La Guerra civil estadounidense

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Unas de las predicciones más impactantes

El ministerio profético de Elena G. de White ha sido cuestionado en muchas ocasiones. ¿En verdad fue un profeta de Dios? ¿Cómo podemos comprobarlo?
En esta ocasión lo haremos desde eventos futuros que le fueron revelados por Dios en visión y tuvieron un cumplimiento asombroso. Aunque en un principio parecían locura, llegaron a cumplirse tal y como Elena G. de White lo predijo.

La Guerra Civil Americana

Las visiones de Elena G. de White en cuanto a la Guerra Civil estadounidense se cuentan, tal vez entre sus predicciones más impactantes. Dado que terribles calamidades validaron rápidamente sus profecías, hechas muchos meses antes de que alguien más vislumbrara lo que ella vio en visión, verdaderamente estas visiones son de lo más asombrosas e impresionantes discernimientos hacia el futuro que Dios le dio.
Elena G. de White tuvo dos visiones acerca de esto. Su primera visión duró unos 20 minutos y ocurrió durante un servicio vespertino en una iglesia de Parkville, Michigan, a unas 30 millas (48 km) al sur de Battle Creek, el 12 de enero de 1861.
El año anterior, J. N. Andrews y J. N. Loughborough habían celebrado una campaña de evangelismo y construido un templo en ese lugar. En esta ocasión, el sermón matutino estuvo a cargo de John Harvey Waggoner, pastor de experiencia y padre de Ellet Waggoner. Elena de 33 años, hizo una poderosa exhortación a la congregación.
Al regresar a su asiento, tuvo esta visión acerca de los terrores de la guerra por venir. Al salir de la visión, mencionó cosas que se relacionaban directamente con varios individuos y familias que se encontraban en la audiencia. Sus palabras causaron una impresión duradera en Loughborough, quien recuerda las palabras de Elena G. de White: “No hay persona en esta casa que haya soñado el conflicto que vendrá sobre esta tierra. La gente se está burlando de la orden de separación de Carolina del Sur, pero se me ha mostrado que un gran número de Estados se unirán a este Estado, y habrá una guerra terrible” (J. N. Loughborough, The Rise and Progress of Seventh-day Adventist, p. 236).
En ese momento poca gente en los Estados Unidos preveía algo tan largo y sangriento. Esta visión fue dada exactamente tres meses antes de que se iniciara la guerra el 12 de abril de 1861. La mayoría pensaba que el conflicto se resolvería con el menor drama posible. “La creencia casi universal aquí es que no tendremos guerra”, dijo a mediados de febrero Thomas Cobb, de Georgia, mientras preparaba la Constitución Confederada. Abraham Lincoln declaró en Filadelfia: “Todo este tiempo me he sentido justificado a concluir que la crisis, el pánico y la ansiedad del país en este momento es artificial”.
Sin embargo, Elena G. de White dijo: “He visto grandes ejércitos de ambos lados juntándose en el campo de batalla. Escuché el rugido del cañón y vi muertos y moribundos de cada lado” y agregó: “En esta casa hay algunos que perderán hijos en esta guerra” (Arthur L. White, The Early Years, p. 464).
Ahora regresamos a este punto, hay un aspecto secundario en esta visión. Un médico que también era un médium espiritista, estaba entre la congregación aquel día. Había escuchado acerca de la señora White y de sus visiones y se había ufanado de que si alguna vez estaba presente cuando ella estuviera en visión, la podría sacar de su visión en un minuto.
Mientras estaba en visión ese día, Jaime White explicó su condición y dio la oportunidad de examinarla a aquellos que quisieran hacerlo. Alguien que estaba en la parte de atrás del salón dijo: “Doctor, vaya y haga lo que dijo que haría”. Jaime White sin saber nada sobre la jactancia del médico, lo invitó a pasar al frente y a examinar a la señora White.
El doctor pasó al frente de manera temeraria, pero se detuvo de manera repentina. Jaime White bajó de la plataforma y se dirigió hacia el hombre, puso su mano en su hombro, y le urgió a acercarse a Elena G. de White. Cuidadosamente el médico revisó su pulso, su ritmo cardiaco y su respiración. En un tono de alarma, declaró: “Pastor, su corazón y pulso están bien, ¡pero no hay ninguna respiración en su cuerpo!”.
