofreció por nosotros.
3.2. Es una expiación.
La palabra “expiación” es utilizada en forma general y particular. En la forma que es utilizada popularmente, se refiere a la provisión entera de salvación que Dios hizo para los pecadores por medio del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. Este es el significado utilizado generalmente. Sin embargo, la palabra tiene un significado específico en la escritura. Literalmente significa “un encubrimiento.” Es una palabra del Antiguo Testamento.
p 203 En el Antiguo Testamento debía hacerse una expiación por las transgresiones individuales. “Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová … para expiación de su culpa traerá [el sacrificio] a Jehová … y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender” (
2 Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su prójimo,3 o habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre,4 entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,5 o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá por entero a aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación.6 Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños, conforme a tu estimación, y lo dará al sacerdote para la expiación.7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.
). También era posible hacer expiación nacional por pecados nacionales:
Si toda la
congregación de Israel hubiere errado … y fueren culpables … la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo de reunión. Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro delante de Jehová, y en presencia de Jehová degollarán aquel becerro … así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón (
13 Si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de Jehová en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables; 14 luego que llegue a ser conocido el pecado que cometieren, la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo de reunión. 15 Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro delante de Jehová, y en presencia de Jehová degollarán aquel becerro. 16 Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del becerro en el tabernáculo de reunión, 17 y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante de Jehová hacia el velo. 18 Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová en el tabernáculo de reunión, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión. 19 Y le quitará toda la grosura y la hará arder sobre el altar. 20 Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón.
).
En la imposición de manos de los ancianos, los pecados de Israel eran transferidos al animal de sacrificio y éste era matado como su sustituto. La expiación proveía un encubrimiento de la culpa del verdadero criminal, y lo hacía invisible al ojo del santo Dios. Este pensamiento es sugerido en versículos tales como los siguientes: “Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades” (
9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
); “echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (
17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
); “¿echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados? (
19 El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
).
Como se ha dicho, esta palabra “expiación” es una palabra del Antiguo Testamento, porque en Cristo tenemos más que un encubrimiento por nuestros pecados. Estos son perdonados y completamente removidos. La sangre de los animales de sacrificio, traídos por el adorador, sólo podía bastar para cubrir los pecados de los hombres hasta que la preciosa sangre de Cristo fuera derramada para removerlos. “Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo … en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (
4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.5 Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí.
8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. 10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
).
3.3. Es una propiciación.
La palabra “propiciación” propiamente significa el desecho de la ira de Dios por un sacrificio. Por lo tanto significa aplacamiento.
A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados (
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
).
Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo (
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
).
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo (
17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
).
p 204
La palabra “propiciación” propiamente significa el desecho de la ira de Dios por un sacrificio. Por lo tanto significa aplacamiento. “La idea de la ira de Dios está fuertemente arraigada en el Antiguo Testamento, donde se hace referencia a ella 585 veces.” Esta palabra también es mencionada un número de veces en el Nuevo Testamento: “El que rehusa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
). “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres” (
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
). “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia” (
6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
). (Vea también
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
;
10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
;
11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.
;
15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
)
En los pasajes citados arriba será visto que Pablo veía la muerte de Cristo como el medio para remover la ira de Dios
(
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
).
La sorprendente paradoja es que Dios mismo proveyó los medios para remover su propia ira.
También observamos: que si es el amor del Padre que “envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
); que la razón por la que Cristo se hizo “misericordioso y fiel sumo sacerdote” fue para “expiar los pecados del pueblo” (
17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
);
y que su propiciación es adecuada para todos (
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
). Según Leon Morris:
La postura consistente de la Biblia es que el pecado del hombre ha incurrido en la ira de Dios.
Esa ira es alejada sólo por la ofrenda expiatoria de Cristo.
De este punto de vista su obra salvadora es propiamente llamada propiciación.
3.4. Es una reconciliación.
La necesidad de reconciliación es aparente por la enemistad entre Dios y el hombre traída por el pecado del hombre.
Por medio del sacrificio de Jesucristo, esta condición de enemistad puede ser cambiada a una de paz y comunión.
Esta es una de las bendiciones más grandes de la salvación personal.
De nuevo, esta nueva relación magnifica la gracia de Dios, porque ningún hombre puede reconciliarse con Dios.
Dios mismo obró esta reconciliación para nosotros por medio de Cristo.
Fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo. “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
). “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os a reconciliado” (
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
).
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
nos dice que esto fue logrado por medio de la sangre de su cruz: “Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas … haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
p 205 La escritura aplica la palabra “reconciliación” a ambos, Dios y el hombre: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
). Thiessen explica:
El pensamiento es algo así: Al principio Dios y el hombre se encontraban cara a cara el uno con el otro. Al pecar, Adán le dio su espalda a Dios. Entonces Dios dio su espalda a Adán. La muerte de Cristo satisfizo las demandas de Dios y ahora nuevamente ha tornado su cara hacia el hombre. Ahora falta que el hombre se dé la vuelta y le dé su cara a Dios. Ya que Dios ha sido reconciliado por la muerte de su hijo, el hombre debe buscar reconciliarse con Dios.”
3.5. Es un rescate o una redención.
La palabra “redención” significa una soltura o liberación de la cautividad, esclavitud o muerte por la paga de un precio, llamado rescate. De ahí que la palabra tenga doble significado. Significa la paga de un precio, al igual que la liberación del cautivo. La muerte de Cristo en la cruz está vista en la escritura como el precio que Jesús pagó por la liberación del pecador.
“Como el Hijo del Hombre no vino par ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
). La liberación que obtuvo Jesús se llama redención “Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención” (
12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
).
