Razones para no perder el corazón

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 33 views
Notes
Transcript
Handout

Introducción

En las últimas semanas, nos hemos visto rodeados de sufrimientos. Familiares nuestros están enfermos, amigos han pasado a la presencia del Señor. Hermanos de nuestra comunidad la están pasando mal financieramente. El cáncer no se termina de ir, el bebé que no pudimos tener en brazos. La esposa que echó el matrimonio al zafacón y se fue. El padre abusivo que está más tiempo en casa, el hijo o hija rebelde que da estocadas en el alma de los padres. Estamos sufriendo o, al menos, conocemos a alguien que lo está.
Predico este sermón y tengo temor. A mis casi 30 años, sé que no he sufrido como algunos de ustedes. Pero sí he podido estar con unos pocos que han sufrido hasta desfallecer, hasta perder el corazón. Tal vez hoy, mientras estás escuchando este sermón estás sufriendo, tal vez estás perdiendo toda esperanza, o en el peor de los casos, casi estás perdiendo el corazón.
David Powlison escribe que:
Cada persona sufre de manera particular.
Pero también nos recuerda que, quien ama a Dios:
Salmo 23.6 NBLH
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del Señor moraré por largos días.
Quisiera aclarar antes de todo que utilizaré la frase “perder el corazón” con sus sinónimos: desfallecer o desanimarse.
Esta mañana quiero que veamos lo que una persona, que sí ha sufrido, nos aconseja en momentos de sufrimiento. Aunque el sufrimiento no hace distinción de personas, Quiera Dios animarnos y enseñarnos hoy que, si estamos en Cristo, nuestro sufrimiento no nos llevará a desfallecer, a perder la esperanza o perder el corazón.
Busquemos en nuestras Biblias: 2 Corintios 4:16.
He titulado este sermón: Razones para no perder el corazón.
Mientras buscan el pasaje, según el estudio de nuestro texto, seguiremos dos (2) encabezados que giran en el contexto del pasaje.
1. ¿Por qué no perder el corazón?
2. ¿Cómo no perder el corazón?
Oremos para que Dios nos ilumine esta mañana y nos ayude a ver en Su Palabra que hay razones y, también, una manera para no desfallecer en medio del sufrimiento.
2 Corintios 4.16 NBLH
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.
Cuando leemos el texto nos damos cuenta que la primera palabra con la que inicia el pasaje es un “por tanto”. Esta palabra no está por casualidad.
Que este “por tanto” esté al inicio de nuestro pasaje nos dice que Pablo ha estado diciendo cosas en versos anteriores que apoyan o son las razones para el v. 16. Es como si Pablo dijera: “esto es verdad, esto es verdad”, “por tanto”: no desfallezcas, no pierdas el corazón, “por tanto” estamos siendo renovados.
Así que tenemos que ir un poco atrás, a versículos anteriores para ver por qué Pablo no quiere que desfallezcamos. De manera específica, vamos a ir desarrollando los versículos 7 al 15, pero de manera temática. Con esto, entramos a nuestro primer encabezado:

1. ¿Por qué no perder el corazón?

La segunda parte del v. 16 de nuestro pasaje nos dice que “el hombre exterior va decayendo”. Hermanos, por causa del pecado, físicamente, estamos muriendo. Puede ser hoy, mañana o en muchos años, pero moriremos. Pablo era consiente de esto, por eso desde los versículo 7 al 15 nos da al menos cuatro razones por lo cuál no debemos desfallecer o desanimarnos, a pesar de que “nuestro hombre exterior vaya decayendo”.

1.1. La fama del poder de Dios y Jesús

V. 7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro [el hombre exterior, nuestra debilidad], para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros”… Por tanto: no perdamos el corazón. El poder de Dios es exaltado en nuestra debilidad.

V. 10 “Llevamos siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús [otra forma en cómo nuestro cuerpo decae], para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo”… Por tanto: no perdamos el corazón. La vida de Jesús se exalta en nuestra muerte diaria.

