Más Que Suficiente
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Más Que Suficiente
Más Que Suficiente
Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarius de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
Los Hebreos en el Antiguo Testamento estaban en el desierto, dónde un profeta - Moises - les dio La Ley que él recibió del Señor.
Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta. Dt. 18:15-19
Muchos años después, los descendientes de los mismos Hebreos estaban siguiendo a un profeta - Jesús - en un lugar aislado. Ellos veían las obras milagrosas que Jesús hacían, y por eso querían seguirle (vs. 2).
Si yo fuera alguien vivo en el Medio Oriente en ese tiempo, me imagino que yo podría hacer lo mismo. Como seres humanos, es algo normal tener un interés en milagros y señales.
Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarius de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
Lo que es obvio aquí es aún los discípulos no entendían la identidad verdadera de Cristo Jesús y su poder como Hijo de Dios.
Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
Felipe buscó a dinero para una solución.
Andrés buscó a una persona para una solución.
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
Jesús provea lo que es más que suficiente
Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
Jesús es el profeta prometida del pueblo Israel
Jesús, siendo Dios, hablaba las palabras de Dios.
En Cristo, él vivía en nuestro lugar, él murió por nuestros pecados, y él se resucitó. Solo él tiene las palabras de vida eterna, para mostrarnos el camino a Dios. Y en él, como Dios, no falta nada. Él tiene poder, y es fiel. Cuando estamos en un tiempo dónde dudamos la habilidad de