Se alejó a toda prisa hacia la salida, donde los que estaban cerca de la puerta ya la habían bloqueado y le dijeron: “Regrese y sáquela de su visión como dijo que lo haría”. Jaime White ya comprendiéndolo todo le pidió al doctor que compartiera con la audiencia el resultado de su examen. Los que estaban cerca de él, preguntaron: “Doctor, ¿qué sucede?” “Solamente Dios lo sabe”, replicó. “Déjenme salir de esta casa”. Y se fue. (Arthur L. White, Elena G. de White: The Early Years, p. 464).
El juez Osborne, quien era el juez local, también estaba en la reunión. Su esposa era adventista observadora del sábado. El juez dijo a Loughborough: “Fue evidente a todos nosotros que el espíritu que controlaba al doctor como un médium y el Espíritu que controlaba a la señora White en visión no tenían simpatía mutua”.
A lado del juez se sentó el señor Shelhouse, propietario de un enorme molino de lana. Su padre era anciano de una Iglesia Adventista en Colon, a seis millas de ahí. Estos dos hombres miraron a Loughborough y movieron sus cabezas en sentido de negación cuando la señora White relató la visión. Escasamente se dieron cuenta de lo que ella quiso decir cuando dijo que algunos en esa casa “perderán hijos en esta guerra”.
La segunda visión concerniente a la Guerra Civil ocurrió en Roosevelt, Nueva York, el fin de semana del 3 al 4 de agosto. Después de que Jaime White dio una corta disertación, Elena G. de White también habló brevemente, y entonces fue arrebatada en una visión que duró alrededor de diez a quince minutos. Esta visión está registrada en Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pp. 264-268. En la reimpresión de Gema es en las pp. 239-243 bajo el título la esclavitud y la guerra.
De todos los relatos, ninguno en la primera parte de 1861 tiene tal vista anticipada de la Guerra Civil como Elena G. de White. Por ejemplo, note estas citas contemporáneas: El New York Times alrededor del primero de mayo de 1861 dijo: “Hagamos el trabajo rápido. […] Un fuerte activo `trabajo en armonía´ hará nuestro trabajo eficazmente en treinta días”.
“Si Abraham Lincoln es equilibrado en la posición que desempeña, esta guerra terminará en enero de 1862” (Harper´s Weekly, 4 de mayo de 1861).
“Al igual que los demás, [Lincoln] acarició la esperanza de que poderosos avances en Virginia y hacia abajo del Mississippi terminarían con la lucha en 1862” (Allan Nevins, War for the Union, pp. 2-5).
En el otoño de 1861, el general William Sherman presionó a Simon Cameron, secretario de guerra estadounidense, para desplegar inmediatamente 60 mil tropas y un agregado de 200, 000 para enfrentar demandas futuras. Sherman fue criticado por la prensa como un desequilibrado mental. Un mes después de la petición, el general Henry Halleck relevó a Sherman de su comando.
Pero en los siguientes cuatro años, tanto Elena G. de White como el general Sherman probaron ser realistas (Véase William T. Sherman, Memoirs of General William T. Sherman, t. 1, pp. 203-205, 217).
La Guerra Civil Americana duró 4 años hasta la firma de rendición. 4 años y un mes hasta la última batalla. 5 años y 4 meses hasta la declaración oficial por parte del Gobierno vencedor.
Cerca de un año después de la primera visión de Elena G. de White en la iglesia de Parkville, Michigan. El pastor Loughborough regresó a esa iglesia en Parkville a predicar. El juez Osborne y el señor Shelhouse nuevamente se sentaron juntos en los mismos asientos, como antaño.
El pastor Loughborough habló de los dones espirituales y usó a Elena G. de White como ilustración. Se refirió a la visión del 12 de enero de 1861. Pero esta vez no hubo movimiento de cabezas de parte de estos caballeros. En vez de eso, sus rostros cubiertos en sus pañuelos, estaban derramando amargas lágrimas. Uno había perdido a su único hijo en la guerra; el otro había perdido un hijo en una batalla diferente y tenía otro que en ese momento era prisionero de guerra en el sur.
Según Loughborough, el anciano local logró recordar inmediatamente los nombres de cinco familias en la iglesia de Parkville que habían perdido hijos en la lucha y dijo que, si le daban un poco de tiempo, podría enlistar por lo menos cinco familias más cuyos hijos habían sido asesinados.