Según el Nuevo Testamento tenemos redención de las siguientes cosas:
3.5.1. De la pena de la ley
Pablo la llama “la maldición de la ley.” “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo aquel que es colgado en un madero)” (
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
).
3.5.2. De la ley misma
“Así también vosotros, hermanos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo” (Rom. 7:4). Ahora estamos bajo la gracia. “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
).
3.5.3. Del poder del pecado en la vida de uno
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no p 206 sirvamos más al pecado” (
6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
). “Porque los que hemos muerto al pecado ¿cómo viviremos aún en él?” (
2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
). (Vea también
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
;
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
;
12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
.)
3.5.4. De Satanás
“Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (
26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
). “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de los mismos, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, el diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
).
3.5.5. De toda maldad, incluyendo nuestro presente cuerpo mortal “El cual se dio a sí mismo para librarnos de nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (Gál. 1:4). “Que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
). “Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos … esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo” (
23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
).
Esta consumación final de nuestra redención será realizada en la segunda venida de nuestro Señor. “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (
28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
).
Para resumir los beneficios de la muerte de Cristo, cuando hablamos de ella como vicaria nos referimos a sustitución. Cuando hablamos de ella como expiación nos referimos a cobertura. Cuando hablamos de ella como propiciación nos referimos a aplacamiento. Cuando hablamos de ella como reconciliación nos referimos a enemistad. Finalmente cuando hablamos de ella como rescate nos referimos a redención.
4. ¿Por quién murió Cristo?
4. ¿Por quién murió Cristo?
4.1. Por la iglesia.
4.2. Por el mundo entero.
4.3. ¿Qué de los niños?
4. ¿Por quién murió Cristo?
Esta es una pregunta vital a causa de muchas teorías que se sostienen dentro de la iglesia cristiana. La teoría calvinista de “expiación limitada” enseña que Cristo murió sólo por los elegidos a quienes Él había previamente elegido. Veamos lo que dice la Biblia.
4.1. Por la iglesia.
No hay duda que Cristo murió por aquellos creyentes que son los miembros de su cuerpo, la iglesia.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
4.2. Por el mundo entero.
Hay un volumen de escritura aún más grande para mostrar que Cristo murió por el mundo entero, por cada individuo.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
Aquí está positivamente dicho que Cristo compró a éstos que serían definitivamente falsos profetas y que serían destruidos.
Note también la clara implicación, en los siguientes dos versículos, de que Cristo murió por algunos aunque serían destruidos:
15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.
11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
Ni un sólo hombre, mujer o niño está excluido de las bendiciones ofrecidas en la expiación.
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Una pregunta viene a la mente muy naturalmente, si Cristo murió por todos, ¿por qué entonces no son todos salvos?
La respuesta está en el simple,
pero claro hecho de que cada uno debe experimentar una fe creyente en que Cristo murió antes de que se pueda participar de los beneficios de su muerte.
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
p 208
La condición indicada por Cristo sobre la cual ellos (los incrédulos) pueden evitar morir en sus pecados no está basada sobre su no haber muerto por ellos, pero en vez su creer en él … El valor de la muerte de Cristo, que es tan maravillosa y completa, no es aplicado al no regenerado hasta que crea.
La necesidad de una aplicación personal, por fe, de la gracia salvadora de Jesucristo, está ilustrada por los detalles de la noche de la pascua.
Las familias israelitas debían matar un cordero y poner la sangre sobre los dos postes y el dintel de la puerta de sus hogares y luego debían quedarse en la casa. Dios dijo,
13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
Dios no iba a mirar en el patio de atrás donde habían matado al cordero.
Él iba a mirar los postes de las puertas de cada hogar individual.
Cuando veía allí la sangre, el ángel de la muerte pasaba de largo.
Debe haber una aplicación personal, por fe, de la sangre preciosa que fue vertida por nosotros en el calvario.
La expiación es suficiente para todos;
es eficiente para aquellos que creen en Cristo.
La expiación en sí, en cuanto pone la base para el tratamiento redentor de Dios con los hombres es ilimitada;
la aplicación de la expiación es limitada a aquellos que verdaderamente creen en Cristo.
Potencialmente Él es el Salvador de todos los hombres; efectivamente lo es sólo de los creyentes.
10 Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
4.3. ¿Qué de los niños?
¿La gracia de Dios cubre a infantes y a niños pequeños hasta que lleguen a la edad de uso de razón, o de responsabilidad moral?
Si Jesús realmente murió por todos, entonces parecería que estos pequeños también estarían incluidos en su expiación.
Si Cristo murió por todos los hombres entonces los pecados de todos están potencialmente cubiertos por el derramamiento de su sangre preciosa.
Pero hay un pecado especial que Jesús dijo que el Espíritu Santo condenaría; es el pecado de incredulidad.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
p 209
El Espíritu Santo da toda una nueva dimensión al pecado.
La incredulidad es un pecado del cual la conciencia nunca convencerá al hombre.
Al no creer en Jesucristo, y rechazar así su salvación, el hombre falla en aprovechar el perdón, que Él proveyó por su muerte.
Por lo tanto la culpa entera del pecado del hombre es acumulada de nuevo sobre sí mismo.
Este pecado no es posible para un pequeño antes que alcance la edad de responsabilidad;
en consecuencia, la gracia salvadora de Jesucristo todavía le es de utilidad a él.
Es imposible determinar cuándo un niño alcanzará este punto de responsabilidad.
Con algunos es tan temprano como tres o cuatro años; con otros puede ser cinco o seis años de edad.