V. 11 “Porque nosotros que vivimos, constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal”… Por tanto: No perdamos el corazón. En nuestro cuerpo que va decayendo, la vida de Jesús es manifestada y conocida.

La primera razón por la cual Pablo no pierde el corazón, es que, a pesar de que el hombre exterior o su cuerpo físico va decayendo, Dios y Jesús se hacen conocidos y eso es lo que el apóstol ama.
¿Tu sufrimiento en este cuerpo que está muriendo, está haciendo a Dios y a Jesús conocidos por quienes te rodean?

1.2. Por el fortalecimiento de la iglesia

A pesar que el hombre exterior de Pablo está decayendo, en y a través de su sufrimiento, sus hermanos en Corinto, la iglesia de Corinto está siendo fortalecida. Esta es la segunda razón por la cuál Pablo no pierde el corazón.

V. 12 “Así que en nosotros obra la muerte, pero en ustedes, la vida… Por tanto: No perdamos el corazón. No solo Dios está siendo glorificado en tu sufrimiento, sino que tus hermanos están recibiendo vida, fortaleza y esperanza”.

V. 15 “Porque todo esto es por amor a ustedes, para que la gracia que se está extendiendo por medio de muchos [a través del sufrimiento de Pablo por ellos], haga que las acciones de gracias abunden para la gloria de Dios”… Por tanto: No perdamos el corazón. Porque tu sufrimiento tiene la capacidad para extender gracia y glorificar a Dios.

La segunda razón por la que Pablo no pierde el corazón, es porque su sufrimiento trae dos hermosas cosas al mismo tiempo: Gracia a sus hermanos y gloria a Dios.
¿Tu sufrimiento está extendiendo gracia, amor y esperanza a tus hermanos de C.C.S.?

1.3. La presencia sustentadora de Dios

Aunque Su cuerpo está decayendo, la presencia de Dios sostiene a Pablo y no lo abandona.

Vv. 8-9 Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos” [Cada par dice: estamos decayendo pero no desfallecemos]… Por tanto: No perdamos el corazón. Porque en nuestro sufrimiento, Dios nos sostiene y no nos deja ser vencidos.

¿La presencia de Dios en tu sufrimiento te recuerda que Él es quien te sustenta?

1.4. La resurrección sobre la muerte

Aunque su hombre exterior está decayendo, Pablo será resucitado de la muerte junto a la iglesia para estar con Jesús.

V. 14 “Sabiendo que Aquél que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará junto con ustedes”… Por tanto, no perdamos el corazón. Todo va a estar bien. Ni siquiera la muerte puede hacer que nuestra historia tenga un final infeliz. Viviremos de nuevo, junto a nuestros hermanos. Vamos a estar con Jesús.

¿Tu sufrimiento te recuerda que, a pesar de la muerte, resucitarás junto a tus hermanos para estar con Dios?
Hasta aquí hemos visto cuatro (4) razones por las cuales no desfallecer, antes de nuestro versículo base. Sin embargo, Pablo da tres razones más después en el v. 17, si miramos con atención:

1.5. Aflicción leve

V. 17 “Pues esta aflicción leve [no porque sea fácil sino en comparación con la gloria]… produce un peso de gloria que sobrepasa toda comparación”… Por tanto: No perdamos el corazón. Las aflicciones que tengamos en este mundo no se comparan en nada, con la gloria que ha de venir.

1.6. Aflicción pasajera

V. 17 “Pues esta aflicción […] pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación”… Por tanto, no perdamos el corazón. Tus aflicciones pueden durar toda esta vida terrenal, pero ellas terminarán, tienen un fin, no tienen la última palabra.

1.7. Eterno peso de gloria

V. 17 “Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación”… Por tanto: No perdamos el corazón. Mientras se sufre, no se está produciendo cada vez más aflicción, sino más gloria. No es momentánea, sino eterna, no es ligera, sino pesada. Y está más allá de toda comprensión humana.

Querido hermano ¿Tu sufrimiento está produciendo cada vez más gloria que sobrepasa toda comparación? Dios lo dice ¿Lo crees?

2. ¿Cómo no perder el corazón?