Contar esta historia hoy en la iglesia de Parkville que fue movida 40 millas hacia el histórico pueblo adventista en Battle Creek. Sentarse hoy en esa iglesia y reflexionar sobre cómo Dios trabajó a través de su mensajera es una experiencia solemne y edificante en la fe. ¿Puede haber alguna duda de que tenemos una palabra profética segura en el ministerio de Elena G. de White?

El auge del espiritismo

Para 1848 cuando Elena G. de White tenía 21 años ya había tenido contacto con personas que habían experimentado y promovido varios tipos de espiritismo que iban desde el mesmerismo y trances hasta aparentes “milagros”. Ya habíamos mencionado que grupos como los Shakers “tembladores”, habían impulsado a los lideres milleritas de la Asociación de Albany en 1845 a votar diciendo: “no tenemos confianza en ningún mensaje nuevo, visiones, sueños, lenguas, milagros, dones extraordinarios, revelaciones, etc. etc.”. Parte de esta resolución fue también dirigida a los “espiritualizantes” o “espiritualizadores” que decían que Jesús había regresado en forma espiritual. Inclusive hasta ella misma fue acusada de ser una más de los autodenominados “profetas espirituales”, como lo menciona en MS, t. 2, pp. 38, 39.
Aunque estas aisladas y locales manifestaciones eran perturbadoras en la década de 1840, algo sucedió en 1848 que cambiaría espectacularmente el atractivo futuro del espiritismo, una corriente que se desplegaría más allá de cualquier imaginación a mediados del siglo XIX y un desarrollo que tendría profundas implicaciones en el tiempo del fin.
Los historiadores generalmente están de acuerdo que el movimiento espiritista moderno empezó con los “toques” o “golpes” en las paredes de una casa en Hydesville, Nueva York, unos 70 km al oeste de Rochester, el hogar de los Fox. Dos hermanas, Kate y Margaret Fox, aseguraron que se habían asustado por un golpeteo extraño en una pared, por la ropa que era arrojada a la cama, y por los muebles que se movían por la recámara.
Después de controlar sus temores, inventaron un código para comunicarse con el “emisor de los golpes”. Una investigación posterior indicó que las hermanas se estaban comunicando con el “espíritu” de difunto Charles B. Rosna, que había sido asesinado en aquella vivienda. Lo extraordinario de este reporte era que “el espíritu” se comunicó a través de “golpes” físicos, y no simplemente a través de una persona en trance.
Elena de White predijo que dichas manifestaciones habían de esparcirse por todo el mundo y que asumirían una significación religiosa. Desde entonces se ha conocido el movimiento con el nombre de espiritismo. Pero en 1849 éste consistía solamente en un código de señales de “golpes” y “llamadas”.
De este modo, había nacido el espiritismo moderno, asegurando que tenía la facultad de “hablar”, con los espíritus de los que habían muerto.
¿Qué estaba detrás de todo esto? Una de las principales razones es la noción de la inmortalidad del alma, defendida tanto por católicos y la mayoría de los protestantes. Sin esa falsa creencia, el espiritismo nunca habría existido. Hasta el día de hoy hay millones que no se dan cuenta que esta idea entró en la iglesia cristiana, no por las enseñanzas bíblicas, sino directamente de la filosofía griega.
Las dos ramas del pensamiento tanto de Swedenborg y Mesmer se combinaron y dieron el espiritismo moderno. Swedenborg creía que el podía, en un estado de trance, “comunicarse” con espíritus, él tenía tintes religiosos en sus escritos. Mesmer no negoció creencias religiosas. En vez de eso introdujo la técnica llamada mesmerismo (a menudo hipnotismo) que inducía trances, en la que los vivos podían contactar a sus seres amados muertos o seres espirituales en general.
A pesar del fraude que se veía en este movimiento, algo en el espiritismo era atractivo no solamente para el público en general sino inclusive también para una creciente lista de científicos (de ahí que metieran el hipnotismo en planes de estudios, (cuidado en la psicología y siquiatría con la hipnosis que nosotros creemos que es espiritismo). Además de científicos también en autores Estadounidenses y de otras partes. Como lo fue el autor británico Arthur Conan Doyle, creador de la novela de Sherlock Holmes. A menudo Doyle es llamado el “San Pablo” del espiritismo moderno.
