Venciendo el mal, con el bien

Lc 14.1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. 2 Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. 3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. 5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? 6 Y no le podían replicar a estas cosas.

INTRODUCCIÓN.

Durante todo su ministerio terrenal, Jesús enfrento constantemente el acoso de los principales líderes religiosos de Israel.

Su mensaje, su autoridad para hablar y su perfección al actuar, causaban en sus enemigos un profundo rechazo, pues dejaba expuesto lo vacío y superficial del sistema religioso de su tiempo en el cual los fariseos confiaba.

Ya fuera en alguna palabra, en algún hecho, o de cualquier forma los fariseos buscaban tender cualquier tipo de trampas con tal de atrapar a Jesús, para poder justificar sus deseos por destruirlo.

Sin embrago, a diferencia de la respuesta que cualquier hombre pudiera tener ante el sentirse amenazado, Jesús nunca procuró el mal de quienes más le rechazaban, sino todo lo contrario, siempre buscaba la oportunidad de hacerles el bien.

Este es un intento más de los fariseos por destruir a Jesús y una prueba más de como el vencía el mal que sus enemigos procuraban contra el, haciendo el bien.

Lc 14.1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.

Dos detalles resalta Lucas al iniciar la crónica de aquel suceso:

Jesús había recibido una invitación a comer a la casa de un gobernante, el cual era fariseo.

Los fariseos eran una de las 4 sectas principales del judaísmo en los tiempos de Jesús (saduceos = la elite acaudalada de los sacerdotes; Zelotes = revolucionarios políticos contra Roma; los Esenios = mojes ascetas).

Eran hombres extremadamente religiosos, muy celosos de la Ley y de sus propias tradiciones extra bíblicas. Sin embargo a pesar de su fachada de piedad, ellos mismos no estaban a la altura de lo que enseñaban.

PDT Mt 23.1 Después Jesús les dijo a la gente y a sus seguidores: 2 «Los maestros de la ley y los fariseos tienen la autoridad de explicar la ley de Moisés. 3 Así que hagan caso de todo lo que ellos les dicen, pero no sigan su ejemplo porque ellos no hacen lo que ellos mismos dicen.

Por estas cosas es que los fariseos detestaban tanto a Jesús y querían destruirlo; porque exponía la falsedad en la que ellos vivían.

Conocían las escrituras de primera mano, sin embargo su no vivían conforme lo que estudiaban y enseñaban al pueblo, su creencia era solo apariencia.

2. El otro detalle que encontramos en este pasaje, es que la invitación a la comida que le hicieron a Jesús fue un día de Reposo.

De acuerdo a la ley, el día de reposo era un día dedicado por completo al Señor, por lo tanto cualquier clase de trabajo estaba prohibido realizarse.

NTV Ex 20.8 »Acuérdate de guardar (respetar) el día de descanso al mantenerlo santo. 9 Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, 10 pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al Señor tu Dios. Ese día, ningún miembro de tu casa hará trabajo alguno. Esto se refiere a ti, a tus hijos e hijas, a tus siervos y siervas, a tus animales y también incluye a los extranjeros que vivan entre ustedes. 11 Pues en seis días el Señor hizo los cielos, la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos; pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día de descanso y lo apartó como un día santo.

El encender fuego era considerado un trabajo, por lo que el día de reposo no se podía cocinar, por lo que la comida para ese día debió ser preparada con un día de anterioridad.

Es posiblemente que esta comida se pudo haber realizado después de la reunión matutina en la sinagoga, por lo que además del gobernante dueño de la casa en donde se llevaría a cabo el evento, posiblemente algunos fariseos e interpretes de la ley más fueron convidados a la mesa, (V.12).

La invitación a Jesús, más que un gesto de amabilidad por parte de su adversario, era un intento de trampa, no le habían invitado con sinceridad, por deseos de estar junto a él, o para escucharle, sino por estos le asechaban.

Asechar = gr; paratereo; vigilar, observar con mucha atención, espiar, estar en el puesto de observación.(tiene un sentido perverso)

Mr 3.2 Y le acechaban (mismo verbo que Lucas) para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.

La intención de gobernante y se sus acompañantes al invitar a Jesús aquel día era simplemente para tenderle una trampa, querían atraparlo de algún modo al quebrantar las leyes rabínicas para encontrar motivos para acusarle.