No me considero un especialista en la hermenéutica . Pero el v. 18, no parece una razón más que Pablo utiliza para pedirnos que no perdamos el corazón. Mas bien, el v. 18 es la manera de Pablo para pedirnos esta mañana que: no perdamos el corazón.
La razón responde a un “¿Por qué?, la manera a un “¿cómo?”.
Pablo, estoy sufriendo ¿Cómo no desfallezco? ¿Cómo no me desanimo? ¿Cómo no pierdo el corazón?

V. 18(a) “al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven”,

No fijes tus ojos en el cáncer en tu cuerpo [que se ve en los síntomas], fíjalos en que en el cielo nuevo y tierra nueva no habrá más dolor, ni enfermedad.
No fijes tus ojos en tu familiar o amigo que ha fallecido [si lo haces te vas a desanimar], fíjalos en Jesús que es la resurrección y la vida. Si tú y tu familiar o amigo están en Cristo, pronto se volverán a ver.
No fijes tus ojos en el padre abusivo que tienes en casa, fíjalos en la justicia perfecta de Dios, él no dejará por inocente al culpable. Sin embargo, ora porque Dios tenga misericordia de él.
No fijes tus ojos en el bebé que estaba en tu vientre, pero no pudo nacer. Fíja tus ojos en que Dios es Soberano y Bueno, y , que además, Él tiene una misericordia especial por ellos.
Pablo ¿Por qué, en mi sufrimiento, tengo que poner mis ojos en lo que no se ve?

V. 18b “Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”…Por lo tanto, no desfallezcas...

3. Aplicaciones

Querido hermano, Cristo transforma tu Sufrimiento:

3.1. No estás decayendo, estás siendo renovado. No pierdas el corazón...

Estás siendo renovado porque el poder de Dios y la vida de Jesús están siendo conocidas y glorificadas en tu sufrimiento.
Estás siendo renovado porque vida está brotando de tu sufrimiento para la iglesia.
Estás siendo renovado porque Dios te sostiene en tu sufrimiento y no te dejará ser vencido.
Estás siendo renovado porque, a pesar que este sufrimiento te lleve a la muerte, sabemos que, si estás en Cristo, serás levantado de los muertos y vivirás con Jesús para siempre…
- Por lo tanto: No desfallezcamos, no perdamos el corazón.

3.2. Mira las cosas que no se ven.

¡Mira cómo tus aflicciones son pasajeras! Tus sufrimientos son solo por ahora, no en la eternidad que está por venir.
¡Mira cómo tus aflicciones son leves! Los placeres que están por venir, no se pueden comparar a los sufrimientos presentes.
¡Mira cómo tus aflicciones! Están produciendo en ti, un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación.
- Así que ¡Mira! ¡Fija tus ojos y medita en estas cosas que aún no puedes ver!.
Aquí necesitamos ejercitar nuestra fe. No me creas a mí, cree en lo que Dios ha dicho y no desfallecerás. Cree en Su Palabra y no te desanimarás, Cree en lo que Dios puede hacer en y por medio de tu sufrimiento, y no perderás el corazón. Sino que, tu hombre interior se renovará día a día.

3.3. No es lo mismo sufrir con Cristo que sufrir sin Cristo.

Antes de concluir, seré lo más honesto posible.
Si estás sufriendo y no estás en Cristo, desfallecerás.
Si estás siendo afligido y aún no te has arrepentido de tus pecado y vuelto a Jesús, te desanimarás.
Si sufres, y no has puesto tu fe en el Hijo de Dios, vas a perder el corazón. Tu hombre interior no se está renovando.
Pero aquí viene lo maravilloso.
- Si confiesas tus pecados, Jesús es fiel y justo para perdonar y limpiar toda tu maldad.
- Si vienes a Cristo hoy, no más tarde o mañana, sino ahora mismo, él promete que tu sufrimiento no es en vano.
- Ahí en donde estás, entrega tu vida a Cristo y Jesús te promete que a pesar que tu sufrimiento haga que tu hombre exterior esté decayendo… el renovará tu hombre interior hasta que te encuentres con Él.

Oremos.

Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.