El movimiento tomó dos formas:
fenómenos físicos, generalmente en sesiones espiritistas privadas por medio de golpes, voces audibles, o más a menudo, figuras materializadas de seres amados muertos.
fenómenos mentales transmitidos a través de la mente de un médium por clarividencia, en la cual el médium “escucha” al espíritu, o por alta percepción sensorial, en la que el médium siente la presencia y el pensamiento de alguien en la habitación.
Los espiritistas aceptan en cierto sentido el mismo sistema moral cristiano: una creencia en el Dios judeocristiano, panteísmo místico, servicios dominicales y el canto de himnos. Difieren al creer que los actos de esta vida no conducen al “espíritu” del muerto a una eternidad en el cielo o el infierno, sino a un constante ascenso de niveles.
Aunque aceptan la mayoría de los principios bíblicos, no creen que la Biblia sea la fuente primaria de conocimiento, ya sea sobre Dios o la vida después de la muerte, tienen sus propios libros, inclusive algunos hasta hablan de la Biblia satánica. Además, creen que la muerte no es el resultado del pecado, sino que es parte del propósito divino. Un día les contaré un estudio bíblico que tuve con dos personas espiritistas. Y cómo en Acapulco en otro estudio bíblico hace muchos años atrás se convirtió una médium espiritista y su casa que era un templo espiritista lo dedicó a Dios y hoy es una IASD.

La primera visión de Elena G. de White con relación al espiritismo

Tan sólo unos meses después de los golpes misteriosos en la casa de los Fox, Elena G. de White recibió una visión en Topsham, Maine, el 24 de marzo de 1849. Describiendo la visión, ella escribió: “Vi que los golpes misteriosos en Nueva York y otros lugares eran el poder de Satanás; y que tales cosas serían cada vez más comunes, engalanadas en un vestido religioso, para arrullar a los engañados a una mayor seguridad; y para arrastrar las mentes del pueblo de Dios, si fuera posible, a estas cosas y ocasionar que dudasen de las enseñanzas y el poder del Espíritu Santo” (Elena G. de White, RH, 1 de agosto de 1849; Primeros Escritos, p. 43).
Y además, después explicó lo siguiente: “Los llamamientos misteriosos con que empezó el espiritismo moderno no fueron resultado de la superchería o de la astucia humana, sino obra directa de ángeles malos, que introdujeron así uno de los engaños más eficaces para la destrucción de las almas. Muchos hombres serán entrampados por la creencia de que el espiritismo es tan solo una impostura humana; pero cuando sean puestos en presencia de manifestaciones cuyo carácter sobrenatural no pueda negarse, serán seducidos y obligados a aceptarlas como revelación del poder divino” (Elena G. de White, Conflicto de los siglos, p. 427).
Por lo tanto, a ella se le mostró anticipadamente que los misteriosos golpes eran en realidad la obra de ángeles malos, en un tiempo cuando muchos los habían percibido como el poder de Dios; y también se le reveló a ella antes que a nadie, que el fenómeno se extendería más allá de las hermanas Fox. Y la propagación ocurrió. Rápidamente el espiritismo fue aceptado en el mundo católico y protestante debido a que no había en ellos ninguna doctrina que sirviera como tope para protegerlos de estos poderes “misteriosos”.
Hoy día las enciclopedias se refieren al espiritismo como una religión, tal como Elena G. de White había predicho, aún cuando no existía mucha evidencia de esto en sus días. Hoy existen tres principales iglesias espiritistas:
la Asamblea General Internacional de Espiritistas
la Alianza Nacional Espiritista de los Estados Unidos
Asociación Nacional de Iglesias Espiritistas.
En años recientes, el espiritismo ha contribuido mucho al pensamiento de la Nueva Era. El movimiento de la Nueva Era es un término vago para referirse a una colección de ideas derivadas del paganismo combinado con elementos tradicionales de religiones tanto de oriente como de occidente.
Muchos seguidores de la Nueva Era creen en la sanidad espiritual, la canalización, la percepción extrasensorial, la interpretación de sueños, así como otros fenómenos síquicos, tales como desarrollar espiritualidad a través de contacto con espíritus o entrar en contacto con vidas pasadas personales (esto último también lo creen por ejemplo los masones).