Estas cosas no tomaron por sorpresa al SeñorJesús, él conocía las intenciones verdaderas de la invitación, sabía que querían ponerle una trampa, entonces;

¿Porque acepto la invitación? ¿Acaso no se daba cuenta que su propia vida estaba en peligro aquel día?

Jesús acepto ir a la comida a sabiendas de lo que estos hombres intentaban contra el, porque el veía en la comida una nueva oportunidad de presentar el evangelio a esos reacios fariseos.

Lc 19.10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

A pesar de las malas intenciones de estos hombres contra Jesús, a pesar de su maquiavélico plan en su contra, el no les pago conforme a sus obras, sino respondió en compasión para con ellos.

NVI Pr 25.21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. 22 Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará.

¿Como el mundo podrá mirar a Cristo en los cristianos, si respondemos exactamente igual que como ellos responden?.

El creyente esta llamado a imitar la vida de Jesús, a seguir sus huellas, por lo tanto nuestro deber como hijos de Dios es responder con bien el mal que otros procuran en nuestra contra.

TLA Lc 6.27 »Escuchen bien lo que tengo que decirles: Amen a sus enemigos, y traten bien a quienes los maltraten. 28 A quienes los insulten, respóndanles con buenas palabras. Si alguien los rechaza, oren por esa persona.(orar por esa persona es un remedio eficaz para quitar la amargura arraiga en el corazón contra esa persona)

Sin duda alguna al aceptar la invitación a la casa de este fariseo, Jesús estaba mostrando su amor por aquellos que intentaban destruirlo, durante su estancia en aquella casa siempre los trato a todos con respeto, les hablo siempre con la verdad y con buenas palabras.

¿Como respondemos tu y yo ante alguien que sabes que es hostil de forma clara o encubierta contigo?

El deber del creyente es Amar, es decir mostrar el amor que Jesús a derramado en nuestro corazón aún para con aquellos que procuran nuestro mal.

DHH 1 Ts 5.15 Tengan cuidado (Advertencia y vigilancia de nosotros mismos) de que ninguno pague a otro mal por mal. Al contrario, procuren(intenten conseguirlo, traten tanto les sea posible) hacer siempre el bien, tanto entre ustedes mismos como a todo el mundo.

Durante este tiempo de aislamiento social, se escuchan por todos lados sobre un incremento en las agresiones en los hogares. Ya sea físicas o verbales, este confinamiento ha dejado ver claramente lo que hay en muchos corazones, incluso en aquellos que dicen ser creyentes.

Hay una advertencia de parte de la Escrituras, hacer el bien a otros aún cuando enfrentemos la hostilidad.

Si somos hijos de Dios y su Espíritu habita en nosotros, el nos ha capacitado para responder de forma diferente aun cuando malas intenciones se fragüen en nuestra contra; tal como el Señor Jesús lo hacía.

2 Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico.

Sabemos que Lucas, no solamente era un excelente historiador, sino que también era médico, el padecimiento que nos narra acerca de de este hombre nos muestra que la condición médica de este hombre era real.

La hidropesía es la acumulación de líquido en los tejidos o cavidades de cuerpo, también aparece en los tobillos, muñecas, brazos y cuello. Este síntoma es consecuencia de una deficiencia en las funciones digestivas o de los riñones o de la piel de la persona que la padece. Si la cantidad de líquido retenido es elevada se producen trastornos en el funcionamiento del corazón y de los pulmones, debido a la presión que actúa sobre estos órganos.

Algunos estudiosos piensan que este hombre estaba ahí como parte de la trampa que intentaban poner a Jesús, pues por la clase de comida que se iba a celebrar no cualquier persona podía entrar. Otros piensan que formaba parte de grupo de personas que servirían la mesa en aquella hora.

Sin embargo una cosa es segura, aquellos que asechaban a Jesús encontraban en esta situación la oportunidad perfecta para acusar a Jesús.

Sabían de su compasión por los necesitados; si el hombre le pedía sanidad, seguramente el Señor lo haría, y al hacerlo esto lo llevaría a quebrantar el día de reposos y por tanto a darles argumentos suficientes para acusarlo que era un falso maestro.

