¿QUÉ SON LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES?
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· 20,009 views"Las disciplinas espirituales son prácticas que Dios nos ha dejado, por medio de las cuales nos esforzamos para ponernos bajo la Gracia de Dios, y entonces permitir que Su gracia transforme nuestras vidas" - Christian Ramírez
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"Las disciplinas espirituales son prácticas que Dios nos ha dejado, por medio de las cuales nos esforzamos para ponernos bajo la Gracia de Dios, y entonces permitir que Su gracia transforme nuestras vidas"
25 Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo.
Las disciplinas son una práctica, esto se refiere a algo que hacemos constantemente, con acciones. La disciplina espiritual no es conocimiento y entendimiento, es una acción repetida, constante e intencional que somos seres humanos ponemos.
¿Por qué las hacemos? las hacemos por que Dios las ha dejado en nuestras vidas, no son cosas inventadas por los hombres, si no que Dios en Su Palabra las ha dejado y nos muestras varios ejemplos que nos permiten ver que podemos usarlas.
Debe haber un esfuerzo de parte nuestra, las disciplinas espirituales no son fáciles de realizar, no son sencillas, tienen que ir en contra de nuestra carne, tenemos que sacar tiempos para ellas; y por lo tanto requieren ese esfuerzo nuestro, pero debemos entender que ese esfuerzo no es simplemente en crear un cambio en mi vida, mi esfuerzo es porque quiero ponerme bajo la gracia de Dios; porque cuando estamos bajo la gracia de Dios, cuando las disciplinas me llevan a una mayor intimidad con Dios, me llevan a poder contemplar de una mejor manera a Dios, entonces de una manera maravillosa la Gracia de Dios transforma nuestras vidas, y esta es la meta final.
En las disciplinas espirituales está el esfuerzo humano y la obra divina. En Todas ellas, las ESCRITURAS van a ser centrales para practicarlas apropiadamente. Esto quiere decir que las escrituras deben estar presentes en todo lo que hacemos como creyentes. La oración, el ayuno, la meditación, y demás prácticas.
Clásicamente se clasifican las disciplinas como NEGATIVAS y POSITIVAS. Es decir disciplinas que se centran en la negación a algo para obtener más de Dios, o la afirmación de lo que Dios hace o ha revelado:
I. DISCIPLINAS DE NEGACIÓN:
I. DISCIPLINAS DE NEGACIÓN:
Son prácticas que imparten vida al soltar o negarme a mi mismo
1). Meditación:
1). Meditación:
Me niego un tiempo para otras cosas y separo un tiempo para meditar en la Palabra desde mi mente y corazón (Sal 1.2; 4.4; 19.14; 39.3; 63.6; 77.6).
Esta meditación debe ser agradable para el Señor (Sal 104.34).
Meditamos en la obra de Dios y sus maravillas (Sal 77.12; 119.27);
meditamos en el glorioso esplendor de Su majestad (Sal 145.5)
Y esa meditación traerá un mayor discernimiento (Sal 119.99).
2). Ayuno:
2). Ayuno:
Estoy quitando alimentos para buscar más a Dios (Est 4.16)
Para pedir a Dios algo acerca de un motino en particular (Esd 8.23).
Este ayuno va combinado con la oración, pero también con lloró, aflicción y duelo por el tiempo del ayuno (Neh 1.4; Sal 35.13; 69.10).
En el ayuno nos volvemos a Dios de todo corazón (Joel 2.12).
3). Simpleza:
3). Simpleza:
Busco simplificar mi vida y vivir de una manera simple sin distracciones que permita que pueda concentrarme en Dios (1 Cor 7.35).
4). Soledad:
4). Soledad:
Me estoy privando de la compañía de otras personas para buscar con mas profundidad la compañía de Dios (Mat 6.6; 14.23).
5). Sumisión:
5). Sumisión:
Estoy negándome a mi orgullo y a mis opiniones, para someterme a lo que Dios dice a través de otras personas (Stg 4.10; Ef 1.22; Heb 12.9).