La segunda visión de Elena G. de White sobre el espiritismo moderno

Ella escribió:
El 24 de agosto de 1850, “vi que los `golpes misteriosos´ eran efectos del poder de Satanás […] Eran su obra y la realizaba de distintos modos. Sin embargo, en las iglesias y en el mundo había muchos tan sumidos en densas tinieblas, que se imaginaban y sostenían que esos golpes misteriosos eran obra del poder de Dios. Dijo el ángel: […]`¿Han de ir los vivos a aprender de los muertos? Los muertos nada saben. En vez de acudir al Dios vivo, ¿recurriréis a los muertos? […] Vi que no tardaría en calificarse de blasfemia todo cuanto se dijera en contra de los golpes misteriosos, los cuales se irían extendiendo más y más, con incremento del poder de Satanás, y que algunos de sus adeptos tendrían poder para realizar milagros, hasta para hacer bajar fuego del cielo a la vista de los hombres. Se me mostró que por los golpes y el mesmerismo, estos magos modernos explicarían aun todos los milagros hechos por nuestro Señor Jesucristo, y que muchos creerían que todas las obras poderosas que hizo el Hijo de Dios cuando estuvo en la tierra, fueron hechas por el mismo poder. Se me recordó el tiempo de Moisés, y vi las señales y prodigios que Dios obró por su medio delante de Faraón, la mayoría de los cuales fueron imitados por los magos de Egipto; y se me mostró que, precisamente antes de la liberación final de los santos, Dios obraría poderosamente para su pueblo, y que a estos magos modernos se les permitiría que imitasen la obra de Dios” (Elena G. de White, Primeros Escritos, pp. 59, 60).
Encuentro asombrosas estas pocas, claras e inequívocas palabras, recordando que fueron escritas cuando los seguidores del espiritismo eran muy escasos aún.
Esta visión de Elena G. de White de 1850 se centró en dos aspectos que entonces parecían increíbles (poco creíbles). Elena G. de White dijo: “Vendría el tiempo cuando teólogos y otros atribuirían los milagros de Jesús a los poderes del espiritismo”. ¡Cuán exacta fue! El segundo aspecto era que al final de los últimos días “Dios obraría poderosamente para su pueblo, y que a estos magos [espiritistas] modernos se les permitiría que imitasen la obra de Dios”. Compárelo con Apocalipsis 13: 13, 14. Como dijimos en el tema pasado, recién en estos años de 1846 a 1849 Bates y Jaime estaban desarrollando la teología del sábado y los mensajes de los tres ángeles en el tiempo del fin. Ya Elena White estaba hablando del Espiritismo aquí como parte esencial de las obras de Satanás del tiempo del fin.
También Elena G. de White aquí predijo que vendrían tiempos cuando cualquier crítica al espiritismo sería considera como “blasfemia”, note esta declaración de 1848 que apareció en el Centennial Book of Modern Spiritualism: “Ni los sacerdotes ni la prensa deberían hablar severamente o tocar esta santa palabra `espiritismo´, solamente con manos limpias y corazones puros, y los espiritistas mismos deberían honrar su bendito evangelio de la inmortalidad” p. 34.
Experimentos actuales en numerosos incidentes de percepción extrasensorial confirman que, algo que va más allá de la explicación humana está ocurriendo. En la Enciclopedia Americana, el fundador del Instituto a favor de la Parasicología, de la Universidad Duke, escribió: “La cuestión suscitada por el espiritismo debe ser enfrentada como uno de los grandes problemas de la ciencia”.
En 1854 la señora White se explayó en el consejo que había dado previamente en 1850 con relación al auge del espiritismo:
“Vi el engaño de los golpes, el progreso que estaba haciendo, y que si fuese posible engañaría hasta los mismos elegidos. Satanás tendrá poder para hacer aparecer delante de nosotros formas que se den por nuestros parientes y amigos que ahora duermen en Jesús. Parecerá como que estos amigos estuviesen presentes; serán habladas las palabras que pronunciaban cuando estaban aquí, con las cuales nos hemos familiarizado, y el mismo tono de voz que tenían en vida caerá en nuestros oídos. Todo esto será destinado a engañar a los santos y seducirlos para que crean en este engaño” (Primeros Escritos, p. 87).