3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

No era la primera vez se presentaba una situación así entre Jesús y los fariseos en un día de reposo: El Hombre de la mano seca Lc 6.6, La mujer encorvada 18 años Lc 13:13, el paralítico de Bethesda Jn 5:9, el ciego de nacimiento Jn 9:14.

Jesús sabía las malas intenciones que tenían en su contra aquella tarde en esa casa, los planes de los asistentes a la comida que pretendían sorprenderlo rompiendo la ley para acusarle, pero en lugar que ellos se lanzaran contra Jesús, invirtió la situación para que fueran ellos los que con su conocimiento dieran claridad al resto de los que estaban ahí.

De acuerdo a la ley no había ningún impedimento para que el hombre pudiera ser sanado.

Sin embargo con todas las tradiciones y ritos humanos que le fueron adicionadas a la ley, atender a un hombre enfermo el día de reposo estaba prohibido porque se consideraba un trabajo y este solo estaba exento a esta regulación en el caso que quien recibiera la atención estuviera en inminente peligro de muerte.

Mt 12.7 Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; 8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

Jesús no era un transgresor de la Ley, el había venido a cumplirla toda, pero lo que estos hombres habían hecho es crear un montón de reglas extra bíblicas, para así ellos ganarse por sus méritos el favor de Dios.

4 Mas ellos callaron.

Ellos no supieron responder, porque si aprobaban que Jesús sanará aquel hombre, estaban validado que su conducta era correcta, que en ningún momento estaba violando el día de reposo.

Si ellos simplemente decían que Jesús no debía sanar al hombre, ellos mismos estarían entonces evitando que el violara el día de reposo.

Los ojos de los fariseos estaban vigilando a Jesús, estaban esperado ver como actuaba. Sin embargo su conducta en todo momento era irreprochable, no tenían forma de acusarle de algo.

Nosotros no debemos perder de vista, que al igual que Jesús nuestra vida es observada también por aquellos que nos conocen y saben que somos cristianos.

¿Que dice la gente que sabe que somos creyentes? ¿Cual es nuestra conducta cuando estamos fuera de la iglesia?

NTV 1 P 2.12 Procuren llevar una vida ejemplar entre sus vecinos no creyentes. Así, por más que ellos los acusen de actuar mal, verán que ustedes tienen una conducta honorable y le darán honra a Dios cuando él juzgue al mundo.

Aún y cuando no queramos, nuestra vida esta bajo el escrutinio de otros por el simple hecho de decir que Cristo es nuestro Señor.

El Creyente esta llamado a dar un buen ejemplo en el vecindario, en el trabajo, en el hogar, en cada lugar donde estamos.

El Evangelio tiene poder para cambiar a los hombres, son los hombres quienes al no vivir de acuerdo al evangelio es que no dan testimonio de ese poder al mundo.

NTV Fil 2.15 para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia (RV Irreprensibles, que no haya nada de lo que te puedan culpar) e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta.

Llevar una vida limpia, una vida conforme a la verdad en la cual decimos creer, da testimonio que somos verdaderamente hijos de Dios. (los hijos se comportan de la forma que los padres los educan).

Viviendo una vida consiente de la presencia de Dios en nuestras vidas, nos llevara a tener una conciencia de no dar que que hablar y blasfemar contra el nombre de nuestro Señor Jesús.

Así es como Jesús caminaba en la tierra, nadie tenía ningún argumento valido para acusarle. Por esa razón sus enemigos no podían responder nada contra él.

4 b… Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.

Simplemente al no tener argumentos verdaderos de que acusar a Jesús, sus enemigos se quedaron callados. No había injuria valida contra Jesús. Simplemente el hizo misericordia sobre aquel hombre que tenía necesidad.

Las intenciones de estos hombres al invitar a Jesús aquella tarde, no eran para que el hombre recibiera sanidad, lo que menos les importaba era el dolor, la necesidad de este hombre, sus intenciones era destruir a Jesús, sin embargo, Jesús las cambio completamente.

Jesús puso sus manos sobre aquel hombre, no sabemos cuanto tiempo tenía enfermo, pero lo sano aquella tarde su padecimiento.

Tomándole = gr. epilambanomai, Tomar de la mano, sujetar, agarrar, socorrer.

Jesús miró la necesidad del hombre y se compadeció de el, se acerco a socorrerlo.