6). Confesión:
6). Confesión:
Me niego a mi orgullo de poder confesar a otros lo que he hecho mal (1 Jn 1.9; Prov 28.13; Stg. 5.16)
II. DISCIPLINAS DE AFIRMACIÓN:
II. DISCIPLINAS DE AFIRMACIÓN:
Prácticas que imparten vida al crecer y afirmar en lo que Dios es y ha hecho:
1). La oración:
1). La oración:
Nuestra oración debe ser en todo tiempo sin desfallecer (Lc 18.1; 1 Ts 5.17),
Una oración en el Espíritu (Ef 6.19),
Orando los unos por los otros (Stg. 5.16b);
Orando para que el Evangelio sea predicado en todo lugar (2 Ts 3.1);
Orar por la salvación de nuestros seres amados (Ro 9.1-3);
Y buscamos a Dios con oración, súplica y ayunos (Dn 9.3).
2). El estudio:
2). El estudio:
Antes de realizar nuestro estudio de la Palabra de Dios, debemos preparar nuestro corazón, y la manera en que lo hacemos es aplicando todas las disciplinas de negación y la oración; luego debemos proceder al estudio de las Sagradas Escrituras (Esd 7.10);
Nuestro estudio de la Palabra debe ser diario (Hech 17.11);
Cuyo fin es crecer en el conocimiento de Cristo (Col 1.9)
Y que constantemente nuestra mente sea renovada en Su Palabra (Ro 12.2).
3). El servicio:
3). El servicio:
Participar activamente en el día del Señor (Hech 2.42) donde por medio del servicio cantamos alabanzas o himnos (Ef 5.19; Col 3.16),
Participamos del sacramento de la Cena del Señor, y ponemos a disposición los dones que el Espíritu Santo nos ha dado (Ro 12.6) para la unidad de la fe (Ef 4.3),
Y la edificación del cuerpo de Cristo, la capacitación de los santos y crecer todos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef 4.12-13)
4). La adoración:
4). La adoración:
No sólo se refiere a una adoración pública colectica en el día del Señor (Hech 2.46 NTV), sino también a una adoración continua en Espíritu y en Verdad (Jn 4.24).
Nuestra adoración debe ser en el Espíritu de Dios (Fil 3.3)
Y nuestra adoración a Dios debe ser como a Él le agrada con temor reverente (Heb 12.28 NVI).
5). La guía:
5). La guía:
El Señor es quien alumbra el camino por el que debemos andar de día y de noche (Ex 13.21-22 NVI);
Su mano nos guía (Sal 139.10);
Por lo tanto debemos buscar continuamente ser guiados por el Espíritu de Dios (Rom 8.14).
6). La celebración:
6). La celebración:
Hablamos de la celebración de los bautismo y de la Cena del Señor; y también los momentos de celebración de la cena ágape del año, o demás momentos en comunión de un almuerzo u alguna actividad similar.
Si deseo más a Dios en mi vida y parecerme cada vez más a Cristo, está lista de acciones o disciplinas van a entrar de una manera muy especial. La manera de luchar con el pecado NO es simplemente mirar el pecado, sino es fijarme en Dios, andar por el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne. Entonces debo utilizar una de las disciplinas espirituales, para poder acercarme a Dios y digo: "veo que es tan importante que Dios trate con este pecado en mi vida, que voy a dejar a un lado algún deseo (los alimentos ayunando, por ejemplo), para buscar a Dios y meditar lo que las Escrituras dicen acerca de ese pecado, para pedirle a Dios que en Su gracia coloque en mí, por ejemplo en lugar de mal genio, ponga mansedumbre". Y a través de esa disciplina, al yo estar bajo la gracia de Dios, al leer las Escrituras con respecto a ese pecado, Dios actúa de manera sobre natural, y comienza a cambiar y transformar mi vida, y a poder evidenciar el fruto del Espíritu Santo en mi vida. La clave no fue, el ayuno - por ejemplo, la clave fue la Gracia de Dios, pero el ayuno fue una herramienta que me permitió estar bajo Su gracia. De la misma manera actúan las demás disciplinas espirituales, oración, soledad, el estudio etc.