Aquí fue añadido un consejo para los últimos días. Imagínese a uno de sus “seres amados” golpeando, hablando de asuntos que únicamente usted y él posiblemente sabían. Y luego que el “ser amado” contradijera evidentes verdades de la Biblia como la expiación, el estado de los muertos, el sábado, etc. ¿Acaso no sería difícil pensar en una tentación más sutil?
Más adelante, Primeros Escritos en estas páginas precisamente nos hablan acerca de eso, pp. 87 y 88 y nos da instrucciones claras sobre cómo no caer en esta plan maestro de Satanás. Nos aconseja ahí, tener un conocimiento cabal de las Escrituras, conocer bien la doctrina del estado de los muertos (porque aparecerán espíritus de demonios dándose por familiares nuestros muertos, enseñando que el día de reposo ha sido cambiado, y acerca de otras doctrinas más. Realizando milagros de ser necesario para que lo creamos). Solamente, a través de la verdad bíblica estará usted preparado para resistir a estos espíritus.
Y esto es cierto hermanos, yo mismo he asistido a hogares de hermanos donde he sido invitado donde ocurren cosas sobrenaturales y se aparecen personas, hermanos me han dicho, pero Pastor el espíritu me dice cosas que solo él y yo sabíamos. Y yo les he referido estas páginas de Primeros Escritos, argumentándolo como una obra de Satanás para engañar.
Luego Elena representó una parábola que nunca se me ha borrado de la mente desde que la leí hace ocho años atrás:
“Vi con qué rapidez este engaño se estaba difundiendo. Me fue mostrado un tren de coches de ferrocarril que iba con la rapidez del rayo. El ángel me invitó a mirar cuidadosamente. Fijé los ojos en el tren. Parecía que el mundo entero iba a bordo de él… Luego me mostró al conductor, que parecía una persona de porte noble y hermoso aspecto, a quien todos los pasajeros admiraban y reverenciaban. Yo estaba perpleja y pregunté a mi ángel acompañante quién era. Dijo: `Es Satanás´. Es el conductor que asume la forma de un ángel de luz. Ha tomado cautivo al mundo… Y todos se dirigen hacia la perdición con la rapidez del rayo” (Primeros Escritos, 88).
Elena G. de White, continuó:
“Pregunté al ángel si no quedaba nadie. Me invitó a mirar en la dirección opuesta, y vi una compañía pequeña que viajaba por una senda angosta… Dijo el ángel: `El tercer ángel está atándolos o sellándolos en gavillas para el granero celestial´. Esa pequeña compañía parecía agobiada, como si hubiese pasado por severas pruebas y conflictos. Parecía como que el sol acabara de salir detrás de una nube y resplandecía sobre sus rostros, dándoles aspecto triunfante, como si sus victorias estuviesen casi ganadas” (Primeros Escritos, 88, 89).
Tal como lo predijo Elena G. de White, el mundo entero se ha ido tras el espiritismo. En todos los escenarios el espiritismo tiene presencia. En las revistas, libros, la música, programas de televisión, en los juegos, videojuegos, en la salud y comunidad médica. Nos faltaría tiempo para desenmascararlas una por una. En el deporte como el yoga, inclusive el amplio interés por la sanidad que se presenta por televisión por varios predicadores carismáticos corresponde con los aspectos curativos del espiritismo moderno. Pueden creer ustedes que son simples literaturas, programas, deportes o simples milagros de iglesias, pero la realidad es que y sin exagerar el espiritismo está latente en todos ellos.
El espiritismo tiene herramientas que apelan y despiertan el interés de los más instruidos y sofisticados al igual que de los iletrados. Por ejemplo, el vudú y su brujería mixta puede cautivar a los ignorantes, pero la canalización, las experiencias extracorporales, la proyección astral, e incluso el juego de la ouija, fascinan a los individuos más educados.
En un artículo en la revista Christianity Today, Marvin Olasky, profesor de la Universidad de Texas (Austin), cita al historiador Frank Podmore quien enlista cuatro principales razones de la atracción del espiritismo:
Las clases bajas de los espiritistas fueron reclutadas, en un gran número, de aquellos que se habían liberado por completo de la tradición cristiana, y con eso perdieron toda esperanza definida o creencia en una vida futura.