Estaba en una situación adversa, no sabemos si su vida estaba en peligro, no sabemos que clase de enfermedades estaban causando este retención de líquidos en su cuerpo, pero Jesús extendió su mano y quitó la enfermedad.

Mt 14:14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión (Jesús se dolía en su corazón al ver los efectos del pecado trastornando la salud de las personas) de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

Es su inmensa compasión por el pecador, la que llevaba a sanarlos. Tenía el poder suficiente para hacerlo, y lo hacía. Es esa misma compasión (porque Dios nos cambia), la que puede sanarnos hoy en día. Ese es el mismo poder que Dios tiene el día de hoy para Sanarnos

Es Jesús el que puede darnos la sanidad que necesitamos. Ahí donde tu estas, es Jesús el que puede tomarte de la mano, es el que puede venir a tu socorro, es quien te puede sanar. Solo Jesús es nuestro Sanador.

Este hombre no sabemos si lo pidió o no, la escritura no nos dice, pero seguramente su corazón ardía un deseo de ser sanado, deseaba que Jesús le tocara.Este hombre tenía fe en Jesús.

Una vez que Jesús le tocó, su condición fue remediada instantáneamente y por completo, todo el exceso de agua que había en su cuerpo desapareció.

Una vez que el hombre fue sanado, Jesús lo despidió de aquella comida.

5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?

Los fariseos habían añadido una serie de estrictas normativas y una cantidad incontable ritos al día de reposo, que nada tenía que ver con lo que Dios había dado en la ley por medio de Moisés.

En su interpretación del la Ley, ellos habían dejado a un lado, la misericordia, el amor y las verdaderas necesidades de naturaleza humana.

Establecieron un sistema de reglas tan estricto que era imposible para alguien llevarlas a cabo todas si incumplir alguna.

Por eso es que Jesús los hizo reflexionar una vez más sobre lo absurdo de sus reglas.

¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?

Para ellos un animal de carga representaba un costo en valor económico, si ellos dejaban que el animal se perdiera al caer al hoyo, perderían su inversión, cosa a la cual no estarían dispuestos.

Aquel hombre, que había estado enfermo, tenía más valor a los ojos de Dios que un animal de carga. Este hombre estaba sufriendo, y ellos nunca pensaron en ayudarlo.

Los fariseos sufrían de una falta de sentido de proporción correcta de las cosas. Estaban más preocupados en cumplir sus reglas y sus normas, y consideraban que el aliviar el dolor de un hombre era un pecado.

La iglesia de hoy esta sufriendo por esto mismo el día de hoy. Muchos pasan horas en interminables discusiones en las redes sociales defendiendo su ortodoxia y sus puntos de vista, pero no actúan al ver la necesidad de otros.

Stg 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

La evidencia de una fe real no consiste en decir tenerla, sino en mostrarla. Los fariseos decían que amaban la ley, pero no la vivían.

La iglesia necesita tener el sentido correcto de proporción de las cosas, la Sana doctrina es importante, claro que lo es, sin un buen alimento espiritual es imposible crecer sano, pero no solo debe quedarse en el terreno de saberlo, sino llevarla al terreno de los hechos.

Debemos aprender en nuestra vida también a darle la proporción correcta a las cosas. Cuantos pleitos, amistades rotas, matrimonios y familias destruidos, simplemente porque hemos puesto demasiado énfasis en las cosas pequeñas.

Debemos aprender a poner en orden las prioridades, si estas están en su lugar, todo en nuestra vida estará en orden; y el amor estará en primer lugar.

Jesús no espero otro día para sanar al hombre, el acudió a su ayuda tan pronto como lo vio.

No retardemos nuestra mano de hacer el bien y llevar bendición a otros, seamos instrumentos en manos de Dios para que el evangelio sea expandido y el nombre de Jesús lleve la gloria.

6 Y no le podían replicar a estas cosas.

Sus malas intenciones contra Jesús no tuvieron éxito. No pudieron responderle a Jesús porque sus corazones quedaron al descubierto, ellos sabían que estaban equivocados, aun cuando no lo reconocían.

La impecable vida de Jesús desarticulo todo su malvado plan, a pesar de todos sus acechos contra el, nunca encontraron como acusarle verdaderamente. Aún en medio de la trampa contra el, Jesús destruyo sus malvados planes y los uso para el bien de otros.