Debido a que en el espiritismo no hay bien o mal, no hay pecado. Por lo tanto, la gente podía seguir sus “instintos naturalmente benevolentes”.
La habilidad para presentar los espectáculos espiritistas era muy atractiva.
Atrajo a quienes habían perdido a su cónyuge o a un hijo y tenían la esperanza de conversar con los muertos.
Debido a todo esto, hasta llegaron a caer en estas redes líderes políticos bien conocidos como:
William Lyon Mackenzie King el primer ministro canadiense que mayor tiempo ha ocupado este cargo. Según él se complacía en comunicaciones con su madre, su padre, hermanos y personajes contemporáneos famosos.
Otro líder prominente espiritista fue Lord Dowding, comandante de la Real Fuerza Aérea de la Gran Bretaña. A través de un amigo suyo que era médium se comunicaba con sus pilotos que morían en combate de esta forma les daba palabras de ánimo a sus familias en lo tocante a la muerte de ellos.
Otro más, la primera dama Nancy Reagan se metió en la astrología a partir de 1967. Sin embargo, su confianza en la astrología fue reforzada en 1981 cuando Joan Quigley (graduada del colegio Vassar y escritora de tres libros de astrología) le mostró una carta astrológica que predecía peligro extremo para el presidente Reagan alrededor del 30 de marzo.
En esa fecha, la señora Reagan consultó constantemente a su astróloga para determinar los tiempos “propicios” para que su esposo viajara, para hacer apariciones públicas, e incluso para que firmara tratados (Barret Seaman, Time, 24 de mayo de 1988). No era secreto esto, en otra ocasión la revista Time sacó un artículo titulado: Astrología en la Casa Blanca el 7 de diciembre de 1987.
A través de esto estamos viendo que el espiritismo ha alcanzado preponderancia en los asuntos mundiales. Al nivel que muy a menudo, los gobernantes buscan consejo del mundo espiritual antes de tomar decisiones relevantes, por aquí creo se va a filtrar la ley dominical.

El Espiritismo en el tiempo del fin

Miremos lo que Elena G. de White predijo en cuanto al tiempo del fin. Ella presenta un impacto internacional del espiritismo.
“Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder milagroso de los demonios. Los espíritus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra y por todo el mundo para […] inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno de Dios. […] Surgirán entes que se darán por el mismo Cristo y reclamarán los títulos y el culto que pertenecen al Redentor del mundo. Harán curaciones milagrosas y asegurarán haber recibido del cielo revelaciones contrarias al testimonio de las Sagradas Escrituras” (Elena G. de White, Conflicto de los siglos, p. 478).
El maestro mismo espiritista introducirá la horrenda confusión que él mismo ha patrocinado:
“El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo […] Pues bien el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: `¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!´. El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible […]. Pero el pueblo de Dios no se extraviará. Las enseñanzas del falso Cristo no están de acuerdo con las Sagradas Escrituras” (Elena G. de White, Conflicto de los siglos, p. 478, 479).
Solo con el conocimiento de las Sagradas Escrituras podrán descubrir el error y la verdad.
En 1951 la Gran Bretaña desapareció la Ley de Médiums Fraudulentos, abrogando la Ley de Brujería de 1735. A partir de ahora los espiritistas podían abierta y legalmente practicar su religión. Hoy día existen más de 500 iglesias espiritistas ahí.
Uno de los muchos lugares de reunión es el Festival del Quemado, un evento anual que dura seis días celebrado en el desierto Black Rock, 120 millas al norte de Reno, Nevada. La asistencia a ese festival del Quemado se ha duplicado cada año desde 1986. Se reúnen miles y miles seguidores del wicca ahí (Se cree que la wicca inició tras el levantamiento de la prohibición de la brujería en Gran Bretaña en 1951), además asisten satánicos, diosas (brujas blancas), nudistas y un consorcio de otros fiesteros para tener un fin de semana de “glorioso infierno en la tierra” como le llaman ellos.
Este festival del Quemado es un evento sin restricciones de la Nueva Era estilo Woodstock, donde los neopaganos, seguidores del wicca, animadores travestis, así como cristianos apóstatas van a celebrar rituales, sacrificios encendidos a dioses y diosas paganas, bailan desnudos, tienen relaciones sexuales, aberraciones sin número.
Hasta dónde llevó Satanás al mundo con el espiritismo con tal de engañar y apartar de la verdad a las gentes. Al final, el espiritismo será el elemento mezclador que unirá nuevamente a católicos y protestantes. ¿Por qué? Porque ambos grupos, con escasas excepciones, han comprado la mentira satánica con relación a la inmortalidad del alma. Estos grupos se unirán en asuntos significativos del tiempo del fin, tales como el de una ley dominical internacional.
Hay otras profecías asombrosas que por falta de tiempo ya no las podremos revisar. Una de ellas es el auge de los Estados Unidos hasta llegar a ser una super potencia mundial, cuando Elena G. de White tuvo visiones acerca de ese país, era apenas un país que comenzaba y no se alcanzaba a vislumbrar todo lo que ella decía. Otra más tiene que ver con el papado hasta llegar a tener también una eminente influencia internacional.
También las visiones que tienen que ver en el área de educación, hoy día personas master en la educación al leer los libros de ella, confirman y están de acuerdo con su sistema elaborado de educación, lo mismo sucede en el área de la salud, en la nutrición por ejemplo, personas preparadas en esa área hoy están fascinados con los consejos que ella dio.
El Dr. Clive McCay, profesor de nutrición de la Universidad Cornell, y autoridad muy conocida en la materia, quedó asombrado cuando leyó los libros de la Sra. De White Counsels on Diet and Foods y El ministerio de curación. En una conferencia sobre nutrición moderna presentada en Nueva York, el 9 de abril de 1958, el Dr. McCay dio testimonio del valor de los consejos de la Sra. De White sobre el régimen alimenticio en las siguientes palabras:
“Los que se preocupan por el mejoramiento de la salud humana deben pagar tributo, entre los autores del siglo pasado a los escritos de Elena G. de White […] Estas notas han sido preparadas por un bioquímico que se especializa en nutrición con la esperanza de que otros, además de los adventistas, puedan apreciar más ampliamente el genio de esta dietóloga de avanzada, Elena G. de White. Sean cuales fueren las convicciones religiosas del lector, al leer los importantes trabajos de Elena G. de White no puede sino adquirir un gran conocimiento acerca de cómo vivir mejor y en forma más saludable” (De las notas de la conferencia del Dr. McCay, 9 de abril de 1958).
O podríamos también hacer mención de aquella asombrosa profecía en 1902 predijo que sobre las ciudades de San Francisco y Oakland vendrían los juicios de Dios, que se estaban volviendo como Sodoma y Gomorra, y el 18 de abril de 1906 fueron destruidas por un terremoto seguida por fuego. Hay varias profecías extraordinarias más.

Conclusión

Termino diciendo lo siguiente: Los primeros adventistas del séptimo día entendían que la gente necesitaba tiempo y espacio para examinar, entender y apreciar el don de profecía manifestado a través de Elena G. de White. Naturalmente, creían que las personas sinceras que dedicaran tiempo a familiarizarse con los mensajes de ella acabarían encontrando que su don era genuino y auténtico. Y entonces, podemos apropiarnos de las palabras del apóstol Pedro cuando exclamó: “No estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos” (2 Pe. 1: 16). El don de profecía no puede ser objeto de imposición, sino que debe ser experimentado.
Sin embargo, muy por el contrario, no te la puedes pasar toda la vida sin dedicar tiempo para estudiar los escritos de Elena G. de White, peor aún, como lo vimos, si no dedicas tiempo para analizarlos pero si eres de los que la criticas, te estas poniendo en una base en la que puedes ser usado por el enemigo de Dios, para menoscabar el don que Dios mismo levantó para este tiempo del fin. Cuando decidas finalmente dedicar tiempo para examinar el don profético descubrirás que ya es demasiado tarde para disfrutar sus preciosos libros.
Mi deseo y oración es que desde ahora comiences a meditar en que en Elena G. de White encontramos el don profético moderno para este tiempo del fin. Que te dediques a estudiar sus preciosos libros que te guiaran a la Biblia. Que escuches sus consejos y los pongas en práctica. Pregunto, ¿Crees tu que Dios levanto el don profético en la persona de Elena G. de White para este tiempo? Amén! Que Dios les bendiga.
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